El faro del incesto (2)

A peticion de varios lectores.

El Faro del Incesto (2)

A petición de varios lectores.

La noticia de que mi hermana Alicia vendría a vivir con nosotros no nos gusto nada, ni a mi madre ni a mi nos gustaba tener un testigo de nuestro amor y menos a mi hermana. Tendríamos que ocultarnos y fingir una vida que no llevábamos hacia año y medio o simplemente decirle la verdad y enfrentarla. Lo primero que hizo mi madre fue escribirle diciéndole que la vida en el faro era muy dura, que no le gustaría, que se aburriría. Ella contesto que éramos la única familia que tenia y quería estar al menos un tiempo con nosotros mientras arreglaba su vida. Decidimos que mi madre se quedaría tres días con ella en el puerto, sondearía la situación y tomaría una decisión. La lleve el día indicado, no sin antes haber pasado una noche apasionada, pues tres días sin ella eran muchos para mí. En el muelle ya nos esperaba mi hermana y la verdad quede impresionado. La jovencita flacucha y esmirriada se había convertido en una hermosa mujer de parar el tráfico. Se parecía cada día más a mi madre. A sus diez y nueve años era un cromo de mujer, alta, delgada de cintura y culo gordo, tetas grandes y unos ojos de ensueño. Nos saludamos con un beso, las acompañe un par de horas, compre algunas cosas y me regrese a la isla. Mi madre se paso el primer día visitando un banco pues como no gastábamos en nada, todo mi sueldo lo ahorrábamos. No pagábamos luz ni comida pues el estado nos daba todo y así habíamos logrado juntar una cantidad para comprar una casita, aunque aun no decidíamos donde. A la larga pensábamos irnos a vivir ahí como pareja mi madre y yo. Esa tarde en el hotel comenzaron las confidencias.

-Y bien Alicia, ¿Qué paso en tu matrimonio?

-Pues nada madre, todo iba bien hasta que José se metió al narco.

-¿Cómo, se volvió narcotraficante?

-Así es, de pronto empezó a tener dinero a manos llenas, se volvió borracho y mujeriego, dejó de ir a dormir a casa, en fin, cambio tanto que no me quedo otra que dejarlo.

-¿Y el lo acepto?

-Casi brinca de gusto, ahora es libre de hacer lo que quiera y no hay quien lo detenga. Me compro una casa, me puso una buena cantidad en el banco y me pasa una buena pensión. El arreglo es que cada quien puede hacer su vida y como no tuvimos hijos no hay nada que nos una nuevamente.

-¿Y piensas pasar mucho tiempo con nosotros?

-Aclaremos de una vez madre, ¿Qué pasa en la isla que Luis y tu no quieren que vaya?, Es notorio que tratas de que yo no me presente ahí, tal parece que me ocultan algo.

-Bueno….si quieres saberlo lo sabrás….aunque tal vez no lo entiendas. Cuando tu padre murió yo me sentí muy mal, tu sabes cuanto lo quise y aun lo quiero, pues eso no se olvida nunca y menos con un hombre como tu padre. Me hundí en la desesperación, la tristeza y la melancolía. Deje de comer, de reír y casi de respirar, y entonces tu hermano se ocupo de mi. Con su amor y ternura me saco adelante, siempre atento de mi, dándome todo lo que podía y así después de seis meses pude salir adelante. Después las cosas se dieron muy naturales, tanto amor, tanta ternura nos llevo a convertirnos en amantes. Desde hace año y medio tu hermano y yo somos marido y mujer, somos amantes y no pensamos dejar de serlo. ¿Ahora entiendes porque no queríamos que vinieras?

Alicia se quedo callada un buen tiempo, como tratando de entender la confesión de su madre, como queriendo asimilar la realidad.

-¡Mamá, eso es incesto!

-Si hija, ya lo sabemos y no nos importa, nada nos importa que nuestro amor. Ahora tu tendrás que decidir si nos aceptas así o buscas otro lugar donde vivir, medios no te faltaran por lo que me acabas de decir, pero si vas con nosotros tendrás que acostumbrarte a vernos como pareja.

Alicia se quedo en silencio otro buen tiempo madurando su respuesta y después de mucho pensarlo le dijo a su madre.

-Por lo pronto voy con ustedes, después ya veremos.

Así pasaron tres días en los que mi madre le contó toda nuestra historia, como disfrutábamos andar desnudos en la isla, hacer el amor al aire libre, dormir juntos todas las noches y mil detalles mas de nuestra vida en común. A los tres días fui por ellas y después de hacer algunas compras nos dirigimos a la isla. Nada más salir del campo visual del puerto mi madre se acerco a mí y me beso en la boca, acariciándome delante de Alicia que no dijo nada.

-Que pasó má, ¿Tenemos vía libre?

-Totalmente mi vida, Alicia sabe la verdad y esta de acuerdo con nosotros, así que nada nos detiene.

Eran muchos tres días sin ella, por lo que trabe el timón de la barca y la abrace acariciándole las nalgas, le levante la falda y le desabroche la blusa dejando una de sus tetas al aire libre besándosela y mamándosela.

-Ayyy mi amor, como te he extrañado estos días, tuve que masturbarme en el baño mientras tu hermana dormía.

-Yo derrame leche por toda la isla, cuando llegues vas encontrar varias pantaletas tuyas llenas de semen, pues me excitaba mucho masturbarme con ellas.

Alicia, que estaba sentada mirando hacia popa de la barca se volteo en ese momento y pudo ver como le metía el dedo en el culo a mi madre mientras nuestras lenguas se trenzaban, después mi madre se hinco ante mi, me saco la verga del pantalón y empezó a mamármela con deleite.

-¡Si mamita, mámamela como solo tu sabes hacerlo….dame tu lengua en mi verga….tres días son muchos…que rico siento!

Alcance a ver como Alicia se llevaba la mano hacia su raja disimuladamente y se acariciaba sobre el pantalón, la escena la estaba poniendo cachonda, ver a su madre y a su hermano tener sexo le estaba gustando mucho como después nos dijo.

-¡Mamita…me viene la leche….me voy a venir en tu boquita…que rico me la mamas!

-¡Glupps, glopps, glapps.

No pude contener mi descarga de semen y descargue mi orgasmo en la boca de mi madre, la cual se trago casi todo, siguió mamandomela hasta dejar la verga limpia y la metió dentro de mi pantalón, después se fue a popa y se sentó junto a mi hermana, a platicar como si nada hubiera pasado; yo destrabe el timón y tome el mando recuperando el rumbo, era algo que hacíamos casi cada vez que íbamos al puerto, pero en esta ocasión debo reconocer que me había gustado mas que mi hermana nos viera. Así llegamos a la isla y mientras mi madre instalaba a Alicia yo preparaba la encendida del faro. Esa noche fue bestial entre mi madre y yo, casi no dormimos pues nos pasamos la noche teniendo sexo, tuve cuatro orgasmos y mi madre en el séptimo perdió la cuenta pero fue una noche inolvidable. En un receso de tanto amor platicamos un rato.

-¿Cómo ves que tu hermana este con nosotros?

-No se má, creo que tendremos que cuidarnos un poco.

-Pues en la barca no dijo nada, al contrario le vi muy animada.

-Si má, pero aquí es otra cosa; no podemos hacer lo de siempre, andar desnudos y hacer el amor en cualquier lugar.

-Pues yo no pienso cambiar: lo único que puede pasar es que se vaya o quiera unirse a nosotros.

-Pero má, ella no esta muy de acuerdo con lo nuestro.

-Mira mi amor, el estar aquí sin relaciones, sin nadie y viéndonos lo felices que somos no dudo que a tu hermana se le antoje cerrar el circulo, lo extraño seria que no pasara. Te lo digo de una vez, si ella quiere tener relaciones sexuales contigo no me voy a oponer, es mas, me gustaría verlos a los dos desnudos teniendo sexo, lo único que les pediría es que no me hicieran a un lado, que me volvieran parte de sus vidas.

-Mamita, tu nunca vas a salir de mi vida, creo que aun no te das cuenta que te amo, eres mi reina y dueña y serás siempre mi mujer.

-Gracias mi amor, y para demostrármelo dame por el culo como a mi me gusta.

Continuamos haciendo el amor casi hasta el amanecer, al otro día nos levantamos tarde y tuve que apagar el faro ya entrada la mañana, a la hora del desayuno me puse un pantaloncillo holgado y mi madre apareció con otro igual, pero con las tetas de fuera. Alicia estaba sentada en la cocina desayunando y mi madre preparo para ella y para mi, desayunamos y después se sentó en mis piernas y empezó a basarme delante de Alicia, ella solo dijo.

-Ya van a empezar a contar dinero delante de los pobres.

-Ay, hija. Eres pobre porque quieres, porque aquí hay dinero para mí, para ti y para dos más.

-¿A poco mi hermanito es tan potente?

-Mas de lo que te imaginas mi niña.

-Bueno, tal vez me anime.

En ese inter. Yo ya le había metido la mano a mi madre dentro del pantaloncillo y le acariciaba la raja, sentía su humedad en mis dedos y la verga se me estaba poniendo dura.

-¿Por qué no vamos a bañarnos mamita?

  • Me parece muy bien mi amor, ¿No vas hija?

-Si mami, voy a conocer el arroyo y de una vez me baño también.

Salimos los tres del faro y nos dirigimos al arroyo, al llegar nos desnudamos madre y yo y nos metimos en el agua, Alicia se quedo pensativa un rato, como queriendo decidirse hasta que se desnudo también y se metió al agua. Madre y yo hicimos lo de siempre, lavarnos el cuerpo con jabón y enjuagarnos, después de esto nos fuimos a la orilla y extendimos una frazada que siempre llevábamos y nos recostamos abrazados. Alicia continúo bañándose y poco después se nos unió también desnuda, ya había vencido el primer paso, el mostrarse desnuda ante nosotros sin pudor. Platicábamos de cosas intranscendentes cuando de pronto mi madre llevo su mano a mi verga empezando a acariciarla, esta reacciono de inmediato poniéndose dura y parada.

-¿A poco no es hermosa?-dijo mi madre.

-Vaya tolete que te cargas-contesto Alicia

-A la orden hermanita-dije yo

-Bueno, eso será si madre no se opone-dijo Alicia

-Al contrario mi vida, para mi seria la felicidad completa que tu hermano y tu cierren el circulo, así seriamos una familia completamente feliz.

-Me gustaría verlos haciendo el amor

-Pues no te dejaremos con las ganas.

Mi madre se agacho y llevo su boca a mi verga comenzando a mamármela, yo alargué mi mano para acariciarle la raja y ella permitió que le introdujera un par de dedos en la vagina, después nos pusimos en posición de un sesenta y nueve y nos lo hicimos por un buen rato, lo que le provoco un orgasmo a mi madre. Descansamos un rato y luego continuamos.

-Mamita, te voy a dar por el culito que sabes que me gusta mucho.

-A mi también mi amor y mas lo voy a gozar porque será delante de tu hermanita que nos estará viendo.

Alicia descaradamente tenía la mano entre sus piernas y se masturbaba la raja con pasión y solo decía.

-Sigan…sigan…me gusta mucho verlos.

Coloque a mi madre boca abajo con las nalgas levantadas un poco, ella sabiendo lo que se le venia encima relajo su esfínter para recibir mi verga y comenzó la penetración anal poco a poco, como lo hacíamos siempre.

-¿Te guata mamita….te gusta que tu hijo te de por el culito….lo gozas mami?

-Si mi vida….lo gozo mucho….lo gozo tanto como cuando me la metes en la raja….me fascina mi amor…..dámela toda.

-¡Que rico culito tienes….como lo gozo…..y mas el saber que es el de mi mamita….ayyyy…que rico…me voy a venir adentro!

-¡Si mi vida….llénamelo de leche…..así como me gusta…….es solo tuyo….ponme una lavativa de semen….ugggg….me vengo!

Sin darnos cuenta en nuestra pasión Alicia estaba teniendo un orgasmo, a ella también la escena de ver a su madre y su hermano practicando sexo anal la había puesto como loca y con sus dedos se había dado el placer que necesitaba. Madre y yo quedamos derrumbados el uno sobre la otra, después de un rato para tomar aliento extraje la verga del culo de mi madre aun erecta y llena de semen y algo de sustancia fecal, nos metimos al agua y ahí mi madre me la lavó con sus manos y todavía me la mamo un rato.

-¿Disfrutaste de mi culito mi amor?

-Sabes que si mamita, sabes que me encanta y cada vez que lo hacemos es como si fuera la primera vez.

-Yo también lo disfruto mucho mi vida.

.Heeey, aquí estoy, yo también existo-grito mi hermana.

-Perdona hija, pero cada vez que lo hacemos nos olvidamos del mundo.

-Mamá….hermano….quiero decirles una cosa, he llegado a una conclusión.

-¿siii?-preguntamos madre y yo.

-Me uno a ustedes, se que es una locura…que es incesto….pero los he visto disfrutar tanto….amarse tanto….que yo también quiero participar. Hermanito…quiero que me hagas tu mujer y me ames como a madre.

Yo simplemente me acerque a ella, la tome por los brazos y la bese en la boca. Tiernamente, sensualmente y calidamente. Era nuestro primer beso de amantes, de incestuosos, de amor. Ella correspondió a la caricia y me contesto el beso, nuestras lenguas se mezclaron y nuestras salivas se trasegaron de boca a boca.

-Te voy a amar mucho hermanita- le dije al oído

-Yo ya siento que te amo, te voy a dar mi cuerpo y mi alma, seré tuya hasta que quieras.

-Por toda la vida hermanita, por toda la vida.

Voltee a ver a mi madre y vi en ella una sonrisa plena, satisfecha y amorosa.

-No saben que feliz me hacen, mis bebitos juntos como amantes para siempre, seremos la familia más feliz del mundo.

-De una vez aclaro-dijo Alicia- pienso convertirme en madre y tú serás el padre de mis hijos.

-Bueno hermanita, eso lo veremos mas adelante.

La continué besando por el cuello y los hombros, baje mi mano a su entre pierna que ya estaba húmeda y la recosté sobre la frazada, baje mi boca a su raja y bebí del néctar de su intimidad, ella correspondió con su primer orgasmo en mi boca y yo lamí su vagina y labios vaginales hasta dejarlos limpios. Después me incorpore y ella tomo mi verga entre sus manos, comenzó a subir y bajar la piel hasta que llego a toda su dureza.

-¿Estas lista hermanita?

-Si mi amor, estoy lista.

En eso mi madre dijo.

-Chiquita, cuando este adentro piensa que es tu hermano el que te esta haciendo gozar, el que te va a dar su semen en tus entrañas, el que te va a hacer madre, y te aseguro que tu placer será mayor. Vas a disfrutar del mayor placer que puede tener el ser humano, del incesto.

-Mami-dijo Alicia-ya lo estoy disfrutando, nunca había sentido lo que siento.

La penetre poco a poco, como si fuera virgen, con ternura y delicadeza al grado que ella misma apuro la acción hasta quedar bien ensartada en mi verga, era tanta su ansiedad que ella comenzó el mete y saca y pude sentir como tenia varios orgasmos consecutivos, yo manejé mis tiempos y cuando ella estaba en el paroxismo deje ir mi semen inundando su vagina con mi leche.

-¡Mi vida…me estoy…viniendo…esto es la gloria….Dios…cuanto gozo…dámela toda hermanito!

-¡Mi princesita….te voy a hacer feliz….te voy a preñar….haremos abuela a mamita!

Quedamos agotados, hechos un amasijo de brazos y piernas. Después de descansar una media hora volvimos a la acción pero ahora yo me administraba más pues tenia dos mujeres que complacer y no estaba dispuesto a fallarles.

-Ay hermanito, tienes una verga hermosa, José no te llega ni a los talones, no se como le voy a hacer cuando me la metas por el culo, pero de que me la metes… me la metes.

-No te preocupes Alicia, para eso existen las cremas y aceites y veras que pronto te acostumbra a ella, si no pregúntale a mamá.

-Claro hijita, ya veras como la vas a gozar en tu culito y al rato estarás como yo pidiéndoselo a diario hasta dos o tres veces.

Nos bañamos los tres en el arroyo nuevamente pero ahora muy juntos los tres, nos enjabonamos y enjuagamos como chiquillos y nos fuimos al faro, ellas a preparar la comida de su macho y yo a disfrutar de la vida por partida doble. Ahora tenía dos hembra para mi solo en un paraíso olvidado del mundo.

¿Adán?…. ¿Eva? ¡No hombre, eran unos pobres pendejos comparados conmigo!

Pacosuarez.

Si les gustó le sigo