El gaiteiro conquistador. #maduritagorda

Un gaiteiro y una madura hermosa disfrutan de un día de fiesta. Dedicado a #maduritagorda

El gaiteiro conquistador.

Introdución: “mientras comentaba con Madu el nuevo relato que ella esperaba ansiosa, yo era ajeno totalmente a que ella metida en el morbo del que yo le estaba haciendo participe, había cogido uno de sus juguetes y se lo había colocado en su chocho que ya estaba mojado.........”

Efectivamente con estas palabras haces que mi imaginación fluya más allá y que disfrute de cada palabra pensando en ti. #maduritagorda - Por esto escribo relatos, para pensar en ti y hacerte gozar.

INICIO.

Como todos los fines de semana en el verano de Galicia me vestí de gaiteiro y cogí mi gaita para empezar otra jornada de música y diversión. Había quedado con mis compañeros para desplazarnos a una aldea cercana dónde tocaríamos unas piezas para una fiesta de unos particulares en su casa. Llegamos a la casa donde íbamos a tocar y nos fuimos preparando para la actuación. Estuvimos afinando los instrumentos y colocándonos para comenzar la actuación, los invitados a la fiesta empezaban a llegar e iban acercándose a las mesas para picar algo y tomar un vino. Todos y todas muy elegantes, especialmente las señoras a las cuales no les quitaba ojo. La actuación estaba saliendo bien y la gente nos observaba y escuchaba atentamente. Nosotros tocábamos en la finca enfrente al porche amplio de la casa rural y los invitados nos miraban desde dentro. Entre los invitados una mujer llamó mi atención, una señora madura, elegante y hermosa, debía rondar los 60 años, [yo 40] voluptuosa y con un cuerpo grande y unas curvas fabulosas. Vestía una falda larga negra con flores rojas y un top-blusa negro que marcaban impresionantemente sus enormes pechos y dejaba entrever el sujetador y sus tirantes. Sandalias de cuña que hacían elevarla sobre la media de altura. Pelo corto rubio claro y unos labios carnosos preciosos.

Me atraía aquella mujer, no paraba de mirarla y nuestras miradas empezaron a cruzarse continuamente. yo ya estaba atendiendo más a la señora que a la actuación. Ella no paraba de mirarnos cómo tocábamos, muy atenta, y super risueña, disfrutando de la música. entre pieza y pieza yo continuaba mirándola y ella empezó a darse cuenta de mi interés en ella. En las siguientes muñeiras y jotas mis miradas hacia ella ya eran descaradísimas y ella empezó a sonreírme y a provocarme. Se mordía los labios suavemente, sensualmente, mientras me miraba a la vez que se acariciaba el cuello y el borde del top.

Me estaba poniendo cachondísimo aquella mujer madura y grande.

La primera parte de la actuación, con los pinchos estaba terminando y el propietario nos invitó a tomar algo con los invitados. yo evidentemente me dirigí hacia donde estaba aquella mujer para seguir observándola y que me provocase. Cerca de ella la comía con la mirada y ella me seguía provocando con sus gestos y sus miradas. Al poco rato ella se acercó hacia nosotros, nos dijo que le encantaba como habíamos tocado y que había disfrutado mucho escuchándonos.

Nos comentó que era familiar de los propietarios de la casa, que residía en Barcelona, y que estaba pasando unos días en Galicia. Estaba justo a mi lado y yo solo podía mirar para el inicio de su escote, embobado por el tamaño de sus pechos. Me empezó a preguntar por la gaita y las partes que tenía, la invite a enseñársela y le explicaría mejor su funcionamiento, de esta forma nos separamos de los demás y comenzamos a charlar sobre el instrumento. Mientras hablábamos nos mirábamos, miradas calientes y provocantes. Me estaba volviendo loco la situación y la forma de provocarme de aquella mujer.

sabes que me encanta cómo me miras verdad?

lo mismo digo, y como me provocas.

te gustan las mujeres maduras?

uffff, mucho, me vuelven loco.

uhmmmmm, qué bien. a mí me encanta que me comas con la mirada.

pues a mí me ha encantado ponerte cachonda.

uhmmmm qué rico!!!

nos seguíamos comiendo con la mirada, yo estaba súper cachondo y tenía unas ganas locas de comerme a aquella mujer. Estaba tremenda, grande y hermosa, sensual y provocadora. Todos los invitados estaban alrededor de las mesas bebiendo y comiendo y yo lo que deseaba era estar a solas con aquella preciosidad de mujer para comerle la boca. Nadie nos miraba ni nos prestaba atención. Disimuladamente le comencé a acariciar su mano, y susurrándole al oído lo mucho que me gustaba.

Me estás poniendo malísimo nena.

Me coloqué detrás de ella haciendo que le enseñaba el funcionamiento de la gaita y lo que estaba haciendo era rozarle todo su culo con mi polla. Ella respiraba agitadamente mientras lanzaba su culo hacia mí, me estaba empalmando solo con oírla respirar y de rozarme sensualmente . Me atreví con mi mano a agarrarla de sus caderas para empujarla hacia mí y que sintiese mi polla y como me tenía de cachondo

uffff nene , qué rico se siente

me tienes a mil madurita. quiero hacerte gozar.

y yo lo deseo, pero aquí???

vámonos a un sitio más reservado, disfrutemos.

Uhmmmm,  me tienes loca.

Miré hacia los lados y nadie nos observaba, entonces le cogí la mano y me dirigí hacia la parte de atrás de la casa, al pasar la esquina me di cuenta de la entrada para la bodega de la casa, miré hacia los lados y al vernos solos me decidí a entrar. Rápidamente cerré la puerta y le pasé el cerrojo, entraba la luz por unas pequeñas ventanas, lo suficiente para vernos y estar en intimidad.

Estábamos nerviosos por la situación pero rápidamente nos lanzamos uno por el otro comiéndonos la boca y morreándonos como si no hubiese un mañana. Ella estaba apoyada contra la puerta y yo la agarraba de su cintura para estar lo más juntos posibles, mis manos ya recorrían todo su cuerpo y suavemente le besaba de vez en cuando su cuello.

qué rico nene, así cómeme toda.

qué buena estás madurita.

Quería hacerla gozar, disfrutar toda aquella mujer. La cogí en el colo, y besándola la puse encima de una mesa de la bodega. La fui acariciando lentamente, tetas, caderas, muslos... hasta meterle las manos por debajo de su falda y subiendo por sus piernas empecé a quitarle lentamente sus bragas, se las quité, las olí y con ellas en mis manos metí mi cabeza debajo de su falda, comencé a besarle sus muslos hasta enterrar mi nariz y mi boca en su gran raja. Tenía un coño enorme, afeitado y bien gordito, precioso. Así como comencé a lamérselo noté como su mano me agarraba la cabeza y me presionaba hacia su sexo.

así nene, cómetelo todo.

Yo lamía, chupaba, succionaba su clítoris, oía cómo jadeaba y su respiración me ponía más cachondo. Ella continuaba acariciándome la cabeza por encima de su falda mientras yo la seguía comiendo y la saboreaba. Cubrí mis dedos con su braga y comencé a penetrarla lentamente mientras seguía lamiendo su clítoris.

sí cabrón, qué rico, fóllame.

te gusta así eh nena??'

sí, , sí sí

Le introducía los dedos en su raja mientras succionaba su clítoris, al sacarle los dedos de su coño, sus jugos cubrían toda la tela de la braga, estaba a tope y quería sacarle una buena corrida. Continúe jugando con sus labios y su clítoris, ella no paraba de retorcerse y jadear.

joder qué rico cabrón, me encanta.

así madurita disfruta, dame tu corrida.

Cada vez gritaba más, pero yo no paraba de penetrarla con los dedos y maltratarle el clítoris.

Sus jadeos me ponían más loco y con ello mis dedos entraban cada vez más, cada vez que le succionaba el clítoris ella me agarraba la cabeza y empujaba más fuerte. Estaba disfrutando a tope y yo con ella.

cabrón, me voy a correr. dame duro

vamos nena, dame tu corrida.

siiiiiii, yaaaaaaaa....

Comenzó a temblar y a gritar, así que tuve que taparle la boca con la mano, para que no nos oyesen fuera, mientras ella disfrutaba de su orgasmo retorciéndose de placer, yo continuaba rozándole su clítoris mientras ella disfrutaba de sus últimos espasmos.

así madurita, disfruta.

Cabrón!!! Cómo me he corrido!!!!

Ya me lancé sobre ella para morrearnos y amasarle bien sus enormes tetazas.

Qué tetas tenía joder, enormes, mis manos se las amasaban a lo bestia. Ella se apresuró a subirse la blusa negra y sacar una de sus mamas fuera del sujetador, con mis dos manos se la sujeté y me lancé a comerle su pezón y lamer toda  su areola.

así nene, Lámela toda. chúpala bien

son increíbles madurita , una pasada

continuaba chupándoselas y succionándoselas a la vez que algún azote le daba en su tetaza.

uhhmmmm cabrón, cómo me gusta!!!

yo estaba cachondísimo y tenía unas ganas locas de follarla. me estaba rozando sobre su cuerpo con el mío y me empalme era considerable.

cómo me tienes, quiero follarte toda.

siiii, venga dame tu polla.

la ayudé a levantarse y la hice ponerse de espaldas a mí y ella se reclinó con sus manos y sus pechos sobre la mesa. Me ofrecía aquel culazo enorme todo para mí. Me volvía loco aquella imagen, aquel culo, lo acariciaba, lo azotaba. Comencé a subirle la falda hasta enrollársela en su cintura, me arrodillé detrás de ella abriéndole las piernas y pasándole la lengua por toda su raja hasta su culo.

joder cabrón, cómo me tienes. fóllame.

Rápidamente me bajé el pantalón y las cirolas, dejando al aire mi pene ya duro que la excitación de aquella madura producía en mí. Con la punta de mi polla le empecé a rozar su clítoris, masturbándola y volviéndola loca.

te gusta así? eh?

síiiii , me encanta que me masturbes con tu polla.

Le daba con mi polla dura en su raja, en sus labios, en su pipa. su coño ardía, quería la polla dentro.

me ensalivé la punta y empujando en su raja le introduje el glande suavemente, que ella sintiese como la penetraba.

ohhhhh nene, dame.

que coño tienes madurita, uhmmmm húmedo y ardiendo.

siiiii, así me tienes cabrón.

Aquellas palabras hacían que mi mente volase y mi polla la penetrase más. Cada vez el ritmo iba a más y la excitación se desbordaba. Estaba disfrutando brutalmente de aquella mujer, mis embestidas en su cuerpo ya sonaban duro, mi cuerpo chocaba contra su culazo. La agarraba de sus caderas, le daba, le daba, y no podía parar de darle. la sujetaba del cuello y seguía dándole, volviéndome loco por ella. Hacía fuerza con mis manos para clavarla bien duro y que gozase, su chocho me mojaba la polla con sus jugos y mis embestidas cada vez sonaban más.

joder, me voy a correr nena

siiii ufffff qué rico me das

Yo estaba en el éxtasis, a punto de correrme, me apoyaba sobre su espalda con mi cuerpo mientras tenía mi polla dentro de ella. Le daba golpes secos para que me sintiese dentro, le besaba la espalda mientras continuaba follándola.

me corro joder, quiero darte mi leche

sí cabrón, lléname de ti. dámela toda, quiero tu leche

Oírla pedir mi leche, me alteraba y me aceleraba, iba a explotar dentro de aquella mujer.

Ya no podía parar, le daba con todas mis fuerzas, notaba cómo me llegaba el orgasmo.

tómala todaaaaa, mi leche para ti nena.

siiiiii, dámela, dámela dentro .

no pude aguantar más y me corrí dentro de su caliente coño.

siiiii, jooodeeerrr.

que gusto

Mis chorros inundaban su coño, mientras le apretaba sus caderas y me vaciaba dentro de ella.

Acabé exhausto encima de ella besándole la espalda y acariciándola.

Me levante de encima de ella y la ayudé a incorporarse, nos morreamos y disfrutamos de nuestros cuerpos juntos, de nuestra alterada respiración , disfrutando de los orgasmos.

Teníamos que volver a la fiesta, nos acomodamos la ropa y cuando le iba a dar las bragas para que se las pusiese ella con una sonrisa de malvada me dijo:

quédatelas de recuerdo, cuando las veas te acordarás de mí, mi olor será siempre tuyo.

La volví a morrear y a susurrarle al oído que me había hecho muy feliz, haber podido hacer gozar a una mujer madura grande y hermosa.

Me guardé sus bragas en el bolsillo y disimuladamente salimos de la bodega, dirigiéndonos hacia los demás invitados para continuar con un día de fiesta.

FIN.

madu, pensar en ti, hace que mi mente disfrute brutalmente. dedicado a ti. besos y azotes.

azo