El encuentro con la mujer que leyó mi relato

"Mariana" leyo mi, hasta ahora único relato, nunca podía haber imaginado que llegaríamos a encontrarnos para una experiencia que tal vez podría ser, o el tercer relato mío o el primero de "Mariana" queda como asignatura pendiente... es mi deseo que esta experiencia pueda ser vivida por el resto de contertulios... vale la pena.

Fue un poco casual el hecho de que me apuntara a los relatos eróticos, a veces pasa que entras en Google a buscar madera y terminas visitando un pueblo de China. Para suerte del azar, me detuve a leer relatos, vi que era muy seria la estructuración y con una dinámica participativa mas que sorprendente. Me anime a escribir mi primer relato basado en una experiencia real, me gusto hacerlo, tanto en recrearlo, como el ver que esa experiencia pudo ser compartida.

Pero sucedió algo que probablemente sea difícil de creer y que tras haberlo decidido con mi coprotagonista, salió la idea de publicarlo con la condición de no mencionarla. Esta en cada uno el creer o no lo que pasare a relatar y no quiero que sea esto el epicentro de la historia, sino que se pueda rescatar ese puente que une la virtualidad con la realidad.

Ayer por la noche recibí un mail que me dejó sorprendido, era de una supuesta lectora que había leído mi relato y que quería mantener un chat privado conmigo, aduciendo que quería saber algo de mi porque ella había pasado por una historia similar a la relatada. En un primer momento pensé que podría ser una broma y casi no contesto.

Por otro lado, hace mucho tiempo que no entro en chats, aclarando que hace algunos años me gustaba mucho la seducción y el juego erótico vía teclado. Me lo pensé y le contesté el mail diciéndole que yo tenía uno de los messenger a los que me había hecho mención en su mail y que aceptaría su invitación a chatear.

Abrí el messenger y al menos por una hora no recibí ninguna petición hasta que en un momento me sale el toc toc de una tal Mariana (cambio aquí su nick en base a lo acordado).

Sintetizando el log, al efecto de no aburrir, todo comenzó con el "hola" de rigor hasta que fuimos aflojando el diálogo. Me hizo hincapié en que yo era un poco duro y que no le parecía la misma persona que había hecho el relato. Es verdad que durante varios largos minutos yo seguía dudando. "Mariana" parecía muy segura, experimentada en conocer a desconocidos y en ir sin ceremonias previas al grano, no me refiero a un aquí te pillo aquí te mato de cibersexo, sino en la forma de indagar sobre el interlocutor o entiéndase, no preguntarte si te gustan las hamburguesas con queso, sino si creía en nuevas formas de excitación no exploradas y que podían ser descubiertas a través de la invisibilidad y el anonimato. Le di mi punto de vista de que a veces el onanismo bien entendido, no como vicio, sino como integrante no minusválido del sexo tenía el mismo valor que la mejor de las relaciones face to face, dependiendo el momento y las circunstancias y que un chat erótico me representaba una masturbación compartida con el beneficio de la complicidad y un buen ejercicio creativo.

Agregue que me aburría soberanamente la repetición de los "tics", eso de no sabes lo caliente que estoy. . . me estoy desgarrando la bragueta y siento tu humedad en mis labios. . . que en su momento me había provocado pero que ya no me encendía ninguna luz y que hacía tiempo que había dejado el mundo del chat por ese motivo. Me respondió que le pasaba exactamente lo mismo y que buscaba algo nuevo y hasta me confesó que últimamente se excitaba menos en todos los terrenos que en realidad había disfrutado mucho con el cibersexo y hasta incluso mas que con relaciones reales, algo por mi parte compartido.

En otro segmento del chat me dijo algo muy impactante referido a lo que se desprendía de la imagen, le pregunté si se refería a verse a través de la cam o fotos reservadas y me dijo si yo compartía el que una mirada podía ser mas fuerte que la desnudez y coincidí, siempre y cuando esa mirada tuviera el suficiente contenido para interpretar la expresión. Lo siguiente fue recibir una petición para recepción de una imagen, la aprobé y en un par de minutos estaba frente a un rostro impactante, misteriosamente seductor, se notaba que era una foto muy seleccionada. No puedo negar que mi interés creció a pasos agigantados, pero a la vez dudaba sobre la autenticidad, digamos, el viejo truco de mandar la foto pillada de algún sitio. Sin que dijera nada, "Mariana" me dijo: Si, ya se que estas dudando, si quieres, sigue dudando, pero esa soy yo, eso si, estoy en desventaja, yo también quiero ver tu cara. Obviamente si digo por aquí que mi mama me dio un buen acabado puede ser antipático y presumido, pero no me queda otra. Le pregunté donde vivía y me dijo que en Madrid, igual que yo y eso me frenaba a enviarle mi foto, no fuera a ser que por alguna circunstancia me conociera y, si, debo reconocer que ese pudor podía conmigo y se lo dije. Me contestó que se notaba que no la conocía porque aunque fuera el vecino de arriba no era persona de hacer aspavientos con sus historias.

Le creí y le envié la foto. Mientras iba descargándose la foto me salió una agresiva actitud al preguntarle si estaba esperando que le dijera que era muy guapa y sensual para satisfacer la autoestima. Su contestación fue demoledora :"no puedo negar que algo con la autoestima hay, pero soy yo, no soy otra y si fuera de otra forma, gorda, fea, flaca, deforme te hubiera enviado mi foto real. . pero esa soy yo y sólo céntrate en mis ojos". Me detuve en ver sus ojos y tenía razón, mandaba un mensaje que me hablaba de soledad y le dije. . . soledad. . . igual que yo. . una soledad en medio de la multitud. Al rato recibió mi foto. . , no respondía nada y no pretendía que me dijera. . que guapo o que bonito, en realidad, ya con sus primeras señales de mujer que valía la pena conocer, prefería que también descubriera algo en la mirada. Tras su silencio, aparecieron nuevamente las palabras. . . Estoy contemplando tu mirada, no te preocupes que no te voy a decir si eres guapo o feo, me gusta mucho tu expresión y me imaginaba que eras tal cual te estoy viendo.

Luego hablamos de nuestra participación en el mundo del relato erótico y que tres días antes hubiera creído que la impronta de quien participaba en el virtualismo erótico se correspondía mas con otra connotación, digamos, un poco babosa y repito lo que ponía al principio, estoy gratamente sorprendido por altos segmentos de seriedad y madurez.

A "Mariana" le había sucedido lo mismo, ella había entrado para espiar y descubrió un complemento indispensable para saber que no estábamos solos.

Podría agregar a este relato un final erótico y despertador de endorfinas, pero por el momento "Mariana y yo" preferimos reservarnos para un próximo capítulo, donde tal vez la realidad sea la mera transcripción de un encuentro muy especial. . . porque nos hemos comprometido a explorarnos sin límites. . al menos es la intención. . . perdonen mi peloteo, pero nobleza obliga agradecer a TR este regalo.

PD: mañana me encontrare con "Mariana" y nos prometimos evitar cursilerías, por el contrario, hemos acordado un desafío muy especial. . .

Vientosideral