El fin de semana que conoci a mis mejores amigas 1
Como un fin de semana normal puede cambiar y conocer a las que a dia de hoy son mis 2 mejores amigas. Primera parte donde conozco a Silvia bien a fondo.
Junio de 2010. Eran las fiestas de mi ciudad y ese viernes yo tenía turno de trabajo en un local que habíamos abierto mis amigos y yo para pasar las fiestas, hasta las 2 de la noche. Era sobre la media noche cuando un compañero mío me dijo que una chica quería q yo la atendiera. Era una chica guapísima y con un bonito cuerpo donde resaltaban sus grandes pechos marcados por una camiseta roja. Cuando la pregunte que quería me dijo que quería tomar un chupito conmigo. Cuando los estaba sirviendo esta me mostro que en la parte delantera de su camiseta ponía la frase "Cambio beso por chupito" La sonreí, y tras tomárnoslos me lo cobre dándonos un pico. Esta pidió otro chupito pero esta vez dijo que lo quería premium pues me podía pagar más aún si yo quería. Yo encantado del tonteo que se traía así que le puse uno más elaborado y al pagármelo ya nos dimos un beso con lengua. Tras esto pidió una cerveza y se fue.
Al rato volvió con 3 amigas y me pidió que pusiera para todos chupitos como el último que la di. Los 5 nos lo tomamos y dijo que ella pagaba. Nos dimos un largo beso con lengua. Cuando terminamos sus amigas aplaudieron y se volvieron para ponerse a bailar. Ella se quedó conmigo, la puse una cerveza y estuvimos hablando un poquito. Me dijo que se llamaba Silvia y que me conocía de verme en la disco donde trabajo los fines de semana de camarero. Más de una vez la había servido pero que nunca se había atrevido a decirme nada a pesar de que le gustaba pero k las fiestas la habían desinhibido y la camiseta era una buena excusa para sacarme el beso. La dije que no hacía falta ninguna excusa para besarla y la di otro buen beso. Me pregunto cuando salía y me dijo que la buscara entonces en la pista q me estaría esperando ansiosa si yo quería.
Lógicamente en cuanto finalice me fui a encontrarla. Cuando lo hice la agarre de la cintura por la espalda y me puse a bailar con ella. Me sonrió, comenzó a arrimar bien su maravilloso culo contra mi paquete y me tenía a mil. Al pasar mis manos por su cintura yo note que debajo llevaba otra prenda. Pensaba que era otra camiseta pero al meter mi mano debajo de la camiseta roja y agarrarla la cintura note una tela bien fina que hacia indicar que lo que llevaba era un body, lo que me puso más caliente aun.
Tras un rato de baile y besos me cogió de la mano y me saco del local. Fuimos a un parque un poco separado de la zona de los locales. Me senté en un banco y ella se sentó en mis piernas. Me abrazo por el cuello y volvimos a besarnos. Mis manos volvieron a entrar por debajo de su camiseta acariciando aquella tela suave. Silvia entonces decidió sacarme de mi intriga y se subió la camiseta hasta el cuello. Yo tenía razón, era un body negro sin tirantes que la realzaba y juntaba sus grandes pechos. No pude contenerme y mis manos agarraron esos grandes pechos mientras nos besábamos. Oímos un ruido y esta se bajó la camiseta aunque mis manos se quedaron dentro con sus pechos bien agarrados. Saque mis manos y se las seguí agarrando pero ya por fuera. La junte las tetas y acerque mi cara a ese escotazo tan delicioso que se la formo. Lo bese y lamí pasando desde el hacia el cuello y oreja y luego trayecto contrario hacia el escote.
Nos levantamos y me llevo hacia una arboleda donde era difícil q nos viera nadie. Seguimos besándonos y mientras la acariciaba su delicioso culo, Silvia puso su mano en mi paquete que estaba bien duro. Paso su mano por el hasta q me desabrocho el pantalón, saco mi pene y me masturbo un ratito. Se arrodillo y me desabrocho el pantalón dejándolo caer. Me bajo el bóxer y, mientras me seguía masturbando, paso su lengua por mi capullo. Comenzó a mamarme la polla de manera extraordinaria. Se la metía prácticamente entera en la boca. De vez en cuando me comía los huevos poniéndome más cachondo aun. Silvia me estaba haciendo una mamada que me estaba encantando y cuando me iba a correr la metió entera en su boca dejando que reventase dentro. Se lo trago todo y con su lengua me dejo bien limpia la polla.
La propuse ir a mi casa y fue cuando me conto una cosa que me puso a mil. No podía venirse a mi casa pues su novio estaba trabajando en otro local cercano y había quedado en ir a verlo. Así que nos intercambiamos los teléfonos para quedar otro día. Al volver a la zona de los locales nos besamos y nos separamos.
Sobre las 6 recibí un mensaje de Silvia para q estuviera al cerrar los locales en determinado bar que estaba cerca de la zona. Cuando cerramos fui al lugar indicado. Allí estaba ella sentada en la barra tomando un café. Me acerque por su espalda y la cogí de la cintura. Se giró un poco y al verme sonrió. Tras un hola nos dimos un buen beso. Me senté a su lado y también me pedí un café. Mientras lo tomamos charlamos y me dijo que su chico se había ido a casa y ella le había dicho que se quedaba con sus amigas, aunque se veía que era una buena mentira. Mis manos pasaban por sus muslazos durante este rato.
Cuando acabamos el café nos fuimos andando a mi casa. Durante el camino no parábamos de besarnos y tocarnos el culo. Antes de llegar a mi casa la apoye contra un coche y nos besamos más apasionadamente mientras la cogí fuerte de las tetazas. A mi casa llegamos con un calentón bien grande y ya en el ascensor metí mis manos por su camiseta agarrando sus pechazos mientras ella me cogió bien del paquete.
Al entrar en la casa la dirigí al salón besándonos y nos tiramos al sofá. Ella se quedó tumbada encima de mí. Nos besamos y acariciamos. La quite la camiseta y la lamí desde el cuello hasta el canalillo pasando por todas las zonas de su pecho que el body la dejaba al descubierto. Apreté bien mi cara por su espléndido canalillo, pasando mi lengua bien por él.
Cogí el body por los aros del sujetador y poco a poco fui tirando hacia abajo. Poco a poco iban quedando al descubierto los grandes pezones que tenía. Cuando estuvieron fuera por completo, comencé a lamerlos lentamente. Me puso a mil notar como esos grandes pezones se estaban poniendo durísimos. Baje un poco más el body dejando sus pechazos al aire, y mientras la lamia los pezones, acariciaba sus tetazas.
Mientras mordisqueaba un pecho, el otro lo agarraba y pellizcaba su duro pezón. Iba cambiando de pecho. Coloque mi cabeza entre sus tetazas y las apreté contra mi cara. Saque mi lengua y moviendo la cara de un lado a otro la pase por todas partes de sus grandes pechos.
Me puse de rodillas en el suelo al lado de Silvia. Fui bajando por su pecho y su tripa, besándoselo todo. Al llegar al pantalón se lo desabroche y metí mi mano dentro. Acaricie su coño por encima del body y volví a subir mi cabeza hacia arriba besando nuevamente su tripa. Cuando llegue a los pechos volví a comérselos con ansia, a la vez q introduje mi dedo corazón en su coño masturbándola. Sus gemidos me estaban poniendo más cachondo. Nos empezamos a besar y con la mano que no tenía en su coño acaricie sus pechazos.
Tenía la polla a mil, así que me levante y me desnude. Coloque mi polla a la altura de la boca de Silvia. Esta me la cogió y empezó a lamer mi glande para inmediatamente empezar a hacerme una mamada bien despacio. Me incline y estire de nuevo mi mano para volverla a meter por su pantalón y masturbarla. Cuando Silvia me dijo que estaba a punto de correrse pare y la hice levantarse. Deje q cayera su pantalón y me arrodille. La eche el tanga a un lado y la comí el coño hasta que se corrió en mi boca.
Me levante y nos empezamos a besar. El tanga del body la hacía un culazo delicioso así que mis manos lo agarraron fuertemente. La cogí de la mano y la lleve a la habitación. La tumbe en la cama, me puse un condón y me coloque entre sus piernas. La desabroché los botones del tanga del body y la acaricie un poco la vagina antes de tumbarme encima de ella metiéndola bien mi polla. Mientras follábamos nos besábamos y la acaricie los muslazos y las grandes tetas. De vez en cuando la comía esas tetazas grandes y deliciosas que tenía.
Me puse de rodillas entre sus piernas. Ella rodeo mi cintura con ellas y así seguí follándomela. Luego la puse las piernas encima de mis hombros y me incline sobre ella metiéndosela bien profunda. Cuando la tenía a punto de reventar me baje de la cama. Me quede de pie al lado de la cama y me quite el condón. Silvia se puso en el borde de la cama y con sus tetazas empezó a masturbarme. Mientras lo hacía pasaba su lengua por mi glande. Cuando me corrí mi leche salió disparada a su cara, boca y algo cayo para sus pechazos. Silvia se metió mi polla en la boca, para acabar de tragar lo que quedaba en ella.
Nos fuimos al baño de la habitación a limpiarnos. Tras limpiarme vi como Silvia frente al espejo se limpiaba sus tetazas y eso me puso nuevamente a mil. Me acerque por su espalda y la cogí por la cintura. Comencé a besarla el cuello mientras mis manos se dirigían de su cintura a sus deliciosos glúteos. Los acaricie y apreté bien fuertes. Volví a subir mis manos por su espalda mientras mordisqueaba sus orejas. Pase mis manos por debajo de sus brazos y agarre fuertemente sus grandes pechos. Silvia giro la cabeza y nos empezamos a besar.
Mientras nos besábamos y acariciaba sus tetazas, arrime bien mi polla contra su culazo pasándolo por él. Mi polla crecía contra su culo y se puso durísima nuevamente. La pregunte si la gustaba el anal, a lo que respondió que hacía mucho que no lo practicaba, pero que conmigo la apetecía. En ese instante mi polla ya se puso dura a reventar instantáneamente.
Como hacía mucho de su último anal, me lamí un dedo y comencé a dilatarla el ano con él. Al meterla el dedo a Silvia ya la salió un pequeño gemidito. Mientras la masturbaba el ano, mi otra mano seguía jugando con sus tetazas y nos besábamos.
Me coloque el condón, la incline un poco hacia delante y metí un poquito mi polla en su culo. Silvia comenzó a gemir mientras nos mirábamos a través del espejo. Fui metiendo mi polla poco a poco dentro de ese culazo. Silvia apoyo sus manos contra el espejo y comenzó a decirme que la metiera más, así q seguí introduciéndola hasta q mis huevos golpearon sus glúteos. Entonces Silvia dio un grito entre placer y dolor q me puse a mil. La cogí por la cintura y empecé a sacarla y meterla despacito. Poco a poco subía la velocidad mientras nos mirábamos fijamente por el espejo. Mis manos pasaban con facilidad de su cintura a sus glúteos y a sus pechazos. Cuando estaba ceca de correrme la agarre de los pechazos para hacer unas ultimas envestidas fuertes. Me corrí dentro de su culo.
Silvia se arrodilló y, tras quitarme el condón, me empezó a comer la polla. Silvia no se conformó con limpiarme el semen que siguió mamándola hasta que se me puso dura de nuevo. Entonces nos fuimos a la cama. Silvia se tumbó y yo lo hice a su lado. Empecé a comerla las tetazas mientras la masturbaba con mi dedo corazón.
Silvia se tumbó encima mía para comenzar a hacer un delicioso 69. Agarre fuerte sus glúteos y mi lengua jugueteó con su clítoris. Silvia me estaba comiendo la polla maravillosamente, a la vez q su mano jugaba con mis huevos. Comencé a comerla el coño bien húmedo que tenía y no pare hasta q se corrió.
Silvia se bajó y me puso un condón. Se sentó encima de mí y empezó a moverse follando deliciosamente. Mis manos agarraron sus pechazos y mis pulgares acariciaban esos gordos pezones. Se inclinó sobre mí y pude comérselos un rato, hasta q volvió a echarse para arriba.
La dije a Silvia q se colocara d rodillas en la cama y yo me puse de rodillas detrás suya. Metí mi polla por su culo y volví a encularla. Luego nos tumbamos de lado, colocándome yo en su espalda, y la seguí dando por el culo haciendo la cucharilla. En esta posición pude cogerla bien de las tetazas durante el anal.
Cuando me iba a correr Silvia se volvió a poner de rodillas, me quito el condón y me hizo una mamada. Yo metí mi dedo gordo por su coño para masturbarla. Yo me corrí primero y al poco Silvia. Tras un rato de besos y caricias nos quedamos dormidos.
Cuando me desperté me puse el slip y me fui a la cocina. Al rato estaba tomando un café y viendo la tv cuando apareció Silvia con el body nada más. Nos dimos los buenos días con un largo beso. Mientras la preparaba un café, Silvia me confeso que la había encantado los anales que la había hecho. Eso me puso a mil nuevamente así que tras darla el café mis manos fueron directas a sus glúteos. La gire y me arrodille. Volví a besar esos maravillosos glúteos. Metí mi mano por la tira trasera del tanga y acaricie la raja de su culo de arriba abajo varias veces mientras seguía besando sus glúteos. Desabroche los botones del tanga y metí mi dedo gordo por su coño. La masturbe un rato, hasta que, besándola desde los glúteos hasta el cuello, me levante. Mis manos pasaron por debajo de sus brazos para agarrar bien sus pechazos y disfrutar de ellos. Silvia echo una mano suya hacia atrás, me saco la polla del slip y me masturbo.
Se terminó rápido el café y me pidió que la volviera a encular. Me puse el condón, la abrí un poco las piernas y metí mi polla de una vez entera en su ano. Silvia pego un buen grito, a la vez que tuvo que inclinarse y apoyarse con sus pechos en la encimera. Mi polla entraba y salía de su ano sin parar.
La lleve al salón y me senté en el sofá. Ella se puso encima de mí con las piernas de rodillas. Mi polla volvió a introducirse en su culo y seguí con el anal. En esta posición pude disfrutar de sus tetazas tanto con mis manos, como con mi boca y cara. La saque los pechos del body y pude disfrutar más aun de esas grandes tetas y sus pezonazos.
Silvia se giró y se sentó en mí dándome la espalda con mi polla aun en su culo. Se movía adelante y atrás gozando ambos muchísimo. La cogí de las tetazas y la eche para atrás hacia mí. Nos besamos mientras mis manos seguían agarrando fuerte sus pechazos y mi polla disfrutaba dentro de su ano.
Silvia se bajó y se colocó de rodillas entre mis piernas. Me quito el condón y, tras una breve mamada, me hizo una cubana con sus tetazas. Cuando la tenía a punto de reventar volvió a mamármela hasta que me corrí en su boca.
Senté a Silvia y fui yo quien me coloque de rodillas entre sus piernas. La comí el coño hasta que se corrió. Entonces me senté a su lado y mientras nos besábamos la masturbe hasta que se corrió nuevamente.
Tras este buen despertar, y unos cuantos besos y caricias más, Silvia se fue a su casa.