El disfraz y el sueño
Rosa disfruta en sus sueños de los sentimientos que le regalo por primera vez el disfraz.
El sueño y el disfraz.
Rosa es joven, tiene una linda figura, unos senos turgentes, una cintura definida y un trasero bien formado todo envuelto en un aura de sensualidad inocente que solo una virgen posee. Todo aderezado con una voz que bien suena dulce, pero coqueta, una mirada tierna pero fuerte. En pocas palabras Sexy y provocativa.
Hace poco recibió un regalo que desato en ella la sensualidad y la pasión; enterradas y desconocidas en su persona. Un nada simple disfraz de diablita que tenia de color rojo un unitardo que se pegaba a su piel como un guante que viéndola parecía mas bien desnuda; una tanga pequeña, y unas tobimedias; conjuntadas en negro con una falda corta mas bien transparente que no cubría sino enmarcaba y una faja negra que delineaba su figura aun mas. Sin faltar la diadema con cuernitos y un antifaz.
Hace tres noches que se vio a si misma en el espejo y contra toda su voluntad se vio como nunca se había visto, sexy, bella y mas que nada excitada; su solo reflejo le regalo algo desconocido un dulce orgasmo que le dejo dormir placidamente.
Al caer la noche y terminar la semana vuelve a ver su disfraz. Su cuerpo tiembla de emoción y su prudencia le ordena parar pero su excitación es mayor, mas grande es el deseo de volver a sentirse bella y extasiada hasta la inconciencia. Dos noches de abstinencia parecen una tortura mayor a la de toda su anterior vida de celibato.
Se vistió sensualmente, se vio en el espejo no como "rosa" sino como una bella mujer con una sonrisa de pronta satisfacción, sus curvas exaltadas destacando todo y desnuda con su "piel roja" sin nada debajo.
Se sentía sudar, se sentía húmeda de solo verse. Basto un breve toque en sus recónditos labios bien dibujados por el unitardo para alcanzar el éxtasis otra vez y dejarse caer en los brazos de Morfeo; y alcanzar el anhelado descanso. Pero Morfeo tenia ganas de mas.
En sus sueños Rosa se encontró en una sala obscura donde la única luz parecía provenir de ella. Ataviada únicamente con el Disfraz que tanto le atraía.
Aunque no veía nada mas que oscuridad, se sabia observada y mas importante aun deseada. El aire estaba quieto sin embargo ella sentía una respiración cerca. No había ruidos pero su corazón la dejaba sorda.
Desde atrás la sombra de un brazo la atrapo por la cintura. Una sombra le besaba el cuello mientras dos manos le acariciaban el vientre. Quiso moverse para escapar o responder a las caricias pero noto que no podía.
Esas manos abandonaron su vientre y subían lentamente hacia sus senos. Los acariciaban por debajo subiendo lentamente, tanteando, apretando suavemente hasta cubrirlos para con los dedos atrapar los pezones y seguir acariciando.
Estaba desfalleciendo por esa caricia cuando sintió otro par de manos que estaban en su vientre pero que bajaban lentamente.
Alcanzaron su entrepierna y con caricias suaves y leves roces fueron bajando cada vez mas; delicadamente separaron sus piernas.
Los labios íntimos de Rosa dibujados y resaltados por la tela fueron atendidos de manera individual por una mano. Los aprisionaban, separaban, juntaban, acariciaban fuertemente o suavemente. Tanto placer desdibujaba y sin quererlo empezó a gemir.
Una fuerte luz roja la saco de sus pensamientos y vio como el unitardo se evaporaba. Haciendo que su piel ya sensible pasara de un tentador calorcito a un sensual fresco que la hizo estremecer. Estaba desnuda, completamente desnuda.
De la oscuridad surgió un reflejo; era ella y sin embargo no lo era. Eran sus ojos, su cara sus rasgos y su silueta pero la piel era de un rojo brillante, sin un solo bello. El reflejo se fue desvaneciendo pero alcanzo a ver como las manos regresaban.
Sin tela de por medio las mismas caricias ahora eran verdaderamente intensas, sudaba de excitación, gemía, sentía el calor del contacto de la piel con la sombra y sufría el frió del ambiente. Sus senos estaban hinchados de placer, sus pezones mas duros que una piedra y sus labios íntimos eran una poesía a la pasión.
Cuando creía que desfallecería las manos en su entrepierna se dividieron. Una hizo que un dedo entrara poco en su mas preciado tesoro. Ese tacto antes que espantarla por el solo hecho la espanto por la cantidad de gozo que sentía. El movimiento rítmico de salir solo un poco y entrar de nuevo la volvía ebria de placer. De pronto las sensaciones se multiplicaron a un mas la otra mano sombra se había ocupado de ese oculto botón llamado clítoris. Le acariciaba suavemente, tocaba rápidamente la punta lo lubricaba con sus propios fluidos.
Y sin poder evitarlo sus gemidos fueron gritos y esas sensaciones fueron un completo orgasmo que la dejo sin fuerzas, su corazón latió muy rápido para luego desacelerar, todos sus músculos se apretaron para luego aflojarse, su intimidad latía, sus piernas temblaban y su único sostén eran las manos sombra que la acariciaban. De ella mano un fluido que se deslizo por sus piernas y cuando creía que terminada dos dedos irrumpieron donde antes había uno y alargaron la sensación.
Estaba rendida a esas manos cuando en su espalda a la altura de sus nalgas sintió algo caliente y muy duro. Sintió como eso se iba acercando a su intimidad. Como sus labios mas escondidos y ahora expuestos se abrían para recibirlo la sensación era calida, el tacto le revelaba que era duro, rugoso y suave a la vez. Entraba poco a poco donde antes habían estado los dedos topo con algo que no podía tocar sin que le provocara un poco de dolor. Eso salio poco a poco pero comenzó a entrar fuertemente y....
En ese momento sonó el despertador. Era temprano por la mañana ...
Continuara???? Solo si lo desea la protagonista Cualquier duda comentario o mentada ya saben a loco_sexy_04@yahoo.com.mx