El Film
Yamira Malob quería ser actriz. No tenía definido el género que le gustaba interpretar ya que no tenía experiencia ni había estudiado arte dramático ni cosa parecida. Buscaba una oportunidad de probar sus dotes.
El Film
Introducción:
Yamira Malob quería ser actriz. No tenía definido el género que le gustaba interpretar ya que no tenía experiencia ni había estudiado arte dramático ni cosa parecida. Buscaba una oportunidad de probar sus dotes.
Historia
Por el texto del aviso, aparecido en el diario "El País Federativo" no quedaban dudas de lo que los productores cinematográficos requerían. Se iniciaba un "casting"
"Se buscan mujeres entre 20 y 35 años, entrenadas como esclavas para film sadomasoquista. Se tratarán de filmaciones reales, sin trucos ni efectos especiales. Las interesadas presentarse el lunes de 8 a 16 en la calle Mercedes 166 de la ciudad de Miraflores".
A partir de las 8 de la mañana comenzaron a llegar las jóvenes postulantes. Mariana, la encargada de recibirlas, las hacía pasar a un vestuario en el cual debía quitarse toda la ropa. Luego pasaban a la Sala de Preparación. Allí Leticia les ataba las muñecas con una cuerda a la cual fijaba un rueda. Esta rueda era colocada en un riel con lo cual la postulante, sostenida de sus brazos y sin apoyar los pies, podía ser desplazada fácilmente como las reses vacunas en los frigoríficos.
Con un marcador se le escribía en el vientre la hora en que comenzaba su prueba. Así era desplazada a la Sala de Espera en la cual aguardaban, suspendidas de sus brazos, de la misma manera en que habían arribado antes. Cada veinte minutos ingresaba una joven a dicha Sala.
La que no podía resistir la espera, simplemente pedía que la bajaran y se retiraba sin posibilidades de participar en el film. Mientras permanecían en la Sala de Espera, Luis, el asistente del productor, procedía a tomar las medidas de la mujer y confeccionar su ficha personal. Aparte de la tradicional medido del busto, Luis disponía de unos recipientes en forma de tulipa que calzaba en cada teta. Así había recipientes de 400 mililitros, 450, 500, etc. Era una manera de medir el tamaño del seno.
La espera se prolongaba por dos horas. Había siempre entre cinco y seis mujeres colgadas que eran desplazadas en la fila colocándole un dedo en la vagina y tirando hasta alcanzar la ubicación deseada. Luis, en la confección de la ficha, anotaba también señas particulares como marcas producto de los castigos recibidos, anillas o perforaciones, etc.
Pasado el período de las dos horas eran trasladadas, a través del riel, a la Sala de Examinación en la cual el productor y el director de las futuras películas, Gustavo y Javier, hacían algunas preguntas y una prueba.
Se les preguntaba respecto de sus antecedentes y entrenamiento como esclavas, cuántos y quiénes eran las personas a las que debieron servir, sus experiencias sexuales, participación en otros films, etc.
Luego seguía la prueba propiamente dicha. Algunas eran azotadas, otras debían soportar que le clavaran agujas en distintas partes de sus cuerpos o que le introdujeran distintos objetos en sus agujeros. Toda esta prueba era filmada para luego elegir la de mejor comportamiento.
Entre las aspirantes estaba Yamira Malob, joven de 23 años y muy buena figura. Cuando llegó el momento del interrogatorio confesó que no tenía ninguna experiencia previa. Solamente había cogido con tres o cuatro jóvenes de su edad, pero nada más. Incluso ni siquiera había hecho una mamada y mucho menos haberla recibido por el culo.
-Buscamos esclavas con experiencia. No creo que puedas resistir las distintas escenas que tenemos pensado desarrollar en el video.-
-Puede estar seguro que resistiré cualquier cosa. Quiero ser actriz porno y estoy dispuesta a ser castigada. No me asusto fácilmente de las cosas. En el hipotético caso en que no pueda resistir, se lo haré saber, pero tiene mi cuerpo a su disposición. Proceda.-
Para probar su resistencia le aplicaron unos cuantos azotes en el culo y las tetas. En vista que soportaba el castigo sin quejarse decidieron clavarle algunas agujas en los pezones. Lo soportó bien. En vista de ello usaron algunos alfileres para clavarle en los pezones. Clavarle en las tetas estos alfileres resultaba mucho más doloroso, pero a pesar de algunos gestos en su cara, Yamira prefirió continuar.
Gustavo: Podemos hacer una prueba. Esta esclavita tiene un buen cuerpo y parece que resiste. ¿Qué te parece si reeditamos la filmación de "El Electricista"?.
Javier: No es mala idea. Tenemos todos los elementos como para volver a filmar El Electricista a costo muy bajo. Mientras terminamos de entrevistar a las otras esclavas la tendremos amordazada y atada a esa cruz de San Andrés. Si te parece podemos darle algunos azotes en el vientre.
G: Me parece bien. Colócale además algunas pinzas cocodrilo en las aletas de la nariz.
Yamira fue bajada del riel del cual pendía y luego de ser sellada su boca con una gruesa cinta adhesiva fue atada a la cruz. Además de sus muñecas y tobillos, una cuerda muy tensa ajustaba su cintura contra la cruz. Con una vara le dieron diez azoten en el vientre y le colocaron un par de cocodrilos en la nariz. Terminado este trámite hicieron pasar a la siguiente postulante, que luego del acostumbrado interrogatorio recibió un castigo de prueba.
Así permaneció la joven hasta bien entrada la tarde cuando se concluyó con la última de las mujeres que se habían presentado. Antes de desatarla le aplicaron unos azotes adicionales en el vientre.
Una vez desatada y quitada la cinta de su boca, Javier le indicó que regresara el lunes para una filmación de prueba.
J: Debes venir preparada para sufrir. Ser la protagonista de El Electricista no es sencillo.
Y: Ya le he dicho, resistiré cualquier castigo. Quiero ser una estrella del cine sado.
Yamira se retiró del estudio. Los últimos latigazos en el vientre habían sido muy fuertes y mientras regresaba a su casa se frotaba en busca de alivio. De pronto notó que había humedecido la bombacha. Casi sin notarlo se había excitado con la posibilidad de actuar en una película y el flujo de su vagina había corrido fuera de la vulva.
Tomó un taxi y con disimulo se metió la mano debajo de las bragas para masturbarse. El tránsito era endemoniado y el conductor no advirtió lo que ocurría en el asiento trasero.
Primer día de filmación:
El lunes siguiente Yamira se presentó en el estudio de filmación. Aunque no le habían dicho nada de cómo presentarse, se depiló cuidadosamente no dejando ni sombra de vello en el pubis o rodeando la concha. Imaginó, con buen criterio, que los posibles compradores del film querrín no solamente verla sometida a tormentos sino también exhibiendo su cuerpo y sus partes íntimas. Sus ropas eran sencillas y fáciles de quitar. No llevaba sostén.
La recibió Javier que de inmediato le indicó dirigirse al camarín 4 que allí la maquillarían. Una asistente le ayudó a quitarse la ropa. Iba a depilarla pero observó que el trabajo estaba hecho. De dio una enema para asegurarse desocupar el intestino y luego de un baño la acompañó al decorado donde se desarrollaría la escena.
Allí había un sillón ginecológico con abundantes soportes para fijar cualquier parte del cuerpo femenino.
Javier: La primera escena es que eres llevada, esposada y con los ojos vendados, a la Sala de Pruebas del Electricista. Tú te resistes a ser conducida allí pero finalmente te ubica en el sillón y luego de quitarte las esposas te amarra con las piernas levantadas mostrando claramente tu sexo y el ano.
Una vez inmovilizada allí, él comenzará con las pruebas de sus nuevos equipos tortura. Su especialidad son los eléctricos. Debes dar rienda suelta a tu llanto y tus gemidos que serán verdaderos. No te hará falta fingir. ¿Estás dispuesta a continuar?
Yamira. Sí señor. Adelante.
Jaime, que oficiaría de electricista torturador, tomó a Yamira de un brazo y la condujo al sillón dónde comenzó a amarrarla . Yamira hacía inútiles esfuerzos por liberarse, sin conseguirlo, por supuesto. Una vez inmovilizada en el sillón, Jaime observó con detenimiento la concha abierta de su esclava.
-Hermosa raja para castigar. Veremos el efecto de esta nueva picana que he inventado. Tienes el privilegio de ser la primera a quién torturo con este nuevo aparato. Según me han dicho debo ser duro contigo. Ese coño húmedo conducirá muy bien la corriente.-
-¡Señor, no me torture en mi conchita! ¡Tenga piedad de mí!-
Jaime hizo caso omiso al requerimiento y fue en busca de los electrodos. Los lubricó y comenzó a introducir el de mayor diámetro en la vagina. Yamira soportaba sin quejarse. Luego acercó el otro al ano y comenzó a introducirlo.
A pesar que su diámetro era mucho menor que el anterior, le produjo bastante dolor a la joven. Nunca había entrado objeto alguno por ese agujero. Algunas lágrimas comenzaron a deslizarse por su mejilla. La cámara se acercó para captar los gestos de dolor.
Jaime continuó conectando los cables. Uno de los terminales iba al electrodo del culo y el otro a la concha. Mientras tanto Yamira hacía vanos esfuerzos por expulsar los cilindros que tenía en sus intimidades. Una vez todo dispuesto comenzó la sesión la sesión de tortura eléctrica.
Las descargas eran por una fracción de segundo, pero a Yamira le parecían una eternidad. Nunca hubiera imaginado que recibiría semejante castigo para poder ser la actriz de un film, pero Javier había insistido en que quería que sus videos fueran reales y las pruebas debían ser de esa manera.
Por su parte Jaime comenzaba a disfrutar viendo a Yamira gimiendo verdaderamente y no fingiendo como otras veces había sucedido. Las descargas comenzaron a ser más largas y más frecuentes. La protagonista gemía con verdadera desesperación.
A continuación el "el electricista" retiró el electrodo del culo de Yamira dejando el ubicado en su vagina. Fue en busca de otro modelo de picana. Éste debía conectarse un terminal en la vagina o cualquier otro lugar del cuerpo femenino que hiciera un buen contacto y el otro a una varilla que se remataba con una esfera de 2 centímetros de diámetro.
Jaime hizo las conexiones, movió las perillas y se dispuso a comenzar. El primer lugar al que acercó la esfera fue el ombligo de Yamira. Apenas lo apoyó un grito llenó el estudio. El argumento del video indicaba que debía continuar torturando a la joven con esta nueva picana haciendo caso omiso a sus gemidos, gritos y súplicas. La infernal esfera visitó sucesivamente las tetas, en especial los pezones, las axilas el vientre, los muslos, etc., para terminar por un largo tiempo en la vulva y el clítoris, mientras el otro electrodo estaba profundamente metido en la vagina.
Como algunas tomas no habían salido tal como Javier deseaba, debían repetirse, para desesperación de la joven. Así recibió nuevamente descargas aunque en esta segunda oportunidad además del electrodo en la vagina con las descargas como la primera vez, luego le fue cambiado a contactos en los pezones que se hicieron con pinzas cocodrilo clavándose en cada botoncito de las tetas.
Yamira estaba completamente descontrolada. Gritaba, insultaba, gemía. Por su parte Javier estaba eufórico por esta nueva versión de "El Electricista". Todo aparecía muy real. Así terminó el primer día de filmación. Dejaron a Yamira amarrada por media hora hasta que se calmara. Luego la desataron y la actriz se vistió.
A pesar de que estaba mucho más calma, todavía sentía la impotencia de ser castigada mientras estaba atada. Era cierto que ella lo había elegido, pero la tortura había sido como para no olvidarse fácilmente.
Javier: ¿Qué te ha parecido este primer día de filmación?. ¿Es lo que esperabas?.
Yamira. Me han torturado sin piedad. No me dijeron que me tratarían así.
Javier: Sin embargo quedó claro que buscábamos una esclava. Incluso mientras esperabas que te tomáramos la prueba debiste permanecer colgada de tus muñecas. ¿Lo recuerdas? Y luego recibistes algunos azotes mientras permanecías atada a la cruz de San Andrés.
Yamira. Claro que lo recuerdo. Pero ahora me aplicaron descargas eléctricas en las partes más sensibles de mi cuerpo. La concha me ha quedado irritada, como quemada por dentro.
Javier: Mi querida Yamira. ¿Quieres o no ser actriz porno sado? Dímelo porque así no perdemos tiempo.
Yamira: Está bien señor director. Quiero ser actriz y estoy dispuesta a que me torturen.
Javier: En ese caso te esperamos mañana para otras tomas de tus castigos. Serán similares a los de hoy. Recuerda que quién te ha secuestrado es un aficionado a la electrónica que ha concebido los más escalofriantes aparatos para torturar mujeres y los está probando contigo.
Yamira: De acuerdo. Mañana estaré aquí temprano.
Una vez que Yamira se hubo retirado Javier y Gustavo comentaron el comportamiento de la joven.
Javier: Me parece que será una gran actriz. Habrás visto que no eché mano de ninguna argucia para que pareciera que sufría. Ella sufría el castigo de verdad y lo soportó muy bien.
Gustavo: Es cierto. Jaime no escatimó en aplicarle la picana en sus partes más sensibles.
Jaime. Sí y le metí bastante corriente. Te digo que a pesar que ya estoy acostumbrado a este trabajo, me calenté viendo a esta puta como gemía. Me daban ganas de continuar, para luego cogérmela.
Javier. Mañana puedes continuar. No escatimes en nada. Quiero ver hasta dónde aguanta. Quizás también podamos filmar una violación y así puedes cogértela ¿Qué le toca representar mañana?.
Jaime. Mañana es atada a un potro y luego de tensar bien las cuerdas, se le conectan senda pinzas en los pezones y comienza el baile.
Javier: ¿No le toca nada en la concha?.
Jaime: Sí, pero más tarde. Luego de retirarle las pinzas de los pezones, se le clavan agujas bien profundas en las tetas. Todas las agujas de una teta se unen por un pequeño alambre y se conecta a un terminal del generador. Lo mismo se repite con la otra teta. Luego de hacerle bailar los senos con una buenas descargas, se le colocan las primeras pinzas en los labios exteriores de la vulva y otra vez descargas. Luego vienen las descargas más fuertes entre sus muñecas, amarradas con grilletes metálicos y sus tobillos también con grilletes metálicos. Te aseguro Javier que mañana será bastante divertido.
Segundo día de filmación:
A día siguiente Yamira llegó temprano al estudio. Fue a su camarino y se desnudó completamente, dirigiéndose luego a la sala de filmación. Estaban terminando de preparar el escenario.
Jaime: Hoy Yamira te voy a torturar en los pezones, las tetas y en la concha. Javier me pidió que fuera más cruel contigo, por lo que tendré que aumentar la corriente. Recuerda que puedes gritar todo lo que quieras. Quizás al final filmemos una escena de violación. Quizás podría ser penetración vaginal y anal.
Yamira: ¿Más corriente que ayer? Y luego violación, para colmo anal. No sé si lo podré resistir.
Jaime: Las esclavas secuestradas para estas pruebas resisten todo lo que su amo quiera hacerles. Ese es tu papel. Recuerda que te he secuestrado para probar mis equipos y tú debes aceptar todo lo que te hago. Ese es el argumento de esta película. Hemos agregado la violación para darle más fuerza al argumento.
Yamira: ¿Me van coger de verdad?¿Me la van a meter por el culo también?
Jaime: Sí, aquí todo lo hacemos sin utilería. Va todo de verdad.
Yamira: Comencemos ya. ¿Hoy estaré en el potro?
Jaime: Así es. Ya comenzamos a filmar.
Ante la resistencia de Yamira, el electricista lleva a su víctima al potro. Le asegura las extremidades con grilletes y comienza a girar la rueda para estirar los brazos y las piernas de Yamira. Ésta grita y se resiste inútilmente. Una vez acomodada en el aparato, le coloca las pinzas en los pezones, los cables al aparato y comienza la tortura.
Yamira gime y grita de verdad. Siente como si los pezones le quemaran. Mientras tanto Jaime aumenta un poco más corriente. Las tetas, pero en especial los pezones, se ponen de un color rojo intenso. Luego es el turno de las agujas y más tarde de los labios de la vulva. Otra vez sollozos, gemido y los labios que se tornan de un rojo intenso. Ahora es el turno de los grilletes de las muñecas y los tobillos. Varias tomas deben repetirse para desconsuelo de la actriz.
Mientras están en esta toma, Yamira pierde el control de su vejiga y se orina. Esta situación, provocada por la gran descarga que Jaime le aplica, entusiasma aun más a Javier. Esta nueva versión de "El Electricista "
Será un éxito. Luego de algunas tomas más dan por finalizada la tarea con electricidad y comenzará la escena de violación.
Luego de quitarle las agujas y las pinzas y aún sobre el potro, Javier se monta encima de la mesa. Se baja los pantalones. Una verga de buen tamaña, dura y erguida se presenta ante los ojos de Yamira. Casi de inmediato siente cómo su vagina se humedece. Javier se pone encima de la mujer y la penetra.
La joven siente el miembro que se desplaza adentro y afuera de su interior y cada vez más flujo bañan las paredes de su vagina. A pesar de todo lo sufrido, siente que muy pronto va a correrse, cosa que ocurre muy poco después. Javier también se corre pero se queda encima de Yamira unos minutos. Esto era algo fuera del argumento, pero había sido buena idea incluirlo. Luego se retiró de la posición en que estaba y procedió a aflojar las ligaduras que retenían a Yamira amarrada.
Ahora sería el turne de metérsela por el culo. Buscó entonces un caballete y acomodó a la esclava de manera que su culo quedara expuesto y ella completamente inmovilizada. Separó los glúteos y con una pequeña jeringa le humedeció la entrada con vaselina. Acercó la glande para penetrarla.
Yamira no había experimentado previamente la cogida anal. Estaba un poco temerosa del dolor que le podía provocar la penetración y sin que fuera advertida, Javier empuja metiendo su la glande completamente adentro. La joven da un grito de dolor y sorpresa, pero en una segunda arremetida la calza completamente adentro.
Comienza a bombear desconociendo las lágrimas, los ruegos y gemidos de Yamira. Siguió hasta correrse entro del culo. Luego retiró la verga y aguardó unos minutos antes de desatar a Yamira.
Javier: Te has portado bastante bien. Mañana serán las últimas tomas de la película. Corresponde torturarte en el agujero del culo y en la concha con mayor intensidad sin dejar de considerar otras partes de tu cuerpo.. Es la parte más difícil de la película.
Yamira ¿Más difícil de la película? ¿Eso quiere decir que me torturarán con más crueldad todavía?.
Javier: Efectivamente. Debes venir preparada para filmar las escenas más cruentas de la película y ya sabes que quiero realismo. Nada que los actores finjan. El aparato que mañana usará Jaime es realmente el más efectivo que conozco. Es posible que otra vez te veamos mearte mientras te torturan.
Yamira se retiró un poco preocupada. Antes de vestirse observó algunas marcas sobre su piel, en especial sobre sus tetas y la areola, partes fundamentales de su cuerpo ya que eran las generalmente expuestas en tomas fotográficas o de filmaciones. Esperaba que esas marcas no demoraran mucho tiempo en borrarse. Aguardó con ansiedad el día siguiente que sería el último de filmación. Esperaba no tener que repetir escenas. Quiso estar bien descansada ya que ese día sería decisivo para su carrera artística.
Tercer día de filmación:
La mañana siguiente llegó muy temprano al estudio y se dirigió, antes de desnudarse, a la sala de filmación. Allí estaban acondicionando un caballete al cual, según le informaron, sería amarrada. Se dirigió a su camarino para quitarse la ropa.
Las escenas comenzaban con Jaime arrastrando a Yamira hasta ubicarla sobre el caballete. La joven quedaría con su cintura doblada sobre el travesaño y sus tobillos y muñecas firmemente atadas a las patas del caballete. Como en otras tomas, no estaría amordazada para poder gemir libremente.
El paso siguiente era lubricarle la entrada del culo para introducir un cilindro metálico de regulares dimensiones con dos partes aisladas ente sí. La punta del cilindro estaría conectada a uno de los polos del generador y la parte más somera al otro polo. Una vez todo dispuesto accionó la llave que permitía el paso de la corriente.
A diferencia de la primera vez que recibió descargas en el culo, éstas eran más intensas, más prolongadas y dentro mismo del recto. Mientras tanto Javier exploraba con el pulgar la vagina de Yamira. El castigo que estaba recibiendo era casi imposible de soportar para ella y a pesar de sus ruegos Jaime continuaba aumentando por momentos la corriente.
Cuando consideró que era suficiente lo aplicado en el culo, buscó otro cilindro similar al anterior pero de mayor diámetro. Conectó ambos polos a los terminales y comenzaron las descargas en la vagina. Yamira se agitaba con desesperación en el caballete. La pequeña libertad de movimiento y las bruscas sacudidas de la joven hacía que sus tetas bailaran libremente.
Al observar estos balanceos de los pezones Jaime imaginó tomarle nuevamente con pinzas cocodrilo esas rojas puntas y también someterlas a descargas eléctricas, que serían mucho más intensas que las aplicadas el primer día.
Faltaban todavía otras descargas más en la vagina. El electricista la desató del caballete para colgarla de uno de sus tobillos, con los brazos bien amarrados en la espalda y su pierna libre doblada e inmovilizada por una correa. Yamira ya gemía antes de comenzar la verdadera tortura.
Por la posición en que estaba, su sexo estaba abierto preparado para recibir distintos objetos. Javier introdujo un cilindro metálico en la vagina. El otro polo del aparato estaba conectado a una pequeña placa metálica que fijó en el vientre de la joven. Jaime giró a la joven de manera que quedara frente a cámara que tomaría las escenas. Su cara era la expresión misma del dolor, aun antes de comenzar. Indicó al camarógrafo que no perdiera esas expresiones. Ya comenzaría.
Javier conectó el aparato y la primera descarga . Yamira además de dar un grito hizo un brusco movimiento y su cuerpo quedó balanceándose en el aire. Javier acercó la placa al culo de Yamira. Cuando en su balanceo tocó la placa fue otro grito y otro respingo. Se balanceaba más fuertemente. Los pocos asistentes a filmación estaban subyugados por lo que veían. Esta era la primera vez que asistían a una filmación con castigos reales, sin ficciones.
Acompañando el balanceo, Javier tocaba con la placa distintas partes del sometido cuerpo. Los destinos eran las tetas, el culo, el vientre, las pantorrillas. Los muslos, la planta de los pies. Así las descargas iban desde las partes mencionadas a su vagina donde tenía insertado el cilindro. Una de las descargas, al apoyarse la placa en el culo fue intensa y prolongada. Nuevamente Yamira no pudo contener la orina que se deslizó por la parte delantera de su cuerpo, mojando su cara y su pelo para luego gotear en el piso.
Ahora lloraba de amargura por verse sometida a semejante vejamen. Si bien había sufrido con las descargas, este baño en su propio pis rebasaba el límite de lo soportable. Por su parte Javier consideraba que estaba filmando una de las mejores películas del género, mientras Yamira continuaba balanceándose.
Sobrevino luego una escena que Jaime quiso improvisar. Se trataba de clavar una aguja en el ombligo y provocar las descargas entre el nudito del vientre y la concha. Primero fue el grito al sentir el pinchazo y luego los gemidos por el paso de la corriente.
Aparte de todas las descargas recibidas, la incómoda posición en que se encontraba atada y suspendida de su tobillo y la mojadura de su pelo con orina hacía que la actriz llegara al límite de sus fuerzas. Afortunadamente terminaba la filmación ese día y también llegaba a su fin la película.
Luego de ducharse y vestirse, Yamira se dirigió al despacho de Javier. Allí estaba también Gustavo.
Javier: Yamira, debo reconocer que lo has hecho muy bien. A pesar de tu inexperiencia en este tipo de películas has resistido bien y se ha visto muy real.
Yamira: He llegado mucho más lejos de lo que me proponía. He sufrido mucho. No estoy segura de continuar en este trabajo.
Gustavo: Sería una lástima. Puedes ganar mucho dinero. Justamente aquí tengo el cheque de cinco mil dólares por tu actuación estos tres días.
Y: ¡Cinco mil por tres días! Por ese precio estoy dispuesta a continuar filmando, aunque me torturen como lo hicieron esta vez.
G: Ahora estábamos pensando con Javier una película en la cual varios hombres luego de raptarte, te violan por adelante y en el culo y debes luego lamer sus miembros hasta que nuevamente estén en condiciones de empalarte. ¿Qué te parece?
Y: Nunca la he recibido por el culo hasta ayer que me la metió Javier, como tampoco me la han puesto en la boca, pero será cuestión de probar. Supongo que me penetren por el culo será bastante doloroso, sobre todo sin son varias las vergas que entrarán.
J: Un poco. Depende de cada una. Te diré que algunas de las actrices, que además trabajan de putas, la reciben con frecuencia por atrás, en especial porque ellas lo piden. Parece que una vez que te acostumbras, la puedes recibir sin problemas.
Y: ¿y eso de ponérsela en la boca?
G: Seguramente alguno no podrá contenerse y acabará en tu boca. Pero por ahora no será necesario que tragues el semen. Lo dejas escurrir por fuera para que moje tus labios, la barbilla, etc.
Y: y cómo sigue el argumento.
J: Los hombres, luego de violarte reiteradamente se disponen a torturarte. Para ello me han pedido una serie de equipos nuevos que usarán sobre ti. Yo estimo que la filmación durará una semana
Y: ¿Una semana torturándome? Veo que es bastante humillante y luego muy doloroso. Pero en fin, ¿Ustedes creen que lo podré resistir?
J: Estoy seguro de eso. Te diré que eres una esclava y puta como pocas veces vi y me tocó filmar. Además tienes una muy linda concha para cogerte.
Y: Bien. ¿Cuándo comenzamos?
J: Estimo que en una semana. Ya te llamaremos.
Y: De acuerdo. Espero el llamado de Uds. Espero reponerme para soportar los castigos que me tienen preparados. ¿Alguna cosa en especial con mis agujeros?
J: Ninguna. Todo lo que haga falta te lo haremos aquí.
Y: Bien, espero el llamado de ustedes.
FIN