El divorcio

Creí que el divorcio de mis padres me llevaria a una gran depresión pero me trajo placer y algo más...

Hola a todos y a todas:

Mi nombre es Melinda y actualmente tengo 27 años. Este relato sucedió cuando yo tenía 20.

Me levanté de la cama a toda prisa y muy nerviosa. Hoy era el juicio por el divorcio de mis padres. Mis padres llevaban separados 10 años, pero hasta la fecha no se había puesto una demanda de divorcio. Durante todos esos años mi padre, Ernesto, no me había pagado la pensión en múltiples ocasiones, es por eso que debíamos ir a juicio, para que pagara lo que debía. La cuestión es que yo sabia de eso pero Ernesto no sabia que yo lo sabia. El juicio transcurrió tranquilo y al fin me pago lo que me debía, aunque después de eso perdí totalmente el contacto con mi familia paterna. Y mi madre estaba contenta por haberse librado por fin de semejante tipo.

Al cabo de unos 6 meses empecé a notar a mi madre un poco rara. Iba mucho a la peluquería, se compraba ropa nueva, en fin se la veía más alegre. Sólo había una explicación posible: tenia novio. Mi madre, Marina, en esa época tenia 48 años, pero para su edad se conservaba bastante bien. Vamos que tenia buen tipo como para levantar pasiones entre los hombres maduros. Me dijo que se llamaba Alberto y tenia 52 años. También tenia un hijo de 23 años, Alex. Al cabo de un mes, viendo que la relación iba en serio quedamos a comer en mi casa. Yo no era precisamente un pivón pero tenia lo mio, alta, buenos pechos, buen culo y aunque con algo de tripita pero estaba bien, eso sí aun era virgen y era algo que estaba deseando cambiar. Ese día me puse una camisa azul, una mini vaquera y una botas negras con medias negras. En fin, que me quería ver guapa para los que podrían ser mi nueva familia.

Cuando llamaron al timbre fue a abrir mi madre pq yo estaba en la cocina preparando los aperitivos. Cual fue mi sorpresa al salir y encontrarme a esos 2 hombres. Dios mio!! Alberto no aparentaba ni de lejos los 52, parecía de la misma edad que mi madre. Era alto, atlético y tenía una sonrisa divina. Detrás de el estaba Alex, no era muy atlético pero había algo en su mirada que me hizo temblar. La comida transcurrió tranquila. Alberto y Alex parecían muy buenas personas. Aunque todo salió bien no pude olvidar los ojos de Alex que no paraban de mirarme. Más tarde mientras ellos tres disfrutaban de una pelicula yo me fui a duchar.

En la ducha no pude dejar de pensar en Alex. A medida que el agua caliente caía por mi piel me fui acariciando pensando que era el quien lo hacía. Primero empecé por mi cuello, luego fui bajando hasta llegar a mis pezones ya erectos. Los acaricié un buen rato, los pellizqué e incluso los mordí. Mi mano siguió bajando hasta mi coñito ya humedo, pero hizo una parada en mi ombligo, masajearlo me daba mucho placer. Cuando llegué a mi monte de venus me estremecí de placer. Acarcicié mi clitorís y dirigí el chorro de agua caliente. Que gustito me daba, no pude evitar gemir de placer. Mmmmmmmm, oh Alex me estas matando de gusto-dije imaginando que era el quien lamia mi intimidad. Ya veo lo bien que te lo pasas en la ducha - me giré de golpe y ahí estaba el, con su mano en la polla haciendose una paja.

  • Perdona guapa, no he podido ignorar tus gemidos, me has puesto a mil.- No sabía que decir, ahí estaba yo con mi mano entre mis piernas y el tocandose la polla mientras me miraba.

  • Que haces aquí no se suponia que estabas en la sala?

  • Les he dicho que estaba cansado y tu madre me ha dicho que podia ir a echarme un rato en tu habitación, lo que jamás imaginé era encontrar esto-dijo mostrando el vibrador que yo usaba.

  • Dame eso!! - Claro como tu quieras- Se acercó a mi lentamente y de golpe me besó. No podía controlarme, algo en mi me decia que parase pero mi coñito estaba deseando que me metiera eso. Me sentó en la bañera y hundió su lengua en mi vagina. Oooooo si cabrón me matas del gusto!! Sigue no pares, más dame más.

  • Quieres más, pues toma- y me metió de golpe el vibrador. Un placentero orgasmo recorrió todo mi cuerpo y me desmayé.

A los pocos minutos me desperté en mi cama y lo primero que vi fue la mirada de Alex, era tan dulce que no pude evitarlo y lo besé. Fue un beso cálido y lleno de amor.

  • Perdona si te he asustado, jamás pensé que me podria desmayar de gusto- Tranquila, te he traido a tu cama a ver si te despertabas pero no esperaba este recibimiento.jaja- De alguno forma tengo que pagarte lo que ha pasado- Pues si quieres ahora te toca a ti darme placer. Cogí su polla entre mis manos y empecé la primera mamada de mi vida. oo si nena que bien lo haces,mmmmm que bien la chupas, si sigues así me voy a correr. Aunque no era una experta consegui que a los 3 minutos se corriera. Después nos limpiamos y vajamos al salón.

  • Como has tardado tanto hija?

  • Lo siento mama, me quedé dormida en la bañera. Cuando he vuelto a mi habitación lo he encontrado allí durmiendo y hemos bajado juntos.

  • Bueno la verdad es que se nos ha hecho un poco tarde, deberiamos irnos. Alex coge tus cosas que nos vamos. Melinda ha sido un placer conocerte.

  • El placer ha sido todo mio-dije mirando a Alex con una sonrisa picarona.-Espero volver a veros.

  • Cuando quieras-dijo el.

Alex y yo no tuvimos la oportunidad de repetir la experiencia hasta 6 meses después cuando nuestros padres nos anunciaros que se casaban e ibamos a vivir todos juntos.

Continuarà...

Espero que les guste, este es mi primer relato. Se que no hay mucho sexo pero les prometo mejorar la próxima vez.

Sexy bitch