El experimento

Un joven curioso hace un experimento en un lugar público, con resultados exitosos

EL EXPERIMENTO

Todo comenzó una noche, en que estaba solo en casa, excitado, viendo unos videos pornos y masturbándome, mientras fumaba y bebía un trago. Buscando en una página me fui por sexo en lugares abiertos , como campos o parques, parejas follando al aire libre  y de repente , encuentro una serie de videos amateur,  de un hombre, mas menos de mi edad , 35 años, que se masturbaba en un parque , se sentaba al lado de desconocidos y estos terminaba  masturbándolo , incluso hasta chupándosela. Las escenas me calentaron, ya que siempre he tenido algo de exhibicionista  y pensé en hacer una prueba a ver qué suerte tenía.

El sábado, me levante muy temprano, tome mi auto y me dirigí a un cerro de mi ciudad muy grande, con muchos árboles y una serie de bancas como las que salían en el video, lugar muy frecuentado por deportistas y gente de la tercera edad.

Comencé a caminar, viendo mucha más gente de la que yo pensaba,  que subía hacer deporte o simplemente a caminar y admirar el bello paisaje del lugar. Había muchas bancas cada cierto recorrido, pero tenía que ser una especial, que estuviese alejado algo del camino, pero no lo suficiente como para pasar desapercibido.

A las finales encontré la banca apropiada, lejos de cualquier otra y que daba una buena visión en caso de aparecer alguien en el camino. En la soledad de ese hermoso paraje, con un sin fin de trinar de pájaros, me senté ahí a esperar que pasara el o la protagonista de mi relato.  Ya con solo la idea de concretar mi plan, mi verga estaba dura y ya afuera de de mis pantalones.

De repente a lo lejos veo que aparecen dos mujeres jóvenes trotando y tuve que guardarla, ya que no eran mi objetivo, menos siendo dos. Pasaron como 15 minutos y veo a un joven que subía trotando.  Me moría de vergüenza, pero a la vez de excitación. Con mi ropa deportiva y unos lentes de sol, tome valor y deje mi verga expuesta. EL joven deportista sin dudar se fijó en mi verga al aire, pero me ignoro completamente y continuó su camino. Luego otro joven de las mismas características paso y también se dio cuenta de mi verga al aire. Este,  a diferencia del anterior, dejo de trotar y paso caminando, mirando de reojo lo que le estaba mostrando, pero luego continuo su marcha. L

Luego una pareja, a las que no les mostré nada y luego una pareja de ancianos. Ya haba pasado como una hora y nada. Decidí caminar un poco más, hacia otro sector, y encontré otra banca que daba hacia una especie de mirador. Esta estaba un poco mas oculta, pero a la vez más cerca del camino. Tocándome de vez en cuando para que estuviese en forma, espere por unos minutos. Otras parejas pasaron por ahí y a veces se acercaban adonde estaba yo , para mirar por una especie de barranco que estaba frente mío a admirar el paisaje, pero ninguno que cumpliera con los requisitos que yo buscaba.  Ya habían transcurrido como dos horas desde que había llegado y estaba pensando en terminar mi experimento por ese día, cuando veo que un hombre de unos 45 años, con tenida deportiva, algo calvo y con lentes,  caminaba hacia el lugar.  De todas formas me daba algo de miedo que fuese a ser un policía o alguien grave que me fuese a enfrentar, pero como yo no era bajo, mido 1.80 de contextura gruesa y atlético, tenía como safar , defenderme o por último salir corriendo. Estaba muy nervioso, ya que claramente el hombre se dirigía hacia donde yo estaba , saliéndose del camino.

Tome valor y deje mi verga afuera, expuesta, descansando mis brazos extendidos, detrás de la banca. El tipo apenas me vio, se dio cuenta de mi verga. Me dio la espalda admirando el paisaje, mientras yo excitado, pero a la vez con miedo, esperaba atento a lo que fuera a pasar. El tipo saca un cigarro, se da vuelta, caminando hacia la banca donde estaba yo sentado, sin mirarme. Se sienta a mi lado, fuma su cigarro. Mi verga dura, completamente expuesta a su lado y el tipo mirando hacia el camino.  Asegurándose que nadie venía, estira la mano y me la comienza a tocar.  No fueron más de 2 o 3 minutos, solo eso cuando el tipo se levanta, muy nervioso y sigue trotando por el camino, sin decirme nada.

Mi objetivo haba sido cumplido. Había lo grado que un desconocido me la jalara, aunque solo fueron unos pocos minutos, me había excitado de sobre manera.  Me di cuenta que ese era el mejor lugar, ya que yo daba la espalda al camino y los de los quisieran ver el barranco,  de ahí sacaría a mi víctima. Me entusiasme y me quede ahí una media hora mas . Una pareja se acerco al lugar y miro el pasaje por unos 10 minutos, mientras yo me mantuve tranquilo con mis genitales ocultos.

Me dije para mí que esperaría tres personas más y que si no pasaba nada, me iría a mi casa.  En eso veo a un anciano, de unos 65 años o más que caminaba por el sendero. No era muy alto, delgado, usaba pantalones blancos, una chaqueta y un gorro. Caminaba tranquilamente. Prendí un cigarro y con mi mano libre, me la coloque sobre mi verga expuesta. El hombre se salió del camino y me saludo a lo lejos con su cabeza, dándose de inmediato cuenta de mi verga al aire. A diferencia del otro, me sonrió y viendo que no le molestaba,  comencé  a tocarme suavemente, dándole el espectáculo de mi verga en todo su esplendor.  EL hombre miro hacia el camino confirmando que no viniera nadie, camino hacia mí,  se sentó a mi lado y de inmediato llevo su mano a mi verga y me la comenzó a jalar. Me la jalaba sin decir nada, pero atento con su mirada a lo que estaba haciendo. Yo me relaje y extendí mis manos por detrás de la banca , dejando al hombre absorto haciendo su trabajo.  En eso de da vuelta y mirando que nadie viniese, baja su cabeza y se la mete a la boca. Fue una corta mamada, pero con muchas ganas. Levanta la cabeza sin dejar de tocármela y me pregunta si me había gustado. Le digo que si, mucho y que me diera otra mas larga, que yo me encargaba de vigilar el sendero.  El viejo da una nueva mirada al camino, cerciorándose de que nadie venia y me dice que le avise, para posteriormente volver a mamármela esta vez por unos cuantos minutos.

La verdad el viejo la chupaba muy bien y casi me hace acabar. En eso aparecen dos jóvenes trotando por el camino y advierto al desconocido, el que de inmediato se incorpora y hace como si nada hubiese pasado. Los jóvenes pasan detrás de nosotros trotando sin tomarnos en cuenta. El  vuelve a masturbarme ansioso, cambiando de mano  e incluso con ambas, acariciandome las bolas. A veces el mismo se llevaba la mano a su verga y se la sobaba por sobre el pantalón.

Pasó un buen rato y el viejo me la jalo sin tregua. Varias veces tuve que detenerle su mano ya que me haría acabar, hasta que en un momento el viejo se esmero tanto, que no me pude contener y me descargue copiosamente.  Mi semen salió por todos lados, dejándole la mano embetunada en leche. Me di cuenta que el viejito también había acabado al mismo tiempo que yo, ya que su pantalón lucia una buena mancha de semen. Me limpie como pude, le di las gracias y me marché dejando al viejito ahí.

Agradeciendo sus comentarios, se despide de Uds.

David