El faro del incesto (3)

Final de la historia.

El faro del Incesto (3)

Como comprenderán el paraíso era cosa de niños para mí. Tenía dos mujeres hermosas para mi completo placer y si a eso le agregamos que eran mi madre y mi hermana, pues todavía mejor. A mis veinte años las únicas relaciones sexuales que había tenido eran con mi madre y mi hermana y la verdad que no necesitaba más. Al siguiente día en que Alicia se volvió mi amante tuve el placer de romperle el culo. ¡Umm! aun lo recuerdo como si fuese ayer.

-Bueno hermanita, tenemos algo pendiente.

-Ay Luisito, la verdad me da miedo.

-No tienes por que hijita-dijo mi madre- al principio se sufre un poco, pero después es lo mas delicioso; a mi si no me encula tu hermano es como si no cogiera.

-Bueno, pero trátame con cariño.

Se coloco boca abajo en la cama dejando al aire su culito, aunque lo tenia bonito no se comparaba con el de mi madre que era hermoso. Ahí supe que Alicia tal vez lo tuviera más apretado que mi madre, pero no más sabroso. Me coloque detrás de ella y apunte mi verga a su ano, empuje delicadamente y entro la cabeza relajando el esfínter que cedió ante la presión.

-¡Ayyy…..despacio hermanito….que es la primera ves!

Modere mi embestida dejándola que se acostumbrase a tenerla dentro, cuando la sentí mas relajada empecé el mete y saca.

-¿Te gusta hermanita…te gusta que tu hermano te rompa el culo?

-Si mi amor…lo disfruto mucho…..aunque me duele un poco…..es mas el placer de saber que….estas adentro.

En realidad su culito estaba muy apretado por lo que el placer era enorme, tuve que controlar mis movimientos para hacer durar el acto y que ella le perdiera el miedo.

-¡Que rico culo tienes hermanita…..me aprietas mucho la verga…..siento muy sabroso darte por el culo!

-Yo también hermanito….siento como entra y sale….quiero tu leche en mi culo.

Ya no pude soportar mas y estalle dentro de sus entrañas inundándole el culo con mi semen, fue algo fabuloso y mas saber que era mi hermana la que me hacia gozar tanto.

-¡Ufff! hermanita, fue sensacional romperte el culo, de aquí en adelante veras como te acostumbras y lo disfrutas.

Mi madre nada más de vernos estaba a punto de venirse, por lo que decidí ayudarla; me hinque entre sus piernas y empecé a mamarle la raja.

-¡Ayyy mi vida, como me gusta que me mames, cada vez lo haces mejor…..sigue mi amor…..sigue que me voy a venir!

Empezó a descargar sus jugos que bebí ávidamente, después pase mi lengua por su culo, acariciando su ano, introduciendo un par de centímetros en su recto, todo esto hizo que mi verga se pusiera nuevamente dura, por lo que hice que mi madre se sentara sobre ella deslizándose lentamente dentro de su ano, después tomamos ritmo.

-¡Ayy mamita, que rico culo tienes, me haces gozar mucho!

-¡Yo también mi vida, así la siento hasta dentro….uggg…como la gozo!

En un momento los dos abrimos nuestros grifos de placer y descargue una buena cantidad de semen en el culo de mi madre.

A partir de entonces nuestra vida fue llena de sexo y amor, mi hermana buscaba desesperadamente quedar preñada y yo la complacía lo más que podía, después de tres meses de constante búsqueda de pronto ¡¡Sorpresa!! La preñada resulto mi madre.

Nos sentamos los tres a discutir la situación y mi madre tomo la decisión de tener el hijo.

-Me ilusiona mucho tener un hijo tuyo, es como si entraras de nuevo en mí, como si te pariera de nuevo.

-Si madre, pero hay riesgos.

-Tengo treinta y cinco años así que a los treinta y seis pariré, acepto los riesgos y que sea lo que el destino quiera.

Los tres quedamos de acuerdo y no interrumpió el embarazo, dos meses después la recompensa fue el embarazo de Alicia, lo que nos lleno de felicidad a los tres. Empezamos a replantearnos la situación y decidimos que continuaríamos un par de años en el faro y después nos iríamos a vivir a algún lugar donde nadie nos conociera.

Mi madre tuvo una preciosa niña y dos meses después mi hermana tuvo un niño al que le pusimos el nombre de Miguel en recuerdo de nuestro padre, los registramos en el puerto mas cercano y ahí mismo conseguimos un acta de nacimiento aprófica a nombre de mi hermana donde se cambiaron los apellidos para el futuro. Un año después mi hermana tuvo una niña ya si la familia se completo.

Nuestra vida era un paraíso, hacíamos el amor por toda la isla sin preocuparnos de nada, a veces lo hacíamos delante de nuestros hijos pues queríamos educarlos sin tabús. Ya crecerían y ellos decidirían si continuaban la costumbre o la cambiaban pero no queríamos prohibirles nada.

Cuando nuestra hija mayor cumplió 5 años decidimos que era momento de marcharnos de la isla por lo que avise que me enviaran mi relevo, todavía tardo 6 meses en llegar tiempo que utilizamos para comprar una casita en el interior del país y aun nos quedo dinero para poner un negoció de donde viviríamos la familia.

Han pasado 15 años desde entonces, mi hija mayor esta embarazada de Miguelito que también se esta tirando a su hermana menor, los tres duermen juntos en una recamara mientras que mi madre, Alicia y yo dormimos en la otra, aunque a veces las intercambiamos.

A veces nos sentamos los tres en la terraza de la casa y dejamos volar nuestros recuerdos y siempre recordamos aquella isla donde fuimos tan felices y aquel faro que nos alumbro la vida, el faro del incesto.

FIN

pacosuarez