El gimnasio y el compadre del abuelo (4)

Aparta sus dedos, dejándome posar la planta de mis pies sobre la placa, dándome por voluntad propia por agacharme ante su vergón. Este me mira sonriente, soltando… “Veo que eres un chico decidido, ¡actitud que me gusta… uuuffff!!, lástima que no eres mi nietecito para poder agradecértelo”.

El gimnasio y el compadre del abuelo (4)

Antes de continuar, os debo de confesar que todo lo ocurrido que cuento por este medio es real, quizás me callo algunas cosas, cosas que unas son confidenciales y otras que, terceros no me permiten su divulgación. Aunque hay otras que dejo para mí mismo… más por dejarme algo, pero por lo demás, os lo hago saber, intentando no dejar nada en el tintero, mostrándome tal y como soy.

Cuando a explicar los motivos por el cual cuento esta serie de sucesos, hechos que intento contarlo desde primera persona, pena que se me da quizás mejor cuando juego en mí ‘PlayStation’, pero bueno se intentara. Como suelo decir, no es por repetirme… aunque lo haga, y menos para justificarme… cosa que no sirve la verdad, ni deseo que mis palabras sirvan para argumentar una vida de vicio, de depravación… perversión o degeneración, todo metido en verdad dentro del mismo globo que no es otro que el morbo. Pienso que soy el resultado de cómo me inicie o como me iniciaron, pues la pura verdad que todo comienza a raíz de buscar respuestas, respuestas que otros me negaban por ser adolescente y por ser un tema tabú en casa, aunque a día de hoy… el sexo sigue siendo un tema tabú, aunque neguemos lo contrario. Siendo a raíz de estas dudas, donde comienza mi camino, ese camino por senderos hostiles, cuyos atajos te hacen ver las satisfacciones que se te niegan por la edad, teniendo que tomar sendas que, a pesar de ser pecado, asumo con responsabilidad, aunque esta me lleve a lo que soy hoy en día (Joder que profundo).

A lo largo desde que comencé a esto de publicar mis experiencias, muchos lectores se han puesto en contacto conmigo por una cosa u otra, ya sea para ser su ´putita’, como para intercambiar ‘cosas’, u otras variedades. Y muchos como es el ejemplo en este caso, los lectores se han puesto en contacto conmigo mediante mi correo, pidiéndome que contara lo ocurrido con ese abuelete, persona que mencione en mi anterior confesión y que tuve que dejaros de esa manera, pues ese relato se me extendió demasiado. Bueno aquí os dejo como aconteció aquello, voy a satisfaceros de la única manera que puedo, pues para algunos estoy muy lejos, y para otros, debo decir que hasta que no pase este daño que hay, no hay nada de nada. Pues eso…

Os deje en mi anterior confesión (El gimnasio y los amigos de papa 3), cuando iba de camino hacia las duchas, no me voy a enrollar contando los motivos por el cual volvía a ducharme, no creo que sea necesario. Pero, no os lo voy a negar, iba bien caliente y excitado, estaba deseando encontrarme en su interior, ya sea a Diego como Jorge (el baboso), aunque no me hubiera importado a ambos… uuummm!!.

Caminaba y aunque en mi cabeza rondaba una serie de pensamientos, no siendo otros que… ‘sabrá mi padre algo sobre mis ‘extraescolares’, le habrán dicho algo o en todo caso, le habrán advertido algo sobre mi’. Comenzaba a no fiarme de nadie, pues me temía lo peor de cualquiera de ellos, teniendo estas dudas que me correrían por dentro. Pero lo peor de todo, es que no dejaba de darle vuelta, quizás más cuando el baboso, cuando me dejo claro que… ‘la próxima vez, no acepto un no’. Pensamientos que ni incluso el agua fría cayéndome en mi cabeza me los apartaba, sacándome de estos una voz, voz que provenía de una persona que iba a entrar, avisando precisamente…

  • · “Buenas tardes… con tú permiso, voy a entrar, te aviso por si eres uno de esos que se asustan ante una persona desnuda, aunque aquí claro esta es lo que toca”.

  • ·“Bueno que voy… vale”.

Respondiéndole a esta persona…

  • ·“Venga hombre… entre, no pasa nada, no me voy a asustar”.

Dije y con un tono algo más irónico sin desear que pareciera que fuera con segundas, solté…

  • ·“No va a hacer el primer macho que vea desnudo…”.

Dándome cuenta demasiado tarde de mis palabras, respondiéndome este con un tono gracioso…

  • ·“Vale… gracias, sabes, siempre aviso pues hay muchos que se sienten mal cuando entro, como si les diera vergüenza estar desnudo ante otro hombre, como si no fuéramos iguales”.

Pero cuando vi entrar a esa persona, persona que nada más verlo me causo una agradable sensación, no sé cómo explicaros… ya sea por sus ojos, su constitución o quizás por su aparente edad. Pues exactamente era eso… un abuelete, soltando…

  • ·“Joder”.

No era mi intención soltarlo así a bocajarro, pero me salió de lo más natural, no precisamente porque tuviera un pedazo de tranca, cosa que poco me importo, sino que mostraba un cuerpo de infarto, o al menos eso me pareció a mí. No os digo que fuera un macho alfa, pero esta persona era alto y corpulento, fornido y no de gimnasio o al menos eso creo, persona con cierta barriguita. Hombre grueso con grandes manos y no os digo dedos, calvo y sin pelos algunos en su cuerpo a excepción de su barba y los vellos de sus genitales, que por cierto eran grandes y debían de ser muy pesados, pues le colgaban. Y cuya polla no era muy grande pero sí que os digo que, desde mi distancia, pude deducir que era bastante gruesa, mis ojos se me iban a pesar de disimularlo.

Este simplemente reía, notando que me había quedado prendado de él, hombre de avanzada edad al menos eso pondría en su carnet de identidad, persona que comenzó a insinuarse y provocar. Mientras se duchaba, comenzó a restregarse con sus manos de aquí para allá, continuando con su entrepierna, tomando su miembro y prácticamente se estaba masturbando, descapullándose el capullo una y otra vez… uuummm!!.

No os lo voy a negar, no pude apartar mi vista de aquello, me tenía que me subía por las paredes, mi miembro que debido por la excitación comenzó a crecer, no viendo ese efecto en mí hasta el momento. Miembro que, de tener seis centímetros en estado flácido, acabo por crecer y finalmente en estado erecto, acabo por medirme los doce centímetros. Cosa que ese abuelito, me soltó…

  • ·“Je je je… veo que algo de lo que vez, te ha tenido que gustar”.

Ríe, dice y pregunta…

  • ·“Que pasa que te sientes algo cohibido o que, te digo esto, porque no te veo disfrutar de la ducha”.

Dice como el que deja caer algo, dándome por devolverle la jugada, comenzando sobre todo con jugar con mi pastilla de jabón, enjabonándome todo mi cuerpo, comenzando por cuello, pecho, brazos, piernas, miembro y finalmente, mi pequeño y estrecho orificio… uuummm!!. Cuyo dedo me introduje una y otra vez, llegando a soltar hasta un pequeño malestar, pero que me cerciore que este lo había escuchado, pues vi su rostro… uuummm!!. Dedo que a los pocos minutos me introduje un segundo, dándole a entender lo fácil que estos me entran… ooohhh!!. Abuelete que me mira y suelta…

  • ·“Veo que te va hacer travesuras… ¡verdad nene… eeehhh!!”.

En mi cabeza ronda la idea de enrollarme con este desconocido, no importándome la verdad, pues estoy bastante caliente la verdad, y como si hubiera leído mi mente, este finalmente se me acerco. Quedándose a no más de quince centímetros, hombre que le da por preguntarme…

  • ·“Si necesitas ayuda para enjabonarte… yo te podría ayudar”.

Y sin tiempo a que le respondiera, siento una de sus grandes manos en mi espalda, sintiendo como la desliza a lo largo, como si estuviera esparciendo el jabón, pero que en verdad lo que extendía no era otra cosa que sus intenciones. Pues note como esa mano ascendió hasta mi cuello, acariciándomelo y descendiendo por mi pecho, acariciándomelo hasta el vientre, soltándome…

  • ·“Tú siendo tan jovencito te depilas, o simplemente aún eres muy crío para que te haya salido vello”.

Le respondí… ‘aún estoy en ello’, dejándole claro los motivos ante alguna sospecha, haciéndole saber… ‘que me habían dicho que tenía una pubertad muy tardía’. Este río al tiempo que su gran mano se detuvo ante mi miembro, mano que agarro con facilidad mi tronco, comenzando a masturbarme con dos de sus dedos… ooohhhh!!. Soltándome…

  • ·“Bueno, no te preocupes entonces por lograr la pubertad, para mi opinión me gustas más como estas, aunque no te hayan bajado aun los testículos”.

Dice mientras me estremezco al sentir esos dedos masturbarme, mientras ahora posa su otra mano sobre mis nalgas, sintiendo como desliza está a lo largo hasta mis muslos, volviendo a ascender… uuummm!!. Deteniéndose entre mis glúteos, introduciendo uno de sus grandes y gruesos dedos entre mis cachas, llegándome a morder mis labios ante esas sensaciones, agradables por cierto que me hacía sentirme cada vez más caliente… aaahhh!!. Pero que este continuaba, sintiendo como desliza su grueso dedo entre mis glúteos… uuuffff!!, sensación que me hizo morderme mi labio inferior y soltar un sonido de degustación… ooohhh!!. Sonido que este al escucharme emitirlo, se me acerco hasta colocar su boca cerca de mi oído, soltando en un tono bajo y embriagador…

  • ·“Si no te gusta… me detengo”.

Respondiéndole…

  • ·“No… no… uuummm!!”.

Volviéndome a decir…

  • ·“Te lo digo, porque si te sientes molesto o forzado, aún estamos a tiempo de parar”.

No digo nada, evitando de esa manera que un comentario mío le haga detenerse, dándome por pensar que quizás un gesto le haga comprender que me gusta. Cosa que, decidido me da por dirigir mi mano izquierda hacia su miembro, tomando su tronco ante la sorpresa de este. Sujeto y comienzo a deslizar mi mano a lo largo de su tronco, notando la dureza de este y de sus venas hinchadas, y percibiendo el calor que este desprende… uuuffff!!. Sonriente suelta…

  • ·“Veo que eres un jovencito muy decidido, ¡eso me gusta… uuummm!!”.

Como dije anteriormente, no era de gran tamaño como las que había probado en las anteriores semanas, pero sus dieciséis centímetros no estaban nada mal ante semejante grosor… uuummm!!. Mano que descendí hasta la base, comenzando a jugar con esos enormes y grandes genitales, disfrutando de su tacto pues estaban muy suaves. Este señor, acerco su boca hasta la mía, llevándose una decepción cuando aparte mi boca, haciéndole saber que no me gusta besar, conduciendo ahora su boca a mi oreja, comiéndomela e introduciendo su lengua en mi oído, sintiendo algo nuevo, aun así me gusto… uuummm!!. Continuando hacia mi cuello, besando y lamiendo, todo esto sin dejar de masturbarme y para ese entonces, tenía yo dentro de mi orificio uno de sus grandes dedos… ooohhh!!.

Dedo que presionaba lentamente, ¡sintiendo como esa yema me martilleaba… ooohhh!!, dedo que me tenía de puntilla sobre la placa de la ducha, mientras me sujetaba con mi otro brazo mediante mi mano a eso blancos azulejos. Momentos en que volvió a dirigir su boca a la mía, y a pesar de mi negación, este comenzó a besar y mordisquear mis labios cerrados, no deseaba estando en este punto un desencanto por su parte. Y cuando quise permitir que esos labios me comieran la boca, este oprimió su dedo en mi orificio al mismo tiempo que su mano desprendía el frenillo de mi miembro, acciones que me hizo separar mis labios. Comenzando este a comerme la boca, sintiendo su lengua muy dentro de mí, lengua que busco la mía… uuummm!!. Contento por haber conseguido sus pretensiones, me suelta…

  • ·“¿Sabes lo que me gusta de un chico decidido?, pues que me demuestre de otra forma que le gusta esto… uuummm!!”.

Dice al tiempo que aparta sus manos de mi miembro y de mi orificio, dejándome posar la planta de mis pies sobre la placa, acabando por agacharme y quedarme en cuclillas ante su vergón. Este me mira sonriente, soltándome…

  • ·“Veo que no solo eres muy decidido… sino también muy listo, ¡actitudes que cada vez me gustes más… uuuffff!!, lástima que no eres mi nietecito para poder agradecértelo cada día”.

Escuche decirme eso cuando yo ya había tomado su tronco al tiempo que lamia su glande, este acariciaba mi nuca, miraba de vez en cuando hacia atrás sin llegar a despegar sus pies del suelo. Bese y lamí todo su miembro, genitales y su ingle, mientras le escuchaba murmullar algo, suspirando y gimiendo, continúe por lamer su tronco ascendiendo hasta su glande, intentando metérmelo en la boca, mientras este me aconsejaba…

  • ·“Tienes que trabajártelo más, no comprenderás que esta será como otras que hayas probado, échale tiempo y veras como tu mandíbula cederá, no te preocupes que no se te desencajara”.

Cosa que hice, comencé a saborear su glande al tiempo que deslizaba mi mano a lo largo de su tronco, dándome cuenta de cuánta razón tenía ese abuelete, pues su glande comencé a tragar, pasando mis labios y dientes, tarea que, en apenas cinco minutos, tiempo estimado que calculé así por encima, aquel miembro me había tragado ya la mitad, mientras este gemía… ooohhh!!. Comenzando a descargar de una forma muy abundante, tanto que llegue a entrarme arcadas y estas me dieron por toser, comenzando entre nauseas por escupir su corrida. Secreción que, gracias al agua, pudo llevarse estos por el sumidero de la ducha, no quedando prueba alguna.

Mientras me reponía al tiempo que me excusaba, me da por mirarlo, dándome cuenta como al abuelete no se le había bajado aun su erección, no entendiendo como a su edad aún estuviera su polla dura como una piedra, cosa que se lo hice saber, respondiéndome este…

  • ·“Me tienes muy cachondo nene, y la verdad es que me excitas mucho, no pienses que soy un viejo degenerado o pervertido, simplemente es que me gustas y encima tú te muestras muy afectivo y cariñoso, siendo algo que se agradece”.

Comenzando a jugar otra vez conmigo a pesar de escuchar voces y ruidos fuera, no dejándome de decir que le gustaría follarme, pero que ignora si soy virgen aun o no, no deseando ‘desflorarme’ en unas duchas, pero que no le importaría hacerlo dentro de su coche en los aparcamientos… uuummm!!. Y mientras me decía esto, alternaba sus dedos en mi orificio con masturbarme con su otra mano, mientras su boca chupaba y mordía mis pobres pezones, acabando por comerme la boca… ooohhh!!. Volviéndome a arrodillar ante él, no después de escuchar que le cuelgan tanto los cojones, pues están cargados de leche. Fue comenzar otra vez a chupársela, cuando este abuelete, no deja de decirme…

  • ·“Sabes que los hombres de mi edad, tampoco estamos tan acabado en esto del sexo… como dicen”.

  • ·“Te digo más, te aseguro que en mi caso llego a practicarlo hasta cuatro veces por semana, joder muchas más que cuando tenía los cuarenta… ja ja ja”.

Y simplemente le miraba mientras me atragantaba otra vez con su polla, no dejándole de escuchar, mientras las voces continuaban fuera. Volviéndome este a soltar…

  • ·“Te digo otra cosa, pienso que si no fuera por el sexo… ya me habría muerto, además prefiero ser un viejo verde viejo, degenerado o pervertido a un viejo seco, amargado y quejoso”.

Dice de nuevo, volviendo a soltar…

  • ·“Joder cuanto odio a esos viejos hipócritas y farsantes, esos que después de enviudar prácticamente se castran, como si no hubiera más coñitos que saborear, estos son unos amargados de mierda que no saben lo que se pierden”.

Jadea… suspira y vuelve a gemir, no dejándome de acariciar mi nuca, volviéndome a soltar…

  • ·“Joder niño, ¡vas a hacer que me vuelva a correr como sigas así… ooohhh!!, joder que boquita… uuuffff!!”.

Acabando por detenerme el mismo, haciéndome levantar ante las voces tan cercanas, incorporándome la verdad bastante molesto, pues estaba disfrutando la verdad. Este no deja de hacerme entender que cuando se puede… se hace, pero cuando no… lógicamente hay que dejarlo, dice y se me acerca por detrás, alojando su vergón entre mis nalgas, comenzando a frotármelo… uuummm!!. Soltándome…

  • ·“Sabes, tengo y aunque no lo creas… ochenta y tres años, pero a pesar de mi edad estoy con una energía de uno de dieciocho, ¡verdad… eeehhh!!”.

  • ·“Enviudé hace dos años, y no se me olvida que hacía el amor con mi difunta esposa con bastante frecuencia, ya que ella siempre estaba dispuesta, y ahora mírame… ahora, desde que falleció… se acabó el pajarito, ya que desde entonces prácticamente no he hecho nada”.

Dice mientras me tiene prácticamente arañando los azulejos, pues siento como su glande presiona mi orificio, como intenta introducirse, pero este notándolo lo saca y vuelve con su jueguecito, continua frotándolo entre mis glúteos… ooohhh!!. Volviéndome a decir…

  • ·“Sabes, necesito alguien que me dé el mismo cariño y las ganas de ella, darme a ver que aún estoy vivo”.

Me mira y vuelve a soltarme…

  • ·“No pienses que soy un degenerado, pero no me importaría que fueras tu mi nieto adoptivo, para poderte tener para mí siempre que pudiera, dime… ¿qué opinas?”.

No le conteste, dadas las voces cada vez más cercanas, acabe por separarme de él al tiempo que le sugerí salir de las duchas. Una vez fuera, nos encaminamos hacia las taquillas, conversando como dos personas, aunque dada la diferencia de edad, aparentábamos los más lógico… abuelo y nieto. Momento en que este le da por deducir…

  • ·“Bueno dada tu juventud, diría que vas al instituto, aunque pensándolo ahora, para entrar en el gimnasio debes de hacerlo con un adulto y hacer posible un familiar, me equivoco…”.

Y acto seguido preguntarme…

  • ·“¿Con quién as venid tú?, no pienses que me voy a entrometer en tu vida, simplemente querría saber con quién has venido, no deseando encontrarme con esa persona en un mal momento”.

Dude en decírselo, pero una vez más, como suelo decir… “por la boca muere el pez”, acabe por decirle…

  • ·“Pues antes venía con mi padre, pero ante la ‘recomendación’ de este de valerme por mi mismo, ahora vengo solo, acabando por marcharme con algunos de los amigos de mi padre”.

Volviendo este a insistir…

  • ·“Vale… eso está muy bien, debes de valerte por ti mismo y no depende de nadie, eso es otra de las cualidades que me gusta de una persona, y ahora más de ti”.

  • ·“Pero quien es tú padre, y ya que estamos por si yo te podría acercar a tu casa, dime quienes son los amigos de tu padre con quienes te vas”.

Dándome por contestarle…

  • ·“Mi padre se llama José… tal, se llama como yo, y me acercan a mi casa su amigo Diego…”.

Y sin dejarme acabar, me suelta…

  • ·“Anda coño que mundo más pequeño, no me digas que tú eres el pequeño de José… tal, ese mocoso que de pequeño era todo un pillín”.

Me dice dejándome bastante sorprendido, pensando quien coño no conoce a mi padre, y pensar que eso de esos que me gusta no pasar desapercibido, viendo que no debo de salir a mi padre en eso. No le pregunto nada, pero este fue ver mi rostro y volver a decirme, aclarándome las dudas que me había surgido a raíz de esa noticia, diciéndome…

  • ·“No… hombre, no pienses nada raro. Yo soy amigo y compadre de tu abuelo, conozco a tu padre obviamente por ser el hijo”.

Dice y me aclara las cosas, acabando por decirme al tiempo que me da una palmada en el culo, cerciorándose antes que nadie le ve. Soltándome…

  • ·“Mira por donde… que voy a tenerte como mi nietecito, o quizás te adopte como mi nietecito, dime… ¿Qué opinas?”.

Diciéndome…

  • ·“No vayas a pensar que soy un degenerado y depravado por pensar en follarme a nietecito adoptivo, pero el hecho solo de pensar de poderte tener… me hace rejuvenecer de solo pensarlo”.

  • ·“Joder… nene, mira cómo se me ha puesto la polla, esta durísima y me duele mucho, ¡joder que morbo… uuuffff!!”.

Dice y mirándome, me suelta…

  • ·“Veo que hoy no te vas con ese tal Diego, sino que te llevo yo hoy a casa, ¡así de paso me das un repaso en el coche en los aparcamientos… eeehhh!!”.

Fue decírmelo y me sentí en esos momentos como una zorra viciosa, capaz de aprovecharme del vacío que dejo su difunta mujer, peo creo que aquí el único que se va a aprovechar de huecos va a ser este. Momento que le llame la atención, pues fue a darme otra palmada en las nalgas, cuando uno se nos quedó mirando, dándome por decirle al abuelete…

  • ·“Por favor… pare, no vez que somos la atención de algunos, seguro que le estarán juzgando de aprovecharse de mí, dándole seguro por pensar que soy su nieto y todo”.

Antes de despedirme ante un nuevo episodio de mi adolescencia, episodio que se marcó por mis tareas ‘extraescolares’, podría daros un adelanto, como en referencia de aquella persona a la cual me hizo disfrutar, aquel que, valiéndose de mis dudas, me sedujo con su palabrería, acabando por lograr de mi lo deseado. Ya sea en aquella glorieta como en aquellos baños públicos cercano, donde tras meterme en el interior de una de las cabinas, acabo por pedirme que me desvistiera, y antes mis pegas y reparos, este me dijo…

  • ·“Vale no te preocupes, lo dejamos aquí y no pasa nada, nos vamos cada uno a su casita, y nos despedimos”.

Viendo su actitud, me veo reprochándome mis reparos, teniéndome que decidir y afrontar los hechos, acabando por soltar…

  • ·“Vale… vale, perdona… pero son los nervios”.

Volviéndome a soltar eso en lo cual soy tan pesado, pero que no me canse o me canso de escuchar…

  • ·“No va a pasar nada que tu no quieras”.

Y comienzo a desnudarme, quedándome a pesar de donde me encuentro, como Dios me trajo al mundo, mientras este no dejaba de decir…

  • ·“Uuummm!!, menudo cuerpecito que tienes”.

Yo ni le miraba… estaba muerto de vergüenza, apenas salían palabras legibles por mi boca, viéndome finalmente rodeado por su brazo y acercándome hacia su polla. Y mientras se la chupaba, le escuchaba decirme…

  • ·“Uuuffff!!... mi nenita como me tienes, dime papi… nena, venga… ooohhh!!”.

Y mientras me estremecía, acabe por responder…

Bueno lo dicho, os dejo este adelanto de lo que viene, como veis está más que listo para darle salida, ya me decís que os ha parecido este, estaré esperando vuestras respuestas, deseando recibir vuestros comentarios, ya sea a este portal como a mi correo. Mi email es: jhosua 1974 @ gmail . com (obviamente todo junto como… jhosua1974@gmail.com ).