El entrenador (9)

Para los que leeis por primera vez, de verdad que merece la pena empezar por el principio...

Aunque en un principio la cosa ha quedado más o menos calmada, no se porque, pero no he dormido bien. Durante toda la noche le he estado dando vueltas a los acontecimientos de los últimos días. Según me parece, si son ciertas las sospechas de Daniel y también Cristian esta interesado en los chicos, esto se esta acelerando demasiado. Demasiada gente implicada. Demasiado bonito para durar y que todo sea perfecto como hasta ahora.

En el desayuno decido hablar de ello.

¿No crees que se nos esta complicando un poco la vida? – le comento.

¿A que te refieres? – responde mientras sorbe su tazón.

Pues a lo nuestro, a Aarón, después Jacob y ayer Cristian – le expongo.

Lo de Cristian no es seguro – replica mientras apoya su somnoliento rostro en uno de sus brazos – pero si tienes razón que algo liada esta la cosa.

Quiero que esta tarde traigas a Aarón y Jacob – le ordeno, mientras recojo los restos del desayuno – tenemos que hablar.

Así transcurre el día. El ambiente en el centro esta tranquilo y no se diferencia en nada al de otros lunes tras una victoria del equipo. Las sesiones de entrenamiento se desarrollan en un inmejorable ambiente y tras ellas de regreso en casa, preparo algo de cena en el salón para recibir a los chicos. El bullicio en el recibidor me indica sin duda que han llegado.

¡Estamos aquí! – chilla el chiquillo desde la entrada – Me pongo cómodo y bajo.

Como se lo que significa eso, me apresuro a interceptarlo. Lo que menos me interesa es tener a Daniel desnudo en una conversación que se supone seria.

Mejor empezamos ya –le sorprendo en las escaleras aún – así los chicos podrán ir antes a sus casas.

Como quieras – acepta Daniel dando media vuelta y dirigiéndose al salón junto al resto.

¿Sabéis de qué quiero hablaros? – les pregunto directamente a Aarón y Jacob, mientras comemos.

Daniel nos ha comentado algo –responde Aarón mientras asiente el otro chico con la cabeza – pero no ha profundizado mucho. Que la gente anda rajando de nosotros dos y eso.

¿Y que pensáis de esos rumores? – les pregunto interesado.

Si no fuese por este tonto – responde mirando a Jacob – ya lo sabría todo el mundo, pero le da vergüenza. Mis padres ya lo saben y no se lo han tomado mal, solo me han pedido que tengo cuidado, pero cuando les comente que tenia novio formal y que era él, se quedaron mas tranquilos.

Entendéis que nuestra situación es distinta – les comento observando a Daniel comer despreocupadamente – no es tan sencilla de comprender. Ni siquiera yo la entiendo a veces.

Siempre con lo mismo – dice Daniel despertando de su trance, mientras se acerca a mi, acariciando mi cara - ¡Qué más dará lo que la gente piense!

Hombre Daniel – habla Jacob razonablemente– Iker tiene razón, no es para ir pregonándolo. Lo nuestro puede ser aceptado o no, pero lo vuestro sería un escándalo sin duda.

A eso me refiero – le apoyo mientras arrullo a mi niño – y mira que no me importaría tener que dejar todo esto si estamos juntos, pero no creo que nos dejasen ni siquiera eso. Así que lo mejor es que seamos todos prudentes.

¿Y que podemos hacer? – cuestiona Aarón inquieto – bastante disimulamos ya en público, ¿ni siquiera vamos a poder estar juntos?

No me refiero a eso – les aclaro – creo que es justo que tengáis una relación sana y completa. Solo os pido que seáis discretos en lo referente a nosotros y que no deis que hablar en la residencia.

Es que eres un escandaloso – le recrimina a Jacob mientras le hace cosquillas – se te oye desde las escaleras.

¿Sin sexo? – Exclama Jacob indignado – eso es imposible. Bastante duro es no tirarme encima de este a cada momento en el campus.

¿Por qué no venís aquí a follar? – interrumpe Daniel mientras mastica. – Sobran habitaciones.

Hombre, Dani, lo que menos os interesa es montar aquí un picadero – le rebate Aarón con cierta lógica.

Vistas las opciones que barajamos, no me parece tan descabellado. – les replico – siempre que seáis discretos al ciento por ciento, claro.

Parece que todos estamos de acuerdo. A partir de ahora, Aarón y Jacob tienen su propia habitación en mi casa, que usaran cuando quieran. Daniel esta encantado de que su idea me haya parecido bien, y ambos chicos se muestran satisfechos. A la cena le sigue una distendida charla sobre temas variado. Hasta que Daniel rompe la armonia.

Jacob, ¿Aarón ha sido tu primer chico? – interroga súbitamente.

¡Claro! –responde con seguridad Aarón.

Bueno – duda Jacob, ante la mirada inquisidora de su novio. – Así como estamos digamos que si, pero he tenido algo parecido a una aventura con otro.

¿Cómo? – le increpa Aarón ante el jolgorio del resto – explícame eso. No me habías dicho nada. ¿Con quien me has puesto los cuernos?

No lo se, -responde el chico – pero fue antes de que saliésemos.

¿Cómo que no lo sabes? – se indigna Aarón – ¿te follas a otro tío y no sabes quien es?

No he dicho que me lo follase – responde compungido ante la presión de su novio – simplemente alguien me la chupo en los baños de la residencia y yo a el, pero no se quien era.

Seguro – dice serio Aarón aparentando estar enfadado – se la chupas y no le miras a la cara.

Claro – reconoce avergonzado ahora – fue en el baño de los chicos. Estaba meneándomela y se ve que alguien me escucho y tras unos golpecitos en la pared allí apareció una polla súper dura por debajo de la mampara. No sabía bien que hacer, pero se me apeteció probar, y empecé a meneársela. Al rato se retiro y apareció una mano, así que asome la mía y me la casco un rato, hasta que de repente, note algo húmedo que me rozaba el glande. Me puse a cien, ya que me di cuenta que me la estaban chupando. Me gusto y cuando me corrí, volvió a aparecer la polla, por lo que no me quedo más remedio que imitarle y aunque al principio me dio un poco de asco, no me lo pensé mucho y le correspondí. Si eso es ponerte los cuernos, pues soy culpable, pero fue antes de conocerte. Y no, no quise saber quien era el chico que estaba al otro lado de la mampara.

Aarón parece complacido, por que vuelve a arrimarse a Jacob cariñosamente. Mientras Daniel, sin que me haya percatado, ya que estaba centrado en lo sugerente de lo que nos acaba de contar Jacob, acaricia mi polla por encima del pantalón.

¿Podemos estrenar hoy nuestro nuevo cuarto? – murmura Aarón mientras juguetea con las manos de su amante.

No esta preparado, pero hoy podéis usar el mío – sugiere Dani mientras agarrándome de la mano, me invita seguirle al nuestro.

Los cuatro nos dirigimos escaleras arriba a nuestros respectivos nidos de amor. Mientras caminamos por el pasillo, Daniel no puede aguantar más y me arranca el primer morreo con lengua de la noche, mientras los dos muchachos caminan entre risas y cuchicheos al supuesto cuarto de Dani. En ese momento oigo algo que me deja helado.

  • ¿Os apetece que lo hagamos juntos? – sugiere Aarón desde el fondo del pasillo.

¡Una orgía! – grita Dani encantado - ¡Genial!

Un momento – interrumpo para poner algo de calma – seamos serios, ¿no estábamos hablando de ser prudentes?

Aquí no nos va a oír nadie – comenta Jacob convencido.

Parece que tengo a todos en contra. Rápidamente y sin que me den tiempo a oponerme, Daniel y los chicos entran a la carrera en mi cuarto. Para cuando me atrevo a pasar, allí están desnudos sobre la cama. Aarón esta en los preliminares de una mamada en el impresionante miembro de Jacob, mientras que Dani exhibe toda su hermosura ante mis ojos, rogándome con la mirada que acepte la invitación de su extendida mano y me una a ellos. Sucumbiendo a lo inevitable, me desnudo y acepto.

Las cosas discurren de forma, si me permitís normales. En principio cada pareja se dedica a lo suyo, solo compartiendo cama entre ambas. Me afano en dar placer a mi ángel, cuando noto una mano extraña que comienza a juguetear con mi miembro. La curiosidad me lleva a observar como la mano pertenece a un Aarón que mientras es penetrado suavemente por un Jacob jadeante, masajea mi entrepierna con carita de deseo. Como puedo corrijo la posición de mis cuartos traseros para acercar mi miembro a su boca, que agradecida lo acoge en su interior. Daniel mientras observa divertido la maniobra desde su privilegiada posición en el cabecero de la cama.

El ensamblaje entre ambas parejas ha sido un éxito. La estampa se me antoja sublime. Mi tierno bebe apoya su cabeza en el cabecero de la cama, mientras tumbado boca arriba recibe las caricias de mi boca en su pene. Por mi parte, en cuatro, con las piernas abiertas a los lados de la cabeza de Aarón, me afano en penetrar su boca, mientras saboreo a Daniel. Aarón mientras, boca arriba y con las piernas abiertas y elevadas, me chupa y es penetrado apasionadamente por la nada despreciable barrenadora de Jacob.

En un momento, este decide llevar a más su acción en la estampa, acercándose a mi, para desde su posición, comenzar a comer mi hoyo del placer, sin que pueda remediar abandonar un segundo la pinga de mi querido Dani, para soltar un gemido de regusto.

Transcurridos unos maravillosos minutos, los chicos se afanan por disfrutar a tope. Tras trabajárselo bien con la lengua, Jacob saca su larga estaca del culo de Aarón para enterrarla en el mío. ¡Dios mío! Nunca me habían llegado tan adentro. Aarón liberado, abandona mi miembro, para ofrecerle el suyo a Daniel mientras apoya sus manos en la pared. El único pene que queda huérfano en este momento es el mío. Algo hay que hacer para solucionarlo, aunque tampoco es que me encuentre a disgusto en la actual situación con la estaca de Jacob perforando los rincones desconocidos de mi organismo y degustando los flujos que gota a gota van fluyendo de la deliciosa polla de Daniel.

En esas estamos cuando suena un móvil. Aarón reconociendo el timbre, deja vacía por unos instantes la hambrienta boca de Daniel para contestar, momento que aprovecho para, atrayendo hacia mi su cuerpo, saborear sus labios una vez más y poder rozar en cada embestida de Jacob nuestros duros miembros.

Aarón sale de la habitación para hablar. Parece que son sus padres que se impacientan por la tardaza del chico. Este trata, por lo que se oye, de convencerles de que le dejen dormir esa noche en la residencia, en la habitación de su novio, les dice, a lo que parece que se oponen. Jacob más interesado en los problemas de su pareja, abandona la acción para interesarse por Aarón. Nuestros magreos se interrumpen durante unos segundos para observar a los dos chicos tras la abierta puerta, ambos desnudos, el miembro de Jacob a medio empalmar, atentos al teléfono.

Hacen buena pareja, ¿verdad? – Le susurro al oído.

Y están los dos muy buenos – responde un salido Dani, restregando nuestros cuerpos, como regocijándose de la estampa.

Me afano en masajear la delicada piel con mis labios, cuando los chicos se acercan tapando el auricular del teléfono.

Les he dicho que hemos cenado con Dani y que hemos venido a acompañarle a casa. Solo me dejaran quedarme si duermo aquí – dice Aarón ofreciéndome el aparato aún con el auricular tapado – quieren hablar contigo.

A desgana abandono mi tarea, para tumbándome en la cama, centrar mi mente y poder mantener una conversación normal con los padres de Aarón. Se quieren asegurar de que su hijo pasara en mi casa la noche y no en el cuarto de Jacob y que toda ira bien.

Mientras los chicos observan. Dani comienza a aburrirse y se arrima de nuevo, manoseando mi pecho.

La pareja, divertidos, le siguen el juego y mientras uno acaricia el prepucio de mi miembro con la yema de los dedos, el otro juguetea con los de mis pies, cosa que me encanta que me hagan, pero que a la vez me provoca mucho.

Es curioso, al otro lado de la línea telefónica, el padre de Aarón trata de explicar, sin dar muchos detalles, por que no quiere que su hijo duerma en el cuarto de su amigo, cosa bastante normal que se haga entre amigos en estas edades, pero sin dejar mencionar el tema del sexo, ni su relación, mientras tengo a su hijo babeante deseando comerse el húmedo por sus caricias capullo de mi verga. El trabajo de los chicos esta provocando sensaciones in-disimulables a estas alturas, por lo que usando la más convincentes de mis expresiones, decido concluir la conversación, antes de que se me escape el más mínimo gemido.

Tener a los tres chicos trabajándose mi cuerpo es algo indescriptible. Sublime una vez más, pero no me conformo.

¿Os importa que me folle a Jacob? – pregunto a los chicos decidido a no perder la ocasión.

Aarón de golpe deja mi verga para mirar a su amigo. Daniel por su parte en lugar de molestarse, observa divertido.

No soy pasivo – comenta el muchacho ruborizándose tras unos momentos de dudas y miradas furtivas a su novio.

Vamos, que eres virgen – indica Daniel – pues si tienes ganas de iniciarte, este es el mejor momento, Iker nos rompió el culo a los dos la primera vez, y fue genial.

Es cierto – cuenta Aarón ante la mirada de su chico.

No se porque me da que he metido el dedo en la yaga. Que esta es una vieja discusión de la pareja.

No le forcéis –interrumpo – si no quiere, no vamos a obligarle, para eso hay que estar preparado.

Jacob sale del cuarto seguido de Aarón. En el pasillo se escuchan sus voces.

Creo que la he cagado – le comento a Daniel.

¡Que va! –responde con seguridad – a ese le va la marcha, el problema es que no tiene huevos.

¡Joder! – espeto – pues polla tiene un rato.

Al fin regresan los muchachos.

Nos vamos al cuarto de Dani – sentencia Jacob dando por terminada la fiesta.

No tenéis por que iros – respondo con firmeza – aquí se respeta a todo el mundo, te prometo que nadie te va a tocar el culo.

No me importa que me toquéis el culo – responde quitando hierro – pero no creo que sea el mejor día. Lo cierto es que me da bastante miedo y no puedo evitarlo.

¿Si te promete que no te va a doler y que parara en cuanto quieras? – pregunta Daniel mientras Aarón observa esperanzado.

La primera vez siempre duele – comenta el chico atemorizado.

Dejémonos de tonterías – les ruego – que se me están pasando hasta las ganas. Si de verdad quieres, te aseguro que lo vas a disfrutar, como lo hacemos los demás. Si no te atreves –añado intentando herir su orgullo – meteros en la cama y sigamos jugando.

La pareja se sube de nuevo a la cama. Jacob esta indeciso aún. Aarón comienza a sensibilizar de nuevo la piel del pecho de su amado, mientras Daniel, con cuidado, le va masajeando la entrepierna. Ahora se ha vuelto el centro de la acción, con la intención de convencerle de que se deje hacer. Poco a poco se va abandonado a sus deseos y se relaja sobre la cama. Por mi parte, me voy colocando sus pies, para poder tener acceso a su zona glútea, donde comenzar la preparación del terreno para la posterior perforación. El chaval esta en el paraíso. Su amante habitual se regodea con sus pezones y labios. Daniel sufre terriblemente para poder dar cabida en su boca la mayor parte del tremendo vergajo. En mi caso, ya tengo semi-alzadas y abiertas sus piernas, y con mi boca masajeo su anillo, invadiendo poco a poco con mi lengua su interior.

Los gemidos de Jacob van aumentando de ritmo, por lo que con sigilo le pido a Dani que le deje descansar un poco, para evitar una prematura eyaculación, ya que mi trabajo da sus frutos y ya he conseguido que el relajado esfínter del chaval acepte dos de mis dedos.

Daniel, sin importarle mucho, se consuela ahora con Aarón. El momento ha llegado. Con suavidad, me aproximo al rostro enrojecido del chico.

¿Estas seguro? – le pregunto – Este es el momento.

Acaso tengo elección – responde acalorado mirando a su novio – me tienes a tope, o me la metes o te mato aquí mismo.

Los dos muchachos abandonan sus juegos para reírse acompasadamente por el comentario de Jacob, y prestar atención a los acontecimientos.

Dani, humedece esto un poquito – le pido juguetón.

Daniel no se hace esperar y me brinda un masaje bucal rápido y efectivo, dejando bien servida de saliva la cabeza de mi glande, para después dar un ultimo lametón al palpitante hoyo de Jacob, que agradecido contrae su puerta, como queriendo atraparle, para tras relajarse de nuevo volver a abrirse dócilmente.

Allí voy una vez más a explorar lo inexplorado. Con suavidad mi mano guía la cabeza hasta hacer contacto con la sensible piel del ano de Jacob, que nuevamente reacciona cerrándose. Observando el gesto de su cara, busco el momento de empujar. Cuando su boca se abre dejando asomar una lengua que relame los labios, presiono un poco la cabeza de mi miembro, consiguiendo que su esfínter la atrape dentro. El paso más difícil esta dado. El chico reacciona bien, no se queja, solo cierra los ojos con fuerza.

¿Te duele? –pregunta preocupado Aarón.

La boca de Jacob sin decir palabra suplica un beso, rápidamente correspondido por su amado. La presión en mi glande disminuye. Un nuevo empujoncito hace que mi carne avance en sus entrañas. El morreo es intenso, con furia se degustan las bocas. Otra vez se relaja y otra vez avanzo. Con casi la mitad del camino recorrido, empiezo un inapreciable mete y saca. Esto provoca que el chico se retuerza de gusto y a la vez que se lubrique la zona tratada.

Daniel observa maravillado, por un lado como penetra mi herramienta en el culo de Jacob, algo increíble y digno de admirar. Por otro el frenesí del morreo de los muchachos., mientras con su mano acaricia mi espalda, como animándome a terminar con éxito el trabajo.

Cuando ya la tengo toda dentro, espero unos segundos a que se acostumbre. Los chicos descansan. Nadie se mueve.

¿Qué tal? – me intereso.

Extraño – responde con voz ahogada y el rostro enrojecido – pero genial.

Pues ahora viene lo mejor – advierte Daniel adelantándose a los acontecimientos.

Mi cuerpo empieza a moverse hacia atrás suavemente dejando que se deslice todo mi falo, hasta antes de que se salga la cabeza, para volver a entrar completamente. Este movimiento provoca en Jacob un generoso gemido que se escucha en toda la casa. Una nueva retirada y embestida hace que con rostro desencajado y la boca completamente abierta, Jacob chille como un poseso.

¡¡¡Joder!!! – explota – ¡¡¡Increíble!!! Dale, tio, dale.

Sus deseos son órdenes para mí. Estoy convencido que este chico a descubierto un nuevo mundo en su interior que no imaginaba que existía. Con todos mis sentidos en la tarea, me entrego totalmente ha hacerle gozar al máximo, hasta que exploto en su interior. Cuando me retiro, para mi sorpresa, Jacob pide más.

Cariño, por favor – le ruega a Aarón, sin cambiar de postura.

Sin dudarlo, el amante ocupa mi lugar deseoso, introduciendo fácilmente su mástil en la recientemente extremada cueva, para completar lo que empecé. Una vez saciados ambos, caen abrazados, rendidos por el esfuerzo.

Daniel y yo por nuestra parte, terminamos nuestros juegos en solitario. Mi niño se muestra muy ardiente, intuyo que debido a la acción que ha presenciado gustosamente, como sacándose el calor acumulado a base de besos, roces, lengüetazas y finalmente, follando mi culo como un poseso.

El día nos descubre a los cuatro mezclados en la misma cama.

Jacob es el primero en levantarse. Con una postura cómica, intenta ver su ano en el espejo del armario.

No te preocupes – le dice Daniel irónico – Nadie va a darse cuenta que te han follado bien follado, de no ser por esa sonrisa estúpida que tienes en la cara.

El comentario acaba en la inevitable guerra de almohadas. Tras la batalla, una buena ducha y un reconfortante desayuno es la mejor medicina para afrontar un nuevo y desafiante día.

ikeradan@hotmail.com