El Elixir del deseo. (3)

¿ Podrá Gordon, resistir el influjo de este potente elixir?

La cita con la cuñada del rector resulto desastrosa, Gordon no era estúpido, había sido emboscado en otra insoportable cena de parejitas en el hogar de los Swan.

Pearce el rector, lo compadeció al verle alejarse , cuando su esposa se empeñaba era peor que un perro de presa. Si el bueno de Gordon se descuidaba acabaría encadenado a su aburrida cuñada. Y un amigo era un amigo – sonrió cerrando la puerta de su casa.

De nuevo, elevo la vista hacia el piso superior, allí donde su cuñada y el sinvergüenza de su sobrino campaban desde su llegada hacia 2 interminables semanas. Eran demasiados los que habitaban el placido hogar de los Swan. Y tras la vuelta de las mini vacaciones de los gemelos de Aspen seria del todo imposible cohabitar bajo el fuego cruzado de los 3 jóvenes primos. Astrid y Dylan no congeniaban con el problemático Dustin .

Habría que encomendarse a ese ultimo cartucho – suspiro Pearce--

El ultimátum del rector serviría para algo mas que espabilar a Charity , su cuñada . O de lo contrario, seguiría languideciendo por ese marido patán .

Por lo pronto esperaba una reacción por parte de ella, o el tanteo inocente a Gordon se convertiría en asedio incansable. Por suerte su amigo disponía de un repertorio de fintas que lo inmunizaba de toda mujer a la caza.

Desde luego, la partida de poker semanal seria distinta sin sus innumerables anécdotas picantes.

Unas noches mas tarde.

Escalera de color, expuso sus cartas un eufórico Gordon. Venid conmigo chicas, se apresuro a acumular las fichas blancas de la elevada apuesta. Os animáis a otra? – tengo para todos muchachos.

  • Paso, mañana me toca exponer la teoría de cuerdas -- bostezo el profesor Johnston. – Hasta mañana chicos, –se despido adentrándose en la lluviosa noche.
  • Venga hombre, no os arrugareis por unas cuantas manos ganadas. – Estoy en racha, nada mas..-- Barajo Gordon contemplando el rostro de sus dos últimos contrincantes.
  • Son las 2: 40 , – amigo mio ! – sonrió Pearce ojeando la esfera de su reloj, Martha me matara con razón si no aparezco en menos de quince minutos. Mi carroza se convierte en calabaza chicos, debo marcharme.-- enderezo el nudo de su corbata windsor – Menuda cae ahí fuera-- acabo cubriéndose con la anorak impermeable.
  • Aguafiestas – se conformo alineando las columnas de fichas-- Me debéis una barbacoa y un par de rondas de chupitos-- vocifero el entrenador .

Los muchachos eran majos, al menos así lo entendía ensimismado Gordon. Entendían perfectamente la necesidad de esa noche de juego; la noche de los tíos.

Cada viernes, a partir de las 22.00 h dejaban el cargo a la puerta de la pequeña vivienda de Jock , el cuarto componente de la timba . Jugaban , bebían cerveza y charlaban de todo, relajados de la pomposa formalidad universitaria. Entre esas paredes solo eran otros cuatro tipos mas, jugando y apostando.

Aunque la advertencia a Pearce llegara con la tardanza del que se sabe entre la espada y la pared. Cosas así, era lo que convertían al estirado rector en un buen amigo.

Esa noche en cuestión su acostumbrado humor parecía haberse esfumado a un segundo plano. Eran varios los días en los que no descansaba como debiera, estaba disperso e incluso le costaba concentrarse . Era como si su cerebro y su cuerpo mandaran ordenes embarulladas .

Esa noche centraba sus energías en el tapete verde, los recuerdos y vivencias de días anteriores momentáneamente aparcados en otro departamento cerrado de su cerebro. No era un hipócrita puritano, pero la realidad era un trago difícil de aceptar ; cada vez que recordaba el “incidente” , volvía a sentir el impulso de su verga abombando los pantalones.

Una y otra vez a lo largo de esos días despues del “ caso” , – trago incómodo – Como si fuera posible , revivió ese extraño momento. Y al igual que entonces, su indisciplinada entrepierna volvió a levantarse sedienta.

Volvió a maldecir entre dientes, pues invariablemente de donde y con quien se encontrara siempre acababa sucediendo lo mismo. Las incomodas erecciones eran un maldito estorbo que lo comprometían a escaparse, a huir a cualquier lugar donde a solas poder masturbarse con las perturbadoras imágenes.

Le horrorizaba haber llegado a ese punto, el estrés le estaba pasando factura. Hasta el punto de aterrorizar aparecer ante su hija y delatarse miserablemente. Por ello, andaba desaparecido de su hogar, intentando esquivar el bulto mientras dejaba pasar el tiempo – O al menos , lo intentaba.

Su casa era algo así como terreno peligroso, al menos lo creía .

-- Si, lo mejor era dejarlo estar , disolverse con el ambiente como si nada de lo sucedido unas semanas atrás , hubiera sucedido .

Alejarse de las locuras, de esa paranoia que lo carcomía por dentro. Actuar de cara a la galería nunca resulto tan difícil como entonces, por suerte ayudaba saberla en el laboratorio del campus.

Quitar hierro al asunto significaría hablar de ello, y no estaba seguro de poder disimular si en verdad la conversación cara a cara se conducía hacia “el incidente”.

La mera mención lo sonrojo violentamente, una cosa era decirlo y otra hacerlo. Sin dejar de darle vueltas , abordaría el asunto y acabaría cuanto antes .

Con los chicos era distinto, aunque resultara algo mas divertida la charla , le pareció un empresa fácil . Asustarles solo lo suficiente fue una tarea fácil, tenia las diapositivas de las enfermedades venéreas. Después de eso, se lo pensarían mejor al acostarse con cualquiera.

Pero su hija, su hija era otra cosa.

Suponía que su ex había tenido la misma charla con ella antes de la separación, ¿No?.

Al fin y al cabo era una adulta con carrera universitaria-- Rebatía mentalmente.

-- Pero eso... , eso, quedaba en un segundo plano. Si hablar del asunto le provocaba tal incomodidad, descartado estaba lo del entero flujo de información .

Sinceridad si, pero , hasta cierto punto.

El episodio aislado debería quedarse en eso, en mera anécdota . Aunque era su cabeza la que no dejaba de darle vueltas y mas vueltas.

Algo semejante a un pánico encubierto se apodero de él. El temor de enfrentarse a lo inevitable lo estaba volviendo paranoico. Cierra la boca!-- se repitió esa noche por quinta vez-- .

Paranoico o no, regresaba a su casa tras la partida, aun sabiendo que la película montada en su cabeza era exagerada, incluso para él. Después de todo, era otra noche de poker mas, y aun así no dejaba de rebanarse los sesos con los extraños pensamientos – se autoconvenció saliendo al desapacible campus.

Se encogió bajo el chubasquero , las rachas de agua lo golpearon sin tregua , tuvo que acelerar el paso, pronto las salpicaduras de la lluvia se convirtieron en alfileres y hubo de apretar el paso.

Conforme el desolador viento doblaba los arboles a su paso, veía mas y mas destrozos. A duras penas, sobrepaso el enfangado campo de entrenamiento tras las gradas, la fuerza de la ventisca desatada lo doblegaba al avanzar. Retrocedió rodeando las gradas , empujado por la furia de la tormenta recorrió la ruta al faro con pasos medidos.

Esquivo matorrales tan buenamente como pudo, allí donde mirara yacían arbustos arrancados , restos de basura esparcida y decenas de contenedores volcados . El viento los había desperdigado por todos lados sin orden ni concierto. Como si de un plumazo , la furia de la naturaleza hubiese borrado cuanto le estorbara .

Poco a poco fue dejándolas atrás, convirtiendo el confortable paseo nocturno en un ejercicio de habilidad y reflejos . Solo cuando su mano sujeto el picaporte del viejo faro, pudo soltar la larga bocanada de alivio.

La llave giro al cerrarse a su espalda, separando el caos , de la confortable atmósfera del recibidor. Se despojo del pesado impermeable colgándolo en el perchero, ya entonces , la acristalada galería crujió amenazadoramente.

Aquella no parecía otra tormenta mas.

Secándose la cabeza y con una taza de cacao tibio quiso averiguar si en verdad sus sospechas eran ciertas, si aquello era algo mas, seguiría las recomendaciones del canal meteorológico.

Prendió la televisión de la cocina, consciente de que si todo seguía el curso acostumbrado, acabaría en evacuación o desastre. La linea telefónica ya estaba muerta, presentía que tarde o temprano la electricidad acabaría fallando. Aun faltando horas para el amanecer, no tenia pinta de amainar , al contrario, se fortalecía por momentos– Elevo los ojos hacia los crujidos en el piso superior-.

La imagen distorsionada en la pantalla del televisor quiso darle la razón. El meteorólogo mostraba el paso del frente con amplios movimientos. Este, sobre el mapa del condado se concentraba en hacer entender a los espectadores como dos nuevos frentes borrascosos habían reactivado los últimos coletazos del huracán Mitchum. Su enérgico discurso puso en alerta a un Gordon cada vez mas preocupado, ¿ Un Huracán? . Por lo visto , si ambos frentes se unían podían enfrentarse a una borrasca épica.

Olvidada la taza, releyó perfectamente las normas de evacucion en caso de emergencias por chubascos fuertes. Tal como creía, la tormenta se transformaba en algo de otro calibre. Y de pronto, antes de lo imaginado , la pantalla parpadeo apagándose .

La electricidad se había marchado dejando a el faro en un perturbador silencio.

Sin electricidad y sin suministro de agua, solo quedaba evacuar o permanecer a resguardo en un lugar seguro hasta la llegada de los servicios de emergencia. La idea era esa, maldijo entre dientes.

Era consciente de que a pesar de no escuchar el nombre de Maeltown , no podía fiarse de la llegada del frente a la linea costera . Evacuar era lo mas sensato, aunque hubiera de alojarse en el campus o en alguna hermandad , era mejor que permanecer en un lugar de riesgo , y el faro , lo era.

Incluso si pasaba de largo, era posible que algún muro acabara cediendo y derrumbándose.

Debía prepararse para marchar al pueblo, al menos hasta que la alerta hubiera disminuido el riesgo de huracán. De tres en tres , subió la escalera entrando en tromba en las habitaciones de sus hijos. La cama sin deshacer de Jonah quito un peso de encima a su conciencia, el levantamiento del castigo lo había pinchado a marcharse con alguna de sus chicas a la ciudad,

Si así era, seguramente permanecería encerrado con esta los días que durase el destrozo . Le cantaría los cuarenta cuanto lo tuviese frente a él , pero por un instante dio gracias al altísimo.

Sabia a ciencia cierta que el resto de habitaciones se encontrarían vacías, con Tyler en el campus preparatorio para los juegos , entendía que Gary estaría celebrando el acceso a la hermandad Ganma sigma en el bar de la fraternidad.

Tenia a sus tres hijos a salvo , al menos eso quiso creer en ese momento.

Con la celeridad de alguien acostumbrado a preparar equipajes continuamente, compuso una par de mudas en el macuto mas grande que encontró, atrapo las llaves del Todo terreno y añadió cuantas botellas de agua pudo juntar en tan poco tiempo, apretujo el botiquín de primeros auxilios antes de cerrar la cremallera y bajar las escaleras de tres en tres.

Acaparo cuanto recordó de la lista de emergencias de la televisión, ya fuera de baños o de armarios se procuro todo cuanto pudo encontrar. Velas, pilas , incluso el inútil cargador del móvil. Luego , con movimientos cada vez mas urgentes recorrió cada una de las estancias, cerrando las contraventanas una a una . Estas apenas aguantarían las primeras rachas, pero aun así lo hizo. No disponía de mas tiempo ante esa evacuación de emergencia .

A la carrera dejo la estructura habitable atrás, atravesó la galería hasta llegar de nuevo a la cocina. Casi al vuelo atrapo cuantas latas pudo , cerrando la cremallera con dificultad. Cruzo la correa sobre su hombro , y se dispuso a abandonar el faro a toda prisa.

En el lapso de tiempo en el que sostenía de nuevo el chubasquero , una sospecha empezó a cobrar cuerpo. En verdad, estaban todos fuera, ¿No? .

¿ Y el sótano...?--

Con el corazón en la boca bajo por la empinada escalera hacia los dominios de su hija pequeña . Por una vez rogaba en voz baja , que sus sospechas no fueran ciertas-- se repetía una y otra vez.

Erica solía quedarse en el laboratorio del campus hasta tarde, incluso disponía de una pequeña sala de descanso, podría ser que sus miedos, fueran solo eso.

La luz de la linterna apenas iluminaba los escalones cuando con angustia giro el pomo y lo encontró cerrado.

Golpeo la puerta cada vez mas nervioso, sobre sus cabezas el ruido de las rachas tormentosas arreciaban hasta volverse ensordecedoras . Las olas debían estar golpeando la costa, a penas le quedaban unos minutos antes de que una de estas arrojase parte del tejado sobre su cabeza.

La puerta frente a su cara se abrió , justo cuando el ruido sobre ellos se convirtió en un rugido ensordecedor. Los desorbitados ojos de Gordon atraparon por los hombros a su somnolienta hija empujándola al interior .

  • Entra y no salgas – aulló subiendo a toda prisa-- , Queeedateee ahiiii !!! – Grito escalando hacia lo parte alta de la escalera .

Los ojos de Gordon se desorbitaron al abrir la puerta y descubrir el tronco de un formidable roble taponando casi totalmente su vía de escape hacia el exterior. La lluvia y las ráfagas de aire lo empaparon al trepar por el resbaladizo tronco. A duras penas pudo llegar al exterior y cuando lo hizo , se vio empujado por el puño invisible de aire huracanado.

El espectáculo lo sobrecogió hasta empequeñecerlo, las olas se levantaban azotando la roca desnuda . Salpicando sin tregua, retrocedió atemorizado. Si una de aquellos muros de agua los alcanzaba podían engullirlos y arrastrarlos al mar. Con dificultad, regreso hacia el lugar donde el gran boquete exponía el tronco desplomado y la silueta de Erica surgía paralizada en mitad de la tormenta.

  • Pero... que coño, – empujo a la imprudente-- Vamos, entremos esto no es seguro --- chillo retrocediendo por encima del árbol derribado. Casi sin aliento rebusco en los armarios cuanto pudo reunir a toda prisa .-- Toma cuantas botellas y latas encuentres -- aulló Gordon sin dejar de rebuscar en cajones y armarios.

La funda tapizada del asiento sirvió para llenar cuanto encontró , asustada o no, entendía poco de evacuaciones , a Erica jamas le gustaron los simulacros . Pero esto, no era algo ensayado, era real.

Los víveres colgaba del hombro de Erica cuando retomaron la ruta escaleras abajo, guiados con una linterna y la vieja lampara de camping , se refugiaron tras la puerta cerrada.

Deberían permanecer allí hasta que el temporal cediese o pudieran salir en busca de ayuda. Ayudaba estar rodeado de un confortable apartamento a simple vista seguro. Al menos, así le pareció a Gordon al taponar la ranura por donde la lluvia descendía en cascada.

Procuro respirar con tranquilidad al sentarse en la habitación de su hija pequeña.

  • No hay electricidad, ni agua corriente -- murmuro cerrando el inútil teléfono-- así que permaneceremos aquí hasta que la tormenta haya pasado de largo.-- Anuncio Gordon graduando la llama de la lamparilla.
  • Pero...., eso de ahí arriba no parece una tormenta como otra, verdad? – Esas olas son demasiado altas, ¿ No? – pregunto una Erica empapada de pies a cabeza .
  • Bueno, es algo parecido a una tormenta tropical – quiso quitar importancia. – Serán solo unas horas-- procuro sonreír – Es peligroso moverse por ahí , así que permaneceremos donde estamos ; tranquilos y serenos. Estaremos seguros mientras no salgamos al exterior, soltó sobre el suelo el pesado macuto – Esperaremos pacientemente y , pasara sin mas... - contemplo la lamparilla de camping encima del pequeño escritorio.

  • ¿ Y cuantas horas pueden llegar a ser ? – acabo sentándose derrotada sobre la cama-- veinte, treinta , ¿ verdad? – Y si el faro no aguanta? Si se derrumba y nos cae encima – es muy antiguo – miro preocupada agitarse la plancha de madera que aun taponaba la ventana destrozada –Jonah no había acabado de instalar la ventana, señalo.

  • Por una vez hija, me alegro de ello. Esa plancha es mejor barrera que las contraventanas de arriba. – sentencio sentándose junto a ella. No conviene asustarse mas de lo necesario, no crees.-- rodeo sus hombros consolándola.
  • Si , bueno... supongo. – Si tenemos suerte solo serán unas horas, se animo sonriendo-- Al menos hasta que alguien venga rescatarnos, murmuro observando el techo sobre ellos.
  • Vamos, vamos , intento restar importancia Gordon-- Ya veras que cuando amanezca todo habrá pasado – aventuro intensificando la llama de la pequeña lampara. – Mientras sera mejor que tengamos paciencia.

Apenas habían transcurrido 10 o 20 minutos desde que se encerraran en el pequeño apartamento en el sótano . Erica no lograba entender en que momento se había despertado en esa pesadilla, cada ruido amenazador sobre su cabeza le provocaba pánico.

No podía ni imaginarse enterrada bajo el peso de la construcción antigua, pero , ¿ Y si sucedía? , le producía escalofríos con solo pensarlo.

Sonaba como si cada rincón amenazase en combarse en cada eterno crujido, , suficiente para crispar los nervios al mas optimista de los presentes.

Si no moría aplastada por el suelo de la cocina, lo haría ahogada por el agua que tarde o temprano inundaría su laboratorio subterráneo. Todo su trabajo , sus esfuerzos serian en vano. Por ello había salido en mitad de la tormenta, para dar con la nueva formula oculta en la nevera.

Era imposible prever la magnitud de lo que parecía otra tormenta mas, jamas creyó posible si no hubiera visto el árbol derribado en mitad de su cocina. El descubrimiento la conmociono hasta paralizarla bajo la tormenta.

Era de locos, aquello no sucedía en un lugar como Maeltown – quiso convencerse.

Como atraída por ese negro pensamiento , toqueteo el estuche sujeto a sus riñones. Oculto a los ojos de cualquiera , disponer del nuevo destilado de la formula a buen recaudo le produjo cierta sensación de alivio.

Susan , la otra investigadora en el estudio, poseía suficiente criterio para avanzar en el laboratorio los días posteriores al desastre -- supuso mirando el techo de la habitación del sótano .

De pronto, volvió a escuchar los crujidos de algo resquebrajándose poco a poco. Las miradas de padre e hija se encontraron de inmediato alertándolos , debían prepararse para una nueva huida. Lampara en mano se replegaron hacia el centro de la estancia, justo donde la alfombra disimulaba la trampilla camuflada. A duras penas consiguieron entrar a la carrera cuando el suelo de la cocina cedió sobre sus cabezas.

Gordon pudo empujar a su hija con dificultad, justo antes de ser lanzado por los restos de la cocina desplomándose a su espalda.

El piso superior se había derrumbado encerrándolos allí abajo, en las oscuras cuevas subterráneas , rodeados de la negrura mas absoluta y de una humedad imposible de ignorar. La mueca de susto seguía presente en sus rostros cuando ambos recorrieron la primera senda chapoteando en el suelo de roca erosionada.

Guiada por la lamparilla de camping y aun con el susto encima, llegaron al habitáculo fantasmagórico.

El corazón de Erica fue serenándose, si venían a rescatarlos tardarían una jornada en dar con ellos, esperar hasta que los del rescate despejaran los restos de lo derruido . ¿ Soportarían la espera sin derrumbarse ?. Allí abajo tenía un generador diésel que no podían poner en marcha si no disponía de combustible, maldijo entre dientes la falta de previsión. Eso si, tenia los depósitos desaladores de la pequeña ducha habilitada junto al retrete.

No podía fiarse de los quemadores del laboratorio, no si no disponían del flujo de aire de los ventiladores eléctricos, estaban descartados. El abatimiento la golpeo deprimiéndola, ya desde el recorrido por el túnel sellado pudo notar el agua helada.

Alguna grieta habría cedido al sellado filtrando la tormenta,por lo que si no daba con ella , era cuestión de horas morir ahogados.

Un reniego broto del fondo de la garganta de Erica, la filtración no era un buen presagio,

¿ Se podía tener peor suerte? . Por supuesto, no ayudaba el silencio inmutable en el que parecía sumido su padre. Le crispaba los nervios, y eso unido al frio de la ropa calada , la incomoda humedad del agua por encima de sus tobillos y el rumor del oleaje golpeando las paredes , la convertían en un manojo de nervios andante.

Si despues de todo salia de esa, juraría no quejarse jamas, jamaaassss en la vida - se prometió entre dientes-- .

Con la pobre iluminación de la lamparilla de camping atravesaron el tramo dedicado al laboratorio principal , pronto dejaron atrás el amplio rincón de estudio y distinguieron la pequeña guarida habilitada como vivienda. Guiando a su padre finalmente deposito la lampara sobre la única superficie libre ; un taburete metálico.

Las oscuras sombras fantasmales eran solo interrumpidas por el rumor del fuerte oleaje golpeando las paredes. Gordon trago saliva, aquello era una madriguera sin salida, el peor de los lugares donde acabar sus vidas. Allí , con los pies hundidos en agua salada observo angustiado el aislado habitáculo.

Estudio la pequeña mesa atiborrada de ficheros y carpetas, la única silla metálica igualmente atestada de carpetas . Acogedor en verdad, si el agua no le cubriese los tobillos. Finalmente deposito el fardo de víveres sobre la estrecha encimera del escaso rincón destinado a cocina. Despacio, se lavo los restos del derrumbe que aun ensuciaban su cara. Allá abajo los grifos seguían funcionando mas o menos , no sabia por cuanto tiempo, pero lo hacían. Había que plantearse racionar su contenido.

Cuando se hubo aseado , su animo pareció serenarse algo . La pobre luz de la vela prendida volvió a guiarlo hacia la lamparilla del camping. El espartano espacio era algo así como una sala de descanso en las entrañas del infierno , podía distinguir un armario metálico de puerta doble, una cómoda mínima con una lampara inservible. Un sofá atiborrado de libros y artilugios que recordaba de las múltiples mudanzas. Junto a la pared, aparecía el estrecho lecho habilitado sobre el hueco natural erosionado en la pared. Aquello era, espacio aprovechado.

Le esperaban largas jornadas por delante, respiro profundamente sentándose sobre la dura superficie de piedra.

  • Al menos tenemos agua y comida para cuatro o cinco días. Espero que para entonces...-- soltó el aire de sus pulmones. – En fin, haremos turnos para estar pendientes. – se preparo para ponerse de nuevo en pie.
  • Yo haré el primero, Sera mejor que descanses mientras – zanjo Erica—el día va a ser muy, muuuuy largo.-- , bostezo cansada.
  • Llámame dentro de 3 horas , entendido ? - al menos unas horas, se aproximo sentándose junto a la cama y despojándose de la camiseta .
  • Esta bien --, se apresuro a inspeccionar el resto de instalaciones – Tardare un rato .
  • Bueno , este catre va acabar con mis riñones.--refunfuño depositando sus mojadas deportivas sobre el saliente mas cercano a la plataforma natural . Estoy muerto, suspiro metiéndose en el interior de la ridícula cama.–

El rugido del oleaje golpeando las cuevas fue el único sonido que permaneció en la atmósfera cuando finalmente Erica recorrió el resto del entramado, la grieta por donde se filtraba era escasamente de 20 cm, quizás taponándola con algunos cascotes del derribo podía contenerse provisionalmente . Pronto sus intención se cumplió , y tan pronto como hubo colocado dos de aquellas roca , dejo de atravesar agua salada. Rogaba para que la improvisada chapuza contuviese temporalmente la inundación, al menos hasta la llegada del equipo de rescate. Mientras, se dedicaría a clasificar y racionar las provisiones – se dijo-- eso si, despues de administrarse una nueva dosis del compuesto-- silencio la alarma de su muñeca.

Despacio soltó el torniquete recordando las palabras murmuradas a Susan .

Su colaboradora en el estudio no parecía registrar los mismos cambios metabólicos que en ella se habían producido. ¿ Surtiría efecto o era mera casualidad? . Aun no confiándose en lo referente al donante de la muestra , su cabeza no dejaba de darle vueltas.

Debía hacerlo , distraer la mente mientras todo alrededor volvía a la normalidad. Y que mejor manera de conseguirlo. – se apresuro a estudiar concienzudamente los datos.

Seria posible que esa enzima desencadenase todo ?, El semen seria el catalizador?.

Quiso despejar las posibilidades que se abrían en el campo de estudio, las variables futuras al presentar el resultado del estudio.

Se mordió el labio , se acercaba la hora del relevo del turno y sus pies chapoteaban de nuevo hacia el saliente, de nuevo, ese extraño acaloramiento tras la ingesta volvió a invadirla. Con cuidado, se sentó en la esquina de la plataforma, dando la espalda a la formidable osamenta de Gordon , suspiro exhausta.

Este, parecía dormir con el cuerpo pegado a la pared de roca, indiferente a las inquietudes despertadas en una Erica cada vez mas confusa. ¿ Podría pagar el precio? – se pregunto aproximándose . Científica o no, la urgencia de todo el embrollo podía favorecer sus intereses. Trago saliva, acercándose a la colchoneta con pasos cautos .

No sabia si se debía al cóctel de fármacos inyectados , o a la reacción natural de alguien llevado al extremo, esa rara comezón recorriendo su organismo la desconcertaba. Plantear ciertas posibilidades podían rallar a lo bizarro si agotaba las reservas de semen robadas.

Estas opciones transformaban su alterado organismo en un barullo de sensaciones que ya no podía ignorar.

La sombra de la lampara jugaba en la pared con el cuerpo agazapado de su padre, algo insegura atenuó la llama de esta.

Los datos empíricos eran una cosa, aproximarse hacia el corpachón musculoso de Gordon con la intenciones cada vez mas confusas , otra. Cerro los ojos y dándole la espalda se apresuro a bajar la cremallera del saco de dormir . Se descalzo con cuidado, tiritando cuando finalmente la camiseta empapada salio disparada sobre su cabeza sin importarle donde aterrizaba.

Estaba decidida, aun así, sus manos titubearon al separar la cálida tela del saco de dormir y deslizarse en el interior. Con solo las bragas como pudorosa barrera se preparo para la siguiente fase del experimento.

A quien quería engañar, ¿Experimento? , los dientes castañeteaban y sabia perfectamente que no era por cuestión de frio. Lo mas lejos que pudo, casi al borde de ese colchón de acampada incapaz de saber como proceder, se planteo como continuar con aquello.

El practico colchón de camping no pareció inmutarse ante el peso extra, pero el corazón de Erica era otra cosa, latía mas lento y mas rápido según se deshacía de sus bragas con movimientos torpes.

Estaba loca, peor aun, como un cencerro-- destenso los músculos agarrotados --. Su cabeza zumbaba con mil posibilidades , cada una de ellas mas alocada que la anterior.

Se acercaba y lo estimulaba con la mano? , uuffff. Y se cabreaba o se ofendía? , Madre del amor hermoso – barajaba a toda velocidad cada una de las variables.

Las miles combinaciones desastrosas se acumulaban en su cabeza cuando noto el peso del colchón distribuyéndose al tenderse poderosamente cerca de la espalda de esta. Todo en ella se paralizo, expectante.

  • Ohhhh madreeee miaaaa, pensó incapaz de soltar sonido alguno--

El calor de ese otro cuerpo pegado fue entibiando su zona lumbar , haciéndola tragar saliva. El rizado vello pectoral de Gordon cosquilleo la sensible piel de la espalda . Erica apretó la mandíbula , ¿ Esos dos fuertes brazos la estaban sujetando por la cintura? , Lo hacían. Espero paciente, sin entender como proceder se dio cuenta de como su brazo se estrechaba enlazando los cuerpos. ¿ A caso podía escapar a lo que sucedería ? .

Dios del amor hermoso , aquel grueso tope se estaba haciendo enorme sobre su culo.

Erica seguía sin decir ni mu, consciente de como el calor de dos cuerpos íntimamente pegados empezaba a caldear y humedecer su entrepierna, justo allí donde su padre la tenia bien apoyada en un tímido balanceo . No era la mojigata que todos creían que era, pero semejante acaloramiento estaba humedeciendo su coño, preparándola a velocidad alarmante. Su escasa experiencia con el sexo jamas había sido medianamente parecida.

Roahl, el jefe de sus practicas a su entrada en la Facultad contaba como el primero , y luego estaba Mark el primer becario que tuvo. Todo un experto en eyaculación precoz . Así era como lo recordaba, y de aquello hacia mas de 11 meses . En verdad valía esforzarse por algo tan decepcionante? – Es por el estudio-- encajo la mandíbula Erica.

Nada que ver con ese hormigueo, ese fuego liquido en cada refriega que lo se intensificaban todo , aquello solo conseguía hacerla a colaborar en el lascivo balanceo . La espalda y su culo descansaban sobre ese estomago de acero ,acompañándolo en los frotamientos, haciendo imposible no apreciar el gigantesco trozo de carne creciendo encima de su culo .

Algo parecido a un jadeo escapo de la garganta de Gordon ante la tosca exploración de la mano de su hija tanteando el tamaño de su polla.

Esta , pareció brincar dispuesta y firme ante el torpe manoseo con el que recorrió el tronco y la suave pelambrera de su entrepierna. Aquel mero tanteo, otorgo a Gordon la excusa para subir uno de sus brazos hacia la teta derecha, magrearla con verdadera calma logrando enderezar el pezón en el proceso.

Su boca se torció gruñendo satisfecho , nada mejor al resuello femenino .

Empezaba a notarla dispuesta, apreciaba perfectamente la caldosa esencia aceitándose para la penetración . Gordon exhalo encantado, incrementando el bailoteo indecente con el que bien tieso, se detuvo de repente. Las piernas de su hija se detuvieron poco a poco, lo justo para darle la oportunidad de sostener la cadera , apreciar la caricia al muslo y poder manosear el afelpado coño con la punta de su polla . Gordon respiró entrecortadamente, deslizando tres dedos por entre los humedecidos pliegues vaginales, tal como suponía, su pequeña gozaba de un coñito apretado y caliente. Y pesara a quien le pesase, increíblemente empapado.

Eso ayudaría. Por lo menos no retrocedía al tanteo de su polla, que insolente, esparcía con cuidado su cremosa semilla por toda la hendidura. Casi estaba a punto, lo percibía en la respiración acelerada de esta, tal y como intuía, presiono el dedo dentro de ella excitando el clítoris. Inmediatamente su falange se impregno de cálida miel femenina, abriéndose para moverse con pegajosa habilidad. Pronto los jadeos y una abundante oleada glutinosa descendieron por su mano , regalando la cremosa ofrenda de bienvenida.

Era su momento, sus cuerpos estaban en sintonía, e incapaz de permanecer mas tiempo inactivo, Gordon levanto algo mas el muslo de su hija, lo justo para colocar su polla en el lugar indicado. El amoratado glande sondeo los labios vaginales ajustando la ancha cabeza contra ella , empalándose con toda la fuerza de su cadera y quedar embutido entre estrechas paredes coñiles .

A Erica le dolió, la polla de su padre era demasiado grande . La lubricación aliviaba el tremendo tamaño , pero ni aun así , seguía siendo algo incomodo. Ni aun estando muy excitada dejo de apreciar esa quemazón. Ardía allí donde la verga permanecía quieta preocupándose en ensancharla para la inevitable fornicación.

Consciente de ello , resolló encajando las mandíbulas .

El gesto no paso desapercibido a Gordon, que arremetió impulsando la cintura a retroceder e invadir el tórrido coño con un contundente golpe de cadera, de inmediato el chapoteo espoleo la fogosidad . Su clítoris estaba hinchado y húmedo por la excitación, rozando sedosamente a cada acometida , como si cada golpe lo ubicase amorosamente hasta el fondo de su vagina.

Los dos , ahora jadeaban abandonados a un ritmo brutal.

Uffffffffff—mascullo entre dientes-- , agarrándola por la parte baja del muslo, ahondo los empellones .-- Estas muy apretada.-- resollaba aspirando con cuidado de no detenerse-. Pero ya no puedo pararme . Jamas lograría... – mascullo ahondando el chapoteo de su rabo mientras disfrutaba de la segunda oleada de fluidos de su hija.

En ese punto en el que el placer y el dolor se mezclaron, aceleraron a Gordon a hundir su polla hasta casi traspasar el vientrecillo y eyacular llenándola.

Erica respiro con dificultad, casi arrastrada por la fuerza de un tornado ,notaba el calor dentro de ella, la riada imparable esparciéndose mientras las caderas del padre y sus respiraciones se acompasan al disminuyendo de intensidad.

Y como cientos de amantes , padre e hija permanecieron un tiempo íntimamente enganchados. Hasta que la biología se impuso y la verga de este se desacoplo embarrada de los fluidos mutuos. Gordon se desplomo sobre su espalda soltando un largo suspiro, seria estúpido lamentar lo sucedido. El entrenador entendía demasiado tarde de donde provenía la cálida riada depositada en el interior de su muslo, como si el fluido milagroso lograra resucitar a su agotado rabo . La consciencia y el pudor no caben en la gruta bajo el faro, en la penumbra donde la normas no rigen bajo circunstancias extraordinarias, su polla parece recobrarse milagrosamente y bochornosamente volvió a empinarse insolente.

La proximidad manifiesta pudo mas que los cientos de inconvenientes morales, atraído por ese raro magnetismo, el mismo que refuerza sus actos al colocarse sobre ella. Por un segundo el murmullo de sorpresa surge de la garganta de esta, tampoco Gordon logra asimilar esa lujuria arrolladora.

La veda se abre ante ese nuevo asalto, su hija no hace nada por desanimarlo y le da alas para continuar la exploración. Puede notarla, quieta, inmóvil , sus muslos relativamente abiertos , consciente de la inmensa cantidad de flujo y esperma lubrica los frotamientos y facilita ese intimo acoplamiento.

Erica exhala acalorada distinguiendo la oscura sombra del atlético cuerpo, esta muy excitado, y aun así parece contenerse, lo suficiente para colocar sus fuertes brazos a ambos lados de su cabeza, tomando un punto de apoyo para un segundo asalto con mayor minuciosidad.

Erica advierte el aliento sobre el cuello , se intensifica al recorrer su resbaladiza polla sobre el emplasto en el que se ha convertido su entrepierna. Y casi sin inmutarse, enfilar un solido empujón con el que volver a enfundarse enteramente. Esta vez, la apretada vaina engrasada de la corrida anterior lo acoge sin dificultades, fortaleciendo las intensidad con la que la penetra con envestidas fuertes y duras.

La boca de Erica se abrió emitiendo un ruido de exclamación, el ruido se elevo sobre el fragor de la tormenta, escuchándose perfectamente los empellones pecaminosos resonando bajo aquella cavidad y rivalizando con el fragor de la tormenta .

Sisearon a coro, incapaces de hacer otra cosa que disfrutarlo .

Algo parecido a una corriente eléctrica recorría a Erica, justo allí donde la gordisima verga se balanceaba laboriosamente trabajándola . Como si los envites en su útero se eternizaran mientras enardecido apretaba sus tetas chupándolas descaradamente.

Perdió la noción de tiempo, o la cuenta de los orgasmos que la asaltaron al machacon ritmo de la verga paterna. Era como si el rabo de Gordon llevara toda la vida dentro de ella , bombeando dentro , fuera, dentro , fuera y los aullidos roncos de su garganta se apagaran al arrancar a llorar de puro gozo.

Ni aun así, detuvo el temblor de sus partes entrechocando , abandonada al compás de aquella verga imparable que inconsciente la llevaba a levantar las piernas mientras profundizaba mas y mas.

Jadeo desvergonzadamente ante la explosión de placer , hacia bastante que había dejado de contar pensar con coherencia, chilla al precipitarse hacía otro nuevo orgasmo. Pronto enronquecería , aun así , se dejo arrastrar de nuevo , esta vez convulsionándose a esa tórrida inyección de fluidos.

Cada una de esas melosas vibraciones espolearon las caderas del entrenador, apresurando los movimientos de un Gordon incapaz de contenerse. Aulló contra el hombro de su hija, bufando al taladrar, clavándose con una urgencia desesperada, casi como si la mínima elevación de la pierna de esta , pudiera contener los topetazos de los testículos contra la congestionada raja.

Los jadeos entrecortados de Gordon se detuvieron, consciente del peso de sus 92 kilos de ex-jugador profesional obrando por inercia. Sin importar los años en el dique seco, sus caderas cobraron impulso empujando la tierna carne hasta endilgar el semen retenido tras cuatro años de abstinencia. Gruñendo , continuo vaciándose perezosamente soltando oleadas de semen descuidadamente. Incapaz de retirarse de las cálidas estreches cuando los cuerpos se suavizan.

Este, respiro dos cortas ráfagas de aire, las paredes vaginales poco a poco cedieron liberándolo , y a su pesar muy despacio su rabo fue desembuchado de tan cálido encierro. La riada viscosa de ambos seguía impregnado a su rabo , testigo mudo del polvo.

Superado por el extraño suceso, incapaz de proceder , enmudeció. Tenia la boca seca , la cabeza embotada y la rara sensación de vivir una realidad paralela.

Era un cabrón, un retorcido y monstruoso cabrón-- se recriminaba replegándose en el silencio-- lo sabia y aun así le era del todo imposible pasar por alto esos instantes de locura, sentía que si pronunciaba alguna palabra, la angustia brotaría en forma de lagrimas.

Allá abajo rodeado de una oscuridad abismal, permaneció callado , sudoroso, otra vida muy diferente despues de aquello se desplegaba bajo sus narices, no podía encubrirse sin mas. Lo certeza de los dos asombrosos polvos era inapelable, se replegó asustado .

Era como si dos personas habitasen en él, el entrenador al que todos conocían y admiraban y el follador salido que jamas creyó ser. No era tan mojigato para entender la inexorable atracción mutua entre su hija y él. Por lo tanto , tendría que ser el adulto que pusiera la nota de cordura, o de lo contrario … – resolló rascándose su escaso cabello.

De una manera enrevesada y poco justificable aquel secreto jamas debería salir de esa gruta, al menos hasta ser rescatados ,creía poder resistirlo.

O equivocadamente soportar esa nueva erección .

El discurso moral se largaba al garete ante esa pegajosa erección, cuando los hechos son los hechos y muy a su pesar era incapaz de controlar su indisciplinada polla . Esta, inmune a sus recriminaciones crece húmeda y tibia , sigue chorreando la esencia sobre el vello de su pierna. La angustia se apodero de él, nunca antes ha recuperado el vigor con semejante rapidez, ni en su juventud había gozado de esos potentes tirones levantando la polla.

Debía resistirse, lo sabia, no girarse, no ceder. A costa de su paz mental se haría una paja antes de que el excitante aroma a sexo se adueñase de su pobre voluntad. La sombra de la pared le ordenaba no girarse, su verga indisciplinada por lo contrario , lo apremiaba tironeando , como si el rumor de los lazos familiares y la sangre lo intensificase.

La lucha duro unos minutos, los necesarios para mandar cada una de las excusas al diablo y volverse tembloroso hacia la figura desnuda. Igual que un perro tras la presa, su debilitado empeño se esfumo al descubrir el redondo trasero bajo sus narices y husmear la picante esencia manando ante sus ojos.

El fracaso fue estrepitoso.

No tuvo elección, al menos eso creyó cuando la tenue luz de la lamparilla le ofreció la visión de la viscosa hendidura escupiendo su esperma, allí donde su insolente rabo se precipito de una contundente riñonada.

El eco sonoro de su polla golpeando sin descanso avivo a sus caderas a empujar con flojera, moviéndose al compás marcado por su polla. Las estrecheces premiaban a un Gordon lanzado , sus caderas pistoneaban dentro y fuera resignado a montarla de costado.

A quien quería engañar, volvía a follarse a su hija, bajo un huracán devastador, encerrados en un complejo bajo tierra, sin que nada pudiera impedir que por tercera vez acabara eyaculando explosivamente. Y otro nuevo quebradero de cabeza cobrase fuerza en su debilitado empeño de educador .

A Erica le asombraba el ímpetu de su padre, estaba desatado, al igual que ella. Cuando todo se derrumba afloran los deseos mas oscuros, haciendo imposible apartarse, miro su vapuleada entrepierna, alucinada por el emplasto viscoso que se escapaba de sus labios y que fluye manchando la loneta del colchón de acampada.

Gozo de su fuerza imparable, esa energía vigorosa de atleta hundiéndose hasta que la punta de su polla golpeo contra las paredes de su vagina.

La jodió a conciencia, tomándose su tiempo en propinar un ritmo regular y profundo, ambos jadeando ante la saturación de los jugos íntimos, disfrutando de los melosos empellones de sus partes intimas perfectamente engrasadas.

Nada volvería a ser igual, Erica estaba segura de ello. Podía engañarse cuanto quisiera, cuando de nuevo las lagrimas volvieron a aparecer al notar los chorros a presión inundando su vagina. Soportando estoicamente las riñonadas pausadas , apretó las paredes de su vagina ordeñando descuidadamente la polla paterna. Hasta que, las hondas envestidas se detuvieron enterrándose quieto .

Siseo al advertirlo.

Gordon derrotado envolvió su espalda con ese intimo abrazo, exhausto ante la deliciosa compresión de la pequeña vagina , que de nuevo y sin remedio vuelve a llenar de su semilla.

Erica abrió la boca pasmada , El eco de la ronca voz no fue nada en comparación al percibir como la polla se endurecía mas y mas al inundarla . Los ruiditos resonaban cada vez mas acuosos, como si esa polla de caballo fuera a traspasar su estomago .

Incapaz de aguantar callada un solo instante mas, jadeo sujetándose al brazo masculino, compartiendo esas ultimas envestidas . Sus músculos internos volvieron a apretarlo inconscientemente convirtiendo cada jadeo en una carrera de fondo . Ahora estaba completamente calada, y la fabulosa cantidad de semen eyaculado manaba fuera de ella, otra clara evidencia para detenerse y recobrar algo de cordura.

Su padre un hombre sano de mediana edad debería yacer agotado por esos polvos explosivos, ella así lo sentía. Pero en cambio , nota el brazo de este sujentandola cual banda de acero, consciente de como cada ráfaga de calor viscoso era inyectada hasta las profundidades de su atiborrada vagina.

La pobre luz de la lamparilla de camping ofreció a Erica la visión de la congestionada cara del padre. Le conmovió ver ese gesto duro, altivo , transformado en un rostro lascivo alejado de cualquier arrepentimiento. Ella, fue consciente de como una de sus fuertes manos sujetaba la parte interna de su pierna elevándola, profundizando la penetración , empujo enterrándose de un solo movimiento. Su brazo seguía sujetando sus tetas cual banda metálica mientras el engrosamiento de su rabo volvía a endurecerse en su interior levantando los lomos de su polla.

Era del todo imposible , al menos no para un adolescente, quiso creer Erica. Médicamente era algo increíble, pues tras una eyaculacion tan abundante la erección recuperaba su dureza. Ningún pensamiento coherente volvió a cruzar su cerebro cuando de nuevo, el pistoneo de sus caderas provoco esa fricción enloquecedora.

La potencia de la explosión la atrapo arrasándola, como si cada oleada de semen cerrara su vagina impidiendo soltar su verga, se fundió con él , abandonase al lascivo soniquete de las sacudidas eyaculatorias del padre.

Ummmm..., la tibieza volvía a invadirla, llenándola , mientras él , rendido resollaba en el hueco de su hombro.

Erica era consciente demasiado tarde del peso del cuerpo masculino estrujándola , del embrollo de estar repleta de semen paterno, o mas bien navegando en el. Aun pegajosa e incomoda, el revelador aroma seguía brotando mientras su coño seguían exprimiéndolo .

El aliento en su cuello mas y mas regular espaciándose al detener sus caderas . Un raro silencio mutuo apareció dominándolo todo, incomodando por primera vez a padre e hija . Que sin saber que decir o que hacer continuaban enlazados el uno dentro del otro.

Erica noto como despues de bastante rato la verga fláccida salia de su interior esparciendo otra ráfaga caldosa sobre su pierna.

  • Yo, eehhh, estooo no ha estado bien.....-- hablo Gordon – Diooos mio..., --se culpabilizo – No esta bien, no esta bien – se apresuro a quedar tendido sobre su espalda – Yo , yooo no debería, no deberiaa... – No volverá a suceder...-- se apresuro a sentarse en el borde de la plataforma. –Soy un jodido monstruo, se repetía tapándose la cara avergonzado.--

Erica lo comprendía , ella tampoco lograba entenderlo, habían follado salvajemente allí bajo tierra. Con un huracán sobre sus cabezas devastando todo a su paso, por un breve instante, así se sintió ella. Un raro demonio parecía dominar sus actos , sabia que debía avergonzarse. Pero asombrosamente, la humillante confesión no acudió a ella, quiso culparse, incluso convencerse de lo tener el argumento solido del experimento .

¿ En verdad era ella un monstruo? peor aun, una desalmada sin escrúpulos capaz de aprovechar incluso la buena fe de Gordon. Veía la musculosa espalda desnuda de su padre convulsionada por el dolor , dudo al arrodillarse tras él, sin saber muy bien como proceder y finalmente envolverlo entre sus brazos .

  • Lo siento, shhhhhh-- susurro consoladora-- Lo siento, beso con ternura la mejilla barbuda – No quiero perderte papa . – lloro apenada--, nunca..., – lo consoló tan buenamente como supo.

El amplio corpachón musculoso de su padre pareció tensarse bajo el abrazo , los dos lloraban , buscando el consuelo del otro, como si ese elemento purificador sellara un nuevo vinculo entre ambos.

Erica sorbió las ultimas lagrimas aferrada a su cuello, preocupada por esa frágil tregua en las emociones . Sonriendo con dulzura dejo un besito el parte baja de la fuerte mandíbula , igual que siempre cuando era una niña buscando consuelo, confió en el esculpido rostro . Los ojos tristes de ambos se contemplaron, Gordon procuraba permanecer inmóvil, resistiendo el deseo de tocarla. Los puños cerrados , el firme propósito de no ceder a la tentación.

Solo una breve respiración , la fugaz visión de sus ojos calibrándose . Demasiado para él. En ese punto, Gordon no supo en que instante los impulsos de su cuerpo lo movieron hacia ella , sin pretenderlo, su boca tanteo la de ella. El suspiro de rendición de ambos resonó en la caverna en penumbras al saborear la dulce boca de Erica.

Gordon notaba cada musculo la tensión, procurando no arrojarse sobre su tierna hija y devorarla como verdaderamente deseaba. Era su hija, le recordaba la lejana vocecita de su cabeza, pero aun así, procuraba refrenar a la bestia.

La otra voz, le ordenaba meterle la lengua en la delicada boca. Mostrarle el ritmo adecuado de los amantes. En el horizonte lejano un fogonazo de lujuria al imaginarla poniéndolo en practica sobre su polla. Murmuro gozándolo, recreándose en el sabor de su hija.

Salvo que esa vez, el resuello de contención dinamito otra presa insalvable. Gordon la empujo suavemente hacia atrás , si apartar la mano de su cuello mientras el peso de su cuerpo volvía a tumbarla sobre el colchón de acampada.

Sin importar nada , salvo la clara invitación de sus muslos abriéndose .

Erica entreabrió las piernas, incitando a otra descarada invitación. Esta, sonrió consciente de esa nueva faceta en la cambiante relación familiar, aun algo inexperta , espero el gesto del progenitor al morderle la delicada piel del cuello.

Gordon saboreo el cuello, dejando a su paso un reguero de besos al montarse encima de ella . Completamente entregado, deposito besos mientras guiaba los movimientos , poniendo el cuidado de guiarla al compás deseado. En todo momento, la fricción pegajosa caldeaba los cuerpos, justo allí donde Erica se abría para él.

Gimieron excitados , El padre al disfrutar del amarre de las piernas de su hija atenazándole el trasero . La hija aceptando el impulso envistiendo su húmedo coño, las bocas entreabiertas intercambiando las lenguas enredadas mientras el resuello intensifica el empuje contra ella, transformando el calor en fuego liquido.

Gordon la penetro hasta el fondo, quedándose quieto , regodeándose en lo apretado del coño . Alterando los empellones lentos y duros con otros mas rápidos y brutales. Disfrutar de los temblores vaginales al correrse aviva su lujuria, espoleando a sus caderas a gozar de otro orgasmo consecutivo , pierde la cuenta tras el tercero, cuando su coño palpita retorciéndose para él y termina con su resistencia.

Nada puede compararse con aquello, gordon es consciente de ello, de como sus testículos se contraen al correrse en ese final salvaje. .

Erica pestañeo, lo que creía un mito parece ser cierto, nunca había disfrutado anteriormente con el sexo, al menos hasta ese momento, jamas pensó vivir una oleada de orgasmos encadenados , pero la evidencia de lo sucedido lo desmintió .

Logró entender lo adictivo que llegaba a ser, aunque el origen de su droga viniese de la entrepierna paterna.

Una fina capa de sudor cubría ambos cuerpos, ya exhaustos. Importa poco que ese tipo fuerte, intransigente y algo huraño la mantenga fuertemente atravesada mientras le come la boca hasta dejarla sin aliento.

  • Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh-- explotaron en gritos.

Gordon podía notarla suave y húmeda, bien repleta de su semen ; la modorra mas agradable lo detuvo aun dentro de esta perfectamente entrelazados . Sus bocas se despegaron con el sabor del otro aun impregnado, obligadas a separarse y recuperar el resuello.

  • No siempre sera así , entiendes? – Habrá que ir con cuidado , por tus hermanos y eso... – Encontraremos la forma – se amodorro balanceando sus caderas – Ericaaaaaa vas a matarme ... – jadeo saboreando la lengua de su hija.

Las palabras de su padre eran un eco sordo en su cabeza, incapaz de batallar ante cada potente golpe de cadera y la rara impresión de mojar sus testículos mientras la lengua de este intentaba acallar sus gemidos .

La inmensa mole de musculo la obligaba a doblegar las piernas sobre el duro trasero , recibiendo lo duros topetazos de alguien entregado . El empuje de Gordon era incansable , imponiendo una lasciva cadencia de bufidos, que demasiado pronto termino inundándola de su esperma .

En ese punto, donde todo desborda, Erica se agarro a la tormenta como pudo, absorbiendo resignada cada chorro de esperma espeso y caliente, aceptando su boca , su lengua a cada potente golpe de riñón. Dejándose ir , suspiró ante esas acometidas, esos cortos y hondos envites que fulminan al musculoso entrenador satisfecho.

La furia de la tormenta externa parece aplacada, el bramido de las olas a penas un rumor lejano, la calma tras la tormenta deja un nuevo paisaje algo incierto. Todo esto acude a la saturada mente del entrenador, exhausto sobre su acogedora hija, rendido al irrefutable placer presente . Gozaran de unas horas mas, tras las cuales , el futuro se adivina excitante.

Gordon torció una mueca diabólica , al fin y al cabo , uno debe seguir las recomendaciones de las autoridades, permanecer en lugar seguro. – Inicio el lento balanceo de su caderas envistiendo – Si... , nada mas seguro.....