El esposo de su amiga II

Lorena tras presenciar lo ocurrido en casa de su amiga, durante una boda, tras embriagarse, termina en su habitación siendo desnudada y tomada por el marido de su amiga, hasta sentir como eyaculaba por primera vez dentro de ella.

Paso el tiempo, y aunque Lorena anhelaba presenciar otra situación igual, la misma no se produjo. Cierto día ambos matrimonios fueron invitados a la celebración de la boda de una empleada de la empresa donde trabajaba Corina, la cual debía llevarse a cabo en el pueblo natal de la novia, a bastante distancia de donde se encontraban.

Como resultaba imposible acudir y volver en el mismo día, las mujeres lo arreglaron todo para acudir juntas a esa ceremonia, alquilando dos habitaciones en el mismo hotel del pueblo.

Cuando Lorena le comentó todo ello a su marido, este se quedó poco convencido, pero no se negó a ir. Lorena al igual que su amiga, se dirigieron a una boutique y adquirieron el traje que mejor les iba a su fisonomía. Lorena se quedó prendada de un traje color azul celeste, de costura baja, pero con una abertura a un lado, que inicialmente le pareció bastante atrevido, ya que se dio cuenta de que en cuanto se descuidara podía dejar a la vista una buena parte de sus muslos.

Corina no obstante la convenció, diciéndole que le quedaba como un guante, y que resaltaba su figura. Y, no estaba mal encaminada, ya que aquel traje le iba a Lorena como anillo al dedo. Además llevaba un escote que igualmente iba a permitir admirar una buena parte de sus pechos, y mantenía una gran abertura en la parte posterior, dejando gran parte de su espalda al descubierto, lo que le obligaría a no llevar sostén.

- No sé. Creo que es bastante atrevido. ¡Seguro que mi esposo me reñirá en cuanto me vea con el puesto!. Exclamo Lorena a su amiga.

-Que se fastidie. Tienes un cuerpo de escándalo, y con ese cuerpo estará irresistible. No te lo pienses más- le dijo Corina.

Esta última se compró un traje bajo también, que aunque le iba bastante bien, no tenía nada que ver con la figura que destacaba Lorena.

Y así, llegó el día en que debían marchar en la mañana, con la finalidad de llegar en la tarde a la ceremonia. El marido de Lorena le dijo entonces que tenía que acudir un momento a la empresa ya que le habían llamado de la misma. Evidentemente Lorena le reprochó, ya que sabía que podían llegar tarde, especialmente  conociendo a su esposo.

Tras casi dos horas de esperar, Lorena cada vez más nerviosa, le llamo por teléfono enfadada. Se había maquillado y solo le faltaba colocarse el vestido y los zapatos. Pero su esposo no daba señal en su teléfono móvil, por lo que llamó al teléfono de la empresa. Una empleada le indicó que estaba en una reunión con alguien de la Seguridad Social. Lorena se enfureció aún mas, y le pidió a la administrativa que hiciera el favor de llamarlo urgente.

Transcurrido unos momentos, llaman al teléfono casa, comprobando que era su marido. Lorena le reprochó la hora que era y que iban a llegar tarde. El marido, con su parsimonia característica, le dice que lo sentía pero que no podía ir a la boda. Unos inspectores de la S. Social habían venido y estaba revisando unos contratos de trabajo y el tenía que estar alli.

Lorena montó en cólera, diciéndole que podía perfectamente dejar la misma para otro día, justificando la existencia de la boda a la que tenían que acudir, pero el se negó.  La mujer no pudo controlarse y le dijo que si no quería ir, ella se iría por su cuenta, pero que, bajo ningún concepto iba a faltar a la boda de aquella chica, a la cual conocía y que tenía reservado su puesto en la ceremonia . El termino por contestarle:- Mejor vete tú. Llama a Richard y Corina y marchas con ellos. Yo no creo que pueda llegar a tiempo .

Lorenzo fuera de sí colgó el teléfono a su esposo. Se quedó pensando en que hacer. Dudo en acudir sin su marido, pero en ese momento recibió la llamada de Corina y esta la terminó convenciendo para que fuera con ellos en su mismo coche. De esta forma quedaron en que pasarían a recogerla en breve.

Lorena se armó de valor, y tomó el traje para ponérselo. Se vio reflejada en el espejo de la habitación y se dio cuenta que el tonto de su esposo se iba a perder la oportunidad de verla con aquel traje. Además, se había comprado una lencería tan atrevida, a pesar de saber que su marido se iba a enfadar, aunque estaba convencida que luego no podría resistirse y acabarían haciendo el amor. No pudo pensar mucho, ya que pronto tocaron el timbre viendo que se trataba de su amiga que la llamaba.

Cuando Richard vio salir aquella mujer de la casa, le entró un cosquilleo que recorrió todo su cuerpo. No daba crédito al pedazo de mujer que tenía delante. Y es que, Lorena estaba realmente espléndida con aquel traje. Ella se percató claramente de aquellas miradas, especialmente cuando le recogió la maleta para colocarla en el maletero junto a las otras.

Hablando del enfado con su marido, y de lo que podían divertirse, llegaron al hotel donde dejaron únicamente las maletas y luego salieron hacia el lugar donde se iba a llevar a cabo la ceremonia. Le dieron dos habitaciones contiguas, constando que eran bastante espaciosas y con unas vistas preciosas hacia las montañas.

La ceremonia se llevó a cabo en una finca decorada para la ocasión, y luego de la misma, paso al coctel, para posteriormente terminar en la cena. Lorena se había percatado de las constantes miradas que le había propinado el marido de su amiga, las cuales le llegaron a sonrojar.  En cuanto pudieron tener una ocasión de estar solos, Richard le dijo: - Lorena, estás preciosa. Eres sin lugar a dudas la mujer más bonita de la fiesta.

-gracias. No seas adulador.¿Cómo se entere tu mujer de tus comentarios, ya verás cómo se pone? Le contesto ella sumamente nerviosa.

-Ya que se que es algo celosa. Pero tampoco le vamos a decir nada. Pero, vuelvo a repetirlo Lorena, ¡¡esta noche estas….!! y no terminó de decir la frase, aunque Lorena se lo imagino, sonrojándose.

- Ay Richard. Ten cuidado con lo que dices. No quiero tener problemas con tu mujer . Le dijo ella entre el nerviosismo, el sonrojo y medio sonriendo.

Se sentaron en la misma mesa, con otros dos matrimonios. Durante la cena que fue bastante distendida, tomaron bastante. La verdad es que Leonor también se encontraba bastante desinhibida, y alegre, hasta el punto que sin darse cuenta había ingiriendo gran cantidad de alcohol animada por su amiga Corina, la cual ya estaba igualmente bastante alegre. Leonor también se había dado cuenta que Richard era de los que las incitaba a beber, observando que el mismo, sin embargo, se estaba reteniendo bastante. Esto la puso algo intranquila: ¡ que pretenderá !

-Oye Richard, ¿nos estás haciendo beber bastante, pero tú apenas bebes?

- No os preocupéis. Alguien tiene que estar cuerdo para poder conducir el vehículo. Vosotras divertíos que para eso habéis venido .- le contesto Richard.

Leonor, se deba cuenta que un poco disimuladamente Richard no paraba de llenarle la copa a su mujer y también a ella. Se dijo: ¿ no pensará emborracharnos a las dos? sin embargo, estaba ya tan alegre que siguió bebiendo. Hasta que llegó un momento que se encontró que la cabeza le daba vueltas, y algo mareada. Al comentárselo a Corina, esta la indicó que le pasaba lo mismo, aunque aquella el grado de inhibición de aquella era casi total.

Richard al comprobar el estado de su mujer les dice a las dos mujeres: creo que será mejor que nos vayamos ya. Es tarde, no conozco mucho el camino de regreso al hotel. ¿les parece bien que nos vayamos ya?

Sin contestarle, las mujeres asintieron con la cabeza. Corina apenas se mantenía en pie y Richard tuvo que ayudarla a llegar al coche. Leonor estaba casi igual, pero aun podía mantener un poco el equilibrio, y aunque tambaleándose un poco llegó a la parte trasera del vehículo.

Tras el recorrido de regreso al hotel, Leonor no recordaba cómo habían llegado al mismo. Es más casi no recordaba cómo había llegado al ascensor. Richard sujetaba a ambas mujeres  por la cintura, manteniendo una a cada lado hasta que llegaron a las habitaciones. Richard abrió su habitación, y Leonor también entró en la de ellos, dado que no encontraba la llave de la suya en el boldo, y tenía urgencia por ir al baño. Ya dentro, el hombre dejó a Corina sobre la cama, y Leonor casi tambaleándose se dirigió al baño, y una vez dentro como pudo intento orinar. Apenas mantenía el equilibrio, dándose cuenta al terminar, que hasta se había orinado las bragas. Intento lavarse la cara pero le hizo poco efecto. Al final salió del baño, observando que Richard había desnudado a su mujer dejándola solo en ropa interior y la había metido en la cama.

Al verla llegar, Richard le dijo: ¿ Cómo te encuentras Leonor?-

- Ay Richard. Creo que esta vez me he pasado: he tomado demasiado. Todo me da vueltas. No sé si llegaré a mi habitación. – le comentó ella sentándose sobre la cama, algo abatida.

- Tranquila. Yo te ayudaré. ¿Has podido encontrar la llave?

-Ay.. No sé. Por favor quieres mirar en mi bolso a ver si la encuentras. Yo apenas me mantengo. Le contesto ella.

-claro - le contesto el hombre.

Richard logró encontrar la tarjeta-llave de la habitación, y luego le dijo:- venga Lorena, te acompaño hasta tu habitación.

Ella se lo agradeció dado que apenas tenía fuerza para levantarse. Apoyado en el marido de su amiga logró alcanzar su habitación. Ya dentro, se echó sobre la cama,  estirándose boca abajo sobre la misma. Le parecía mentira haber llegado al lecho de la cama.

Richard se sentó al borde de la cama y la observó.

Sus ojos recorrieron el cuerpo de la amiga de su esposa, para terminar centrándose en los hermosos muslos de la mujer. a ésta, el vestido azul celeste que llevaba se le había subido bastante, y a través de la raja lateral, ahora dejaba entrever no solo uno de sus preciosos muslos, sino que el hombre pudo divisar la tanga roja que llevaba puesta.  Sin poder evitarlo, la daga el hombre se revolvió dentro del pantalón, emergiendo con gran poderío y mostrando un enorme bulto en dicha prenda.

Richard dudo sobre cómo actuar. Toda la tarde aquella mujer le había mantenido con una erección casi constante. Pese a conocerla de antes, la forma en que iba vestida esa noche y la inhibición de la misma, le había incitado como nunca antes. Esa noche la amiga de su mujer estaba preciosa. Llevaba unos días sin sexo. Sabía que tenía a su mujer al lado, pero ya por experiencia conocía su total rebeldía al sexo cuando se encontraba tomada.

Contempló nuevamente el portento de mujer que tenía delante, y sin poder contenerse, se subió un poco sobre la cama y con cierto nerviosismo alcanzó el cierre del vestido de Lorena al tiempo que tiró del mismo hacia abajo. Al instante la espalda de la mujer quedo totalmente desnuda.

Lorena estaba como ida y su conciencia no era muy cuerda. No obstante, se dio cuenta de lo que estaba haciendo el marido de su amiga, y le reprocho: - Oh Richard, ¿Qué estás haciendo?

- Tranquila Lorena. Solo pretendo quitarte el vestido para que puedas meterte en la cama. Veo que tu sola no vas a poder .Le manifestó Richard.

- Ya… pero esto no está bien… ¡Oh me vas a desnudar! - protesto ella cuando sintió que el hombre sin detenerse, tiró de los laterales del vestido sacándoselo por las piernas. ¡Lorena se sintió desnuda!. Y era cierto, solo portaba la corta braguita que llevaba puesta, ya que el traje no le permitía llevar sostén.

Pese a encontrarse boca abajo, en su poco estado de lucidez que aún le quedaba, se percató de que ahora se encontraba casi desnuda ante el hombre con el que en varias ocasiones se había masturbando pensado en su tranca. Su agitación aumento, al comprobar como el hombre, sin previo aviso, tomaba también los laterales de su braguita y tiraba de los mismos, sacándolas limpiamente por sus piernas. ¡ Joder aquel hombre la había desnudado completamente!.

- Oh Richard. ¿Por qué me has quitado las bragas?... oh me has dejado desnuda .- le dijo ella tenuemente, intentando cerrar sus piernas en un intento de ocultar su intimidad.

- Tranquila Lorena. He tenido que hacerlo. ¡Veo que te has orinado en las bragas!. ¿No pensarías acostarse con ella mojadas ?- le contestó Richard al tiempo que contemplaba la mancha de orín que se reflejaba en la prenda de la mujer, que tras olerla, dejo sobre una silla.

Richard entonces dirige la mirada hacia el tremendo cuerpo de mujer que ahora tenía desnudo sobre la cama, y se dijo en voz baja “ que pedazo de hembra ”. Observó el bulto de su pantalón y verificó que estaba a punto de reventarse ante la presión que desde abajo ejercía su tranca ante la visión femenina que estaba contemplando.

El hombre le pasó las manos por la espalda de la mujer, acariciando aquel hermoso cuerpo, pese al nerviosismo  y algunas quejas de la mujer, para posteriormente i bajando poco a poco, como en un pequeño masaje hasta las nalgas de la misma. Pese a las protestas de la mujer continuó su camino, logrando separar un poco las nalgas, y observando por primera vez el ano de aquella hembra . Al momento se dio cuenta de que era un ano sin estrenar. Y pensó ¿ Cómo era posible que el gilipuertas de su marido no hubiera horadado ya aquel precioso agujero?

- Oh Richard. ¿Qué vas hacerme?… ¡oh--¡ ¿qué me haces? - exclamo al sentir como el hombre separaba las nalgas y dejaba a la vista el agujero de su culito .

- Relájate preciosa. Solo te estoy dando un pequeño masaje. Por cierto Lorena, ¡tienes un cuerpo precioso! Y ….“que culito más prieto”.**

-oh que dices … oh me estás viendo el culo  oohh

Lorena apenas podía moverse, e intento protestar, aunque la corpulencia y poderío del hombre la sujetaba por sus muslos, obligándola abrir sus piernas, mostrando de esta forma, por primera vez al marido de su amiga, la frondosidad de su vagina. Richard observó los abundantes vellos que la misma poseía alrededor de su coño. Tras forzarla abrir un poco más las piernas, alcanzó a ver los labios de la vagina y parte de la raja .

Oh Richard me estás viendo toda. Oh no…. por favor ….ooo esto no está bien….

El sin pensarlo mucho paso unos dedos por los labios vaginales de aquella hembra, dándose cuenta que pese a protestar, la misma se encontraba mojada, ya que parecía que no era solo de orín la humedad de sus bragas, sino que debía estar bien lubricada, pese a la poca luz que se reflejaba en la habitación.

- oh no me toques ahí oo Dios que pretendes…. Oh Richard debes marcharte….

Richard no se inmuto ni respondió. Al contrario sin soltar a la mujer, acercó su cara hasta la vagina de la misma, aspiró con su nariz los olores que desprendía aquella vagina, comprobando que eran los típicos de una “mujer en celo”.

Y, como si de una brocha se tratara, acercó su lengua aquel frondoso coño y lamio de arriba abajo los labios ya humedecidos de Lorena. Aquella, al sentir la lengua del hombre en su intimidad, se estremeció. Sin apenas fuerzas para oponerse, se dio cuenta que el hombre pretendía lamerle su concha. Para Lorena, era algo nuevo . Algo que jamás su esposo le había hecho.

- oh pero que me haces oooo le dijo casi tartamudeando.

Tras unas cuantas lamidas, observó como aquel puso la lengua en puta y comenzó a presionar, viendo como aquella especie de pequeño pene, comenzaba a introducirse en el interior de su vagina.

¿Oh Richard, pero que me haces?. Oh por favor no  para ya por favor ……ooooo

El hombre se dio cuenta de que la amiga de su mujer, pese a sus protestas, se estaba lubricando con una rapidez asombrosa. Y se dijo: ¡ esta putita está deseosa de polla! . Esta cabrona  me ha tenido con una empalmadura de cojones toda la tarde. Será una locura, pero tengo ganas de penetrar ese coñito.

Oh siii oooo  ….no sigas, ooo Dios gemía Lorena viendo como pronto, su borrachera era como si se evaporara, y comenzaba a disfrutar de la lamida de coño que le estaba propiciando el marido de su amiga.

Aun disfrutando de las lamidas del hombre, y pese a su estado, se dio cuenta claramente, que el marido de su amiga se había bajado los pantalones. Y era cierto. Pese a encontrarse boca abajo, pudo contemplar en el espejo de la habitación como el hombre, sin dejar de lamer su sabroso coño, con gran habilidad había logrado bajarse sus pantalones, e incluso su slip-

¿Porque te has quitado los pantalones?... ¿Qué pretendes hacerme? Exclamo Lorena, pese a intuir cuales eran las intenciones del marido de su amiga.

-Relájate preciosa. ¡Voy a darte lo que estas deseando!.Exclamo Richard con una excitación tremenda.¿Estás deseando mi polla verdad? ¿Eres una putita?.. ¿No es verdad que estas deseando que este macho te clave de una vez?. Le terminó por decir el hombre casi groseramente.

Esas palabras groseras, pese a ser gravosas, esa forma de hablar, insultándola, excito aun mas a la mujer.  Pese a todo, en el fondo deseaba sentir la enorme tranca del marido de su amiga. Pero, aún así Lorena intento protestar: - Oh no Richard… no me penetres. ¡Oh cabron los vas hacer! ooooo exclamo al sentir como el pene del hombre comenzaba a introducirse en su vagina.

Pese a la posición en que se encontraba, noto como el pene del marido de su amiga se abría paso entre los labios de su vagina,  e iniciaba su avance imparable hacia el interior de la misma. En ese momento se percató igualmente de las dimensiones de aquel tremendo vástago . En la casa de su amiga, al contemplar como penetraba a la doméstica, solo había visto aquella tranca de lejos, pero ahora estaba sintiendo en su propia carne, como aquel enorme falo, ensanchaba de una forma considerable las paredes de su vagina, en su paso inexorable al interior de su coño.

- Oh por favor  noooo  oooo …..no lo hagas ooo ….me vas a desgraciar….ooooo

Lorena se dio cuenta de que pese haber sido madre, aquel falo era tan grueso que parecía como si la estuvieran desvirgando de nuevo. Notaba como el hombre iba presionando poco a poco, hasta que de un certero golpe, le acabó de encajar la totalidad de la misma. Ella se quejó al sentir como aquella tranca se terminó de alojar fuertemente en su interior: oh cabron ooo ….”me la has metido toda”…. oooooo.

-¡Ya sabía yo que te iba a gustar!. Le dijo el hombre enardecido. ¿ Te gusta mi tranca verdad?. ¿Seguro que tu marido no tiene una como esta?... ¿verdad putita?

Ella le iba a contestar, pero se silencio. Reconocía que el nabo que ahora tenía dentro de su coño no se parecía en nada el pene de su marido. Era como si la estuvieran atravesando con un misil. Su coño se sentía lleno.

Al poco tiempo, constato que el hombre la hizo incorporar un poco, haciendo subir un poco sus piernas para que se colocara en posición de perrito. Ella intuyó la intención del mismo y facilitó la tarea. En esa posición, Richard ahora tenía totalmente atravesada a la amiga de su mujer . La tranca del mismo entraba en su totalidad dentro de la vagina de la mujer.  Pocas veces se había cogido a una mujer como aquella pensó Richard. Había sentido como la vagina de la mujer intentaba estrujar su pene, aumentado su excitación, y eso le ponía su verga aún más dura.

- joder Lorena. Como me estas poniendo. Te voy a dejar bien clavada.

Y al momento comenzó a bombearla, al tiempo que paso sus manos por debajo del cuerpo de la fémina, para pronto alcanzar los desnudos pechos de la mujer, oh mis pechos…. no oooo

El hombre tomo y acarició con sus manos aquellos pechos tan firmes, lo que excito aún más a la mujer, logrando que tras varias penetraciones, la mujer comprobara como comenzaba a fraguarse dentro de ella un orgasmo. Al percatarse de ello Richard comenzó a bombearla con gran intensidad, dentro fuera, dentro fuera… a un ritmo trepidante , que  llevaron a la mujer al éxtasis, la cual comenzó a recular su cuerpo hacia atrás, al encuentro con el hombre, mientras se convulsionaba y corría estrepitosamente apretando con las paredes de su vagina aquella enorme tranca que la penetraba sin parar.

- ooo Dios ooo si me vengo oooo siiiiiiiiiiiiiii oooooooo

Richard esperó un poco que se recuperara, y luego salió de ella. Con su tremendo poderío tomo a la mujer y la colocó boca arriba. Lorena se quedó sorprendida, y en ese momento, mirando hacia la entrepierna del hombre observo el enorme nabo del mismo, el cual seguía empalmado y brillante por los jugos de su propio coño. Pero el hombre no la dejó pensar, y, abriendo sus piernas, dirigió su cipote al coño de aquella y la ensartó de una sola vez .

- Oh joder …..Despacio ooooo ….me partes ooooo cabroooon

El hombre sin inmutarse comenzó a penetrar en esa posición a la mujer, bombeando su coño una y otra vez. Esto terminó por llevar a la misma a un nuevo orgasmo. Tras acabar, ella se percató de que el hombre estaba a punto de correrse también. Su estado de ebriedad, ya casi había desaparecido, y por ello se dio cuenta que la tranca del hombre se endurecía aun más dentro de su vagina, lo que evidenciaba la intención de eyacular. Se dijo: joder este macho tiene la intención de eyacular dentro de mí. . ¡ No podía permitirlo!: ¡no estaba protegida !.

Y, para colmo, ese mismo día por la mañana se había sentido bastante caliente. Hasta pensó que pudiera estar ovulando. Por ello tenía que evitarlo. Y le  dijo: - Richard no puedes hacerlo dentro. ¡¡Tienes que salirte!!.

El hombre sin parar de penetrarla, le pregunto -¿ acaso no quieres mi leche preciosa?. Tengo una buena carga para ti en mis pelotas .

-Ni se te ocurra. ¡No estoy protegida…! y creo que puedo estar en mis días fértiles. No lo hagas . Le contesto Lorena con cierta vehemencia.

Pero Richard era bastante tozudo, y además esa noche tenía una erección de caballo. Notaba sus pelotas llenas. Por ello le comento.- Pues ¡tengo la intención de llenarte con mi lechita!. ¡ Joder Lorena, que buenas estas!. “A una mujer como tu hay que dejarla bien follada”.

Lorena se asusto. Sabía que aquel semental se iba a correr dentro pese a todo: -Pero… ¿no te das cuenta que podrías dejarme embarazada?…. Por favor Richard…ooo

- Desde que te vi desnuda sobre la cama, sabía que te iba a llenar con mi semen.  ¿Has visto como tengo mis pelotas ?- le dijo totalmente excitado y sin parar de penetrarla, al tiempo que comenzaba a tenar su cuerpo.

La mujer entre asustada, excitada y alterada, comprobó que el marido de su amiga se iba a terminar definitivamente corriendo dentro. La curiosidad la invadió y morbosamente, alargó la mano y palpó los testículos del hombre, sorprendiéndose del tamaño de aquellos. Eran como dos grandes pelotas de tenis . Los palpó varias veces, dándose cuenta que estaban bien cargados.

-¿ te has dado cuenta preciosa?. Le contestó el hombre el ver como la amiga de su mujer le tocaba los testículos ¡los tengo bien cargaditos!. ¡¡Te voy a dejar bien regado ese coño!!.

- Oh por favor…  noooo oooo…pero casi al unisonó sentido los primeros latigazos del semen del hombre chocando contra las paredes de su vagina.Joder… cabron….. lo estás haciendo oh no  oooooooooooooo o Dios ….me vas a desgraciar o oooo para ….para ooooooo

El hombre, lejos de detenerse, totalmente fuera de sí comenzó a descargar dentro del caliente coño de aquella hermosa hembra, hasta el punto de que termino por, apoyar su cuerpo sobre el de la mujer, haciendo que su coño se abriera completamente como una flor ante su peso.

Lorena sintió que la tremenda estaca del hombre le llegaba ahora más adentro, hasta cerca del útero . Tampoco dejaba de lanzar lechada tras lechada, que a la misma le pareció interminable. Aquel semental parecía no terminar nunca. Ella viéndose vencida, terminó por relajarse, abrazando con sus piernas en forma de tijera las piernas del hombre, se dejó penetrar por aquel tremendo semental, quien no paro de verter su semilla dentro de su vagina.

Cuando por fin terminó, el hombre se quedó aún dentro de ella unos momentos. Lorena se dio cuenta que estaba completamente ensartada por aquella enorme daga. ¡ Jamás nunca la habían cogido de esa manera! . Pero tampoco había tenia nunca una daga como aquella. En el fondo, se sentía satisfecha. Ella también lo había deseado. Sabía las consecuencias, pero la enorme satisfacción de aquel polvo la dejó relajada.

-¿ oh Richard sabes lo que has hecho ? –se atrevió a decirle al poco tiempo, con aún el sable del macho dentro de ella.

- Cogerme a la mujer más hermosa que he visto . – le dijo el mirándola a los ojos. Y te juro que no me arrepiento ni un ápice.

Pero, ¿no has pensado que tienes a tu mujer en la habitación de al lado?. ¡Eres un temerario!. Le manifiesta ella.

-Sabes muy bien que Corina está durmiendo ahora la nana. Esa no despertará hasta bien entrada la mañana.

Al rato Richard se salió de ella. Lorena miro la daga del mismo, aún endurecida y recubierta de restos de semen. Ahora la observó bien: era un pene majestuoso, largo, y no menos grueso. Las venas que recorrían el mismo la hacía aparentar más enorme. En comparación con la de su esposo era como David y Goliat.

Luego miro la abertura de su raja, la cual no solo se encontraba sumamente abierta, sino que tenía los labios totalmente inflamados y enrojecidos, y aún sobresalían restos de semen del hombre.

Ambos terminaron por echarse sobre la cama. Leonor se comenzaba a sentir más recuperada y parecía que la actividad sexual le había evaporado el sopor del alcohol. Le miro y le recriminó: ¡ te has aprovechado de mi!. ¡Me has emborrachado con la finalidad de tomarme!

-¿Y si así fuera?. ¡Qué más da!.. He notado que lo has disfrutado. ¡¡Creo que en el fondo estabas deseando un polvo como éste!!. Le contesta aquel.

-¿acaso crees que voy buscando macho por ahí? ¡Joder que tengo mi marido!. ¡Que te has creído !- le contesta ella enrojeciendo.

- No te enfades Lorena, pero ¿no creo que tu esposo tenga lo que hay que tener para satisfacer a una hembra como tú?. Se ve que eres bastante fogosa. ¡Necesitas un hombre con más actividad! .Le contesto Richard acercándose muy cerca de la boca de la mujer.

- Joder Richard. ¿y tu mujer? ¿Es que no te satisface? – le pregunta ella.

Richard, la mira y le contesta: - Ya conoces a Corina. Es buena mujer, pero tienes sus manías. Tampoco es lo fogosa que eres tú.  ¡Una mujer como tu es para estarla follando a diario !

Que exagerado! . Se detuvo, y luego le volvió a preguntar, con cierta curiosidad: ¿ Richard, hay algo que no entiendo? ¿Cómo es posible que con la forma en que te has corrido, no hayas dejado preñada a Corina?

El la mira y le contesta: ¿ No te lo ha contado Corina? Tiene un problema en los ovarios, y no podrá concebir. ¡Jamás podrá ser madre!.

Leonor se le queda sorprendida y mirándolo le responde: No me había dicho nada …Eso no se lo había contado su amiga, pese a pensar que eran bastante íntimas. Luego, le mira y le dice: ¡ eres un cabronazo!. Ahora lo comprendo. Como tu mujer no puede quedar embarazada, “pretendes dejar embarazada a su amiga” .

El le sonríe, y le contesta: Pues, ¡ahora que lo dices!, no lo había pensado. Pero, puestos a escoger, no podría encontrar mejor candidata que tu para garantizar mi prole .

Y entonces, colocándose sobre ella, le dice: de todas formas Lorena. ¡¡ Si no te preño hoy, te juro que lo conseguiré en próximas ocasiones!!. ¡Quiero que seas la madre de mi descendiente !.

Ella se altera, y le afloja un tortazo y le contesta: ¡ jamás volverás a tenerme!. Ésta será la primera y la última. ¡ Eres un desgraciado encima quieres preñarme!

El se pasa la mano por la cara recordando el dolor del tortazo. Luego le sonríe y le contesta:-¡ Serás mía las veces que quiera!. Y luego le mira su trasero y le  responde: Además, he visto que tienes un culito precioso que el tonto de tu esposo aún no te lo ha desvirgado. “Solo pensarlo se me estás poniendo la polla a punto” .- al tiempo que se señalaba su pene que ya había empezado a endurecerse de nuevo.

Ella observo la tranca del hombre, y sintió un nuevo escalofrió en su cuerpo. ¡ Aquel semental estaba nuevamente en forma !. Parecía algo increíble la pronta recuperación de aquel hombre. Su marido no se hubiera recuperado hasta el día siguiente, pero el marido de su amiga estaba ahí, de nuevo blandiendo su daga con una buena erección.

- joder.. No me puede ser. ..¿Te has empalmado de nuevo? ¡qué cabron!

CONTINUARA