El esposo de su amiga

Lorena solía acudir a la vivienda de su amiga Corina. Un día, sin esperarlo presencia una escena que la dejó marcada: el marido de su amiga, se estaba cogiendo a la joven criada de la casa.

Lorena llegó a su casa bastante excitada tras recordar lo ocurrido en la casa de su amiga Corina.

Pese a lleva casada más de diez años, Lorena mantenía un cuerpo bastante joven, atractivo a la vista, y el cual no pasaba desapercibido a los ojos de los hombres, y que levantaba muchas envidias entre otras mujeres. No en vano, a sus cuarenta y un años, aún seguía conservando un cuerpo casi delgado, bien proporcionado, con un busto no muy grande pero sumamente firme, pese haber sido madre en una ocasión.  Sus ojos agua color azul turquesa, destacaban en un rostro bien parecido, con un pelo castaño que en ocasiones se teñía de color más negro, y que siempre sabía combinar con un traje de una sola costura o con una falda, pero dejando siempre a la vista sus preciosas piernas, de las cuales se sentía orgullosa, las cuales conservaba aún sin varices ni arruga de clase alguna.

Lorena en cierto sentido era algo coqueta, especialmente en su forma de vestir y en algunas ocasiones, su propia forma de comportarse denotaba ese aire de “mujer algo caprichosa y presumida”. Disponía de una buena posición económica sostenida por un marido, ciertamente mucho mayor que ella, gordinflón y de aspecto algo apático, dado a pocas fiestas y jolgorios, y totalmente encariñado con su empresa de venta de productos electrodomésticos e informáticos que la mantenía ocupado gran parte del día.  El matrimonio poseía un hijo de nueve años, que se llevaba todo el cariño de las casa. Habían pasado los años, y al matrimonio se le estaba haciendo bastante pesado pensar en un nuevo hijo.

Ella tenía varias amigas, pero con la que mantenía una amistad más íntima era con Corina. Esta era un poco más joven que ella, y también algo más gruesa, y no tan agraciada de cara, aunque sin ser fea. Habían trabado amistad con la misma durante unas jornadas en la iglesia a la que ambas acudían, y desde esa fecha, se visitaban recíprocamente con relativa frecuencia.  Corina se había casado hacia dos años, con un joven de casi su misma edad, que respondía al nombre de Richard. Este, era un joven alto, bien parecido, con un cuerpo casi fornido y bien curtido. Desde que Lorena conoció al marido de su amiga le gusto, pero evidentemente nunca había pasado nada entre ellos. Ella solía ver al marido de su amiga en la casa de ésta, cuando la visitaba, especialmente al llegar aquel del trabajo, o en alguna ocasión, e incluso cuando llegaba algo despeinado al regresar de hacer deporte.

Por su parte el marido de Lorena, estaba tan embebido en su trabajo, que solo pensaba en el mismo, y atendía poco a su familia. Es cierto que la mujer no carecía de nada, pero Lorena echaba en falta la presencia del mismo en su casa, y más trato con su hijo. Además se había acostumbrado a acudir sola a las fiestas o cenas de amigos. Tampoco las relaciones sexuales de la pareja eran boyantes, ya que se limitaban al acto sexual alguna que otra vez en la semana, o a veces de forma  más espaciada, y sin poner mucho ardor.

Por el contrario, en ciertas ocasiones, Lorena pudo presenciar el ardor con que Richard tomaba a su mujer en su casa, y como la apretujaba, incluso metiéndole mano ante ella, levantando las quejas de Corina. Ella había notado alguna que otra mirada de Richard hacia ella sonriéndole, pero sin más. Sin quererlo, evidentemente, esto enardecía a Lorena, la cual se sentía aún joven y necesitada de más actividad sexual.

Todo se precipitó, cuando un buen día Lorena llegó en la mañana a casa de su amiga, y tras tocar el timbre, observo que nadie salió a recibirle. Sabía que muchas veces aquella se encontraba en la parte baja de la casa o en el jardín trasero, o en su caso, podía estar la chica de la limpieza que acudía ayudarle en las tareas de la casa dos veces a la semana, a la que en ciertas ocasiones había encontrado limpiando el baño y los cuartos de la planta baja.

Al igual que en otras ocasiones, al ver que el pasador de la puerta de acceso cedió, entró en la casa e inicialmente llamó, pero nadie le respondió. Se sintió extrañada, y decidió bajar a la parte baja de la casa, para comprobar si su amiga o la sirvienta se hallaban en la planta baja. Tras bajar las escaleras que comunicaban con la planta baja, al intentar abrir la puerta de esta estancia, escuchó unos gemidos, y se detuvo. Avisto más el oído, y le parecieron los quejidos de una mujer, aunque distinguió claramente que no parecían los de su amiga. La curiosidad pudo más que su prudencia, y procedió a entreabrir la puerta con cierto cuidado, comprobando que los quejidos provenían del baño situado en esa planta baja. Se dio cuenta de que la puerta del mismo estaba semiabierta. Se puso nerviosa, y aunque dudo, al final optó por acercarse procurando no ser vista, con la finalidad de poder captar las personas que se hallaban dentro del aseo.

Cuando por fin tuvo una visión del baño, quedó casi petrificada: dentro del pequeño aseo, pudo comprobar la presencia de dos personas, un hombre y una mujer. Pero su sorpresa aumentó cuando pudo descubrir quién era el hombre:“ el marido de su amiga se estaba follando a la sirvienta de la casa” a la cual tenía colocada en posición perrito, apoyada en el lavabo del baño .

Lorena se quedo sin saber qué hacer. Era algo que jamás se hubiera imaginado contemplar. Pensó que debía retirarse, pero su morbosidad pudo más, y decidió quedarse un poco para presenciar mejor la escena. Le entro un morbo especial, ya que había percibido aunque someramente que el marido de su amiga se encontraba “ desnudo ”. Entonces, más decidida, volvió a dirigir su mirada al interior del baño, constatando que era cierto: “ el marido de su amiga se encontraba totalmente desnudo” , y además divisó que “ penetraba sin parar a la joven criada” , a la cual tenía empotrada contra el lavabo. La joven se encontraba con las bragas tiradas en el suelo y abierta de piernas, con su cuerpo semi- apoyado sobre el lavabo, mientras era perforaba por el hombre, que la bombeada con gran energía tomándola desde atrás.

Rita que buena estas!. ¿Te gustas eh .?. ¿Te gusta mi polla..?…-¿verdad putita ?- Oyó entonces que le decía el marido de su amiga mientras le envainaba su tranca en el coño a la joven domestica.

Oh señor… me está abriendo mucho!…ooh.. ¡Pare por favor!… … ¡por favor termine que puede venir la señora..!.

- Tranquila pequeña… vamos… ¡quiero que te corras!. Venga putita que luego quiero terminar echándote mi leche- le decía el hombre, al tiempo que tomaba los pechos de la joven con sus dos manos, tras haber abierto la blusa blanca que aquella llevaba puesta. Masajeaba sus pechos una y otra vez, sin dejar de perforar su coño.

- Oh … “no se corra dentro, que puede embarazarme”…. Por favor - exclamaba la joven, observando Lorena como al poco tiempo, la joven ante los bombeos constantes del semental y el constante manoseo de sus pechos,  lograba por fin alcanzar su orgasmo.

Lorena dedico su mirada a observar el tremendo cuerpo desnudo del marido de su amiga, admirando los perfectos bíceps del hombre, su gran espalda y su enorme altura, que contrastaba con los apenas 1.65 metros que podía tener la joven sirvienta.  Comenzó a acalorarse al comprobar la tremenda fuerza con la que aquel semental seguía  perforando el coño de la joven criada, que parecía una enana a su lado . Era evidente que el hombre estaba clavando aquella chica sin piedad , una y otra vez, ya que los gritos de la misma así lo denotaban. Por lo gestos del hombre se dio cuenta que éste, también estaba a punto de venirse.

Y, no se hizo esperar, dándose cuenta como el hombre procedió a salirse de la joven, haciendo girar a la misma para ponerla  de frente al mismo, al tiempo que la hacía arrodillarse, para luego acercar su pene al rostro de aquella. Lorena se quedó excitada, no solo por la escena, sino al ver el tremendo falo que calzaba el marido de su amiga. Desde su distancia le pareció un pene bien grande, y no menos grueso. No le dio mucho tiempo a verificarlo, ya que al momento se fijó en la copiosa eyaculación que brotaba de aquel manubrio, y cuyo contenido fue a parar a la carita de la chica, la cual se vio obligaba a cerrar los ojos ante la lluvia de semen que caía sobre su cara, manchando rostro y pecho de la misma.

- oh nena. ¡Qué corrida… Nenita!…. Uf…Tenía muchas ganas .- le decía el hombre a la joven, aún con su pene en la mano, comprobando Lorena que aún brotaban algunas gotas de semen.

Pero.. ¿Cómo ha podido? ¿Y si se entera su esposa ?- le decía ella, mientras se lavaba la cara en la lavabo del mismo baño, intentando retirarse los resto del semen masculino de su cuerpo. ¡ Oh, mire como me ha dejado!.

- No te preocupes. No lo sabrá. Además tu tampoco se lo vas a decir ¿verdad?- le decía aquel mientras entraba en la ducha del mismo baño, con la clara intención de ducharse, sonriendo a la joven.

Ay señor está loco! .Contesto aquella mientras salía del baño recogiendo sus bragas, y tapándose arreglándose la ropa, al tiempo que miraba su vagina, oyendo decir a la misma en voz más baja : “Que bestia… me ha abierto bastante mi coñito”.

Luego la criada salió del baño, viendo que tenía intención de dirigirse hacia la parte de arriba de la casa. Lorena se adelantó subiendo antes sin ser vista y la espero en el salón.

Oh señora Lorena!. ¡Estaba Vd. aquí!- exclamo la criada, como sorprendida, al ver a la amiga de la señora de la casa allí, y temiendo que hubiera presenciado la escena u odio algo.

¿ No se encuentra la señora ?-le pregunto Lorena para tratar de calmar el nerviosismo de la criada.

No, ha salido. Y ¡creo que volverá tarde! - le contesto la chica como queriendo evitar que decidiera esperarle.

_ Vale pues ya volveré en otro momento - Y Lorena decidió marcharse.

Nada más llegar a casa, entro en el baño, observando que aquella escena había mojado sus bragas. Se notaba perturbada con lo que había visto. No solo el marido de su amiga le era infiel a la misma, sino que además lo hacía con la propia criada, y en su propia morada. En ese momento recordó el tremendo falo de Richard, y sintió como un escalofrío que recorrió todo su cuerpo.

En la noche, viendo que su esposo llegaba tarde, sin poder contenerse metió sus dedos en su vagina y se masturbó hasta alcanzar un orgasmo. Jamás le había ocurrido aquello. Por otro lado, pensaba que ya no tenía la fuerza para excitarse de esa manera, pero al recodar lo vivido esa tarde, le entró celos de su amiga. Sin lugar a dudas, los genitales de su marido no tenían nada que ver con los del marido de su amiga, y mucho menos su vitalidad.

Volvió a casa de su amiga, incluso con la morbosidad de poder volver a presenciar una nueva escena similar a la vivida, pero el tiempo fue pasando, aunque ella nunca le manifestó nada a su amiga. Observaba a la joven criada, y recordó la tremenda cogida que le dio aquel semental. No llegaba a entender como aquella jovencita de baja estatura, había podido recibir el tremendo pene que detectó al marido de su amiga.

Tras transcurrir unos meses, una tarde que se encontraba hablando con Corina,  esta le comentó que quizás iría en la mañana a ver a su madre al pueblo cercano, y que por ello tenía que dejarle preparada la comida a su esposo, con la finalidad de que la criada  se la calentara cuando regresara el mismo del trabajo. Esto excitó a Lorena, al saber que Richard iba a estar de nuevo a solas con la criada. Se dio cuenta que, lo más probable, sería que el marido volviera serle infiel con la criada, aprovechado la ausencia de su esposa.

Cegado por la morbosidad, acechó la llegada de Richard a la casa, sabiendo que la joven criada ya se encontraba dentro. Espero un buen rato tras la llegada de aquel, y luego decidió acudir como en otras ocasiones. Esta vez no toco el timbre, sino que forzó un poco la puerta, comprobando que igualmente el pasador cedió y pudo entrar. Se dio cuenta que no había nadie en la sala ni en la cocina. Excitada, caminó por el pasillo y al momento percibió el ruido de alguien que parecía hallarse en el dormitorio principal.

Sin poder contenerse, se acercó aún más, y observó con suerte que la puerta del dormitorio no estaba del todo cerrada, ya que a través de la rendija salía un haz de luz, por lo que dedujo que quizás podía ver el interior del dormitorio. Al acercarse, miro, y observó como el marido de su amiga se encontraba con los pantalones bajados y con todo su sable a aire. La Joven domestica intentaba evitar al mismo, pero el hombre la sujetaba contra el borde de la cama de matrimonio, y de un tirón le bajó la falda que llevaba, para luego terminar por romperle las braguitas que llevaba puestas:

- oh por favor déjeme. Voy a gritar- gritaba la joven …  ¡oh no me quite las bragas otra vez …!.---¡Oh me las ha roto …!.

- Vamos Rita. Se buena chica. Sabes que te voy a clavar de nuevo.  Yo se que  también lo deseas.- le comentaba aquel mientras la sujetaba  y la colocaba casi a en cuatro al borde de la cama, quedando el “pompi” de la nena ahora mirando hacia el hombre.

- Oh por favor…. ¡No me la meta!. ¡Otra vez no!…Hoy no por favor… - dijo la joven con cierta vehemencia.

-¿ porque hoy no? le preguntó el hombre algo extrañado. ¿ Acaso tienes laregla?.

-No… pero,.. ¡Es que no tomo nada, y creo que estoy en mis días fértiles!. Podría dejarme embarazada.

El hombre la miro, reflexiono unos momentos y luego le dijo: “ de acuerdo putita”. No te la meteré por el chochito, pero…”veo que tienes un culito perfecto” .

La joven se revolvió diciendo: ¡¡ por el culo no!!. Vd. la tiene enorme. Me romperá..

-¿ Decide putita?...¿Por el culito o por el coño?. Por alguno de los dos lados te la voy a clavar .

La joven observa la tremenda tranca del hombre, y le dice: - mi culito es muy estrecho. Oh Dios …. Que enorme la tiene…..no me entrará!.

- Claro que te entrara putita .

Richard la sujetó fuerte y la puso en cuatro sobre la cama. Ella intentaba zafarse, pero la tremenda fuerza del hombre la tenía totalmente sometida. Lorena noto como su braga comenzaba a mojarse con la escena. Se decía para sus adentros: ¡ oh joder el muy cabron se la quiere follar por el culo! La reventará…. Ese pollón no entrara en el culito de la criada.-..

Richard lo intento varias veces, hasta que decidió ir al baño para luego traer un poco de gel, el cual hecho en el ano de la nena y luego tomo un tapón de esos que se usan para preparar el ano para el sexo anal. Lorena observó atónita como el hombre comenzó a introducir el tapón en el culito de la joven.

- oh que me hace… oh por favor… ¿Qué me está metiendo?... oh me duele ooo nooo.

El hombre con cierta maestría, logró meterle totalmente el tapón a la nena en su culito. Parecía imposible, pero el culito de la nena estaba ahora atravesado por aquel tapón. Ya solo se veía la base del mismo. Resultaba sumamente morboso observar aquella nena con el tapón en todo su culito.

Sin quitárselo, el hombre giró a la chica, y la sentó sobre la cama, siempre con el tapón colocado en su ano. Luego le acercó su tranca hasta colocarla muy cerca de su cara y le dijo:- Vamos preciosa. ¡¡Haber como te comes esta verga !!

- Oh señor es enorme. No me cabrá en mi boca.

- Vamos putita inténtalo - y sin más, le puso el prepucio en la boca, haciendo que la nena abriera la boca para enterrarle poco a poco su pene en ella.

-glub glub resoplaba la joven. Pronto se vio obligada a tragar y lamer aquel enorme falo del hombre. Lorena se volvió a sorprenderse del tremendo aparato que poseía el marido de su amiga. Si dio cuenta del tamaño de los testículos que igualmente portaba, y que la joven en algunas ocasiones, quizás con la misma morbosidad de la mujer, palpo con su pequeñas manitas. Aquel semental los volvía a tener repletos pudo constatar . No le cabía la menor duda.

El hombre se desprendió totalmente de su ropa, quedando nuevamente en pelotas, lo que excitó más aún a Lorena. Luego, pese a los protestas de la joven, le logró quitar totalmente la ropa que le quedaba, dejando a la joven criada completamente desnuda. Pese a su corta estatura, tenía unos buenos pechos, que el hombre pronto palpó con sus manos, con cierta vehemencia.

- Vaya Rita. ¡Qué buenas tetitas tienes!. Seguro que tus bebes se volverán locas con ellas . Entonces el hombre, sacó su pene de la boca de la joven y la colocó entre los pechos de la criada, diciéndole: anda preciosa. ¡¡Hazme una cubana…!!

La chica aunque algo sorprendida, tomó sus tetas y coloco el pene del hombre en medio, y comenzó a refregarlas. Aquello era digno de una peli porno. Lorena quedo sorprendida al observar al tremenda longitud del pene del marido de su amiga, el cual era frotado por la joven haciendo pasar por entre el canal de sus tetas, llegando en varias ocasiones el glande a tocar con la carita de la joven.

Tras un rato en esa posición, el hombre puso de nuevo en cuatro a la joven criada, y observó las nalgas de la misma. Le dio unas cuantas nalgadas levantándole un enrojecimiento y varios moratones. Extrajo poco a poco el tapón del culo de la nena, verificando como el pequeño ano de la chica se había ensanchado bastante. Oh que me hace ooo

El hombre entonces tomo el gel de nuevo, se  echó un poco en su tranca y la acercó al culito de la chica. 0h no por favor …oooo me duele oooo

Resultó alucinante, ya que con suma maestría Richard había logrado ingresar su prepucio dentro del culito de la chica. Pese a sus quejas, comenzó a perforar aquel agujero, mientras Lorena miraba sorprendida como el pequeño culito de la nena se iba tragando poco a poco, el falo del marido de su amiga.

- oh mas no… me va a reventar…. oooooopareee exclamaba una y otra vez la joven domestica, mientras sentía como el pedazo de tranca del marido de su patrona, le endiñaba una buen parte de su pene en su estrecho y virgen culito.

  • ¿ Has visto putita¿. Ya tienes la mitad. Exclamó entusiasmado el hombre al contemplar, como contra todo pronóstico, el joven ano de la criada se iba tragando su nabo- Oh joder ¡que culito tienes!. Eres y una buena putita,….vas hacer que me corra antes de terminar de métetela toda .

Lorena observaba sorprendida, y sumamente excitada, como el tremendo látigo del hombre comenzaba a ingresar en el culito de aquella joven. Ella observó que el hombre se dio cuenta de que no iba a entrar más, así que optó por detenerse, para luego comenzar a entrar y salir del culito de la joven, sacando su nabo hasta casi salir de del hoyo, para luego volver a endiñárselo nuevamente, pero sin traspasar la profundidad a la que había llegado.- oh señor… no más…no mas… me va reventar…

-calla putita. Joder nena .. ¡qué buen culito tienes”….

Lorenzo comprobó como el hombre comenzó a penetrar el culito de la domestica de forma casi frenética, haciendo que la joven se tuviera que echar completamente sobre el borde de la cama, mientras el semental la penetraba una y otra vez. Tras unos momentos más, Richard se enardeció, y comenzó a venirse dentro del hoyito de la nena: oh putita….¡¡ me corro ooo siiiii ooo!!...joder que culito tienes oooo

Cuando por fin terminó, el hombre sacó su falo del culito de la joven, observando la propia Lorena desde el lugar donde se hallaba el tremendo boquete que se había abierto en el ano de la joven criada , que aparecía ahora totalmente inflamado y enrojecido, y del cual brotaba un líquido blanquecino.

Luego el hombre dejó libre a la muchacha diciéndole: - Muy bien Rita. Por hoy es bastante. Pero “me gusta mejor follarte ese coñito”. ¡La próxima vez me correré dentro!. ¡Te lo prometo!- le dijo dándole una sonora palmada en el trasero de la joven.

- Eso no pude hacerlo. Seguro que me dejaría embarazada. Mis padres me matarían .

- Pues yo quiero correrme dentro de ese coñito . Y dándole dos palmadas más en el trasero, la dejó allí tendida sobre la cama marchando el mismo hacia el baño, quizás con la finalidad de ducharse.

Lorena entonces decidió salir de la vivienda. Se quedó completamente petrificada con lo que había visto. El marido de su amiga era un completo sádico capaz se someter analmente a la joven criada . Pero, en el fondo, comenzó a soñar con ser ella la que era perforada por aquel semental. Sabía que era una locura, pero cada comenzó a pensar más en aquel hombre, quien se había convertido en la fuente de sus ahora, frecuentes masturbaciones.

CONTINUARA