El Engaño

Uno simpre cree tener todo bajo control y eso no siempre ocurre... o si?

Mi vida nunca fue muy sacrificada, nací en el seno de una familia muy bien acomodada por lo que nunca me falto nada y nunca supe lo que es la necesidad. Fui mimado desde muy pequeño y todo capricho me era consentido. Sin duda en mi entorno era un príncipe.

Fui bendecido con el don de la belleza y desde pequeño se me notaba que gozaría de la atención de todo el mundo debido a ella.

Ya desde muy joven supe como ganarme a la gente y aprendí a manipular de tal manera la mente de las personas para que hicieran lo que quisiera que muy pocos se daban cuenta de que en realidad lo que hacían no era porque lo desearan sino porque yo así lo quería.

Apenas despertó mi interés por la sexualidad perdí mi virginidad con una mujer que cuidaba de mi teniendo yo apenas 11 años. Ella con sus 37 años no era muy atractiva pero era lo que tenía mas al alcance en ese momento de claridad en el que me urgía saber lo que era el sexo. Ella con ojos bondadosos me mostró la naturaleza de lo sexual y me inicio en el gozo, encendiendo la llama que me quema hasta el día de hoy. Esa llama por el placer, esa llama que me impulsa a buscarlo como sea y donde fuera.

Pese a que mi mente bulle en sed por lo placentero, no suelo ser una persona impetuosa o impertinente, soy de carácter muy tranquilo no suelo levantar la voz y no suelo hacer explícitos mis deseos ni los impongo en nadie, yo solo los sugiero.

Ante los ojos de los demás soy una persona correcta y mesurada, siempre lo he sido, pero eso no quita que ya a los 13 años usara los servicios de putas a las cuales las hacia partífices de mis mas bajos deseos experimentando mis febriles fantasías.

Poco tardé en querer experimentar nuevas experiencias y por suerte para mi, mis compañeros de clase también estaban despertando a la sexualidad y yo empapado en experiencia hacia el papel de inocente para dejar que neófitos hipócritas pensaran que con la excusa de enseñarme me tenían a su disposición.

Fue así que experimente la homosexualidad, haciendo de victima de un compañero que no quería ser visto como gay pero que solo con una charla de alto contenido erótico ya tenia su boca en mi pija y sus dedos en mi culo y antes de que se lo replantease mi verga rellenaba su agujero y mi mano lo pajeaba, terminando luego ambos acabando en la boca de cada uno en lo que fue mi primer 69 con un hombre.

Ya con 14 años ya tenía mas experiencia que algunos hombres que doblaban mi edad y lo que me enseño fueron algunos de los placeres a los que soy aficionado: Ver a una mujer acabar con mi legua en su interior, el sabor del semen en mi boca, penetrar y ser penetrado analmente.

Fue así que para mis 15 ya tenia una vida sexual variopinta al igual que compañeros, entre ellos se encontraba una profesora de mi instituto que creía que engañando a su esposo encontraba placer y me educaba en las lides del sexo. Con lo primero estaba en lo cierto, ella encontraba muchísimo placer en mis jóvenes brazos, pero termine no enseñándole mas a ella de lo que ella me pudo haber enseñado lo cual fue nada. Conmigo experimento el placer anal, y su boca fue el receptáculo de mi semen en mas de una ocasión, cosa que no hacia con su esposo. Al poco tiempo me aburrió nuestras tediosas sesiones y deje de verla dándole la excusa de que había encontrado en una chica de mi edad el amor, pero lo cierto era que ya había llegado a un punto donde toda perversión se me hacia repetitiva, probé con mis perros e incluso con un caballo que mi padre tenia y si bien al principio era emocionante no termino de satisfacerme.

Ahí estaba yo a mis 15, desilusionado de los placeres experimentados pero sin dejar de experimentarlos de vez en cuando para no perder la practica, los días pasaban y no encontraba el giro que me adentrara por nuevos horizontes, hasta que la llegada de mis primos a pasar unos días en mi casa reavivo la llama en mi interior.

Mis primos, de 15 mi primo y 13 mi prima, se quedarían 1 mes por las vacaciones junto con mis tíos en las habitaciones que tenemos para invitados, pero mi madre sugirió que mi primo y yo compartiéramos el cuarto. Desde el primer día estuve examinado a mis primos, midiéndolos en sus actitudes y desentrañando su naturaleza. El era el típico chico de 14 años quizás con alguna experiencia y rebosante de testosterona, en su maleta, junto con su ropa, algunas revistas porno me indicaban su interés por el sexo. Ella en cambio era más inocente bastante niña para su edad, con toda seguridad sin ninguna experiencia y sin curiosidad por tenerla… mi mente era un cúmulo de ideas y planes para tratar de corromper a estas criaturas y adentrarlas a mi mundo de nuevas sensaciones.

Mi primo sin duda seria el mas sencillo así que acomodando ciertas situaciones me fue muy fácil hacer que él propusiera tomar algunas latas de cerveza de la heladera e ir a beberlas a "nuestra habitación" ya que tenia aire acondicionado, la televisión, el equipo de música y donde seguro estaríamos mas cómodos y donde ni nuestros padres ni su hermana nos molestarían.

Habiéndose bebido él la mayoría de las latas y sin tener estomago para ellas, mi primo ya estaba lo bastante susceptible como para empezar a domar su espíritu.

En la televisión un programa de fútbol hacia de telón de fondo, así que le pregunte si quería ver algo distinto ya que el fútbol me aburría, el dijo que si y me encomendó la tarea de buscar algo. Yo ya había preparado todo a esa hora en el canal porno pasaban un ciclo de fetiche con películas que yo sabia que le harían hervir un poco la sangre, así que como buscando algo pasé de canal en canal hasta llegar a ese donde una chica con atavíos de cuero chupaba y comía la concha de otra chica. Mi primo reacciono de inmediato pidiéndome que lo dejara a lo que yo me disculpe ya que no sabia que mi padre había habilitado ese canal para yo pudiera verlo.

Mi primo cayo rápidamente en el ambiente de la película y su excitación era evidente, tanto por su paquete como por los comentarios que hacia y que yo asentía llevándole la corriente.

De pronto la escena cambio y un hombre se apareció en el cuadro con una pija que podría partir una mesa si se la dejaba caer encima, mi primo se sorprendió y se imagino que el cuadro a partir de ese momento iba a ser un poco mas violento pero lo que iba a ocurrir de seguro no se lo esperaba.

Las dos chicas con atuendos de cuero ataron al hombre a un aparato que lo dejaba con el culo en alto y totalmente a su disposición en seguida una de ellas ató a su cintura un arnés de cuero que tenia fijado un pene de goma que bien podría haber sido echo de un molde tomado de la herramienta que colgaba de la entrepierna del hombre sometido, y así sin mucha preparación esta verga gigante fue introducida en el culo del hombre para sorpresa de mi primo… "y de la mía".

Esto dio a un entrecruce de comentarios donde mi primo era la voz de la experiencia.

El hablaba de las mujeres y lo que les gusta, de las posiciones sexuales y de las sensaciones que se sienten al estar con una mujer. El alcohol lo hacia descubrirse y con cada frase que decía evidenciaba cada vez mas su inexperiencia, aun así el me recomendaba que lo hiciera con una mujer. Yo trataba sutilmente de llevar la conversación a lo que se veía en la pantalla, el hombre penetrado gozaba con cada empujón que recibía y con la mamada que la segunda chica le proporcionaba.

Mi primo ya no era dueño de su pensamiento desvariaba cada vez mas y sin duda sus opiniones lo habían excitado hasta que llego a decirme que si yo fuera una mujer el me daba pija con todo gusto, yo le conteste que también me sentía bastante excitado con la película y el enseguida propuso masturbarnos para sacarnos la calentura. No termino de decirlo que su pija ya estaba en su mano que la agitaba con ritmo cadencioso. Yo saque la mía y fue toda una sorpresa para mi primo ya que mi tamaño era bastante superior al de su pija. Así estuvimos unos segundos hasta que como ya lo había previsto la escena cambio a la de las dos mujeres dominado, esta vez a 2 hombres haciendo que estos se pajearan entre ellos mientras les chupaban las conchas a sus amas.

Esto pareció germinar una idea en la descontrolada mente de mi primo, que me dijo que si yo se la hacia a el y el a mi podíamos imaginar que una mujer nos la estaba haciendo, con inocencia le conteste que si y procedimos a ejecutar su plan. Al poco tiempo mi primo estaba en éxtasis y aproveche su falta de fuerzas y control y lo atraje hacia mi paquete y sin darle a pensar mucho le di para que me mamara y para hacer de su mente una masa mas confusa le pregunte que estaba haciendo haciéndole pensar que el había tomado la iniciativa. Él no contesto su boca estaba llena y su mamada era mas una acción espasmódica involuntaria que una chupada de pija pero al cabo de un rato le eyacule haciéndole reaccionar un poco. Le agradecí la "buena" mamada que me había hecho y le dije que no sabia que a él le gustaran esas cosas, por supuesto que el no sabia lo que decir, no estaba seguro si lo había hecho a propósito o sin querer pero parecía algo disgustado y me exigió que ya que el me la había mamado que ahora yo debía hacer lo mismo. Hice como que lo dudaba un poco y ante su insistencia acepte, se la mame tan bien que al poco rato el ya disfrutaba como el mas puto de los hombres y pasado un tiempito después acabo en mi boca y me pedía que me lo tragara todo.

Al poco rato se durmió y yo me fui de mi cuarto con una alegría que me supo nueva, corromper la mente de mi primo me supo a gloria y sabia que debía seguir explorando esta nueva faceta.

Al otro día cuando mi primo se aseguro de estar solos de nuevo en el cuarto me hizo prometer que no le contaría a nadie lo que habíamos hecho, yo le asegure que si no hubiera sido por el alcohol que habíamos tomado no hubiera hecho lo que hicimos así que debía quedarse tranquilo de que no lo contaría a nadie ya que era muy vergonzoso para mi. Mi primo con algo de vergüenza asentía a lo que yo decía y al final se animo a preguntarme si me había gustado lo que habíamos hecho, yo simulando vergüenza le conteste que no había estado tan mal para ser "mi primera vez" a lo que el me confeso que para el también había sido su primera vez y que a pesar de haberlo hecho con un hombre no la había pasado tan mal y me pregunto si no lo quería repetir a lo que yo le conteste que si.

Luego de dos días mi primo y yo ya éramos por completo amantes y nuestras sesiones cada vez mas bizarras, pero lo que yo quería era poder corromper la mente de mi primita pero quería que la idea no surgiera de mi sino de mi primo ya que a través de él, estaba seguro de que se me facilitaría la tarea.

Comencé a incluir la palabra incesto en nuestras encamadas, le decía hermano cuando me penetraba por el culo o le pedía que me dijera hermano cuando yo lo enculaba a él. Poco a poco lo fui trabajando y le preguntaba si no le gustaría cojerse a una chica mas joven que el, hasta que la providencia me ayudo un poco con mis planes.

Estábamos en la piscina de noche, con nuestros padres durmiendo en sus cuartos luego de una tarde de playa y paseos que habían menguado sus fuerzas, yo pensaba cojerme a mi primo a la luz de una luna de verano dentro de la piscina y estaba por proponérselo cuando nuestra primita irrumpe vestida con un diminuto traje de baño de dos piezas dispuesta a tomar una baño.

Con su etérea belleza nos ignoro y se dispuso a remojar su cuerpo, yo viendo la oportunidad aproveche para acercarme a mi primo y comentarle lo chico que era ese traje de baño lo que provoco que su atención se fijara en su hermana menor que sin inmutarse de nuestra presencia nadaba de aquí para allá.

Usando la concentración de mi primo a mi favor lo tome desprevenido de su pija la que comencé a masajear por encima del traje de baño, el se asusto ya que no quería verse visto por su hermana en tan puta situación. Así que habiéndole excitado lo deje y me aleje.

Desde la cocina podía verlos a ambos y ver como todo se desarrollaba pero nada ocurría; mi primo, al que con toda certeza ya había corrompido bien su mente, el que gozaba como una perra en celo con mi verga en su culo, aun no podía romper esa barrera, su ineptitud me molestaba pero no quería interceder de forma mas evidente, quería que el tomara la decisión. Atisbe un poco de esperanza cuando medio empalmado se paro y se zambulló en la pileta pero al rato la perdí cuando veo que solo lo hizo para bajar su calentura ya que ni por asomo se acercaba a su hermana ni le dirigía una palabra.

Ese día no paso nada así que al día siguiente decidí volcar mi atención a mi primita para buscar así una forma de someterla, para eso fingí estar enojado con mi primo por haberme ignorado para sacármelo de encima y así estar mas tranquilo.

Una vez que me deshice de mi primo que convenientemente acepto ir de compras con sus padres y los míos, y ya que me quedaba solo en casa ya que mi prima los acompaño, me dispuse a investigar un poco en el cuarto que le habían dispuesto a mi prima para tratar de encontrar alguna debilidad en su carácter que pudiera servir a mis corruptores planes.

Su cuarto, que al igual que el de todos era limpiado por una sirvienta todas las mañanas, reflejaba su uso por una mujer, o proyecto de esta. Todo o casi todo lo que ella había traído era de color rosa: las sabanas, la poca ropa bien doblada y planchada que había sobre una silla pero nada que me indicara el funcionamiento de su mente.

No había libros ni revistas, ni a la vista ni en los cajones del escritorio. En su ropero solo encontré mas ropa la cual la mayoría era de color rosa, al entrar en el baño encontré en el canasto unas ropas sucias y el biquini que había usado la noche anterior, aun estaba húmedo, hurgué un poco y encontré una bombachita la olí y percibí la dulce fragancia de una conchita, luego de días de estar solo a dieta de leche de mi primo se me antojaba un juguito dulce de concha, así que tome la bombachita y la metí en mi bolsillo para disfrutarla mas tarde. Volví a al cuarto y busque en su mesa de noche y el abrir el primer cajón fue como abrir la caja de Pandora, no me hubiera siquiera animado a pensar que mi prima tenia un consolador vibratorio ahí dentro. Su color era rosa, claro.

Lo olí y pude notar que había sido usado recientemente y eso me éxito de manera increíble, lo lamí y su gusto quedo en mi lengua impregnado. Pero algo andaba mal todo eso no encajaba, ella era solo una niña, de donde había sacado un consolador de este tipo que por experiencia se que son muy caros, además su personalidad no encuadraba con la de una persona que usara o supiera siquiera de la existencia de los consoladores.

Por un segundo sentí temor, el temor que viene cuando se pierde el control, algo para lo que yo no estaba acostumbrado, yo sabia juzgar a las personas, ese era mi don, pero ahora no sabia que pensar.

Trate de tranquilizarme tenia que haber una explicación racional, no podía haberme equivocado es esa manera.

Metí el consolador en el cajón y volví a mi cuarto y acostado en mi cama comencé a llorar.

A los veinte minutos mi primo me encontró hecho una bola en mi cama se sentó a mi lado y me consolaba, el muy idiota pensaba que lloraba por el, creia que yo estaba enamorado de él.

No tenia fuerzas para discutir deje que llegara a sus propias conclusiones solo diciéndole que si a todo, incluso trato de besarme.

Una vez que se fue trate de reponerme pensé en hacer frente la nueva evidencia y decidí encarar a mi primita y ver hasta donde llegaba su carácter.

Luego de una cena familiar en la que mi primo tocaba mi verga por debajo de la mesa y que mi madre pensó que estábamos jugando, espere a que todos se fueran a sus respectivos cuartos y cuando me quede solo me dirigí al cuarto de mi prima.

No me fui con sutilezas abrí la puerta y la encontré poniéndose el pijama, sin duda la había asustado. Cerré la puerta tras de mi y con toda mi rabia que a pesar de ser enorme no quedaba reflejada en mi rostro le pregunte de quien era el consolador en su mesa de noche. Ella, repuesta del susto de mi aparición, contesto con toda desfachatez que era de ella, le pregunte desde cuando lo usaba y ella contesto que desde que tenia 10 años que ya se masturbaba y que utilizaba desde aquel entonces zanahorias, cepillos y otras cosas que ponerse tanto en la conchita como en el culo y que su madre a los 12 le regalo el consolador como regalo de cumpleaños.

Todo a mi alrededor se caía, no sabia si lo que vivía era real o solo un sueño, no sabia que me perturbaba mas: si la forma tan directa en que me decía todo aquello, la prontitud con la que había despertado su sexualidad o el hecho de haber dicho que su madre le había regalado esa vergasa que venia disfrutando desde hacia un año.

Todo lo decía con una sonrisita en su rostro, como si la conversación que estábamos teniendo fuera la mas normal del mundo, como era posible que no me hubiera dado cuenta de cómo era mi prima, como podía ser que hubiera alguien tan manipulador como yo, era simplemente inconcebible.

La puerta se abrió detrás de mi y en el marco mi primo tomaba la cintura de mi madre, los dos me sonreían.

Mi prima paso en frente de mí y se dirigió hacia ellos y le dio un beso en la boca a cada uno deteniéndose en mi madre la cual succionaba su lengua.

Mis piernas no me respondían, mi voz había desaparecido, estaba inmóvil en medio de la habitación.

Los tres entran en el cuarto, mi primo se tira en la cama de mi prima y se saca los pantalones dejando al descubierto su pija que apuntaba hacia el techo mientras que mi prima y mi madre me toman de mis brazos y me dirigen hacia él, mi madre me indica que me arrodille y chupe la pija que ya venia chupando desde hace días mientras ellas se desvisten y me desvisten a mi también.

La pija de mi primo a 3 centímetros de mi rostro, mi prima que sacude mi verga para hacerla reaccionar, mi madre que con sus dedos masajea mi culo y yo que estoy fuera de mi, muy lejos viendo la escena desde otro universo.

Siento que empujan mi cabeza, era mi primo que me invitaba a degustar y yo degusto, de gusto me moría con los dedos de mi madre entrando y saliendo de mi culo y con la boca de mi prima que ya se había apoderado de mi verga.

Los tres ríen, se ríen de mí, de mi inocencia, como pude haber sido tan ciego.

Me paran y me dejan de espaldas a mi primo y este me atrae sentándome sobre el, introduciendo su verga en mi culo salvajemente, tanto que me gusta.

Solo mis instintos funcionan ahora, así que lo cabalgo, cabalgo sobre la rica verga de mi primo mientras mi prima y mi madre se besan apasionadamente.

Mi madre me mira con ojos de cariño, como la odio por eso, por haberme dejado vivir en la ignorancia.

Mi prima se coloca sobre mí y se deja penetrar por mi verga, por lo que los empujones de mí primo se transmiten por mí hasta mi prima, convirtiéndome en una especie de condón.

Me pongo en cuatro pata mientras mi primo me continua violando el culo mientras mi prima se pone debajo de mi invitándome a hacer un 69, al cual acepto para encontrarme con la cara de mi madre que me besa y juntos bebemos del néctar que tiene mi prima entre sus piernas.

Los empujones de mi primo son cada vez más violentos hasta que siento un río caliente que fluye por mi recto y una fuente que baña mi cara para refrescarme.

Mi primo se retiro tan violentamente como me había penetrado dejando que ese río que me había introducido fluyera corriente abajo por mis huevos y mi pija hasta la boca de su hermana que bebía del río como el mas sediento de los seres.

Mi madre me limpiaba de la cara con su lengua la corrida de mi prima y me decía cosas cariñosas al oído mientras tanto.

Al poco rato la experiente boca de mi prima ordeña de mi hasta la ultima gota de leche que podía haber en mis huevos.

Al salir mi prima debajo de mi, me dejo caer en la cama y en eso siento que mi madre me chupa el culo para sacar los últimos rastros de leche que mi primo dejo ahí y lo poco que saca lo comparte con mi prima en besos tan sonoros como pedos.

Mi estado es catatonico, siento como mi madre y mi prima se besan mientras mi primo les mete dedos y ellas hacen lo mismo con el, me siento mareado y sin fuerzas, no puedo hablar pero mi deseo es gritar y eso me vuelve loco.

Luego de darle a mi madre unos orgasmos y que mi primo repitiera su orgasmo en el culo de mi prima con el consolador metido en su culo, mi madre me acomoda en la cama como si fuera un muñeco de trapo y con cariño toma mi cara con ambas manos.

Sus dedos olían al culo de mis primos y su cara brillaba por los flujos de mi prima y la leche compartida.

-"¿Te gusto la sorpresa mi amor?"- dijo mi madre con una sonrisa tierna en sus labios, no había malicia en sus palabras. –"¡Bienvenido a la familia!, siempre has sido tan correcto que no sabíamos cuando ibas a despertar al placer sexual, nunca quisimos, tanto tu padre como yo influenciarte de manera alguna a que te unas a nuestras orgías familiares y pensamos que trayendo a tus tíos y tus primos tal vez con ellos podrías abrirte lo suficiente como para que te incluyéramos, ya has visto que bien que se llevan ellos, lo vienen haciendo desde hace unos años pero no te extrañe que a tu primo le gusten los hombres el es bisexual como todos los hombres de la familia y veo que tu también lo eres. No sabes lo feliz que harás a tu padre. Veo que aun no te recuperas te dejaremos solo esta noche para que lo pienses, ya sabes nadie te obliga a nada, pero si aceptas unirte a esta tradición familiar veras lo bien que la vas a pasar. Bueno te dejamos nosotros nos vamos a coger con tus tíos y tu padre que ya nos deben estar esperando, tu descansa y mañana hablaremos."- Me dio un beso en la boca dejándome saborear la mezcla de fluidos vaginales, seminales y orales que estaban mezclados allí. Mi prima se acerco después de mi madre e hizo lo mismo, dedicándome una sonrisa cómplice y felicitándome por lo rica que estaba mi pija. Mi primo ya en la puerta me guiña un ojo y me agradece la cogida antes de irse.

Ya solo en el cuarto de mi prima veo a mi alrededor las manchas de semen tanto mió como de mi primo, las manchas de flujo donde mi madre había estado, el consolador tirado en el piso, brillante luego de haber limado cualquier aspereza que tuviera el culo de mi primo y finalmente me veo a mi mismo despatarrado sobre el lecho deshecho de mi prima, con mi verga muerta, colgando de lado goteando lo que queda de leche escondido bajo mi prepucio. Me toco el culo y lo noto caliente y húmedo y talvez mas dilatado que lo normal. Veo y siento todo esto y pienso en lo que mi madre me dijo y en lo que sentía cuando atravesé la puerta una hora antes, recapacito y lloro, pero esta vez lloro de felicidad.