El fin de semana loco
Mi mujer me cuenta como ese fin de semana la comieron el coñito por primera vez. Y a Alicia la desvirgaron.
El fin de semana loco.
Nunca habíamos ido a una playa así. Ya sabes cómo es Alicia. Siempre tiene que ser la primera en todo. La más moderna la más lista, la más.... Y aquí para variar también tenía que ser la primera en todo.
Imagínate hace años... Cuatro chicas de un pueblo del interior, las cuatro de colegio de monjas, y Alicia nos lleva a un camping nudista.
A mí me daba un poco de vergüenza, pero estábamos lanzadas... por lo menos nosotras dos. Dije que sí, que no me importaba. ¿Por qué no? Pensé, no va a pasar nada por estar desnuda... porque me vean en pelotas...
¿Desnudarme delante de desconocidos?, decía Marga. Ni habar. Yo me callé la boca, pero yo... claro no las iba a decir que ya me habían visto desnuda más de uno.
Luci no quiso ni mirar... Se enfadó, bueno no se enfadó. Creo que pudo más la vergüenza. Simplemente se dio la vuelta y se fue con Marga. De todas formas lo de Alicia es para nota. Si lo sabía, porque estoy segura que lo de ir a una playa nudista lo había planeado, ¿por qué se lleva a las dos más ”monjas” de todo el pueblo?. No sé. Esta chica siempre ha sido la repera. Creo que si no da la nota o no la lía no está contenta.
-. Bueno, pues nosotras nos quedamos, dijo toda chula.
Alicia y yo nos miramos. Se encogió de hombros como diciendo allá ellas y nos pusimos a andar.
Llegamos casi al final. Prácticamente todo el mundo estaba desnudo. Extendimos las toallas y las bolsas.
-. Es una playa nudista ¿no?, Dijo, tan campante. ¡Pues fuera suje!.
Había llegado el momento crucial. Respiré hondo y me quisté el sujetador. Las sentí caer y noté perfectamente como los pezones se me ponían duros. Alicia ya las tenía al aire. Sonreía. Me las estaba mirando descarada.
-. Ahora lo de abajo, dijo como para darse valor ella sola. Venga. A la de tres.
Nos reímos y ni contamos. Braguitas abajo. Alicia lo tenía un poco menos peludo que yo, pero también tenía una buena mata de pelo. Eso sí, para ser tan “rubia” lo tenía muy oscuro.
Casi ni nos dio tiempo a sacar todas las cosas. Ya teníamos a tres chicos cerca.
Se pusieron cerca, poco más o menos a nuestro lado. Dos de los chicos eran muy guapos. El tercero no estaba mal. Normalito.
Les miramos de reojillo. Maica, mira. Dijo Alicia en voz baja. Se puso las gafas de sol.
Se tumbó de espaldas, y se reclinó un poco sobre los hombros. Como si no mirara, les estaba viendo de reojo. Hice lo mismo. Los chicos sabían perfectamente que les estábamos mirando. No paraban de hacerse los interesantes y de mirarnos sin ningún disimulo. Además les oíamos perfectamente. “Menudas tetas tiene la alta”, dijo uno refiriéndose a Alicia. Nos miramos y sonreímos coquetas.
Se bajaron los bañadores. Casi nos partimos de risa al ver aparecer los pingajillos. Intentábamos no reírnos, aguantar la risa... pero... Bueno el del rubito, cuando se dio la vuelta nos dejó un poco... Ese no tenía precisamente un pingajillo. Tenía una buena salchicha colgando... Alicia empezó a reírse a carcajadas, y le bautizó: “El Salchicho”.
Buenos pues a los diez minutos ya estábamos todos mezclados. Nos cayeron simpáticos. Nos propusieron ir a una cala, que estábamos mejor, allí cerca entre las rocas... Y ellos tenían las tiendas de campaña cerca. En el camping nudista.
Pues nada más decir que si, nos cogieron los sacos, las bolsas,... solo nos dejaron las toallas, y ya sabes. ¿Quién dijo miedo? Teníamos 20 años.
Según fuimos caminando nos quedamos las ultimas un momento. Para recoger las bolsas y cotillear entre nosotras. Era mentira. Las dos queríamos verles caminar de espaldas, queríamos verles sus culitos...
Alicia dijo: ese para mí.
¿El “Salchicho”? Pregunté refiriéndome al rubito, el que la tenía más grande de los tres. Alicia se empezó a reír, no tonta, el del pelo rizado... El más guapito por supuesto. Alicia era así.
Luego nos adelantamos y les dejamos que nos vieran ellos por detrás. Fue divertido saber que nos estaban escogiendo. Alicia y yo nos mirábamos y lo dijimos: “qué tontos sois los tíos... somos las chicas las que escogemos... pero déjalo”... A mí me hacía gracia. Los comentarios eran muy cachondos y divertidos. Y no lo voy a negar. Me gustó sentirme deseada... no lo veía pero sabía que me estaban comiendo con los ojos...
Jugamos un poco al balón... risas y más risas. Como tontas. No parábamos de reírnos. Yo la dije a Alicia que eso de verles bailar con los badajillos al aire... que me hacía mucha gracia. Sobre todo el del “Salchicho”. Y ella me saltó muy prepotente, que era un poco boba. “Pues hija, imagínate como se lo pasarán ellos mirando cómo nos botan las tetas”.
Me dejó cortada. Luego pensé que mucho presumir de moderna pero a ella se la iban también los ojos mirándoles. Más que a mí.
Al margen de eso, me gustó la sensación de correr desnuda. Me pareció súper divertido... Y también morboso. Estar “desnudita” delante de tantos hombres... Ummmm....
Acabamos todos en el agua... chicos y chicas. Y bueno, ya puedes imaginar donde empezaron los ataques... Aguadillas, toqueteos submarinos...
Ya cuando salimos y fuimos a las toallas estaba claro que Alicia se iba a enrollar con el guapito. El “mio” se empeñó en secarme... y en sobarme bien sobada. Parecía un pulpo. Bueno yo creo que además de meterme mano lo que quería era “marcar territorio”. Alicia con el ricitos y el Salchicho libre... El otro lo que quería era no quedarse a verlas venir. Y a mí el Salchcicho... Pues si, estaba bastante bueno, pero me daba algo de corte. Muy guapito y eso, pero que quieres que te diga, demasiado grande para mi gusto. Si hubiera sido hoy no me hubiera importado pero en ese momento no.
Nos sentados en toallas. Y empezaron los besitos. Directos, a los morros. Nada del otro mundo. La diferencia entre esos chicos y cualquier “rollete” de una noche de discoteca, es que estábamos en pelotas. Y que en cuanto movían la mano, pues tocaban carne claro.
Y se les pusieron duras nada más empezar. Nosotras no decíamos que no a nada, y no parábamos de reírnos. El mío se cortó un poco. Pero acabó haciendo lo mismo que el de Alicia: poner la mano por encima del hombro y a morrearse. Y otra vez a sobarnos las tetas allí delante de todo el mundo.
Delante de todo el mundo... Bueno... eh... Había poca gente por eso fuimos a la calita... Y todo chavales como nosotros, que hacían lo mismo.
Yo me dejé llevar. El mío era el más normalito. El más tímido. No era tan chulito como los otros. Pero a mí me gustaba. Alicia estaba feliz en medio del Ricitos y el “Salchicho”, disfrutando de la pelea que tenían entre ellos por llevársela al huerto.
Me dejé tumbar en la toalla. Les veía de reojo. Alicia estaba dándose el lote igual que yo. A mí me sobaban pero lo de Alicia era más descarado, porque ella le tenía cogida la polla y se la estaba meneado. Luego apareció el otro... y con “aquello” tieso...
Cuando volví la cabeza Alicia estaba con los dos, si, en medio, y nosotros más o menos de frente, mirando en primera línea como Alicia se morreaba con uno y con otro y como la metían mano uno en la entrepierna y el otro en las tetas. Tenía los pezones que bueno... daba miedo mirarlos...
Y el mío me cogió la mano y me la llevó allí.
Estaba durísima. Claro se la empecé a menear. Me vieron los otros dos y Alicia se reía... “Mira esta Maica”...
Ya sabes que yo tenía fama de mosquita muerta. Bueno era verdad. Pero Alicia se pasaba.
Mucho criticarme pero estaba haciendo lo mismo con uno de los chicos, pensaba yo. Luego con los dos al tiempo. Me decía: Mira, mira “La Maica” y ella dale que te pego....
Fue divertido. Allí, sentada con las piernas cruzadas al estilo indico y una polla en cada mano... bueno una polla y una cosa tremenda. No sé... terminamos todos riendo...
Nada. Estuvimos un poco. No te pienses que montamos allí una orgia. Cuchichearon al oído, se levantaron y se fueron por allí detrás.
Fue cuando su amigo me lo dijo: Venga vámonos a mi tienda... a tu amiga se la van a follar.
-. No lo creo, mi amiga es virgen, le dije.
-. Pues va a dejar de serlo, respondió muy seguro de lo que decía.
Cuando llegamos a la tienda, me abrió un poco la puerta y me hizo mirar. Allí estaba Alicia. Espatarrada y el ricitos encima, en medio. No vi cómo se la metía claro. Pero veía subir y bajar el culo. Si, culo para arriba y culo para abajo. Alicia gemía. ¿Ves? Ya te lo dije, se la está follando. No lo dudé ni un instante. Se la estaba metiendo.
Entramos en nuestra tienda y seguimos a lo nuestro.... Yo no quería follar y se lo dije. Se lo repetí hasta hartarme: Que no. Y que si se ponía pesado me iba. Al final dijo que bueno, que le daba igual... pero que ya veríamos. Yo creo que no le daba igual, pero estaba muy caliente. Muy salido. Tenía la polla durísima.
Tiramos las toallas por la tienda y volvimos a morrearnos y a tocarnos. Me tocaba las tetas... el culo.... el coñito... Y no sé cómo, pues... A ver cómo te lo cuento... Empezó a lamerme las tetas, a morderme los pezones... Todo sin dejar de magrearme el coño. La verdad, me tenía a mil por hora. Y fue bajando por el estómago... y de repente me abre las piernas. Y sentí allí su lengua. Fue una sensación rarísima. Pero súper morbosa.
Era la primera vez en mi vida... y me lamia... y me lamía.... y me metía un poco la punta de la lengua y luego los dedos... y me tocaba el ano....Y otra vez... me abría el agujerito con los dedos y me volvía a meter la lengua... y me hacía como círculos... y empujaba.. y luego me la subía por la rajita y me lamia el clítoris... Empecé a pensar que si eso se sentía con la lengua... con la polla tenía que ser tremendo. No sé si me corrí cuatro o cinco veces seguidas....
Y bueno pues se fue dando la vuelta y cuando abrí los ojos la tenía delante de mi cara. Y me dije bueno... pues... porque no. Y me la metí en la boca y me puse a comerle la polla.
Sí. Ya sé que suena muy mal y que era una señorita de colegio de monjas y todo eso, pero... Me comí su polla como una profesional.
Se la chupé. Le acariciaba los huevos... le lamia el capullo.... se la meneaba...
Bueno le hice todo eso... Sí, todo eso... Ni que nunca te la hubiera chupado a ti... No sé qué más cosas tengo que decirte... Me comí su polla, o le hice una buena mamada, dilo como más te guste...
-. ¿Qué más quieres saber, que si se corrió?. Pues hombre... Claro que se corrió... Las cosas no se dejan a medias... O preguntas si me lo tragué. ¿Sí?. Pues ya lo sabes, claro que me lo tragué. Enterita. Me comí toda la corrida. Se la exprimí bien exprimida. No le dejé ni una sola gota en sus huevos... Qué bobadas preguntas... de verdad...
Sí. Yo te dije que llegué virgen al matrimonio, que nunca me habían follado. Y no te mentí: tenía el himen “intacto”, pero eso no quiere decir que nunca hubiera estado con otros tíos... Ni que no hubiera tocado... unas cuantas pollas... Sí. Más de una polla y más de dos. Y... No solo hice pajillas... Me comí.... pues seguramente más de una docena... no sé si son muchas o no... pero me las comí completas, hasta el final... Y a mí... pues ya lo sabes, y si no, te lo imaginas. Menos follarme, me hicieron de todo. Pero de todo, de todo, de todo...
Además... no entiendo a ton de qué viene ahora esas preguntas... después de tantos años... Y acuérdate, que bien contento te ponías cuando me dejaba sobar y te hacía pajas en el cine... Y el primer día que la chupé ¿qué? ¿No me trague toda tu corrida? ¿Qué te pensabas, que una mamada así era la primera? Pues si no te distes cuenta de que no era la primera... bien tonto eras...
Y eso es todo... y ya está.
¿Alicia? . ¿Que qué pasó con Alicia?
Bueno pues que Alicia no cerró las piernas en todo el fin de semana, a mí me comieron el coñito por primera vez en mi vida, me comí unas buenas pollas... y no me follaron.
. No sé cariño... Es que me sorprende que no te follaran... que no te la metiera... No sé, no creo que tu chico se contentara con que se la cascaras y ya está...
-. ¡Qué pesado eres!. Te... he dicho que no me follo... y te he dicho que se la chupé como una profesional... No fue solo una pajilla y ya está... ¡Ah! Y no te he dicho que no me la metiera....
Mira que eres... qué pasa ¿quieres saber lo todo?
-. Cari... me estás dejando a cuadros... Eres una caja de sorpresas... Desde luego contigo voy de sorpresa en sorpresa...
Vale... te lo voy a contar todo, pero luego me dejas en paz.
Pues... Era casi de noche y se puso a llover. Y llovía y llovía y... Imagínate la escena. Alicia en la tienda de al lado chillando. Ay, uy, ay, uy, ay, uy, aaahhh, el otro que no paraba. Yo come que te come, me dolía la mandíbula de tanto chuparle la polla. Me la había tragado ya dos veces en toda la tarde. Tenía el coñito en carne viva... y “eso”... pues que no le bajaba... Normal, con el concierto de al lado... Yo también estaba que ardía.
Y... Pues... pues que llegó un punto en el que yo tampoco podía más. La necesitaba dentro...
Y... Se nos ocurrió. Bueno, se me ocurrió a mí. Ya sabes que me desvirgaron el culito con champú, que algo de práctica tenía. Se lo dije. Si, se lo propuse yo. La untamos de crema, de after sum, y... me la metió por el culito. Sí, me dio por el culo. Si cariño sí, no pongas esa cara. Me dio por el culo. Dolió un poco al principio, pero no me disgustó.
Y mientras, me acariciaba el coñito... Le quité la mano. Y empecé yo a masturbarme. El otro dale que te pego. Me tenía ensartada del todo. Pero del todo. Me la tenía metida hasta las pelotas... y empujaba con fuerza. Yo ya me estaba corriendo. No sé ni la de veces que llegué. Era la locura. Se le salió una vez y empezó a meterme el capullo en el coñito, a pasearla entre los labios... a rozarla por toda la vagina.. Y ya me dio todo igual. Me dije bueno pues si tiene que ser que sea. Y me abandoné. Pensé en Alicia y en cómo estaba gritando. Y me dije, pues que pase lo que tenga que pasar.
Yo estaba muerta ya. Pero... Me separó las nalgas y empujó otra vez. Debía estar súper abierta, porque me la metió entera a la primera. Te la voy a sacar por la boca so puta, te voy a llenar el agujero, me dijo... Era una delicia. Ya te digo... Era una barbaridad. Me la tenía clavada del todo y empujaba haciendo fuerza. Si se le llega a salir y al volver a meterla se equivoca de agujero ya no le hubiera dicho que no... Es más,... bueno empecé a correrme otra vez, si no, se lo pido yo.
Pero... Empecé a notar como se tensaba... cómo jadeaba... Un empujón fortísimo y los temblores. Se corrió dentro... Y se terminó todo claro.... que si no... Pues lo mismo que Alicia. Me hubiera follado allí mismo. Sí, hubiera dejado de ser virgen. Asique ya sabes, fui virgen al matrimonio de milagro.
¿Contento ya? Ya sabes todo de mí.
¿Y al día siguiente? Nada. Nos despertamos, nos toqueteamos, se la chupé y él me hizo unos dedos. Fuimos a la playa. En pelotas claro, las dos desnudas. Bueno, fuimos con camisetas pero debajo nada y nos las quitamos nada más poner las toallas en la arena. En dos minutos ya estábamos todos, los 5, completamente desnudos. Nos tumbamos... nos dimos crema. Si primero Alicia a mí, sin cortarse... Las tetas, el culo... y yo lo mismo. Muchas risas. Tenía unos cuantos chupetones en las tetas. Luego se la dimos a ellos. Si jugando también se la dimos en las pollas... para que no se quemaran por el sol, aunque estaba más que nublado.
Paramos con lo de darnos crema porque nos estábamos dando cuenta que eso se estaba calentando demasiado... Pero creo que fue peor. Porque ellos empezaron a dárnoslas y más que untarnos cremas nos sobaban a tope. Estaban salidos a tope. A Alicia no sé pero a mí me pusieron como una moto. Eso de pasar de mano en mano... de rozarme con sus penes... Uffff... Y a Alicia... No te quiero ni contar cómo la tocaban... Además sabiendo el concierto que había dado por la noche... y que las dos habíamos... ya sabes... Supongo que pensarían que éramos unas guarras cualquiera y que se podía hacer de todo con nosotras.
El caso es que con lo de las cremas, pues otra vez igual, como la tarde anterior. Se les pusieron duras no, durísimas. Se la cascamos allí mismo, con disimulo pero se las cascamos. Me puse malísima. Estuve tentada hasta de comérsela allí delante de todos...
Ellos estaban también como motos porque se corrieron en un pis pas... A Alicia la tumbaron y se lo echaron en la cara y en las tetas. A mí el mío en la mano.
Nos bañamos... para limpiarnos... dijimos...En cuanto nos quedamos solas, Alicia se acercó y me lo preguntó directamente. ¿Qué tal cacho puta? Ya te oí anoche... ¿te han follado? Dije que no, que por delante no... Alicia lo entendió a la primera... y sonrió... Cerdita... me llamó.
-. Pues a mí sí, dijo riéndose.... si llego a saber que esto es tan “diver” empiezo antes... Oye... De esto ni palabra...
-. Hombre claro, la dije yo. No sé a quién se lo voy a contar.... Me dio un buen azote en el culo... Se volvió y me metió un morreo increíble. Cacho puta.... me dijo tocándome el coño... estoy.... que ardo...
Me quedé de piedra. Era la primera vez que me besaba una tía... y menudo morreo... Debí de poner cara de idiota, y no se me ocurrió otra cosa que decirla que era la segunda o tercera vez que me lo llamaban este fin de semana... ¿Qué te llaman qué?
Pues lo de puta... dije..
Alicia se empezó a reír otra vez
Me voy a probar al “Salchicho”... llévate a los otros... Y... no seas boba... pruébalo... verás qué pasada... Te dejo a los dos para que escojas...
No me dejó volver a abrir la boca... Volvió a morrearme y me lo repitió. Me dijo al oído pellizcándome un pezón: Puta.... Y se fue.
Yo me quedé con los otros dos. A su lado. Disimulamos un poco... Despejando el camino para que Alicia “se camelara” al “Salchicho”. Le guiñé un ojo al otro. No te quedes solo ven...
Alicia se levantó y antes de irse me llamó.
-. Maica... ven... Y delante de ellos me besó. Sí, se abrazó a mí, pecho con pecho, y se movió. Restregó sus tetas con las mías, y también restregó el coñito con el mío. Tenía las manos en las caderas. Me apretó por los glúteos para que los coñitos se restregaran más. Y me separó las nalgas abriéndolas...
-. Déjate follar zorra, me dijo susurrando al oído... No sabes lo que te pierdes... Pasó su mano entre los muslos. Directa a mi entrepierna. Como un escalofrío no, fue más fuerte muchísimo más fuerte... como un calambrazo... Los chicos nos estaban mirando. Y si yo estaba ya caliente... el morbazo fue... todavía más bestia... Y encima que Alicia sacó los dedos de mi coñito y se los lamió...
-. Aquí os la dejo... la tenéis bien caliente y muy pero que muy puta dijo riéndose con picardía.
Les vimos irse. Y nosotros esperamos un poco para ir a la tienda. “De despedida” le dije al mío. No lo cogió. Me hubiera follado.
Yo solo pensaba en el morbo de meterme en la tienda con los dos tíos y sobre todo con la polla que se había follado a Alicia.... No veía llegar el momento. Sí, no paraba de pensar que la polla que tenía en la mano era la que había desvirgado el coñito a mi amiga... y que a lo mejor... Me dio mucho morbo...
Alicia tenía razón estaba caliente y puta no, putísima. No paraba de darlo vueltas... ya me imaginaba con los dos en la tienda... uno comiéndome el coño y el otro metiéndomela en la boca... y que uno se subiría encima de mí y...
El mío dijo que se iba a mear, que enseguida volvía. A lo mejor es que les daba corte hacer lo del trio pensé. Es igual me dije. Adelante. Pues el caso es que nada más entrar en la tienda, “me atacó”.
-. Alicia me ha dicho que eres muy puta...y que la chupas muy bien... toma zorra. Y me la metió en la boca a lo bestia.
La verdad, sí me apetecía lamer la polla del nuevo,... Además el morbo de que había estrenado a Alicia... Pero no me hizo gracia que me tratase así. Y menos que me llamase puta en ese tono. Te has quedado sin mi coñito pensé. Pero nada. Ese me duró dos lametones. Se corrió en mi boca en un pis pas.
Ni adiós. Se salió de la tienda y entró el otro. El mío de ayer. Estaba tumbada y abierta. Con todo el coñito húmedo... Tocándome yo sola... provocándole. Me vio,. Pensé que ya. Que ya me iba a follar. Se la agarré. Estaba muy caliente. Y durísima. Empezó a hacerme deditos... Me miró con cara de salido.
-. Estás mojada...
Yo le cogí la polla otra vez y tiré de él. Se subió arriba, encima de mí, y me la arrimó. Empezó a frotarme la polla en la entrada. Y yo gemía, movía las caderas... Le rodeaba con las piernas... trataba de agarrarle en medio. El muy cabrón me lo estaba haciendo desear. Estaba ya más que preparada.
Por fin la sentí a la entrada.
-. Tengo el capullo apuntando a tu agujero... ¿qué pasa si empujo?
Iba a decirle que adelante... pero... Pero no pasó nada de nada. Alicia llamó a la puerta, bueno no llamó exactamente, abrió la cremallera metió la cabeza y dijo: termina y vámonos. Y ya está. Fin de la historia. Se rompió la burbuja. Ni culito, ni coñito ni nada de nada. Pajilla rápida y listo.
Alicia estaba afuera, vestida y con las bolsas listas. Ya no estaba tan...”sonriente”. No la debió gustar tanto con el otro, porque solo dijo que mucho ruido y pocas nueces... y ni me preguntó nada.
Había habido movida. Mientras me vestía en la tienda el ricitos, el que la había desvirgado el día anterior me lo contó. “Salchicho” no había querido... parece ser que estaba mosqueado porque él no había sido el primero en cepillársela y la dijo algo así como que él no se follaba a putas de segunda mano. Lo que pasó es que como ya se había corrido hacia un rato, no se le puso tiesa y dijo eso. Alicia se cabreó y le debió llamar de todo... El tío se rebotó más aún y cada uno por un lado. Y se terminó todo.
¿Que qué pasó luego con Alicia?
Pues otra movida.... Luci y Marga se lo contaron todo a su hermana, a Carla. Estaba esperándonos en la estación. Menuda bronca. Luci la contó que fuimos a la playa nudista. Y que nos vio de lejos como nos despelotábamos y nos liábamos con unos tíos.
Carla fue directa al grano. “Alicia... no habrás... acuérdate que te casas en septiembre”... Alicia no contestó.
Carla me miró con los ojos abiertos como platos. “Mari Carmen”... solo dijo mi nombre. Yo como que la cosa no iba conmigo.
La bronca fue monumental. Nos puso a las dos de putas para arriba...
Yo de lo que más me acuerdo fue de lo de... ¿y qué va a decir tu novio?. ¡¡¡¡Si!!!!... ¡¡¡Que qué le vas a contar a tu novio cuando se entere!!!
Alicia se limitó a decir que ahí lo tenía, que hubiera sido más espabilado... La hermana se quedó muda. Boquiabierta. Se dio la vuelta y se fue enfadadísima. Nos dejó allí solas con las maletas.
Y luego pues ya sabes el resto. Alicia se casó en Septiembre y yo te conocí a ti en el bautizo...
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