El festival
Os cuento la historia de cómo conocí a Néstor un ía lluvioso y cómo pasó a ser uno de los mejores amantes que he tenido. Un fin de semana entre amigos, alcohol y fiesta pueden surgir sentimientos y deseos ocultos. Os dejo la primera parte. Disfrutadlo
Era noviembre y acababa de salir de la academia. Llovía demasiado y la parada del autobús quedaba lejos así que fui con Maxi, Héctor y unas amigas al metro que estaba enfrente de la academia.
Al despedirme de ellos cuando llegué a mi parada, me senté en un banco que estaba bajo un techito para esperar que parara de llover y aproveché para estudiar un poco.
Al rato, se sentó un chico a mi lado, nos miramos y nos saludamos. Se sentó y abrió su móvil. Le miré un poco y me llamó la atención que tenía la camisa mojada y se transparentaba una mancha, como si fuera un tattoo; en ese momento él me mira y aparto la mirada.
Minutos después, él comienza a mirar mi libro, pero no le miro, y sigo estudiando. Yo estaba bastante nervioso, pero no sabía por qué.
Abro mi móvil para mandarle un mensaje de voz a mi amiga sobre una duda que tenía con un reglamento, en ese momento, se gira el chico y me responde a lo que estaba preguntándole a mi amiga.
Le miro con asombro y le digo:
-Muchas gracias, no entendía nada de esto, es bastante complicado. - le respondí con timidez
-No hay de qué, se lo jodido que es estudiar leyes, he pasado por eso. - me dijo él entre risas.
- ¡Ah ¡Qué bien, yo las llevo un poco mal por el lenguaje que emplean, si no fuera por eso, las sabría al dedillo
-Bueno, yo soy abogado, en eso te puedo ayudar un poco, pero tienes hasta que deje de llover- me contesta entre risas.
-Pues que llueva otro rato más- y comienzo a reírme yo también- Por cierto, me llamo Nico
- Ernesto, pero prefiero Néstor. Un placer- mientras, nos damos la mano
Comenzamos a charlar, me cuenta que trabaja cerca de aquí en una empresa como abogado. Le cuento que oposito y vivo aquí.
Cuando nos dimos cuenta había dejado de llover, entonces nos levantamos, nos despedimos y me dice:
-Espera, toma- me extiende la mano y saca una tarjeta- ese es mi número, me has caído bien y me gustaría tomarme una cerveza algún día, además veo que las leyes no son tu fuerte y si necesitas ayuda, escríbeme y concretamos. – Me responde de forma burlona
Yo no supe cómo reaccionar, le di las gracias y guardé su tarjeta. Él se marchó y yo regresé a casa. Mientras hacía mi comida no paraba de darle vueltas a la situación: "¿Le escribo o tiro su tarjeta?".
Entonces mi compañera de piso entra a la cocina y nos quedamos hablando de cómo ha ido el día, le cuento lo que me pasó y me responde:
-Escríbele, no pierdes nada- me responde con seguridad
-Ya, pero me da corte, además dijo que le caí bien, me dio la mano y no vi señales de que le guste.
- Escríbele, si tienes suerte puedes acostarte con él y si no, puedes tener un amigo que te eche una mano con el temario de la oposición... Que falta te hace- contestó
-Vale, pero aun así pienso que no quiere nada.
Agarré la tarjeta y marqué su número, mi sorpresa al ver que no tenía WhatsApp, entonces pensé "me dijo que le escribiera, pero, cómo lo hago..."
Algo se apoderó de mí y le hice una llamada. Me contestó una chica y dije:
-Hola, pregunto por Néstor, ¿es su teléfono?
-Sí, soy su novia, ahora mismo le paso la llamada. - contestó ella. Entonces Néstor se pone al teléfono
-Hola Néstor, soy Nico, el chico que estaba sentado en el banco.
¡Hola! Pensé que no llamarías, ¿te mojaste mucho? - dijo en un tono burlesco
¿Perdón? - contesté sorprendido
-Te preguntaba si te llovió en el camino
-Ah, disculpa, no la verdad, llegué seco -dije entre risas.
-Estupendo, escucha, ¿mañana podemos vernos? Tomamos una cerveza por el centro, ¿Te apetece?
-Sí, perfecto.
-A las 18:00 en la plaza Santo Domingo, conozco un sitio con unas vistas muy bonitas, además conozco al camarero y nos hará un descuento en las copas. ¿Te parece bien?
-Genial, allí te veré.
Pasé toda la noche pensando en Néstor. Qué llevar puesto, qué decir, qué hacer... E incluso pensé en cancelar la cita, pero no puedo rechazar a una persona porque no quiera acostarse conmigo, puede aportar algo más que sexo, quizás una amistad. Además, tenía novia, descartaba el sexo desde el principio.
Al día siguiente me costó concentrarme en mis estudios, tuve que salir a pasear para tranquilizarme y sentarme en un banco y pensar "¿Por qué estoy tan nervioso?" No le encontraba explicación, además, estaba impaciente, eran las 13:00 y deseaba que fueran las 18:00.
Jugué el rato que me quedaba a la consola para distraerme un poco. Me arreglé dos horas antes de quedar con Néstor e incluso llegué media hora antes al lugar.
Cuando fueron las 18:00 apareció Néstor y me dijo:
-Has venido, esperaba que cancelaras a última hora...
- ¿Por qué debería hacerlo? - le pregunté extrañado
-No sé, miedo a quedar con un desconocido, supongo... A mí me ha pasado esta mañana, estuve a punto de llamarte y cancelar, pero dije “venga, parece majo el chaval, no tiene pinta de psicópata”- dijo entre risas.
Yo le seguí la broma, pero en verdad estaba deseando quitarle esa camisa negra con dibujos de florecitas blancas y dejar al descubierto el cuerpo y los brazos musculados que se pegaban a su camisa; por acariciarle la cara y la barba perfilada y cuidada, pasar mis dedos por sus carnosos labios. Mirarle sus ojos verdes oscuros que me hipnotizaban para besarle como si se parase el tiempo, mientras le despeino con mis manos su pelo negro; abrazarle por detrás mientras le desabrochaba los pantalones vaqueros y... Meter la mano en sus calzoncillos para ver el tamaño de su miembro...
-Ey, ¡Nico! Oye, respóndeme- me gritó chasqueándome un dedo.
-Lo siento, me he distraído, estaba pensando en una cosa de la oposición
-Vale, pues luego te echo una mano con eso, te preguntaba si te apetece un café antes o prefieres ir a beber directamente.
Pensé que, si tomábamos un café, no iría a beber con él y, aunque parezca una tontería, quería desinhibirme un poco y quitarme los nervios.
Así pues, fuimos a beber. Me llevó a una terraza de hotel, con unas vistas magníficas de Madrid. Saludó al camarero y nos llevó a una mesa muy bien preparada, tanto, que nos dijo que era un reservado.
Wow, ¿Tantas molestias para alguien que acabas de conocer un día de lluvia? - le dije entre risas.
En verdad, él siempre me da este sitio, somos amigos de la infancia y nos tratamos como hermanos
-Ah, vale, ahora me siento estúpido...
- ¡No te preocupes! - dijo entre risas- sé que parece algo desproporcionado y que quizás te choca viniendo de alguien que acabas de conocer, ¿verdad?
-La verdad es que si, no estoy acostumbrado a este tipo de cosas.
-Pues bien, siempre hay una primera vez- dijo entre risas nuevamente.
Bebimos durante horas, pero no llegamos a emborracharnos, sentimos conexión, hablando de leyes, política, deporte... Pero yo tenía que hacerle la pregunta que me rondaba la cabeza todo el día de ayer...
-Oye, te voy a preguntar algo, pero quiero saber cuánta confianza me das.
-Toda, adelante, sin miedo
-La chica que respondió al teléfono ayer...
-Sí, es mi novia-me interrumpió- vivimos juntos desde hace un par de años.
-Ah, vale...- le respondí, pero él se dio cuenta que no era un simple "vale"
- ¿Pensaste que era gay? - dijo muy serio.
-La verdad es que si, pensé que esto era una cita, pero también pensé la posibilidad de que no lo fuera y conocernos como amigos.
- ¿Y qué piensas ahora?
-Teniendo en cuenta que tienes novia, y no has tenido ningún indicio de querer acercarte, besarme o intentar llevarme a la cama...- dije entre risas- pienso que somos amigos.
-Eso está bien, no quiero malos entendidos. Solo que me pareciste interesante y quisiera ver si tengo un amigo con el que poder salir de copas y tener una charla amena. No tengo muchos amigos aquí, todos te hablan por redes sociales e intentan flirtear contigo y si no les sigues el juego, dejan de escribir o quedar. Pensé que el método tradicional no fallaría, ser atrevido y hablar a un desconocido y si me inspira confianza tener una charla en un bar. Y eso estamos haciendo, creo que, por ahora, todo está bien, ¿estás de acuerdo? -
-Sí, totalmente, hay más cosas en una persona aparte de sus músculos o su polla. También tienen personalidad y sensibilidad
-Nico, me gusta como piensas tío. Una pregunta, ¿tú tienes pareja? Porque podríamos quedar los cuatro y cenar algún día.
-No tengo, lo dejamos hace un tiempo y desde entonces no he buscado el amor, ando de allá para acá. Pero también es cierto que a veces me encuentro un poco solo y me gustaría tener alguien que me abrazara por las noches al dormir... Pero qué remedio, ya me tocará volver a enamorarme- dije mientras me bebía el resto de la copa de un trago.
Néstor me lanza una mirada como si intentara ser condescendiente, pero entonces me dijo:
- ¿Otra copa? Brindemos por algo bueno, como, por ejemplo, "¿Conocernos y ser amigos?"
Brindamos y, en ese momento, nunca pensé que esa frase se hubiera hecho tan real... Pasamos juntos mucho tiempo, muchas fiestas, muchos fines de semana de copas, etc.
La verdad que me gustaba pasar tiempo con él, incluso más de lo que habría llegado a pensar. Un día, vi que se celebraba un festival todo el fin de semana en una playa. Se me ocurrió ir con Néstor, lo hablamos y él accedió, compramos las entradas y reservamos una habitación y transporte al momento.
El viernes antes de salir de viaje quedamos para desayunar. Pasamos el viaje pensando cómo sería ese festival, viendo videos y fantaseando con la gente que podríamos encontrar y se hizo bastante corto. Al llegar, paramos un taxi para que nos llevara al hotel y subimos a la habitación para acomodar las maletas.
-Oye, está genial todo esto, es la primera vez que vengo, espero estar cómodo nunca he venido a algo tan grande.
-Seguro que lo estarás, piensa que vives dentro de una discoteca y esta es la suite privada- le bromeé de risa.
-Sí, la verdad que pensaré eso, lo importante es divertirse. Bueno, hay algo que quiero contarte- me dice con cara muy seria- he venido al festival porque Ana y yo estamos mal, la relación lleva meses sin funcionar y hemos decidido separarnos; yo estoy buscando piso y ella en estos momentos está sacando sus cosas de casa mientras estoy aquí para que no resulte tan doloroso...
-Joder, cuánto lo siento, si hay algo que pueda hacer para animarte, dímelo
-Lo estás haciendo, me has llevado fuera de casa, estoy con un gran amigo de fiesta y el móvil lo tengo que quedar en la habitación porque no quiero que me roben, todo fantástico- me responde entre risas
Bueno, pues cualquier cosa que necesites, si te quieres pirar antes de la fiesta o algo, házmelo saber.
Lo haré Nico, muchas gracias. – dijo mientras me da un abrazo.
Después de recomponerse, nos cambiamos de ropa y nos pusimos en marcha hacia el festival que se celebraba muy cerca de nuestro hotel. Fuimos a la pista central, nos rodeaba mucha gente: chicos sin camiseta, chicas en sujetador, personas muy atractivas y otras menos, pero nos lo pasábamos bien y nos olvidamos de nuestros problemas entre el alcohol y la muchedumbre
En un momento, comienza a sonar " It's raining men ", cuando llega la mitad de la canción, Néstor me rocía su botella de agua en la cabeza, mojando mi camiseta blanca, transparentando parte de mi torso. Le miro al principio enfadado, pero me doy cuenta que se está divirtiendo, me sonríe, me agarra de los hombros y me dice:
-Te veía con bastante calor, además, según la canción... " Está lloviendo, hombre "- comienza a reírse
Acto seguido le vacío la botella en la cabeza lentamente mientras él se queda quieto, y le digo:
-Te veo un poco sofocado a ti también y creo que deberías mejorar tu inglés dicho sea de paso…- mientras le rodeo con mi brazo y me río de él todo empapado
En ese momento su camiseta amarilla comienza a dejar al descubierto la figura de su torso y a marcar los pectorales, no puedo evitar mirarle con deseo, pero el alcohol me impedía pensar con claridad hasta que él me agarra el mentón y me dice:
-No quiero actuar como una chica, pero, mis ojos están aquí, pervertido- comienza a reírse- vamos a por algo de beber anda
Fuimos a por unas botellas de agua y un par de cubatas. Volvemos a la pista y comienza a sonar " One Kiss ", nos miramos y comenzamos a reírnos.
-Que, no pensarás hacer ahora lo que dice la canción- Le bromeo
-Un beso solo no me enamora- dice mientras se acerca a mí
-Cuidado que el fuego quema- le contesto mientras le toco la cara
-Bien, quémame entonces, la pregunta es ¿Vas a ser capaz?
-No seré yo el que lo haga Néstor...- le digo con tono desafiante, mientras nuestras frentes y narices están cada vez más juntas
-Bien, entonces...
Néstor me agarra la cabeza y comienza a besarme, con tanta intensidad que parecía que llevase esperando esto durante mucho tiempo
Cerramos los ojos y el tiempo se paró en seco, las luces del festival nos transportaban a un mundo donde solo estábamos él y yo, conectados por nuestras manos que buscaban nuestra cara, nuestros labios y nuestro cuerpo.
Entonces, metí mis manos debajo de su camiseta y tiré de ella hasta quitársela. Él hizo lo mismo, nos miramos y volvimos a besarnos como si fuera la última noche. Y pude apreciar el tatuaje que tenía en el pecho, un símbolo de infinito con forma de flecha.
Quizás fueron diez o veinte minutos, pero parecieron horas. Cuando volvimos a la realidad, la gente había hecho un círculo a nuestro alrededor, unos cuantos nos miraban y otros seguían a lo suyo, impasibles. Nos miramos con ternura a la vez que pensábamos "¿Qué acaba de suceder?"
Seguimos con la fiesta como si no hubiera pasado nada, como si todo hubiera sido un sueño provocado por los estupefacientes, pero ambos sabíamos que había sido muy real; seguimos bailando, pero algo había cambiado, ya no teníamos barreras en no acercarnos demasiado por miedo a romper la confianza, comenzamos a acercarnos más mientras bailábamos, a restregarnos un poco, a quitarnos las camisetas, acariciarnos los músculos e incluso algún beso en el cuello o en la mejilla.
Cuando acabó el pase, fuimos al hotel a ducharnos para quitarnos el olor a alcohol, sudor y tierra. Me duché yo antes y después Néstor. Como hacía calor quedé en pantalón corto sin camiseta y me tumbé en la cama. Cuando Néstor salió me dijo:
- ¿Te apetece salir a cenar y dar una vuelta por la playa?
-Vale, aunque estoy un poco matado- le respondí
-Sera un rato, para bajar toda la mierda del festival nos vendrá bien una hamburguesa y algo de aire fresco- dijo con insistencia
Asentí y fuimos a cenar, después compró una botella de alcohol con un refresco, una bolsa de hielos y dos vasos y me dice:
-Ven, vamos a un sitio que quiero mostrarte...
-Néstor, es súper tarde y mañana vamos a tener más litros de alcohol en el cuerpo... Vamos a levantarnos borrachos- le digo bromeando
-Vamos, será divertido
Fuimos a una cala que había cerca del hotel, estaba desierta, aunque no me extrañaba, eran las 4 de la mañana, pero estábamos cerca del hotel.
Nos sentamos en la orilla, con los pies en el agua, me sirve un cubata y me dice:
-Bueno, ¿Piensas decir algo de lo que ocurrió en el festival o no? -
- ¿De qué hablas? - le dije haciéndome el sueco para no incomodar la situación
-Nico tío, me he enrollado contigo y ha sido...
¿Raro...?
¡FANTASTICO! - me dice entusiasmado mientras me agarra del hombro
¿De verdad? Pensé que todo lo que pasó fue por culpa del alcohol y las drogas...
-Pudo ser un aliciente, pero me he sentido fusionado contigo, cómo me besabas y me acariciabas- decía mientras miraba el agua- aunque rompa el romanticismo he de decir que me la pusiste bastante dura...-
- ¿Y quieres quitarte la duda? Es eso, ¿Verdad?
-No sé exactamente, llevo varios días rayado pensando en ti, que eres lo que quiero en la vida, pero en versión masculina... y no sé si la separación con Ana tuvo influencia...
-Quizás estás confuso- le respondí
-O quizás no, sé que te gusto y demasiado, porque veo la forma que me miras, me tocas y cuando me besaste sentí que lo llevabas esperando mucho...
-Es cierto, pero lo mismo he notado en ti... Y no creo que debamos mezclar las cosas, no pueden salir bien, no eres el primer amigo que pierdo por enrollarme con él y tú me importas, bastante.
-Nico, déjate de tonterías, estoy sincerándome como no lo he hecho con nadie, tampoco te estoy pidiendo matrimonio, solo quiero ver a dónde nos lleva esto- me responde mientras me agarra de la mano y le da un trago al cubata
-No sé qué decir Néstor... Estoy confuso, es cierto que me gustas y me pones muchísimo pero no quiero romper nuestra amistad
En ese momento Néstor me calla con un beso y comenzamos a besarnos... Estábamos los dos solos, bajo la luz de la luna llena en la orilla de la playa, solo para nosotros... Entonces, comenzamos a besarnos con más intensidad hasta que yo no aguanto más:
-A la mierda, que salga el sol por donde salga mañana- dije mientras le miraba los ojos, le quitaba la camiseta y comenzaba a besarle el cuello
-tío, tío, tío...- me dice acelerado
- ¿Pasa algo? - pregunto preocupado
-Sí, que me van a reventar los pantalones como sigas haciendo eso...- comienza a reírse
-Relájate y déjame llevarte
Comienzo a besarle el cuello y voy pasando mi lengua por sus pectorales y pezones mientras voy bajando por su abdomen. Mientras tanto iba palpando su bulto que notaba cómo se movía y quería salir de los pantalones
Entonces, bajo el elástico de su pantalón, cuando miro la cara de Néstor me coge la cara y me da un beso tan húmedo que aún me caía su saliva por mis labios, me mira y me dice:
-Hazlo ya, lo estoy deseando...
Bajo directamente mientras le bajo el elástico del pantalón. Comienzo a suave a chuparle el rabo, mientras él gemía mientras fumaba un cigarro. Entre tanto, yo comencé a pajearme y sin darme cuenta, estaba chupándole la verga al ritmo de las olas.
Comencé a ponerme más cachondo aún y subí el ritmo, me cabía entera en la boca y me encantaba sentirla en mi garganta, de vez en cuando saboreaba su líquido preseminal y eso hacía que me gustase aún más.
De repente, sus gemidos comenzaron a ser más intensos...
-Tío, vas a hacer que me corra si sigues así...-
-Hazlo si tienes ganas, tengo ganas de probar tu leche- le contesté mientras miraba sus ojos y le lamía los laterales de su rabo
-Joder Nico, ya viene tío, dale fuerte...
En ese momento, explota en mi boca todo su semen, fue tanta la cantidad que mientras iba pajeándole con mi boca, hubo un momento que no pude contenerlo todo y se escapó un poco y tuve que comenzar a tragar
Sus gemidos rompían el silencio y la tranquilidad que nos envolvía mientras le hacia esa mamada que tantas ganas tenía desde hace meses, mientras él estaba tumbado en la arena acariciándome la cabeza yo le estaba limpiando el rabo con mi boca.
Entonces doy un trago a mi cubata para enjuagarme un poco y le digo, voy a acabar a tu lado, espero que no te importe...
Entonces, le da un sobro a su cubata y me dice
-Déjame intentarlo...-
Baja hacia mi rabo y comienza a chupar la cabeza, me rozaba un poco con los dientes, pero aprendió a esconderlos. Entonces comenzó a hacer lo mismo que estuve haciendo yo. Se lo tomó con calma, poco a poco iba bajando hasta que le dio una arcada, pero no le importó. Siguió zampándome el rabo hasta que yo empecé a sentir que iba a correrme y le digo:
-Néstor, voy a correrme y no sé si quieres que te termine en la boca o fuera...
-Déjame probar, no puede ser tan desagradable...
Me corrí en su boca, exploté en su garganta y él me miraba con asombro mientras yo me mordía los labios por no gritar y romper el silencio que nos envolvía. Al terminar, bebió un poco de cubata y me dijo:
-Tío, se nos ha ido la pinza- me dice entre risas
-Un poco... Pero no ha estado tan mal- le digo devolviéndole la broma
- ¿Qué te parece si vamos al hotel...? - me dice mientras me toma la mano
-Sí, nos echamos allí la última que queda poco.
Mientras íbamos camino del hotel, se da la vuelta y toma una foto del lugar y me dice:
-Este sitio esta genial de noche, ¡He sacado un fotón! -
-Pues sí, la verdad que para el recuerdo no está nada mal- le digo entre risas
Ya en el hotel, mientras íbamos en el ascensor, me toma de la cintura y comenzamos a besarnos intensamente, al salir del ascensor no podíamos encajar la llave en la cerradura porque no apartábamos los labios el uno del otro.
Una vez dentro, nos tiramos en una de las camas y nos quitamos la camiseta. Sentíamos el calor de nuestros cuerpos, nos agarrábamos del pelo y nos apretábamos con fuerza cada vez más con cada beso, ambos deseábamos fusionarnos en uno.
Entonces hicimos una pausa para hacernos un cubata, porque "habíamos vuelto para eso", bebimos un poco y el alcohol hizo en mí el efecto que me esperaba: ponerme tan cachondo que haría cualquier cosa.
Se echó sobre mí y agarró mis manos con fuerza mientras me besaba el cuello, me puso tanto que no aguanté los gemidos que iban siendo cada vez más intensos. Metió dos dedos en mi boca para que no gritara demasiado y comencé a chuparlos imaginando que tenía su rabo dentro de mi boca
Entre tanto, él ya había comenzado a comérmela, cuando me quise dar cuenta me la estaba zampando hasta la garganta.
Entonces, se pone en pie y me ofrece su rabo delante de mis narices, yo comienzo a chuparle con fuerza dándole a entender que la quería entera para mí, entonces, agarra mi cabeza y comienza a empujar bruscamente para intentar meterla en mi garganta.
Cuando la sacó un poco para dejarme respirar, le miro y él me dice:
-Me encanta verte así, me pone muchísimo verte comiéndome la polla y que tu saliva corra por tu boca
-Quiero que me folles, no aguanto más estar así de cachondos y no sentirte dentro, llevo mucho tiempo deseando esto...
Entonces voy al baño a por crema, porque no tenía lubricante. Comienzo a darme un poco en el esfínter y Néstor me quita la mano
-Deja que lo intente- me dice mientras me besa.
Entonces me tumbo hacia arriba, Néstor comienza a besarme y a meter sus dedos en el tarro de crema, cuando llega a las puertas de mi culo comienza a aplicar la crema suavemente mientras intenta abrirse paso.
Comienzo a relajarme cada vez más y sus dedos comienzan a entrar más y más hondo, tanto que Néstor comenzó a besarme para acallar mis gemidos.
Comenzamos a sudar de la excitación y por el calor del clima, mientras más profundo llegaba con sus dedos en mí, más fuerte le besaba y movía la cadera en círculos para canalizar el placer.
Entonces me puse a cuatro patas mientras Néstor se echaba un poco de crema en el rabo.
- ¿Preparado? - me pregunta
-Sí, cuando quieras...-
Entonces siento como su rabo se abre paso por todo mi culo. Suelto un gemido mientras mordía la almohada. Comenzó suave hasta que las embestidas se volvían tan fuertes que la cama comenzó a seguirnos el ritmo. Levantó la pierna izquierda y puso su pie sobre mi cabeza, agarré su pie y comencé a pasarle la lengua
- ¡Ostia! Me encanta, joder, nunca me han hecho esto, es una pasada- me decía mientras subía el ritmo de las embestidas
-Me está encantando cómo lo haces, no quiero que la saques nunca- le contestaba mientras le lamía el pie
Después de varias embestidas, me tumbó en la cama y mientras sentía toda su cintura sobre mis glúteos, cada embestida parecía que deseaba meterse dentro de mí, agarró mi cuello y comenzó a besármelo mientras yo me mordía los labios de placer.
Se tumbó hacia arriba y me dijo -te toca-. Me senté encima de su rabo que entró como si mi culo estuviera hecho para él y comencé a cabalgar suavemente, entonces fui subiendo la velocidad cada vez más mientras él observaba desde abajo y agarraba mi culo apretándolo con fuerza y haciendo presión hacia abajo.
Se llevó las manos a la cabeza y un impulso me llevó a lamerle las axilas; ver nuestros cuerpos sudados, sentir el olor corporal de ambos que embriagaba toda la habitación, la mezcla de alcohol y el olor del mar juntos en esa habitación me excitó tanto que necesitaba más. Mientras le lamía las axilas, Néstor apretaba mi cara contra ellas diciendo
-Lame, huele, haz lo que quieras, soy tuyo y tú eres mío. - me susurraba al oído
Entonces, sin darnos cuenta, estaba amaneciendo y dijo Néstor:
-Vamos a la ventana, quiero terminar ahí...
Mientras miraba hacia el mar, Néstor comenzó a jugar con sus dedos en mi culo y a masturbarme mientras yo retenía la imagen de la puesta de sol en mis ojos. Entonces, comienza a besarme el cuello y me rodea con sus fuertes brazos, me agarra de la cintura y me susurra:
- ¿Preparado?
-Cuando quieras- Le contesto mientras le beso
Comienza a introducir de nuevo su rabo, esta vez noté algo diferente, estaba follándome demostrando el cariño que tenía guardado, no era solamente deseo y vicio, se había transformado en pasión
Mientras nos calentábamos, el ritmo iba incrementándose, a la vez que la gente que paseaba de madrugada por el paseo marítimo eran testigos de ese frenesí que deseaba que no tuviera fin. De repente, su mano agarra mi pelo y comienza a embestir como si quisiera meterse dentro de mí hasta que grita:
-Voy a correrme, estoy a punto
-Córrete dentro- le respondo
Entonces, suelta un gemido enorme, como si llevase varios días sin descargar y yo fuera su recipiente. Mientras sus embestidas iban descendiendo de a poco, notaba cómo sus manos dejaron de agarrar fuertemente mi cintura para comenzar a acariciarla, a sentir cada milímetro de mi piel. Notaba cada caricia en mis glúteos y en mi cintura como nadie me ha tocado nunca.
Y, de repente, saca su miembro de mi culo para ponerse de rodillas delante de mí y comenzar a chuparme el rabo. Comenzó a hacerme una paja con sus manos y su boca que, no tardé mucho en tener ganas de correrme.
-Voy a acabar, estoy a punto, ¿la quieres como antes?
-Sí, dame más, estaba delicioso- me decía mientras me masturbaba y metía dos dedos en mi culo
-Ya viene, abre la boca tío...
Mientras me corría en la boca de Néstor me estaba poniendo aún más cachondo porque sentía toda su corrida salir de mi culo, caer por mis piernas y por su mano. Llené su boca, creo que no me corrí tanto en mi vida... Mientras me corría, Néstor me miraba y seguía comiéndome el rabo, era como si quisiera seguir sacando leche y no quería terminar...
Cuando terminamos... Me tiro en la cama junto a él, me besa y nos abrazamos mientras nos acariciamos y sentimos los rayos de sol llenar la habitación y la brisa marina renovando el aire de la habitación. Nos duchamos y fuimos a dormir, esta vez juntos en la misma cama, me abrazó por la espalda y mientras besaba mi cuerpo nos fuimos quedando dormidos.
Horas después, nos despertamos para desayunar, habíamos dormido dos o tres horas. Fuimos a desayunar y algo había cambiado, dejamos de ser solamente amigos para ser "Él y Yo" un fin de semana de fiesta donde la gente que hubiera para ligar o conocer ya importaba poco.
Mientras desayunamos, hablamos de lo ocurrido por la noche, pero no le importó en absoluto. Me confesó que desde que me conoce siempre se sintió atraído por mí, pero no sabía explicar de qué manera hasta hoy.
Entonces, terminamos de desayunar, nos cambiamos de ropa y fuimos a la playa a bañarnos un poco para despejarnos antes de ir al festival de nuevo, donde...
FIN DE LA PRIMERA PARTE.