El doctor suplente de verano (12)

Descubro el secreto de la hermana Consuelo – la Superiora del Convento -, y junto al Padre David lo disfrutamos. (con fotos)

El doctor suplente de verano Cáp. 12 (con fotos)

Capitulo 12. Doctor suplente de verano. ( Descubro el secreto de la hermana Consuelo – la Superiora del Convento -, y junto al Padre David lo disfrutamos).

De nuevo con la rutina de las visitas al convento de las monjitas, hacia días que no había podido pasar y según había visto en la agenda hoy tenía nuevamente a la hermana Consuelo, la Madre Superiora - que no la de mayor edad -, recordaba la primera visita ( ver Cap. nº 7 de "Doctor suplente............" ) y lo caliente que había resultado, con los pechos tan extraordinarios y tan sensibles que se gastaba la monjita, en estos pensamientos estaba cuando vino a mi despacho el Padre David con su sonrisa en los labios:

Que tal Doctor ¿como van las visitas?.

Muy bien Padre, entretenidas y con alguna que otra diversión por supuesto.

Tu como siempre, hablando de diversión, ayer vino a casa Rosa la chica de la limpieza, ¡ que gozada ¡, que cuerpo tiene la muchacha, y que culo................

Me lo imagino, yo también lo he probado y no podría tener queja, además ella viene a casa dos veces por semana o sea que repetimos ¿ como lo tomo ella eso de que el cura del convento donde trabaja estuviera interesado en ella?.

Hombre, le sorprendió que siendo el cura, pero con paciencia e insistencia quedamos muy contentos los dos, tres horas estuvo en casa y no paramos la verdad que es una mujer pasional y la semana que viene repetimos.

Otro día con más tiempo ya me contará como lo hizo, pero tengo enseguida que hacer la revisión a Sor Consuelo, la Madre superiora, y estoy preparando la estrategia, la otra vez fuimos muy poco a poco, pero estoy seguro que hoy estará más desinhibida.

Doctor, desde que me enseñaste las fotos de los pechos de la Madre estoy obsesionado con ella, le propongo ¿puede ser que esté escondido en algún sitio mientras realizas la revisión?.

Hombre, por ser tu faltaría más, podemos correr las cortinas del ventanal, aunque es de día le digo que me molesta la luz y no pasa nada, pero nada de hacer ruido, está vez quiero hacerle una revisión a fondo, no solamente de cintura para arriba, además ahora que tenemos camilla, todo será más fácil.

Estupendo Doctor, solo de imaginármela estoy que me salgo.

Psssss, mucho silencio todo el tiempo y nada de intervenir, nos la jugamos los dos.

De acuerdo, seré una tumba.

Cuando quiera se esconde y llamo a la Madre yo ya estoy preparado.

Vamos allá.

El Padre David se escondió detrás de las gruesas cortinas y como la estancia era muy grande quedaba disimulado, si no hacia ningún ruido podía mirar entre las telas. Preparé la sala para la visita que no tardaría en llegar.

Toc, Toc.

¿Se puede Doctor?.

Adelante hermana Consuelo, le estaba esperando.

Buenos días Doctor, ya estoy de nuevo aquí.

Que tal como va todo?. Le decía mientras le indicaba que se sentara.

Muy bien Doctor, hace una semana que me hizo la revisión y hoy vengo más tranquila.

Me alegro Consuelo, así que hoy no tendremos que usar el pañuelo.

Si, si era una tontería, hoy ya estoy más mentalizada y dispuesta a obedecer en todo.

Pues muy bien, si hace el favor comenzamos ya, por favor acérquese a la nueva camilla y se quita la ropa enseguida estoy con usted.

La hermana Consuelo se acercó a la camilla y comenzó a despojarse del hábito con tranquilidad, cuanta diferencia con la anterior visita que estaba muy nerviosa. Esperé a que acabará observando distraídamente, de cuerpo entero; la hermana Consuelo estaba estupenda, no solamente tenia unos pechos de ensueño, tenía unas buenas caderas y un culo muy atractivo, pese a que estaba enfundado en unas bragas de gran tamaño se apreciaba su redondez, la parte inferior del cuerpo de la monjita no desmerecía en nada el par de preciosas tetas que tenía.

Acérquese hermana y se sienta en la camilla, así, muy bien; Que tal desde la semana pasado no ha tenido ninguna molestia verdad.

No, no en absoluto, pero sigo un poco preocupada con el tema de los bultitos en el pecho.

Tranquila hermana, lo comprobamos nuevamente y así se tranquiliza definitivamente, por favor quiere descúbrase los pechos.

Enseguida Doctor.

La madre Consuelo se quitó sin ningún problema el sujetador y dejo a la vista el par de soberbias tetas que ya conocía, me di la vuelta para que el Padre David desde su escondite pudiera apreciar la belleza de la monjita, estoy seguro que estaría relamiéndose al verla. Le realicé una exploración exhaustiva sobre los pechos que enseguida respondieron como la anterior vez y se endurecieron los pezones una barbaridad, la hermana con mis toqueteos y caricias se estaba excitando, incluso cerraba los ojos y se mordía los labios, había venido dispuesta a disfrutar y yo no iba a dejar pasar la ocasión de colaborar.

No aprecio ninguna irregularidad hermana. Decía mientras sobaba con pasión los pezones. Tenía ella la cara colorada y la respiración acelerada . Me colocaré detrás de usted y comprobaré nuevamente.. Así desde esa posición el Padre tendría una visión sin obstáculos y se moriría de envidia, ¡que gusto de tetas¡, todavía las recordaba de la otra vez y estaba más que excitada, pero esta vez iría mucho más lejos. Cuando ya la tenía bien caliente, y antes de seguir como la otra vez que le revisé, le comento con resolución:

Hermana, vamos a seguir la exploración, si hace el favor se quita el resto de la ropa y se tumba en la camilla boca abajo.

Era evidente que solo quedaban las braguitas pero así quedaba más impersonal, je, je, je. La hermana muy excitada y mareada no hizo ningún comentario y con ademán confiado se bajo las braguitas y se me expuso totalmente desnuda, por delante tenia el chochito recortadito y siendo ella rubia apenas se veía el vello, una preciosidad; Todo esto confirmaba definitivamente que estaba muy buena, si señor. Miré de reojo a la cortina y vi. que se movía ligeramente, el Padre David con la nueva visión de la superiora se estaba haciendo evidentemente una paja, espero que no se notara.

Hermana vamos a seguir con las pruebas, empezaremos por realizarle una exploración de la espalda.

Como usted diga Doctor.

Le fui recorriendo la espalda con ligeros masajes, el objetivo era que se relajara y se dejara hacer, examinando la columna vertebral era la versión oficial, eran más unas caricias que otra cosa y ella de vez en cuando ronroneaba de gusto, poco a poco fui llegando al espléndido culo, las nalgas eran redondas, amplias y separadas entre si, fui repasando la unión entre los dos preciosos globos y noté como se estremecía, - íbamos por buen camino - , le pasé los dedos a lo largo del canal de las nalgas presionando ligeramente, ella se empezaba a moverse y a emitir ligeros sonidos.

¿Todo bien hermana?

Si, Doctor si , me dan escalofríos, pero siga por favor.

Le pasé lentamente, presionando los dedos desde el ano hasta la vagina y ella involuntariamente abrió las piernas para facilitar el contacto. Cuando le presioné el agujerito del ano, la hermana pegó un ligero grito.

¡Oooooooh, Dios mio¡

¿Le he hecho daño hermana?

O no, no Doctor, en absoluto, es que me ha dado como un latigazo pero, por favor no se detenga.

Lo siento, pero precisamente necesitaba tomarle la temperatura anal pero descuide que la prepararé para que no le causa ninguna molestia.

Perdone usted Doctor por el grito, haga lo que tenga que hacer por favor.

Aproveché la ocasión y mojándome con un aceite especial los dedos se los pasé por todo el fruncido y cerrado agujerito, ella se removía en la camilla y en unos segundos estaba oyendo su respiración acelerada, me parece que la hermana Consuelo era una de esas mujeres que gozan mucho mas por detrás que por delante, como después me confirmo, algo colorada. Comencé a introducir lenta y repetidamente el dedo en el ano, ella no paraba de gemir reprimiéndose y levantaba el culito haciendo más intensa la penetración del dedo, estaba gozando cantidad la monjita y yo estaba empalmado por supuesto, paré un momento la maniobra y le dije:

¿ Todo bien hermana?

¡¡Oh, si Docto¡¡, muy bien .....................puede seguir por favor..

Proseguí lenta e insistentemente, perforando con suavidad el estrecho orificio que ya no lo era tanto, cuando note un violento orgasmo de Consuelo que coincidió con una introducción del dedo, lo dejé dentro un instante mientras se reponía y sacándolo le dije:

Voy a ponerle el termómetro ya la veo preparada.

¡Ooooohhh¡ si por supuesto................lo que usted diga.

Le introduje el termómetro que por supuesto entró sin dificultad; Que visión más excitante, la silueta llena de deliciosas curvas de la Madre Consuelo, coronada con un termómetro entre las nalgas como el mástil de la bandera después de su conquista. Miré la cortina y seguía moviéndose, ¡pero que pillos éramos los dos¡. Pero no era normal la rápida excitación de la hermana con la manipulación anal, algo pasaba y tenía que averiguarlo si quería conseguir el total éxito con semejante hembra. Mientras subía la temperatura del termómetro y la hermana yacía relajada en la camilla aproveché para comprobar la cámara de video que tenía instalada - que no le había dicho nada al padre David-, todo en orden para la nueva película.

Veo que la temperatura es normal hermana, no hay que preocuparse, pero tengo muchas dudas sobre la reacción a los estímulos anales que he realizado por causa del termómetro ( quería averiguar alguna cosa más, de porque se había excitado tan rápido y tan intensamente).

Si Doctor, tiene razón, pero me da mucha vergüenza hablarlo.

Por favor Consuelo, confié en mi, estoy aquí para ayudarlas ( me parece que ya lo estaba consiguiendo, alguna historia tenía entre manos o mejor entre piernas).

La Madre Consuelo se incorporó en la camilla con la cabeza agachada, ocultando su rostro y se sentó en ella. Levantó un poco la cabeza, y noté que tenia los ojos llorosos. Con voz entrecortada me dijo,

Es que me da mucha vergüenza, y se echó a llorar a lágrima viva.

Cuénteme Vd. Consuelo. No se preocupe. Son muchos casos y ya estamos acostumbrados a todo.

Doctor, por favor, no se lo vaya Vd. a contar a nadie.

Consuelo, el código deontológico nos prohibe difundir los temas de los clientes, le espeté muy  grave. El morbo se había apoderado de mi, y muerto de curiosidad, estaba ansioso por conocer lo que le pasaba a la hermosa madre superiora

Respiro dos veces por la nariz, absorbiendo la mucosidad.

Mire Doctor, antes de entrar en la orden estuve casada durante diez años, muy felices para los dos, pero cuando tenía treinta y dos años mi marido murió en un accidente de tráfico y mi vida cambió radicalmente,.............. tuve una depresión muy grande y posteriormente por medio de un familiar entré en el convento. No hace tantos años de todo esto y............................me da mucha vergüenza pero mi marido,- Toni se llamaba -, le gustaba practicar el sexo anal y yo nunca supe decirle que no, además al final también me aficioné y lo realizábamos muy a menudo. Todo esto es muy doloroso para mí, pero al realizarme la exploración todos los recuerdos y las sensaciones han vuelto nuevamente.

Me acerqué hasta sentarme también en la camilla y pasándole un brazo por encima de los hombros - mientras observaba lo buena que estaba y lo caliente que me estaba poniendo -, le propuse:

Consuelo creo que lo mejor sería realizar una terapia que aprendí de un doctor especialista en psiquiatría alemán, el famoso Dr. Henri Von Bethlen,- inventado por supuesto -, que trataba de solucionar trastornos muy similares a los suyo; La finalidad es que usted se sienta bien y que el trauma que en su día produjo la muerte súbita de su marido no le afecte en su vida actual.

De acuerdo Doctor estoy en sus manos, por favor haga lo que crea necesario..

Si es tan amable levántese y pongase así de lado delante de mi. Primero realizaremos una estimulación de determinado puntos de su cuerpo.

La hermana se levanto y así espléndidamente desnuda como estaba la coloqué perpendicularmente a mi y de cara a la camilla, más que de cara a la camilla de cara a las cortinas, ósea que el Padre David , como dicen en mi pueblo se estaba poniendo las botas con su monjita preferida, se apreciaba un suave movimiento detrás de las cortinas.

Cierre los ojos hermana e intente recordar tiempo pasados, cuando su marido por ejemplo, llegaba a casa después de trabajar y se acercaba cariñosamente a usted.

Si, Doctor, lo intentaré.

¿Como la llamaba cariñosamente?

Pues Chelito o también cielito.

Pues utilizaremos el mismo vocabulario para acercarnos más al problema puede llamarme Toni, será más eficaz. Vamos a comenzar el tratamiento y verá como da resultado con su colaboración.

Empecé acariciando con una mano suavemente el culo y con la otra le sobaba con delicadeza los pechos. Ella nuevamente se dejaba hacer y rápidamente se empezó a excitar. Para ir ambientando y caldeando el terreno empece a comentarle muy cerca del oído, practicamente rozando su oreja:

Cuantas ganas tenía de verte Chelito.

¡¡ Uhhh¡¡ cariño, yo también

Que suave y que cálida tienes la piel, ¡¡huy¡¡, .....y cuanto tiempo sin tenerte en mis brazos.

Que gusto Toni sentir tus manos en mi cuerpo.

Notaba su o detrás de mi oreja notaba su aliento detrás de mi oreja

Mientras la miraba a la cara, vi. que seguía teniendo los ojos cerrados, parecida dormida; y de su boca salía un murmullo, como el ronroneo de un gato. Empecé a pasarle la lengua suavemente por las orejas, al principio lo hice como una caricia suave, que con el paso del tiempo incrementó el volumen de su ronroneo, a la vez que yo seguía acariciando su cuerpo; Antes de seguir, me quedé admirando sus tetas. Me parecían más grandes de lo que pensaba, con unos pezones bien marcados, y que en ese momento estaban duros y erguidos. Las aureolas eran pequeñas y bastante oscuras. Le dediqué un rato a cada una de ellas, viendo como sus pezones crecían aún más (aunque no lo podía creer). Terminé las caricias en ellos, pasándole la lengua por las puntitas, lo que hizo que llegara a un primer orgasmo, tan silencioso como los que tuvo en la primera revisión médica. Posteriormente con mis labios, acaricié su frente, sus párpados cerrados, sus mejillas, su nariz, y por último, sus labios, que temblaron ante el roce de los míos. Todo esto sin dejar de acariciar sus nalgas y pasar los dedos desde su vagina totalmente mojada al orificio del culito; Yo me estaba poniendo muy caliente y en una hábil maniobra, debida a los muchos años de entrenamiento y a la lubricación anterior perfore su orificio posterior con suavidad pero con energía.

¡Mnnnnnnnn¡ Toni, que gusto tu dedito, cuanto tiempo sin sentirlo dentro de mi.

No sabes lo que había echado de menos este precioso culito cielito.

Ni siquiera había metido la mitad del dedo cuando un nuevo orgasmo de la madre Consuelo casi me hecha de su lado, esta vez fue un poco más intenso que el anterior. Creo que se volvía medio loca cuando sentía un dedo bien incrustado por detrás.

La hermana ya bastante desinhibida y con los ojos cerrados, acercó su mano a mi entrepierna que en ese momento estaba totalmente empalmada y comenzó a pasarla por encima de mi "soldadito".

Mmmm!, ¿está muy dura la pobrecita? - Preguntó.

Tanto que necesitaría un buen masaje - Le respondí.

Ella entonces, metiendo la mano dentro del pantalón la cogió con firmeza y empezó acariciando al principio la puntita para pasar luego a todo lo largo de ella , para facilitar la operación rápidamente me baje el pantalón con una mano, - la otra la tenía ocupada en el culito de mi paciente -, ella entonces con facilidad me sobaba la polla.

¡¡¡ Huyyyyyyy, que gusto sentir nuevamente este aparatito¡¡¡.

Todo para ti Chelito, mira como me lo estás poniendo, y ahora cielito apóyate en la camilla e inclínate, así muy bien, tira tu precioso culito hacia atrás que lo vas a pasar muy bien.

Creo que ya era el momento de pasar a la acción, la tenía toda rendida y excitada, ella no había abierto los ojos en todo el tiempo y casi me estaba creyendo yo que era su antiguo marido, no se si le daría algún resultado a ella, pero con lo calientes que estábamos los dos no pensaba dejar la oportunidad de encularme a la madre Superiora. Ella se inclinó y puso el culito en pompa, yo en todo el tiempo no había dejado de introducir y sacar el dedito de su acogedor orificio posterior y lo tenía preparado para introducir otra cosa de un tamaño superior. Mi polla seguía como una piedra y la restregué a lo largo de su culo. Le separe las piernas y quedo a la vista el ojete todo preparado y dilatado, ¡ que tentación¡

Puse mi pedo pulgar sobre él y apreté, para mi sorpresa separo las nalgas y se relajó.

Como te va a gustar Chelito

Si, Toni ya estaba deseándolo. dijo ella.

Entonces supe que por fin la follaría por el culo, puse mi polla en la entrada y comencé a apretar. Costó un poquito, más de lo que imaginaba pero logre metérsela. En el primer empujón conseguí introducir casi la mitad de la misma; antes de que cesaran sus primeros quejidos de dolor ya había conseguido, mediante una rápida serie de vaivenes, meterla casi por entero, dejando fuera solo el trozo necesario para poder moverla con mayor comodidad. Cuando tope con mi cojones en su culo empecé a meterla y sacarla ya con un ritmo constante.

¡¡Guauuuuuuuuu cielito¡¡, que gusto.......... por fin estoy dentro de ti.

Mmmm, sigue......... sigue cariño...........que bueno............¡¡¡aaaaaaahhhh¡¡¡, me estas llenando por dentro.

Con tanto trajín no me acordaba del Padre David, miré hacia la cortina y efectivamente al igual que antes estaba en ligero movimiento, se la estaba pelando, bueno por esta vez me había adelantado a sus intenciones y tenía a la monjita antes que él.

Así seguí unos minutos, entrando y saliendo del acogedor culo de la hermana y disfrutando de la terapia inventada que había dado un buen resultado. Cogido a sus caderas entrada y salía mientras ella bien asida en la camilla aguantaba los embistes; En unos momentos nos corrimos los dos al mismo tiempo y quedamos quietos, ella apoyada en la camilla y yo encima de ella, deje mi polla en su culo unos minutos mientras recuperábamos la respiración y volvíamos poco a poco a la realidad. Nos separamos y mientras me arreglaba la ropa le dije muy serio:

Consuelo, ¿que tal como se encuentra?.

Ella con la cara enrrojecida estaba un poco ausente pero me confirmo que se encontraba bien, ya lo creo, llevaba años sin un polvo y con este habia tenido varios orgasmos.

Si, si........... me encuentro muy bien descuide, esta terápia era un poco insólita pero bueno, desconozco la psiquiatria y sus aplicaciones, seguro que funcionará bien.

Relamiendome del gusto que me habia dado y pensando que la cámara de video estaba todavia en marcha y había captado la culeada, no reparé que el Padre David habia salido de su escondite sigilosamente y haciendo como que entraba en la habitación empujó el pomo de la puerta por dentro haciendo ruido y sorprendiéndonos a los dos, especialmente a la hermana.

¡¡ Doctor como está¡¡, ..........Huy, perdone Madre, no pensaba que estaban ocupados en este momento, mis disculpas.

La madre Consuelo sorprendida y asustada cogió parte del hábito y se tapó por delante - lo que pudo claro está -, sabía que el Padre la habia visto totalmente desnuda y estaba muerta de verguenza, por mi parte sonrreia viendo la escena, a mi no me sorprendia la entrada del Padre David algo estaba tramando y en el mejor de los casos habia pillado a la superiora en situación comprometida.

Padre David, siempre tiene que llamar a la puerta ¿no se acuerda?. Le dije yo.

Perdone Padre. Dijo la hermana Consuelo mirando al suelo toda roja y sollozando de verguenza, tapándose únicamente por delante dejando los hombros y la parte posterior del cuerpo totalmente descubierta, Lo siento no queria .......................

El Padre David se acercó a ella, pero muy cerca, practicamente encima, y muy serio le dice:

Tranquila hermana el Señor comprende y perdona a sus ovejas más devotas, no se preocupe por sus actos.

Y le pasó un brazo por encima del hombro de la hermana, esta muy compungida se apoyó en el pecho del Padre David sollozando y gimiendo, éste aprovecho mientras le hablaba para deslizar la mano del hombro acariciando la espalda hasta llegar a su objetivo, que no era otro que el precioso culito de la monjita, mientras se lo acariciaba y lo sobaba a conciencia le decía:

Madre Consuelo, no sufra por favor, esta tarde venga a las seis a mi despacho, y con devoción y paciencia encontraremos la penitencia más adeucada para Usted, el Señor es misericordioso y yo solamente soy un instrumento de su bondad.

Y esto se lo decía mientras le sobaba las nalgas y le pasaba el dedo indice entre los cachetes del culo presionando su calido orificio posterior, imagino que penitencia tenía pensada para aplicar a la hermosa monjita, la madre Superiora hoy acabaria el día con doble ración de rabo y seguro que no sería la ultima vez.