El Elixir del Deseo .(3)

De nuevo en la brecha...

El aire de sus pulmones se apago con la delicadeza de un fuelle a punto de soltar el ultimo aliento de vida

. T

endida sobre la espalda, la primera serie de abdominales ya la había agotado hasta dejarla en estado casi comatoso.

A quien quería engañar, al paso que iba no bajaría ni un patético gramo ni con cien mil abdominales-- resoplo derrotada, girándose con dificultad soltó un largo lamento y consiguió ponerse en pie.

Susan ,observo el reflejo del espejo hundiendo los hombros, ni en un milagroso sprint de ejercicio físico lograría entrar en el traje de la dama de honor, un horror de tul y tafetán verde . El efecto “menta “ era mas bien una llamada al cachondeo.

Aun así, viéndolo allí colgado estrambóticamente en la percha sobre el armario , supo lo imposible que resultaría subir la cremallera de la espalda.

Los mechones castaños volvieron a escapar de su apretado moño en la nuca, confiriendo a la estresante dama de honor la sesgada visión de su anatomía .Era de locos, con ese aspecto sudoroso estaba mas cerca de acabar en las urgencias hospitalarias que desfilando con el “ensueño menta” por el pasillo de la capilla.

Total, seguían sobrando 11 kilos grasa adiposa .

Aun no lograba entender que la motivo a aceptar la absurda proposición de su peor enemiga , esa odiosa diablilla de la escuela primaria ; Savannah Amelia Mappelton, la pesadilla de medio metro y candidata a mala pécora que recordaba de su horrorosa infancia.

El mero recuerdo se tradujo con una ráfaga de sudor bajando por la columna vertebral . Aquella niña le amargo la vida durante toda la educación primaria. Y después en la adolescencia ,por no hablar del insoportable asedio en el instituto de Damas del sur.

Cualquier recuerdo asociado a sus primeros años de estudiante seguía atormentándola, el comportamiento tiránico y egoísta ,esos fingidos aires de grandeza . Creyó acertadamente dejarla atrás , pero el pasado siempre vuelve.

Y lo hacia de manera retorcida una década despues, sentada en sus dominios; la facultad.

Ahora estaba en su terreno- pensó Susan tras la mesa de su despacho- , escuchaba la absurda petición de tregua mutua en forma de invitación a formar parte de sus cortejo de la novia. Y allí, frente a esta lacrimosa Sanny acepto las disculpas y la invitación formal a ser dama de honor en su boda.

Ya fuera, en la terraza del campus, cerro ese ultimo capitulo. A pesar de llegar con 12 años de retraso se despidió de esta con la promesa de acudir a la calurosa Louisiana en tres meses desde la entrega de la invitación.

Estos casi habían transcurrido, lo podía ver aproximándose en calendario de su despacho y aun andaba buscando excusas para escabullirse de la palabra dada.

No podía, el honor y la palabra siempre iban ligados en el sur.

Seguía sin poder creerse ese único momento de debilidad al transigir en lo de convertirse en su décima dama de honor.

-- Y allí estaba, tres meses despues ,con 11 Kilos de mas y arrepintiéndose de esa locura transitoria.

Al fin y al cabo ¿ Cuanto hacia que no veía a la insufrible Savannah Mappelton ? , puede que cerca de seis años. En todo ese tiempo la gente suele evolucionar, creía ella. Total, puede que volver a Loussiana no fuera tan frustrante como recordara unos años atrás. ¿ No evoluciona todo ? Se repitió por tercera vez respirando entrecortadamente. .

Ahora era doctora hematóloga adjunta al departamento de investigación de la doctora Tawn, juntas desarrollaban el fluido experimental para suprimir la tasa de grasas en tejido humano. Aunque su especialización era la oncologia estaba implicada y comprometida con algo que la tocaba tan de cerca.

Llevaba batallando contra su sobrepeso desde que tenia uso de razón, como en una guerra de guerrillas engordaba de pura frustración, cuando el resto de damitas del instituto de Damas del sur la martirizaban llamándola foca gafotas, o incluso cosas peores.

Ella se encerraba en la capilla católica y se atiborraba de pastelitos de chocolate, – el hondo suspiro volvió a atormentarla--

Esa odiosa etapa pasada, aquella, en la que todos solían llamarla Sue Ann Robilloux.

Su archienemiga entonces, era ahora una Sanny renovada.-- Al menos eso pensó, empezando otra tanda de abdominales. Esa nueva mujer era ahora encargada de las relaciones publicas de una conocidisima marca de comida cajún, poseía una casa en el casco histórico , una holgada cuenta bancaria y un supuesto novio idiota dispuesto a pasar por el altar tras solo 7 meses de relación.

  • Desde luego , Pobre diablo ...-- gruño cediendo a la sexta torsión.

Vencida y sudorosa se estudio el congestionado rostro frente al espejo. La fuerte y decida Susan Robilloux había renacido del interior de la insegura Sue Anne . Como si los años de evolución en su carrera hacia la oncología fuese un espejismo sin merito para el resto de su enajenada familia.

La idea de regresar a Bayou Cane ya le producía esa ansiedad por chocolate que tanto la preocupaba, por no hablar de regresar a la casa prefabricada junto al pantano , bajo el mismo techo que sus padres . Rodeada de caimanes, mosquitos e insufribles paletos.

Los pasos hacia el congelador la condujeron hacia la terrina extra grande de emergencia, pronto el chocolate crocante se derritio en su paladar, siempre sucedia lo mismo al acordarse de su casa junto al pantano.

El sabor del chocolate le supo a gloria, casi igual que los remordimientos al hundir la cuchara sin descanso - A tomar por saco- ya contaría las calorías despues, cuando terminase la conferencia a larga distancia con Peggy Lee Robilloux; su madre.

Cuando finalmente hubo colgado el teléfono, el empalagoso chocolate no logro endulzar la decepción, por no hablar de la impresión de desconcierto asociada a las largas charlas con su hiperactiva mama. Nunca supo, como dos seres tan extraordinariamente diferentes habían engendrado dos hijos tan dispares como Janker Ty ; su hermano mayor y orgullo familiar, y ella, un decepcionante cerebro con piernas.

La cuchara se balanceaba en el recipiente vació cuando finalmente se ducho y decidió acostarse sin cenar.

Ya en su cama, no dejaba de darle vueltas a las palabras que habían brotado en cascada. Por lo visto,

Su lunática madre había enredado a Clettys , su padre , para una segunda luna de miel en Florida. La razón por la que este había consentido era del todo un misterio. Rara vez, conseguía alejarlo del pantano de la tele plana y de las barbacoas a pie de pantano.

Por lo visto 30 años de casados equivalía a una segunda luna de miel en regla, le exigió mama. Y a exigir nadie la ganaba. Tenia los billetes , las reservas confirmadas y volaban hacia Florida en menos de 1 hora – anuncio a Susan- , así que disponía enteramente de la casa durante los días que quisiera.

Le había dejado comida en el congelador y un aire acondicionado estropeado.

Resoplo haciéndose a la idea de asarse a fuego lento entre una nube de mosquitos mientras ellos volaban a una romántica salida de 15 días de todo incluido.

Supuso tras estas palabras, que la temporada de caza en el pantano debía haber finalizado , porque jamas hubiese arrancado a su padre y a J.T de lo contrario.

Al igual que en su infancia y adolescencia, Susan se dormio con el rumor de la percha adentrándose en aguas fangosas, el rumor del motor encendiéndose cuando la profundidad del lecho se vuelve imposible. El zumbido de los mosquitos sobre la piel sudorosa , sintiendo como ese calor húmedo parece imposible de despegarse del cuerpo y hace que la respiración se vuelva trabajosa.

Si , esa era la vida en el pantano que recordaba.

El recuerdo de ese lánguido sueño le rondo todo el día siguiente, cuando comento con una despistada Erica el curso de su agitado fin de semana en Luisiana.

Su jefa de proyecto , asintió comprensiva . Compartían edades semejantes.

  • Así que... volveré el martes, ¿ Te parece bien? – la ayudo a subir a la bascula aun distraída. Solo que... – propuso indecisa.
  • Si , Supongo que no importa..., – ajusto los pesos de la balanza romana-- Uaaauuuuu!!!!-- mira esto, 69, 240 grs. –Bieeen , bieeenn . – aplaudió descendiendo a toda prisa de la bascula.
  • Yo, no quería detener la progresión de mi ingesta en Louisiana – expuso Susan aun sin prestar atención a la reacción de Erica –, me llevaría fuera del recinto las dosis correspondientes. Para no interrumpir la fase de estudio y eso , se que no deberíamos sacar el fluido fuera del laboratorio, pero tratándose de ...– propuso tanteándola.
  • Si, si...., gesticulo Erica sin importancia.-- Fíjate en la progresión, – 2 kilos 220 gramos menos.

Sin duda estamos en el buen camino – sonrió rascándose la pequeña cicatriz apenas visible. * Dejemos que la muestra de sangre lo diga-- dispuso Susan a extraer el tubito y colocarlo en la centrifugadora con las decenas de muestras. – Mira esto, – hablo al cabo de una hora – es increíble. – parece normal y … a la vez..-- hay algo distinto... no sabría decir que... – pero las células adiposas han descendido en un 3%. deberíamos averiguar a que se debe es cambio.

Durante el resto de la tarde trazaron hipótesis sobre la causa al mencionado desequilibrio, tras horas de análisis en la pizarra. Ninguna de las habituales suposiciones parecían las causantes.

  • Y si se trata de un proceso espontaneo, ya sabes por evolución...-- dedujo Susan pendiente de cada gesto.
  • No se, creo que la causa esta ahí. La perdida es mucho mayor que la habitual, --se rasco nerviosa.
  • Un momento, la observo con detenimiento-- Ese corte en el cuello , no lo tenias hace 3 días, cuando realice el ultimo pesaje-- se lanzo a mirar las estadísticas.
  • Es verdad, el corte, lo había olvidado - los ojos de Erica se abrieron desmesuradamente-- rascando un ínfima muestra sobre la placa petri. – Rápido, rápido....

Tras cuatro horas de análisis, cruzaron los enmarañados datos. Parte de los fluidos de 9 muestras diferentes aparecían combinados con una enzima desconocida. Les llevo toda la noche sintetizar ese nuevo hibrido , ajenas al alboroto de las as primeras gotas de lluvia cayendo sobre el campus.

Se prepararon para avanzar hacia terreno desconocido.

  • Siéntate, quiero hablar confidencialmente contigo... – se apresuro a observar alrededor.

Creo que conozco el origen de esa otra proteína, bueno , mas bien enzima . Pero ante todo, recuerdalo … – mantén tu mente abierta.¿ De acuerdo? * Claro, – contesto Susan extrañada.-- Puedes hablar , creo que las adjuntas se han marchado. * Veras, la proteína contiene espermatocitos... sabes hacia donde conduce eso, no?

El rostro de la doctora Robilloux se mostró desconcertado , transformado en incredulidad al entender la base de la nueva proteína desencadenante; el semen.

  • No Habrás la boca …, si estoy segura , y no, – antes de que te lances a un tercer grado-- No pienso darte detalles, solo has de saber bueno... lo básico.
  • Jooodeer, semen … --escondió la sonrisa-- vaya así que, la muestra original no sirve-- Bueno, el destilado de las muestras debera entonces cumplimentarse con.... – asintio convencida-- Eso quiere decir que en 3 o 4 horas, podra ser viable combinado con el otro fluido. Y con esta, pondremos en practica la nueva fase ?
  • Si , a tu vuelta de Louisiana...-- supongo que deberemos cursar las solicitudes para las muestras de semen y exponer los nuevos descubrimientos ante el consejo rector.
  • Supongo , eso si no lo logramos por otros medios-- estallo en carcajadas . – Que calladito te lo tenias. – Venga, mujer cuenta, quiso sonsacarle . – aguafiestas!-- la vio recorrer el trecho hacia los percheros
  • Mejor me marcho a casa, no tengo el cuerpo para bromitas tontas-- soltó una larga bocanada-- Si te contara-- susurro para ella. – Te dejo , etiqueta las nuevas muestras y guárdala en la balda de la nevera 4. --Detrás de las muestras de tejido , entendido?
  • Si jefa, – saludo marcial mente hacia el hueco dejado por esta--

Debían ser las 3 de la mañana cuando Susan etiqueto la tercera de las cuatro muestras del nuevo fluido y las oculto tras las muestras cancerosas de chimpancé . La cuarta de ellas descansaba en el bolsillito de la pequeña nevera portátil donde habían estado los restos de la ensalada de col light .

No se trataba de nada ilegal, quiso convencerse tras el volante de su chevy . Era un préstamo a largo plazo, quiso justificarse aparcando junto a su pequeño apartamento .

Cargo la maleta repleta en el asiento de atrás, empecinada en llegar a la estación antes que el tren de las 4 de la madrugada partiera hacia Baton Rouge sin ella. Si se apresuraba a tomar ese primer expreso, podía enlazar con el autobús a Bayou Cane de media mañana, luego era cuestión de dar con un buen samaritano que la acercara hasta el pantano de Fort.

Dispuso la maleta en el asiento libre frente a ella, el vestido doblado descansaba dentro de la funda sobre esta, la neverita con el preciado tesoro acunada sobre su regazo cuando el tren arranco tomando velocidad. Encerrada en el pequeño lavabo del tren , se adiministro la dosis de la nueva tanda de preparado. Decidia a tragarse con cierto gesto de asco el otro vial de semen .

Su reciente descubierta carrera criminal empezaba a ser provechosa, los chicos del laboratorio tardarían en descubrir que la ultima muestra de semen era su yogurt bajo en calorías. Una emergencia era una emergencia, se dijo saliendo del excusado cada vez mas esperanzada. Todo fuera por entrar en el dichoso vestido, cayo en el asiento agotada.

Lentamente la noche fue quedando atrás junto con la lluvia del húmedo Maeltown, conforme dejaban el temporal a sus espaldas , el calor humedo de Louisiana apareció para instalarse definitivamente. Y la noche cerrada , dio paso a un amanecer típico del sur , radiante y caluroso. Conforme los rascacielos fueron quedando atrás, aparecieron las viejas edificaciones miserables junto a la vía. El barrio donde todo parecía derrumbarse descuidadamente se situaba justo al margen de Baton Rouge, lugar donde el tren hizo la primera de sus paradas .

Con el ceño fruncido, descendió hasta el anden corriendo para llegar junto a la parada del autobús interurbano. Alojada entre una señora con serios problemas de sudoración, recorrieron el trecho entre las mansiones gloriosas del barrio blanco.

Dos horas y doce minutos despues se apeo en la parada de Bayou Cane, acarreando su maleta, la funda del traje y la mala leche de 9 horas de viaje ininterrumpido. El sudor calaba ya por su camisa de cuadros estampada, seguía sin ver un solo vehículo estacionado y empezaba a estar hambrienta, cabreada y dispuesta a morder a quien se atreviese a llamarla Sue Ann.

Y solo entonces, a lo lejos escucho el inconfundible sonido de un tubo escape doble y vio aparecer la silueta negra coronada con un tejón gigante. T.J conducía la pick-up de la empresa familiar para venir a buscarla.

Resoplo aliviada, aun tratándose de su insufrible hermanito mayor era mejor ir en la furgoneta del exterminador de plagas a permanecer al sol un solo minuto mas. Así que, sin esperar ayuda alguna, cargo con su maleta y se adentro el la gélida atmósfera de la cabina .

  • Vaya , vaya... buenos días Cachalote – saludo T.J con la sonrisa torcida-- Perdón, Susan … se apresuro a rectificar ante el achicamiento en los ojos de esta. – Cuanto hace, tres o cuatro años? – Sube anda, si papa te ve con esas pintas se parte el pecho.-- arranco acelerando sin miramientos.

Su precioso conjunto estampado a cuadros, tan conveniente en Maeltown desentonaba en un lugar tan distinto como el pantano de Ford. Todo lo que no fuera algodón podía asfixiar al iluso que como ella olvidara el detalle.

Aunque tuviera un insoportable hermanito que se le recordara nada mas verla.

Tres días, solo tres días , intentaba apaciguarse mentalmente-. Setenta y dos horas nada mas, podrás aguantar, se mordió la lengua de nuevo. Que precisamente fuera su hermano, el vago quien la hubiera llevado a casa era para poner a prueba su paciencia. Hizo oídos sordos a las archi conocidas bromitas sobre el tonelaje , eran de suponer.

Luego le siguieron las imitaciones groseras de su manera de hablar y acabo con el odioso siseo de la cancioncilla que se inventaron las chicas para humillarla. Hubiera querido fulminarlo, e intento no mover ni un musculo hasta frenar junto al porche barnizado de la casa de sus padres.

  • Que poco aguante Sue Ann, negó con la cabeza-- si a la primera de cambio te pones así, silbo viéndola dar un portazo sin tan si quiera despedirse. Ya me pasare a por una birras mas tarde, aulló haciendo bocina, Bienvenida a casa, petarda! – chillo calándose la gorra de béisbol.

Aquella mala leche la traía miles de recuerdos, todos ellos asociados al borde de su hermano mayor. La de veces que solía cachondearse del peso cambiante de su hermana, las mil y una bromas a su costa que había tenido que soportar desde que era una cría.

Era gilipollas, no tenia otra explicación para ello, eso o iba a a ser que era adoptada,-- pensó - sentada contemplando el plato descongelarse en el microondas. El humeante chili picante le bajo unos grados el calor del cuerpo. Suficiente para ducharse y buscarse una habitación para pasar la noche.

Su antiguo dormitorio ahora era la oficina central de Control de Plagas Robilloux, el negocio familiar fuera de la temporada de caza de caimanes. Ni un solo detalle quedaba de su empalagoso dormitorio rosa, así que tras rondar el archivo atestado de cajas que en otra época fue la habitación de J. T , se dirigió hacia la habitación de sus padres.

La amplia cama de troncos tallados a mano serviría por esos 3 días, al menos si no moría humillada en mitad de la recepción-- se estiro sobre esta.

Se despertó destapada, encima de la cama . El escote de la camiseta de football peligrosamente a punto de ser desbordado por sus tetas y un regusto a decepción al reconocer el anticuado papel de pared de la habitación de sus padres. El calor empalagoso aun pegaba en esas primras horas de la noche, soportarlo sin aire se convertiría en todo un reto.

Con los ojos aun legañosos, recorrió el pasillo hacia la cocina. Lleno un vaso de agua y lo bebió de un solo trago, no sabia si debía a la reacción corporal a la nueva toma, o era su poca resistencia al calor de Louissiana. – estaba apañada si quería aguantar tres días así, decidida a engañar a su estomago volvió a llenar otro vaso de agua y marchar a intentar a desempacar sus pertenencias, ya tendría la noche para dormir a pierna suelta.

Abanicándose con la mano, volvió sobre sus pasos hasta casi tropezar con cierto gandul estirado en el sofá. Este, cual sultán , yacía rodeado de un altar de cervezas vacías. El resacón seria de ordago- pensó arrugando la nariz. Por lo pronto, Susan , la doctora responsable y racional profesional , le ordenaba volver a la habitación y dejarlo cocerse en su cogorza.

La otra, la pequeña Sue Ann ninguneada desde adolescente , la pinchaba a volcar el contenido del vaso de agua que tan oportunamente llevaba en la mano. A penas tardo un segundo en tomar la decisión y lanzar sobre su cara la frustración de todos eso años . El ruido de sorpresa y furia volvió a convertirla en la adolescente , cuando todo se reducía en escapar mas rápido que tu perseguidor.

Salvo, por el pequeño detalle de sus reflejos, ahí ya no cuadraba la ecuación. J.T seguía siendo mas rápido, aun estando borracho , empapado y peligrosamente cabreado.

De un manotazo furioso la atrapo de la pierna en la huida y la lanzo sobre el sofá igual que cuando era unos críos. – Zorra del demonio... – la atrapo con el peso de su cuerpo inmovilizándola. – Ya te daré yo, se dedico a inmovilizar sus brazos de los manotazos que siempre volaban a diestro y siniestro.

  • Ahora que !!!, vas a chillar-- se burlo rebuscando algo alrededor-- Mama nooo esta, – se burlo ensañándose-- . ¿ Vas a echarte a llorar ?-- se restregó descaradamente tomando dos latas de cerveza aun sin abrir-- soltó una carcajada .

Antes de poder chillar a todo pulmón, Susan fue consciente de hacia donde se encaminaban las cosas, si agitaba las latas como maracas solo podía acabar de mala manera ; Ducha de Cerveza.

Cerro los ojos , el conocido chasquido y la siguiente lluvia de cerveza llego de J.T , pronto todo el liquido la empapo como un hooligan desfasado.

Parcialmente cegada, espero escuchar la acostumbrada risotada de J.T que en esa ocasión no oyó, parpadeo al descubrirlo paralizado apoyado sobre su estomago con una mirada extraña. El breve murmullo de la respiración algo descompasada al soltar por esa boca-- Que desperdicio de birras, jadeo bajando la cabeza poco a poco-- Y eso, si que no!, no de mi marca favorita.-- sentencio lamiendo con decisión el hueco del cuello y el hombro.

El aullido de sorpresa de Susan pareció no afectarlo, a ella todo lo contrario, tanta chulería no escondía ese enorme bulto cada vez mas duro y grande creciendo sobre su estomago. – Fuera.., fueera-- lo empujo sin moverlo de la peligrosa zona del bajo escote – . Jadeo al percibir el indiscutible murmullo de admiración al descubrir sus tetas ante sus ojos. – La ostiaaa, uhhmmmm....-- se apresuro a manosear una de estas con la precisión justa para bajar la boca y chuparla con los cinco sentidos.

Antes de lograr empujarlo con todas sus fuerzas, lo escucho gemir punteando al ensalivar el pezón entre sus dientes. Un escalofrió extraño le recorrió la columna , notaba peligrosamente el duro contorno de algo enorme restregarse sobre su estomago a cada sonoro lameton. En verdad, aquello se escapaba a toda razón, una parte de ella quiso echarse a llorar allí mismo, la otra , la otra....

--- Uffff... mejor no imagirarlo –

Casi le dio pena darse cuenta que abandonaba la teta y pasaba a la otra, provocando cierta humedad perturbadora en la entrepierna . Volvió a tragar saliva cerrando los ojos, los ruiditos de succión con los que le comió la teta estaban resquebrajando los puñetazos que atizaba.

– Maldito fuera... – se retorció pegándose a su pelvis.

El jodido redoblo los lametones consciente de la pequeña tregua, momento aprovechado para colar la mano entre las piernas y rozar superficialmente las bragas humedecidas . El siseo descarado espabilo a Susan.

  • Queeee...., no !!! – empujo el peso muerto con todas sus fuerzas-- Que me dejes cabrón – se apresuro a retroceder subiéndose el escote de la camiseta-- Seras, seras...,

Era del todo absurdo, ridículo, esas eran las palabras que acudieron a su cabeza cuando huyo a la habitación de sus padres y se encerró. Se había pasado tres pueblos, camino cabreada aun tiritando, deseo salir a berrear cuatro verdades al borracho, pero prefirió olvidarse de ello.

Debía descansar, descansar y estar medianamente presentable para acudir a la iglesia en 7 horas, estudio el despertador de la mesilla. Podría con ello.

Los grillos del pantano fueron el despertador mas fiable para la acabar de despertarla, eso , y el sonido de una camioneta aparcando junto a la pick-up . Vio la oportunidad, tan rápido como sus temblorosas piernas la aguantaron de pie, se recompuso antes de escuchar la familiar voz de Cooper haciendo su entrada.

Sin duda agarrarían otra cogorza buena antes de llegar al mediodía, pensó metiéndose en la ducha dispuesta a olvidar la ultimas horas de su vida.

Salia del lavabo envuelta en el albornoz cuando escucho la risotadas masculinas resonando desde la cocina.

Bien poco le importaba, un ligero toque de maquillaje , las medias y la funda del vestido abierto la atormentaban de manera amenazadora. El chal de emergencia cubriría la espalda en caso de hacer imposible el cierre. Gruño enfadada-- Lo que tenia que hacer una.

Las risotadas de dos mentes idiotizadas por el alcohol volvieron a llegarle con claridad.

Apresurándose se calzo las braguillas de seda, maldiciendo por lo ajustadas de estas. Nada tenían que ver con sus confortables bragas de algodón blanco, despues casi histérica , se inyecto la segunda toma del compuesto y trago la segunda ampollita de semen.

Ya en la habitación, estudio las prendas extendidas sobre la cama. No las tenia todas con aquel corsé reductor comprado en la corsetiere de Madam Zhora, según la dependienta reducía dos tallas y afinaba la figura. A ella, tras diez intensos y sudorosos minutos solo la había dejado sin respiración. Cientos de corchetes , ballenas de sujeción la apresaban sin escape . Recolocando todo en su sitio , para contener y levantar sus desproporcionadas tetas.

Aquello tenia pinta de salirse de su sitio en cualquier momento—se lamento por lo bajo- Da igual! .

Casi sin aliento se ajusto el vestido verde, cuya tela drapeada se ceñia como una segunda piel .

¿Como iba a sentarse con algo tan apretado, eso si no reventaba las costuras al subir la cremallera de la espalda?--

Y no solo era por el color, aquello de “sueño de menta “ era lo mas alejado a la realidad. Mas bien parecía una mezcla entre verde loro y césped eléctrico. Para rematarlo , el escote en V , de lo mas elegante en otra , sumado al corsé reductor- ensalzador le empujaba las tetas a salirse al menor movimiento.

Volvió a maldecir su propia estupidez – negó retocando el maquillaje – Solo debía permanecer de pie, sin respirar y quietecita . –

Echó un ultimo vistazo al conjunto total , incapaz de reconocerse . El recogido alto , sencillo y sin pretensiones sumado al maquillaje discreto acabaría cerrando las bocas de toda la mini banda de pedorras a las que Savannah habría invitado.

Si esperaba reírse a su costa, se llevaría una gran chasco. Acaricio el sedoso satinado , al menos ante el reflejo del espejo no estaba mal .

Eso si, si lograba vencer el ultimo obstáculo para el total fracaso o el éxito triunfal; la cremallera en mitad de su espalda .

Soltó un alarido nada femenino , los taconazos de 13 cm le harían ampollas en cada dedo, al menos si conseguía ponerse en movimiento sin partirse la crisma.

Pasito a pasito se detuvo en el comedor , el ruido del football resonaba en la pantalla plana de alta definición.

J.T procuraba calmar el extraño run-run adosado a su cráneo desde hacia un buen rato, un raro hormigueo fluia por cada poro de su piel, casi como si la presencia del bueno de Connor se debiera al maldito partido. Eso y la cerveza,dos de ellas descansaban sobre el cementerio de la noche anterior. Una cogorza de cerveza siempre es mas tolerable a una de whisky , – se convenció beviendose una tercera-- .

Tantas como fuera para olvidarse hasta de su nombre.

Sumido en ese pensamiento , no se dio cuenta de que los bramidos de animo de Connor se detenían al ver aparecer una figura inmóvil en el umbral del comedor con un provocativo vestido verde chillón. El silbido del inútil acuchillo su resacosa cabeza , obligando a enfocar la vista y apreciar frente a sus narices el motivo de tan molesto sonido.

J.T escupió la lluvia de cerveza .

  • Mieeerdaa, que cojones te has … – exclamo al apartarse casi ahogado.

Connor igual de alucinado, había abandonado la poltrona parándose junto a su viejo amigo de la infancia . El largo silbido volvió a acudir a su boca cuando se aproximo hacia ella con cierta mirada babosa.

  • Oye tío, córtate un poco, que es mi hermana pequeña , joder! – grazno J.T atizándole un manotazo .
  • Vale tío, lo pillo-- me vuelvo al partido. – Guiño cómplice un ojo. Estas buenorra, buenooorrraaa. Hasta mas tarde.-- se alejo llevando otra cerveza de la mano.

T.J estaba ciertamente mosqueado, una cosa era cabrearla como una mona, algo habitual. No sabia si se debía a la resaca o en verdad allí había gato encerrado. ¿ En verdad, la foca se escondía dentro de ese traje?, porque un taller de chapa y pintura jamas la remozaría tan bien para convertirla en follable. De hecho, si la miraba bien ; cierta parte de su anatomía siempre hipersensible a su presencia volvía a empalmarse igual que un jodido árbol de navidad. – Necesito mas cervezas, muchas, muchas , muuchaaaas....-- mascullo en voz alta.

Sin soltar palabra ante semejante grosería, se giro dispuesta a que cierto lerdo siguiera el hilo de pensamiento lógico y le subiera la cremallera.

Parapetado tras la isleta de la cocina estudio concienzudamente cada esplendida curva sin creerse que un buen culo se le mostrara sin ninguna intención deshonesta.

  • Vamos idiota, súbeme la cremallera-- o llegare tarde a la iglesia.

Las manos de este volaron hacia la cremallera que a trancas y barrancas subió por la espalda a tirones.

Susan respiro con dificultad, si no se ahogaba triunfaria de todas, todas.

Y sin detenerse a mirar sobre su espalda correteo hacia la pick up que debería llevarle a la iglesia.

Rezo entre dientes esperando no romper ni una sola costura al sentarse tras el volante. Si en verdad quería llegar de una pieza a la boda, aparcaría la camioneta en el estacionamiento de la capilla y esperaría alguna alma caritativa la llevase al salón de bodas.

La ceremonia se alargo casi hora y media, sin posibilidad de escabullirse del cortejo verde menta, sonrió estúpidamente a varios de los padrinos que apenas desviaron sus ojos de su escote. A pesar de conocerla, nadie daba crédito de la magnifica apariencia que ahora presentaba.

En la comida, varios moscones intentaron pedirle su numero. Para el segundo plato incluso preguntarle cuanto tiempo se quedaría en el pueblo . Costaba creérselo, pero en verdad un par de esos tipos estirados incluso había intentado frotarse en los bailes de rigor.

El nivel de achispamiento empezaba a marearla, y pronto la fiesta se traslado a la discoteca del hotel . Sentada en un reservado veía aparecer una copa tras otra, hasta que perdió la cuenta de cuantas había consumido . Sin duda, fue la tía de Savannah , Evelyn quien se compadeció de ella y se ofreció a llevarla a su casa.

El coro de Ohhhhhhs, fue suficientemente numeroso para enorgullecer a la antigua Sue Ann.

  • Venga, vamos Sue Ann-, ¿ puedes caminar ? - pregunto compasiva mientras la ayudaba a levantarse del reservado-

Atontada como estaba, ni se inmuto al escuchar la voz de la única tía de Savannah . Tambaleante se apoyo en esta cuando ya en la salida , la introdujo en una vieja ranchera y tomaron rumbo hacia los pantanos.

Cuando por fin se detuvieron junto a la casa en el pantano , respiro tranquila. Todo había terminado, --se dijo despidiéndose de la buena de tía Evelyn – , echó la cabeza hacia atrás , intentando respirar el aroma bochornoso de la noche , luchando para no caerse de bruces en el siguiente paso.

Paso a paso, avanzo por el porche, sin poder evitar llevarse la mano al estomago. Estaba bastante perjudicada, de hecho, estaba en ese punto entre mareada y ligeramente borracha , tanto que debía concentrarse en entrar sin hacer demasiado ruido.

Si, aun a costa del maldito vestido asfixiante, el puñetero corsé y los tacones de drag queen , debía andarse con cuidado. No hacer ruido , descartado estaba atraer la atención no deseada. Aun así , seguía siendo toda una señorita.

Entreabrió la mosquitera y accedió al hall tambaleándose . Anduvo hacia la cocina, dispuesta a tomarse un gran vaso de agua helada , lentamente avanzo rodeando las latas de cerveza vacías. Su madre pondría el grito en el cielo si viera semejante pocilga, sorteando las latas vacías se las compuso para moverse hacia la parte posterior de la casa, inconsciente del traicionero pliegue en la alfombra de rafia y el siguiente tortazo al caer en plancha sobre el suelo.

La risa tonta la invadió sin entenderlo, – menudo tortazo-- , exclamo desde el suelo.

  • Pero ¿ Que coño te crees que estas....?-- vocifero cabreado un JT somnoliento-- Menuda cogorza llevas, hermanita – se agacho recorriendo encantado cada curva. – Venga, te llevo a la cama-- la olisqueo con interés.

Susan se dejo llevar, incapaz de hablar , con un poco de suerte la humillación de soltar la vomitona acabaría justificando descender la escala hasta convertirla en buscona del pantano. Yuuupiii! – pensó adormilada.

T.J miro de reojo a la borracha, pesaba lo suyo y desde luego parecía ajena al mundo . Seguramente no recordaría nada al despertarse. A su maldito pesar, disfruto del mínimo contacto , incluso, se regodeo al depositarla sobre la gran cama de troncos. Casi como si la insidiosa fortuna se doblegara a un demencial desenlace , cierta idea oscura llevaba demasiado tiempo encerrada en su cabeza, para acudir en ese instante.

  • Oye seras bruto, – Jodido paleto, No hay quien te sufra; nunca tendrás ni esto de modales-- señalo respirando profundamente –

Una risa torcida asomo en la cara de J.T , borracha tenia hasta gracia, pensó , y esperó unos segundos por si seguía metiéndose con él.

  • Menuda curda, en fin – Ya esta? – Mas tranquila ? susurro regodeándose en el apetitoso trasero y empujando la cremallera ¡recreándose en la visión desplegada . – Fuera estorbos - , desprendió la ajustada tela verde como la piel de una cebolla
  • Menos mal... --- aulló volteándose hasta quedar boca arriba. –Andaaa, sacame los zapatos....-- murmuro levantado las rodillas .
  • Jooodeer no, de eso nada .-- . dijo J.T admirando el pequeño corsé reductor.

J.T rio sin disimulo , despues de todo tenia un carácter de mil demonios , por no hablar de la mala leche. Y si la pinchaba como siempre, saltaba .

La miró, sonrió, recorrió visualmente las curvas de ese ínfimo corsé , sonrió, se fijo en su escote... , se mordió el labio al recordar la textura, su sabor. Continuo fijándose en el contorno de sus caderas algo mas interesado de lo correcto. Y se detuvo en el pequeño triangulo de tela verde, dos tiras de tela sedosa sostenían un ínfimo triangulo en la entrepierna.

Joder, que pasaría si le metía mano solo una vez? . Con la tontería encima que llevaba ni se acordaría. A saber cuando fue la ultima vez que la monja se llevo una alegría al cuerpo.

El reloj electrónico de la mesilla marcaba las 01:10 , el bochorno apenas había disminuido unos grados el agobiante calor cuando J.T resoplo despojándose del slip y lanzadolo sobre su espalda, estaba enteramente en bolas.

E Igual de torpe que de adolescente , colo sus nerviosisimos dedos bajo esas ínfimas tirillas de tela verde y la despojo de bragas. Trago saliva algo aturullado, parado ante el coño desnudo de su hermana.

Sudaba a mares , impaciente como nunca antes. Meter mano a una hermana era algo con lo que fantaseaba desde hacia décadas, no se hacia todos los días. Durante un breve instante, reculo imaginando el sopapo que le soltaría si no lograba bloquearla o se despertaba.

Se subió por el otro lado de la cama, acercándose, consiguió pegarse al fabuloso trasero de manera natural, ya estaba del todo empalmado . Era demasiado tarde para echarse atrás, se convenció acariciando la sinuosa cadera de esta . Siempre es mejor tomar por sorpresa que pedir permiso, se acomodo bajo la sabana cambiando la postura hasta colocar la punta de su polla en la estrecha vaina, la , quien ,amodorrada , se volvió frunciendo el ceño y soltando el aliento a vodka sobre su cara.

  • Que crees que estas... – pronuncio con dificultad al ver como la mano de este subía hacia las copas del corsé y sacaba una de sus tetas-- Oyeee...!

Susan chillo incrédula, incapaz de contenerse. Trago saliva, parpadeo procurando enfocar la borrosa cara, era J.T ? o alguno de los babosos de la fiesta? . La confusión y el mareo se multiplicaba por cien debido a dos cosas; el nivel de alcohol en sangre y el contorno carnoso alojado empujando entre los labios vaginales .

  • Shhhh..., mañana ni te acordaras-- susurro pegándose aún mas a ella, acorralándola entre su cuerpo y el abismo al borde de la cama de tal forma que o se quedaba quietecita o se pegaban el leñazo sobre el suelo .

  • Espera, espera...-- intento buscar algo de tiempo para atizarle y salir por piernas-- No puedo respirar con esto. – siseo dolorida

  • Claro, seré burro-- acepto él fingiendo apartarse solo para poder maniobrar sobre aquella estructura rígida.

Ella que había tardado 10 largos minutos de ajuste y sudoración vio de reojo como maniobraba soltando y aflojando , igual que la cascara de un fruto sabroso , la desprendió de encima la prenda en segundos . Por primera vez en el día , tomo una profunda bocanada de aire, interrumpida bruscamente al ser agarrada por la cadera y tumbarla con el peso de un cuerpo macizo.

Aquel muro parecía no inmutarse ante los atontados guantazos que atizo sin orden ni concierto.

De repente, Susan pasó de ahogarse con un instrumento de corseteria de diseño , a estar aplastada bajo el peso musculoso de un gigante. Por si no estaba lo suficientemente confundida, pronto una cara terriblemente conocida la contemplo a través de unos ojos asombrosamente verdes.

Estos parecían hambrientos, casi a punto de zamparse un ratón descuidado .

  • Mejor, verdad? , ¿ Donde lo dejamos ?-- adujo colando la cabeza sobre la teta derecha. Mmmmm... – chupo saboreándola.

Susan gruñó cabreada, por que aquello solo podía significar lo evidente, y eso no lo iba a pasar.

Claro estaba, que inmovilizada bajo sus 95 kilos no podía quitárselo de encima ; aun a esas percibió como las caderas de este se acoplaban encajadas a su pelvis peligrosamente, sin que pudiera hacer nada, salvo el de empujarlo como podía.

  • Aparta animal – jadeo cuando él movió de forma realmente alarmante su entrepierna sobre la pelvis de ella.
  • Vamos, esta mañana no te mostrabas tan estrecha. –

Antes de que esta le atizase , con razón o sin ella, bajo la cabeza y atrapo su boca, callándola de una vez por todas.

Ella abrió los ojos como platos al percibir la lengua abriéndose paso suave ,contundente y sensual . “Pero que creeeessss----.. “ , cedió sin fuerzas bajando los brazos.

Todo pareció fundirse según el beso ganaba acaloramiento y se llevaba las ultimas disputas.

J.T se removió encantado , sin entender como , la fiera había dado paso a una mujer de lo mas dispuesta, que de forma asombrosa le devolvía el beso devorándolo.

Vaya, vaya con las gordas.

Se desprendió de su boca alucinado, la oleada de lujuria de ese breve contacto había despertado todo su cuerpo, sonrió idiotizado ante la respuesta de ella y , por supuesto , de hacia donde conduciría aquello.

La conciencia de Susan gritaba desde un rincón muy lejano , se estaba morreando sin importar nada, nada importaba salvo esa boca.

Abandonada al placer, gozaba del peso de un hombre frotándose contra ella , aun tratándose de su odioso hermano , de la maldita cama de sus padres bajo su techo. En verdad, estaba para encerrarla en un psiquiátrico.

Susan jadeo con fuerza cuando noto la succión en su cuello marcándola como un novillo joven, un chupetón en toda regla que, lejos de incomodarla, la acaloro de arriba a abajo. Olvidando a la responsable Susan , rodeo el cuello de este y con las manos sueltas tanteo la espalda sudorosa hasta dar con el objetivo y apretar un trasero duro .

Y vaya si lo sobo, a su antojo apretó sus nalgas, arrancando un gruñido ronco que elevo su autoestima mas allá de las nubes.

Él no podía creérselo, gozaba de lo lindo con los magreos pero se moría por follársela, sin tanta tontería y aprovechando la fuga del excitante corsé , tiro la cabeza hacia atrás y enfoco los ojos hacia esa delantera de actriz porno.

Estas nada tenían de silicona, su sabor era aun mejor que de lo que recordaba, sabría tan ricamente cierta chuchería entre las piernas? Ya lo averiguaría mas tarde, por lo pronto se moría por meterla en caliente.

Con la sabiduría de cientos de polvos a su espalda, J.T colo la mano entre los cuerpos, tanteo el afelpado coño, acariciándolo con suavidad. Casi de inmediato la sensible raja se humedeció para él, en verdad las sorpresas se multiplicaba a pasos de gigante.

Antes de razonarlo volvió a lanzarse sobre su boca, separando completamente los labios devorando su boca a placer, encantado ante el murmullo de aceptación con el que se lamieron y disfrutaron cada embestida de lenguas.

Sin saber como las piernas de Susan se separaron completamente, la invitación ideal para un J.T envalentonado, acomodado entre sus muslos , la sujeto con una mano la cintura mientras la punta de su rabo enfilaba la estrecha hendidura con un lento empellón.

El jadeo mutuo sonó a dúo, pues casi con la misma rapidez que se la vía endilgado se recostó sobre ella gozando de la estrecha vagina. Las manos de su hermana se aferraban a su culo condicionando el primer balanceo de envestida.

Aquello era una locura, jodeeer, si le apretaba la polla de esa manera no duraría mucho, aun cuando estaba harto de follar, se dejo llevar. Marcando un ritmo machacon, hasta olvidarse de todo. Poco importaba si se estaba tirando a su hermana pequeña, comenzó a joderla con dureza, con la fuerza reservada para sus polvos mas salvajes. Mientras la cama de sus padres traqueteaba bajo ellos , el abandono en las riñonadas de J.T fue acompañado por un coro de gemidos .

La humedad impregnada de dos cuerpos copulando salvajemente lo acelero en una frenética lucha , rápido, lento, rápido, lento, alentándolo cuando el calor y la humedad sobre su rabo se deslizaron en el apresurado polvo y espolearon a correrse sin importar nada ni nadie.

  • Ooohhh diooooos, suuueee, suuueee... jooodeer, – nena , como me exprimes la pollaaa-- siseo sin poder dejar de bombear semen .-- Tal como esperaba, el polvo explosivo lo dejo seco mientras sus caderas empujaban cada oleada eyaculatoria.

Susan se aferro a los hombros de este cuando los espasmos de su vagina remitieron, sentía todo su coño caliente y repleto, los jugos de ambos entremezclados en cada fricción .

Asombrada por la potencia de ese devastador tsunami, los cuerpos se detuvieron hasta quedar en suspenso y de nuevo notar la boca de J.T buscando la suya hambrienta.

Con pasividad se devoraron mutuamente, consciente del peso que a regañadientes bajo de encima de ella.

Las aspas del ventilador de techo apenas arrojaban algo de aire cuando el agotamiento de Susan quedo manifiesto, a su lado, un J.T procuraba asimilar lo sucedido .

¿ Como demonios había llegado a tanto? Bueno para saltar del magreo inocente , a follársela en la cama de sus padres y correrse a lo bestia.

La realidad era esa, nada de marcha atrás , no.

El problema se antojaba de tres pares de narices, no por el polvazo, pues con gusto lo repetirían cuanto pudiera , no.

De una cosa estaba seguro, una vez probada , la adicción se multiplica. Y aunque no sabia como, encontraría la manera.

Si se largaba sin mas, era posible , solo posible que a la mañana siguiente todo fuera atribuido al episodio etílico, que ni si quiera recordara el polvazo.

Siempre podía inventar alguna artimaña o de lo contrario estaba muerto, la fiera lo había dejado seco ,en ese estado de semi -inconsciencia donde uno se acoplaba a la espalda de tu compañera y se adormecía hasta el siguiente asalto.

Encajo el cuerpo contra el trasero de esta, respirando el aroma almizcleño del sexo calenturiento. La dureza de su polla volvió a traicionarlo, empinándose dispuesta contra la pegajosa hendidura. Aun estando medio muerto, su cuerpo reaccionaba hambriento.

Respiro aferrado a la cadera, iniciando un leve contoneo , incapaz de entender esa nueva locura apoderándose de su verga cada vez mas tiesa.

Y entonces, con la urgencia presa de sus movimientos, escucho la temblorosa voz de Sue.

  • Ahora no, michael. – mañana madrugo – se quejo de forma lastimera.

El glande golpeo su estomago al retroceder de tan cálido encierro, respiro entrecortadamente echándose hacia atrás cabreado. ¿Quien era ese jodido michael?

Se cubrió el rostro con el brazo, erecto y frustrado. Tenso las mandíbula consciente de la gota traicionera de semen supurando vergonzosamente , deseaba volver a enterrarse en Sue. O salia de allí por piernas o cometía otra locura.

Como no necesita un ataque de histeria en toda regla, que seria lo sucedido si volvía a arrimarse, fue desplazándose hasta el borde del lecho, incomodo y dolorido , se dispuso a alejarse aun con la rabiosa erección golpeando su estomago.

Salir de puntillas alejándose del peligro todo lo rápido que pudo.

Ya , apoltronado en su confortable sofá suspiro aliviado ; El morbazo empezaba a diluirse en su embotada cabeza, lo que suponía enfrentarse a la cruda verdad; El delirio de toda su jodida vida había terminado sucediendo .

Todo el whisky o la cerveza de la nevera no borraría lo sucedido. Ni escondía otra nueva revelación; Deseaba encontrar el modo mas rápido para volver a repetirlo, cuantas veces mejor-- se masturbo con la imagen de ella grabada en su retina.

Al igual que todas las veces anteriores se corrió pronunciando su nombre; Sue Ann...., Sue Annnn....