El electricista se porto muy bien (5)

Tal como habíamos quedado, hugo citó a Nico, el vigilante , a su casa y me avisó a que hora podía aparecer yo. No pudo resultar mejor.

EL ELECTRICISTA SE PORTÓ MUY BIEN (5)

Estaba viajando en el tren de vuelta a casa el sábado por la tarde y recibo un llamado en mi celular. Era Hugo, el corazón me latió con fuerza. Hacía más de 10 días que no sabía nada de él y ni habíamos hablado.

Me dice: "Oscar, el martes viene Nico, el vigilante que te pidió me recomendaras, Me va a comentar sobre lo que necesita en su casa, asi que te aviso por si querés venir, y tomamos una cerveza, como habíamos quedado." Yo le contesté que haría todo lo posible para ir. Ahí se terminó el diálogo y cortamos.

Yo conté las horas que faltaban para verlo. Me excité como loco. Y me ratonee con la idea de ver a Hugo y a Nico juntos en bola., en fín. Mi cabeza iba a mil por horas.

Este martes pasado, es decir hace tres días nada más. Me fui a la casa de Hugo a la hora indicada.

Toco el timbre, y Hugo me atiende y me hace pasar. Nico, no sabía nada de este encuentro y sonrió sorprendido. Él sabía que entre Hugo y yo pasaba algo y se sintió un poco molesto.

Hugo con su cálida sonrisa, de siempre, me hizo pasar al living y trajo cervezas para todos. Nico dijo te acepto, porque hace mucho calor, pero enseguida me voy, me miró y agregó "no quiero molestar"

Otra vez intervino Hugo diciendo "Por favor, vos no molestás, además todavía no acordamos nada respecto al trabajo que necesitás"

Así se distendió un poco Nico, nos sentamos y la conversación tomó distintos rumbos. No sé cómo llegamos al tema sexo. Creo que fue porque Hugo mencionó que está separado y que anda cogiendo poco últimamente. Nico reía mucho.

Hugo que estaba vestido de bermudas, nos dijo a ambos "Porqué no se ponen cómodos, hace mucho calor acá. Si no les molesta yo me voy a sacar la camisa". Y así lo hizo, mostrando sus privilegiados pectorales.

Yo me saqué los zapatos y también me desabroché la camisa. Y lo miré a Nico, le guiñé un ojo indicándole que haga lo mismo. El entendió y quedó igual que yo. Quedó solo con un pantalón negro, muy ajustado, que marcaba sus piernas y sobre todo su culito bien paradito.

Ahí Hugo elogió su cuerpo, preguntándole si hacía mucha gimnasia. Nico dijo que era profesor de gimnasia, pero que solo hacía personal trainer porque aún no tenía la matrícula para hacer otra cosa.

Yo me atreví un poco más y le dije, que dejara ver sus piernas. Nico ya estaba con dos cervesas en su haber y por lo tanto mucho más alegre.

Cuando se bajó el pantalón, yo me acerqué a su lado y le toqué las piernas, duras. Y de pasole ayudé a sacarse todo el pantalón. Lo miré a Hugo y lo vi acariciándose la pija que estaba muy erecta.

Nico quedó para frente a mí y yo me agaché frente a él y puse mi boca en su sexo sobre el boxer. Él me tocó la cabeza y suspiró. Le bajé el boxer y metí su pija en mi boca. Hugo se acercó, acariciaba mi cabeza. Y empezó a franelear a Nico. Le besaba el cuello, Lo abrazó por la espalda, y le besaba el cuello, la espalda y fue bajando hasta el culo de Nico.

Yo seguía disfrutando de esa preciosa poronga y esas bolas negras y con muy poco pelo. Y Hugo metía la lengua en el culo de Nico.

Yo me saqué toda mi ropa, y Hugo se adueñó de mi culo, con su lengua me acariciaba mi agujerito que pedía algo más y más. Mientras seguía chupando la pija de Nico.

Nico estaba ahora acostado en la alfombra. Yo le mamaba la pija y le ofrecía el culo a Hugo, que metía la lengua, todo lo que podía y después reemplazó la lengua por los dedos. Y finalmente sentí su poronga hundirse en mi orto. Mi sueño se estaba realizando. Hugo clavándome con ganas y la pija de Nico llenándome la boca. Yo levantaba el culo para que entrara más. Hugo besaba mi cuello y en momentos su boca llegaba hasta la mía pasaba su lengua por la pija de nico.

Antes de acabar, Hugo me la sacó del culo y me hizo señas para que me siente en la pija de Nico. Obedecí y quedé cabalgando a Nico, ¡Qué Placer! La cara de Nico era para filmarla. Cerraba los ojos y bombeaba. Hugo se paró delante de mí y me ofreció su pija para que se la chupe. El movimiento de Nico casi me impedía chupar tranquilo y Hugo empezó a pajearse. Eso parece que calentó más a Nico que veía todo desde abajo y empezó a gemir y dar signos evidentes de un bruto orgasmo. Sus embestidas fueron más fuertes. Me apretaba las nalgas y empezó a tirar leche, dentro de mi culo y Hugo me metió la pija en la boca y acabó llenándome la boca.

Yo quedé muy cansado y ellos también, todos nos tendimos Hugo y yo a ambos lados de Nico. Yo le saqué el forro a Nico y limpié los restos de leche con la lengua.

Hugo nos ofreció otra cerveza y aceptamos. El momento lo merecía. Después nos dijo si queríamos bañarnos. Y nos fuimos a la bañera los tres. Nos turnábamos con Hugo para enjabonar a Nico. El permitía que hagamos todo lo que quisiéramos. Yo me coloqué de rodillas y les lavé la pija a los dos. Ambas pijas estaban flácidas y me las metí de a una en la boca.

Hugo tomó la iniciativa y orinó en mi cara, y un poco en mi boca y Nico abrió los ojos sorprendido, y como vió que yo seguía jugando con su pija y la dejaba quieta apoyada en la lengua, empezó a orinar también. Entre los dos tenías más de dos litros por todas las cervezas que habíamos tomado y la meada de Nico corrió por todo mi cuerpo. Tomé su pija como una manguera y recorría con su chorro por mi cara pasando por la boca y se detenía en la cabeza.

Cuando ternimó de orinar me metía la pija de Nico que se le había empezado a para de nuevo y le di otra mamada mientras yo me pajeaba. Mis testícuos estaban que estallaban porque yo era el único que no había acabado.

Nico se estusiamó con esta mamada, Hugo le pasaba la lengua por las tetillas, y besaba el cuello. Hasta que Nico buscó la boca de Hugo y lo besó apasionadamente. La pija de Nico creció de pronto en mi boca y explotó fuertes chorros de leche y yo logré acabar pajeándome.

El agua de la ducha volvió a caer sobre nuestros cuerpos, y nos higienizamos.

Nos fuimos los tres desnudos al living. Nos besamos nuevamente.

Yo tuve que vestirme porque tenía que llegar a casa a determinada hora. Así que les pedí que me disculpen y me retiré. Yo sé que Nico no tenía que trabajar ese día, pero no sé qué pasó después.

Lo cierto es que me fui muuuyy satisfecho. Mi culo se tranquilizó por ahora. Me parece que siento las pijas ahí adentro todavía. Una atrás y la otra en la boca.

Ahora espero que Hugo me llame para ver qué pasó y como vamos a reencontrarnos otra vez.

Ya les contaré como sigue esto.

Cualquier comentario que deseen hacer háganlo a mi mail,

danielgrimau@yahoo.com.ar