El Elegido III: Primer día fértil

Por fin llega el primer día fértil de María, hoy todo mi semen será para ella, aunque al final Andrea me sorprenderá...

Estaba sentado, impaciente, mirando el móvil cada 10 segundos, esperando el whatsapp que me confirmase que habían llegado. Solo se retrasaron 5 minutos que me parecieron eternos, pero por fin llegó el whatsapp de Andrea.

"Víctor cariño, estamos abajo ya"

El día anterior había sido más intenso de lo esperado, pero era el primer día fértil de María y tenía unas ganas de sexo inmensas. Al bajar vi que María estaba sentada atrás, donde normalmente me siento yo, asi que hice el amago de montarme como copiloto, pero Andrea, que iba al volante, me hizo un gesto de que me montase detrás.

Abrí la puerta y vi a Maria con un top muy ajustado que aprisionaba unos pechos grandes para su delgadez, y vi sorprendido como llevaba una minifalda vaquera en lugar de su clásico pantalón vaquero superajustado que se amoldan a la perfección a una entrepierna y un culo de infarto. Me senté y me incorporé primero a saludar a Andrea, que me metió la lengua hasta la garganta con un ánimo y una fuerza que no había experimentado nunca, además vi que llevaba una camiseta ajustada y escotada, el escote era descomunal. Su pantalón era más ceñido que de costumbre y dejaba intuir su rajita en la entrepierna, estaba espectacular.

Una vez que Andrea dejó de besarme me volví atrás y fue María quien tomó el relevo, no se durante cuando tiempo nos estuvimos besando, pero María estaba desbocada y dio tiempo de sobra para que Andrea pusiese el coche en marcha. La carretera hacia la urbanización es fuera de poblado y era perfecta para el plan de María.

  • Víctor cariño, méteme la mano debajo de la falta.

Asentí y palpé su coño totalmente empapado, no llevaba bragas. Por instinto le metí dos dedos de golpe, provocándole un gemido, pero rápido me apartó la mano, susurrándome al oido.

  • Te voy a follar, calculo que quedarán unos 4 minutos antes de llegar a casa, te habrás corrido mucho antes.

Y me miró con lujuria, mordiéndose el labio. Me desabrochó el pantalón y liberó mi pene, con una erección terrible. Por un momento pensé en que me haría una señora mamada dejándome al borde del orgasmo para rematarme follando, pero no, se puso a horcajadas sobre mí y se enterró de golpe mi pene en su vagina.

Sentí como por un momento la punta de mi pene alcanzaba su cérvix, pero cuando me quise dar cuenta solo el glande se encontraba dentro de su vagina para volver a enterrársela de golpe. Empezó a follarme con un ritmo salvaje, chillando y gimiendo, se sacaba mi pene casi por completo y lo hacía desaparecer dentro de su vagina.

De repente se detuvo y pude notar como su vagina convulsionaba fuertemente, se estaba corriendo, pero siguió follándome de inmediato mientras notaba sus espasmos. Empezó a hablarme:

  • Víctor cariño!!!! lléname!!! córrete y lléname entera!!! AAAAHHHHHHHHHHHHH!!!!!!!!! AAAAAHHHHHHHHHHHHH!!!!!!!

Y no pude resistirlo, con mis dos manos agarré su precioso culo y la sujeté con todo mi pene completamente dentro.

  • Me corro María!!! uffffff Me corroooo!!!!

Y comencé a descargar con furia en su interior, un montón de chorros de semen inundaron la vagina de María, que tras sonreirme comenzó a besarme sensualmente.

  • Por favor, no me la saques hasta que lleguemos a casa, sentirme llena me encanta.

Y siguió besándome hasta que Andrea aparcó. Nos bajamos del coche y pude ver como las piernas de María dejaban ver ríos de flujo vaginal y semen que salían del interior de su vagina. Andrea estaba particularmente callada, hasta el punto de que María se extrañó.

  • Andrea cariño, estás muy callada, te encuentras bien mi amor?

  • Sí cariño, solo que estoy nerviosa, hoy es un día muy importante.

  • Relájate -dijo María sonriendo y dándole un beso- Víctor nos ha prometido meses de sexo, estoy segura de que si no es este mes será cualquiera de los siguientes, asi que estate tranquila.

  • Tienes razón, ven Víctor, que me voy a encargar de volver a ponerte a tono cariño

María se desnudó por completo y se tumbó en la cama, mientras Andrea me desnudaba y empezaba a besarme el pene y a metérselo lentamente en la boca. Podía ver que la forma de vestir y el escotazo le sentaban increíble, y verla agachada, con mi pene en su boca y el escotazo tan descomunal que gastaba... hizo que recuperase rápidamente la erección.

Andrea me dijo que María era superior a ella haciendo mamadas, pero hasta ese momento era todo lo contrario. María hacía muy buenas mamadas y también sabía hacer gargantas profundas, de hecho más de una vez y de dos había descargado todo mi semen en su boca, pero lo de Andrea era increíble, tenía una boca más grande y parecía más ágil, de hecho cuando parte de mi glande se alojaba en su garganta notaba menos presión, era capaz de relajar más la garganta que María.

La mamada que me estaba haciendo Andrea era tan descomunal que tuve que pararla:

  • Andrea cielo, detente

Pero Andrea hacía caso omiso, miré a María, pidiéndole que interviniera, pero estaba tan sorprendida como yo. Se lo repetí:

  • Andrea por dios, para, me voy a correr, no soporto este placer.

Y esta vez Andrea sí que se detuvo.

  • Perdonadme chicos, me he emocionado

  • Andrea cariño, si se hubiese corrido en tu boca hubiéramos perdido "una bala"

  • Lo se amor, perdóname

Andrea se acercó a María, la besó e inmediatamente después enterró la cara en su entrepierna. Pude ver de cerca como la lengua de Andrea jugaba hábilmente con el clitoris de María y como de vez en cuando su lengua pegaba un lametón descomunal a la entrada de su vagina.

  • AAAAHHHHH!!!! AAAHHHHHHHHHHHH!!!! ME CORROOOOOOO!!!!!

No daba crédito, ni un minuto había pasado y Andrea estaba recibiendo la corrida de María en su boca, haciendo que ésta cayese desplomada contra la cama. Andrea se levantó y se dirigió a mí guiñándome un ojo

  • Joder, todavía salía leche tuya Víctor, has debido de llenarla bien en el coche, ahora fóllatela y vuelve a llenarla mientras voy a preparar unas bebidas para que os recuperéis.

María se incorporó y me hizo ademán abriéndose de piernas. Se la enterré de un golpe y me tumbé sobre ella para besarla. No nos movíamos, solo nos besábamos inténsamente y María incrementaba más y más el ritmo de los besos, volvía a estar desbocada.

  • Fóllame cariño, lléname de nuevo de leche

Y comencé con un vaivén que iba aumentando en ritmo e intensidad, y justo cuando empecé a sentir ganas de correrme sentí las contracciones vaginales de María entre gemidos ahogados, se estaba corriendo de nuevo, asi que para prolongar su orgasmo comencé a embestirle con fuerza, mi pene salía y entraba por completo mientras los espasmos vaginales de María continuaban. Ella me miraba con los ojos como platos, gimiendo y chillando, hasta que no pude más y enterrándosela de golpe comencé a correrme.

  • Vic... Víctor!!! siento como te estás corriendo dentro de mí, te siento demasiado y estoy al borde, me corro otra vez!!!!! me corroooooooooo!!!! AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!!!!!!!!!!!!!!!

De nuevo contracciones vaginales brutales sobre mi pene mientras terminaba de eyacular en su interior. Ambos caímos rendidos. Saqué mi pene de su interior y pude ver como rios de semen y flujo vaginal salían de su vagina.

Andrea llegó con las bebidas que tomamos con avidez por la sed que teníamos, y me sorprendió ver bostezar a María.

  • Joder, estos polvazos me han dado un sueño terrible, chicos, si no os importa voy a echar una cabezada, me estoy quedando dormida. Andrea cariño, te importa que me duerma mientras llevas a Víctor a casa?

  • No cariño, yo me encargo, tú descansa, que mañana más y mejor.

Y pude ver como María caía rendida de manera inexplicable.

  • Oye Andrea, no te parece raro que María se haya quedado dormida? Vale, se ha corrido cuatro veces y los dos polvos han sido brutales, pero...

Y algo raro comencé a sentir yo en mi cuerpo, mi pulso se disparó y me noté muy agitado, mientras veía a mi pene sufrir una erección terrible sin motivo alguno.

  • Víctor cariño, necesito tu ayuda. A María le he dado un sedante que le dejará KO un par de horas y a ti te he dado un afrodisiaco suave cuyo efecto durará unos 30 minutos.

  • ¿Cómo? ¿Por qué?

  • Mientras conducía y veía en el retrovisor como follábais salvajemente me corrí, sí, me corrí sin tocarme, sin que nadie me hiciese nada. Estaba tan cachonda que me corrí sola, sin ayuda, de hecho mis gemidos, por suerte, se entremezclaron con los vuestros y no os disteis cuenta. Y mientras te hacía la mamada... me volvió a pasar, me corrí de nuevo y tuve que apagar mis gemidos prolongándola, menos mal que no te corriste tú también.

Yo alucinaba, pero Andrea prosiguió:

  • Tengo una calentura que no es normal, estoy demasiado cachonda y María con cuatro corridas y el cansancio de los polvos no va a poder ayudarme. Necesito que me folles Víctor, necesito que me calmes esto por favor. Perdóname por hacerte esto, de hecho si quieres, después de esto, no vuelvas a follarme nunca más, pero hazlo ahora por favor, te lo suplico.

Se arrodilló y se metió mi pene hasta la garganta, alojando mi glande por completo en ella, se la sacó y comenzó a desnudarse.

  • No te quites el sujetador por favor, me encanta la forma que le hace a tus enormes pechos.

  • Pídeme lo que quieras cariño

  • Y descuida, ya me cobraré esto que me has hecho, quedará entre tú y yo y te guardaré el secreto

  • Gracias cariño, te recompensaré con lo que tú quieras.

Me senté en una silla y Andrea se colocó sobre mí, cogió mi pene, colocó el glande en la entrada de su vagina y se lo enterró de golpe.

  • AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! SIIIIIIIIIIIIIIIIIII!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Y sentí como se corría, como llenaba de flujo vaginal mis piernas. Estaba claro que Andrea estaba demasiado cachonda como para correrse sola dos veces y luego otra vez nada más penetrarla. Cuando recobró el aliento continuó:

  • Cariño, cuando te vayas a correr avísame, se la metes a María y te corres dentro de ella.

  • ¿Estando dormida como un tronco?

  • En su coño hay flujo y leche para un buen rato, estará bien lubricada, podrás follártela y correrte sin problemas. No entiendo lo que me pasa hoy, pero necesito esto.

Y comenzó a besarme de una manera sensual, salvaje e indescriptible. El mejor beso que me habían dado nunca.

  • Prepárate Víctor, te voy a dejar seco

CONTINUARÁ...