El Encuentro
A veces piensas que se te hunde el mundo a tus pies y luego todo parece volver a su cauce...... gracias a un desconocido.
¿Quién iba a decirme que saldría huyendo de la ciudad como si fuera un fugitivo?? Pero a veces la vida te pone este tipo de pruebas que has de superar de la mejor manera que sepas o que puedas.
Y eso ocurrió, me vi comprándome un billete de avión, sin un rumbo fijo, cualquiera valía, en principio el que me llevara lo más lejos posible y el primero que saliese hacia mi imprevisto destino.
Yo tenía un novio desde hacía 2 años y la verdad es que nos iba muy bien, o eso es lo que yo pensaba antes de ..ya os podeis imaginar .antes de pillarlo con otra en nuestra cama en nuestra propia cama, el muy sinvergüenza, cuando dos días antes me decía que estaba como loco porque llegasen las vacaciones, ya que nos íbamos a Canadá, un destino que nos apetecía muchísimo desde hacía tiempo. Pero todo se truncó en ese momento, ese fatídico momento en el que llegué a casa un par de horas antes de lo habitual, ya que tenía tiempo a mi favor y pensé en salir antes del trabajo para darle una sorpresa y lo que yo no sabía es que la sorpresa me la tenía preparada él a mí de una manera inconsciente. Solo soy capaz de recordar con claridad el momento de avanzar por el pasillo y oir unos ruidos extraños que provenían de la habitación, abrir la puerta y ¿que os voy a contar más? ..solo recuerdo salir corriendo, él detrás de mí diciéndome que me tenía que dar no sé qué..supongo que querría decir darme una explicación y poco más recuerdo, solo que salí corriendo escaleras abajo, el agua depositada en mis ojos no me dejaba ver más allá de medio metro y no paré de correr hasta que llegué a casa de mi amiga Berta, y allí pasé una semana hasta que me restablecí un poco.
Un día hablando con ella me dijo que por qué no me iba unos días fuera, que me sentaría muy bien cambiar de aires, pero yo ni loca quería moverme, no tenía ganas ni de levantarme de la cama, como para irme yo sola de viaje, ¿qué pintaba yo en algún hotel???? ¿regodearme en mi desdicha???? Pero pasados unos días, lo reconsideré y ya no me parecía una idea tan descabellada, parece ser que el tiempo iba haciendo de bálsamo en mis heridas y se iban cerrando muy poco a poco.
Total, que llegó un buen día en el que me desperté con más fuerza y ganas que de costumbre, lo primero que vi al despertar fueron los rayos de sol iluminando mi cama. He de confesar que necesito el sol para vivir, me da fuerzas, alegría, pues bien, al ver esos rayos dándome de pleno, viendo a través de la ventana ese hermoso día, me dije que era el momento perfecto para iniciar mi pequeña aventura. Entré en Internet y vi varias ofertas hasta que me decidí por pasar unos días en Formentera. El avión salía esa misma tarde a las 7, así que me apresuré a arreglarlo todo, me despedí de mi amiga dándole las gracias por todo lo que había hecho por mí y cogí ese avión, por un lado contenta, por otro triste y por otro expectante por como se iba a desarrollar todo, yo nunca me había ido sola unos días y la verdad no sabía el tiempo que aguantaría en esa situación.
El viaje muy bien, llegué al hotel, uno de esos que se ven en las películas románticas, en un acantilado, lejos de casi cualquier civilización, eso es lo que yo buscaba, estar sola escuchando el mar y poco más.
Esa noche no bajé a cenar, la verdad no tenía nada de hambre, así que preferí darme una buena ducha y luego quedarme un rato sentada en la terraza de la habitación leyendo.
Solo deciros que al día siguiente fui un ratito a la playa y poco más, lo interesante viene ahora. Eran alrededor de las 11 de la noche, estaba leyendo el libro, ese al que antes he hecho referencia, cuando una de las veces que levanté la cabeza le ví a él . Pestañeé un par de veces para cerciorarme de que lo que estaba viendo era real. Moreno, cuerpo bien formado, cara entre dulce y pícara, labios gruesos, vestía una camisa y pantalón blancos, y estaba sentado en una roca, haciendo lo que yo, hasta hacía un momento, leer. Me dio un vuelco no solo el corazón, sino todo mi ser, yo no creía mucho en los flechazos pero eso era hasta entonces, porque os puedo asegurar que eso fue lo que me pasó, un auténtico flechazo. Me quedé extasiada mirándolo, no sé cuánto tiempo, perdí la noción, él alguna vez que otra levantaba la vista del libro y miraba al mar, e incluso alguna vez miró hacia atrás y yo pensé que igual se había advertido de mi presencia. ¡ojala! pensé, que me haya visto. Corrí a llamar a mi amiga a contarle lo que me estaba sucediendo, ella se alegró mucho por mí pero también me advirtió que tuviese cuidado, no quería verme sufrir otra vez.
Cuando volví a la terraza mi chico misterioso ya no estaba .. Miré hacia todos lados pero ni rastro. Esa noche no pude casi dormir, su rostro no paraba de presentarse delante de mis ojos una y otra vez. Un rato que concilié un poco el sueño, soñé que se acercaba a mí sin yo darme cuenta y que me poseía como nadie lo había hecho hasta ahora, me desperté sudando y con la respiración incontrolada por tanta emoción vivida, aunque fuera en sueños.
El día se me hizo eterno, ni rastro de aquel ser que me tenía los sentidos en pie, solo deseaba que llegara la noche para ver si volvía a aquel lugar, y sí, sobre la misma hora del día anterior allí estaba, delante de mis ojos, como aparecido de la nada. Se repitieron las escenas del día anterior, yo me moría porque mirara hacia donde yo estaba y sí lo hizo en un par de ocasiones, pero yo pensaba que no había reparado en mí, ya que no hizo ningún gesto que me hiciese pensar lo contrario. Así transcurrió hasta que se marchó, yo estaba totalmente entregada a ese desconocido, me había puesto muy caliente tanto su presencia, como mis pensamientos así que esa noche me masturbé pensando en él, era lo mínimo que podía hacer dado en el estado que se encontraba mi mente y mi cuerpo,
La mañana siguiente la dediqué a llevar a cabo mi plan, ese plan que estuve tejiendo por la noche en mis ratos de insomnio.
Me fui de tiendas, dispuesta a comprarme algún vestido sexy pero con clase, unos zapatos de tacón y también ir a la peluquería, quería estar radiante para él, me propuse acercarme por la noche, a ver qué surgía, yo no podía continuar soñando, necesitaba entrar en acción, debía ser valiente y arriesgarme, necesitaba vivir lo que llevaba dos días pensando.
Por la tarde me dormí un rato, lo necesitaba, estaba agotada, llevaba dos días sin apenas pegar ojo y, aparte, dormir es fuente de belleza así que, por lo tanto, era otro aliado más para estar perfecta por la noche.
A eso de las 9 empecé con el ritual, un buen baño de sales, crema hidratante a raudales, todo con sumo cuidado ya que como he comentado antes había ido a la peluquería y no quería estropearme el peinado. Me puse el vestido recién comprado, blanco, con un escote en forma de V y por detrás toda la espalda al aire, resaltaba con mi piel bronceada, me coloqué los zapatos, eran rojos, altísimos, preciosos, me maquillé a conciencia y me puse un perfume que utilizo en ocasiones especiales, y ésta lo era, tenía que serlo. No sé si está bien decirlo, pero la verdad es que no pasaba desapercibida, estaba radiante, espléndida, todo el esfuerzo había dado su recompensa. Hubo un momento que me paré a pensar y me dije: ¿y si no sale bien tu plan? ¿Y si te rechaza?? Pero enseguida se me fueron esos fantasmas de mi cabeza auto convenciéndome que esto tenía que salir bien.
Eran las 23h.30, así que me asomé a la terraza y allí estaba él, allí estaba mi destino más inmediato, era lo único que deseaba en ese momento, estar con él, lo que llevaba dos días imaginando en mi cabeza.
Bajé por el ascensor, mi habitación estaba solo en una segunda planta, pero no quería riesgos de caídas ni cosas similares. Salí al exterior, respiré profundamente y pensé: ¡Venga valiente, ha llegado el momento, tu momento!!! Las piernas me temblaban, casi no las notaba, iba como flotando, y más cuando le ví a él, a unos 30 m de mí, mirando hacia el horizonte, cuando llegué a la altura de arena me quité los zapatos y los llevé en mi mano izquierda. ¡Dios! Qué subidón de adrenalina!!!! Antes de llegar a él me detuve como a unos 10 mts a ver si se percataba de mi presencia, pero no hizo ningún gesto extraño, así que seguí con mi objetivo. Cuando llegué a su altura, se giró hacia mí, como si me estuviera esperando y me dijo ¡Eres preciosa!!! Yo me quedé sin palabras, pensaba que lo iba a pillar por sorpresa y fue al revés. Solo pude reaccionar acercándome a él y besándole, nuestros cuerpos enseguida fueron uno, fue increíble, allí estaba yo, montándomelo con un desconocido, pero ha sido lo más alucinante que yo he vivido. Me bajó los tirantes del vestido, enseguida éste cayó al suelo, yo le desabroché su camisa y pantalón y la pasión hizo el resto. Me introduje su pene en mi boca, estaba superexcitado, duro, como a punto de estallar, luego él recorrió todo mi cuerpo con su lengua de fuego, cuando se detuvo en mi clítoris un rato yo pensaba que perdía el conocimiento, era un tipo experimentado, sabía bien lo que hacía. Me apretaba las tetas hasta hacerme gritar de dolor. Metía y sacaba su pene a merced de sus exigencias, yo no quería que dejara de follarme en ningún momento, necesitaba más y más. En ese momento tuve un gran orgasmo, al que luego le siguieron otros, él también se corrió varias veces, nos quedamos un rato descansando para recobrar fuerzas para poder continuar. El último fue lo más, me folló por detrás, por delante, igual yo tenía mi coño en su boca como él se corría encima de mí, nuestros cuerpos estaban enredados de mil maneras. Cuando terminamos mi mente me pedía más pero mi cuerpo en ese momento no respondía. Después de tanta batalla nos quedamos dormidos encima de aquellas rocas que habían sido testigos de .no sé como definirlo, lo más alucinante, lo más excitante que haya vivido o que me hayan contado.
Cuando me desperté me encontré una nota que decía: ¡Te buscaré y volveré a encontrarte!!!!