El encuentro con el taxista

En una noche donde el frío impera, encuentro refugio caluroso en la "boca" de un taxista

No soy nuevo publicando péro si me gustaria que me comentaran sus opiniones bien sea aca o en mi correo gracias.

El encuentro con el taxista.

Pude ver su tierna sonrisa de niño travieso por el retrovisor, sus ojos seguía uno a uno mis movimientos, mientras que una de sus manos se paseaba por su pelo de forma seductora. “buenas noches, a donde se dirige” me dijo con su tierna e infantil. Le di la dirección de la casa donde me hospedaba con una tierna mueca de pena que me surgió innatamente mientras que en sus ojos había algo de pícaro y desvergonzado. Puso en marcha el coche, a paso lento, pasábamos las calles de la gran ciudad, una tras otra quedaba atrás y en tanto el joven taxista dirigía miradas furtivas a través del espejo.

Los postes de la ciudad reflejaban el interior del auto que viajaba en una de las avenidas más concurridas de la ciudad, los carros nos pasaban y algunos impacientes accionaban su claxon, en tanto, el joven conductor no dejaba de mirar el retrovisor. Sus pequeños labios, finos como los de una mujer, dibujaban una sonrisa algo insinuadora mientras que sus manos, pequeñas y delgadas, jugaban con los utensilios que tenía a mano, su mano derecha acariciaba con cierta experiencia la palanca de cambios que, en mi modo de ver, parecía estar acariciando una polla; y la izquierda con firmeza mantenía el manubrio para impedir que el auto se descontrolara. Yo, mientras dirigía disimuladas miradas a lo que él hacía con sus manos, me entretenía con su pelo churco un tanto largo y lo imaginaba entre mis manos acariciando levemente.

“¿de paseo?” pregunto inquieto mientras se acomodaba en silla; “en casa, descansando”. El silencio se volvió a presentar pero la tensión se había disminuido, las puertas estaban abiertas para un leve acercamiento. Se notaba algo inquieto e incomodo, procuraba acomodarse, pero no le era bastante productiva la posición en que estaba. “¿mucho trabajo esta noche?”  Pregunte esperando una respuesta negativa. “lo normal” dijo mientras me dirigía una sonrisa. El silencio se presento de nuevo pero esta vez la emisora logro distraernos a los dos. Era uno de los programas nocturnos que tocaban temas de sexo, los que la dirigían estaban preguntando a una muchacha que llamaba contando su experiencia en un baño de un avión, de fondo, se oían gemidos de personas que tenían relaciones. “¿algo incomodo no cree? Jajajajaja” le comente mientras él, sin alterarse, volteaba levemente para verme un poco más de cerca teniendo un poco de cuidado de no perder el camino “no más que en un taxi”. Su respuesta me dejo helado.

Sin saber cómo contestar solo pude corresponderle con una sonrisa entre avergonzada y picara. Regreso su mirada al frente mientras que por el espejo pude ver como sonreía descaradamente. Mis manos me sudaban y mi mente poco a poco empezó a acomodarse a la situación. A pesar de que no era la primera vez que se me presentaban esta clase de situaciones, no la pude manejar como creí que podría hacerlo. “y a descansar después de dejarme?” pregunte con la voz algo trastornada y se noto que trastabillé. “depende, todo como juegues tus cartas”.

Esta vez con dominio de la situación me decidí, algo nervioso pero bastante excitado, dirigí mis manos a mi bragueta y con cierto tono sensual e insinuante le dije “siempre he pensado que un buen vaso de leche podría calmar y ayudar a descansar” mientras con suavidad bajaba la cremallera esperando temeroso su respuesta. “he pensado lo mismo y más cuando viene de tan buen recipiente”. Se desvió de la avenida y parqueo en una calle solitaria al lado de un poste donde su luz era intermitente. Apago el motor, salió del auto y entro en la parte trasera de este, su mano entro de una vez dentro de mi pantalón donde agarro con suavidad y experiencia, de igual manera que hacía con la palanca de cambios, mi polla, intento masturbarme pero la incomodidad del pantalón no se lo permitió, “sácatelo” obedecí como un niño sumiso que esperaba con ansias su gratificación. Desabroche por completo mis vaqueros y los deslice junto con mi bóxer dando libertad a mi verga que se encontraba excitada desde hace mucho más tiempo. Su reacción no se hizo esperar y la introdujo dentro de su boca produciéndome un gran placer el calor de su boca que estallo en un gemido bastante sonoro.

La experiencia era notoria pues mientras que con sus labios masajeaba la punto de mi polla, sus manos pajeaban delicadamente el tronco dejando de vez en cuando un espacio para que se la introdujera completamente. Su posición me favoreció para masajear lentamente su culo que se veia bastante provocativo, decidí meter  mi mano dentro de su bóxer para poder sentir por fin su piel, era suave y bastante deliciosa, de vez en cuando pasaba mi dedo por dentro de su ojete a lo cual él respondía con su boca mamando con ansias mi gran falo, unos 18 cm con bastante grosor y una cabeza rosada producto de mi piel blanca.

No pudo esperar para mostrar su destreza con la lengua pues la paseaba por el glande deteniéndose en el flequillo el cual repasaba una y otra vez con tantas ansias que me dio la ligera impresión de venirme, me contuve. Le pare para impedirlo, deseaba besar sus dulces labios que para mi sorpresa ya tenían el dulce sabor de líquido pre seminal, su lengua se movía como una experta conocedora dentro de mi boca,  dejando a cada paso la esencia de la maravillosa mamada que acababa de hacerme. Hice que se reincorporara en la silla y con ágil habilidad le baje los vaqueros junto con unos slips blancos que tenia dejando libre su verga, no más grande que la mía pero sí bastante deliciosa. La introduje dentro de mi boca sin dudarlo dos veces, el olor a verga invadió mi nariz lo cual me impulso para realizar mi mejor mamada, su cabeza era tan apetitosa que fue en la mayor parte del tiempo que me enfoque. Paseaba mi lengua por toda esa bella cabeza rosada, el flequillo era mi parte favorita pues hacia que encorvara su columna con el gran placer que le proporcionaba. Sus manos acariciaban mi cabeza y me incitaban para que me la introdujera por completa, llego hasta el fondo de mi garganta pero no pude soportarlo, asi que la saque y empecé a recorrer toda la verga desde la cabeza hasta los huevos hasta introducir cada uno de ellos dentro de mi boca, regrese a la cabeza pero esta vez con un ritmo mas acelerado, podía sentir como sus piernas empezaban a temblar anunciando su corrida pronto.

Decidi sacarla de mi boca y finalizar el trabajo con mi mano no sin retirar mi cara donde estuviera al alcance de su corrida. Cada mientras que lo pajeaba, ponía mi lengua en su cabeza con el fin de que cada vez que la dejara al descubierto pudiera sentir como esa verga palpitaba. No falto esperar mucho para su corrida la cual fue monumental, 5 largos chorros impactaron en mi cara manchando desde mis cejas hasta mi mandíbula, y otros dos se quedaron en la punta a la espera de mi boca para limpiarlos. Mientras el acababa de superar el orgasmo, yo me divertía con verga mientras se la limpiaba y dejaba reluciente. De un movimiento bastante brusco alzo mi cabeza y antes de tragar los rezagos de la corrida, me beso pidiendo parte de su semen la cual compartimos entre su boca.

Con su mano, mientras me morreaba, empezó a acariciar mi verga que ya se iba durmiendo pero solo basto con su tacto para imponerla de nuevo, al sentirla dura dirigió su boca de inmediato para mamarla. Sentía como sus definidos labios la succionaban produciéndome gran placer. Con su mano masajeaba mis testículos mientras que con su lengua recorría toda mi cabeza, succionando llevándome al climax. No se en que momento, solo pude reprimir un gemido, mientras me corría dentro de su boca. Grandes chorros que lo atragantaron e impidieron que respiraran, lo incito para dejar libre mi verga mientras intentaba tragarse toda la leche… nos hundimos en un profundo beso mientras que nuestras manos masajeaban nuestras dormidas vergas.

“excelente noche, espero poder volver a verte” le dije, ya sentado y tranquilizado en la parte trasera mientras volteaba en la esquina que llegaba a mi saca. “pronto pasare a recogerte” me dijo mientras miraba con cierto tono picaron. “Cuanto te debo” le pregunte acercándome por el lado trasero con un billete de 20 pavos en la mano, lo único que hizo fue darme un beso con olor a semen aun el cual me excito mas aun. “ya te dije, ´pronto volver a buscarte”

davidVIII@hotmail.com