El estrés y otros factores - ¿Lo que sea?

...Se arrodillo poco a poco y bajo hasta que su cara quedo en justa en el cierre del pantalón de Alejo, bajo el cierre y con su mano saco el...

CAPÍTULO 9 – ¿Lo que sea?

La voz de Alejo  afuera había despertado a Dayer. Él permaneció en la cama con las manos cubriendo su cabeza, oyendo cómo Alejo lo odiaba; y cómo lo amaba. Cuando decidió ponerse de pie para abrir la puerta y enfrentarlo, Alejo ya no estaba allí.


Al día siguiente, Alejo había decidido evitar a Dayer porque estaba muy avergonzado por todas las cosas que dijo la noche anterior. Ahora que Dayer sabía que le gustaba, él estaba aún más avergonzado, porque pensaba que Dayer le odian mucho más porque él era hetero, las cosas fueron dando más y más vueltas en la cabeza de Alejandro y cuanto más pensaba, peor se sentía, e incluso tenía las ganas de consumir algunas de esas pastillas de veneno para ratas que parecían unos chocolates.

Cuando salió del baño, lo primero que vio Alejandro fue a Dayer y corrió lo más rápido que pudo para escapar del cubículo sin que lo vieran, casi con su trasero al aire. El día fue pasando y cada que se encontraba con Dayer,  usaba un libro para esconderse, corría en otra dirección  y desaparecía rápidamente antes de que Dayer pudiera decir algo.

Alejandro se estaba volviendo paranoico, cada que veía venir a una persona parecida a Dayer, corría como si el entrenador le estuviera gritando para que anotara una carrera. Los días fueron pasando de un momento a otro y cuando Alejandro salió de clases, y estaba a punto de sostener el libro para tapar su cara, vio a Dayer esperando por él.

-¿Cuánto tiempo vas a seguir evitándome? –La mirada fría de Dayer dejo sin palabras a Alejandro-.

Alejandro se quedo callado por un momento y antes de hablar, sin saber qué hacer, tiro el libro que tenía en sus manos y salió corriendo con toda la fuerza que tenia, solo que se le había olvidado un detalle, Dayer no era el mejor jugador del equipo por nada y rápidamente fue alcanzado por este. Luego de la pequeña carrera, la cara de frialdad de Dayer había cambiado por una más de enojado y antes de que Alejandro se le ocurriera volver a correr, Dayer lo sostuvo de la mano con mucha fuerza.

-Déjame ir, si no voy a gritar! –Alejandro estaba utilizando todas sus fuerzas para luchar pero no podía-.

-¿Vas a gritar sin ningún motivo?, ¿Y para que se supone que corriste? Idiota! –Dayer estaba mucho mas enojado-.

-No quiero hablar contigo, no quiero saber nada de ti.

-¿Por qué?

-No lo puedo repetir, ¿No escuchaste lo que te dije esa noche?

-¿Qué dijiste? –Dayer decidió fingir que no sabía nada de la confesión y así evitar que Alejandro se escondiera de él-.

-No importa si no me escuchaste, así es mejor. Igual no quiero saber nada de ti. –Esta vez, Alejandro se calmó y hablaba con toda la seriedad que podía-.

¿No quieres saber nada de mí? Muy bien. –Dayer soltó la mano de Alejandro y se fue caminando-.

Alejandro no podía creer lo que estaba pasando, entre mas lo pensaba, se sentía peor por decirle a Dayer todas esas cosas y por un momento pensó en ir tras de él pero su orgullo no se lo permitía, Alejo ya había sufrido mucho en manos de Dayer y no quería volver a estar sintiendo lo mismo.

Por otro lado, Dayer seguía caminando con su mente en una sola cosa, Alejandro. Las cosas con el tenían una solución y era simplemente decirle lo que sentía pero Alejandro era un idiota y no se daba cuenta de su sentimientos, Dayer había pasado casi media hora sosteniendo su mano mientras conversaban y Alejandro ni lo había notado. El hecho de que Alejandro es un idiota, y era tan fácil de engañar hacía sonreír a Dayer constantemente. Esa noche, él dijo esas cosas tan fuerte que era imposible no oír. Dayer estaba pensando al igual que él en ese momento pero no era capaz de decirlo en voz alta.


La noche era joven y Diego junto a Alejandro estaban preparándose para ir a la fiesta esa de ambiente a la que  habían invitado a Diego, esta sería la primera vez que Alejo iba a una discoteca de ambiente y la primera en su vida que de verdad salía a una discoteca, puesto que antes no tenía amigos con los cuales salir por lo cual nunca salía. Diego le estaba contando sobre el plan que tenia para la noche y le daba vueltas en la cabeza, Alejo no quería aprovecharse del hecho de ser amigo de Dayer para poder quitárselo a su novia, le parecía jugar sucio y tampoco quería ser de ese tipo de persona que usa a otras para dar celos pero el plan de Diego era muy simple.

El plan consistía en ir a la disco y evaluar chicos hasta dar con uno que fuera tan decente como Dayer, pero eso solo era la primera parte y la más fácil, la segunda parte del magnífico plan de Diego, esa era la parte más complicada para Alejo, era para conquistar al chico que usaría para darle celos a Dayer. En su cabeza no dejaba de dar vueltas el hecho de que el no tenia atributos llamativos ni nada para conquistar un chico y él no podía ni conquistar a una chica.

Después de estar listos, Alejandro salió de la habitación y se paro frente a la puerta del apartamento de su vecino, puso su mano sobre ella y pretendía tocar pero fue sorprendió por este, Dayer estaba muy guapo, más de lo normal, tenia puesto un traje negro con pequeños detalles en azul oscuro que lo hacían ver un poco más serio, tenía unos zapatos muy costosos que Alejo solo había visto en comerciales y su cabello estaba muy bien peinado con una pequeña cresta que lo hacía ver a su parecer genial, antes de que pudiera decir algo, Dayer le paso por el lado y luego de cerrar su puerta, se marcho en silencio.

Alejandro se quedo parado frente  la puerta unos minutos y seguía incapaz de decir una palabra, él quería disculparse pero Dayer lo miro de una forma tan fría que era como si Alejandro ya no existiera en su mundo, como si solo estuviera viendo a la nada.


Alejandro vagaba solo por la disco y no paraba de aceptar bebidas de desconocidos, su tolerancia al alcohol era mínima y rápidamente se encontraba borracho, los chicos seguían acercándose a bailar con él, paso un buen rato en la pista de baile hasta que Diego se acerco con un grupo de chicos, les presento un rato pero Alejo no podía recordar sus nombres, estaba tan bebido que veía a Dayer por todos lados.

Los chicos que estaban frente a Alejo eran muy guapos pero este solo tenía ojos para su vecino, nadie de la disco le llamaba la atención y solo quería ir a la barra y que alguien le brindara otra bebida, Alejo estaba en un mal estado y ya no sabia donde se encontraba Diego y su grupo de amigos. Luego de seguir caminando por la disco un buen rato, Alejo termino entrando a la sala VIP de la disco, en la misma se encontraban chicos mas guapos que los amigos de Diego, de un momento a otro la cara de Dayer se le había borrado de su mente y comenzó a mirar buscando a Diego entre la multitud, quería irse, no se sentía bien, el alcohol ya se había apoderado de él, solo quería estar lejos de allí.

Alejandro pensó que fue una mala idea en ir a esa disco en busca de algún otro chico ya que su corazón pertenecía exclusivamente a Dayer y nada ni nadie iba a cambiar eso de la noche a la mañana, se quedo mirando a la nada porque sintió un mareo intenso y cuando cayo en si un chico muy atractivo se le acerco y le pregunto que si se sentía bien, Alejandro se le quedo mirando fijamente y lo único que le llego a su cabeza fue preguntarle si su nombre comenzaba con D o que si él también rechazaba las cartas de amor de sus admiradores, contuvo la pregunta en su cabeza y lo único que hizo fue sonreír, ¿Quieres tomar un vaso con agua? Le pregunto ese chico desconocido a Alejandro, lo que hizo fue asentir de igual manera eso era lo que necesitaba, se tomaría el agua y de allí buscaría a Diego junto a sus amigos y le pediría que se fueran a su celda, lo único que quería era irse a descansar, acostarse en esa cama y pensar en todas las cosas que habían estado pasando con Dayer.

El chico atractivo se acerco a la barra pidió un vaso con agua y que le colocaran mucho hielo, cuando se lo iba a entregar a Alejandro alguien lo tropezó e hizo que la mitad del vaso fuera a caer en el pecho de Alejo, se sintió tan apenado que le pidió disculpa y le dijo que fueran al baño para ayudarlo a secarse la camisa, después de todo había sido su culpa. Al entrar al baño, el chico le busco algunas servilletas de mano a Alejo y comenzó a pasársela encima de la camisa que cargaba, no paraba de decir que lo sentía y lo único que salía de la boca de Alejandro era un “No te preocupes no fue tu culpa”, la desesperación y la pena de chico aun desconocido ya que Alejo por estar en ese estado no se le había ocurrido preguntarle ni siquiera como se llamaba seguía aumentando, parecía que era la primera vez que le pasaba eso en medio de un coqueteo con algún chico y dijo: “Si hay algo que pueda hacer por ti para remediar lo que paso dímelo, no tengo ningún problema”. No pasaron ni dos segundos cuando Alejandro le dijo: Hazme olvidar a un chico el cual no sale de mi cabeza y puedes arreglar mi vida.

Mi nombre es Mauricio, yo se que no preguntaste pero por lo menos tienes que saber mi nombre antes de hacer lo que voy hacer contigo. ¿A que te refieres? Pregunto Alejandro con curiosidad, Mauricio no le dijo nada, solo lo tomo de la muñeca y lo metió en el cubículo del baño donde comenzó a tocarle la entrepierna a Alejandro, Alejo no podía creer lo que estaba pasando, no sabia porque ese chico estaba en ese cubículo, no sabia que por aceptar un vaso con agua terminarían tocándole la entrepierna, pero aunque no se dio cuenta él le pidió un favor a ese chico que ya no era un desconocido ya sabia que se llamaba Mauricio y que estaba tocándole la entrepierna. Su erección fue inmediata el baño se empezó a llenar poco a poco y eso aumento la excitación de Mauricio, se arrodillo poco a poco y bajo hasta que su cara quedo en justa en el cierre del pantalón de Alejo, bajo el cierre y con su mano saco el miembro erecto de Alejandro, pudo contemplar los maravillosos dieciocho centímetros que se encontraban entre la entrepierna de Alejo y poco a poco los fue introduciendo en su boca, pasaba su lengua de arriba hacia abajo, sentía la calentura del miembro, la cara de Alejandro era un poema, la mamada se estaba haciendo un poco más rápida, mas continua, con mas animo, Mauricio miro a su compañero como si estuviera observando el cielo y le pregunto -¿Te gusta?-. Sigue, fue lo único que pudo decir Alejo entre sus gemidos y con sus dos manos, una en la cabeza del chico guapo y otra en su miembro le inserto esos dieciocho centímetros hasta la garganta.

"Quiero que me penetres" eso fue lo que alcanzo decir Mauricio cuando esos centímetros salieron de su boca, ya habían pasado más de 20 minutos y habían algunos chicos que querían entrar al cubículo a hacer sus necesidades y fue allí cuando comenzaron a tocar la puerta del mismo, Alejandro cayó en sí de donde estaba y de que estaba haciendo y por un momento sintió asco por él mismo, solo quería irse, no quería saber más nada, ni siquiera recordaba que hacía en ese sitio y porque estaba todo mojado, guardarse la erección en el pantalón fue un dilema pero cuando lo logro salió del cubículo dejando a Mauricio con ganas de mas, todo el mundo se le quedo mirando a Alejandro cuando salió de ese cubículo todo mojado y más cuando vieron a ese chico de rodilla con su cara de excitación y todo espelucado.

Luego de salir de ese lugar y con una erección entre sus piernas, Alejandro finalmente pudo dar con Diego y su grupo, ya era hora de marcharse. Al salir de la disco lo primero que hizo Alejo fue vomitar en el piso, dejo salir todo lo que tenia, no quedo nada en su estomago, cuando finalmente pudo componerse, alguien estaba junto a él con una botella de agua, Alejandro no podía creer, cerro sus ojos y cuando los abrió, esa persona seguía parada ofreciéndole una botella de agua.

-No nos necesita para llevarlo a casa? –Diego le pregunto a Dayer-.

-No, traje mi carro. Yo me ocupo de este idiota –Dayer respondió-.

Después de eso, Diego y sus amigos se fueron. Diego no podía dejar de reírse por lo perfecto que había resultado su plan, después de todo, el plan original y del cual Alejandro no tenía idea, es que desde el principio Diego pretendía emborracharlo y llamar a Dayer para que lo recogiera.


Alejandro volvió a levantar la cabeza y miró la cara de Dayer claramente antes de tumbarse en el suelo como un niño, Dayer no podía creerlo y solo siguió caminando, de un momento a otro Alejandro comenzó a gritar:

-¿Me vas secuestrar?, ¿Qué se supone que haces aquí?, Te pedí que te alejaras de mí.

-¿Yo no te pedí lo mismo pero igual me seguías? –Respondió Dayer rápidamente y el silencio reino por unos minutos-.

Alejandro seguía tirado en el suelo y Dayer se reusaba a ir a levantarlo, pasaron varios minutos mirándose hasta que Alejo le pidió ayuda para poder levantarse, cuando Dayer le ofreció la mano, Alejandro rápidamente lo abrazo y se acerco, podía oler la ropa de Dayer, el hermoso traje negro desprendía un olor a perfume caro, de esos que solo los hombres ricos podían usar.

-¿Por qué de repente hueles tan bien? –Luego de decir eso, el vomito rápidamente subió hasta la boca de Alejo y antes de que saliera, se alejo lo mas que pudo de Dayer-.

-Puedes dejar de vomitar y terminar de subirte en el carro? Es tarde y nos tenemos que ir. –Dayer estaba muy enojado y se acerco da darle algunas palmadas a Alejo por la espalda-.

-¿No puedes hacerlo con un poco mas de cariño? Me vas a sacar los pulmones.

-Eso es lo que quería que pasara. –Los dientes de Dayer rechinaban del enojo-.

-¿Por qué estás tan enojado? –Alejandro estaba algo borracho pero la cara de Dayer era la misma de enojo-.

-No estoy enojado. –Dayer  respondió de lo más tranquilo-.

-No me siento muy bien. –La cara de Alejandro estaba totalmente pálida-.

-No vengas a quejarte ahora, tú te lo buscaste. –Alejandro hizo que Dayer llegara a su límite, ese parecía ser su único talento últimamente-.

-¿Crees que me gusta esto? Todo lo que me pasa  es por tu culpa, estúpido. –Alejo apuntaba con su dedo a Dayer-.

-Deja de comportarte como un niño y termina de subir al carro, no seas escandaloso.

Alejandro termino de subirse en el carro de Dayer y ni recordaba cómo era por fuera, no dejaba de ver la ventana y la abrió con cuidado para que el viento soplara sobre el por un buen rato, el olor de Dayer estaba por todo el carro y el silencio incomodo seguía reinando entre ellos dos tanto que Alejandro se quedo dormido. En el momento en que llegaron a la puerta del apartamento, Dayer miró la hora 3:00, la dueña ya había desactivado las tarjetas de entradas y por lo tanto se habían quedado afuera. Dayer quien en un principio pensó que Alejo estaba dormido, volvió al carro y pensó en un lugar para poder pasar la noche.

-¿A dónde vamos? –Alejandro pregunto algo asustado-.

-Mi casa. –Dayer volvió a encender el auto-.

-¿Qué paso? –La preocupación de Alejo creció un poco más-.

-Nos quedamos en la calle, después de las dos de la mañana la dueña desactiva la entrada.

-¿Tienes una casa? –Alejo estaba sorprendido-.

-La estaban construyendo y por eso me estaba quedando en un apartamento pero ya esta lista y quería esperar que se venciera mi contrato con la señora para mudarme.

-Ya veo, bueno, espero que tengas un cuarto para las visitas.

Alejandro ya se encontraba un poco mejor y comenzó a revisar el carro de Dayer, abrió cada compartimiento hasta que en uno encontró un pequeño cartón de lotería. Lo paso por la cara de Dayer y luego lo raspo pero no había ningún premio.

-¿Por qué tengo tan mala suerte? Nunca he sido bueno en estas cosas, pero igual me gustaría ser millonario de una día para otro.

-¿Por qué quieres ser millonario? –Dayer sentía curiosidad-

-Quiero ir de viaje al extranjero, comprarle una casa a mis padres e invertir dinero en caridades y en el deporte que amo.

-¿Eso es todo lo que quieres que haga? –Las palabras de Dayer sorprendieron a Alejo-.

-Pero ahora, Dayer, si me volviera millonario, quiero gastar todo mi dinero en ti, quiero que te quedes a mi lado.-

-¿Crees que me puedes comprar de esa manera?

-Además del dinero, no puedo pensar en ninguna razón para que te quedes a mi lado. –Alejandro  murmuró antes de quedarse dormido nuevamente-.

Cuando llegaron a casa de Dayer, Alejo se despertó algo sorprendido, no podía creer la casa que estaba frente a sus ojos, era muy grande, casi parecía una mansión, Dayer se paro en la entrada, saco sus llaves para abrir la puerta.

-Disculpa por hacerte pasas por todo esto, ya descanse un poco y si quieres me puede dejar en un hotel, así no molesto. –Alejo se sentía un tanto extraño pero Dayer seguía con su cara inexpresiva-.

-¿Crees que voy a dejar que te quedes en un hotel?

-Está bien, incluso si somos amigos me puedes dejar en otro lado, no te tienes que… - Alejo no pudo terminar de hablar, Dayer lo agarró por la muñeca-.

-¿Puedes dejar de decir que solo somos amigos? Solo oírlo me hace enojar. –Soltó la mano de Alejo y lo beso-.

Alejandro estaba muy sorprendido, no lo podía creer, solo de que Dayer invadiera su boca con su lengua, si esto era un sueño, entonces Alejandro no quería despertar. El solo estaba como firme como una piedra, no tuvo ninguna reacción hacia el beso, por lo que Dayer se separo y rápidamente hablo.

-¿Qué pasa?, ¿No te gusta mi beso?, ¿Acaso estas muerto?

-No, nada de eso, fue demasiado rápido y este es mi primer beso. –Alejandro respondió algo nervioso-

Continuara…  ¿FINAL?

GRACIAS POR TODO, COMENTEN Y VALOREN.