El Esclavo Doméstico (2da parte)

Como fui sometido y convertido en domestico, sumiso, esclavo, perro y puta de Ama X y su pareja lésbica durante un viaje de vacaciones

El Esclavo Doméstico  (2da parte)

Recién me había dormido…. Creo pues no tenia reloj para saber la hora y apenas si se hacía de noche cuando me ataron a la casita perruna y me dieron las sobras de pollo frio mal revueltas con sobras de arroz y espagueti mezclado con sobras de ensalada, como cena… Lo cierto es que me halaban por la cadena y me percate era aun de noche., estaba exhausto y medio dormido.

Vengo a darte tus buenas noches esclavo…no se me ha olvidado, luego puedes ponerte el enema y hacer tus necesidades aquí..( Dijo mientras arrojaba una bolsa plástica )…tendrás que guardarla en tu cama hasta la mañana cuando la echaras en el bote de basura

anunció maliciosamente y con sarcasmo, mientras me hacia incorporarme poniéndome en cuatro patas frene a la caseta, y acto seguido me ordenó secamente

-Cuenta y agradece

Y zas zas, hizo silbar la vara de bambú en el aire, antes de estrellarla sobre mis nalgas con rudeza…”uno gracias Ama X”, “dos gracias Ama X”…Zas zas…los golpes eran precisos, calentando mis nalgas y quemándolas cada vez que se repetían en la misma zona…zas zas, bajo las nalgas en la parte de atrás de los muslos…zas zas “dieciséis..gracias Ama X”… y el número veinte me arranco un quejido tan desgarrador, que creo que la conmovió porque acarició mis nalgas desnudas como sobándolas sobre la piel hinchada y amoratada…me estremecí…su mano enguantada la sentí fría al pasearse por el ojete de mi ano, mientras se sentaba sobre mi espalda apoyando una mano en mi nuca y con la otra introduciendo la manguera en él. Sentí el líquido helado invadiendo mis intestinos y ocasionándome unas ganas inmensas de descargar…

Son las diez esclavito…no te desveles, recuerda que te despertaras temprano para empezar a servimos ..ja ja.ja

Dijo Ama X mientras se alejaba sin mirarme siquiera, al tiempo que yo me apresuré a llegar a la alcantarilla gateando y me agachaba para descargar, con las nalgas muy, muy adoloridas. Me limpie lo mejor que pude con agua y cerré la bolsa tan herméticamente como se podía, pero el olor era desagradable y tenía que meter la bolsa en la caseta donde dormiría, era muy degradante tener que dormir con mi propio olor, y apenas si había podido quitarme el sudor echándome agua fría de noche en mi cuerpo adolorido y maltratado por los azotes. Al menos sentía que no había defraudado a mis Amas, y que, a pesar de todo estaba allí cerca de Ella y como su mascota…mejor que tenerla a distancia…reflexione mientras me vencía el cansancio y me quedaba dormido.

Lo incomodo de estar en posición fetal, dentro de la casita de perros se compensaba porque mi cuerpo acurrucado retenía mas el calor y casi no pase frio en el jardín a pesar de no estar en verano.  Con todo me dieron ganas de orinar, pero me contuve a salir para empezar a educar mi cuerpo porque, según me habían ordenado, solo podría hacerlo de ahora en adelante dos veces al día. Al fin amaneció y desperté, afortunadamente, antes que mis Señoras, lo que me permitía salir rápidamente con la bolsa de mis desechos y colocarla en el bote de la acera. Observe allí mi morral, y me tranquilizó que Ama X no arrojó mis documentos, ni el móvil ni el pantalón. Volví a la caseta y no sabía qué hacer mientras esperaba ordenes, cuando descubrí que, mis Amas compasivas habían puesto en un lado de la Caseta un espejo y unido a él con una cuerda pendía una afeitadora…entendí que era para mí uso, aunque por la altura del espejo debía permanecer acuclilladlo o de rodillas para poder usarlo, y eso hice con cuidado y sin prisa pues juzgue, por la altura del sol que aun no eran ni las siete de la mañana. Me aseé como pude con el agua de la llave que estaba casi al ras del piso, y pude secarme con la mantita-cobija  de la caseta. A decir verdad era de tela cruda, mas bien un saco o coleto, pero limpio, así que lo use como toalla y espere acostado dentro con medio cuerpo fuera de la caseta. Reparé en mi estado: tenía algo de hambre y mi piel, aunque muy marcada con estrías rojas  muy visibles en casi todo el cuerpo, salvo el abdomen y la cara, no se había roto en ningún sitio…todavía.

Ven a darme los buenos días, esclavo

Dijo Ama X mientras se sentaba en el hall al lado de la puerta, me incorpore y gatee hacia Ella besando sus pies, comenzó a jugar con mi rostro dándome patadaditas, introduciendo su pie izquierdo en mi boca, mientras con el pie derecho me acariciaba el cachete o la cabeza y pateaba mis testículos, para luego alternarlos..

T e dejaré al cuido de Ama J, tendrás que obedecerle como si fuera yo; ahora vendrá a darte tus veinte azotes matutinos, y cada vez que cuentes le rogaras que lo haga con mas fuerza, siempre que te azote le pedirás que te lo haga con mas intensidad…entendiste, entendiste?

Intentaba responder, pero Ama X me preguntaba al tiempo que su pie luchaba con entrar al fondo de mi garganta y ahogaba mis intentos por contestar, y seguía preguntando si había entendido a la par que con su otro pie me pateaba mis testículos y pene erecto, causando una cierta descomposición de mi rostro por el dolor y los quejidos ahogados… al final mi cabeza procuraba dar un si afirmativo, que hacían reír a Ama X, quien seguía torturando mi sexo con golpes mas intensos y ahogándome mas con su pie a pesar de haber entendido mi respuesta afirmativa. Me dolía mucho el escroto, no solo por las patadas sino por la excitación contenida desde el día anterior y casi que goteaba y se mostraba altivo.

No puedes andar asi mostrando tu grosería frente a las damas, esclavo!

Dijo mientras se dirigía al interior de la casa, dejándome en espera; obviamente yo sabía debía hacerlo en posición de sumisión; pero opte por esperarla en cuatro patas con la frente apoyada en el piso; pues de rodillas mi pene erecto habría sido amenazante o grosero.

Regresó arrojándome un arnés de tiras de cuero para mi pene y el cinturón de castidad; me arrodille y demoré como diez minutos en ajustarlo, intentando rebajar la excitación. Se aprisionaba a mis testículos separándolos entre si, y cuatro cintas de cuero aferraban mi pene por debajo del glande, luego quedaba atrapado debajo del cinturón de castidad, que consistía en una tapadera de cuero rígido que ocultaba mi pene y el escroto, ajustado con tiritas a cada muslo y rodeaba la cintura con una correa cerrada luego con un candado, eso dejaba al descubierto todas mis nalgas y dejaba libre mi ano, me había depilado y estaba más pulcro que el de un bebé, luego del aseo matutino.

No tardó mucho y se acercó para sentarse cabalgando al revés sobre mi espalda, su espalda daba hacia mi nuca y su frente le permitía ver mi trasero. Lo acaricio con su mano enguantada, y untándolo de vaselina,  metiendo un dedo, luego dos, alternando el placer con nalgadas,  y luego  tres dedos hasta dilatarlo lo suficiente para colocar un plus enorme, que dejaba abierto mi ojete ocasionando una gran presión interna, pero con forma de bubo agosto en su base que impedía que lo expulsara.

Ya está, esclavo, quedarás en manos de la Sra J; no te podrás tocar ni quitarte el plus hasta mi regreso…recuerda que te premiare dejándote descargar si la obedeces como si fuera yo.

Dijo, al tiempo que se incorporaba para amararme extendido a la viga del techo, de puntilla como el día anterior; justo cuando Ama J llegaba, vestida con unos chores cortos y una blusa rosada. Advertí que era una señora bastante mayor que Ama X, con enormes senos, algo regordita y un poco cuadrada, con brazos fuertes pero de rostro bastante angelical para su edad, de unos cuarenta y tantos años o mas.

Pareció ignorarme por completo, conversando largamente en su idioma con Ama X, no las podía ver porque estaban a mi espalda, haciendo que me turbara en una angustiante espera, hasta que de improviso un trazo cáustico se estrelló en mi espalda, y las puntas del flogger mordieran mi tetilla izquierda al doblarse sobre el torso… Fue un golpe fuerte sin duda, pero recordé la orden dada a la víspera y dije “uno, gracias Ama J, mas fuerte por favor” y tras.. otro golpe igualmente certero pero mas intenso…que me hizo girar sobre mis pies “ dooos, gracciass…mas fuerte por favor”…y zas tras fueron cayendo los azotes y cada vez mis gritos eran más intensos y más me costaba pedir y suplicar que fueran con más fuerza… “ ca  ca  catorce, por favooor mass fuerrrte se lo supliiiico Amma J”… y otro azote cruzaba mis piernas o se estrellaba sobre mis adoloridas nalgas, convirtiendo en un suplicio mis ruegos…”DIECCIOCHO AMMMA J  SUPLICO MASSS FUERZAAA”, y creo que ese alarido debía escucharse incluso en el vecindario, era ciertamente azotes de castigo, que soporté porque me quitaban la erección, y liberaban de la horrible presión del arnés sobre mi pene y escroto. Los últimos dos azotes no fueron más intensos, creo que había cansado aquellos brazos gruesos llevándolos al límite de su fuerza, de la misma forma como se había quebrado mi resistencia y mis lagrimas corrían abundantemente por mis mejillas.

Me liberaron y bese agradecido los pies de mis castigadoras, más que devoción era por la gratitud de haber detenido el tormento. Ama X se despidió de la Sra J comiéndose la boca entre sí y acariciándose los pechos, mientras yo me arrastraba en el piso besando los pies de ambas.

La Señora J me habló por vez primera, y comprendí que sabía mi idioma bastante bien:

Golfa estúpida, comenzarás a barrer y coletear la casa, tienes prohibido levantarte, andarás siempre en cuatro patas,  trapearas y barreras de rodillas usando tus patas delanteras. Cuando acabes vas a humillarte a mis pies en el estudio. Solo después tendrás tu desayuno.

Dijo mientras me levantaba la barbilla con el puño; cerré los ojos para evitar irrespetarla mirándole a su cara; acción que recompensó escupiéndome dos veces sobre la cara.

Barrer y coletear el piso en esa forma, además de degradante, era muy cansona, desplazarse todo el tiempo en cuatro patas termina por entumecer las piernas y malograr las rodillas; el esfuerzo me hacia sudar, y además el enorme plus me mantenía violado e incomodo, creo que apure la tarea por la sensación de hambre y sed; a pesar de la excitación que me producía el pensar que era usado como sirviente y juguete de Ama X; creo que si hubiera estado presente la jornada se me habría tornado más llevadera, extrañaba su presencia y sus risas.

Creo demoré un par de horas en la faena. Lo más difícil de trapear el piso era lidiar y escurrir el coleto sucio con las manos, termine salpicado y no sabía qué hacer con el balde de agua sucia. La puerta de la casa estaba cerrada y no tuve acceso al jardín ni en el lavandero, así que dejé el tobo lleno de agua sucia, al lado de la entrada del Hall y fui a besar los pies de la Señora J. Me ignoro, y seguí besando y lamiendo sus pies por un buen rato, intentando limpiar sus talones unas veces y otras jugando con mi lengua entre sus dedos o lamiendo sus plantas, cuando no me introducía sus dedos para que los chupara. Me tomó por las orejas y poniéndome de rodillas entre sus piernas abiertas me condujo hacia su sexo… su sabor y olor eran fuertes, cerré lo ojos y me dedique con esmero a darle placer jugando con su vulva y clítoris con tanta dedicación como había hecho con sus pies, hasta que la presión de sus manos sobre mi cabeza disminuyó y me apartó un poco,…pasaron unos minutos de relajación para Ella supongo, permanecí quieto e inmóvil como hacia cuando servía Ama X.

Te has ganado un premio, perrita, te lo daré luego que desayunes y limpies los baños…recuérdamelo

Expresó con un tono que se me antojo irónico, pero que tome como un cumplido y me sentí satisfecho porque le diría a Ama X que me había comportado bien. La seguí gateando hasta la caseta del Jardin, donde me dejó encadenado unos instantes.

Regresó con dos cuencos que puso en el piso, en uno había lo que parecía sobras de arepas, de huevos y frutas mezclas de apariencia nada agradable; que colocó frente a mi. El otro vacío lo puso un poco más distante. Entonces la vi acuclillarse sobre el cuenco de metal vacío y descargar alli su vejiga frente a mi, luego con sarcasmo expresó “aquí está tu sopita de desayuno” no dejes nadas o quedas sin cena hasta mañana”  y acto seguido mezclo ambos cuencos y me arrastró con la cadena hacia el plato, y pisando mi cabeza bajó mi cara hacia aquella mezcla de orina caliente y sobras de alimentos embadurnándome la cara, Luego liberó la presión de su pisada  y se quedó observado frente a mí, apurando mi apetito con uno que otro azote…lo agradecí porque de otro modo no comería aquella repulsiva mezcla. Termine de comer aquello, que al menos me quitaba el ardor en el estomago y me daría energías para el resto del día.

Fui entonces conducido hacia el baño, me dio jabón en polvo y me ordeno lavar el baño usando solo mis manos. Difícil fue limpiar el WC, me daba escrúpulos meter mis manos allí; Ama J notó mi indecisión y la corrigió:

indecisa perrita, pues ahora saca la lengua y lame los bordes y la tapa hasta sacarle brillo!!

Dijo mientras una decena de azotes caían aleatoriamente sobre mi tembloroso cuerpo y mi frénicos movimientos lamian toda la tasa del WC  hasta que dejó de azotarme; y apoyando su sandalia sobre mi cabeza me obligo a meter la cabeza dentro de ella, casi ahogándome al tirar la perilla para descargar el agua

La próxima vez que no lo hagas con gusto te meteré la cabeza nuevamente pero después de haberla usado…perra sucia!!

Me dejó solo mientras trapeaba el baño, noté que me había dado para eso la mantita-cobija que usaba en mi cama-perrera, pero en fin no repare en el porqué y culmine mi labor esparciendo el cloro cuidando, ahora si, en no tener contacto directo con mi piel.

Me quede en posición de sumisión arrodillado junto al baño y espere que regresara, entonces le recordé sobre el premio, como me había indicado luego de mis servicios en el estudio

.

Ahhh, si, tenías un permio pendiente, espera, que antes debo usar el servicio

Dijo cerrando la puerta del baño tras de si, y dejándome allí en posición de descanso de rodillas.

Minutos después, abrió la puerta, estaba apoyada sobre el lavamanos, con las piernas abiertas y desnuda de la cintura para abajo, de espaldas a mí y parecía maquillarse, sin mirarme siquiera me dijo con total serenidad y sin emoción

Ven a limpiarme, perrita, y déjalo impecable o la próxima vez lo haré directamente sobre tu cara…

Aquella orden directa, resultaba groseramente degradante, Era ya bastante humillación un cunnilinguos a aquellas nalgas algo fofas, de una desconocida y además con restos de sus heces…degradación extrema aumentada por la ironía de un premio-castigo inmerecido, solo movido por el morbo del ejercicio extremo del poder y la supremacía femenina sobre un sumiso-esclavo llevándolo al límite de su propia autoestima.

Quizá por rebeldía, quizá por el deseo de complacer a Ama X, quizá por demostrar orgulloso mi entrenamiento de sumiso, lo cierto era que no le daría la satisfacción de quebrar mi voluntad y rendirme, así que decidí lamer y tragar  cada motita marrón de aquellas nalgas, introduciendo mi lengua en lo mas profundo de su ano, a pesar de las arcadas que me producía, no le daría motivos para que se quejase con Ama X, no…preferiría comerme los restos que me obsequiaba a tener que declinar y darle motivo para que me despidiera como esclavo y me impidiera estar bajo los pies de mi Diosa Ama X.

Finalmente terminó de maquillarse, me apartó dejándome allí y paso un pedazo de papel higiénico por su entrenalgas, lo observó limpio, y pude ver cierta sonrisa de vencedora en su rostro, tomó el trozo de papel  lo introdujo en mi boca diciendo “tragártelo” y me condujo al patio arrastrado por la cadena. Me ató ambas manos al cuello por detrás de la nuca a mi collar, y este lo fijo con la cadena a la pared, de modo que limitaba, si fuera el caso, mis movimientos al área de tierra justo al lado de la caseta. Y acto seguido me colocó una mordaza de bola en la boca. Donde aun me quedaba el sabor y olor de sus desechos.

Esperaras aquí de rodillas hasta que tu Ama X te de uso

Dijo al tiempo que me bañaba con el balde del coleto, poco a poco dejándome caer con una jarra sobre la cabeza porciones de agua sucia; hasta vaciarla por completo. Y luego con el cuerpo húmedo me ordenó revocarme en la arena para llenarme de barro antes de volver a la misma posición.

Quede así, intentando descansar, a pesar de las humillaciones de la víspera, me sentía empegostado y sucio, lleno de tierra bajo el sol, algo sediento y aun adolorido por las azotainas. Mi trasero estaba muy dilatado por el plus y mi escroto parecía a punto de estallar por el morbo de las experiencias vividas que me daban una cuasipermanente excitación.

Afortunadamente Ama X regreso al mediodía, de modo que apenas tendría una hora de estar allí, y mis piernas flaqueaban un poco. Ama X bajo del vehículo y alegro que se ocupara de mi primeramente, Vi su sonrisa de satisfacción al verme alli de rodillas, lleno de barro y marcado por los azotes, con los ojos muy abiertos suplicando liberación. Tardo unos segundos en examinarme de arriba a abajo, luego me soltó mis manos atadas a la nuca y la cadena del cuello, y quito mi mordaza.

Pude entonces arrojarme a besar sus pies, divinamente calzados con una bellas sandalias, tomó la fusta y tras acariciarme de forma muy sonora con ella, unas pocas veces, dijo

Voy a comer, échate en tu perrera esclavo!!

Espere quizá un par de horas, feliz de estar cerca de Ama X; y de dejarle su espacio para que compartiera a su gusto con la Señora J., quien por cierto debía estar satisfecha de mi sumisión y obediencia, al fin y al cabo si lo que pretendía era quebrar mi voluntad o poner a prueba mi sumisión, en ambos caso pienso, logre mi cometido, ateniéndome dócil y obediente y así, debía saberlo Ama X.

Al fin, ambas aparecieron en el jardín, abrazadas y cariñosas entre si.  Ama X me dijo sonriendo:

Ya me dijo la Sra J que te portastes bien, y que eres una esclava muy sucia, que podía premiarte y darte placer…ven aqui

Dijo mientras ambas se sentaban en el Hall y Ama X me mostraba las plantas de sus pies polvorientas y tiraba en el piso las llaves del cinturón de castidad.

Ya sabia lo que significaba; sin duda Ama X quería mostrarle a la Señora J como me premiaba, y yo estaba ansioso de hacerlo, así que me quité el cinturón de castidad y el arnés, me tumbe en cuatro patas frente a Ama X, a lamer sus pies, mientras Ella descuidadamente conversaba en otro idioma con la Señora J como distraída, azotándome de vez en vez o introduciendo sus pies rudamente en  mi boca mientras yo en cuatro patas me masturbaba hasta explotar derramando mi emoción en el piso frente a Ellas. Sometido y degradado ante Ellas: sucio, marcado con sus azotes, violado y humillado bajo  sus pies …

Tras breves instantes, Ama X, me tomó  por el cuello e hizo bajar mi cabeza al piso:

Perrita ahora lames y te tragas toda tu porquería del piso

Las oí reir, y ambas se divertían al verme lamer con desagrado mi propio semen, apurándome por las patadas y azotes de ambas, y devuelto a la perrera con las manos atadas a la espalda, amordazado sin poderme limpiar.

Procura descansar hasta la cena,  pronto vendremos a azotarte y violarte como la putita sucia que eres!

Sentenció Ama X, abrasando y besando a la señora J; dejándome allí derrotado, sometido pero feliz de compartir aunque fuera bizarramente el mundo en que se desenvolvía Ama X

…./… Continuará