El Esclavo Doméstico (1ra parte)

Como fui sometido y convertido en domestico, sumiso, esclavo, perro y puta de Ama X y su pareja lesbica durante un viaje de vacaciones

El Esclavo Doméstico  (1ra parte)

Camino a casa de la Sra X, nerviosa y algo indeciso. Los encuentros con Ama X siempre fueron placenteros y emocionantes, pero había algo ahora que parecía cambiarlo aquella relación idílica que tanto imagine. Quizá fue el tono de su voz, quizá fue por la última frase “parece divertido…será muy divertido ja ja ja”… Y es que además, aunque no lo dijo, no sería un encuentro simple, Ella estaría acompañada y por supuesto modificaba la dinámica a la que me había acostumbrado. Siguiendo sus instrucciones me aproxime a la comuna 26, en las áreas intermedias de esa gran ciudad, llena de casitas pequeñas y adosados de dos plantas, con pequeños jardines a las entradas, de vergas bajas y aceras muy limpias, con cipreses y palmeras. La calle casi vacía a esa hora temprana de la mañana.  Debía llamar al estar cerca y así lo hice según me ordeno, porque además no tenía la dirección exacta, solo la calle, que además de muy larga y empinada, se me antojaba monótona de construcciones pintadas de un blanco pulcro. Contaban con aparcamiento dentro de cada jardín a la entrada de cada casa para uno o dos automóviles, y salvo por la decoración todos los adosado eran idénticos…a cual debía dirigirme?. Temía llegar tarde así que me moví hasta la mitad de la empinada cuesta y cuando estuve a medio camino decidí llamar. De ese modo podía desplazarme rápidamente en una u otra dirección en el menor tiempo posible, y espere justo hasta las 8 para hacer la llamada.

Luego de varias repicadas llego el ansiado clip iniciando la comunicación…Feliz día AMA X, su esclavo se reporta para servirle…y mi corazón empezó a palpitar ruidosamente con su respuesta:

- Esclavo llégate al número 17, y una vez al frente dirás que vienes a servir como de empleada domestica, estarás vestido de esclavo sin más nada, lo que traigas lo pondrás antes en el tarro de basura de la acera antes de llamar, y al abrirte la puerta entraras gateando o estarás de rodillas, entendido?

Aquella orden me confundía, podía con dificultad desnudarme y quedarme solo con los grilletes de cuero en el cuello, las muñeca y los tobillos, y el cinturón de castidad de cuero que tapaba mi sexo y dejaba libre todas mis nalgas y el ano; no me preocupaba tanto porque la calle lucia muy sola; pero que iba a hacer con la ropa…debía botarla? Y peor, los documentos de identidad, dinero y mi cartera? Y el morral?.. se me antojaba que no podría desprenderme de ellos, así que balbuceé

-“ pero Ama, que se supone que hare con mis documentos y ..No termine la frase porque Ama X me contestó, en tono enfadado

- esclavo te di una orden, solo obedece o regrésate y no vuelvas más

Respondí de inmediato, procurando amainar el carácter rigido de Ama X, quien no aceptaba ninguna contrariedad a sus decisiones “perdón Ama, haré lo que Ud disponga”

- Bien esclavo, ya sabes que hacer, me imploraras un castigo por eso.

Iba a responder dado las gracias por su disciplina, y el clip de final de la llamada me impidió expresarlo. Me apresure rápidamente cuesta arriba buscando el numero 17, y me percate que debía estar en dirección contraria, pues los números de las casas, no siempre presentes, eran 34, 36…. Rápidamente cruce de acera y me casi corriendo llegue al numero 15, al lado estaba otra casita con un carro blanco aparcado afuera; no se veía nadie al interior solo un jardín con algo de césped una casita para perros, algo grande como para un Doverman. Como Ama X no tenia mas perro que yo, no podría ser esa la casa, así que debía ser la siguiente, pero tenía el numero 19. No me atrevía a volver a llamar para verificar, tampoco podría equivocarme…como justificar aparecerme prácticamente desnudo frente a una puerta equivocada y habiendo botado la ropa…y peor: como deshacerme de mis documentos, tarjetas bancarias, reloj, el teléfono móvil y dinero en la basura?. Mi corazón palpitaba y sudaba por la ansiedad, reflexione unos instantes que parecieron horas y concluí que la casa tenia que ser la del carro blanco. Rápidamente sin pensar, puse todas mis pertenencias en la mochila que llevaba, incluida mis botas, dejando de ultimo el pantalón, divise el tarro de basura en la acera y me di cuenta que estaba vacio, puse alli el morral; y justo antes de tocar la campañilla mentalice las rápidas acciones que debía hacer, primero mirar a ambos lados de la calle y verificar que no habría nadie, luego me quitaría el pantalón dejando adentro la cartera el reloj y el móvil; acto seguido hacia un pequeño bojote con el y lo arrojaría por encima de la verja, en dirección hacia la parte de tierra que rodeaba a la casita de perros, para asegurarme de conservarlos en caso de emergencia…acababa de llegar a un país extranjero, no hablaba el idioma y me sentía vulnerable como nunca antes…volver después de tanto esfuerzo y dejar de verme con Ama X no era una opción…

Me arrodille desnudo frente a la puerta, luego de tocar el timbre, con la doble intensión, de demostrar sumisión y también y sobre todo simular mi desnudez frente a cualquier curioso que paseara por allí.

Pasaron instantes que se me antojaron horas, mientras miraba hacia el jardín y me percataba que por fortuna, no había señales del perro, cerca de cuya caseta estaban tirados mis pantalones con el móvil y los documento. La fresca brisa matutina me hacia temblar, o acaso era la bizarra situación y no el clima?. Finalmente se abrió la puerta y una Adusta señora de mediana edad, parada en el umbral como a diez pasos de la reja de entrada donde me encontraba,  dijo algo que no entendí.

Ya estaba tan asustado y nervioso que sin pensar, atine decir a viva voz, lentamente y en buen español:

-Vengo a servir como esclavo doméstico de Ama X

Me alivie al ver que la Señora se acercaba desde el umbral hacia la verja, yo esperaba de rodillas erguido, con las manos atrás de la espalda, con la barbilla sobre el pecho, mostrando orgulloso el piercing que, dos años atrás,  Ama X me había colocado. También para mostrar mi collar de sumisión y el letrero, que por agradar e iniciativa propia,  había escrito sobre mi  pecho con un marcador: “Slave propiedad de Ama X”. En esa posición no pude distinguir a la Señora, debía ser amiga de Ama X, solo vi los tobillos más gruesos y blancos que los de Ella, y sus pies calzados con unas hawaillanas, mas grandes y muy gordos, algo descuidados y con uñas plateadas.

Se acercó, abrió la rejecillas de entrada y tras inspeccionarme unos instantes, apoyo su mano caliente sobre mi cabeza rapada al tiempo que levantaba mi barbilla para mirarme el rostro; permanecí inmóvil y cerré los ojos para no ofender ni mirar fijamente a la señora, haciendo gala del buen adiestramiento de parte de Ama X. Sentí como manipulaba mi collar y el clip me indicaba, junto al tirón, que me hizo caer de bruces, que me había colocado una cadena para halarme hacia el interior de la casa, diciéndome un par de cosas, que obviamente no entendí por no hablar el idioma, así que me limité a acercarme a sus pies y besarlos en señal de conformidad. Debió agradarle ese gesto, la cadena se destenso y m dejó de rodillas en el umbral de la antesala que hacia de porche de entrada frente a a puerta de madera de la casa, se sentó allí y vi con alegría que se acercaba Ama X…

Me emocioné, quería incorporarme y abrazar sus rodillas luego de tanto tiempo sin verla, estaba Ella radiante, mas repuesta y tan esplendorosamente hermosa…si, se había preparado para recibirme, descalza y con un látigo en la mano …

Me arrodille y comencé a besar sus pies frenéticamente sin parar, sin poder evitar mojarlos con  lagrimas de alegría, lagrimas que lamia junto a la tierra que los cubría y que devoraba exquisitamente al pensar que había permanecido mucho tiempo descalza a la víspera para mi…fue espectacular sus recibimiento, sentía vibrar mi cuerpo con cada caricia de cuero sobre mi espalda desnuda, nalgas y piernas, al tiempo que estrellaba sus caricias sobre mí, rítmica y fuertemente, doblegando mis esfuerzos por lamer aquellos pies divinos y el placer de someterme ante  mi Diosa…termine tumbado en el suelo de largo a largo, lamiendo sus pies mientras Ama X y la señora permanecían sentadas platicando, alternándose el látigo para acariciarme y jugando a pisarme la cabeza una de ellas mientras yo lamia el polvo de los pies de la otra. Sabía cuando el látigo lo manejaba Ama X porque los azotes silbaban en el aire y me causaban un escozor cáustico en la piel, mientras que en otros casos solo eran golpes que de seguro no me marcarían la piel por días sino por ratos

Ama X se incorporó, me miro fijamente, colocándome de rodillas frente a Ellas, yo con las manos detrás de la nuca, el mentón caído y de rodillas apoyado en mis talones; y dirigió hacia mí con su tono de voz estricto y sin apartar su mirada de mi un segundo, desde el principio dejo bien claro quien mandaba y yo escuche atentamente cada una de sus palabras. su palabra hacia mí:

- Me alegro que hayas venido, eso significa que estas dispuesto a cambiar tu lamentable actitud de sumiso pero antes debo informarte de algunos puntos; tu estancia no será de vacaciones ni nada fácil, te espera un camino largo , has de saber que voy a exigirte el máximo. Si estas dispuesto a seguir adelante deberás conocer tres normas básicas y muy importantes:

-La primera y fundamental norma es obedecernos, cumplir al pie de la letra todas nuestras ordenes, cualquier que se te,  la obedecerás al instante, sea lo que sea, como ves es muy fácil, solo obedecerme,¿ has entendido?

Me extrañó e inquietó el plural de nosotras, pero rápidamente la conteste con educación sin mover ni levantar la cabeza: “Si señora lo que Ud mande”…

Y sentí la caricia de su mano en mis mejillas, que me hizo tambalear, al cruzarme dos veces el rostro, haciéndome comprender la omisión del “nosotras” y acto seguido respondí

-Si Señoras lo que Ustedes manden”

Noté la alegría de Ama X por mi respuesta inmediata, me regalo dos veces su exquisito elixir sobre mi rostro, bañándomelos ojos y la nariz, y pude rescatar con la lengua parte la saliva que me bañaba mientras continúe oyendo sus órdenes.

Me extraño  que había entendido perfectamente su primera regla. Ella continúo hablando en su tono estricto mirándome fijamente a los ojos.

-La segunda norma también es muy fácil, nunca hablaras sin permiso, si no te doy la palabra o te pregunto, detesto que me interrumpan con tonterías, odio los quejidos, así de fácil es, no abrirás la boca nunca al menos que te de permiso, tengo medios para cerrártela y será mucho peor.

A medida que iba conociendo sus normas estaba más nervioso, parecían ser fáciles pero algo me decía que iba a ser una jornada muy dura y no era ningún juego.

La tercera es que eres mi propiedad, completamente, no serás hombre ni sumiso, solo un apéndice y de mis caprichos, podré delegar ese dominio sobre cualquiera que se me antoje, serás mi esclavo domestico para servirnos, una mascota, un cuerpo inerte para jugar, un esclavo  a quien castigar incluso sin motivo y una puta sexual para todas nuestras perversiones… solo tendrás cuando te lo ganes, el placer de masturbarte humillado a mis pies. Si decides continuar hazlo bien y obedéceme en todo o te prometo que puedo llegar a ser muy intensa.

Trague saliva y me quede perplejo al oír sus duras palabras, me habían infundado mucho respeto y quizás algo de temor, esto iba muy en serio, era una mujer superior y realmente estricta. La decisión ya estaba tomada antes de llegar a su casa, deseaba estar junta a Ama X a cualquier precio, pues algo interno de mi me sentía devotamente suyo, seguiría adelante, como ella bien había dicho me esperaba un largo camino y no unas vacaciones.

Mi adiestramiento comenzaba en este momento, junto a la señora J como se llamaba, me ordenó que las siguiera, me enseñaron su casa, no era muy grande, me encantaba su casa, un largo pasillo con habitaciones a ambos lados, dos cuartos de baño, una enorme cocina, y todo con muchos adornos y objetos originales. Yo les seguía a tientas gateando y quedándome de rodillas cuando me hablaban, en posición de sumisión: de rodillas con las manos plegadas a los muslos, y el mentón apoyado sobre el pecho para quedar siempre cabizbajo. A medida que  fue enseñando la casa me fue dando instrucciones, me dio un sin fin de ordenes de limpieza domestica, me dijo como quería que se limpiara cada habitación, me dio muchos detalles de la forma que lo quería limpio. Intentaba prestar la mayor atención posible y memorizarlo para que no hubiese luego ningún contratiempo aunque eran demasiadas cosas. Hablaba con tono estricto y órdenes concretas como debía limpiar y fregar todo, debía empezar por las habitaciones, luego el baño, cocina, me dio instrucciones para preparar la comida que debía estar a las 8 para el desayuno, a las 2 en punto servida en la mesa con una colocación especifica el almuerzo y a las 7 la cena. Deseaba tener un papel y Boli a mano para poder apuntar todo y hacerlo bien pero no quise interrumpirla, intente memorizar todo lo mejor que pude. Estaba preparado para mi primera orden, dejar su casa limpia y brillante.

Terminó de darme todas las instrucciones y me trasladó al patio de la entrada, según dijo para indicarme mis rutinas diarias y el recibimiento luego del viaje.

-Tu piel está muy blanca, hace tiempo que no te azoto, hoy serán  cien marcas con látigo mías y cien más que te dará la Sra J para entrenarse; a partir de mañana, si te comportas bien serán solo 20 que te dará la Sra J en la mañana, antes del desayuno y otras tantas que te daré yo en la noche antes de acostarte luego de la cena.

Y acto seguido  fui amarrado a una viga en el hall de la entrada, con mi cuerpo estirado quedando incómodamente de puntillas con ambas manos sobre la cabeza; ambas se turnaron para acariciarme con las uñas, examinando cuidadosamente mi piel muy bien depilada y dándome mordiscos de vez en vez, que me arrancaban desesperantes Ayy y Ayyyy por lo fuerte de las mordidas, en entrepiernas, en los brazos y en a espalda cerca del cuello, y las tetilla; me contorsionaba y desesperaba el suplicio…así que dije la palabra de seguridad “amarillo”… y Ama X se rió, me abofeteó y dijo frente a mi

-estas equivocada perrita, aquí no hay amarillo que valga, solo cuando te desmayes o yo me canse de jugar contigo me detendré…

La vi esplendida quitándose sus pantys, me las metió en la boca con su sabor agri-salado, amordazándome con ella, y colocando tirro sobre mi boca exageradamente abierta, luego continúo con sus juegos de mordidas as intensas que antes:

Casi desfallecía, cuando Ama J me retiro la Mordaza y Ama X comenzó con sus azotes, ordenando

-Cuenta y agradece esclavo

Y zas, el primer azote firme, luego el segundo… “dos gracias ama X”,..Zas tras, zas, fueron cayendo  sobre mis piernas “ veinticinco, gracias Ama X “……”veintisiete gracias amma X”… mi cuerpo se balaceaba y giraba inútilmente procurando escapar del suplicio, los golpes silbaban rítmicamente en el aires con el chasquido característico al estrellarse dejándome marcas rojizas y violetas sobre mis piernas, trazos rojos en la espalda, ..tras zass…”cuarenta y cuatroooo, ammma X” gritaba ya con la garganta seca y Ama X se entusiasmaba  tratando de dibujar estrías en las pocas áreas no marcadas de mis glúteos.. Si bien los primeros azotes fueron una liberación frente a las mordidas, los de la serie del cincuenta fueron muy excitantes y ya, los Zas tras Zass  de los “ setenta y cuatrooooo, Ammmmaaa Xxxx!”… eran casi una súplica desesperada por detener el castigo… al fin llego el número cien cuando mi cuerpo parecía la piel de una cebra,  bajo la mirada cada vez mas absorta de Ama J que observaba la escena comentando al oído y besando ocasionalmente el torso desnudo, y algo sudoroso por el ejercicio, de Ama X

Los siguientes cien azotes dados por Ama J fueron más fáciles de soportar, bien porque al principio no fueron intensos y casi tímidos, bien porque hubo muchas pausas a causa de las indicaciones de Ama X de cómo castigarme, además porque variaron entre Fusta, látigo, raqueta y Flogger. Y se percibía porque mis cuentas no fueron ya a gritos desesperados sino mas bien gemidos ahogados por el esfuerzo y cansancio…” treinta y nueve, gracias Ama J”…”ochenta y siete, gracias Ama J”…

Al número cien, Ama X me soltó, y caí a los pies de ambas, con lagrimas en los ojos y el cuerpo muy marcado, besando intensamente y con devoción los cuatro pies descalzos de mis flageladoras. Ama X me arrastró con la cadena, en cuatro patas hacia el patio-Jardín delantero,  donde estaba la casita de madera del perro, situada en un área de tierra sin grama y al lado de una alcantarilla de desagüe y una pluma de agua  casi a nivel del suelo.

-Como ves perrito, esta será tu habitación, adentro hay una mantita para que no te refríes, allí dormirás encadenado, y descansaras cuando se te indique, Claro que quedas un poco a la vista de la calle, ( dijo sonreída ) pero creo que te acostumbraras a ser visto como mascota je je

Mi excitación, que había desaparecido luego de la azotaina previa, volvió a aparecer por la crudeza de la humillante situación con la que me amenazaba Ama X, era como una bizarría fantásía sacada de un relato BDSM.

- Para tus necesidades, mearas en la alcantarilla, porque los baños son para nosotras, y solo serán en la mañana y en la noche antes o después de tus azotes diarios, así que aprenderás a aguantarte… en la noche antes de dormir,(dijo agachándose para  tomar una manguera corta)  te pondrás un enema en tu culo, luego de que hagas tus necesidades en una bolsa que deberás cerrar herméticamente y tirar en el bote de basura de la calle…tu cuidaras que no te vean porque no quiero quejas de los vecinos, je je…ahhy aprende a limpiarte con agua y jabón en polvo,,,

Mi cara estaba sonrojada, por lo humillante que era tener que orinar como perro sobre una alcantarilla, o tener que colocarme un enema en el culo en un patio, a cuatro patas, luego de tener que hacer mis necesidades agachado dentro de una bolsa y manipular con la mano para recogerlo y dejar todo limpio…era muy, muy degradante solo con imaginarlo…pero mi turbación pronto se truncó en miedo…el grito de Ama J, seguido de la cara descompuesta de Ama X

_que diablos significa esto

Decía repetidas veces mientras me mostraba mi pantalón envuelto como bojote que yo había tirado al lado de la caseta antes de entrar a casa

“Ama es que yo…” dos bofetadas me hicieron callar y vi la mirada de enojo de Ama X, me sentí desfallecer, por miedo a su ira y por haberle decepcionado…

-Creo que debo castigarte por esto animal”

Sentenció, mientras me arrastró hasta la pared detrás de la casita de perros, donde había una estaca clavada en la pared. Me dejo allí a cuatro patas y se adentró en a casa, volvió a los cinco minutos; y sin decir nada manipuló algo tras de mí.  Luego colocó muchas pinzas en mis testículos, en las tetillas, en las orejas, y en mis labios impidiéndome cerrar la boca, me vendó los ojos de modo que no pudiera ver nada más y me ordenó

-Échate hacia atrás animal

Y halándome, abriendo mis nalgas con ambas manos, y me fue arrimando de espaldas a la pared y en cuatro patas, haciéndome que me clavara un enorme falo pegado verticalmente a la pared..

.Como castigo te echaras hacia atrás hasta clavarte el falo en el culo,  luego  dirás a gritos “no debo desobedecer a mis Amas” y te moverás hacia adelante para sacarlo; y repetirás la operación toda la tarde hasta la hora de la cena, no sabrás cuando te estaremos observando y si no cumples la penitencia te echaremos de aquí de inmediato…comprendido?

Comprendido Ama X, gracias por la disciplina y por el merecido castigo, balbucee en una forma nada inteligible por las pinzas en los labios que ahogaban mis palabras

Fue una jornada hiper intensa, el humillarme en cuatro patas en un jardín, que podía ser visto desde afuera, violándome continuamente sobre una estaca, con los brazos y las rodillas que casi no me soportaban al cabo de una hora, y mis sonidos casi guturales de “no debo desobedecer a mis amas”, unidos al sol quemante de la tarde, la lacerante arena en mis rodillas y las pinzas que  me atormentaban el escroto y el pene…. Casi me sentía desfallecer y solo soporté aquel castigo por la dos veces que me refrescaron con un balde de agua fría durante el castigo y las tres o cuatro veces que me azotaron para hacerlo más llevadero.

Solo al anochecer me liberaron y encadenaron a la casita de perros, atando con candado la cadena, que solo me permitía acercarme a la alcantarilla para hacer mis necesidades…y al bol con sobras de comida que devore en cuatro patas y que me sirvieron como cena, solo me animaban las risas de ambas y las fotos que sentía por los flashes en medio de burlas mientras me veían comer como un perro o posar levantando la pierna para orinar en la alcantarilla como un perrito…antes de meterme en la casita apretujado y en posición cuasi fetal quedando profundamente dormido por el cansancio y al jornada agotadora de la víspera….que me esperará mañana?

…continuará…/