El Dragon Negro (Capitulo: 5) En el parque
Jenny e Gabriel, entran en el parque para dar un paseo romántico, poco a poco se van metiendo en la oscuridad y poco a poco Jenny va adentrándose en el oscuro corazón de Gabriel, ¿será demasiado para ella o lo soportara?, en cualquier caso: lo echo, echo esta.
Capitulo: *5
La
noche
en
el
parque*
Al poco llegamos al parque con las manos entrelazadas como una buena pareja, por un momento parecía que Sofía no existía y que solo estábamos ella y yo, Jenny y yo.
Yo pensé que esto sería bueno, porque haría olvidar lo difícil de convivir una pareja de tres personas, aunque me estaba empezando a enamorar de Jenny, yo obviamente no había olvidado a Sofía, pero creo que Jenny si, aunque fuera solo unos minutos, ella quería pensar solo en ella y en mi.
Yo fui andando con Jenny, buscando ambos un sitio donde estar a solas según ella y donde jugar según yo, por primera vez en toda la tarde iba callada, supuse que iría pensando en todo lo que paso hoy y todo eso.
Yo buscaba encontrar un sitio bien cubierto, en la zona más oscura del parque, pero claro eso lo buscaban todas las parejas que tenían un calentón, así que sería difícil de encontrar alguno, mientras buscábamos Jenny rompió su silencio que empezaba a preocuparme en gran medida, porque llevaba cerca de 20 minutos callada y eso no era muy normal.
Jenny : Oye, ¿Por qué nos metemos en una zona tan oscura?
Yo sonreí por toda respuesta, estaba cagada de miedo, apretó su mano más a la mía y eso se le notaba, este juego si lo soportaba la metería definitivamente en mi corazón o eso creía yo en este momento.
Gabriel : ¿tienes miedo?, no te veía yo tan cobardica, ¿eh?
Jenny : no es eso. . . pensé que íbamos a estrenar tu cama con Sofía, ¿Qué Hacemos aquí, solos?
Intento hacerme creer que no tenía miedo, tan solo celos, pero yo no me creí que estuviera celosa en lo más mínimo, solo tenía miedo y quería irse de aquí. Yo suspire y le lance una sonrisa, con la cual provoque que ella me devolviera la sonrisa bastante insegura.
Gabriel : He pensado. . . que en cada cita, lo hare al menos una vez, con la chica a solas y luego con las dos, ¿qué pasa no confías en mi?
Jenny : me gusta tu idea nene, no es que no confié en ti, me da miedo que nos atraquen o nos violen o algo.
Gabriel : jajajaja, me infravaloras, yo no soy “el dragón negro”, pero. . . yo también se defenderme, anda tonta no temas.
Al cruzar una frontera invisible empezaron a sonar gemidos por todo el alrededor, entre los arbustos, los arboles, la oscuridad, acabábamos de dejar atrás la luz “protectora” y entrabamos en el mundo de tinieblas en el mundo del Dragón Negro. Jenny se me abrazo de repente temblando un poquito, pero sin apretarse tanto como antes, para terminar diciéndome esto:
Jenny : a tu lado no temo nada.
Esa frase me hizo sentirme bien como novio, pero como Dragón Negro pensé: ya te enseñare yo a temer a la oscuridad, jajajaja jajajaja (risa malvada). No pude evitar esbozar una sonrisa, que no paso desapercibida para Jenny, no sé qué pensó, pero se abrazo más a mí, seguro que pensó que sonreía por su abrazo o por sus palabras.
Gabriel : Te quiero y pase lo que pase estaré a tu lado.
Jenny : yo también y nunca me separare de ti.
Gabriel : no prometas cosas que no sabes si puedes cumplirlas. . .
Jenny : te lo prometo, es algo que seguro cumpliré.
Me gire hacia ella, quedando frente a ella, ella cogiéndome por las hombros y yo cogiéndola de la cintura, ambos nos acercamos y cerrando los ojos ambos, empezamos a liarnos ahí en medio, tras un rato, me separe quedando agarrándola de la cintura y ella agarrada a mi cintura también, le dije:
Gabriel : ¿Seguimos?
Ella asintió por toda respuesta estaba empezando a disfrutar de ella y ella parecía acostumbrarse a mí, pero tenía un nudo en el estomago por el miedo de que a ella no le gustara jugar como íbamos a jugar luego y me daba miedo perderla.
Gabriel : ¿me prometes que pase lo que pase no te perderé?
Jenny : ¿y eso?
Gabriel : estoy empezando a enamorarme de ti y no quiero perderte.
Jenny : ¿y porque me ibas a perder? (dijo coqueta)
Mire para otro lado incapaz de decirle nada y entonces ella se me puso delante sin soltarme y provocando que la mirara a los ojos, ella me sonrió al cruzar nuestras miradas, yo me quede quieto, parado, mirándola y me dijo:
Jenny : Nene. . .
Gabriel : Dime
Jenny : Te lo prometo, pase lo que pase.
Gabriel : Pase lo que pase. . .
Volvimos a besarnos, como si selláramos un trato, yo me sentí un poco mejor, pero claro, sabia, era consciente que ella no era consciente de lo que iba a pasar y que su promesa no contaría con eso. Tras esto, seguimos andando bastante acaramelados y agarrados, hasta que yo encontré un sitio, rodeado de arbustos de tamaño medio y arboles bastante grandes, de la cual una pareja acababa de salir, cruzándose en nuestro camino oliendo bastante a sexo.
Yo gire hacia ese lugar, le abrí camino dulcemente a Jenny, gesto que ella agradeció con un pico y una mirada tierna y justo al entrar, se tumbo en el suelo mostrándome sus hermosas piernas y su mirada anhelante, pero era demasiado rápido para mi gusto, yo tenía otros planes, un novio normal se la follaria en esa misma posición en este mismo instante, pero yo no era un novio normal.
Mientras la dejaba ahí tirada, dejándole la cara a cuadros, me quede justo en el medio del cerco de arboles que nos tapaba, con los brazos abiertos, haciéndole un gesto de que se me abrazara, mientras se levanto algo molesta, me fije en la ropa que llevaba, que hasta ahora no me había sido importante.
Llevaba una camisa rosa fucsia, que se aguantaba en un hombro y el otro lo dejaba abierto, quizás sin sujetador, porque se le marcaban los pezones y no se veía tirante por lado alguno, el peinado el pelo suelto ondulado, la minifalda rosita de vuelo y llevaba unos tenis blancos con tribales rosas, muy chulos pero muy propios de su estilo, al ponerse antes tirada con las piernas abiertas y subidas hacia mí, me fije que llevaba un tanguita enano rosa fucsia ya mojado, que eso al verlo no pudo evitar ponerme y en ese momento llego ella a mis brazos, que al abrazarme y empezar a besarme tuvo que notar en su vientre por cojones, mi abundante erección.
Yo la cogí por las nalgas del culo, por debajo de la falda que con el tanga no estaban tapadas, mientras seguía con los besos, ella gimió levemente al acariciarla y rodeo con sus brazos mi cuello para hacer nuestro beso más pasional.
En ese momento fingí haber oído un ruido y le susurre en el oído:
Gabriel : He oído algo, voy a ver que es.
Jenny : no tardes mucho. . .
Me dio un pico y Salí del cerco, escondido, observándola espere 5 minutos, lo que hizo que ella se impacientara, sin hacer ruido, empecé a hacer movimientos de ramas, movimientos de arbustos a su alrededor, cosa que termino por inquietarla, hice ruido de pisadas dando vueltas alrededor y evitando que me viera, lo que termino de cagarla.
Jenny : ¿Gabri?. . . ¿Gabriel?, ¿eres tú?
Se acerco durante unos segundos a ver, por donde yo había salido y entre en total silencio por detrás, con un movimiento rápido le tape la boca y con mi camisa, con una sola mano le hice una venda improvisada y se la anude, mientras ella intento gritar, y patalear, yo la tire al suelo metiéndome entre sus piernas y tapándole la boca le sujete con los codos los brazos para que no pudiera arañarme, empecé a morderle salvajemente las tetas, intentando no hacerle demasiado daño, a lo que ella respondió revolviéndose todo lo que podía y se le escapo algún gemido ahogado y algún arañazo me dio en los brazos, quiera que no, yo seguía siendo yo y era muy bueno violando, con o sin material.
Empecé a darle puntazos, ella movía la cintura para evitarlo pero siempre le daba o le medio daba en el chocho y era suficiente para excitarla cada vez, mas y mas, lo note porque cada vez se mojaba mas y porque sus gemidos ahogados se hacían más constantes, yo con una mano le rompí la camisa, lo que provoco que se revolviera aun mas, por fin vi que no llevaba sujetador y cubriéndome mientras me arañaba débilmente los brazos y intentaba quitarme de encima suyo, empecé a comerle la teta en primer lugar y en segundo lugar los pezones, que en ese mismo instante note como se endurecían sus pezones y intentaba morderme la mano con escaso éxito, todo esto sin haber parado de darle puntazos que ella intentaba esquivar cada vez con menos fuerza y con menos atención a esquivar los puntazos, dado que intentaba arañarme, morderme y patalear, mientras empezaba levemente a gemir por continuo.
En ese momento, paro a respirar, mientras yo continuaba y sus gemidos iban aumentando, en ese momento intento decirme algo, le quite la mano tapándole la boca, para agarrar sus manos por las muñecas y ella me dijo sin dejar de jadear y intentando ahogar los gemidos que le surgían dado el gusto que yo le estaba provocando me dijo:
Jenny : Mi novio va a volver y entonces te va a matar.
Intente besarla mientras mis puntazos se hicieron más profundos al subir yo mas para arriba, el primer pico conseguí dárselo y le comí la boca, al comerle la boca puso una cara rara, supuse que estaba empezando a pensar que era yo, para evitar que lo pensara mas, me baje la cremallera, lo que a ella la asusto y me mordió la lengua, pero antes de que apretara le tire un pellizco en la teta rápido y la otra teta se la apreté fuertemente haciéndola abrir la boca para quejarse de dolor.
Jenny : no por favor, no me hagas daño.
A la vez que me jalo del pelo para intentar quitarme de encima, a lo que yo conteste dándole un buen guantazo, lo que hizo que me soltara para quejarse y acto seguido me saque la polla del bóxer, mientras seguía jugando con sus tetas y con su pezón, le aguante la manos y empezó a gemir de nuevo, hizo el amago de gritar porque cogió mucho aire y en ese momento le tape la boca aguantándole con el codo la otra mano y acto seguido re comencé a darle puntazos con la polla sobre su minúsculo tanga, ya empapado, haciendo que recuperara el ritmo de gemidos de antes o incluso alguno más.
Empecé a meterle la cabeza de la polla, con alguna dificultad porque ella apretaba el coño, pero estaba tan mojada que termino entrando, al hacerlo ella se volvió a revolver intento arañarme, patalear, cerrar las piernas para aguantarme, note lagrimas mojar mi camisa que tapaba sus ojos, gimió y protesto a su vez, se la volvía a sacar, se la volvía a meter, lo que provoco que poco a poco no apretara el coño, entonces apreté y le metí media polla, entonces ella mientras respiraba agitada, apretó de nuevo el coño, pero ya no pataleaba, no intentaba arañarme ni morderme, ni apretaba las piernas, estaba reventada y yo lo sabía, toda su resistencia era ya por voluntad o amor, no por sus propias energías.
Igualmente seguí jugando hasta mermar su resistencia, por un momento se me ocurrió, soltarla con lo cansada que estaba, no tendría fuerzas para defenderse mucho mas, ella suspirando, jadeando, gimiendo con mi vaivén, de fuera entera para dentro a medias, entonces empezó a acariciarme, las heridas en los brazos que ella misma me había hecho, empezó a besarme el pelo, a acariciarme la espalda con sus piernas, yo sabía que algo planeaba quizás intentaba recuperarse o hacer un trato conmigo a cambio de tratarme bien, ya que no podía conmigo y de repente dejo de apretar el chocho, lo que me dejo metérsela entera en un solo vaivén.
Entonces ella, dio un gran gemido, y yo empecé a follarmela ella con sus brazos intento que subiera la cabeza para besarla, pero yo ya no me fiaba, no había perdido la lengua de milagro, así que no me deje, le toque las tetas, le bese el cuello y empecé a follarmela mientras ella entre gemidos comenzó con su plan.
Jenny : oye, violador desconocido, comprendo que no quieras hablar, ¿por qué de algo te conozco no?, así que vamos a hacer un idioma en el que nos podamos entender. . .
Pensó un instante mientras abría las piernas mas, me acariciaba la cara, me acariciaba el pecho los hombros y entonces me dijo:
Jenny : una chupada a mi pezón significa que si y un mordisco a mi pezón significa que no, ¿vale?
Siguiéndole su juego de chica violada, le chupe el pezón. Recuperando luego mi posición y viendo que no tardaría mucho más en correrme y que sus gemidos se hacían cada vez más rápidos.
Jenny : ¿Me conoces?
Le chupe el pezón
Jenny : ¿Eres amigo de mi novio?
Le chupe el pezón
Jenny : Puto tabernero pirataaAaAaAa!!
Mientras tenía su orgasmo me obligo a besarla y me siguió, ahogando su propio grito y haciendo que se la metiera mas hondo con ese gesto casi me corro, se me escapo un gemido pero con una voz rara, lo que evito que me reconociera y en ese momento me dijo:
Jenny : por favor, no te corras dentro vale, a cambio hare lo que tú quieras, quiero que mi hijo sea de mi novio por favor, ¿vale?
Le mordí el pezón y en ese momento, me araño la cara provocando que me corriera y uso sus piernas y sus brazos sacando fuerzas de flaqueza para expulsarme de encima suyo, mientras me corría, manchando primero su chocho por fuera, su barriga, el césped y mis pantalones. Mientras ella se quitaba la venda, yo me empecé a levantar algo aturdido por el golpe y por los arañazos a traición, la verdad tenía carácter, eso me gustaba había defendido con uñas y dientes lo mío, pero era inútil huir, sin camiseta y con estos arañazos solo se me ocurría una solución y era explicárselo, si es que me dejaba, claro.
Ella se levanto y abrió los ojos de par en par al verme, se llevo una mano a su boca y con otra se tapo la teta que le salía de la ropa rota, y me dijo:
Jenny : Ga…Gabi…Gabriel. . . .Y…yo…yo….
Me apoye con el brazo en el árbol más cercano, mientras vi como a ella le caían las lagrimas, tenía cara de confundida y parecía no entender nada, miraba hacia mí, luego hacia abajo y decía que no con la cara, yo antes de volver a caer de rodillas, quizás por la sangre caída, quizás por el miedo, le dije.
Gabriel : Lo siento, estaba jugando.
Ella sin remediarlo, presa de un ataque de furia me pego un puñetazo el cual me derribo, se me empezó a nublar la vista, no por sus golpes ni arañazos, simplemente por el miedo de que todo se empezaba a derribar sobre mis hombros y perdí el conocimiento mientras ella lloraba en mi pecho, sabiendo que lo ideal era hablar con ella y no dejarla sola en un sitio así y vestida así.
Cuando me desperté, ella estaba acariciándome y me despertó el dolor, de sus caricias sobre mis heridas, entonces todo estallo.
Jenny : ¿Por qué has hecho todo esto?
Gabriel : Si vas a ser mi novia, te mereces saber la verdad
Jenny : ¿Qué verdad? (Secándose las lagrimas con su camisa)
Gabriel : Que me ponen estas cosas. . .
Jenny : ¡¿y por qué no me avisaste hubiera jugado yo también?!
Gabriel : no hubiera tenido el mismo realismo y para calmar mis necesidades a veces tengo que hacerlo sin avisar. . .
Ella lloraba no sé si por el mal rato, por pegarme, por arañarme o por el secreto que le estaba diciendo, yo me sentía bien dado que me había desahogado un poco aunque me doliera todo un poco y entonces para mi sorpresa empezó a pegarse así misma diciéndose tonta.
Jenny : tonta, tonta, tonta eres coño.
Gabriel : ¿Por qué haces eso?
Jenny : porque le he hecho daño al chico que amo
Gabriel : no está bien, con todo esto me has demostrado varias cosas, una que me quieres de verdad, dos que defiendes con uñas y dientes lo mío y tres que quieres tener un hijo solamente mío, que estarías dispuesta a dejarte violar si el tío se corre fuera.
Jenny : (llorando aun más) lo que te he demostrado es que soy una zorra que no reconoce tus besos y una puta que disfruta con una violación.
Gabriel : ¿sabes?, no has disfrutado de una violación cualquiera, has disfrutado de una violación de tu propio chico y llevamos poco tiempo juntos, para que sepas diferenciar mis besos de otro, aunque algo te oliste eh?
Jenny : si. . . ¿tú crees, que si me violara otro no disfrutaría?
Gabriel : claro que no, tu solo disfrutas conmigo. (Le dije sonriéndole)
Jenny : jo. . . y ahora que hago me has roto la ropa
Gabriel : yo te dejo mi chaqueta y listo
Jenny : anda pasemos por el hospital
Yo sabía que si no quería marcas y estar herido para mañana tenía que ir a por él cicatrizante que me trajo Sofía y que en el hospital poco harían por mi y entonces Jenny e yo dijimos algo a la vez.
Gabriel : ¿me perdonas?
Jenny : ¿me perdonas?
Ambos sonreímos débilmente y yo le conteste dejándola de piedra
Gabriel : ¿me dejaras repetir algo así?
Jenny : . . .
Gabriel : anda, vayamos a mi casa, vamos a por él cicatrizante que uso Sofía, si no queremos que me quede marca.
Jenny sin decir nada, me ayudo a levantarme y algo lastimados ambos, ella con mi chaqueta por encima, yo con la camisa puesta nos dirigimos hasta casa, supongo que la cague bien cagada, aunque yo sentía que por fin era digna de mi confianza, no solo me había perdonado, si no que se sentía culpable y cargo conmigo hasta casa, aunque ambos en silencio yo pensando en ella y puede que ella pensando en mi o en lo de antes, quizás.
Justo antes de entrar en la casa me dijo preocupada, sentándonos en una puerta de al lado, para descansar:
Jenny : ¿estás bien, amor?
Gabriel : si, estoy bien, te quiero Jenny.
Jenny : y yo a ti amor. . .
Y después de eso volvimos a besarnos como si fuera el último beso, y tras esto, entramos en la tienda por la puerta trasera, no era plan de que nos vieran entrar así, llamaría demasiado la atención y al subir a mi casa por el ascensor trasero, entre en el salón y Sofía que estaba leyendo en ese momento nos miro y muy asustada nos dijo:
Sofía : ¿pero qué os ha pasado?
Aquí venia la prueba de fuego, de este último gesto dependía si mi mundo se acabaría o si mi mundo seguiría adelante con alguien nuevo entrando en mi corazón.
Jenny : un tipo intento violarme y Gabriel me protegió.
Al oír eso, mi corazón empezó a latir á 1000 por hora, vi a Sofía mirándome extrañada y a Jenny sonreírme y en este momento.
Continuara. . .
A mis lectores siento la tardanza, voy a seguir con este relato poquito a poco, espero que os guste la vuelta de este relato, un abrazo.