El enfermero y los dos hermanitos

Como conocí a Ángel, un enfermero y su vida terminó en tragedia cuando se enredo con dos menores de edad.

EL ENFERMERO Y LOS DOS HERMANITOS Casi al lado del edificio donde vivo hay una enorme casona, muy vieja por lo que supongo que habrá sido construída en los primeros años del siglo XX o tal vez a fines del XIX. Está muy mal cuidada por tal motivo se le nota el envejecimiento, de sus paredes caen pedazos de revoque, su puerta es un enorme zaguán de esos muy altos casi 4 metros de altura. Allí funciona una casa de inquilinatos, que en el barrio es conocida por "LA PENSION", es regenteada por una gorda espantosa, digo espantosa no en el sentido de fea. Aunque no es linda, tampoco es desagradable. Es una chica joven tendrá cerca de los 30 o 35 años, pero lo que la hace espantosa es que no cuida para nada su aspecto. Es una parda tirando a morena, sus motas se las ata en una especie de cola arrollada en la parte alta de su cabeza con todos los pelos desflecados cayendo para todos lados. Lo más impresionante de su cuerpo son las ancas, no puedo describirlas como caderas porque son una cosa deforme que le levantan las nalgas sobresaliendo sobre la parte posterior de su cuerpo levantando todas las polleras que se pone, pero generalmente anda de pantalones de stretch bien ajustados al cuerpo. Siempre la veo de la ventana de mi comedor diario, cuando sube a tender la ropa a la azotea que tiene esa casona y lo que más se destaca de ella es ese culo deforme y esos pelos abandonados. La Pensión es una casa cerrada completamente, no tiene ningún patio ni fondo, las habitaciones son iluminadas por una enormes y también antiguas claraboyas y alguna que otra banderola. La gorda hace como diez a¤os que regentea esa pensión, la veo desde mi ventana como ya he dicho y a veces la encuentro cuando paso por allí y ella está en la puerta o haciendo las compras. Nunca hemos hablado en todo este tiempo que nos conocemos. Al poco tiempo de que vine a vivir a este departamento, a la Pensión llegó un muchacho que muchas veces tomaba mate en la puerta de allí y muchas veces nos veíamos cuando yo pasaba para ir al supermercado o a otros lados que frecuento en mi vida diaria. Era regordete con los brazos bastane pulposos, un pelo negro, lacio y muy largo le caía sobre los hombros. Un día empezó a saludarme, le correspondí y a los pocos días cuando yo pasaba me saludaba y me buscaba conversación. Me dijo que se llamaba Angel, que hacía unos diez años que vivía en Montevideoó, era enfermero de una mutualista... Siempre que yo pasaba, me saludaba y me daba conversación hasta que un día me invitó a pasar. Siempre le decía que estaba muy apurado, que tenía que dar clases acá y allá... Hasta que un día que hubo paro general, lo encontré en la puerta tomando mate, me saludó y se puso a conversar como siempre, nuevamenre me invitó a entrar y le contesté que estaba apurado. -A donde vas hoy, que hay paro general? -Tengo que hacer unas diligencias... -Entrá a conversar un rato, total hoy no hay apuro, ni tansporte hay... Acepté entrar a conversar unos cinco minutos.... Pasé por primera vez ese zaguán casi centenario, a los lados vi unos dibujos muy raros en las paredes, vestigios silenciosos de otras épocas. Atravesamos una puerta cancel y apareció un gran patio de claraboya en el cual aparecían varias puertas, supongo que de otras tantas habitaciones y una escalera que conducía al primer piso. Me condujo por esa escalera y arriba estaba su habitación que era una de las dos que daban a la calle. Pasamos a un amplio dormitorio, bastante bien arreglado y me hizo sentar en una silla que había al lado de una mesa, puso el mate y el termo sobre esa mesa para luego sentarse en otra silla. Me contó que era de Tranqueras, un pueblo del Deartamento de Rivera, que había venido a estudiar enfermería a Montevideo, le habían conseguido trabajo en una mutualista y se había quedado. Su relato fue interrumpido por un timbre. Era la alarma del reloj despertador que al dar las 16 horas había sonado. -Perdóname, pongo la alarma a esta hora porque es la hora que tengo que vestirme para ir a trabajar, hoy me olvidé de desconectarla. Se levantó y la desconectó. Cuando volvió hacia la silla se paró al lado mí, disculpándose porque no tenía nada más que mate para convidarme. -No te preocupes yo no tomo mate, vine solamente a conversar. Se puso a contarme cosas de su pueblo, de su infancia, en fin cosas que a mi ni me interesaban para nada. Transcurrió como una hora con esa lata de conversación, yo no quería desairarlo ni ofenderlo, pero quería irme. -Como te llamás? Hace rato que hablo y todavía no me contaste nada de vos. -Me llamo Omar, soy profesor y enseño entre otros en el liceo de acá a la vuelta. Mientras hablaba seguía tomando su mate hasta que se le terminó su termo de agua y lo dejó sobre la mesa. -Mirá Omar, me parece que te conozco hace siglos, me das confianza, te voy a decir una cosa, soy gay. Yo no hice ninguna expresión de asombro ni de nada, simplemnte me dediqué a escuchar. -No te asombra! -No. Por qué me iba a asombrar, cada uno es como es... -Mejor así, estoy muy solo ando buscando pareja, en el sanatorio donde trabajo me acuesto con muchos doctores bisexuales y de los otros, también con algún acompañante, pero todos pasan el rato conmigo y nada más. -Es lo que sucede en la mayoría de los casos... -Sí, pero yo busco a alguién estable, que me de amor y compañía además de sexo... No contesté nada, seguí escuchando atentamente. -Vos me gustaste desde que te vi, eras muy altivo y no mirabas para los costados....no sabía como entablar relación contigo hasta ese día que me miraste me animé y te saludé. -Sííí.....yo me di cuenta de que tenías unas ganas bárbaras de saludarme y ... -No te ofendas, pero me gustaría besarte... y abrazarte.... No respondí nada, lo noté tan desamparado y desesperado que en mi mirada vio mi aprobación y se acercó a mi agarrando mi cara con sus manos me besó. Sentí unos labios tibios y asedados tocar los mís, dándome un beso muy suave apenas un rozar de labios a más no se animó. Me gustó sentir ese rozamiento apenas asimilado por mi sentido del tacto labial, instintivamente pasé mi mano por detrás suyo y la posé en la unión de sus nalgas perfectamente duras y paraditas. De ahí en más nuestros labios solamente se separaron, cuando tomados de la cintura fuimos hacia la cama. Allí continuó un beso muy intenso, de esos que te hacen perder la noción del tiempo. Como besaba este tipo!!!! Mientras nos besábamos una de sus manos buscaba mi bragueta y la otra mis nalgas para atraerme contra su cuerpo. Así pasó un buen rato. El abajo mío, apretando mis nalgas con su mano, podía sentir la dureza de mi pija sobre la enhiesta vara suya. Una vara que se notaba gruesa pero no muy larga. Hizo un movimiento y yo caí hacia el costado, me empezó a desabrochar la ropa con un amano hasta que logró sacarme algo de mis vestimentas, con su otra mano seguía apretándome las nalgas y sus labios no se despegaban de los mís. Fue un beso extraño, rozamientos y lamidas de labios no me penetraba la boca con su lengua ni hacia otros mvimientos linguales. Cuando mi torso quedó al descubierto fue bajando sus labios por mi cuello, mi pecho hasta que finalmente se apoderó de una de mis tetillas y empezó a lamerla de una manera delciosa, pasando la punta de su lengua por el pezón, despué en círculos rodeaba toda la aureola de mis tetillas hasta que finalemnte lo rodeó con su boca y se puso a chupar suavemente, fue aumentando la velocidad de esas chupadas y lamidas alternando una tetilla con la otra con sus dedos y con su lengua. Mientras mi cuerpo gozaba con ese tratamiento que estaba recibiendo mis manos trataban de desvestirlo, querían apoderarse de esa gruesa vara de carne que estaba prisionera entre sus ropas. -Ahhhhhhhhhh........que bien que chupas las tetillas!!!!! El se detuvo, me miró y sonriendo me dijo" -No sólos las tetillas puedo chupar..... Aproveché esa interrupción para quitarme los pantalones y la ropa que él me había desabrochado. Quedé en slip, de la erección tremenda que tenía, la cabeza de mi verga se asomó descaradamente por la parte superior de la prenda. El apresuradamente descendió por entre mis tetillas hizo un alto en mi ombligo y se dedicó a meter su lengua dentro, con movimientos circulares se fue introduciendo allí dentro hasta hacerme emitir sonidos guturales de placer. Yo me preguntaba cuando llegará a mi pija.? Demorará mucho en hacerle el mismo tratamiento de lamidas y chupadas?? Podía sentir mi pija apretada contra el elástico del slip, como se movía, crecía y estaba toda húmeda por la gran cantidad de líquido preseminal que estaba expulsando como consecuencia de tanta excitación lenta que estaba recibiendo. No aguanté más lo separé de mi ombligo y le dije que se quitara la ropa él también que yo quería usar mi boca no solamente acariciarlo con mis manos mientras el me daba ese magnífico placer que me ponía deseperadamente al borde de la eyeculación. Se levantó y mientras se quitaba la ropa yo iba apreciando que no solamente su cabeza estaba poblada de cabellos negros y lacios, su pecho también estaba cubierto por los mismos pelos lacios que se unían en el medio bajando hacia su vientre en un delgado hilo renegrido para aumentar más abajo de su ombligo en un impresionante matorral negro con un brillo cegador. Allí sobresalía una gran cabeza de una pija corta la cual tomé con una mano y la atraje hacia la cama. Volvió a dedicarse a mi ombligo y fue bajando con su lengua hasta que su nariz chocó con mis vellos púbicos, los olfateó y empezó a honrarlos con el mismo tratamiento de lamidas. Traté de acomodarme para lograr que su pija llegase a mi boca, él se dio cuenta de mis intenciones y me facilió la tarea. Logré llegar a esa cabeza con forma de hongo, más bien parecía la copa de un sombrero lila tirando a violeta y muy brillosa, la empecé a lamer en círculos retribuyéndole el tratamiento que él le estaba dando a mi cuerpo, pero mi verga todavía no había experimentado sus habilidades. Lamí ese enorme glande, descendí con mi lengua hasta la curva donde este finaliza y se une al prepucio, el gemía y se dedicaba a lamer la unión de mi verga con mi cuerpo, finalmente traté de rodear esa cabezota con mis labios, fue muy díficil acomodar en mi boca tal instrumento, pero con voluntad... No podía chupar era increíblemente grande!!!! El agarró mi pija con una mano, le corrió el forro hacia atrás dejando la cabeza mojada al aire, yo pensé me chupará la cabeza primero? Pero me equivoqué, se dedicó a lamerla desde los pelos que estaban hémedos por sus lamidas hasta unos milímetros antes del glande. Yo seguía con su cabeza en la boca, sin poder hacer ningun movimiento quedaba tan justa allí dentro que no iba ni venía por lo que opté por sacarla de mi boca y ponerme a lamerla como me hacía él. Yo tenía poco tronco para lamer, mi lengua iba y venía por ese corto ejemplar de pija mientras él se dedicaba más a la mía donde tenía más trayecto que recorrer con su lengua. En un momento su pija se movió y mi nariz quedó abajo entre la raíz y su huevos, ya que estaba allí comencé a lamer ese espacio que separa los dos testículos y empieza la verga. Ohhhhh.......seguí máááááááásssssss abajooooo...........!!!! Finalmente pude abrirme camino y metí mi lengua en el espacio que separa el ano de los testículos y me dediqué a ese lugar mientras sentía que la cabeza de mi verga era lamida desde el agujero hacia abajo hasta que finalmente fue tragada por una boca deseperada pero al mismo tiempo metódica. Sí, metódica prque aunque estaba deseperada por tragarse una verga hasta la garganta, la fue asimilando despacio como fueron todas las demás lamidas y chupadas que mi cuerpo había recibido minutos antes. -No aguanto más, metémela ya!!! Fue como una orden la forma en que me dijo eso, se puso boca abajo separando las piernas y ofreciéndome el espectáculo de un culo muy peludo, el cual fue salivado por mi y comencé a meterle mi dedo índice my suavemente, él oponía un poco de resistencia pero después que mi uña atravesó ese matorral de pelos su esfínter fue cediendo y permitió toda la introdcución de mi dedo, lo tragó como si fuese una aspiradora, lo dejé unos instantes allí para que se aclimatara a ese calor que excitaba en demasía, después lo empecé a girar allí dentro hasta que no hubo más resistencia al intruso que se había alojado allí y comencé a meter mi dedo lentamente para luego de un solo empujón meterlo todo. Fui aumentando la cantidad de dedos hasta que logré introducir tres bajo los sonoros gemidos del enfermero que suplicaba que le metiera la verga de una vez que no aguantaba más. -Ahí tenés condoooones!!! El seguía boca abajo, me coloqué encima suyo, agarré uno de los condones del lugar que me indicó me lo puse y con mi mano mojé con saliva toda la cabeza que ya estaba forrada y la apoyé en ese agujero que aún permanecía abierto por los masajes hechos con mis dedos. Al sentir el contacto de mi carne sobre esa zona tan sensible él se estremeció, empujé un poco y la punta del glande empezó a abrirse camino hacia abajo y hacia dentro de ese túnel que esperaba ansioso que lo visitaran en sus profundidades. -Hacelo despacio, quiero gozaaaaaar muy despacitoooooo.... Apreté un poco más mientras veía como iba entrando mi instrumento en ese nuevo túnel de placer desconocido para él. Sentí un poco de resistencia ese canal oscuro se negaba a dejar entrar al intruso que lo profanaba, pero como su dueño quería recibir al huésped no tuvo otra alternativa que ir aflojándose para dejarlo pasar hasta que la cabeza pasó. No aguanté más, no pude contenerme y seguir explorando con toda esa lentitud, empujé fuerte y mi verga avanzó con tanta rapidez que él anfitrión no aguantó el empellón hizo un movimiento de contracción del esfínter y como consecuencia se me aflojaron los brazos que sostenían mi cuerpo en esa posición por la cual podía disfrutar viendo la penetración y caí sobre su cuerpo. La consecuencia fue que mi pija entró en su totalidad en ese canal que la agasajaba. -Ayyyyyyyyy!!!, bruto me duele....... Que iba a hacer yo, ya estaba adentro, ganas de sacarla no tenía aunque me molestaba mucho la rigidez de ese lugar, la dejé dentro sin moverme hasta que Angel se calmó y aflojó los múusculos, dejando el lugar libre para que yo hiciera mis movimeientos de mete y saca. Después de lo que había pasado no me animé a hacer ningun movimiento brusco, me dediqué a sacarla muy lentamente, aunque no podía ver nada porque estaba mi pecho pegado a su espalda podía sentir como se deslizaba hacia afuera en el momento que sentí una especie de presión porque era el glande el que iba a salir empecé el retroceso y empujé nuevamente hasta que sentí que se deslizaba lentamente hacia su interior. Un buen rato duró ese placentero movimiento sacarla hasta el glande y deslizarla otra vez hacia su interior. -Ahhhhhhhhhh!!!......Ohhhhhhhhhhh!! Este condenado gemía tanto que nos iban a sentir desde el patio de la pensión!! Pasé mi mano por su cara hasta que encontré su boca, pero no pude taparla porque me empezó a chupar los dedos mientras mi agitación aumentaba. Flexionó una pierna, se puso un poco de costado y sacando mis dedos de su boca me dijo: -Agaarrrame la verga y pajeame que me voyyyyyy! Bajé la mano hacia abajo de su cuerpo hasta que encontré su pija, seguí buscando hasta la punta muy lentemnte mientras mi verga permanecía inmóvil dentro suyo, cuando encontré el reborde que formaba esa cabeza lo toqué con las yemas de mis dedos, al contacto él expulsó de su interior un enorme suspiro de placer, apreté todo lo que pude esa carne dura y húmeda hasta que llegué al orifico uretral y le di una especie de besos circulares con las yemas de mis dedos. Mi pija se empezó a hinchar,esa fue la señal de que quería algo más, la deslicé suavemente hacia afuera mientras mi mano lo pajeba como haciéndole una caricia. Mucho no pude aguantar esa lentitud, empecé un mete y saca más acelerado hasta que finalemnte cobré velocidad y mi mano no fue ajena a los movimientos de mi cuerpo. Me descargué en sus entrañas con tanta violencia que pude sentir mi leche pegar en el deposito del condón, él se dio cuenta de mi eyaculación porque gimió espantosamente!!!! En ese momento toda la cabeza de su pija estaba cubierta por su prepucuio porque mi cerebro al sentir los espasmos de gozo que eran transmitidos desde mi verga no le dieron órdenes de que siguiera con los movimientos de cubrir y descubrir el "hongo". Pasados los instantes de mi placer, mi verga se fue calmando pero la dejé reposar en el sitio donde había gozado tan intensamente. Recobré el dominio de mis facultades y mi cerebro dio la orden de que siguiera pajeándolo. El pedía más, más y más. Mi mano iba y venía de su pija, con la otra mano como podía le apretaba unas tetilla y mi verga le daba algun empujoncito desganado más. Con esos tres movimientos, dos manos y una verga él fue agitándose si algo más podía hacerlo, su verga se puso más tensa y empezó a moverse como que le vinieran convulsiones y empezó a escupir una buena dosis de extracto de testísculos sobre la cama. Cuando se hubo calmado y no tuvo más convulsiones me dijo: -Omar, hacía muhco tiempo que no gozaba tanto con una cogida!!! No contesté nada, empecé a sacrle mi verga mustia de su interior, me retiré de su lado para permitir la salida y la miré, el condon estaba todo sucio porque lo había penetrado tan profundamente que encontró restos en el camino por su intestino. Se dio vuelta y me besó muy tiernamente con ese beso característico suyo de rozamiento de labios. Me saqué el condon que estaba bastante lleno de leche, me asombré de la gran cantidad, sería por la lentitud como lo había hecho, porque ortras veces que lo hago más apresuradamente no tengo unas acabadas tan voluminosas!! Se levantó de la cama, agarró el condón y lo tiró en una lata que tenía para la basura, porque las piezas no tienen baño privado, hay dos o tres para todos los inquilinos. -Si querés lavate en esa palangana porque al baño no podés ir desnudo.. y se rió. Me lavé la pija y las manos que estaban sucias por las eyaculacones de los dos y comencé a vestirme, porque aunque había huelga algun negocio había abierto y yo tenía que hacer mis compras. Muy afectuosamente se despidió de mi, diciéndome que había disfrutado mucho y que pasara otro día para repetirlo. Debo decir que volví un par de veces a esa habitación y tuvimos otros tantos encuentros placenteros, pero él quería un pareja en serio y yo no estaba en condiciones de complacerlo en ese punto porque yo ya tenía pareja. Por esa razón dejé de verlo. En realidad de verlo no dejé, porque como dije antes, lo veía desde mi ventana cuando subía a la azotea a tender ropa y varias veces lo cruzaba en la calle o cuando él tomaba mate en la puerta de la pensión. Siempre quería darme conversación, pero yo lo saludaba intercambiaba algunas palabras y seguía mi camino, otras veces ni siquiera pasaba por allí para no encontrarlo, doblaba la esquina e iba por otra calle. Pasó un tiempo, siempre veía a la regenta de la pensión cuando subía a tender ropa, incluso cuando hacían asado unos muchachos nuevos que habían alquilado otra de las habitaciones, también apareció una señora con dos niños entre 6 y 10 años cada uno. A todas esas personas las veía desde mi ventana, pero jamás hablé con ellas, ni con la regenta, que las pocas veces que entré a "visitar" (por qué no decirlo más claro y sin tapujos) entré a coger al enfermero, sí porque esa es la verdad. Ni en esas visitas encontré a la regenta. El año pasado, unos tres años después que lo cogí por última vez, lo encontré en la calle, nos saludamos y nos detuvimos a charlar, fue cuando nuevamente me dijo que entrara porque tenía que contarme algo muy importante. Insistió tanto hasta que me convenció, me hizo pasar a su pieza, me dijo que me sentar y empezó a contarme lo que le sucedió. -Omar, fue una lástima que lo nuestro no prosperara porque realemnte te tomé cariño y las pocas veces que me cogiste me hiciste sentir un placer muy grande que nadie me lo había dado hasta entonces.... No contesté nada y el prosiguió con su relato. -Sí, porque en el sanatorio los doctores me cojen y me largan, ni les interesa saber si me dieron placer o si produjeron cualquier otro sentimiento en mi, sólo les interesa sacarse las ganas de meterla en un culo o de que alguien se las chupe y después se hacen los machos en sus hogares.... -Ya me dijiste eso en otra oportunidad.. -Sí, esa fue mi vida hasta hace unos tres años cuando vos no quisite seguir conmigo, yo seguí robándole a la vida ratos de placer con esos compañeros, pero ninguno me quería en serio. Bueno al tiempo que dejaste de venir, se mudó a una pieza de abajo una señora llamada Sara con dos niños. Ella trabaja de mañana en una casa de familia, se levanta manda a los hijos a la escuela y se va para el trabajo, cuando vuelve a las dos de la tarde los chicos ya la estan esperando, les da el almuerzo y a las siete se va a limpiar unas oficinas y vuelve a las diez de la noche o más tarde... Yo escuchaba atentamente, un poco aburrido porque a mi que me importaba de esa señora que supuse que era la que yo veía desde mi ventana. -Martincito el hijo mayor tenía unos diez años cuando vinieron a vivir acá. Un día vino una carta para mí y la regenta la mandó con él. Golpeó la puerta, dije "adelante", y el chico entró. Me dió la carta, miró la pieza y me preguntò que era esa cosa que había arriba de una silla. Omar, un rato antes yo me había estado masturbando con un vibrador puesto, ni se me ocurrió que vendría alguien y lo dejé sobre esa silla donde Martinicito lo vio. No supe como salir del paso y le dije que era un juguete. El con su inocencia lo agarró y me dijo que como funcionaba ese juguete con forma de pija. Quedé sin respuesta, le dije que ese juguete no era para niños y que no dijera a nadie que lo había visto. Era un chico muy cariñoso, necesitaba mucho el afecto de un padre porque el suyo los había abandonado cuando el tenía cinco año y ni se acordaba de él. Se fue, pero a los pocos días vino diciéndome que estaba aburrido y que quería saber como funcionaba el juguete que yo tenía. Le dije que se había roto y ni recuerdo que otras estupideces le dije, pro él me amenazó que si no se lo mostraba le iba a decir a su mamá que yo no quería prestarle mis juguetes. Finalmente accedí, pero que sería un secreto entre los dos. Traje el vibrador, el lo agarró, lo examinó, comentó es como el mío pero más grande y duro. Como funciona?, fue su pregunta, cargoseó tanto hasta que le puse las pilas y lo hice marchar. El chico miraba como vibraba y le dio como risa por los movimientos que hacía el vibrador. Parece que salta!!! Que más hace? Nuevamente le dije que si no contaba nada se lo demostraría. Traje un pote de crema y metí la cabeza allí, me bajé los pantalones y el slip, lo sostuve con mis manos sobre una silla y me fui sentando sobre el. Martincito miraba todo extrañado lo que estaba viendo. Lo acerqué a mi culo y de a poco fui descendiendo sobre el aparato hasta que desapareció dentro mío, con las vibraciones que producía mi verga se empalmó. Martincito miraba todo eso con asombro y placer, quería saber si era un truco de magia porque había desaparecido y al mismo tiempo me hizo levantar la pija. Le expliqué que era una reacción mecánica, que al sntir algo duro y vibrando por dentro de mi recto me produjo por reflejo esa erección. Imagínate Omar, yo estaba muy excitado teniendo todo ese movimiento dentro de mi cuerpo por el cual instintativamente me empecé a pajear, el chico vio mi pija hincharse y expulsar unas buenos chorros de leche que pegaron en mi camisa. Se divirtió muchísimo, diciendo que era un muy truco, que me lo metía por el culo, me hacía levantar la pija y largar ese líquido blanco. Quizo que le enseñara a hacerlo para divertirse el tambien. Le dije que era muy chico todavía que más adelante le enseñaría... Martincito emepezó a venir más seguido quería verme con el juguete, cada vez preguntaba más cosas y más cosas hasta que un día me dijo que por qué tenía que agarrarme la pija y tirar de ella, por qué el líquido blanco no salía solo en infinidad de cosas por el estilo. Un día entró si golpear la puerta, yo estaba sobre la cama en cuatro patas con las nalgas separadas, el vibrador dentro y con mis manos me tocaba los huevos y me pajeaba. Noté su presencia porque me dijo que yo era malo porque no lo había esperado para jugar. Me di la vuelta y quedé sentado sobre la cama él se acercó y sin decir nada me agarró la pija y empezó a masturbarme como me había visto hacerlo tatas veces. Le dije que lo hiciera más despacio así la leche demoraba en salir y era más lindo. Noté que el tení una erección entre sus pantalones cortos y le dije que por qué no me la mostraba. Apesar de tener diez años tenía un futuro muy prometedor por lo que se veía en el tamño de la pija que me mostrò. El me pajeó a mi y yo a él. Hacia tiempo que no disfrutaba tanto... Ese fue el principio de mi relación con Martín, después fuimos teniendo más confianza, se la empecé a chupar, pero a él no le entraba mi cabeza en su boquita por lo cual me la lamía y cuando eyaculaba se tragaba toda la leche le fascinaba sentir ese líqido pegajoso en su lengua. Llegó un día que no necesité más el vibrador, el me cogía con esa pija que se estaba desarrolando muy bien. Yo jugaba con su ano lo lamía, le metía dedos lo tocaba con mi verga pero nunca intenté penetrarlo porque era muy apretadito y mi verga tan cabezona lo iba a lastimar. Hace unos seis meses, se excitó muchísimo y me pidió que se la metiera que quería saber que sentía yo cuando él me lo hacía. Le hice un trabajo de dilatación que me llevó como media hora, empecé besando ese ortito, lamiéndolo para luego meterle un dedo, dos y finalmente tres, mientras el gemía diciendo que era buenísimo, le puse crema y lo mismo le hice a mi pija, la apoyé como otras veces, pero la cabeza no entraba, presioné un poco, empujé y entró un poquito, gritó y se quejó de que le dolía mucho. Me detuve y le dije que el me lo había pedido que aguantara. Seguí hasta que conseguí meter la cabeza lo demás no era problema. Sus ojos estaba empapados en lágrimas, pero aguantó, bombée un poco entre quejidos de que le ardía y le dolía. Acabé allí dentro, él no gozó nada, su pija sehabía bajado totalmente, la saqué y vi que había sangre por todos lados!!! Lo curé con gasas, algodones y una pomada coagulante. Siguió viniendo pero no quiso probar nuevamente. Me cogía, me decía que me quería y cuando yo estaba por acabar me la lamía y se tragaba todo lo que salía de mi interior. Estoy muy enamorado de Martincito, el va a cumplir catorce años y yo treinta y cuatro, que importa la diferencia de edad, lo que me importa es que lo amo, se fue metiendo de a poco en mi vida... -No me parece bien que sigas con él, es un niño todavía... -Sí, Omar pero fue el único que me dio amor... Esa fue la última vez que hablé con Angel. Pasó cerca de un año hasta que tuve noticias nuevamente pero de la forma mas insólita e inesesperada. Un lunes hace unos dos meses, cerca de las tres de la tarde salí como siempre para ir a trabajar y en la calle había un alboroto tremendo, la sirena de una ambulancia a todo sonar. Miré y ese escándalo venía de la pensiòn, la regenta andaba por ahí, me acerqué y le pregunté que pasaba. -El hijo de la Sara, se quiso suicidar con pastillas para dormir, se tomó un frasco... Su explicación fue interrumpida por los camilleros que sacaban a Martincito en la camilla, dijeron que lo llevarían al hospital para hacerle un lavaddo de estómago y se fueron. Yo también me fui, tenía que llegar a mi trabajo. No supe más nada de Martincito, ni de Angel hasta unos tres días después. Estaba en casa mirando el noticiario de la TV cuando dieron la noticia: UN ENFERMERO DE LA MUTUALISTA XXX ENTRO AL HOSPITAL DE NIËOS, DISCUTIO CON LA MADRE DE UN NIËO INTERNADO ALLI LE DIO DOS BALAZOS, ENTRO A LA HABITACION DEL PACIENTE DANDOLE OTROS DOS BALAZOS PARA TERMINAR DANDOSE UN BALAZO EL MISMO EN LA CABEZA. AL PARECER EL ENFERMERO MANTENIA UNA RELACION CON EL MENOR Y CON UN HERMANO DE ESTE DE 10 AËOS.!!!! A grandes rasgos ese fue el titular del noticiero, que después fue ampliado por las emisoras de radio y los periódicos. Martincito había sido descubierto por su hermano en sus andanzas amorosas con Angel y quiso participar de las relaciones sexuales de su hermano con el enfemero. No se sabe el motivo, pero se presume que Martín tenía celos de su hermano o temía que el enfermero lo abandonase por él, por eso intento eliminarse con somníferos, se estaba restableciendo bien después del lavado de estómago, cuando Angel llegó al hospital, discutió con su madre y al negarle la entrada a la sala este enceguecido le disparó dos balazos, al verse perdido entró a la sala le disparó al paciente y finalmente se disparó él. La señora falleció instantáneamente, Martin y Angel fueron llevados al CTI donde fallecieron al poco tiempo de ingresar. Lo único que se encontró entre sus ropas fue una carta de 20 páginas escrita por Angel al parecer describiendo toda su relaciòn con los hermanitos, pero la policía la requisó y no dio a conocer su contenido. Lo único que informó fue que el enfermero mantenía realaciones sentimentales con ambos menores, pero no dio más detalles. Al hermano de Martinicto se lo dieron en custodia a los padres de Sara y se lo llevaron para su casa en la ciudad de Colonia. Esto sucedió en Montevideo, muchos lo recordarán. OMAR

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