El gordo

Siempre me habia dado placer, sin la necesidad de un hombre, pero cuando conoci al gordo, mi autoplacer ya no me satisfajo.

EL GORDO...

Llevaba mucho tiempo conectada a Internet, esperando con ansia ver algo que me satisficiera por el momento, encontré varias fotos, videos y relatos los cuales como siempre los baje a mi carpeta en donde guardaba todo lo que me enardecía, resignada a no encontrar lo que quería me desconecte, abrí mi carpeta y explore todo lo guardado, mi humedad ya traspasaba mi tanga llegando a mi pequeña falda, mi ansiedad me volvía loca, aunque ya no quedaba nadie en la oficina mas que el velador, cerré mi puerta con llave, no quise esperar mas, mis medias no estorbaban, el solo imaginar mis hermosas piernas adornadas con encaje me excito, hice a un lado mi tanga y mis dedos me comenzaron a darme placer, mis ojos se nublaron esperando la contracción de un pequeño orgasmo que se escapo resbalando por mis dedos ya hundidos en mi vulva, insatisfecha me limpie, acomode mi tanga y falda, apague la maquina y salí al estacionamiento, subí al coche, mi mente aun seguía repasando aquellos videos guardados secretamente en mi computadora, mi vulva aun seguía húmeda y latía enardecida, necesitaba satisfacerme.

Al llegar a mi departamento recordé que había comprado unos pepinos para la ocasión, abrí el refri y saque el mas largo y gordo, lo lave y me lo lleve conmigo a mi habitación, me desnude, le unte bastante lubricante, yo no necesitaba porque estaba completamente húmeda, mi mente no dejaba de repasar lo guardado en mi maquina, me acosté, abrí mis piernas lo mas que pude, eleve mi pelvis y comencé a acariciar mi exquisito órgano con el pepino, mmm que suavidad, me excitaba cada vez mas, lo pedí como si en verdad fuera una verga la que necesitaba que me estuviera cogiendo, gimiendo gritaba ¡cógeme! ¡cógeme! casi con trabajo pude meter la punta, sin embargo relaje mi cuerpo y mi vulva se comenzó a tragar poco a poco tan rico miembro vegetal, oh era lo máximo, lo enterré hasta donde pude, me quede quieta para que mis músculos aceptaran tan tremendo tamaño, poco a poco empecé a sacar y meterlo, era una sensación bellísima, necesitaba agilidad para satisfacerme sin embargo mis manos se llenaron del lubricante y me era difícil seguir con el mete y saca, podía enterrarlo pero no sacarlo rápido, así que trate de concentrarme y por lo menos tener un orgasmo, pero este no pudo llegar, molesta saque el pepino, me levante, así como estaba me vestí nuevamente, me puse una falta de vuelo demasiado corta y una blusa de licra pegada a mi talle con un escote que permitiera ver lo bellamente abultado de mis senos, al subir al auto me acomodé de forma que pudiera ir acariciándome, por esta razón no me puse nada interior, así fui recorriendo calles y calles, no encontraba algo que me satisfaciera, me detuve en un semáforo, al voltear había un cinema que proyectaba una película xxx, así que sin pensarlo di la vuelta y me estacione para entrar, compre el boleto y lentamente fui entrando, no había mucha gente, así que senté en un lugar apartado para seguir auto deleitándome, realmente la película era muy buena, las cogidas eran fenomenales, orgías, sexo lésbico, anal, doble penetración y la ultima escena casi me desbocó, dos trasvestis cogieron a un hombre, uno por el culo y otro por la boca, pude alcanzar unos ricos orgasmos, me metí tanto en la película que me estaba acariciando cuando mi mano fue sustituida por otra muy grande, no me dejo ni voltear porque me comenzó a besar, yo correspondí con mucha pasión porque me estaba quemando, yo necesitaba a un hombre no me importo el lugar porque realmente lo estaba disfrutando, fue exquisito cuando me metió un dedo luego dos mmm me estaba cogiendo con tres dedos y era riquísimo, abrí bien mis piernas para que no le estorbara nada, sus besos me asfixiaban.

Cuando trate de agarrar su miembro sentí un estomago grande, pero no me importo, abrí su pantalón y tome su verga, me desilusiono un poco porque era mediana, sin embargo me conforme porque era gruesa y yo estaba muy encendida, lo comencé a masturbar, este hombre tenia tanta elasticidad que en un momento se agacho y comenzó a darme una espectacular mamada, se comía mi vagina, la chupeteaba tan rico que se escuchaban los chasquidos pero tampoco me importo, mis orgasmos no dejaban de contraer mi vagina, de pronto se sentó y me jalo sentándome en su gruesa verga, que rico entro, mmm que placer tan intenso, parecía que estaba cogiendo una muñeca, me tomo de cadera y comenzó la cogida, yo lo ayudaba al movimiento, no tardo mucho cuando comenzó a derramar su semen dentro de mi, yo estaba bañada en sudor, así como me tomo así me sentó alcance a voltear y vi que era un gordo pasado de años, pero no me importo, realmente me dejo satisfecha, fue cuando me di cuenta en donde estaba, así que antes de que se prendiera la luz me salí y al ir caminando se iba resbalando el semen por mis piernas, me apresure para ir al baño, ahí dentro me limpie y termine por disfrutar tan difícil encuentro, cuando salí del baño la gente de la sala también estaba saliendo, me avergoncé tanto, algunos voltearon a verme otros me sonrieron y por ultimo salió el gordo, cuando lo vi no pude creer que me deje coger por tan horrible animal, pero al verme se acerco y me dijo si lo podíamos volver a repetir, me costo sonreir, me dio su celular y me dijo que cuando yo quisiera el estaría a mi disposición, solo tome su tarjeta, sin despedirme me fui sin voltear.

No he podido lograr masturbarme como en otras ocasiones y aunque me este quemando ni el pepino, ni el consolador o el vibrador han podido satisfacerme, por eso no puedo creer que el sepa arrancarme orgasmos que yo no he podido hacer, así que siempre que salgo ya tarde de mi oficina y muy caliente, busco la tarjeta, le llamo y hasta el momento no se ha negado, me ha hecho de todo ya me dio hasta por mi culo, me gusta porque no me pide lo que otros, que lo mame o le acaricie el cuerpo, soy algo muy especial para el, pero para mi lo único que me gusta es su boca, sus manos, sus dedos y sobre todo su verga, porque no he podido encontrar quien supla al gordo.