El equipo de Voleibol

Veo un anuncio sobre un club de voleibol y debido a lo aburrido que estoy últimamente en el gimnasio me dispongo a ver qué tal y salgo muy satisfecho, el entrenador es un gran descubrimiento

El Equipo de voleibol.

Buenas de nuevo a todos los lectores, os traigo una nueva historia, que espero que os guste al menos, tanto como las anteriores.

Para los que no me conocéis o no os acordáis, soy un chico de 37 años, 183 de estatura, 79 kg, brazos y pecho normal que continua con un abdomen que ahora tiene una pequeña barriguita pero mantengo mis oblicuos marcados, una espalda ancha, que siempre llama la atención, producto de los años de nadador semiprofesional y que termina en un buen culo por lo que me suelen decir, redondo, algo respingón y durito, una polla normal, dentro de la media con la que no tengo ninguna queja, soy un chico muy morboso y que me suelo pasar el día medio caliente, soy de mecha corta, con poco que te insinúes estoy dispuesto a lo que se tercie.

Llevo unos meses en el gimnasio y estaba un poco cansado de la monotonía de las clases, pese a las alegrías que me habían dado mis monitores favoritos. Un día pasando el rato por Ig descubrí un club de voleibol, la verdad que hacia años que no jugaba, desde los tiempos del colegio, en aquellos años me gustaba y me lo pasaba bien jugando, con los compis de clase, por lo que me decidí a mandar un directo, para que me explicaran un poco.

Me respondieron muy amablemente, contándome que el equipo estaba dividido por niveles, que, aunque competían y estaban bien situados en la liga, el objetivo principal era el pasar buenos ratos y hacer ejercicio, me ofreció que fuera a probar un día y así lo hice.

El jueves pasado me presente a las 20 h como habíamos quedado en el polideportivo de Chamartín, me estaba esperando el entrenador Carlos, me dio la bienvenida, por allí estaban algunos de los componentes del equipo, charlando relajadamente, según iban llegando, se saludaban unos con otros, con fuertes abrazos, lo que indicaba el buen rollo que había entre ellos.

Carlos, el entrenador me estaba pareciendo un chico super simpático, aparte de haberme quedado prendado de lo guapo que era, no podía dejar de mirarle a esos ojos que tenía, eran de un azul-verdoso con alguna tonalidad de gris, dependiendo de como le daba la luz, super redondos, lo que hacia que tuviera una mirada muy penetrante e interesante, estaba hipnotizado con esos ojos y no conseguía concentrarme en otra cosa, que no fuera mirarle.

Iba con su camiseta amarilla y su pantalón corto de deporte negro, no podía intuir mucho de su físico, pero se notaba que estaba en forma, se apreciaba un cuerpo normal, con unos brazos marcados por el deporte y sobre todo unas buenas piernas.

Me presento al resto de los componentes del equipo, todos se veían chicos muy majos, echas las presentaciones, Carlos nos puso a correr alrededor de la cancha, hacer ejercicios pasándonos el balón, saques, remates en la red, etc.

El entrenamiento duro casi 2 h, cuando terminamos de estirar, todos se empezaron a ir, unos recogían sus cosas y se despedían yéndose y otros se dirigían hacia los vestuarios, Carlos se acerco a mi para preguntarme que tal, que impresiones tenia, me indico algunas cosas que había visto durante el entrenamiento y tal.

Terminada la conversación, cogí mi mochila y me fui para el vestuario, Carlos hizo lo mismo y vino tras de mí, los chicos ya habían salido de la ducha y estaban o terminando de vestirse o charlando en ropa interior, era un espectáculo, unos veinte tíos, recién duchados, unos en slip, otros sin camiseta, cuerpos de todos los tipos y gustos, intente no recrearme mucho, buscar un sitio despejado para dejar mis cosas e irme rápido a la ducha, no quería dar el espectáculo el primer día y la imagen que estaba viendo, mezclado con ese aroma a sudor de después del deporte, me ponía mucho.

Me quite la ropa, la deje sobre el banco, tome la toalla y me dirigí a las duchas, era una sala cuadrada con las duchas en dos hileras en los laterales de la habitación, me dirigí a la del fondo, di al grifo y me metí bajo el agua, notando como caía sobre mi espalda cargada y mi rostro, estaba tan concentrado en relajarme que no escuche que entraba Carlos y se ponía en la ducha justo de alado mía.

  • ¿Que tal Dante, cansado?

-Hey Carlos no te había oído.

-La verdad. nos has pegado una buena paliza, y yo no estoy acostumbrado a esto, pero ha estado bien.

-Me alegro.

Mientras que hablábamos nos pude evitar mirarle y recrearme, como había intuido bajo las mangas de la camiseta tenia unos buenos brazos y buen pectoral, sin ser un mazado de gimnasio, estaba bien marcado y proporcionado, era totalmente el prototipo de chico que me gusta, seguí bajando mi vista por su abdomen, muy parecido al mío, hasta llegar a una preciosa polla, pese a estar en reposo, se le veía de buen tamaño, con la piel cubriendo el capullo, ahora que me fijaba bien, diría que no estaba tan en reposo, se notaba con el pellejo se abría en la punta del orificio, formando ese pliegue que se produce cuando empieza a estar algo hinchada, el pelo lo tenia perfectamente recortado, se notaba que era una zona, a la que le prestaba atención y cuidados.

Estaba tan embobado, disfrutando de las vistas que me ofrecía Carlos, que no prestaba atención a lo que me decía.

-Hey tío que te estoy hablando, estas bien?

-Si perdona tío, el entrenamiento me ha dejado KO.

Dios que mirada mas penetrante tenia este tío, ahora encima, le sumaba una media sonrisa, que todavía lo hacía, más extremadamente sexy, vi como dirigía su mirada hacia mi polla, la cual, no me había dado cuenta de que había empezado a tomar vida propia, según me di cuenta me giré mirando contra el rincón, disimulando mientras me quitaba el champú del pelo.

De repente, note como alguien se pegaba a mi espalda.

-shhh no tengas vergüenza hombre, que no pasa nada.

Me decía esto mientras notaba como pegaba su pecho a mi espalda y notaba su polla ya más hinchada que antes. contra mi culo. Con sus manos me cogió por los brazos y pego su boca a mi oreja.

Carlos me mordió el lóbulo de la oreja, mientas sus manos me recorrían el pecho, con sus besos, fue bajando por mi cuello, me tenía completamente excitado, mi polla chocando con mi abdomen y notaba la suya, ya bien dura abriéndose paso entre las cachas de mi culo.

Con sus brazos me giro, quedando ahora frente a frente, con esos ojos todavía mas penetrantes, esa mirada que emanaba la misma excitación que sentía yo, dios estaba deseando notar esos labios contra los míos, no me hizo esperar, nos fundimos en un beso húmedo, nuestras lenguas no dejaban de luchar, la una contra la otra, notando el intercambio de saliva, con mis manos recorría sus brazos, pasaba a su espalda, la recorrí hasta llegar a su culo, aparentándolo y notando nuestras pollas bien duras una conta la otra.

Comencé a recorrer su cuello con la punta de mi lengua, le bese las clavículas, continúe mi recorrido hacia sus pezones, los cuales introduje en mi boca, primero el uno y después el otro, mientras jugaba con el otro entre mis dedos.

Seguí mi camino por su abdomen, hasta llegar a su polla, ahora se veía todavía mas grande y apetecible, el capullo se notaba húmedo, pase mi lengua por la rajita de su glande, saboreando así ese liquido tan delicioso, le pegaba buenos lametazos.

No podía esperar más, estaba deseando sentirla dentro de mi boca, me metí su capullo en la boca y cerré mis labios rodeando el contorno de esa polla tan deliciosa y empecé a metérmela entera, no pare hasta notar sus huevos en mi barbilla, note como me llenaba la garganta, Carlos lo estaba disfrutando por su forma de suspirar, y yo todavía mas de disfrutar de una polla así y de semejante hombre.

Empecé a sacarla poco a poco, sin llegar a dejarla escapar de mi boca y dejando la punta dentro, para jugar con mi lengua, empecé un mete saca, Carlos puso sus manos una a cada lado de mi cara y empezó a marcar el ritmo de las envestidas, hasta que la saco de mi boca, aunque quedo unida a esta por largos hilos de saliva, tiro de mi hacia arriba, dirigiéndome a su boca, nos fundimos nuevamente en un beso, bajo sus manos a mis caderas y me giro, me empezó a comer la oreja nuevamente, parecía que sabía lo cachondo que me ponía eso, tenia el ojal húmedo, estaba deseando sentir su polla abriéndose paso en mi culo.

Fue bajando con besos por mi espalda hasta llegar a mi culo, paso su lengua por mi raja, de arriba a bajo y en el camino de vuelta se quedó jugando con su lengua en mi orificio, empezó a salivarlo e introducir su lengua en él, notaba como me follaba con su lengua y me hacia retorcerme de placer, empecé a notar como a su lengua le acompañaba uno de dos sus, compaginaba las penetraciones de su lengua con las de su dedo que pronto acompaño con otro dedo.

No podía más del gusto que me estaba haciendo sentir, pero necesitaba ya sentir su polla dentro, estaba deseando que me follara y así se lo hice saber.

-Carlos, follame ya, quiero sentirte dentro.

No hizo falta más, como si de un muelle se tratase, estiro sus potentes piernas, oí como echaba saliva en su polla y acto seguido note como apoyaba la cabeza de polla en mi culo y sin más dilación la metió de golpe, no pude aguantar el gemido de placer que esto me produjo, por fin la tenía dentro, la podía notar palpitando en mi interior, no tardo en empezar a sacarla y meterla, lo hacia muy rico, sin excesiva prisa para que mi culo se fuera acostumbrando a sus polla, fue subiendo el ritmo, cada vez sus embestidas eran mas fuertes y rápidas, le notaba entrar hasta el fondo, me estaba haciendo disfrutar y gemir como hacia tiempo que nadie lo hacía, Carlos acompañaba sus embestidas con caricias por mi pecho, me mordía la oreja y besaba mi cuello, yo gire mi cabeza, para que me enloqueciera con sus besos, me flipaba como besaba este tío, besos húmedos, con la saliva pasando de una boca a otra y nuestras lenguas sin dejar de entrelazarse, estaba siendo una de las mejores folladas de mi vida, estaba gozando ese polvo, notaba que el éxtasis estaba cerca y Carlos por su manera de bufar en mi oreja y como me envestía creo que también estaba gozando con mi culo y no le quedaba mucho para explotar.

Carlos bajo una de sus manos a mi polla y empezó a pajearla al ritmo de las envestidas que me estaba pegando, estaba fuera de sí, notaba que no iba a tardar en explotar y el por las convulsiones que estaba dando su polla, dentro de mi culo tampoco.

-Dios que gusto joder, me coroooo

Dijo Carlos, a la vez que note que la iba a sacra, pero con mi mano le sujete contra mis caderas y sacando mi culo le di la indicación necesaria para que no lo hiciera y supiera que quería toda su leche en mi interior, acto seguido note como me llenaba el culo con su leche bien caliente, note al menos 5 trallazos en el interior de mi culo y el gusto que sentí hizo que me corriera instantáneamente disparando mi leche contra los azulejos de la ducha y mi abdomen.

Mis piernas empezaron a flaquear después de semejante corrida y el entrenamiento, hacia mucho que no hacia ejercicio de esta manera, gracias a que Carlos me tenia cogido por el pecho y la cadera, sino creo que me habría caído al suelo de rodillas, me giro y nuevamente nos fundimos en un beso.

Después nos limpiamos bien y salimos de la ducha, cogimos nuestras toallas y nos dirigimos hacia la zona de las taquillas.

Bueno pues hasta aquí este relato por ahora, espero que os guste y los disfrutéis de la misma forma que yo he disfrutado escribiéndolo para vosotros y especialmente para ti, tu sabes a quien me refiero.

Un saludo y espero poder contaros pronto como continua.

Un saludo y felices pajas ;-D.