El director del colegio
Me caía tan mal, era arrogante y muy creído, pero sabía hacer bien las cosas en el colegio de mi sobrina, hasta que un día me citó para corregir a mí sobrina, ahí es donde me di cuenta que si era bueno en todo
Mi hermana es la típica mujer que trabaja, tiene a sus hijos en el mejor colegio, su esposo es un empresario, por lo mismo a veces ellos no pueden ir a las reuniones de sus hijos en el colegio y me mandan a mi, la hermana soltera, en el colegio el director del instituto es de esos tipos llamados fresas, que se cree la última coca cola del desierto, no está tan guapo tampoco, un día mando llamar a mi hermana a su despacho porque a mí increíble sobrina se le ocurrió romper cosas del laboratorio, como siempre fui yo a dar la cara.
Cómo ya se cómo son los hombres de calentones que al ver una cara bonita y buen cuerpo caen rendidos, asi que ese día use un vestido rojo pegadito, muy cortito, con un pronunciado escote, tome un saco que me quedaba incluso más largo que el vestido, unas botas largas, solté mi cabello ondulado, me maquille ligero y fui a la dichosa reunión, nadamás al verme el tipo salto sus ojos, me pidió ir a su oficina, listo, dónde no había cámaras.
Me ofreció un café, me negué, me comentó el incidente, que entendía que era una niña, que nunca había molestado, que quizá algo había pasado, yo me quite el saco, doble mis piernas y seductoramente le dije;
- ¿Que solución propone?
El hombre comenzó a sudar, me levanté de mi silla y como toda calienta hombres, me acerque a él dando vuelta al escritorio y me senté en el.
- ¿Cómo solucionaremos la travesura de mi sobrina?
El estaba nervioso, miró hacia la puerta de su oficina, comenzó a tocar mis piernas, me miró y yo le guiñe un ojo.
Se levantó, abrió mis piernas y se puso entre ellas, comenzó a besarme el cuello, a acariciarme la espalda me bajo el siper del vestido, ahí se dió cuenta que yo no traía ropa interior. Sentí su pene y comence a tocarlo, menuda sorpresa me lleve que el tipo creído tenía una vergota de esas enormes sacadas de videos porno. Emocionada por dicha verga, rápido me inque y comencé a hacerle sexo oral, no tardó mucho en venirse, me quite rápidamente pues no pensaba ir a mi trabajo llena de semen.
-Maldita calienta pollas, hiciste que me viniera, pero ahora solo has hecho que dure más, ven acá puta que te haré gozar - me acerco a el, me sento en el escritorio, acercó su verga y poco a poco la introdujo dentro de mi, había sentido muchos penes, pero ninguno como este, me besó el cuello y yo lo abrace con mis piernas para sentir más placer, me estaba arrancando gemidos, grité como una perra en celo, sin preocuparme si me escuchaban afuera, el maldito me estaba haciendo gozar, me besó, luego me pidió que me volteara, yo lo hice sin rechistar, me recostó en el escritorio y me la dejo ir de golpe, mis pechos golpeaban el escritorio y se sentía riquísimo, el me la metía con más y más violencia, de pronto me dió una nalgada, la saco y el se sentó en su silla, me pido que lo montara y yo tan obediente lo hice, tenerlo frente a mi le permitió tomarme los pechos a su antojo, me los lamía, los mordía, los pellizcaba, era tan delicioso lo que sentía, que no me contuve y me vine, sentí riquísimo, el continúo con su ritmo.
Luego me pido volver a sentarme en el escritorio, yo lo hice de pronto el comenzó a hacerme sexo oral - me gusta el jugo de las mujeres - me dijo mientras yo disfrutaba como loca, estaba exitadisima, que no tarde en venirme de nuevo, luego el se paró y me la metió de golpe, me cargo y así parado siguió haciendome disfrutar, yo solo lo abrazaba y me dejaba llevar, este hombre ya había hecho que me viniera dos veces, parecía llegar una tercera, cuando me la saco de nuevo, me pidió que me subiera a su silla y dándole la espalda me la metió de nuevo, pero está vez fue tan tosco, no duró mucho en esa posición cuando se vino, salió de mi y se recostó en mi espalda.
- Creo que no habrá sanción para su sobra ni represalias, gracias por venir a hacerse cargo de la niña.
No dije más que gracias, descanse un poco y luego tome mi ropa me la puse y salí en dirección rumbo a mi trabajo. Qué buena cogida me di con el creído ese.