El fin de la noche de Fiesta con Patricia (2)

Despues de hacerle el amor a la amiga de su hermana, el joven impetuoso, hace suya a su hermanita...

El fin de la noche de Fiesta con Patricia

Cuándo el profesor nos sorprendió, la verdad es que nos dio un poco de miedo y vergüenza, tanto para mí, como para Carmen, ahí estábamos los dos, semidesnudos y con Carmen entre mis piernas chupándome la verga, que pasaría, nos reprimiría, le informaría al director del colegio para que nos expulsen, nos chantajearía, ¿Qué?

Pero contrariamente a lo que pensábamos, este simplemente sonrió y dijo:

  • Vamos chicos, ya es hora de ir a casa.

La verdad no esperaba esa reacción, así que después de arreglarnos un poco y, enfrentarnos a las miradas de los curiosos y malpensados (con justa razón) que nos vieron salir del baño, fuimos a nuestra mesa a tomarnos la ultima cerveza.

Al llegar ahí, pude observar algo que aun no lo pueden creer, era mi preciosa hermana, de cabellos de seda, tan negros y dóciles, de sonrisa angelical, de aquellas tremendas tetas, de aquel cuerpo de quinceañera, con el puto y pelado profesor; (rechoncho y viejo) estaban besándose...

Aun no lo digería, como eso era posible...

  • Vamos muchacho, porque te sorprendes tanto, acaso tú y tu novia también no se divertían,

  • Vaya, si que eres rápido hermanito, - dijo mi hermana – y tú polilla – dirigiéndose a su amiga - ¿Qué opinas de mi brother?

  • Es todo un tigre, ... "Mi tigre"

  • Muy bien muchacho, - dijo el profesor – hoy ambos hemos tenido suerte.

  • Maldito bastardo – pensé mientras lo miraba fijamente.

No pude decir nada, pues mi hermana estaba acariciando el pecho de aquel gordo sujeto y eso me puso furioso, ni siquiera quise beber más y, aparte a Carmen de mi lado.

No habían pasado ni 10 minutos cuando el profesor y Patricia mi hermana decidieron marcharse, acto seguido, tanto Carmen como yo los seguimos.

En un primero momento el profesor y mi hermana quisieron dejarnos a Carmen y a mí, en nuestras respectivas casas, mas yo me opuse a ello, alegando que estábamos muy ebrios y no era decoroso que mis padres me vieran así, con ello conseguí seguir a mi hermana y al pervertido profesor.

Llegamos a un hotel, era evidente lo que ahí pasaría, en una habitación estaba mi hermana y el profesor, en otra Carmen y yo.

  • ¿Qué pasa amor?, - dijo Carmen - porque estas tan lejano.

  • No me pasa nada, déjame dormir.

Al no conseguir reacción en mí, Carmen muy molesta abandono el cuarto, dejándome solo con mis pensamientos.

Habían pasado algunos minutos, solo en mi cuarto la curiosidad de ver que es lo que pasaba con mi hermana me gano, y fui a espiarlos.

Cuando llegue, mis ojos casi caen de mi rostro, el maldito Melitón estaba besando la vagina de mí adorada hermanita, pero lo peor no era eso... tumbada en la cama estaba mi amor de siempre "Carmen", mamándole el nabo al maldito vejete... ¡NOOOOOOOOOOOOOOOO!

Como era posible dicho acto, ese hombre tiene la edad para ser nuestro padre; una y otra vez Carmen le pasaba la lengua por su verga (que a pesar de la edad se mantenía en buen estado, hay que decir la verdad); el viejo depravado hizo que mi hermanita adorada se tumbara sobre la cama, y en conjunto con mi adorada Carmen, empezara a chuparcela por ambos lados del pene.

La mamada que le estaban haciendo era sublime, con tan solo mirarlas mi erección era gigantesca, y al ser tan abultado el bulto entre mis piernas, empuje inconscientemente la puerta e inmediatamente me hice visible.

  • Vaya muchacho, veo que nos acompañaras, - dijo el excitado gordo – que bien.

  • Yo, yo... – no sabia que decir, mas mi indecisión duro poco, pues Carmen me jalaba del pene, como si de mi mano se tratara, me puso al borde de la cama y mientras me sacaba la poca ropa que llevaba puesta, me succionaba el pene.

  • Vaya hermanito, mira que cosita tienes entre las piernas – dijo mi hermana maliciosamente.

De un momento a otro nos hallábamos los cuatro en la cama; mi hermana aun pasando su lengua al falo del gordo, mientras Carmen sacándose mi instrumento de su boca, fue a sentarse sobre mí, mandándose una cabalgata única, mientras mis manos apresaban sus senos; llego un momento que el gordo sujeto copio mi postura y le ordeno a mi hermana que lo cabalgara, ella muy sumisa lo hizo, y cuando bajaba lentamente por el tallo del gordo, mi ira se transformo en lujuria, que no hubiera dado por ser yo quien tuviera ese pene...

Así las dos mujeres saltaban sobre nuestras herramientas del amor, y aquí un buen dato, si bien es cierto mi adorada Carmen era una de las mujeres con mayores nalgas que yo haya cogido, mi hermana en cambio era la mujer más tetona que yo halla visto, sus tetas bailaban y rebozaban las manos del profesor que inútilmente trataba de atraparlas, no pudiendo resistir mas, una de mis manos dejo de acariciar a Carmen y fue a depositarse en el seno de mi hermanita mayor.

  • ¿Qué haces?, ¿Estas loco Román?, soy tu hermana

No espere esta respuesta, y muy avergonzado deje de moverme.

  • Vamos Patricia, - dijo el profesor moviéndose aun como un orate - no tiene nada de malo que tu hermano te toque, él te desea, acaso no lo puedes entender.

  • Disculpe profesor, no quise molestarlo, - dijo mi hermana sumisamente, cosa que me extraño, dado el carácter agresivo de mi hermana – vamos hermanito, gocemos un rato.

Desmontándose del profesor, hizo salir a Carmen, y mientras me lamía el tallo, me masturbaba, y con total admiración, dijo al tener mi aparata de 17 centímetros

  • ¡Hermanito! Esta cosa tan gruesa va a entra en mi cuevita, ¡Es enorme!

  • Patricia, cuanto te deseo, lo he hecho desde siempre, déjame besar tus otros labios,

Y lentamente fui introduciendo mi dedo en su rosita hasta que localicé su clítoris, lo tenía muy duro y era bastante grande, mientras ella daba besitos a la cabeza de mi verga, nos montamos una 69 espectacular, ella chupaba a mas no poder mi falo, y yo besaba con infinita pasión su rosita, chupándole hasta el alma. Mi hermanita era divina, intento tragar todo mi pene, incluyendo a los huevos, empezó a chupar de ella como si jamás hubiera chupado una, le aparte la cabeza muy a tiempo, pues sentía venirme, y era muy pronto para ello, pero no pude contenerme a tiempo, de pronto comenzaron a salir verdaderos torrentes de leche a una presión inusitada, ella con sus manos conseguía que saliera mas y más, tragando para esto mucho semen.

La noche era mágica, como dice la canción, y no quería que ello acabara ahí, hice un gran esfuerzo, y empalme mi verga nuevamente; no me importo para nada que el viejo se estuviera culeando a Carmen, si yo tenia a mí hermana Patricia; con un movimiento de caderas, me fui a meter en el medio de las piernas de Patricia, lentamente fui penetrándola, ella se relajo y yo comencé a bombear muy despacito, para luego acelerar mi ritmo; tenia un cuerpo fantástico, como ya he dicho, era un poco mas alta que yo, pero en esa posición la diferencia no se notaba en lo absoluto, mientras le seguía dando por su rosita, no podía dejar de ver, lamer y morder sus enormes tetas, eran una obra de arte, tan redonditas, sus pezones estaban totalmente erectos, preciosos, eran de aquellos que tu puedes chupar y chupar sin parar jamás, su cinturita de avispa y su culo, si bien es cierto no tan grande como el de Carmen, no por ello menos impresionante, no aguante mas, hice girar a mi hermana y la puse en la pose en la que la alucine tantas veces, en la del perrito, chupandole el ano, direccioné mi pene a su cuevita y se lo hundí de golpe, ella emitió un grito de dolor, pero a la vez me pedía que continuara, pues mi pene estaba a la mitad, pues había algo así como un tope, realice un movimiento de retroceso, para volvérselo a meter, pero ella adivinando mis intenciones, dio un formidable golpe hacia arriba con su culo lanzando un grito al mismo tiempo, - ¡¡DESGARRAME EL POTO, HERMANO!!, es ahí cuando mi verga entró en su interior hasta el fondo, le caían algunas lagrimas, pues era al igual que Carmen virgen por el culo y, el daño que le hice fue terrible, pero ya no podía parar, así que comencé a menear suavemente mi pene dentro de su culito, esto la excito de sobre manera y nuevamente teníamos la piel erizada, le golpeaba las nalgas con mis huevos, mientras besaba su cuello y sus maravillosos muslos, introduje dos dedos en el interior de su vagina para que disfrutara mas, luego de darle por el culo por mas de 10 minutos, le saque el aparato y en su vagina, se lo introduje casi totalmente.

Eso era la gloria, era mi hermana y eso era la locura, de pronto Carmen empezó a besarme, sentí sus tetitas como recorrían mi espalda.

  • Cariño, - me decía mi hermana – dame mas duro, eh iniciamos un saca y mete desenfrenado; rotándose, cruzó sus piernas sobre mi espalda, mi pene entro nuevamente hasta lo mas profundo, pero esta vez, Carmen se nos uniría, ella me pidió cambiar de posición, se puso sobre mí, me introdujo un pezón en la boca e incrusto su coño en mi verga, comenzó a subir y a bajar muy despacio, empezó a gemir, aceleró sus movimientos, empezó a subir y bajar de una forma desenfrenada y de pronto dio un grito... El orgasmo fue de los que hacen historia. Yo estaba a punto de correrme y mi hermana bastante amorosa, cogió mi pene entre sus enormes tetas e hizo que me corriera en ellas, mientras me aprisionaba el miembro con sus senos, para tomarse al final, toda mi leche.

  • Ha sido maravilloso hermanita, - dije, mientras besaba en la boca a Patricia.

  • Si bebe, ha sido hermoso.

Me encantaría decir que la noche acabo allí y que todo fue felicidad, pero esto no seria verdad, en el momento menos esperado el maldito profesor se coloco detrás de mí y diciéndome: - ¡Hoy día tengo ganas de cacharme un culito virgen!, me metió todo su falo en mi pequeño y hasta ese momento virgen ano, el muy desgraciado con una mano sujetaba mi cadera para que yo no logre zafarme.

La noche acabo, y como resultado quedo:

Desvirgue a Carmen, la cual paso a ser mí enamorada oficial (pues vote a la flacucha de Paola mi ex.) para envidia de todos mis amigos y conocidos.

Desvirgue por el culo a mi hermana Patricia, la cual es mi mujer en las noches en que nuestros padres salen y nos quedamos solos en casa, si vieran las orgías que nos montamos con Carmen, es para hacer un video súper XXX.

Me dieron por el culo, si lo admito, hasta ahora sigo siendo el culo preferido del profesor Melitón, que se hace, pues si decido ya no dejarme penetrar, pues el se lo dice a mi hermana y ella (que aunque no me lo crean) que esta enamorada de él, pues no me deja metercela; bueno, no todo en esta vida es rosa y perfume, todo tiene un precio; pero la verdad que hacerle el amor a mi hermana y a Carmen, puedo soportar un poco de culeada, pues yo también se la meto a mi profesor.

  1. Y finalmente, soy un hombre nuevo, no tengo tantos complejos como antes, aunque me estoy volviendo medio pervertido, pues no dejo de alucinarme a mi hermanita de 11 añitos; menos mal que mi madre es gordita y fea, porque sino... quien sabe.

Bueno chicos, me despido de ustedes, espero no haberlos cansado, bye.

AUTOR

: Almas en Silencio

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