El gimnasio 2
Las aventuras con Toni y el desconocido continúan en el gym. Toni se recrea en las duchas y mi relación con el desconocido avanza.
Segunda parte de ‘El gimnasio’, disponible en mi perfil. Comentad qué os parece!
Al día siguiente, después de haberme corrido dos veces en un espacio de tiempo muy corto, llego a clase con mejor cara y feliz, ya que vería a Toni y podría saludarle como algo más que un simple compañero de clase y por la tarde iría de nuevo al gym, a seguir viendo tíos sudando y en bolas.
El día transcurre bien, con mucha materia nueva, la típica de segundo de bachillerato. Entre clases bajo al piso de abajo, donde se encuentran los lavabos al lado de la entrada. El baño de chicos cuenta con unos urinarios sin pared entre medio, así que se ve fácilmente el rabo del tío de al lado. En los baños privados hay varios agujeros para espiar el baño de chicas, justo al lado (menudas pajas nos hemos hecho varias generaciones ahí).
Me saco la polla y empiezo a mear. Oigo que entra alguien por detrás y veo que es Toni. Le saludo y se pone justo en el urinario al lado mío. De reojo se saca su rabo empieza a mear. Intercambiamos varias palabras, a la vez que meamos y nos vamos mirando a la cara.
-Vaya día de mierda tío, me dice Toni
+Ni que lo digas, pero no hay mal que no quite una tarde de gym
-Buff ni que lo digas jajajaj, contesta sacudiendose las últimas gotas
Enseguida suena el timbre de volver a clase. Nos acabamos de sacudir y nos guardamos las pollas. Me fijo en que en su pantalón corto de chandal gris se le marca una gota. Es la punta de su rabo. Él se da cuenta que yo lo he visto, así que se mira su propio paquete y me dice: la última gota, ya sabes que siempre se queda ahí jajajaj, a lo cual yo le río la gracia. Realmente me ha puesto cachondo.
Son las seis y media de la tarde y ya estoy de camino al gimnasio. A la media hora llego. En los vestuarios hay prácticamente la misma gente que ayer, incluso el tío que llevaba los mismos calzoncillos que yo, con el que me saludo al entrar. Esta tarde huele más a polla de lo normal, pienso para mis adentros.
En el gimnasio hago mi rutina y unas pesas más para rematar el día. Me sorprende que no veo a Toni por la planta, pero pensé que quizás ese día tenia entreno de fútbol.
Mientras ultimo mis estiramientos, veo a través de la vidriera que da a la piscina al tío con el que me hice una paja ayer. Veo que se esta duchando, así que supongo que va a hacer unos largos. Aparto la vista, ya que no quiero que se sienta observado. A los 2 minutos vuelvo a mirar y no estaba ni en la regadera ni en la piscina. Qué extraño, pienso. Me doy cuenta que esta en una de las saunas, las cuales no sabía de su existencia. Joder, podría entrar ahí y culminar lo de el otro día, pero no tengo ni idea de quién es ese tío.
Me voy hacia la ducha, cerciorándome que el desconocido ya no estaba en la sauna y seguro estaría ya en los vestuarios. Y así fue. Le veo quitándose el pantalón y dejando al aire su polla ante mi mirada. Otros más estaban de camino a las duchas, como yo. Al entrar a esa zona me meto en el mismo cubiculo que ayer. En seguida veo unas nalgas en la zona común que me resultan conocidas. Es Toni, con un bote de espuma y una cuchilla. Se está depilando el rabo, los huevos y el culo en medio de unas duchas comunes de un gimnasio. Qué puto morbazo. Entrecierro la puerta para que no me vea y no cortarle el rollo. Se gira y veo su polla, aun sin depilar. Ha empezado por la zona del ano y el pirineo. Esta haciendo una sentadilla para llegar mejor, aunque va cambiando de posición. En una de estas posiciones se le ve a la perfección el ano, rojo por la depilación y algo abierto, supongo que de tanto rozar con el dedito. Se gira por completo y veo su polla algo morcillona.
Se la depila a la vez que va aumentando de tamaño. Cuando termina casi esta empalmado, así que se pone cara a la pared para esconder la erección. En ese instante aprovecho y salgo, cojo mi toalla y hago como que vuelvo a entrar. Estaba seco, ya que el espectáculo que me había brindado Toni ni me había dejado tiempo para pensar en mi ducha. Entro en la zona común y le saludo dándole un golpe en la espalda. Él se sorprende y gira tan solo la cabeza y me saluda sonriente.
Tenia las manos en las caderas y parecía relajado. No le importaba que le viese empalmado. Me coloco en la ducha siguiente a la suya y le dedico una mirada a esa erección y le comento que se le ve feliz, entre risas. Me dice que se ha estado depilando, a lo cual yo pongo cara de sorprendido, y le pregunto si ha quedado con una tía.
-Que va tío, tan solo me gusta ir arreglado y aquí me va perfecto depilarme. Ojalá tuviera una cita para bajar el calentón que llevo, dijo cogiéndose el pene y bajándose y subiéndose la piel del capullo, vaya, haciéndose una paja básicamente.
Yo ante tal comentario me reí y mencioné que seguro que no le faltaban pretendientas. Me contestó que estaba detrás de alguna pero no le correspondía. Insistí en el tema de la depilación (detrás de los calzoncillos, es mi segundo morbo) y pregunté si se depilaba con cuchilla, cada cuanto lo hacía y hasta donde se depilaba de sus partes, ya que recuerdo en las clases de gimnasia que la mayoría solo se depilaban el pubis y los huevos, pero el resto dejaban el vello. El me dijo que se depilaba todo, incluso el culo, que me enseñó prácticamente el ano al mostrármelo. En eso yo ya estaba bastante morcillon y él tambie seguía en pleno. Cerró el grifo y dijo que se iba, que intentaría tapar su gran polla con la toalla y salir porque eso solo lo arreglaba una buena paja y en las duchas no se concentraba. Típico de hetero pensé yo, si tu supieras.... jajajajj.
Se marchó y vi como la puerta del cubiculo en el que yo había estado anteriormente se abre y aparece el tío desconocido, sorprendentemente también erecto. Me mira a los ojos y yo también, mientras manoseamos nuestras pollas.
-Hoy sí que sí, pienso
Me indica de ir y meterme en el cubiculo con él, así que me acerco y aun sin entrar, yo en medio del pasillo de las duchas, le toco la polla y le hago una paja. Entro y nos besamos lentamente, mientras me pone su mano en mi nalga derecha. Me soba el culo y me va acariciando el ano. Uno de sus dedos intenta entrar y lo consigue fácilmente, estoy tremendamente cachondo ya, estoy perdido en las nubes del placer y el morbo de hacerlo en unas duchas públicas.
Me coge de los brazos y me gira, dejando ante su mirada mi culo. Se agacha y me lo abre, lo mira y me lame la raja. En ese momento ya me tiemblan las piernas. Se pone de pie de nuevo y se recuesta sobre mi, dejando su rabo en la raja, y empieza a moverse como si me follara. Yo mientras me hago la paja, hasta que siento su leche caliente en mi espalda y culo. Se ha corrido, pero antes de irse le pido que me meta dedos para acabar de correrme yo. Me mete dos de golpe y me corro a los segundos, dejando la pared del cubiculo llena de semen. Me despido de él con un beso y me acabo de duchar. No ha estado mal para hoy, pero quiero que me folle algún día, y de paso follarme a Toni, y que me folle él.