El doctor suplente de verano (11)
Capitulo 11 Rosa la asistenta del convento comienza a trabajar en mi casa y como habíamos quedado realiza trabajos, especialmente de limpieza de bajos.
El doctor suplente de verano Cáp. 11 (con fotos)
Capitulo 11. Doctor suplente de verano. ( Rosa la asistenta del convento comienza a trabajar en mi casa y como habíamos quedado realiza trabajos, especialmente de limpieza de bajos).
Hoy era el primer día que venia Rosa - la muchacha de la limpieza del convento verCapítulo nº 7 -, a casa como asistenta por horas, Estaba ansioso por volver a regocijarme con ella que era muy caliente. Casualmente me habían salido unas visitas urgentes a domicilio y cuando viniera tendría que irme un rato, esperaba que fuera lo más rápido posible para volver a casa y pillarla. A la hora convenida sonó el timbre de la puerta ¡ que emoción ¡.
Hola Rosa me alegro que ya estés aquí, pasa .
Buenos días Doctor, vengo dispuesta a comenzar a trabajar.
Después de darnos dos besos en la cara muy cerquita de los labios, cuando cerré la puerta la hice pasar a la casa con un apretón en el culo, aunque con el vaquero poco era.
Me vas a perdonar Rosa, pero te enseñaré algunas cosas y te voy a dejar un momento que tengo que ir a realizar unos avisos urgentes a domicilio, vengo enseguida.
Lo que usted diga Doctor, estoy a su total disposición ya lo sabe, enseguida me cambio de ropa y me pongo a trabajar.
Después de enseñarle la casa y decirle lo que tenía de hacer me acompañó a la puerta a despedirme.
Bueno muchacha cálculo que en una hora vuelvo, espérame. Le dije a la vez que le daba un beso en la boca y le apretaba suavemente uno de los exuberantes pechos que tenía.
Muuuuuuu, si Doctor, le estaré esperando ansiosa.
En cuanto acabé las visitas regresé a casa, entré silenciosamente a mi apartamento y me encontré a Rosa limpiando en el fregadero, vestida exclusivamente con una de mis camisas y unos zapatos de tacón que realzaba el culo ya de por si bastante llamativo (que detalle por su parte). No me lo esperaba. La verdad es que vista así estaba muy buena, y había soñado con follármela encima de la mesa de la cocina o en cualquier otro sitio de la casa.. Ella me miró por encima de su hombro y pude ver entre su pelo como se lamía los labios. Aceptando la invitación, me acerqué por detrás y mientras le abrazaba, ella soltó un gemido propio de su calentura al sentir como mi "pequeño soldadito" llamaba fuerte a su puerta de atrás y sentía como mi pene frotaba su redondo y amplio culo. Mientras le besaba su cabello negro y lamía su cuello, empecé a acariciarle los grandes pechos por encima de la ropa.
Le levanté la camisa por detrás, quería sentir la presión de mi polla directamente sobre su culo, mi verga buscaba desesperadamente un sitio caliente entre sus nalgas. Empecé a jugar acariciándola por todas partes, Mis manos empezaron a recorrer sus potentes muslos, subiendo hasta su tanguita de encaje rosa, que minúsculo dejaba sentir por delante, una ligera pelambrera muy negra. Comencé a acariciar sus nalgazas enormes y duras llegando al elástico de la braga y bajándolo despacio pero continuadamente. Rosa seguía ruborizada, con la mirada baja, pero se estaba excitando visiblemente con mis caricias suaves. Con su braguita casi en los tobillos, sólo me restaba acercarme despacio a su vulva que estaba ardiendo, acaricié muy despacio, pasando un dedito a lo largo de sus labios mayores, apartando sus pelitos. Vi que mientras intensificaba mis caricias y abría su rosadita vagina con mis dedos mordía su labio inferior, lo que delataba el placer que estaba sintiendo. Eso me indicaba que estaba rendida y dispuesta. Sin dejar que una mano acariciase y percibiese la humedad creciente de su chocho, subí la otra por detrás, acariciando su culo, sus caderas, espalda hasta sentir el broche de su sujetador, con la habilidad que he ido adquiriendo, logré con un rápido giro de muñeca abrirlo y hacer que se arquease por delante con el peso de sus enormes pechos, ella seguía con los ojos cerrados gozando una barbaridad.
Mmmmmmmmm Doctor, como me gusta lo que me está haciendo.
Tu tranquila Rosita que esto solo es el comienzo.
Mientras una mano acariciaba su recortadito chocho ya encharcado, la otra le acariciaba una tetorra por debajo del sujetador, subiendo despacio, bordeando la curva y acercándose a una aureola oscura enorme que abarcaba medio pecho, coronada por un pezón como nunca había visto uno. Fue tocarle la punta de uno de sus pezones con la punta de mi dedo humedecido en saliva cuando pegó un grito que me alarmó por si los vecinos se asustaban. Enseguida la tapé la boca con la mía y nos morreamos unos minutos forcejeando con pasión. Con ojos en llamas y esos labios carnosos entreabiertos me dijo:
Está siendo muy malito Doctor.
Pero a ti te gusta ¿no?
Sujetaba sus tetas y las acariciaba con firmeza y dulzura al mismo tiempo. Disfruté por unos minutos teniendo ese par de melones en mis manos, mientras ella movía el culo como si bailara sámba en un concurso, haciendo las delicias de mi miembro.
De repente me empujó con tal fuerza que en unos segundos, me vi. sentado en el sofá que había a unos metros de la cocina. Me desabrochó el pantalón y con energía me bajó el bóxer dejando al descubierto la polla erecta, empezó besándome los huevos por debajo, mientras agarraba mi pene. Después, siguió mordisqueando mi verga hasta llegar a mi glande donde se deleitó haciendo círculos con la lengua y después se la metió en la boca.
No dejaba de mirarme perversamente mientras yo veía sus labios rojos chupándomela sin tregua. Me la sujetaba con una mano mientras con la otra me acariciaba las bolas y seguía humedeciendo mi capullo con su saliva, dentro y fuera, dentro y fuera.
Yo sentía calor, mucho calor, mi pene estaba a punto de arder, pero ella no lo permitió. De repente se levantó y dándome la espalda, puso el culo en pompa dejándome ver su coñito moreno.
Doctor, ahora es su turno por favor, no se demore.
A tu servicio Rosa, a ese culo lo seguiría al fin del mundo.
. Estaba como hipnotizada y me acompañaba sin voluntad a mi cuarto, iba yo detrás de ella empujándola con la polla en sus nalgas y sujetándome en sus enormes tetas, ella dejó en el suelo de mi cocina su tanguita y el sujetador como pruebas de la fiesta . Cielo ponte a cuatro patas que te voy a follar como hace tiempo que no te lo han hecho. Lo que gustes papito, estoy ansiosa ya.
. Me desnudé completamente. La tenía en mi cama ya y esa oportunidad de gozar en mi propia habitación aunque no era lo habitual me estaba gustando mucho. Le abrí bien el culazo que me iba a comer, era enorme, morenito y duro, y comencé a comérmelo todo sin dejar nada para luego. Sus tetas colgaban casi hasta la cama por la postura que tenía, me gustaba darle por detrás pero hubiera querido desdoblar mi personalidad para comerle esas tetorras colgantes tumbado de espaldas y con ella arriba, bueno habría tiempo para todo.
Rosita, te voy a follar hasta que te caigas de gusto.
Ya tarda Doctor, estoy en sus manos y me muero de gusto, Huyyyyy, Mmmmmmm.
Con una voz mitad gemido, mitad jadeo, gritó: "METAMELA YA DOCTOR". Sus labios absorbieron mis 18 centímetros de carne y pude ver cómo ella se mordía los labios y su respiración se entrecortaba. Dentro y fuera, dentro y fuera, un montón de veces, a una velocidad alternando pausada al principio y rápida después. Ella quería gozar más y manipulaba su clítoris mientras yo la penetraba. Yo jugaba con sus pezones, mientras se la metía una y otra vez, una y otra vez, y otra, y otra... Mi polla entraba y salía casi sola, porque estaba bien lubricada y su chochito estaba completamente mojado. Notaba la fuerza de su vagina contrayéndose. A punto de correrse, me pidió que la besara difícil tarea dado el tamaño del culo de Rosa -, pero con un poco de esfuerzo mi lengua también penetraba su boca. Doblemente penetrada. De repente, sus pezones se endurecieron apuntando al cielo. Su cuerpo comenzó a convulsionarse como una posesa, a respirar sólo por la boca. Jadeaba como una yegua en una carrera, hasta que gritó entre gemidos y otros ruidos:
¡¡Me... me... corroooooooo... Guauuuuuuuu... Papito, que bueno¡¡.
Toma..... toma, me voyyyyyyyyyyyyyy......ya, hay Rosita.
Que esfuerzo, que corrida, y que gozada al mismo tiempo, me había dejado seco del todo. Caímos en la cama los dos de lado, abrazados, sin apenas sacarla del acogedor recinto, estuvimos así un rato en silencio, recuperando la respiración y yo sin dejar de acariciarla suavemente en las tetas. Poco a poco se me salió el miembro deshinchado y lo dejé cariñosamente entre el canal que hacían sus nalgas. Así permanecimos unos quince minutos descansando, cuando me dijo ella:
Doctor, tendré que ponerme a seguir trabajando si no no acabó esta tarde.
Tranquila Rosita ya te has cansado bastante y además, ¿pero has acabado la verdadera jornada laboral ya?. Le decía mientras le apretaba un pecho.
El viernes empiezo en casa del Padre David, espero hacerlo bien, él se ha portado muy bien conmigo y siempre ha sido muy cariñoso.
Tranquila, que lo harás muy bien, y el Padre no tendrá queja de ti, déjalo hacer a él. Le decía pensando en la enculada que le iba a dar, mientras hablábamos suavemente iba empujando el miembro en las nalgas de Rosa
¡Huy¡ que pillo es usted doctorcito ya está otra vez en marcha; Mire, quería pedirle un favor.
Dalo por hecho Rosa.
Es que, vera, quería llamar a mi país, a estas horas están levantándose y tengo pocas oportunidades de llamar desde el convento.
Pues claro, Rosa sin ningún problema, en el salón tienes el teléfono a tu disposición.
Muchas gracias Doctor, es usted un sol, le voy a llamar a mi maridito.
Después de darme un ligero beso en los labios, se levantó tal como estaba o sea desnuda completamente y poniéndose los tacones se fue hacia el salón balanceando las nalgas cadenciosamente, ¡ que espectáculo ¡ ya me empezaba a hacer efecto en mi soldadito.
Cuando la oí hablar unos minutos por el teléfono, me levanté y me acerqué al salón, Rosa estaba apoyada en el mueble donde estaba el teléfono, completamente desnuda, ¡bueno¡ los zapatos los llevaba puestos, y me envió un beso silencioso al verme aparecer. Le escuchaba lo que decía en la conversación con su marido:
Hay Papito, no sabes lo mucho que te hecho de menos..............¿tu también?..............claro......claro, y de mi hermana...................¿que hace tiempo que no la has visto?,........( y me lo voy a creer pendejo, seguro que se la ha cogido a la muy puta decía ella tapando el auricular ),........... bueno.........que te gustaría que ....................... todo en la boquita............¡huy¡, que caliente que te estás poniendo,..................... si mi amor..........yo también...................te mordería la puntita.........si.............así como siempre...................y más......... con mis morritos................si..............Mnnnnnnnnnnn...........toda, toda............enterita...........
Yo apoyado en la puerta la observaba y me estaba empezando a calentar, viéndola haciendo gestos, moviendo las orondas tetas y con la caliente conversación que llevaba, se me estaba animando el "soldadito" y ya tenía una media erección.
Ella mirándome y sonriendo le decía al marido:
Mi amor..................tu sabes lo que me gustaría en este momento... .................si.......como otras veces............cuando me comías el culito..... .........pues claro, todo enterito................si......como tu sabes..............con mordisquitos por mis nalgas................así mi amor........que bueno
Mientras llevaba la caliente conversación con el marido, me miraba sin perder detalle sonriendo y sacándome la lengua, en un momento dado con un dedo me hace el gesto de que me acerque y se gira de espaldas, se inclina recostada en el mueble del teléfono y deja el culo el pompa en mi dirección. Yo me acerco y temeroso comienzo acariciando las nalgas suavemente.
Si......... cariño............como otras veces......me muero por que me comas mis pompis......... .......Así poquito a poco..............¡huy¡...como lo hecho a faltar..............con mordisquitos chiquititos.................si.............casi lo estoy sintiendo en mi piel.
Me agacho detrás de ella y comienzo a mordisquearle las orondas y calidas nalgas con pellizcos y cosquillas como ella va indicándole al marido, a la vez me acaricio al mismo tiempo la polla que está poniéndose dura.
Si papi........aun tenemos tiempo.............así.............. .como me gusta..........si........y con la lengua..........todita........................¡¡Hayyyyyyyy¡¡, que gusto...............
Le abro y le paso la lengua chupando todo el canal entre las nalgas, desde el agujero del culito hasta el chocho mojado, le mordisqueo un poco el clítoris que lo sacó entre los labios vaginales, ella no deja de moverse, girando y tirando hacia atrás sus nalgas, está calentándose la situación.
¡Huy cariño¡, estoy toda mojadita...............ahora me pasarías la lenguecita por el orto....así..... ...........Mmmmmmmmmm que gustito.............me la metes un poquito dentro........hayyyyy.............que bien........como me gusta por ahí..
Me centro con la lengua en el ojete, se está abriendo a mis caricias, combino un dedo con la lengua que poco a poco se va introduciendo más, dándole mucho gusto a la muchacha y yo mientras tanto estoy con la polla tiesa esperando a ver que pasa.
¡Huuyyyyyy, Papito...............es una lástima ............Mmmmmm....en cualquier momento tendremos que dejarlo mi cielo........... el Doctor.............. va a volver y está a punto de entrar..... ...............Mmmmmmm..........sigue........si...................si..........así......... ..........¡Hay¡ perdona mi papito........tengo que colgar ....el.......Doc.....tor...vuelve a casa...... ......y va a entrar en cualquier momento.......
Yo comprendo la jugada de Rosa que está súper caliente y me levanto, apuntando con el miembro que está tieso como el palo de la bandera, lo acerco entre las nalgas al agujerito ya bastante dilatado del ojete de la muchacha.
¡Ooooohhhhh............... Papito¡ te dejo que el Doctor está entrando en casa, otro día hablamos más,. .......Muaccccccccccc,............. muchos besos mi cielo.
Le dirigí mi polla por detrás hacia su ojete, y se la encajé de un solo golpe hasta las bolas, Coincidió el colgar el teléfono de Rosa con mi penetración en el culo.
¡¡ Guauuuuuuu que gusto Rosita, toma todita dentro¡¡
¡¡Hayyyyyyyyyyy¡¡, que fuerte Doctor ,y que bueno, cuanto tiempo sin sentirla,
Mientras estaba en la acometida le acariciaba rozado su clítoris, que al igual que sus pezones era de un tamaño poco habitual y de color rosa oscuro. Mientras le daba bien fuerte, ella seguía gimiendo y casi gritando, la verdad es que era un poco gritona, no tanto como tetona, por cierto que las tetas botaban de un modo que seria una delicia desde fuera, no había presenciado nada igual, al menos que me acordara. Mientras acusaba mis acometidas rápidas ella se sujetaba en el mueble con las dos manos. Era maravilloso, aquel morenito, exuberante y respingón culo perforado por mi polla, mientras tiraba de su pelo, podía ver como las tetas se le bamboleaban a los lados de su cuerpo. Su acogedor culo apretaba y exprimía mi polla. Poco a poco note como Rosa empezaba a culear contra mi. Me incline sobre ella y mientras mordisqueaba su cuello estrujaba sus tetazas. Aquello era demasiado, no aguanté mucho más y en breves segundos me corrí; Acabé en un par de veces pero ella al menos se había corrido cuatro veces. Que tardecita más caliente y esta era la primera de la serie, que suerte la mía con ir al convento, las buenas acciones a veces tienen recompensas no esperadas. Ya en la puerta de la calle despidiéndola.
Bueno Rosa, me alegro mucho de que hayas venid, ha sido una gozada estar nuevamente contigo, quedamos para el próximo lunes.
Si, si, yo también estoy muy contenta de poder empezar a trabajar fuera del convento y muchas gracias por dejarme llamar a mi marido, el próximo viernes iré a casa del Padre David, seguro que me irá bien, ¿verdad Doctor?, siempre estoy nerviosa cuando empiezo.
Tranquila chica, tu se muy obediente y cariñosa con el Padre y todo te irá estupendamente. Con el instrumento que tiene el Padre y su calentura te va a dejar rendidita cariño, pensaba para mis adentros.