El doctor suplente de verano (8)

Capitulo 8. El joven Luisito me cuenta una caliente aventura con una madura amiga de su Tia. (Con fotos)

El doctor suplente de verano Cáp. 8 (con fotos)

Capitulo 8 . Doctor suplente de verano. Luisito me cuenta una caliente aventura.

( El joven Luisito me cuenta una aventura con una madura amiga de su Tia.Con fotos)

Iba de buena mañana por la calle cuando veo caminando delante de mi a Luisito ( Ver Cap 2 y 4 La Tía de Luisito.) junto a una mujer con un buen tipo; Me fijo en ella y efectivamente no era su Tía aunque se parecía bastante, intrigado me acerqué.

Buenas días Luis ¿como te va?.

Hola Doctor cuanto tiempo.

No saludamos y me presentó a la mujer, como su madre, tendría poco más de cuarenta años y era bastante atractiva, caminamos hasta la puerta de una tienda de ropa en donde ella se agachó sin doblar las piernas a retirar el cierre de la puerta metálica, efectivamente en esa posición evidenciaba un buen culo, redondo, amplio, y además se le marcaba un breve tanga con el vestido de verano; este Luisito siempre rodeado de mujeres guapas que suerte. Una vez nos despedimos de su madre que era la propietaria de la tienda, seguimos caminando.

Muy guapa tu madre he Luís.

Si, efectivamente, tanto como mi Tía ¿no?

Si, un poco más bajita pero nada que envidiar.

¿A que le gustaría hacerle una revisión?.

¡Hombre ¡mentiría si te dijera que no me atrae la idea.. Y a ti como te va, sigues con las visitas a tu Tía.

Claro, para eso es mi Tía y madrina.

No, si digo las visitas de conocimiento blíbico picarón, que la tienes muy contenta., y además me debes una por facilitarte el camino.

Tiene razón Doctor, con mi Tía llevamos una marcha galopante, varias veces a la semana, está rejuvenecida y todo si tiene un momento nos tomamos unos zumos y le cuento la última aventura.

Te acepto la propuesta, anda vamos aquí al lado, ¿que le has hecho a tu Tía esta vez?.

No fue mi Tía, sino una amiga de ella que es modista.

¡Anda menudo pillo estas hecho ¡cuenta, cuenta.

Pues resulta que mi Tía tiene un intima amiga que tiene un taller de modista donde hace trajes, arreglos, y todas esas cosas, me pidió que si podía pasar por el taller a recoger un vestido para ella y para que me arreglara un traje mió que sacó mi madre de la tienda.

El sobrino servicial, conociéndote seguro que le cobraste el favor a tu Tía.

Como es usted Doctor, eso me lo dijo un día que llegué a su casa y acababa de salir de la ducha llevando únicamente un albornoz y la cinta del pelo.

Donde acabarían las dos cosas.

La cinta del pelo no la perdió, pero el albornoz lo perdió en la entrada de la cocina.

Bueno, no sigas y cuéntame lo de la Modista.

Continúo Doctor. Se llama Verónica y tendrá unos pocos más de cuarenta años como mi Tía, divorciada y el taller está en una finca antigua sin ascensor, con escalera de madera y muy señorial. Allí me dirigí la semana pasada a media tarde cuando me abrió la puerta la tal Verónica; Una mujer madura con el pelo rubio tintado, no muy alta, ancha de caderas y con unas generosas tetas aprisionadas en una bata blanca.

¡Huy¡, tu eres Luisito ¿verdad?, pero como has crecido criatura, pasa, pasa.

Mucho gusto Verónica.

Y con una bonita sonrisa me dio un fuerte abrazo y un par de besos, que lo primero que sentí es que eran muy cerca de los labios y lo segundo es que las tetas me aprisionaban, que gusto sentir los melones en mi camisa.

Me dijo mi Tía que viniera.

Calla, calla, pero que mayor te has hecho, la ultima vez que te vi eras un crío y ahora.....todo un hombre,¿ pero cuentos años tienes preciosidad?.

Quince años Verónica. Y todo el tiempo no me había soltado y yo para corresponder la abrazaba cociéndole la espalda, ¡¡mmmmmmm, que gusto de madurita¡¡.

Ven pasa al taller.

Todo el tiempo que me dirigió por un largo pasillo me llevaba cogido de las cintura y yo para no ser menos me puse un brazo por encima del hombro, así iba sintiendo el perfume que llevaba y su hermoso cuerpo que llenaba sobradamente la bata.

Me vas a perdonar cariño, pero en este momento tengo una novia probándose el vestido y te voy hacer esperar un ratito,¡¡ muacc, que gentil¡¡, - y me dió otro beso este dejando los morritos en mi mejilla unos segundos. Pasa a esta salita por favor.

Me llevó a una sala de espera con sillones alrededor de una mesita llena de revistas de moda, todo decorado con muebles antiguos.

Esperas un momento y enseguida acabo, te puedes entretener con las revistas, pero............no te interesaran mucho,¿verdad?, mira, mejor como eres de confianza acompáñame pero en silencio.

Me hizo pasar a una pequeña habitación contigua sin encender la luz y que al fondo tenía una puerta corredera de cristales esmerilados, de esos que no puedes ver al otro lado que se encontraba cerrada. Yo iba detrás muy junto y cuando estaba delante de la puerta se inclinó mirando por una pequeña rendija, al realizar la maniobra me colocó su amplio culo encima del bajo vientre - o sea encima de la polla -, el tiempo que estuvo en esa posición, que yo no varié faltaría más, sentía la tibieza de sus nalgas a través de la bata y dada la situación pues empujaba delicadamente sin disgusto de la propietaria. En voz baja y sin cambiar la posición me dice:

Mira Luisito, si quieres ver el traje de novia que he preparado, es precioso, una obra de arte y además le sienta estupendamente como debe ser.

Me separe a mi pesar de Verónica y mirando por el hueco se veía la sala del taller llena de trastos con una chica en el centro entreteniéndose con unas telas.

Cuando te aburras miras el vestido que bonito le queda, pero no seas pícaro y no mires cuando se cambia ¡eh¡, que es la hija de una amiga y eso no esté bien.

Descuida Verónica, yo soy muy serio.

Seguro que si, ya me dijo tu Tía, que cielo, Muuuuuac.

Me dio otro beso casi en los labios y me dejó en la salita, por supuesto que no iba a dejar de espiar a la novia, si no para que me la ponía en bandeja, además pese a lo poco que había visto creo que estaba como un tren.

Me arrodillé en el suelo encima de un cojín y esperé en la oscura habitación a ver el supuesto espectáculo.

Verónica entró en la sala del taller y se pusieron a hablar, ella cogia unas prendas blancas y se reían las dos, luego la muchacha que escuché que se llamaba Clara se empezó a desnudar allí en medio de la habitación, empezaba el espectáculo, en unos minutos estaba en ropa interior y la verdad es que estaba muy buena, tenía un culito redondito y respingón y por arriba estaba muy bien dotada. Verónica le izo ponerse unas medias blancas con liguero que le quedaban de miedo y para rematar la faena le quitó el sujetador, ¡que tetas más bien plantadas¡, firmes, redondas y marcados los pezones; Era una oportunidad de cine, ahí escondido mientras veía la preciosidad poniéndose el velo – que morbo – y oyendo la conversación. Ni que decir tiene que todo el tiempo estaba acariciándome la polla que la tenía tiesa como palo de la bandera. Les oí la conversación.

Estás preciosa Carla, con vestido arriba no debes llevar sujetador, eso además le dará mucha alegría al novio, bueno al novio y a los convidados, je, je,. Porque así se te moverán libremente los pechos que te quedan muy bien.

Usted si que sabe, y ¿el velo lo tengo que llevar todo el tiempo?.

Pues claro, aunque no lleves el vestido encima, el velo es lo ultimo que te quitas, bueno que te quita tu novio.

Y mientras le colocaba las medias y el liguero, le sobaba los muslos, el culo y todo el cuerpo, las dos se reían continuamente y la risa de la novia era más de excitación que otra cosa con tanto manoseo. Y para rematar la faena le oido comertarle:

Mira Clara, te voy a colocar la parte de arriba, levanta los brazos, así muy bien, espera, te voy a decir un truco que tienes que hacer para que se sostenga mejor el escote, como el vestido no tiene hombreras, se tiene que aguantar en los pechos, ahora verás.

La hace colocarse de frente a la puerta en donde estoy situado solo con las braguitas puestas – que visión más excitante - y comienza a acariciarle los pechos especialmente a los ya gruesos pezones y le dice:

Lo más importante es que los pezones estén erectos y así puedes sostener mejor la tela, ahora verás que bien queda, tu Tía de la boda tienes que acariciarte un poquito, o buscar a alguien adecuado que te ayude, pero el novio no vale, que no te tiene que ver el vestido antes de la boda.

Agachado detrás de la puerta, me he sacado la polla del pantalón del chándal y me estoy acariciando con el caliente espectáculo, la novia la cara enrojecida, está con los ojos cerrados y mordiéndose los labios, no sale de su asombro por la inesperado metida de mano, pero tampoco le desagrada en absoluto; Después Verónica le abrocha la parte de arriba del vestido desde atrás y dándole una palmadita en el culo dice:

Estás preciosa, tu ves como se sostiene mejor así, si sabré yo de estas cosas, me vas a perdonar un minuto pero tengo una persona esperando, voy a ver como está y vuelvo enseguida, mientras tanto mírate en los espejos y muévete con los tacones un momento.

Al oír esto, me levanto me guardo el aparato, me arreglo la ropa y me siento en un sillón con cara de circunstancias, pero no puedo disimular el bulto en el pantalón, llega Verónica sonriente y fijándose en la evidencia del pantalón comenta:

Estás bien Luisito, perdona por hacerte esperar,¿ has visto el traje de la novia que bonito?, ¿ seguro que no has mirado cuando se cambiaba?, no se, no se. Ven Luisito, vamos a ver como se ve desde aquí

Encuentro una diferencia en Verónica significativa, de su bata se han desabrochado casualmente dos botones del escote y aparece una preciosa visión del canalillo que forman sus generosas tetas con el sujetador, vuelve al igual que antes acercarse a la puerta y se agacha poniendo el culo en pompa hacia mi, esta vez no dejo la ocasión y me arrimo y le pego mi abultado pantalón a las nalgas de Verónica empujando ligeramente, ella mientras mira, restriega el culo y lo gira en círculos, siente perfectamente el rozamiento de mi polla en el canal de las nalgas, estoy por cogerla de las caderas pero prefiero no arriesgarme.

Pero que guapa está esta chica,, seguro que la has mirado ¡eh¡,...........te lo noto............. eres muy pillo Luisito..................... pero es normal a tu edad, como eres casi como un sobrino mío no te digo nada, te voy a dar una sorpresa agradable enseguida, espera y verás.

Vuelve a salir de la salita sin dejar de mirarme el bulto de los pantalones sonriendo y moviendo las caderas al caminar. Me coloco otra vez detrás de la puerta a observar a la novia con la polla en las manos que no ha bajado su tamaño; Verónica vuelve a entrar a la sala y comentando cosas con la chica le quita la parte de arriba y le dice al oído de la novia - aunque lo oigo perfectamente -, "que lo mejor es no llevar braguitas con el vestido", le ayuda a quitárselas y la deja enfrente de mi puerta totalmente desnuda únicamente tapada por el velo.

Ves Carla, así estas inmejorable, cuando el día de la boda en la ceremonia le dices a tu novio que no llevas braguitas lo vas a tener caliente todo el tiempo, a ver date una vuelta con el velo y te pones todo el vestido.

Seguro que sí, de camino al banquete lo tendré que frenar que el que conduce es mi tío.

Yo estaba nuevamente haciéndome una paja con la polla fuera, la novia dando vueltas desnuda me había puesto muy caliente - que es lo que pretendía esta madurita amiga de mi tía seguro -, fue un ratito delicioso a viéndola vestirse lentamente, no me quise correr aunque estuve tentado porque pensaba que Verónica querría algo, yo al menos lo iba a intentar porque estaba un rato buena, parecida a mi tía pero un poco más bajita, con esas tetas y ese culo......

Cuando acabaron se volvió a vestir la novia y siguieron hablando mientras la acompañaba a la puerta, yo volví otra vez a sentarme pero era difícil que no se notara el bulto.

Yo estoy toda contigo Luisito, ..........perdona...... mejor Luis ¿no?, que ya eres mayor, ven vamos a la sala y probamos ese traje que te va a quedar de bien, que buen mozo que estás hecho.

Decía esto cogiendome de la cintura, yo también me arrimaba sintiendo la tibieza del cuerpo a través de la bata.

Mira, este es el traje Luis, ahora eres tu quien está en la sala, anda quítate la ropa y pruébate primero los pantalones, anda que si ahora estuviera la novia mirando por la rendija......

Me quité los pantalones y era evidente que no podía disimular la protuberancia que marcaba la polla empalmada en los shorts, ella se quedó mirando con la boca abierta y los ojos sorprendidos.

Vaya, vaya con el muchacho, has estado mirando y parece que te ha gustado la novia ¿no?, como se te ha puesto, así no puedo probarte los pantalones.

Se acercó pegada delante de mi y mirándome a la cara me desabrochaba la camisa, cuando acabó sin quitármela empezó acariciarme el pecho y se arrimó más todavía sintiendo en mi polla la presión de su cuerpo, sus tetas estaban apoyadas en mi pecho y las veía perfectamente por el escote abierto, sentí una mano que me cogía con fuerza el paquete.

Caramba Luisito, estás muy bien dotado,........... que maravilla.......... eso tenemos que comprobarlo, te hubiera gustado estar en mi lugar hace un momento con la novia ¿no?, tenia unas tetas duras y suaves...............y has visto que culito, no sabes lo duro que lo tenía y el chochito todo depilado, te hubiera gustado ¡eh¡, pasarle un dedito por encima.............Uuuuuuuhhhh. como te lo noto.

Usted tampoco está nada mal Verónica, estoy viendo un par de monumentos que me gustaría conocer....................

Que adorable eres, soy muy abuela para ti, pero siempre es agradable que la consideren a una a esta edad.

De abuela nada – le decía mientras le echaba una mano el culo y la otra la metía por el escote de la bata – que estoy sintiendo muy duro y apetitoso este culito y esas tetas están diciendo cómeme,cómeme..

Adulador, que eres un adulador, pero cosa más grande y dura tienes,, la siento en mis mano y no me lo puedo creer, ..¡¡Huuuuuuyyyyyyy, ....... mira............ ahora verás.

Diciendo esto se separó dejándome y mirándome a los ojos con una mirada pícara y excitada comenzó a desabrocharse la bata, en unos segundo la dejó caer al suelo y.......................Me quedé casi sin respiración al verla, Verónica nada mas llevaba un pequeño y cuco sujetador de encaje blanco (haciendo juego con las braguitas), medias blancas enfundando sus bien torneadas piernas y zapatos negros de tacón alto. ¡Dios que buena estaba! Las tetas eran aun más grandes de lo que parecía, la cintura se mantenía estrecha, un poco de barriguita en su bajo vientre era la única concesión a la edad, las caderas anchas, de suave y graciosa curva, caderas de diosa madura, en su plenitud, los muslazos, los muslazos eran la leche. Sólidos, un poco jamones, pero duros. No me entretuve en mas contemplaciones con suavidad pero con determinación me acerqué y le desabroché por delante el pequeño sujetador y liberé las gloriosas tetas de su prisión. ¡Caramba que tetazas! Eran grandes, plenas, orondas, un poco caídas, pero colosales, heroicas, sin poderme contener las apreté, las estruje, las sobé. Las areolas grandes, oscuras y los pezones…los pezones con mi manoseo se estaban poniendo duros y respingones. Ella me cogía la polla y me la acariciaba con firmeza y pasión.

¡¡Hay Luisito¡¡, como me has puesto de caliente hijo, estoy que no me aguanto, te voy hacer una cosa que te va gustar y que me muero por empezar, pero primero vamos a comprobar una curiosidad que tengo. Se volvió hacia la mesa y cogió un metro de tela lo acercó a la polla y comprobó su tamaño.

¡¡ Madre de Dios, unos veinte centímetros¡¡,¡¡que maravilla¡¡, y solo quince años, que lujo para esta madurita.

Dicho esto se agachó delante de mi arrodillándose y mirándome a los ojos cogió con las dos manos la goma de los shorts y comenzó a bajarlos, en unos segundos tenia ante sus ojos el miembro totalmente erecto que la dejo con la boca abierta

.

¡¡Ooooohhhh¡¡, ¡¡ Dios mío¡¡, que cosa más grande y bonita, ya la estaba sintiendo antes, pero la realidad supera la imaginación, que delicia,

Comenzó a lamer el pene, humedeciéndolo con su saliva. Primero lo hizo en la parte inferior, con los testículos, con mucha suavidad lo recorría de abajo a arriba, y a veces se introducía parte en su boca, después subió, deteniéndose placenteramente en el surco que separa el tronco del pene de la cabeza, luego empezó a concentrarse sólo en la cabeza, que estaba muy hinchada, lamiéndola y succionándola con sus labios, la sensación era espectacular, a la vez; Tras un rato así, ella continuaba de rodillas concentrándose en la mamada, Verónica era una experta hay que reconocerlo, nada parecido con mi Tía pero ya aprendería esta; Después comenzó a morder mi pene suavemente, sus dientes se hincaban sobre la piel de mi miembro y me hacían estremecer, ella lo notaba y cambiaba a lamerme nuevamente. Más tarde, cuando pensó que era suficiente se concentró en los testículos, meneándomela con la mano, me lamía los huevos a la vez que con su otra mano me masturbaba con firmeza apretando la polla.

Estaba a punto de reventar, se lo dije, y ella bajó los movimientos, como dándome tiempo para relajarme, pero al rato, volvió a seguir, empezando a hacer los movimientos de una penetración, moviendo su cuello hizo que mi polla entrara y saliera de su boca, sus labios apretaban firmemente y con la mano se ayudaba para que mi prepucio no envolviera el glande y perdurara expuesto e hinchado, con su lengua no perdía oportunidad de lamerlo, ayudando a hacer más fuertes los movimientos.

Me hacia sentir en las nubes, chupaba con mucho entusiasmo, seguía follándome su boca, ahora le agarré yo la cabeza, y era el que ponía el ritmo, me quería correr.

¡¡¡OOOOHHHHHHH¡¡¡¡, que bueno,.........¡¡¡¡ME VOY¡¡¡¡¡...........si...si.....

No podía contenerme más, y una gran cantidad de semen caliente se derramó en su boca, ella continuó chupando, su lengua atrapaba cualquier resto de líquido que quedara, era espectacular, así siguió hasta que sintió que el pene estaba perdiendo ligeramente su erección, entonces lo dejó reposar, lo recorrió lentamente con su lengua humedecida de arriba abajo varias veces, y luego le dio algunos besos. A continuación se levantó, y me preguntó:

Te ha gustado precioso, hacia tiempo que no tenía un ejemplar como el tuyo yogurcito, eso es lo que eres un "yogurcito". Decía esto besándome, comiéndome los labios y metiéndome la lengua en la boca

Ya lo creo Verónica, me has dejado seco, pero ahora te voy a comer yo esas mollitas tan estupendas que tienes. Le dije mientras le cogía por todos lados, le fui acercando hacia un montón de telas que estaban formando una alfombra, me arrodille delante de ella y le bajé las braguitas, ante mi tenía un chochito muy bonito, con muy poco bello apenas un poco encima de los labios, ella se recostó y yo me fui a comérmela.

Anda yogurcito cómeme un poquito, y este aparatito tan maravilloso no se te baja eh. Decía mientas me acariciaba la polla.

Ya estoy tardando señora, a por el postre. Le dije entusiasmado

Separaré muy suavemente sus abultados labios rosas, primero los grandes, luego los pequeños, metí la punta de la lengua y luego la lengua entera, y lamí desde el agujero hasta el botón, ¡OH qué lindo botón¡, te voy a chupar, y que mojada estaba,

Vas a disfrutar con mi boca, ¿ Lo hago bien Verónica?,

Lo haces estupendamente te voy a enseñar más y vas hacer disfrutar a cualquier mujer, muy bien ..así...........sigue............ahí..............ahí en el botoncito, ¡¡¡Huy como lo estabas deseando¡¡¡

Te comeré el culo también los pechos los brazos el ombligo, los muslos, las piernas las rodillas los dedos de los pies, toda entera.

No te pares................... estoy como una moto. Sigue, sigue, ¿donde has aprendido tan jovencito, te ha enseñado tu Tía?.

¿Que te ha contado mi Tía?.

No me ha dicho nada picarón, pero se le notaba en la iluminada cara que algo tenía entre manos, y debe estar contentísima con este yogurcito que se ha encontrado................ y no se te baja el aparato, que barbaridad, anda méteme esa polla que quiero sentirla dentro, me muero de ganas.

Me puse encima de ella y con muchas ganas coloqué la polla en su coño y fue fácil la entrad;, Húmeda como estaba la muy cachonda, entré con la mayor facilidad en aquel canal, cálido, lubricado y acogedor. Yo empecé el mete y saca con el mayor entusiasmo. Inclinándome sobre ella, cogí sus hermosos pezones y firmemente los estrujaba mientras le daba pollazos. Ella colaboraba al máximo culeando contra mí.

¡¡¡¡Sigue......sigue........que...............bueno...................que grande la tienes cabroncete.......... .....guauuuuuuuuuu.........más, más..............que gusto.

Toma cachonda.............que gusto tengo..................toma.

Verónica ya anuncia su momento culminante y me pide que ejerza más fuerza y rapidez en la follada, cuando ella es sacudida por el placer, encima de ella esta vez, las sensaciones y las calientes fantasías mentales me hacen obtener otro orgasmo, no menos violento que el anterior de la mamada, y esta vez conjunto con el de ella, Verónica gritó:

¡¡¡Que bueno Luisito me corrrrrroooorrro¡¡¡, ¡¡¡Hayyayayaaaaaa¡¡¡¡

Yo me corro dentro de ella y la inundo, siento como la polla no para de tirar líquido y de llenarla, que gusto, que corrida...............................Guauuuuuuuuuuuuu, me quedo encima de ella y recupero la respiración en segundos, ella está sofocada y como adormilada, me mira sonriendo y besándome en los labios me dice:

Que corrida yogurcito, como me has dejado, y te la sigo sintiendo dentro de mi de buen tamaño, que gozada de juventud, tienes pila para rato, que descubrimiento, se lo tengo que agradecer a tu Tía, porque tu no te escapas.

Después de morrearnos, Salí de dentro de ella y me queda a su lado acariciándole las tetas que estaban hinchadas y sudorosas, ella me acariciaba la polla suavemente que no había perdido la erección, como acababa de decir Verónica. En eso estaba cuando se me ocurrió una fantasía.

pero, con esas tetas tan preciosas no me harías un cubanito.

Pero que pillo estás hecho, no dejas de sorprenderme, venga vamos a ello.

De encima de la mesa sacó un frasquito, y vertió un aceite , con intenso aroma a frambuesa en la mano; Seguidamente, lo froto en las tetas y en el acogedor valle entre ellas. Cogiendo mi polla la puso en aquel valle delicioso y apretando los melones con sus manos, me la meneaba. Cuando la punta del capullo asomaba por arriba, le daba cariñosos lengüetazos - que gusto- le tengo que enseñar a mi Tía que también las tiene adecuadas tanto o más que esta madurita. Así estuvimos unos deliciosos minutos hasta que después volvió a metérsela en la boca y la chupó durante largo rato.

Bueno, en eso estaba cuando pensé que podía volver a metérsela pero esta vez sería diferente.

Vero, ven aquí, y me coloqué detrás de ella acariciándole los pechos y restregando mi polla en la regata que formaban sus nalgas, ¡¡huy¡¡, que gusto sentirla, ella empujaba el culo hacia atrás y lo rotaba para sentirme más. Suavemente la empujé hacia un gran sillón tapizado haciendo ademán de colocarla arrodillada encima de él, ella sonriendo se colocaba en posición.

Quieres cambiar de postura, ¡eh yogurcito¡..................... que gusto de muchacho, así me gusta con iniciativa.

.

Cambiar de postura y de agujero pensé yo, había cogido el frasquito de aceite que acababa de usar Verónica en sus tetas y me embadurné bien las manos y la polla, le pasaba la mano por las nalgas especialmente entre ellas y más concretamente el agujerito del ano que parecía acogedor.

Pillín................. que quieres entrar por detrás lleva cuidado que hace mucho tiempo que no lo tengo en uso, al menos con tu tamaño.

Coloque la punta de mi polla en la entrada y suavemente empujé................ ¡huy¡ ...............que gusto, no me costó entrar la cabeza.

¡¡¡Guauuuuuuuuuuuuuuuuuuu....... .....yogurcito¡¡¡, que gusto pero cuidadito, lo haces muy bien pero..................................... donde habrás aprendido.

Una vez metida la puntita di el primer empujón y conseguí introducir casi la mitad de la misma; y, antes de que cesaran sus primeros gritos de sorpresa y dolor ya había conseguido, mediante una rápida serie de vaivenes, meterla casi por entero, dejando fuera solo el trozo necesario para poder moverla con mayor comodidad. El orificio era muy estrecho pero valió la pena, disfrute de lo lindo mientras empujaba sin descanso, agarrado sus generosas caderas hasta llegar al final. Cuando conseguí que mis testículos rozasen las nalgas me di por satisfecho y me dediqué a moverme suavemente . Me costo horrores meter tanta carne por tan estrecho orificio, pero valió la pena. Dado que mi Tía rara vez me deja que la penetre por semejante lugar, debido al terrible dolor que siente, disfrute de lo lindo con su madurita amiga, le cogia de los cabellos y echando la cabeza hacia atrás empujaba más fuertemente.

¡¡¡Pero ..................... que bueno...que gusto............toma, toma.......... más .

Sigue Luisito......sigue..........................no pares............más rápido.................

Seguí culeandola sin parar y, sin dejar de mantener su cabeza hacia atrás, ella introdujo dos dedos en su vagina acariciándose para sacarlos en seguida, entonces yo introduje los míos sin perder el ritmo de la culeada. Aceleré los empujones, mi excitación creció, confundiendo entre si los gritos de los dos..Mi vientre chocaba con sus nalgas y a cada movimiento la traspasaba y la invadía un poco más. Le tiraba del pelo, mi cuello estaba muy tenso y mis ojos fijos en su blanca espalda, mi cuerpo se estremeció y me corrí sin parar.

¡¡ Me voy Verónica ¡¡...................guauuuuuuuuuuuuu..............toma ya...........

Sigue y acaba .................de una vez................... que no puedo más..... ..................¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Hayyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyy¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡.

Y la llenaba de líquido caliente que brotaba a sacudidas, en su esta vez no tan estrecha cavidad, me quedé encima de ella cogiendome a sus conocidas y cálidas tetas, mientras recuperábamos la respiración los dos, yo más rápido que ella. Pensaba que el objetivo estaba más que cumplido, no imaginé que al llegar a la modista acabará dentro de su acogedor culo, estupendo, sin quererlo se lo tenía que agradecer a mi Tía, ya se lo agradecería a mi manera. Mientras nos vestíamos los dos Verónica me dijo:

Lusito, cariño al final no te he probado tu traje, tendrás que hacer el favor de venir otro día porque hoy no estoy para trabajar más.

Como quieras Véro, ¿te puedo tutear verdad?.

Tu puedes hacerme lo que quieras, yogurcito, estoy en tus manos.

¿Entonces vengo mañana?

Tranquilo, tranquilo ven mejor el viernes que me habré recuperado. Me decía mientras me abrazaba y me daba besos por la cara.

Cuando me despidió en la puerta de la casa, antes de abrir me pego un morreo pegándose a mi, y yo para no ser menos aproveche y le sobé las tetas que estaban sueltas sin sujetador debajo de la bata y se notaban llenas y calientes.

¡¡¡ Huuuuuuuuuuuuuuuuu, Lusito ¡¡¡ no empieces otra vez.

Tranquila Verónica mi modista preferida, que vuelvo el viernes.