El estrés y otros factores - ¿Química?

"Alguien como Dayer es sólo para ver y no para hablar. No lo tomes demasiado serio, o al final del día, te vas a hacer daño.”

CAPÍTULO 3 -  ¿QUIMICA?

La Universidad  inicio hace dos semanas y la etapa para inscribirse a los equipos deportivos comenzó hoy, Fútbol, Béisbol, Baloncesto, Voleibol y Natación eran los más buscados, mi preferido de todos es el Béisbol y me comenzó a gustar mucho más desde que escuche que Dayer era uno de los nuevos prospectos de este año.

Los entrenamientos comenzaron y todo el mundo estaba en el vestidor cambiándose y hablando de cosas banales, el cielo todavía no estaba totalmente claro sin embargo, cuando el sonido de silbato sonó desde la cancha, Alejo luchaba por salir del vestidor, todos llevaban el uniforme del equipo junto con sus zapatos deportivos y el casco.

Alejo bajó y vio inmediatamente a Dayer que llevaba el uniforme de otro color y tenía un guante en su mano. El casco lucia muy bien en él, pero la expresión en su cara seguía siendo la misma, amargado. Creo que esto del deporte le daba a Dayer un aspecto aún más atractivo. Alejo tuvo la oportunidad de estar al lado de Dayer un momento pero el Entrenador hizo sonar su silbato, y el grupo muy ruidoso de chicos se calmó. Sus manos estaban detrás de él, mientras caminaba hacia atrás y adelante en frente de ellos, antes de que empezara su apasionado discurso:

“A todos ustedes, buenos días, a partir de hoy hasta la próxima semana, voy a ser su Entrenador y para los que queden en el equipo me van a ver por mucho más tiempo. Mi nombre es Andrés Martínez. Todo el mundo debe saber que el objetivo de este entrenamiento es  explorar sus capacidades como jugadores y el trabajo en equipo.”

El Entrenador dijo un montón de cosas, pero Alejandro ni siquiera oyó una sola palabra, no podía dejar de inclinar la cabeza para observar a Dayer, él bisexual. Dayer también notó la mirada fija que le tenía Alejo desde un lado, así que inmediatamente dio la vuelta y frunció el ceño para que Alejo dejara de hacerlo y funciono.

"Tú, el de la tercera fila, eres muy pequeño para estar allí” El Entrenador le estaba diciendo a Alejo, que por su estatura un poco corta debería de moverse, pero él de tonto insiste y se coloca en el lado donde están los más altos y como si eso no fuera suficiente, levanta la mano y le responde al entrenador:

-Señor, me gustaría estar aquí.

-¿Quién te dijo que puede estar parado donde quieras? Párese en el final ahora!. El instructor levantó la voz, y eso hizo que Alejo corriera al final, ahora él estaba mucho más lejos de Dayer, ya ni podía ni ver su espalda de lo lejos que estaba.

El entrenamiento era muy agotador, y también aburrido. El primer día, les enseñaron sobre las posturas y como pararse en el campo, cosa que ya la mayoría sabia. Esto se repitió una y otra vez hasta que todos se sabían de memoria donde les tocaba, la práctica siguió con ponernos a girar a la izquierda, girar a la derecha, en cuclillas y levantarse de inmediato para correr por las bases en un tiempo determinado, cosa que alejo no podría hacer debido a que lo castigaron por contestón. Se formaron tres grandes filas de chicos para realizar el entrenamiento, bajo el sol abrasador, varios pasaron por el recorrido, el rostro de Alejo ya estaba todo rojo de tantas vueltas que le ha dado al campo y el sonido de los silbatos ha hecho el día aún más frustrante e irritante.

De un momento a otro, todos gritaban de la emoción con la velocidad que tenía un chico, Alejo escuchaba los gritos y se acerco a preguntarle a alguien por el tiempo “1:07” ni el mismo lo podía creer, su tiempo personal antes de hoy es de “1:30”, él se creía rápido pero nadie podía ser tan rápido, busco con la mirada a la persona pero un silbato y un grito no se lo permitieron.

-Más te vale que continúes si quieres estar en el equipo, contestón. El Entrenador después de todo seguía teniendo el ojo sobre Alejo y lo mando  seguir corriendo.

Correr como un loco no era una de sus cosas favoritas pero no le quedaba de otra, Alejo siguió corriendo por una hora más hasta que el entrenador le permitió descansar y unirse al entrenamiento con los demás, bebió un poco de agua y se encontró con Diego quien lo abrazaba y le decía que se sentía muy contento por romper la marca, en ese momento Alejo comprendió que el chico súper rápido y el rompe marcas era Diego.

-Felicitaciones compañero, que te dijo el entrenador?

-Solo me pidió que descansara y me tomara unos días, me quieren ver bateando y todo eso pero que este mas descansado.

-Que bueno, me alegro mucho por eso. Espero que el entrenador no me odie y me deje entrar en el equipo.

-Eso te pasa por idiota pana, solo tenias que moverte pero no, te pusiste a retar al entrenador.

En eso el nombre completo de Alejandro se escucho por todo el campo, el entrenador nuevamente lo estaba llamado y es mejor no hacerlo esperar, corrió como un loco hasta que llego frente al entrenador, este le pidió que se preparara para hacer el recorrido. Alejo se preparo mentalmente, calentó un poco y cuando era el momento, se puso en la posición.

El silbato sonó, bajo la mirada de todos y los rayos del sol, Alejo comenzó hacer la rutina, primero girar a la izquierda, luego a la derecha, de cuclillas y entonces comenzó a correr por las bases lo más rápido que podía hasta que llego al punto de salida, él entrenador lo felicito y le pidió que descansara un rato. Alejo se moría por saber su tiempo pero el entrenador le dijo que eso no era importante, que descasara y se tomara unos días, que volviera dentro de tres días.

Alejo fue hasta las gradas y tomo asiento, busco con la mirada a Dayer pero no lo encontraba, nuevamente escucho el silbato y vio a otra persona realizando el recorrido, cuando vio el color del traje, se dio cuenta de que era la persona que buscaba, parecía un rayo, de un momento  otro ya estaba volviendo al lugar de donde partió, la sonrisa en la cara del entrenador decía todo, Dayer después de todo, era el mejor jugador en el equipo y no podía esperar menos de él. “50 segundos”

Luego de romper el tiempo de Diego, unas chicas aparecieron de la nada con agua y unas toallas húmedas para Dayer. Esto provoco cierto dolor de estómago en Alejandro, este no sabía de que se trataba realmente así que solo decidió que era momento para comer.

Por suerte, el entrenador pensó lo mismo y el día de entrenamiento llego a su fin, Alejo se sentía a punto de morir, volvió a su pequeña prisión junto a Diego y tomó una ducha fría, luego de pensarlo un poco, se arrastro a comprar algo para comer junto con su compañero de celda.


De regreso a casa, Alejo compro unas botellas de protector solar, dos específicamente, Diego pensó que una de esas botellas era para él, pero se equivoco, antes de entrar al apartamento, Alejo se quedo frente a la puerta de Dayer.

Luego de tocar la puerta una y otra vez, Alejo se estaba acostumbrado a esperar porque cada que lo hace tiene que esperar un rato hasta que Dayer le abra.

-¿Qué quieres? Además de Alejo, nadie más se atrevía en molestar a Dayer. Saco el bloqueador de su bolsillo y lo puso en las manos de su vecino.

-Esto es para ti, compré una botella extra y ya Diego tiene uno así que pensé en ti. Dayer miro el protector solar en sus manos antes de mirar a Alejo.

-Alejo, ¿Estas enamorado de mí?. Su tono de voz es más tranquilo y menos frio de lo habitual pero una vez que Alejo oyó a Dayer decir esto, su cara se enrojo de inmediato.

-¿Qué cosas dices? ¿Enamorado de ti? Yo sólo quiero ser tu amigo, no seas tan enfermo. Esta es la primera vez que conozco a una persona bisexual, así que quiero a conocerte un poco mejor, no puedo?

Dayer estaba un poco aturdido, el imbécil de Alejo aún recordaba ese incidente, el sólo estaba bromeando cuando dijo eso pero el inocente o muy idiota de Alejo lo tomó enserio.

Al ver que Dayer seguía en silencio, Alejo pensó que Dayer estaba siendo tocado por su propia sinceridad y sin pensarlo dos veces, él continuó hablando con pasión:

-Estoy siendo realmente sincero con lo de ser tu amigo, tu pana. Quiero conocerte un poco más, así fomentar nuestra amistad y poder mejorar en el equipo de béisbol. Yo soy un buen tipo, no tengo tus recursos económicos pero por eso no tienes que preocuparte. Nos convertiremos en muy buenos amigos. Alejo estaba siendo apasionado con sus palabras.

-Estoy cansado, voy a dormir. Sin embargo, Dayer seguía siendo el mismo, le cerró la puerta sin piedad.

Alejo estaba decepcionado cuando volvió a su habitación, Diego vio la cara enojada de Alejo y más o menos adivinó lo que había sucedido. A pesar de que sus manos todavía están en el control del videojuego, trato de consolar a Alejo con algunas palabras "Alguien como Dayer es sólo para ver y no para hablar. No lo tomes demasiado serio, o al final del día, te vas a hacer daño.” Alejo no quiere abandonar los intentos por ser amigo de Dayer tan rápidamente así que trata de explicarle a Diego todo.

-Pero lo digo enserio! Él claramente no quiere ser tu amigo, hay muchos otros con los que pudieras tener una amistad. ¿Por qué ser tan persistente? Diego intenta persuadirlo.

-¿Por qué me gusta? Diego se esperaba cualquier otra respuesta menos esa, a Alejo se le salió la verdad.

-¿Enserio? Lo sabía, te gusta mucho Dayer y estas enamorado pero mi pana, no escuchas.

Alejo no esperaba discutir sobre su vida o de su amor por Dayer con Diego, pero se sentía muy bien poder decir lo que sentía y no ser juzgado de mala forma.


Tres días después, ya una gran cantidad de personas no estaba presente en el entrenamiento, máximo cincuenta personas quedaban y nos pusieron un ciclo de entrenamiento muy duro durante toda la mañana hasta que llego la  hora para el almuerzo. En los vestidores, Diego se quitó la franela y se la puso sobre su hombro antes de decir:

-Vamos a comer juntos, Alejo.

-Adelántate, nos vemos en el comedor. Después de terminar de hablar, Alejo se acercó a Dayer, quien estaba en las duchas.

-Hey pana, quieres ir almorzar con nosotros?. Dayer no tenía ni que voltear la cabeza, ya que con solo escuchar la voz, sabía quién era la persona. Su espalda se enfrentaba a Alejo mientras mojaba  su cabello.

-No. Una de sus típicas respuestas.

-Vamos! No es gran cosa, es solo un almuerzo entre amigos. Alejo de forma muy atrevida saco a Dayer de las duchas, y este en respuesta lo empujo.

-¿Qué te pasa? Eres realmente molesto.

-Una vez que me conozcas, no sentirás que soy molesto. Dayer se comenzó a poner la ropa mientras Alejo se salía de los vestuarios para no ver, él seguía siendo muy tímido con respecto a ver a otra persona desnuda.

-Lograste que el rey de los ogros nos acompañe a comer o no tiene apetito? Diego estaba en un lado muy solitario de la salida, esperando por Alejo.

-Creo que insistí tanto que acepto.

Dayer estaba con su típico rostro frío en todo el camino al comedor, él no parecía estar muy contento. Alejo lo traía arrastrado por un brazo y Dayer sólo podía liberarse de la mano,  pero no, él no lo hizo.

Una vez que llegaron al comedor,  Alejo miró Dayer con una sonrisa en su cara diciendo:

-Oye, ¿por qué no invitas?

-¿Por qué no vas y te mueres en un rincón o algo?

-No seas tan tacaño. Los amigos se brindan entre ellos. Después de decir eso, Alejo puso su mano en el bolsillo lateral de los pantalones de Dayer.

-Hey, ¿qué demonios estás haciendo?!

Alejo ignoró totalmente el ceño fruncido de Dayer mientras continuaba tocando alrededor del  bolsillo lateral.

-Tú realmente quieres que te odie, no es así? En realidad, Dayer ya estaba inexpresivo mientras estiraba la mano y sostuvo la muñeca de Alejo.

Cuando eso sucedió, él se sobresaltó por un corto tiempo, y su rostro se  volvió de color rojo brillante y Dayer ya estaba apretando los dientes con rabia, hasta que no pudo resistir, gritando vulgarmente, diciendo:

-¿Sabes dónde coño estás tocando? Oh, Alejo había tocado accidentalmente en el punto noble de Dayer y él inmediatamente se retractó, saco su mano del bolsillo diciendo:

-¿Cómo diablos iba yo a saber que tenias eso por allí? Diego no paraba de reírse de la situación, en su mente se daba cuenta que Dayer y Alejo eran el uno para el otro.

-Si no está allí, donde coño puede estar? Qué carajo buscas en mis bolsillos?. Toda la gente en el comedor estaba mirando, ya que pensaban que Dayer era alguien sin emociones. No podían creer que había alguien que podía sacar sus emociones a flote.

Dayer recuperó inmediatamente la compostura y sacó dinero de su billetera y lo tiró en la cara de Alejo diciendo:

-Ten! Compra algo para los tres. Luego fue a encontrar un asiento junto con Diego y se sentó.

Después de un corto tiempo, Alejo regresó y no paraba de hablar cosas sobre él, de un momento a otro, Diego se fue con una de sus amigas y quedaron solo Dayer y Alejo en la mesa, como él quería que su amigo supiera mas comenzó nuevamente el cuento de cómo llego a la ciudad.

-Mi nombre es  Alejandro, hombre, soltero, 18 años de edad y mido  1.78.

-¡Idiota! ¿Crees que estoy ciego?. Por lo menos, Dayer respondió apropiadamente y no tan frio pero sin duda, Alejo estaba mintiendo, él a lo sumo sólo llega a 1.72m. Alejo finge ignorar las sospechas Dayer y decide continuar diciendo:

-Mi signo es piscis, mis padres están casados, no me gusta comer perejil, no me gusta el café con azúcar, no soy de los que come mucho, no me gustan las cosas con puntos, me hacen sentir incómodo. Tengo un carácter sano, soy muy alegre y no me gusta rendirme.  Esto es todo lo que puedo pensar por ahora. ¿Y tú?. Los ojos de Alejo estaban llenos de expectativa.

Dayer parecía no estar escuchando así que Alejo pensó que no era lo suficientemente honesto y necesitaba decir algo para llamar la atención de su acompañante así que miró a su alrededor antes de ponerse un poco más cerca y decir:

-Además, soy virgen! Dayer casi se atraganta con el arroz y comenzó a toser, él levantó la cabeza y miró a los ojos sinceros de Alejo.

-Muereteeeeee!!

Continuará...

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