El futbol y una buena esposa

Mi esposo me fastidio nuestro planes de sabado noche y los cambio por un partido de futbol en casa con los amigos, aunque al final lo que empezo mal terminaria fantasticamente y eso que siempre me considere timida y buena chica.

Aquel sábado, había quedado con mi marido para salir a cenar ya que hacia mucho que no salíamos a divertirnos, así que estuve todo el día animada e ilusionada con nuestra escapada, dedique gran parte de la tarde a decidir que ponerme, al final opte por un conjunto algo atrevido, botines bajos de tacón de aguja, y vestido de licra negro a la altura del medio muslo, que aunque no era totalmente ceñido, si hacia que se marcara todas mis curvas, y medias negras con ligas, ya que esperaba que aquella salida terminara en una gran noche de sexo con mi marido, quise sorprenderlo con un tanga de hilo negro, que apenas tapaba mi pequeñito triangulito de vello.

En esas andaba cuando llego a eso de las ocho de la tarde, excusándose por no poder llevarme a cenar, me dijo que había olvidado que hoy había quedado con los amigos para ver el fútbol en casa y que ya lo tenia concertado con ellos desde hacia mas de dos semanas, que aquel partido era muy importante, que su equipo se jugaba la liga, en fin, que se aguaron mis planes, después de la bronca que tuve con el, a la que el solo respondía con cara de cordero degollado y continuos "lo siento" y "te compensare", decidí irme a nuestra habitación, ahí me quede doblando ropa que había recogido de la lavadora, hasta que llegaron sus tres amigos, Jonás, Martín y Cesar, fui yo quien les abrió la puerta, traían cerveza y algún que otro aperitivo, ni que decir tiene que no me había cambiado de ropa, así que la primera impresión de los tres fue mirarme de arriba a bajo, a eso que apareció mi marido:

pasad, pasad, ya creí que no ibais a llegar-

Como nos vamos a perder el partido de hoy tío, estas loco o que?-

así los deje mientras yo iba haciendo mis tareas del hogar, de acá para allá, comenzó el partido y comenzaron a beber, les puse los aperitivos en platos, yo notaba como sus miradas dejaban la pantalla para posarse en mi cuerpo, aquello debo decir que me agrado, y aunque una vocecita en mi conciencia me decía que no, no hacia mas que pasar por delante, entrar en la cocina, salir, pasar con ropa, me sentía culpable pero por otro lado aquello me estaba excitando sobremanera, las veces que pasaba por allí no quise ni mirar a mi marido, me avergonzaba de mi aptitud, aquello se me estaba yendo de las manos, no recordaba haber estado tan caliente desde hacia mucho tiempo.

Es curioso como nuestro cuerpo llegado un momento no esperado explosiona bajo una atmósfera normal y común pero que a ojos de nuestra lívido es un filón.

Bueno así transcurrió todo el partido, su equipo perdido, por lo que las caras de los cuatro eran de verdadera frustración y disgusto, yo aparecí por el salón otra vez y les quise dar ánimo,

-venga hombre, es solo fútbol – decía yo

Si tu que sabrás, nos jugábamos la liga – dijo mi marido

  • Venga animaos, mirad yo hoy no he salido a divertirme por ahí, por culpa de este maldito partido, y ahora resulta que no merecía la pena haberme quedado aquí.

En eso que Cesar tenia una baraja de carta en las manos, barajándolas, sin prestarles atención, entonces Jonás, le quito la baraja y les expeto

bueno juguemos una partidita haber si así os desplumo y me saco unas perrillas.

Jajaja, tú y quien mas, pringado – dijo Martín.

venga si así os animáis yo también jugare con vosotros. – les dije

OK, pues vamos allá-

En eso nos pusimos a jugar en nuestra mesa circular, yo para animarlos y debo reconocer que para exhibirme mas, les traje una botella de whisqui, y unos chupitos, y nos dispusimos a jugar.

Ya llevábamos mas de una hora, jugando, y tal como había dicho Cesar, estaba desplumando a los demás, debo decir que la atmósfera estaba bastante cargada, el whisqui había ello efectos sobre mi y sobre ellos, la mezcla de cerveza y whisqui los había vuelto sonrientes, y les había hecho olvidar el dichoso partido de fútbol.

A eso que Carlos dijo;

  • basta ya, nos vas a dejar sin dinero tío-

Y? dijo Cesar, riendo y recogiendo en dinero que había sobre al mesa de la apuesta anterior.

Si no queréis jugarse vuestro dinero no jugar – sentencio

Entonces Jonás entre risas e hipidos, ya que era el que mas bebido estaba dijo;

lo que teníamos que hacer es jugar a las prendas-

si hombre, como solo esta mi mujer no te importa no, cabronazo? – dijo Carlos entre enfadado y cómplice con Jonás

Oye que yo ya soy mayorcita para cuidarme, y si queréis jugamos con prendas, yo tengo decidido que no voy a perder – dije desafiándolos y aparentando un aplomo inexistente pues debo decir que andaba súper excitadísima.

Carlos me miro a los ojos, y entonces dijo que por el, podian jugar, pero que cuidado con sobrepasarse conmigo.

Entonces Martín repartió carta y nos pusimos a jugar, previamente decidimos que los dos que quedaran últimos en cada partida se quitaran una prenda, la primera ni decir tiene que la perdí yo y Jonás, el se desprendió de la camisa y entonces me hice derogar, diciendo que no valía que yo apenas llevaba tres prendas y ellos muchas mas, entonces empezamos a porfiar, no me quedo otra que desprenderme de una prenda ¿y cual elegí?, pues mi tanga, sentada como estaba me deslice el tanga dejando ante la visión de Jonás y Carlos mis muslos y la medias con ligas, entonces puse el tanga en el centro de la mesa.

Carlos lo tomo y mirándome me dijo:

No conozco yo este tanga-

Ya es que me lo compre para darte una sorpresita esta noche después de la cena que tus amigos nos han fastidiado, ahora te aguantas – le expele medio entre risas.

Los demás reían, y no paraban de mirarme a mi y a mi tanga, cuando Carlos lo dejo sobre la mesa, Cesar lo tomo y riendo dijo;

joder, Carlos que suerte tienes, -

El muy cabron estaba pasando los dedos por la parte que tapa mi rajita, y supuse que se estaba dando cuenta de que estaba muy húmeda.

Así que seguimos jugando, mientras jugábamos dije que me estaba meando que haber si terminábamos pronto esa partida que si no me iba a mear allí mismo, entonces el borracho de Jonás volvió a proponer,

Pues, para arriesgarnos mas porque no, si tu pierdes esta partida nos deberías de dejar verte mear –

Me quede con la boca abierta y mirando a Carlos, no sabia que reacción podía llegar a tener, sabia de su temperamento, y por un momento pensé que lo iba a echar a patadas de casa, pero cual fue mi sorpresa, cuando mirando a Jonás le dijo;

-Tu estas loco tío, loco y muy borracho-

Porque tío, es un juego no?, aquí se apuestan cosas, en eso consiste – dijo entre obcilaciones de cabeza, su borrachera era de órdago.

Con que apuestas no? Vale, y si ella se juega eso tu que te juegas? Dijo mi marido.

Pues no se tío.

Que tal una considerable cantidad de dinero –

Vale, cuanto? Que te crees que me da miedo –

1000 euros- dijo Carlos

Por mi vale, no se que dirán estos – dijo Jonás.

Cesar y Martín, asistían a la negociación entre Carlos y Jonás expectantes y sorprendidos.

Ellos dos también decidieron jugarse los 1000 euros, así que seguimos con la partida, y llego el desenlace, otra vez perdimos Jonás y yo.

Entonces mi marido me miro y me dijo si quería hacerlo, que si no quería no pasaba nada que ellos se podían ir a la mierda. Dicho esto entre protestas de los demás, entonces puse la cara mas inocente y comprometida que pude, aunque en mi interior solo hubiera una zorra muy caliente.

-tengo que cumplir, esa ha sido la apuesta, además nosotros hemos ganado 1000 euros también no?,

Vale, como tu quieras, pero antes de nada tienen que prometer que nada de esto saldrá de aquí nunca jamás – dijo Carlos,

Todos estuvieron de acuerdo, y nos fuimos hacia el baño, todos quedaron alrededor mía, en ese momento me dio mucha vergüenza, aunque a la vez quería hacerlo, ver la impresión que causaba, así que me coloque con las piernas separada para sentarme en el water, y me subí el vestido, quedando desnuda de cintura hacia abajo, me senté con las piernas abiertas mirando mi coño y sus caras y comencé a mear, se podía notar la erección de ellos en sus pantalones, los tenia con la boca abierta.

Uaaauu vaya coño tienes Clara – dijo Cesar

Te gusta eh? Pues no veas como folla – dijo mi marido, ya a esas alturas no me sorprendió su comentario, incluso le dije,

  • tu polla tampoco esta nada mal,

Jajaja, que dices polla la de este? Eso es porque no has visto la mía – dijo Martín mientras se bajaba la cremallera y se la sacaba, era realmente inmensa.

Estaba muy cachonda, allí rodeada de cuatro tíos mirándome como meaba con mis piernas abiertas y mi chorro cayendo, con una polla delante mía, me sentía como una atracción, y eso me hacia sentir puta y realizada.

Le dije a Martín, que el tamaño no importaba, que lo importante es lo que se sabia hacer con ella, y que Carlos follaba muy bien.

Entonces Jonás dijo, míranos las pollas a los cuatros y nos dices sinceramente cual te parece mejor-

Se bajaron los pantalones y se sacaron las pollas, note que Carlos estaba excitadísimo y que sus ojos aprobaban todo aquello, yo ya estaba muy animada y me lance a tomar un poco la iniciativa ante la aprobación de Carlos,

para dar mi veredicto debería tocar la mercancía digo yo –

Todos estuvieron de acuerdo, y se acercaron, la cuatro pollas estaban durísima, entonces mire a Carlos y le dije;

y tu que dices?

que polla te parece mejor?

Entonces dirigí mi mirada hacia la polla de Cesar, tenia un pollon algo morcillon, puse mi mano debajo de sus huevos acariciándolos y luego con suavidad pase mi mano arriba y abajo por su polla, mientras me mordía el labio.

Carlos nos dejas que nos follemos a tu mujer? Dijo Cesar mirándome con la cara llena de lujuria.

Entonces me levante del water con el vestido por la cintura abierta de piernas y dije;

aquí mi marido tiene poco que decidir, yo decidiré si me follais o no –

y que dices entonces?

que aquí me tenéis- dije mientras me abría el coño con las manos y me mostraba, mi marido alucinaba pero seguía callado mirando, - así que haber si no voy a tener que pensar que sois unos maricas que no sois capaces de dar placer a una buena puta –

Entonces Jonás mientras se masturbaba me había sacado una teta del vestido y pellizcaba mi pezón, mientras me hacia un poco de daño

ah, cabron, me duele, - le decía mientras me levantaba yo misma el vestido

Cesar me pasaba la mano por el coño de arriba abajo, su mano corría por mi coñito todo mojado mezcla de mi lubricación y mi orina.

Mi marido fue a colocarse a mi lado para tocar mi culo y buscar mi boca, entonces le dije:

tu no, tu mira como le dan gusto a la puta que esta hecha tu mujer

Entonces Martín lo aparto y ocupo su lugar, me tocaba el culo y me morreaba, mientras yo miraba a mi marido, estaba rodeada por tres tíos manoseándome, pellizcándome, seis manos y tres bocas me buscaban ansiosos, Martín me metió el dedo en el culo, yo me inclinaba y sacaba mas mi culito para facilitarle la tarea, mientras ponía cara de cachonda, aun mas de lo que estaba, mientras miraba a mi marido, abriendo mi boquita y jadeando.

Martín había introducido su dedo corazón en mi coño, entraba y salía a mucha velocidad, Jonás seguía ocupado en mis tetas, su rabo e intentando buscar mi boca, mientras yo miraba a mi marido,

Mmmm, mmmm, mira lo que me hacen – le decía a mi marido con cara de chica inocente-

Entonces como si fuera una reina, con mi sequito, me tomaron de las manos y me llevaron al dormitorio, una vez dentro, tome la iniciativa y dije;

quien me lame mi culito? – dije mientras sacaba mi culito hacia atrás y me abría las nalgas con las manos.

Para entonces Jonás ya estaba de rodillas dando lametazos a mi ano, que gusto me daba, a veces se detenía y empujaba con la lengua penetrando un poco, yo me agache y empecé a chupar la polla a Cesar, Martín se metió por debajo lamiendo mi coño y mis tetas.

Mi marido estaba sentado mirando mientras se masturbaba frenéticamente, Jonás se había levantado e intentaba meter su polla por mi culito, al principio me dolió, ya que yo era virgen por ahí, pensé que eso no le gustaría a mi marido ya que yo siempre me había negado, pero al mirarlo, respiraba entrecortadamente excitadísimo, entonces me llevaron a la cama, Cesar se tumbo y yo me acomode encima de el, de una vez entro toda su polla por mi coño, Jonás volvió a penétrame el ano, y no cabe decir que Martín no perdió el tiempo y me dio su polla para que la mamara, aquello era el cielo, tres pollas para mi sola y mi marido mirando, notaba los huevos de Jonás y Cesar cada vez que embestían, la polla de Martín casi no me dejaba respirar.

Se fueron turnando cada uno por mis agujeritos, yo estaba encantada, Jonás se corrió en mi boca, jamás había visto que tanta leche pudiera salir de una vez, me lleno toda la boca hasta el punto de caer por la comisura de mis labios, Martín fue el próximo, note sus chorros dentro de mi culo, calentitos, ya solo quedaba Cesar que me tenia arriba galopando desnuda para él, mientras los otros tres nos miraban;

mmmm, Cesar, dame, follame, mmmmm, tienes la mejor polla, Aaaaagrggg, es una delicia, seré tu puta siempre

mmm, me corrooooo, mmmm putaaaaa me corrooooooooo- fue lo ultimo que dijo antes de notar como me quemaba mi coñito sus chorros de leche.

Recupere el aliento sobre el con su polla bajando de tamaño dentro de mi coño, mientras lo besaba tiernamente

Cuando acabe mire a mi marido y le dije;

ahora si quieres puedes follarme tu? –

Entonces me empezó a follar, besándome, acariciándome el cuerpo, los chicos se fueron al salón dejando la puerta abierta, allí me quede follando con mi marido gimiendo y chillando, cuando se corrió, me beso en la boca, entonces un poco mas en frió le dije;

estas enfadado? –

no – me dijo con media sonrisa en la boca – a sido la experiencia mas espectacular y gratificante de mi vida-

dímelo a mi – le dije mientras nos reíamos y nos besábamos.

Los chicos se quedaron a dormir esa noche en casa, cuando mi marido se despertó por la mañana no me encontró en la cama, fue al baño y al abrir la puerta me encontró con Cesar y Jonás en la ducha haciendo guarradas que nunca pensé que seria capaz de hacer