El e-mail que cambio mi vida (3)
Tercera parte de la saga. Antes es recomendable leer los dos anteriores relatos que tienen el mismo título. El e-mail que cambio mi vida. El e-mail que cambio mi vida (2)
El e-mail que cambio mi vida (3)
Os sigo relatando las aventuras sexuales que tuvieron lugar después de la escenita de los consoladores en la oficina.
Todo ese fin de semana estuve dándole vueltas a la cabeza pensando en como podía poner a prueba de nuevo a Susana. Tras lo que me demostró este viernes pasado tenía que buscar algo que fuera un poco más excitante y atrevido.
El fin de semana llegaba a su fin y todavía no se me había ocurrido nada, ahí me encontraba yo tirado en el sillón con una copa de ron y meneándome la polla pensando en todo lo vivido anteriormente con Susana, cuando de pronto me vino a la cabeza otra compañera de trabajo.
Su nombre es Debla y ya llevaba un tiempo trabajando en la oficina, en cuanto a su aspecto tengo que decir que no es muy alta, pelo castaño tirando a negro, ojos negros muy sensuales, pechos en su justa medida y un buen culo. No se puede comparar en cuanto a belleza y figura con Susana, pero tiene un algo especial que la hace bastante deseable, despierta en mí bastante morbo y lujuria.
Total que empecé a pensar como podía unir la vida de ambas mujeres y hacerlas participes de mis perversiones, por lo que pensando y pensando se me ocurrió que podía tratar de convencer a Susana para que se lo montara con Debla en la oficina. Se trataba de una idea muy arriesgada y muy difícil de llevarla a cabo, ya que no se si Susana iba a aceptar y en caso de que así fuera tendría que ingeniárselas para poder tirarse a Debla que por lo que yo sé llevaba una vida bastante feliz al lado de su novio.
Conforme el domingo iba llegando a su fin, me fui convenciendo más de la idea, la cual ya empezaba a tomar forma en mi cabeza. Estaba decidido, mañana lunes se lo contaría a Susana en la oficina.
Llego el lunes por fin, todo el mundo trabajaba en la oficina en sus quehaceres diarios, cuando me dispuse a enviar a Susana el mensaje que acababa de redactar, el cual decía lo siguiente:
Hola, Susana.
Todavía no salgo de mi asombro por lo que sucedió el viernes pasado, tengo que reconocer que no esperaba que fueras una mujer tan lanzada y caliente. Pero con esto que te voy a proponer te voy a poner a prueba aún más.
Tienes que seducir a Debla, la chica que trabaja en nuestra oficina, convenciéndola para que quiera follar contigo.
Podrás hacerlo de la manera que tu estimes más oportuna, pero eso sí, deberá ser en el viejo despacho de nuestra oficina, el cual no usa nadie. En él habrá una videocámara para recoger con pelos y señales vuestro encuentro.
La videocámara va a estar en la estantería, camuflada con los archivos, desde allí hay una panorámica perfecta de todo el despacho. Te encargarás de encenderla antes de vuestro numerito y cuando acabes debes coger la tarjeta de memoria y dejármela en el primer cajón de mi escritorio. Tienes un margen prudencial de tiempo para conseguirlo.
Veremos a ver hasta donde eres capaz de llegar.
Un beso y suerte.
Pedro.
Ya estaba hecho, ahora solo faltaba esperar y colocar la cámara en el despacho, lo cual iba hacer esta tarde cuando todo el mundo se fuera, pero aún quedaba mañana y quería ver la reacción que iba a tener Susana. Pero un rato después de haber mandado el mensaje Susana estaba como si nada, la veía trabajar en su mesa sin la menor reacción, lo que me produjo una enorme decepción. La mañana iba pasando y no había ninguna mirada pícara por su parte, ni ningún detalle que hiciera pensar que había leído el mensaje.
El día toco a su fin y todo el mundo fue abandonando la oficina, cuando me asegure que estaba solo saque la videocámara de mi maletín y me fui a colocarla en el lugar que le había indicado a Susana. No me llevo nada más que cinco minutos por lo que sin perder más tiempo abandone la oficina.
Al día siguiente no hacía nada mas que buscar con la mirada a Susana, pero ella actuaba como si nada, por fuerza ella tenía que haber leído ya el mensaje pero su actitud demostraba lo contrario. Yo la verdad que estaba un poco decepcionado y empecé a pensar que a lo mejor me había pasado.
Esperaba la llegada de algún mensaje suyo en mi ordenador, pero nada. Sabía que la contestación de Susana vendría vía e-mail, ya que la única herramienta de comunicación en nuestro particular jueguecito era el correo electrónico. Cuando hablábamos cara a cara nos comportábamos como dos personas diferentes ya estuviéramos solos o acompañados. Así era nuestra particular relación.
De esta manera iban pasando los días, y yo cada vez estaba más convencido de que esta vez mi idea se iba a ir la traste, y no estaba seguro de si se iría también con ella la especial relación que había mantenido hasta entonces con Susana. Ya que no recibía ningún e-mail de ella y tampoco veía que hubiera intentado acercarse a Debla.
Pero fue el viernes por la tarde, cuando todo cambio, faltaba una hora para salir de la oficina cuando llego a mi pc un e-mail procedente de Susana, el cual decía de forma muy escueta:
Hola, Pedro.
En el cajón tienes la tarjeta, verás que viene acompañada de un par de regalos.
Espero que te diviertas este fin de semana.
Saludos.
Susana.
Al abrir el cajón un olor embargo mis sentidos, era el inconfundible olor a hembra en celo, y la razón de ello, eran un par de braguitas que envolvían de forma cuidadosa la tarjeta. Un poco nervioso y con cuidado para que no me viera nadie lo guarde en mi maletín.
Ahora si podía ver desde mi sitio a Susana mirarme y sonreírme de forma picarona; y a mí ya los minutos que faltaban para salir se me empezaban a hacer eternos. Por fin llegó la hora de salir, cogí mi maletín y salí disparado para mi piso, no podía esperar ni un minuto más para ver el contenido de la grabación. Conforme llegue la puse y me tire al sillón con las dos braguitas en las manos.
Nada más empezar la reproducción se ve la cara de Susana que acababa de encender la videocámara, luego se baja de la silla que había utilizado para llegar a la estantería y sale del despacho. La vista del despacho es perfecta. Al poco rato se oyen ruidos de tacones y unas voces femeninas, son Susana y Debla que entran en el despacho. Debla viste de una forma normal, pero Susana viste de una forma muy provocativa, se nota que va preparada para la ocasión. Las dos siguen hablando al mismo tiempo que Debla enciende el ordenador de la oficina.
El audio era bueno, por lo que podía oír la conversación que mantenían, Susana le estaba dando las gracias por explicarle como funcionaba el paquete de Ofimática fuera del horario de trabajo, a la misma vez que decía que era muy torpe para manejar dichos programas y que le vendría muy bien su ayuda.
En los siguientes minutos se ve a Debla empezar a explicarle los programas, a la misma vez que mantienen una conversación intrascendente. Por lo que decido empezar a pasar la imagen de forma rápida parando en algunos momentos para oír sobre que hablaban.
En una de las veces que pare, la conversación se había vuelto más interesante, estaban hablando de sexo y no precisamente de hombres. Susana hablaba de una vez que había tenido sexo con una amiga suya y Debla la escuchaba con mucha atención.
Esto se estaba poniendo interesante, debla se muestra muy atenta e intrigada a las explicaciones de Susana, llegando en un momento a insinuar que le gustaría sentir algo así, cosa que aprovecho Susana para acercarse a ella y darle un beso en la boca.
Debla tímidamente corresponde a ese beso, desatándose la pasión entre ellas, que ya se comen la boca sin ninguna consideración. Susana empieza a besar el cuello de Debla a la misma vez que le quita su jersey y su sujetador, apareciendo unas tetas de lo más apetecibles. Susana pasa a lamer sus pezones erectos mientras le quita los pantalones y las bragas. Debla esta completamente desnuda y abierta de piernas en la mesa, lo cual aprovecha Susana para arrodillarse y lamer de forma golosa el conejito. Lo hace de manera espectacular ya que introduce por completo la lengua en el coño a la misma vez que la mira fijamente a los ojos.
Yo por mi parte ya he liberado mi polla e inició una pequeñas caricias sobre ella con mi mano, me están poniendo cardiaco estas dos tías.
Debla esta encima de la mesa con una sonrisa dibujada en los labios recibiendo gustosamente los lengüetazos de Susana que no se cansa de lamer el coño de esta.
De pronto Susana para, se pone de pie y empieza a desprenderse de su chaqueta y de su falda quedando en un estupendo picardías negro, como ya dije venía preparada para la acción. Acto seguido empieza a contonearse como una gatita en celo a la vez que de un tirón arranca su sujetador quedando sus dos pechos desafiantes a la ley de gravedad. La verdad es que los pechos de Susana son para hacerle un monumento. Sigue con su bailecito deslizando por sus piernas tersas y firmes sus finas braguitas quedando a la vista su bien arregladito coño.
Yo en ese momento estoy ya con unas bragas rodeando mi polla, a la vez que me hago una soberana paja, ya que Susana ha sacado de su bolso un pollón de plástico con un arnés para atárselo a la cintura. Esto es mejor de lo que yo había imaginado, Debla esta hincada de rodillas chupando la polla de plástico que tiene puesta Susana, es un escena de puro morbo.
Al poco tiempo Debla se tumba en la mesa con las piernas bien abiertas y Susana empieza a bombearla sin compasión, las embestidas son terribles y están dejando a Debla sin aliento. Yo en el sillón de mi casa no doy crédito a lo que estoy viendo, y sigo con mi paja a un buen ritmo.
Después de unos minutos así, Debla alcanza un orgasmo muy fuerte que casi la hace caerse de la mesa, como puede se pone de pie y se coloca la polla de plástico que se ha quitado Susana, y empieza a lamer más torpemente el coño de Susana. Los gemidos retumban en todo el despacho, ambas mujeres están descontroladas por completo.
Susana le pide que se la folle y Debla como buena amiga dirige la polla a la entrada del coño y la penetra sin compasión con un rítmico mete-saca.
Yo por mi parte estoy a punto de correrme, ya que lo que estoy viendo no tiene palabras, pero haciendo un último esfuerzo intento aguantar ya que veo que Susana se pone con el culo en pompa y le pide a Debla que se la meta por el culo.
Debla un poco sorprendida pero llevada por el deseo y el placer apoya la punta del pene en el ano y empieza a presionar lentamente. Debido a los flujos de la vagina de Susana el pene esta bien lubricado y empieza a entrar sin mucha resistencia. Al poco rato se lo introduce hasta la empuñadura provocando un rítmico sonido al chocar con las nalgas de Susana. Ésta pasa de los gemidos a los gritos llegando a un orgasmo que le provocan unas convulsiones tremendas.
Al mismo tiempo yo me pego una corrida tremenda que empieza a salpicar por todos lados de la habitación y que me hace cerrar los ojos y tensionarme de arriba abajo. Cuando me recupero un poco y abro los ojos las dos están abrazadas y besándose muy tiernamente, para ellas también han sido unos orgasmos fantásticos.
Durante los siguientes minutos del video empiezan a vestirse y a recoger un poco todo, pero me fijo en que ambas no se ponen sus braguitas, sino que son guardadas por Susana en su bolso. Luego sale Debla en primer lugar del despacho lo que aprovecha Susana para apagar la videocámara no sin antes lanzar un beso a la misma.
El video finaliza y yo que me encuentro destrozado en el sillón, me quedo recostado pensando en la estupenda experiencia que me ha brindado Susana y con estos pensamientos me quedo durmiendo como un niño chico.
En siguientes relatos os contaré lo que paso después con Susana y con nuestra nueva amiga.
Saludos.
Pedro.