El entrenador

Un entrenador se lo monta con un chavalín de 18 años, del equipo al que entrena (con FOTOS!)

El entrenador

Os voy a contar lo que me pasó cuando tenía 18 años. Me apunté a jugar a balonmano (handball-deporte muy jugado en mi tierra), porque mi madre decía que había de hacer algo por las tardes, no me quería todo el día vagabundeando. Al principio me pareció fatal porque soy muy vago, pero me fui acostumbrando… además me encantaba el momento de ir a los vestuarios y ver los cuerpos de mis compañeros, sudados, en fin ¿que os voy a contar?

Al parecer los miraba a veces tan obvio que empezaron a circular rumores sobre mi posible homosexualidad. Algunos días me enfrentaba a Rubén y a Cristian que se metían conmigo, me decían lo típico: "chúpamela", "te voy a partir el culo", "nos la vas a comer de canto" y demás. No me trataban mal, es más les caía bien pero no sé les gustaba hacerse los machitos diciéndome esas cosas… La verdad es que a mí me empezaban a molestar, ya que en las duchas siempre me tocaban el culo y me decían que se las chupara y me ponían muy nervioso, pues tenía miedo de empalmarme… Rubén era el típico "notas" del grupo, muy guarro y seguro de sí mismo, un chulito. Y Cristian era su compinche, era rubito, muy guapo, casi más que Rubén, y hacía todo lo que le decía su amigo.

Un día esperando turno para unos ejercicios, me tocó detrás de Cristian y delante de Rubén y entonces éste me cogió de la cintura y simuló una penetración y me decía "¿te gusta nena?" y Cristian se apretó la verga y me invitó a que se la mamara de una manera muy obscena. El entrenador vió la escena y no les dijo nada, se limitó a sonreír y a mirarme de una manera rara

Esa semana, durante el fin de semana viajamos a un pueblo de Valencia para jugar un partido importante. El entrenador fue quien decidió quien iría con quien en las habitaciones. Eran de dos excepto una que era de tres, y sí la de tres fue la mía y por supuesto, lo habéis adivinado, me tocó con Rubén y Cristian. En cuánto se enteraron me dijeron que la íbamos a pasar la mar de bien

El partido era el domingo y el sábado se hacía una pequeña fiesta para celebrar lo bien que nos iba. A las 10, el entrenador nos dijo que nos fuéramos a dormir que teníamos que descansar para el partido. Pero a mí me dijo que viniera en 20 minutos, que quería comentarme algo de una jugada. Me pareció extraño pero no le di más importancia, me puse el pijama y llegué a la hora acordada. Toqué a la puerta y me invitó a pasar.

Mi sorpresa fue mayúscula cuando vi que el entrenador estaba en ropa interior y me empecé a excitar, ya que nunca había visto al entrenador así

Me ordenó que me acercara y me preguntó si era gay, le dije que no sabía, que a veces creía que si. Entonces me dijo que le podía contar lo que fuera.

Me preguntó si él me gustaba y le contesté que no sabía, aunque la manera que le miraba el bulto decía todo lo contrario. Me preguntó que si le molestaría que me besara y le dije que me daba vergüenza, me tomó y me besó, me metió la lengua hasta el fondo.

Me invitó a que le tocara la polla y lo hice sin dudarlo, estaba dura y tenía las venas muy marcadas, a mi parecer era grande y gruesa, lo masturbé un poco.

Me ordenó que se la chupara, así que me arrodillé y me metí lo que pude en la boca.

Nunca lo había hecho pero no se me daba del todo mal al juzgar por los gemidos que mi entrenador producía

Me bajó el pijama para ver mi culo e hizo una señal de aprobación.

Se sentó mientras yo seguía mamándosela, el dirigía la mamada con su mano en mi cabeza.

De veras me encantaba chuparle la polla, excitarlo, me sentía útil…me aferré a su mástil como si me lo fueran a robar

Y él seguía encandilado con mi hasta entonces virgen culito… le metía un dedo, luego otro,

Me díjo que me la quería meter, que me subiera encima de él y que no me iba a hacer daño y así lo hice.

Lo intentaba pero no me entraba, lo tenía cerradito todavía, me subió a una mesa y empezó a lubricarme, me metía la lengua y jugaba con ella, eso me daba mucho placer, luego me metía un dedo y luego otro hasta que logró meter cuatro.

Puso la punta de su miembro viril en la entrada de mi ano y de una sola embestida me lo metió.

No os voy a mentir me dolió muchísimo, pero no quería parar y mucho menos él.

Cada vez me cabalgaba con mas fuerza y lancé un fuerte grito de dolor que seguro mis compañeros de cuarto debieron oír, ya que estaban en la habitación de al lado

De pronto sentí como se venía dentro de mí, sentí su leche caliente en mis entrañas, me dijo que había sido el mejor polvo de su vida y me besó en la boca.

Me insistió en que quería repetirlo durante todos los entrenamientos y yo le contesté que ya se vería. Entonces me fui rápidamente a mi habitación y me encontré con mis compañeros de pie esperándome.-parece que te has divertido no? Pues o haces lo que te pidamos o lo rajamos mañana a todo el mundo…- me dijeron mientras se sobaban los paquetes

CONTINUARÁ…o no

  • Escenas simuladas por actores *