El doctor suplente de verano (9)

Capitulo 9. Con el Padre David y Sor Dolores. (Donde converso con el Padre David, quedamos como amigos y compinches, y lo celebro alegremente con la hermana Dolores. Con fotos.)

" El doctor suplente de verano Cáp.9 (con fotos)"

Capitulo 9 . Con el Padre David y Sor Dolores

(Donde converso con el Padre David, quedamos como amigos y compinches, y lo celebro alegremente con la hermana Dolores. Con fotos.)

Llevaba toda la tarde trabajando cuando mando aviso la ultima hermana, que el padre David quería hablar conmigo al terminar; Pensé que después de los pequeños detalles que había averiguado de algunas de sus actividades con las monjitas podía ser divertida la conversación.

Me estaba esperando en su despacho al que me acompaño como siempre la hermana Piedad la encargada de la puerta.

Hombre Sr. Doctor, pase y siéntese un momento, ¿le apetece un café fresquito?.

Si, Padre, muchas gracias. Dije sentándome en uno de los sillones de su despacho, el ocupaba el otro sillón enfrente.

Hermana, seria tan amable de traernos un par de cafés con hielo. La monjita muy sonriente tras una inclinación de cabeza salió hacia la puerta. El padre David sin perder ojo del movimiento de la monja al alejarse, me comentó en voz baja:

Que encantadoras son algunas hermanas, siempre sonrientes y tan obedientes.

Usted dirá Padre. - Ya lo creo que son obedientes pensé yo y si no que se lo digan a usted que les tiene tomada la medida.

Quería comentarle que la superiora y yo también, estamos muy contentos con la labor que está haciendo, y darle las gracias en nombre de la comunidad; también le quería comentar como encargado de velar por las almas de estas hermanas que me ha revuelto un poco el rebaño.

Bueno Padre no es mi intención....

No, tranquilo doctor, es totalmente normal, ellas siempre aquí metidas en el convento con apenas contacto con el mismo exterior y la presencia de un hombre que además revisa sus interioridades, en fin están un poco alteradas se lo aseguro.

No era mi intención, todas las actividades que he realizado he creído que eran necesarias.

Si por supuesto Doctor, no lo he dudado nunca por favor, estamos contentísimos con usted, lo que le comentaba es lo que llamo yo " alteración" es altamente positiva Doctor, de verdad, la mayoría de ellas están más alegres, hasta la madre superiora no deja de decir lo satisfecha que salió de su revisión;

Sabe una cosa doctor – me dice acercándose y en voz baja - le tengo muchaenvidia Doctor, usted tiene en sus manos a estas monjitas y tiene la oportunidad de hacer un gran bien para ellas.

El padre me estaba tanteando y pensé poner todas las cartas sobre la mesa y hablar claramente a ver por donde salía.

Yo también le tengo envidia a usted Padre, que sabe como hacer las correcciones y los castigos agradables a las monjitas

El padre David, se quedó unos segundos muy serio y luego rompió a reír.

Creo Doctor que hablamos el mismo idioma y nos vamos a entender de maravilla.

En ese momento apareció Sor Piedad con los cafés, nos miramos los dos sonrientes y agradecimos a la hermana su gentileza. Mientras volvía a alejarse hacia la puerta los dos miramos los andares de la muchacha que pese al hábito se apreciaban atractivos.

No se imagina Doctor que culito tiene sor Piedad, se lo aseguro, que lo conozco muy bien, redondito y muy duro, divina juventud.

No lo dudo, yo no he tenido el placer de conocerlo, pero...................¿ustedes no tienen voto de castidad o algo así?.

En principio si, pero si no pecamos no se nos puede perdonar, no tendría sentido el perdón si no hay pecado, y la carne en muy débil especialmente en mi caso.

¡Hombre¡, visto desde ese punto de vista, no me parece incoherente, seguramente tiene razón, mire para que vea mi buena voluntad le voy a enseñar unas fotos de mi móvil a ver que le parecen

Le acerco el móvil donde estaban las fotos que hice el día de la revisión de la madre superiora, en ellas se mostrada en total plenitud el par de tetas maravillosas y estas si las conocía muy bien yo.

¡¡¡Dios mío, doctor, que maravilla¡¡¡, me imaginaba que serían grandes, pero no solamente el tamaño, se ven firmes y con esos pezones, doctor que envidia me da usted de tenerla en sus manos, usted es un genio con el móvil, y ¿porque llevaba la venda en los ojos?.

Le daba mucho corte que la viera un hombre, así desnuda, y prefería llevar los ojos tapados.

La próxima vez me avisa y cuando lleve la venda la madre la revisión se la hago yo, con perdón de la profesionalidad claro.

Tranquilo Padre, usted y yo nos podemos entender muy bien, creo que tenemos debilidades similares ¿no?.

Efectivamente, tiene razón si nos ponemos de acuerdo podemos colaborar en nuestros objetivos, que no son otros que la felicidad para estas hermanas del convento, como le dijo yo velo por sus almas y usted por sus cuerpos, bueno también velo yo por sus cuerpos, la carne es débil doctor.

Otro día Padre, le pasará una grabación en video de Sor Amelia ( Ver Cap. nº5 ) cuando vino a la revisión, casualmente tenia el video conectado, usted la conocerá bien ¿no?,

¡Ay¡........... la jovencita Amelia, que delicia de muchacha, tan tímida y tan ingenua.

Ahora que tenemos más confianza Padre y podemos hablar claro, ¿porque no me explica la historia de los cariñosos castigos a las monjitas?.

Tiene razón Doctor Ramón, le voy a explicar con detalles que usted se lo merece: empiezo por el principio, a raíz de confesiones de algunas hermanas que venían afligidas porque habían tenido sueños, digamos que calientes, después venían ella muy sofocadas y confundidas a confesarse, pensé en darles una solución; La primera pecadora en quien tuve la idea de probar el método fue la hermana Dolores, - esta que es muy grandota y de mediana edad -, le dije que el pecado era muy grave y que el castigo también lo tenía que ser, ella muy arrepentida y con los ojos bajos asentó con sumisión cualquier penitencia, sigamos........... le hablé de un antiguo método de castigo y la hice sentar en mis rodillas, le alce la falda con intención de darle unos azotes en el culo, pero después de un par de azotes y ante la visión de sus hermosas nalgas tan grandes, duras y apetitosas decidí dar un paso más y le bajé las braguitas, comentándole que el castigo debía ser más enérgico, directamente sobre la piel, ella colaboró porque levantó el culo para facilitar que bajara la prenda por las piernas.

Lo siento pero el castigo hermana debe ser más contundente, así sin ningún impedimento ni protección de la piel, le voy a quitar esta prenda.

Confío plenamente en usted Padre, que sabrá como administrar mi penitencia.

Me hago la idea Padre,- dije yo -, un castigo más enérgico y ella totalmente confiada, ¿no?- me sonreía pensando en la imagen de los dos, la verdad me estaba calentando la historia.

Prosigue el Padre David:

Seguí dándole unos cariñosos azotes, pero no se crea que le hacían daño, en absoluto, me estaba dando cuenta que le estaban gustando porque no hacia más que moverse encima de mi, y a mi ese movimiento y la visión de este glorioso culo me estaba poniendo a cien, cuando le daba una palmada dejaba la mano acariciando las nalgas, la verdad es que estaba más tiempo con la mano bajada que en alto, el tacto de su piel suave y caliente nos estaba haciendo efectos a los dos, asimismo también le acariciaba entre las piernas; La hermana Dolores empezó a gemir y a suspirar, pero no de dolor por supuesto y abría las piernas como pidiendo más contacto.

¡Hay padre no por favor, no siga..............tengo mucho calor y estoy muy nerviosa. Decía la monja acalorada.

Tranquila hermana, el castigo debe seguir hasta el final.

Por supuesto Padre, y yo con resignación lo acepto.

Decidí pasar a mayores y le eché un sermón sobre el pecado, etc,etc mientras le acariciaba su entrepierna y la regata del culo, de vez en cuando me aproximaba al agujerito del culo y lo presionaba y acariciaba también, pasando los dedos por alrededor del fruncido orificio, ella no paraba de moverse y abría las piernas para facilitar la manipulación.

¡Oh, Padre¡,....no puedo.........no siga por favor...no.............oh........oh..................bueno................ si es necesario.

Hermana, el pecado ha sido grave y tenemos que pasar a una segunda fase de la penitencia, levántese y colóquese apoyada en la mesa por favor.

La hermana con la cara colorada y confundida se levantó dejando caer el hábito y cubriéndose, después se inclinó apoyándose en la recia mesa de madera colocándose con el culo en pompa, cuando sintió que le levantaba el hábito exclamó:

¡Padre¡, ¿pero que hace?.

Tranquila Dolores los caminos del señor son complicados y extraños pero tu obediencia hacia el Señor y su siervo que soy yo te limpiará el alma de los pecados.

Perdone, Padre por dudar de usted y no confiar en su buen oficio dígame lo que tengo que hacer que lo haré con diligencia.

Ante mi tenia un bonito regalo, el precioso y rotundo culo de la hermana Dolores a mi disposición y ya preparado, le di un pequeño cachete para comprobar como temblaban las nalgas y que no era una ilusión. Después mientras con una mano me acariciaba el pene que lo había sacado del pantalón y que estaba en plena erección con la otra jugueteaba con la rajita de la hermana, esta trataba de reprimir los suspiros y gemidos pero algunos se le escapaban:

Mmmmmmm, padre,,,,,,,,,,,,,,,es necesario mmmmmmmmmmm,.........esto?

Las caricias con los dedos se hacían cada vez más estimulantes, logrando una buena lubricación y excitación en la vagina de la monjita, cuando creí que ya había suficiente y la hermana movía el culo hacia mí por la excitación que tenia, coloqué la cabeza del miembro en la entrada de la vagina y.................................

"¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Ohhhhhhhhhhhhh¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡, padre que grande por Dios....................oh.

No grites hija, el camino es largo y pesado pero con resignación llegaremos.

Mmmmmmmmmmmm, ¡phdrhhhhhh Davidddddddd,...oh...oh............., no siga

Empujando hasta el fondo hice sacar un pequeño gritito a la hermana más de gozo y sorpresa que de otra cosa.

¡Ooooooh¡, Padre, me ha dolido un poquito, ............oh...........espero haber conseguido................... el perdón.

Es necesario seguir hasta el final hermana. Le decía mientras le penetraba repetidas veces, sacando y metiendo el miembro por el suave y calido chocho y sintiendo un calorcito........................ hacia tiempo que no entraba nadie por ahí pero estaba muy acogedor.

¡Tome hermana¡, plof, ploft, - sonaban las embestidas sobre las ducles nalgas de la hermana -, pronto llegaremos al final de la penitencia pero queda un pequeño esfuerzo.

Ohmmmmmmm, padre. Mmmm,.................mmmmmmm, siga, siga, no pare.

Muy bien hija, obtendrás el perdón enseguida por media de este humilde siervo.

Y todo este tiempo tenia cogida a la hermana de las caderas, adelanté las manos por debajo del hábito y me afiancé mejor en la follada, cogiendome de los hermosos y orondos pechos de la hermana que siempre destacaban bajo sus vestidos, aparté el sujetador y me afiancé en ellos apretándolos, haciendo exclamar todavía más gemidos a la hermana.

Muy bien hija, obtendrás el perdón en breve............... ya llega......ya llega hermana.

Si.......si. padre,...............no pare con este castigo......oh.......................oh..............si.................si...............ya.

Y nos corrimos, vaya corrida doctor no se imagina, ella llevaba varios orgasmos con tanta sorpresa y yo me corrí dentro de ella quedando durante unos minutos apoyado encima de ella mientras le acariciaba suavemente los pechos.

Me lo imagino Padre, que envidia me da, imaginación no le falta a usted, pienso que han habido más situaciones divertidas ¿no?.

Si, claro la hermana Dolores fue la primera, y ya he aplicado la penitencia a algunas hermanas más, llevo varios meses y las monjitas pasan una vez a la semana, en algunas he probado sus calidos chochitos y a otras sus lindos culitos.

¿también el culito?, es usted un genio, ¿con quien?.

Se dice el pecado Doctor pero no el pecador, por ser usted y por nuestra buena relación de compañeros le adelantó que la hermana Piedad la de la puerta es un buen ejemplo, tiene un culito inmejorable, ella no tiene la caderas anchas como Sor Dolores, pero el culito es respingón, redondito, duro y muy acogedor, no se imagina que gusto, una vez por semana le hago una visita.

Padre, no deja usted de sorprenderme gratamente, entonces con mis visitas médicas me parece que tendrá un aumento de las penitencias aplicar, je, je,je.

No lo dude, he tenido que aumentar las confesiones, las tiene muy revueltas.

Y el otro día cuando vine por primera ver, y si me permite el atrevimiento, creí verle tocar el culo de Rosa, la limpiadora, ¿es posible o le lo imagino?..

Hay Doctor, usted está en todo, ese culito me lleva loco, tan grande, tan redondo, con ese movimiento cadencioso al caminar arriba y abajo, lo que daría por tenerlo en mis manos.

Pues ese si lo he tenido yo, y es soberbio se lo aseguro

¿Como Doctor?, ya me dirá como lo ha conseguido.

Si quiere luego además de explicárselo con detalles le puedo dar una idea de como conseguirlo.

Diga, diga, soy todo oídos, se me hace la boca agua.

Le he propuesto a la madre Superiora que Rosa puede venir un par de veces a la semana a mi casa a realizar labores de limpieza y otras labores, especialmente estas ultimas son las más interesantes, porque es una chica muy pasional y necesita mucho cariño aquí tan sola.

Pues, para eso estamos nosotros, hablaré con la Superiora, es una inmejorable idea, ya me las arreglaré para cuando esté en casa.

No, lo dudo Padre, que conseguirá los objetivos, grandes y cálidos objetivos se lo aseguro.

Una vez más me alegro muchísimo de haberle conocido Doctor, creo que entre los dos vamos a hacer muchos progresos y nos vamos a compenetrar.

Es cierto Padre, y ahora si me permite creo que tengo alguna visita que realizar, si quiere quedamos otro día y comentamos los progresos.

Ante todo coordinación, ya estaremos en contacto Doctor. Dijo el Padre levantándose y estrechándome la mano.

Una vez llegué a mi despacho en el que habían colocado algunos muebles adecuados para una consulta médica – un sofá alto que hacia de camilla, un peso antiguo, etc. -, repasé los documentos que tenía en la mesa y recordaba sonriendo lo que me había contado el Padre David, con que tenía debilidad con Rosa, toma y yo también. En eso estaba cuando me fijé en quien tenía en la lista esa tarde, la hermana Dolores, que casualidad, solo con recordar su historia con el Padre ya me estaba poniendo caliente otra vez. Tendría que ir con menos remilgos, ¡vamos, ir directamente al grano¡, ósea a mojar que dirían en mi pueblo. Di avisó y en breves minutos tenía ante mi a la hermosota hermana Sor Dolores, encargada de la cocina y de otras actividades más lúdicas.

Pase, pase hermana enseguida estoy con usted, se me ha hecho tarde y tendremos que ir un poca más ligeros, disculpas por anticipado.

No se preocupe Doctor, estoy en sus manos.

Por favor si es tan amable se va desnudando, déjese la ropa interior solamente y el resto lo deja el sofá.

La hermana se quitó lentamente los hábitos y efectivamente tenia razón el padre David, estaba bien dotada, en primer lugar unos buenos pechos, un poco caídos por el gran tamaño y dotada de pezones muy marcados, con tripita no menos pequeña y con dos piernas gruesas pero bonitas y estas sostenían un soberbio culo, redondo y respingón, de momento enfundado en unas sencillas braguitas blancas pero seria por poco tiempo hermana.

Acérquese hasta aqui y quítese el sujetador por favor, empezaremos por la revisión de los pechos.

La hermana muy diligente y seria se quitó el sujetador sin comentar nada y ante mi tenía un par de tetas algo caídas por el tamaño como había apreciado anteriormente pero dotadas de unos preciosos pezones rígidos y gruesos, posiblemente la situación la estaba poniendo nerviosa. Comencé de frente a amasar las suaves colinas centrándome en sus cimas, ella cerraba los ojos, y yo seguía sopesándolas como si fueran melones, estupendas, eran estupendas.

Me coloqué de lado y seguí palpando una vez más, Ahhh estos pezones están reventando, seguía frotándolos en círculos con las palmas de las manos. La hermana estaba disfrutando, con los ojos cerrados y la cara enrojecida.

Se encuentra bien Dolores. La oía gemir levemente

Si, si Doctor, estupendamente. Respondía disfrutando de las caricias.

Veamos el resto, quítese las bragas y antes de tumbarse en el sofá por favor acérquese al peso y comprobamos medidas.

Tenia un peso manual de esos antiguos en un rincón del despacho donde ella se subió completamente desnuda, mientras movía el mecanismo con la otra mano le acariciaba el culo,

Muy bien hermana, tal vez un un pequeño problema de sobrepeso pero no es preocupante, ahora si hace el favor venga al sofá que utilizamos como camilla, túmbese por favor boca arriba.

Si, doctor lo que usted diga. Me dijo obedeciendo con una mirada pícara y moviendo las tetas.

Me quedé observando el cuerpo desnudo de la hermana tumbada en el sofá mientras miraba al techo inocentemente, le tomé la tensión y después comencé a palmarle algunas partes de su cuerpo, acariciaba la piel con suavidad, estaba caliente y provoqué una sensación de gusto y excitación, subí las manos y roce los pezones lo que provocó un susurro de gusto y aprobación, entonces empecé a sobarselos con movimientos circulares, ella no pudo evitar soltar un pequeño gemino:

¿Le duele?

En absoluto doctor, lo hace muy bien.

después empecé a pasarle las manos por los muslos, estaba en la gloria por la cara que ponía con los ojos cerrados y me dirigí a la entrepierna que acaricié sin disimulo, le separé con cuidado los muslos un poco y comencé acariciar la raja, sin meter ningún dedo, encontrando el clítoris y acariciándolo con suavidad y firmeza; Ella se mordía un labio reprimiéndose el placer que le causaba, cuando vi. que estaba totalmente excitada introduje un dedo, poco a poco, para que lo sintiera lentamente, una vez dentro empecé a moverlo dentro, a sacarlo y a meterlo siempre lentamente.

En todo este tiempo permanecí de pié pegado a la especie de camilla a la altura de su pecho, mientras con la mano derecha le acariciaba el coñito, empecé con la izquierda al mismo tiempo a las tetas, las acariciaba y pellizcaba los pezones, ella tenia los ojos cerrados, gemía y jadeaba de placer.

Mmm, Doctor................es necesario....por favor.

Si, por supuesto Dolores, es imprescindible.

La notaba totalmente mojada mientras la masturbaba, con habilidad le arrancaba gemidos de gusto que no podía controlar. Había que pasar a la acción me separé ligeramente de ella y mientras no dejaba de acariciarle con la mano derecha con la izquierda me aparté la bata y me desabroché el pantalón; Se quedó mirándome con expectación y sorpresa, me baje el bóxer y apareció el "soldadito" totalmente empalmado y con los testículos enormes, se lo acerqué a su cara sin decir nada y ella inclinó la cabeza acercándose a la punta de la polla que le apuntaba a sus labios sin atreverse a dar el paso.

Doctor,.......mmmmmmmm.. esta revisión......es........un .....poco... diferente

Si, hermana es como las penitencias del Padre David, ..........diferentes pero reconfortantes.

Ella me miró con ojos pícaros y acercándose a la polla le empezó a pasar la lengua, yo seguía metiendo los dedos en el coñito y en esa postura nos quedamos unos minutos ella chupando como de un helado se tratara y yo acariciando con las dos manos las voluptuosas formas de la monja. Le pasé los dedos por la raja del culo y detuve un dedo en el agujerito trasero y empecé a meterlo lentamente, ella detuvo la mamada que me estaba haciendo y me miró a los ojos, lentamente lo introducía y sacaba, luego fue más rápido hasta que ella tuvo un orgasmo. Era hora de pasar de los jueguecitos, detuve las caricias y le indiqué:

Hermana Dolores, ¿quiere levantarse y se coloca arrodillada en el sofá por favor?. Me retiré de ella con la polla tiesa, ensalivada y preparada para la acción.

Lo que usted diga Doctor, estoy en sus manos. Decía sonriendo y muy sonrojada.

Se colocó arrodillada encima del sofá con el culo en pompa mirando éste hacia mi y con las piernas separadas, apoyando una mano en las nalgas con la otra dirigí el miembro a la abertura de la hermana que estaba totalmente lubrificada y dilatada, e introduciéndole la cabeza de la polla, le dije:

Vamos a revisar por dentro a ver si está tan bien como por fuera.

Para servir a Dios y a usted, pero.................. no se demore, por favor.

Abrí sus labios con la cabeza de mi polla, tres centímetros de aperitivo y lo saqué. Me gustaba jugar con ello, ver como su coñito se abría ante tan osado soldadito.; Con una voz mitad gemido-mitad jadeo, gritó: " METAMELA YA,". Sus labios absorbieron mi polla. Dentro y fuera, dentro y fuera, un montón de veces, a una velocidad de vértigo. Yo jugaba con sus pezones, mientras se la metía una y otra vez, una y otra vez, y otra, y otra... Mi polla entraba y salía casi sola. y su respiración se entrecortaba por momentos De repente, sus pezones se endurecieron apuntando al cielo. Su cuerpo comenzó a convulsionarse como una posesa, a respirar sólo por la boca. Jadeaba como un yegua, hasta que gritó entre gemidos " Me... me... corroooooooo". Notaba la fuerza de su vagina contrayéndose, su vulva estaba intentando exprimir mi soldadito. Incrementé mi ritmo, golpeando con mis pelotas sus nalgas para hacerla gozar al máximo. Más y más rápido. Más y más fuerte. Yo también estaba a punto. Tras oírla gritar todas y cada una de las vocales, mi cuello se tensó y mis piernas me temblaron. Apreté mis glúteos tan fuerte como pude y me corrí en su chocho a la perfección.

después de la tempestad viene la calma; Pasamos unos minutos recuperando la respiración y notando el ritmo cardiaco de la hermana mientras le acariciaba los pechos, nos levantamos y comenzamos a vestirnos.

Creo Sor Dolores que usted está estupendamente, aunque no obstante la semana que viene tendremos que quedar para la segunda revisión.

Como usted diga Doctor, siempre a su servicio, es un placer.

No lo dudo hermana, no lo dudo, ¡ah¡, cuidado con la próxima confesión. Dije sonriendo.