El elixir de la felicidad
Lymarym, en este micro del Ejercicio, escribe la carta al amo de su devota esclava, agradeciéndole que en su último encuentro le haya relevado de su condición, para amarla como mujer libre.
Bogotá, 30 de junio de 2008
Querido Amo:
Si una sonrisa es el espejo de la felicidad, hay mil sonrisas para ti en mi rostro. Tus palabras, tus caricias y tus detalles abrieron la puerta para convertirte en el amo mi amo.
Creía que no volvería a tocarte, ni a besarte, ni a entregarte mi sexo, creía que debía recordar tus besos, tus caricias y tu magia, no podía imaginarme que las tendría de nuevo para mi una vez más.
Tu honestidad, tu pasión y tu lealtad son lo mejor que he tenido, cada cariño es una caricia para mi alma, abriste el camino a la felicidad y ese es el único que quiero seguir.
Los estereotipos que me rodeaban contigo desaparecieron; han sido tantas cosas lindas que he sentido contigo y por ti, que hasta ahora no me queda claro cual es el nombre para tanta felicidad.
He olvidado lo que es sentir celos y poder compartir la intimidad de ambos sin sentir dolor por no ser única y exclusiva en tu vida.
He sentido que soy especial y que ante todo, no habrá nunca engaños con tus palabras, con tus caricias, ni con tus deseos y esto sana mi alma tan dolorida por cuenta del engaño y del miedo a vivir y ser feliz.
En nuestro reciente encuentro recordé que se sentía al hacer el amor y no solo practicar sexo, supe que en ese momento todos los besos y deseos eran solo míos y que tenían sello de amor y de pasión.
Mi cuerpo y mi piel fueron tuyos en una serenata de pasión, deseo y amor sin mentiras ni promesas vanas.
Siendo egoísta te habría encerrado para que no te fueras y sentir la felicidad eternamente, sin embargo ni tu, ni yo, sobrevivimos el encierro.
Cada palabra que dijiste evocando el pasado y lo que sentías fue especial, gracias por decir que me amaste y no solo me deseaste, gracias por recordarme que cuando estuvimos juntos, hicimos el amor y que no solo practicamos sexo.
Cada encuentro contigo siempre fue, ha sido y será el mejor orgasmo, será la mejor noche de pasión y el mejor abrazo después de entregarlo todo en el momento del éxtasis.
Como el futuro es incierto, te puedo decir que has sido lo máximo para mi y para mi vida, por eso siempre te deseo lo mejor.
Con mucho amor,
Lina.