El encuentro
Un hombre entra en un bar y conoce a una mujer. Sin llegar a cruzar palabra follan en los servicios. Ella se despide "hasta mañana".
EL ENCUENTRO
La vió nada mas entrar en el bar. Estaba sentada en una mesa con otras dos mujeres que supuso que eran sus amigas y su voz resonaba en la conversación tapando la de las otras dos mujeres.
Mientras se acercaba a la barra no dejaba de mirarla y en un momento ella levanto la vista y se cruzaron sus miradas. Le pareció que ella le sonreía y eso le animó a seguir observándola. Se sentó en un taburete de la barra, justo detrás de las amigas. Desde allí su visión era perfecta. Podía mirarla descaradamente sin que ellas lo viesen.
Ella sí que lo veía mirarla, pero no parecía importarle. Mas bién se diría que estaba participando en el juego de miradas y sonrisas que los dos iniciaron. Se giró en el taburete cuando vió venir al camarero y pidió su consumición. Cuando la tuvo delante, cogió el vaso y mientras daba el primer trago volvió a su posición inicial. Al hacerlo vió que ella había cambiado de postura. Ahora estaba sentada de lado, con las piernas hacia fuera de la mesa.
Esta vez, cuando las miradas volvieron a encontrarse, su vista no se quedó clavada en sus ojos. Deliberadamente fue dejando caer su mirada desde los ojos hasta la punta de las botas que calzaba.Hasta ese momento no había detallado su cuerpo , pero ahora podía verlo casi en su totalidad y desde luego que lo que veía le gustaba. Morena, media melena de un pelo negro y liso que remataba con unas puntas rizadas hacia adentro que morían en su nuca.
Una leve gargantilla llevó su vista hacia el escote largo y profundo que antecedía a unas tetas que bajo la ropa parecían ser voluminosas y sugerentes.Continuó su recorrido hasta las piernas que asomaban bajo una minifalda recta, de color crudo bajo la cual descubruió dos hermosas piernas que lo llevaron hasta la caña de unas botas negras, altas hasta la rodilla y con un afilado tacón que no hicieron mas que destapar en él toda clase de sueños libidinosos.
Cuando llegó a la punta de la bota, volvió con la mirada a sus ojos y vió que ella seguia mirando para él mientras charlaba con sus amigas. Sin duda había sido testigo del exhaustivo examen a que estaba siendo sometida desde la barra y desde luego que no parecía molestarle. Al contrario se diría que era ella la que buscaba la mirada del hombre, provocando su deseo con miradas y movimientos. Ella siguió con su provocación y separó las piernas. Ël pudo ver con claridad el leve tanga que apenas cubría los pelos de su sexo. La minifalda era incapaz de tapar los muslos que bajo la mesa se separaban provocando en él una erección que se hacía visible a traves de los pantalones.
Entonces ella se levantó de la silla, se quitó el abrigo, colgandolo el respaldo de la silla, posó el bolso en la mesa y se dirigió a los servicios. Cuando pasó a su lado le hizo un giño de complicidad y siguió su camino sin detenerse ni cruzar palabra con él.
Ella desapareció por una uerta que ponía"SERVICIOS". Él esperó unos instantes y la siguió. Entró por la misma puerta que ella había franqueado hacía un instante y vió al fondo el servicio de caballeros. Al pasar por delante del de señoras vió que la puerta estaba entreabierta. Miró dentro y vió a la mujer que se miraba al espejo apoyada en el lavabo y con el culo exageradamente sacado hacia atrás. Abrió un poco mas la puerta y ella lo vió.
Con una sonrisa le invito a entrar. Ël no se hizo de rogar, entró, la cogió de la mano y sin mediar palabra la arrastro hasta el water. Mientras la besaba contra la pared y con una mano buscaba con urgencia su escote, con la otra cerró la puerta y echó el pestillo. Sus manos buscaron debajo de la falda y arrancaron el tanga que no opuso mucha resistencia. Allí, con la espalda contra los azulejos de la pared sintió como las manos de aquel hombre se apoderaban de su sexo.
Primero por fuera, acariciando su mata de pelo y luego, mas a fondo penetrandola con sus dedos. Sintió el ruido de la cremallera cuando él se abrió la bragueta y a los pocos instantes notó la poya contra sus labios que se abrieron sin oponer resistencia. La cogió por el culo y la levanto en el aire. Luego la fue dejando descender lentamente empalandola en su polla. Comenzó un frenetico sube y baja que la llevó en pocos movimientos a alcanzar su primer orgasmo.
Cuando le llegaba de nuevo el placer, sintió como él explotaba en su interiormllenandola de su leche. Ella le acompaño en la corrida. Desmadejada, sentada en la tazadel water, vió como él se guardaba su polla en los pantalones y salía del water sin dirigirle ni una sola palabra. Cuando ella retornó a la cafetería después de haber recompuesto su aspecto ante el espejo, él la miraba de nuevo desde la barra. Ella volvió a la mesa y continuó la conversación con sus amigas.
Al poco rato vió como las tres chicas se levantaban, ponían sus abrigos y se iban. Al cruzar por delante suyo la mujer le sonrió y haciendole un guiño le dijo "Hasta mañana".