El elegido II: El día antes del primer día fértil

Tras unos días de "fogueo" llegamos al día anterior al primer día fértil de María. A partir del día siguiente todo mi semen será propiedad de la vagina de María durante varios días, pero hay cosas importantes a tratar que no se hablaron el día del acuerdo.

Los días sucesivos al día del "acuerdo" fueron un poco "lights", por decirlo de alguna manera, María y Andrea reprimían sus ganas follando delante mía, comiéndose el coño la una a la otra y masturbándose salvajemente hasta que yo ya no podía soportarlo más, entonces me follaban entre las dos, con el lógico resultado de llegar al orgasmo super rápido debido a la tensión acumulada. Ya fuese en boca o vagina acababa descargando todo mi semen según pillase el momento. Incluso Andrea me hizo una espectacular cubana con sus enormes pechos y acabé llenándole la cara de semen, yéndome ese día para casa sin haberla metido en ningún agujero.

Yo no podía soportar esa situación, porque me ponían tan cachondo que la erección no se me bajaba y pasado apenas un minuto ya tenía ganas de nuevo. Andrea y María trataban de explicarme el porqué de esa situación:

  • Víctor cariño, estos días estamos procurando mantener tus ganas, no queremos cansarte, de nada sirve que estos días hagamos que te corras tres y cuatro veces, disfrutando los tres salvajemente, y cuando lleguen los días claves necesites un respiro. Eso acotaría las posibilidades de embarazo.

Y tenían razón, al menos en el sentido de mantener las ganas lo habían logrado. Incluso yo mismo reprimí las ganas de masturbarme en casa, entiendí que ser madres era demasiado importante para ellas.

El día antes de su primer día fértil fue especialmente frustrante, pero a la par interesante. Cuando llegué a su casa me encontré que llevaban ya un buen rato dándose placer, estaban desnudas, sudorosas y con sus vaginas chorreando. Me cogieron entre las dos, me hicieron dos mamadas salvajes y cuando penetré a Andrea me salí inmediatamente porque sentía que me iba a correr enseguida, eran expertas en dejarme al borde del orgasmo. María me sentó en una silla, se puso encima, frente a mí, incrustándose mi pene hasta el fondo y con dos movimientos de cadera consiguió que vaciase todo mi ser dentro de ella, mientras me aferraba a sus preciosos y generosos pechos con todas mis fuerzas.

Andrea cogió una silla y se sentó al lado. María se mantuvo en su sitio, con mi pene dentro de ella mientras rios de semen salían de su interior. Me beso de una manera super sensual y mirándome a los ojos habló por las dos:

  • Víctor, mañana es el primer día de los importantes, te queremos dar las gracias por darnos esta oportunidad y por estar aguantando estos días una tortura terrible. Vemos tu pantalón cada vez que te marchas de aquí y nos parte el alma.

  • ¿Y si no conseguimos el embarazo?

María agachó la cabeza, triste, y esta vez fue Andrea quien habló.

  • Cuando planeamos en un primer momento esta historia barajamos la posibilidad y pensamos en probar con otra persona, pero llegados a este punto ambas estamos de acuerdo en pedírtelo nuevamente a ti, no queremos que sea nadie más. O es contigo o con nadie. Nunca un hombre nos ha tratado tan bien y nos ha hecho disfrutar tanto, pero entenderíamos que te negaras.

Ambas me miraban con expresión de pena, esperando que yo les dijera algo. Lo cierto es que me hacían disfrutar de una forma que jamás imaginé y no veía motivo para no intentarlo.

  • Bueno... si os parece bien a las dos haremos lo siguiente, si María no se queda embaraza lo seguiremos intentando, esto no es una ciencia exacta, lo seguiremos probando mes a mes, y si al cuarto o al quinto no lo hemos conseguido empezamos a hacernos pruebas, a ver qué es lo que falla. Lo cierto es que el pensar en ser estéril... me da un miedo terrible. Si todo está bien pues hasta que demos en la diana, yo mientras esté soltero no tendré ningún inconveniente en continuar con esto. Me lo paso genial y disfruto que ni os hacéis una idea.

Las dos me miraban con lágrimas en los ojos, María movió su cadera hacia atrás sacando mi pene de su interior.

  • Te saco de dentro de mí porque si no te voy a follar hasta dejarte seco, estoy llorando de alegría al escuchar lo que has dicho, no te defraudaremos.

Y acto seguido me besó con una intensidad impresionante. El beso duró unos largos segundos y me catapultó al Nirvana, hasta tal punto que mi erección era terrible. Mi pene se había situado justo en la entrada de su vagina, y María acercaba poco a poco más sus caderas hacia a mí. Cuando mi glande ya se situaba en su interior y María comenzaba a introducirse mi pene de forma serie sentí como se retiraba, y vi que era realmente Andrea quien había levantado a María.

  • Perdóname cariño, luego te voy a comer el coño de tal forma que no vas a ser consciente ni de quién eres, pero quien le va a agradecer al chico su predisposición perpetua voy a ser yo, como los siguientes días voy a estar a pan y agua prácticamente, me lo voy a follar ahora mismo y le voy a dejar seco.

Andrea se sentó encima de mí y se penetró de golpe, soltando un gemido, me abrazó y me besó apasionadamente mientras comenzaba a mover sus caderas hacia adelante y hacia atrás. Se sacaba mi pene casi por completo y se lo  volvía a meter de forma violenta. Me hubiera corrido en un par de minutos si no fuese porque a un terrible placer le acompañaba también una terrible molestia. Andrea se la metía por completo, golpeando mis huevos con su culo violentamente y la punta de mi pene contra su cervix uterino.

Al principio ahogaba sus gemidos con nuestros besos, pero tuvo que separar nuestras bocas. Había perdido el control, Andrea imprimía un ritmo salvaje, estaba desbocada. Tan solo se detuvo momentaneamente dos veces en los que sentí su vagina convertirse en una fuente y en un terremoto, pero iniciaba el ritmo a gritos.

María se acercó a nosotros y con gesto preocupado incitó a Andrea  a detenerse:

  • Andrea cariño, tienes que parar, si no ya sabes lo que te va a pasar, y no solo eso, estás forzando la polla de Víctor demasiado, le puedes hacer daño.

Pero Andrea parecía no escuchar, aumentó el ritmo, estaba completamente loca, gritaba y gemía aumentando mi placer y mi molestia, que ya se convertía en dolor, a partes iguales.

  • AAHHHHHH!!!!!!! AHHHHHHH!!!! MA... MA... MARIAAAAA!!!!! ME ESTÁ VOLVIENDO A PASAR!!!! AHHHHHHH!!!! ME... ME.... ME VOY A CORRER!!!!!!!! DIOS DIOS DIOS DIOS DIOS!!!!!! AHHHHH!!!!! AHHHH!!!! AHHHHH!!!!

  • Victor cielo, pasa tus brazos por la espalda de Andrea y aguántalos fuertemente, o lo haces como te digo o Andrea será capaz de hacerte mucho daño!!!! se va a convertir en un terremoto capaz de partirte la polla!!!!!!!

En ese momento me acojoné, hice lo que María me dijo mientras ella pasaba un brazo por debajo de sus pechos y sujetaba con una mano la frente de la desencajada cara de Andrea. A continuación sentí como la vagina de Andrea aprisionaba fuertemente mi pene tras una envestida salvaje por su parte.

  • AAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHH!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Un chillido, tras el que Andrea puso los ojos en blanco. Su cuerpo convulsionaba fuertemente, como si estuviese poseida mientras su vagina aflojaba y aprisionaba mi pene con muchísima fuerza. En ese momento entendí lo que María quiso decirme, asi que me aferré a la espalda de Andrea con todas mis fuerzas.

Sentí que entre mis piernas estaba encharcado y vi como de la vagina de Andrea, en cada convulsión, expulsaba rios de flujo vaginal. Finalmente tras tres largos minutos que fueron eternos Andrea se desmayó.

Nos costó un triunfo levantarla y sacar mi dolorido pene de su interior, pero conseguimos tumbarla en la cama. María la miraba muy preocupada y triste.

  • En cuanto se despierte se va a sentir fatal. Este es el motivo por el que no usamos juguetes. El ginecólogo nos dijo que tenía la vagina demasiado sensible, y que con entrenamiento podría controlar estos orgamos salvajes, y al principio lo intentamos, pero son tan violentos que una vez partió un vibrador de plástico duro. Cuando tiene un orgasmo así tiene que estar cuatro o cinco días sin sexo porque se irrita mucho, pero cuando partió el vibrador estuvimos medio año sin poder tener sexo por el daño que se hizo...

A continuación se sentó y continuó con la historia.

-... aquello casi nos cuesta la relación debido a lo mal que lo llevaba. Sufría ansiedad cuando trataba de darme placer a mí, y cuando peor estábamos se sintió recuperada y aguantó que mi lengua y mis dedos volviesen a provocarla un orgasmo, aunque a menor nivel. Me parte el alma ver como es capaz de disfrutar y de sentir y que se tenga que conformar con orgasmos menores. ¿Sabes? Una vez conseguí que se corriese veinte veces seguidas, y todavía podía más, pero mis labios y mi lengua estaban demasiado irritados para continuar y mis manos me dolían, y tenía el estómago lleno de tanto tragarme sus orgasmos. En cambio, yo al séptimo orgasmo seguido me desmayé.

  • ¿Por ese motivo llegasteis a la conclusión de que era mejor tratar de embarazarte a ti?

  • Sí, corríamos el riesgo de que pasara esto. Minimizando las veces que follase contigo reducíamos el riesgo, por eso empezó a tomar la píldora y decidimos que fuese yo quien follase contigo muchas más veces. Pero las dos nos sorprendimos al ver como disfrutábamos los tres juntos, incluso ayer Andrea me confesó que estuvo un par de veces a punto de perder el control mientras te cabalgaba, y hoy con la emoción del momento se ha dejado llevar.

Una quebrada voz nos interrumpió.

  • María, Víctor, lo siento...

Y Andrea arrancó a llorar desconsoladamente. se había despertado y había sido consciente de lo que había pasado. Ambos la abrazamos y la tranquilizamos.

  • No te preocupes, por suerte me has dejado algo tocado pero no me has hecho mucho daño, gracias a María, de hecho, si ella no tiene inconveniente, en cuanto te encuentres mejor le voy a pedir que me viole.

Ambas rieron.

  • María, el chico se lo merece, déjale seco. Yo es la última vez que follaré con él, casi echo todo a perder.

  • ¿Qué te parece si cuando te recuperes y pasen los dias fértiles de María... ¿nos dedicamos a intentar que controles estos orgamos? Entre María y yo podemos sujetarte en otras posturas y evitar males mayores. Igual dejándote al borde de ese orgasmo tan terrible aprendes a controlarlo y a tenerlo siempre que quieras en condiciones de seguridad.

  • Oye, pues es una buena idea Andrea, no es lo mismo que si él te follase solo, entre los dos podemos sujetarte y forzarte a parar. No perderíamos nada por intentarlo.

María lloraba y me miraba con gesto de agradecimiento, esperando que Andrea accediese.

  • ¿De verdad haríais eso por mí?

  • Yo sí

  • Yo también -incidí-

  • A María se lo pienso agradecer toda la vida, pero ¿cómo puedo agradecértelo a ti Víctor? Joder, si me están dando ganas de pedirte matrimonio a ti también.

Los tres arrancamos a reir y no pude menos que abrazarla, besarla y añadir, para su tranquilidad, que ya me lo agradecía, tanto ella como María, haciéndome disfrutar como nunca.

  • Bueno cariño, tú descansa, que este señorito y yo vamos a follar, le voy a dejar los huevos secos y me va a dejar el coño desbordado de semen del orgasmo que le voy a dar.

María me beso apasionadamente y comenzamos a sobarnos. Mis manos se centraron en sus pechos, su culo y sus curvas mientras ella gemía con mis caricias. La tumbé en la cama y mientras mi boca daba buenca cuenta de sus preciosos y grandes pechos, dos de mis dedos follaban su vagina a toda velocidad.

  • Víctor, cariño, me corrooooo!!! ahhhhhhhhhhhhhh!!!!!

Y la penetré justo a tiempo para sentir convulsionar su vagina y empezar a bombear dentro de ella. Con eso conseguí prolongar su orgasmo.

  • aaaahhhhhh!!! aaahhhhhh!!!! pero qué.... pero qué me haces!!!! ahhhhhhhhhhhhhh dios, me estoy corriendo todavía!!!! ahhhhhhhhh!!!!

Continué follándomela en esa postura durante largo rato, mi pene entraba y salía de su interior a buen ritmo, provocándole un orgasmo tras otro. Entre gemidos María me advirtió que no aguantaría mucho más.

  • Vic... Victor!! me he corrido seis veces seguidas, tienes que correrte ya cielo, no puedo más, aaaahhhhh!!! como me corra otra vez me voy a desmayar!!! aaaahhhhhhhhhh!!! córrete por favor!!!!

La tremenda follada de Andrea me había dejado el pene con cierta insensibilidad y no era capaz de correrme, asi que ocurrió lo inevitable. María alcanzó un nuevo orgasmo y comenzó a convulsionar y a poner los ojos en blanco. Finalmente se desmayó y tuve que parar porque me estaba follando un peso muerto. Completamente encharcado, porque de su vagina brotaban rios de flujo.

  • Déjale descansar, al final voy a tener que terminar yo lo que empecé jajajaja, te he debido de dejar bastante tocado, porque lleváis hora y cuarto follando sin parar. Ven aquí, que te voy a recompensar a base de bien.

Andrea se incorporó con dificultad y comenzó a hacerme una mamada espectacular. Mi glande se alojaba una y otra vez en su garganta, haciéndome sentir un placer indescriptible. Sentí que me iba a correr cuando me di cuenta de que María había despertado y estaba sentada en la cama, con una sonrisa en la cara.

  • An... Andrea, me voy a correr!!! estoy a punto!!!

  • Métesela a María y córrete dentro

Y así lo hice, penetré a María y comencé a embestirla con violencia, ella comenzó a gemir inmediatamente pero no le di tiempo a disfrutar mucho más. Le penetré hasta el fondo de golpe y comencé a correrme.

  • Así me gusta, lléname de leche

El orgasmo era tan intenso que los chorros de semen salían con dificultad y con mucha presión, tras el tercero se me nubló la vista y perdí el conocimiento.

Al despertar seguía sobre María, con mi pene, ya flácido, en su interior, y ambas me estaban acariciando. Andrea sonrió:

  • Solo faltabas tú por desmayarte jajajaja, estabas inconsciente y tu polla no dejaba de convulsionar dentro de María, creemos que has echado el semen de dos corridas, porque la has llenado por completo y lo que salía de su coño eran cantidades industriales. he tenido que usar bien mi lengua para limpiaros y beberme lo que sobraba.

Y así, descansamos juntos, abrazados y hablando del primer día importante y de cómo María iba a recibir ingentes cantidades de semen en el interior de su vagina. Mucha más cantidad de la que acababa de derramar dentro de ella.