El director de cine (9)

Se vino el final apresurado de la película, las cuentas fueron clarísimas, nos despedimos de todo y de todos y me queda el dinero y algo más.

FINAL DE PELÍCULA - CUENTAS CLARAS - DESPEDIDAS.

La llamada con mi mujer agravó un poco la situación o, por lo menos, mi situación mental, me contó que había mandado a hacer unos arreglos necesarios en la casa y había comprado un par de muebles y algunos objetos para re-decorar el lugar, eso me alegró, tenía buen gusto y no se había quedado quieta, seguramente la casa luciría mucho mejor después de mi ausencia, lo que pasó es que luego de contarme esas novedades comenzó a llorar, todo empezó con un sollozo y luego se soltó dejando salir su angustia, decía que me extrañaba, que me necesitaba y que quería tenerme al lado.  La calmé o eso creí pero luego de cortar la comunicación quedé como si me hubieran dado una paliza.

Era evidente que lo que se pensaba dejando divagar la mente solía ser, cuando eran problemas (de esos había habido muchos) , más estresante que la actividad física y no me quedaron ganas de salir de la habitación, bajar y/o conversar con nadie, recordé que Noelia me había comentado sobre unas pastillas para dormir y las busqué en su botiquín, el prospecto medicinal decía que eran para obtener un sueño leve y como me vendría bien un sueño más largo, me “zampé” dos.  Previendo que se podrían alarmar, les dejé una nota aclarando que había tomado dos pastillas para poder dormir tranquilo.

Desacostumbrado a tomar pastillas somníferas fue como realizar mi propia “cura de sueño” , me relajé en la cama y el medicamento no tardó en hacer efecto…  En algún momento me pareció notar que movían mi brazo y me cacheteaban las mejillas pero fue muy difuso y desperté temprano en la mañana, aún un poco somnoliento y aletargado miré los cuerpos desnudos de Noelia y Alicia que se movían a mi lado…

  • ¡Ahh, bueno!, parece que tenías ganas de dormir, anoche no hubo forma de despertarte, primero nos asustamos pero Alicia leyó la nota y te dejamos dormir, ahora preparate porque por habernos hecho asustar te voy a pinchar el culo a lo bestia, -dijo Noelia apoyada por Alicia aunque ambas sonreían-.

Las abracé a ambas y recibieron sus respectivos besos en las mejillas, sentía la boca pastosa como para otro tipo de besos, no fue óbice, las manos de las dos se ocuparon rápido de mi entrepierna y salí disparado para el baño diciendo que me iba a bañar y a desayunar rápido porque iba a tener un día muy movido.  Me dejaron bañar tranquilo y al regresar me hicieron los chequeos, luego nos cambiamos y bajamos juntos.  Aparte de la filmación tenía un tema prioritario para abordar, Daniela tenía que enterarse de algunas cosas.

Eran las ocho de la mañana y en la cocina había una actividad un tanto intensa para lo que estábamos acostumbrados, Amina y Lina pararon con el trajín en la preparación de las comidas y esperaron mi saludo, que derivó en un beso profundo y apretón de nalgas, la reacción de las dos gimiendo y apoyándose en mí provocó la risa de las enfermeras, “son unas viciosas anteanoche con las nuevas nos dejaron de cama y siempre quieren más” , -dijo Alicia acercándose a besarlas y dándoles los buenos días-… “Son ustedes chicas, no sólo reciben, también saben dar y no nos dejan de lado, eso nos pone muy bien” , -contestó Amina con una sonrisa-.

Luego de los saludos nos preparó el desayuno y me contó que habían hecho las pruebas con Grace y con Adil supervisando.  Estaban contentos porque a la rubia no se le habían movido ni las pestañas, haría un excelente papel cubierta de comidas y hojas de palma.  A un costado, en una mesa aparte se apreciaban los distintos platos y las hojas que se utilizarían para cubrir parte del cuerpo de la joven y Alicia me mostró también que cada plato tenía un color diferente, también me dio los diálogos sobre las comidas anotados en un papel, con Adil habían decidido que cuando leyeran no se notaría, además no enfocaría esos papeles.

Para las nueve ya estábamos todos en la mesa del desayuno, tuve que aguantar las chanzas de Selva referidas a que las chicas me habían dejado “de cama” y no había aparecido el día anterior, “pronto vamos a filmar pero a mí no van a dejarme de lado, estoy “a mil” con todo lo que escuché, así que preparate Guille porque yo te tengo a tiro y te parto al medio” , -dijo Cynthia haciendo alusión a que era la única que faltaba pasar por mi cama-…  Todo era con una buena onda fantástica en la que participaban todos y Adil por lo bajo me dijo que se podría comenzar a filmar a eso de la una de la tarde.

Le contesté que me parecía bien aunque me aclaró que a Grace la comenzarían a preparar desde una hora antes.  Ella quedaría en la mesa del comedor, Selva , Marisol y Cynthia buscaban a los muchachos que esperaban sorprenderse con lo que las chicas harían de comer y les decían que ya estaba todo preparado, quedaba como que ingresaban al comedor y se encontraban con la sorpresa de la mesa preparada. José Luis el más “veterano” y “dueño de la casa a heredar” , les decía a todas que había que comer desnudos para no mancharse la ropa y no tardaban en quedar las pocas ropas tiradas por el piso.

Adil lo tenía todo programado y le di el visto bueno pero le aclaré que antes debía hablar con Daniela y para eso me iba a retirar un rato largo, le pedí que él dispusiera, sabía que lo tomaba todo con total responsabilidad.  La llamé a Daniela diciéndole que tenía que hablar con ella, inventé que tenía que darle un mensaje que me había llegado del trabajo y nos fuimos los dos a mi habitación.  Entró temerosa porque ella sabía bien que no había ningún mensaje del trabajo y traté de distenderla.

  • ¿Qué pasó Guille?, contame porque siento que ni sé dónde estoy parada.
  • Parada no sé pero anteanoche seguramente sabías dónde estabas acostada, jajaja.
  • ¡Ufff!, ¡no sabés lo que fue!, en mi vida pensé que iba a disfrutar tanto como desde que vine la primera vez aquí, aparte de lo sexual que fue espectacular, tengo un acercamiento y una sintonía con mi hermana que nunca habíamos podido alcanzar.
  • Eso sin contar que las “nuevas”, según me contaron, se ensañaron con todas…
  • Te matan, te destruyen Guille, siempre fue un poco reacia al sexo con mujeres y acá me sacaron todas las “ñañas”, aunque, ya que estamos, te podés dedicar un ratito a mi culito, me encanta cuando entrás ahí.
  • Pará fanática, estás muy putita, ahora vemos eso, primero vamos por lo que te llamé.
  • Sí, decime, ¿qué pasó con Javier?
  • Pasó que “desapareció” según parece se rajó a un país del Caribe, difícil que vuelva por estos lados pero flaco favor nos hizo a todos, a vos hasta te mando al frente con el Jeque diciendo que estabas enterada de todo, ¿no sabés lo me costó hacerle entender que estabas “en bola” de sus “manejos” y que te “usaba” para poder fugarse tranquilo, -mi enojo todavía se notaba porque no me costaba nada “tirarle mierdas” a mi “desaparecido” ex amigo-.
  • Nooo, es un hijo de puta, yo sólo sabía que le iba a pedir un adelanto, no sé nada más.
  • Lo sé, finalmente me entendió, estuve como una hora hablando para convencerlo, lo logré pero me dijo que ya no pertenecés a la empresa, eso sí, en tu cuenta de ahorro te depositaron la indemnización y un suplemento para que te olvides de ellos y de aparecer por allí, según me dijo le compró todo.
  • Eso lo daba por descontado y no me importa, prestame tu celular que quiero mi saldo bancario.

Le presté el celular, buscó la página del Banco, tecleó su código de identificación y me di cuenta que había tenido acceso a su saldo bancario cuando abrió los ojos asombrada, retrocedió y se sentó en la cama sin despegar la vista del teléfono.  Me habló con la voz entrecortada:

  • Guille, tenía un saldo de cuatro mil dólares en mi cuenta, me costó un triunfo ahorrar eso rapiñando un poco aquí y allá y ahora tengo cincuenta y ocho mil dólares, es una fortuna.
  • En buena hora, me alegro que el Jeque se haya portado bien con vos, disfrutalos y olvidate de la empresa y de Javier, -le contesté sentándome a su lado-.
  • Ni hablar, con esto tengo para buscar trabajo más que tranquila, ni pienso aparecer por la empresa.  Tengo que pensar con calma y hablar bien con mi hermana, algo vamos a hacer para dejar de depender…  Estoy aceleradísima, no te imaginás cuanto, lo único que me va a calmar es tu “ensartada anal”…
  • Jajajaja, no das puntada sin hilo…

No pude decir más, se tiró encima de mí, comenzó a besarme como desaforada y a meterme mano por todos lados.  El del miembro era yo y éste ya respondía pero Daniela me iba a coger sí o sí, ella dirigía todo, la ropa desapareció y no quiso preliminares, se sentó encima lo tomó con su mano y lo embocó en su vagina dando un alarido como de triunfo.  Dudé porque pensé que se había hecho mal, nada que ver, se movió sin salirse, usó sus propios jugos para lubricar el ariete y lo sacó para, con la misma mano, apuntarse con el glande al agujerito marrón.  Terminó de acomodar el recto y se sentó, la sintió y se le notó en la cara cuando apretó los dientes y cerró los ojos, luego fue algo así como una cabalgata.

Subía y bajaba, entraba y salía, gemía, gritaba y entró en una catarata de mini orgasmos lanzando pequeños chorritos de sus jugos, mientras de modo entrecortado lo puteaba a su ex amante.  Estaba apretado allí adentro y sentía todos sus movimientos, no tenía sentido aguantar demasiado, ella había obtenido sus orgasmos y aferrando sus caderas, me hundí para descargar mis huevos en el fondo de su tripa.  Mi gemido y el líquido caliente la hicieron explotar, se arrojó sobre mi pecho gritando en mi oído y moviendo sus nalgas y caderas como si hiciera eso que se denomina “perreo” . ¡Linda paliza me pegó Dani! ...  La abracé y la mantuve así hasta que sola se fue calmando y habló en voz baja junto a mi oreja…

  • Gracias Guille, los “polvos” contigo y también con las chicas, no lo voy a negar, fueron los mejores de mi vida, tenemos que estar en contacto, decime que sí, que vas a venir por casa a visitarnos a Marisol y a mí.
  • Sí, mi ángel, no me voy a olvidar de ustedes y ya que dijiste “casa”, también me avisaron que podés volver tranquila a tu casa, nadie te va a molestar.
  • Estoy segura que va a ser así, a medida que me contabas se me metió en la cabeza que el país caribeño debe estar muy, muy lejos y que Javier no aparecerá nunca más.
  • ¡Encima sos bruja!, esa es la historia para vos y para todos, hacele caso a un tonto, si alguna vez hablás de él, elegí un país y no abras la boca más que lo necesario, más no te cuento porque más no sé, ahora salí de arriba y vestite que tenemos que filmar el “Nyotaimori” con comida árabe.
  • Quiero ver esa filmación, seguramente va a salir espectacular y más tarde me voy a ir para mi casa, feliz, con dinero y con el culito “amortizado”, jajaja.

Tonta no era y no dio para hablar más, luego de que se fue me fui a lavar, me cambié y me entretuve un rato con la mascarilla y el oxígeno.  Al rato cayó Noelia y me encontró sentado “oxigenándome”

  • ¿Estás bien?, Daniela está saltando en una pata por la indemnización y creo que por algo más, la “baranda” (olor) de la habitación no miente, voy a abrir un poco las ventanas…
  • Sí mi cielo, estoy muy bien, me estoy dando con el oxígeno sólo por las dudas porque dentro de un rato el set va a estar “movido”.
  • Ya la comenzaron a preparar a Grace , está tentada de la risa porque Selva le pide a Amina que le llene la vagina con dátiles para comerlos desde allí con “juguito” seleccionado, fue una risa generalizada pero ya se pusieron “las pilas”, aunque te digo que a Adil no le desagradó la idea.
  • Bueno, vamos a ver qué pasa, si estas escenas salen bien, nos va quedando menos tiempo en la casa de campo y volveremos al edificio.
  • ¿Ya está todo listo?, fue en tiempo record, hablaste de tres meses y faltan unos pocos días para el mes y medio.
  • Falta muy poco, dos o tres escenas más que se harán en un día, quizás dos y la finalización completa se hará en la capital.

Bajé llevando a Noelia del hombro y sonaron varios chiflidos cuando nos vieron aparecer. Adil ya había filmado la parte en que los muchachos esperaban por las chicas y la charla con ellas, Grace , salvo por un par de detalles que solucionaba una activa Amina , ya estaba lista y esperando.  Pregunté si estaban todos listos y ante la respuesta afirmativa de Amad con los maquillajes y de todos, más  la expectativa de los que miraban de afuera, di la orden que me seguía sonando extraña… “Acción” , -dije con voz fuerte y clara- y se comenzó a rodar…

Salió sensacional, hubo que hacer tres o cuatro cortes por el tema de la pronunciación de las comidas pero lo demás salió sobre rieles, las chicas y los chicos comieron hasta hartarse y sí, cuando ya habían retirado todos los platos del cuerpo de Grace , José Luis tenía su miembro metido en la boca de la rubia que tiraba la cabeza hacia atrás para hacer una “garganta profunda” de lo más morbosa y mientras Roberto la tenía de los muslos, las chicas empapaban los dátiles en el “juguito seleccionado” para luego degustarlos con placer.  Los movimientos del cuerpo de Grace mientras orgasmaba con esto movían toda la mesa, después fue un todo contra todos que tuvo en vilo y con las manos en las entrepiernas a los que estábamos de espectadores.

No tenía ganas de dar la orden de “Corte” y eso lo hizo Adil cuando las actrices y actores se desparramaron vencidos en los sillones del living porque hasta allí se trasladaron sin que se los ordenaran y estuvieron bien porque estaban más cómodos y de paso filmábamos otras dependencias de la casa del Jeque.  Cuando Adil dejó de filmar el aplauso estalló al unísono de parte de todos los que estábamos en el improvisado set, actores incluidos.

La alegría fue contagiosa, las enfermeras y las cocineras se abrazaban eufóricas, Adil era el más serio pero estaba ancho de orgullo y Amad se abrazaba con el sonidista y con los otros camarógrafos.  Lo felicité a Adil con un fuerte apretón de manos y pedí un aplauso para las cocineras que habían logrado plasmar lo que pretendíamos en el cuerpo de Grace , por último, sin que nadie nos dijera nada, todos juntos aplaudimos a las chicas y los chicos que aún continuaban en los sillones pletóricos de satisfacción.

Los que no habíamos almorzado desfallecíamos de hambre y nos fuimos a comer algo a la cocina, fue la misma comida que no se había utilizado en la filmación y resultaron verdaderos manjares para el paladar de todos, incluso para quienes no estábamos acostumbrados a esos gustos.  Al terminar de almorzar Adil me pidió autorización para seguir con la edición y compaginación y para esto lo acompañamos Amad y yo .  Las chicas y los chicos que habían actuado habían acaparado la pileta de natación, “no nos dan las piernas para irnos a bañar a las habitaciones” , -me había dicho Selva y nadie puso objeción-.

Estuve como cuatro horas encerrado con los dos árabes y se “afinó” todo lo filmado, Adil me mostró en detalle como tenía toda la realización encaminada y quedamos de acuerdo en que quedaban sólo dos escenas por hacer, una era la decisión de las chicas a venirse para la casa de campo, para lo cual se me ocurrió hacerla en la misma casa aunque en una habitación distinta.  La ropa sería la misma y podríamos hacer figurar que Selva las llamaba a las chicas desde un cuarto aledaño y allí las invitaba a visitar a su tío, esto nos evitaba mostrar las diferentes habitaciones.

La otra escena tenía que ver con la despedida de la casa de campo y allí, luego de besos, abrazos, risas y jarana, las chicas y Roberto subirían a la camioneta con que habían salido del edificio y se alejaban por el camino mientras que José Luis , el tío, las saludaba con un rostro en que se notaba la satisfacción.  Eso marcaría el final de la película, no nos costó nada ponernos de acuerdo, le pedí a Adil que le hiciera llegar al Jeque todo lo filmado y compaginado, haciendo mención a lo que faltaba y salí para avisarle a Selva que tuvieran lista la misma ropa que habían usado en las filmaciones del casting.

Me los encontré a todos absorbiendo como lagartos los últimos rayos de sol de un día espectacular, me reí solo porque no observé ninguna ropa por las inmediaciones, sólo algunos potes de bronceador.  Diez mujeres espectaculares (también estaban las “nuevas”) y dos muchachos completamente abandonados a lo que Febo decidiera.  Me acerqué a Selva , dije en voz alta que el día de mañana filmaríamos lo que restaba y pregunté qué día era de la semana, “creo que es miércoles” , -contestó Roberto y todos lo aceptaron, no teníamos muchas nociones de los días de la semana en que vivíamos-, entonces les avisé que el lunes siguiente a la tarde volvíamos a la capital.

“¿Con lo de mañana terminamos?”, -preguntó Cynthia -, le contesté que sí que sólo nos quedaban poner los créditos y la música y que ellos tenían unos días para “rascarse” a gusto…  Aquello se convirtió en un pandemonio de gritos, exclamaciones, silbidos, aplausos y alegría desbordante, aunque noté que las más reticentes a esto eran Amina y Lina , las cocineras se imaginaban volver y me acerqué a las dos, “de ustedes dos me voy a ocupar después, denme tiempo” , -les dije luego de besarlas y las dejé con la intriga-.

Por eso le dije a Adil que le mandara la película casi completa al Jeque, los dos estábamos convencidos de que le iba a encantar y al no tener que repartir con Javier el dinero que quedaba de excedente de los cinco millones originales, iba a intentar hacer una oferta para que me cediera o, si es más simple de entender, que me vendiera a las dos cocineras, tenía planes para llevar a cabo con ellas dos.  No tenía ni puta idea de lo que podría resultar o con que me podría salir pero tenía que intentarlo, se lo debía a ellas dos y, como decimos por estos lugares, el “no” ya lo tenía y, por lógica, no podía anticiparlo para no crear falsas expectativas.

Luego de la cena se despidió Daniela , le tocaba volverse para su casa libre de presiones y nos comentó que iba a hacer esos kilómetros totalmente tranquila y a disfrutar como si fuera un paseo, afirmó que tenía mucho por estar bien y me hizo prometer delante de todos que iría a visitarla,  se lo prometí convencido de eso, no pensaba privarme de ninguna de ellas.  Al rato, mientras tomábamos una copa en el living, Adil me informó que ya había enviado las filmaciones con las aclaraciones pertinentes, se lo agradecí y noté que Noelia bostezaba por lo que decidí que subiéramos a la habitación, había sido un día bastante movido.

No quise que me hicieran el control y las dos enfermeras, vestidas sólo con el cabello largo en sus cabeza y yo con el bóxer, nos “desmayamos” al desparramarnos en la cama, una sábana de seda nos cubría y nos arrullaba el aire acondicionado que no nos dejaba notar los casi 30° nocturnos de ese verano que a todos nos resultaría difícil olvidar.  Nos despertamos temprano, nos bañamos, me hicieron el control y bajamos a desayunar más que contentos.  En la cocina estaban todos y las chicas vestían las ropas que usaron en el casting.

Nos tomamos el tiempo para desayunar y escuché los comentarios de las chicas, las cuales opinaban lo que harían con el dinero que cobrarían por sus servicios, me pedían consejos y decliné darlos, “chicas, me piden consejos a mí y si no fuera por mi mujer y su Economía en casa nunca llegaríamos a fin de mes, soy un desastre con todo eso del dinero” , -les dije riendo-… “No son dos “mangos”, es mucho dinero y no queremos comenzar a gastar a lo locas para quedarnos en bolas al poco tiempo” , -expresó Selva que parecía tener la voz cantante-. Adil , Amad y las cocineras escuchaban y no opinaban.

Luego de esas charlas, mitad en serio y mitad en broma que, por una química especial que ponían todos de manifiesto, nunca se quebró ni se resintió, pasamos a finiquitar el tema de las escenas que faltaban.  Las indicaciones fueron pocas y en poco tiempo ya teníamos esa parte terminada, luego se fueron a cambiar de ropas y ya totalmente “veranizadas” y con shorcitos de jeans filmamos la despedida que marcaba el final de la película.  Hubo abrazos, besos cortos y largos, toqueteos para un lado y para el otro y el adiós de Selva(la sobrina) con la mano en alto asomando por la ventanilla del vehículo que se perdía en un tono difuso.  El “corten” sonó como un alivio generalizado.

Una vez terminado esto, Adil , con el sonidista y los otros camarógrafos, guardó y empaquetó lo que no era necesario y el almuerzo lo tomamos en los costados de la pileta, todos totalmente distendidos y como quien dice “mezclando la hacienda” pues del momento tomaron parte los que colaboraron con las filmaciones.  Hubo bastante recato por parte de las chicas en su vestimenta, eso sí, hasta que terminamos de comer, luego fue pileta, cuerpos desnudos y bronceadores.

Amina , que estaba un tanto cabizbaja al igual que Lina recogiendo platos y cubiertos, se acercó y me habló: “Mi señor Guillermo , Lina y yo necesitaríamos hablar en privado con usted” …  No le contesté, me paré y con una seña les pedí que me siguieran, elegí una de las habitaciones de la planta baja y entré en ella seguido por las dos…

  • Bueno, ya estamos solos, ¿qué querían hablar conmigo? , -la que habló fue Amina -.
  • Sabemos que no tenemos derecho a pedir nada y aceptamos los castigos si algo de esto le molesta pero junto a usted y las chicas hemos recibido más en este tiempo que todo lo que hemos recibido en toda nuestra vida, nos dieron amor, cariño, caricias, participamos como “iguales” en muchas cosas de ustedes y no nos hicieron sentir que éramos “usadas”, los vamos a extrañar por siempre y queríamos pedirle una noche con usted, los tres solos, creemos que es una forma de demostrar nuestra entrega, dejando que abuse de nuestros cuerpos si así se le antojara.  No sabemos qué pasará el día de mañana pero una noche así la recordaríamos por siempre…-¡Mierda! y yo tenía que morderme para no revelar mis planes-.
  • Yo estaría encantado de la vida, chicas, pasaría todas las noches junto a ustedes, lo que sucede es que no sé si mi salud aguantaría, por eso están conmigo Noelia y Alicia, eso ya lo saben, de todos modos, como tengo muchos deseos de pasar esa noche juntos, dejen que les consulte que puedo hacer para no “aflojar el tranco” y les prometo que en estos días buscaremos la oportunidad.
  • Gracias mi señor, gracias, -dijo Lina arrodillándose a mis pies como un musulmán rezando y me hizo sentir mal-.
  • Levantate Lina, no quiero ni me gustan esa demostración, ya les dije que nuestras culturas son diferentes y no me hace bien verlas así, es lo mismo que con el “mi señor”, si no me entienden me dan ganas de calentarles el culo a chirlos.

Ni sé porque lo dije, creo que fue porque me salió así, no tuve en cuenta que lo que para nosotros era un castigo casi humillante, un castigo que te jodía íntimamente el orgullo, para ellas era una forma de demostrar que estaban dando placer al “amo” o “señor” que en ese momento ejercía su dominio.  Tomé conciencia de ello porque fue inmediato, los ojos les brillaron y se giraron para bajarse los shorcitos y apoyar el cuerpo en la cama dejando sus nalgas a mi disposición.

Hay un dicho que dice: “La ocasión hace al ladrón” y creo que en ese momento, aunque siempre estuve en desacuerdo con el castigo físico en el sexo, “la ocasión afloró al sádico dominante” .  Las palmas quedaron marcadas en esas hermosas nalgas doradas por el sol, gimió Amina cuando sintió el golpe dado con todas las ganas y gimió Lina por lo que esperaba y que no tardó en llegar, “más Guille, más” , escuché y no me detuve, sin apurarme para no agitarme descargué un chirlo tras otro cambiando de lugar mientras notaba que la erección apretada por el short se convertía en dolorosa.

Se me cruzó por la cabeza una mamada pero mi morbo cambió rápidamente y exigió “culos” , me bajé el short que salió sólo de una pierna, escupí sobre el agujerito de Lina y ella se acomodó sola abriéndose los cachetes con ambas manos, la muy puta tenía la vagina anegada y creí que tenía que sentirla, apunté y penetré en el asterisco, sin escalas hasta que mi pelvis chocó con sus nalgas marcadas, no gritó porque mordió las sábanas y yo pretendí quedarme quieto para que se acostumbrara, tonterías que con ninguna de las dos debía tener en cuenta pues ella misma comenzó a moverse empujando mi pelvis y gimiendo a viva voz, “acabá tranquila” , -le dije mientras le daba chirlos en las caderas-.

Me pareció que había tenido dos orgasmos seguidos cuando se la saqué y apunté al culo de Amina que esperaba, hice lo mismo y resultó tan estrecho como el otro producto del dominio de sus músculos anales.  El grito fue más sonoro y aquí no me detuve, siempre sin volverme loco, entré y salí varias veces con toda la profundidad que podía hasta que también noté sus orgasmos y salí de ella para pedirles que se tomaran mi leche.  Las dos se giraron y vi que tenían lágrimas en las mejillas cuando las empapé de semen pero sus ojos brillaban con una felicidad inesperada.  Se alternaron para limpiarme a mí con sus bocas y luego lo hicieron con sus caras, estaban pletóricas de gozo y alegría.

No estaba muy orgulloso de mi proceder y les pedí que me mostraran las nalgas, lo hicieron y aquello era un mar rojo amarronado de dedos marcados, mi cara lo dijo todo y tuvieron que convencerme que ellas habían gozado lo indecible con lo que les había hecho, “no es nada, fueron caricias Guille peor es cuando es con una fusta o una vara de mimbre de un amo furioso” , -me dijo Amina besándome con ternura.  De todos modos, les dije que no se mal acostumbraran, no sería siempre así, “me da más resultado mi método” , -alegué convencido-… “Por lo escuchado, habrá otra vez, estaremos esperando” , -expresó Lina con una sonrisa de oreja a oreja.

Me fui a mi habitación a darme un baño y “un toque” con el nebulizador, ahora me confiaba, me lo dejaba en el cuarto y no debía hacer eso.  Las cocineras se fueron por su lado y aparecimos casi juntos en las inmediaciones de la piscina, aunque ahora llevaban polleras tipo mini, tal como tenían el culo no daba para tanga. Adil se daba cuenta de todo lo que acontecía pero no demostraba nada, se sonrió al mirarme y en ese momento sonó su teléfono, el salto que pegó sorprendió a las chicas que estaban cerca y Amad se puso en tensión.  Se fue para el interior de la casa para hablar tranquilo, yo sabía quién era…

Eran las tres de la tarde y como había seis horas más de diferencia horario con Arabia supe que el Jeque ya habría mirado la película y, sin darme cuenta crucé los dedos…  Tardó unos tres minutos y regresó con el teléfono en la mano y alcanzándolo me dijo: “el amo quiere hablar con usted” , “dígale excelencia” , me recalcó en voz baja…  Entré en la casa y contesté…

  • Buenas tardes excelencia o buenas noches para usted, es un gusto escucharlo.
  • ¿Cómo le va señor Guillermo ?, no tengo el gusto de conocerlo pero me llegó su trabajo y es superlativo, eso sin contar que me ha dicho Adil que logró usted una sintonía perfecta con todos los de la casa.
  • Me congratulo con que le haya agradado el trabajo aunque me ayudaron mucho excelencia, es gente de lo mejor y me tomo el atrevimiento de decirle algo…
  • Dígame, hable tranquilo usted me merece la confianza…
  • Mi trabajo no habría podido salir bien si no hubiera contado con los conocimientos y sapiencia de Adil, es un maestro en lo suyo y me lo demostró con creces.
  • Es muy bueno saberlo, lo tendré muy en cuenta en cualquier otra oportunidad, aunque debo decirle que me toma usted por sorpresa, no imaginaba esa humildad.
  • No es humildad excelencia, es una verdad, cuando el que está al lado sabe lo que hace, se hace mucho más fácil todo.
  • Ojalá fueran todos iguales y no lo decepcionaran a uno…  Bueno, me dijo Adil que el trabajo de ustedes está totalmente terminado, ¿es verdad eso?
  • En lo que respecta a filmación y actuaciones está completo, faltarían los créditos y la música al inicio y al final.
  • De eso se ocupa él, le aclaro que debo aparecer como Realizador y Productor, usted irá como Director y las mujeres y hombres que actúan irían sólo con sus nombres de pila porque esa realización es de consumo interno y ellos deberán comprometerse por medio de un firma a no exhibirla por ningún medio público.
  • No hay ningún inconveniente con eso, firmaremos todos con plena aceptación y consentimiento.Excelencia, yo sé que esto le puede causar un cierto grado de incomodidad pero, ¿podría ser posible que Adil figure como subdirector o como que fue dirigida por ambos.
  • Jajajaja, me pone en un compromiso, se me va a poner insoportable aunque le voy a dar el gusto.
  • Le agradezco mucho Excelencia, es una forma de agradecimiento por toda la ayuda brindada, dirigiendo, filmando, editando y compaginando, es una perla negra para la industria del cine.
  • Déjelo por mi cuenta, otra cosa más, ya no es necesario que regresen al edificio, me dijo Adil que se iban a ir de allí el lunes, pues le pediría que lo hagan el domingo al mediodía, yo mañana mismo le envío a un representante con los compromisos para firmar y con el dinero que resta para completar los cinco millones estipulados, creo que es algo así como cuatro millones y medio y se facturarán como honorarios por servicios prestados, usted deberá ocuparse de rellenar las facturas y hacer el reparto.
  • Delo por hecho, yo le dejo a Adil las cuentas muy claras y los comprobantes, salió unos buenos dólares pero valió la pena la apuesta original.
  • Jajaja, ni se imagina lo que valió la pena.  Le voy a contar en confianza…
  • Seré una tumba excelencia.
  • No lo dudo, sino no lo haría.  Dejando de lado el tema de la empresa que compré, la excelente realización que usted llevó a cabo, aún adaptando el guión original, algo que por otro lado estuvo muy bien porque me sirve para refregarle cosas en la cara a un primo cercano que también es Jeque, me permitió ganar cincuenta millones.  El susodicho se llenó la boca diciendo que mi guión no podría salir de un cajón, que era horrible y que no “calentaba ni a los presos”, en esencia, me descalificó a mansalva, esto generó la apuesta que gané por su realización y no pudo decir nada ni poner escollos, vio la película conmigo, se “trepaba a las paredes” con las actuaciones y acaba de pagarme, así que ya ve, resultó algo fenomenal.
  • Bueno, bueno, me alegro por usted, es evidente que es de aquellos que “no da puntada sin hilo” y estoy seguro que no tiene nada que ver con el dinero.
  • Exactamente Guillermo , usted lo ha dicho, no sólo tuvo que pagar sino que se tuvo que tragar los desprecios y aún seguirá haciéndolo cuando exhiba la película con la presencia de toda nuestra familia, para él la humillación será tremenda.  Estoy tan contento con esto que le voy a conceder lo que quiera, dentro de lo lógico, por supuesto, una casa, un auto deportivo, usted dígame… -No podía dejar pasar esa oportunidad-.
  • Me encantaría una buena casa con jardín pero hay una sola cosa que le puedo pedir y no pasa por lo material, es más, estoy supeditado a lo que usted decida.  Me gustaría que me ceda a Amina y a Lina, las dos esclavas que oficiaron de cocineras.
  • ¿Quiere a las esclavas?...  A Amina la ubico y es una mujer de mediana edad, la recibí de mi padre, a esa Lina ni la recuerdo pero si están ahí no sirven en el Palacio, yo sé que usted tiene esposa, ¿cómo se irá a arreglar con estas dos mujeres?, van a ser para generarse problemas con ella, nuestra cultura es distinta y muchos no la entienden pero…  allá usted, si las quiere, lléveselas, mañana también le mando la cesión de libertad que solemos utilizar nosotros con sus documentos personales.  ¿Está seguro que no desea algo material?, lo de esas mujeres es una bicoca para mí, siento que no le estoy dando nada.
  • Mire, para que se quede tranquilo, podemos hacer así, a las esclavas las quiero yo, el regalo material lo dejo librado a su criterio, lo que se le ocurra será muy bien recibido.
  • Bien, yo me ocupo, ahora lo dejo, le agradezco y ya mañana tendrá todo allí, páseme con Adil que le tengo que dar algunos datos.  Hasta cualquier momento Guillermo .
  • Gracias su excelencia, a sus órdenes.

Salí de la casa, le pasé el teléfono acercándome a Adil y éste se fue a hablar al interior, los miré a todos, tenían dibujado todos los interrogantes en la cara y yo quería bailar y saltar en una pata aunque no debía demostrarlo. “¿Qué pasó Guille, le gustó, hizo alguna crítica, qué te dijo?” , Selva me ametrallaba con una catarata de preguntas y lo único que se me ocurrió contestar fue:

  • No la vio toda, llamará nuevamente cuando la haya terminado de ver y no hizo críticas, después veremos, lo que si me recalcó es que debemos firmar un compromiso para no exhibir la película en ningún medio público, algo que, por otro lado, tampoco nos conviene .
  • Ni hablar Guille, yo no la pienso mostrar, a nadie, bueno, en una de esas a alguna amiga, -aventuró Grace -.
  • El tema tiene que ver con Internet o que pase de mano en mano y que alguno termine poniéndola en las Redes.  También, llegado el momento, tendremos que firmas unas facturas por lo cobrado en concepto de “Honorarios por Servicios Prestados”.

Con eso quedaron más o menos conformes y yo me quedé pensando en el Jeque, ¡qué hijo de puta! , se movía a un nivel que al común, incluso al no tan común le sería difícil igualar o acercarse, no sabían ni sabrían nunca la que tenían, el dinero les “brotaba” como el petróleo y lo tenían que diversificar en distintas empresas, incluso comprando clubes de fútbol y jugadores de los más importantes, aunque nunca iban a pérdida y todo se seguía multiplicando.  Este tipo se daba el gusto de hacer una apuesta de cincuenta millones de dólares por una disputa familiar de morondanga que en otros lugares no tendría ni cabida, invertía un 10% y encajonaba más de cuarenta millones como si fuera un vuelto.

Era bastante injusto pero me obligué a dejar de lado esos pensamientos y traté de enfocarme en lo que sería mi vida de ahora en más.  Tendría que alojar por un tiempo en un buen hotel, por lo menos de cuatro estrellas, a Amina y a Lina , seguramente tendrían que comprar ropa acorde, buscaría con tiempo y compraría un departamento para que ellas lo habitaran con los muebles que correspondieren y la idea principal era ponerle un negocio de venta de comida árabe, para lo cual se alquilaría o compraría un buen local y se inundarían diarios, revistas y otros medios con buena publicidad y precios acomodados.

Tendrían que aprender a vivir con lo que produjeran y haríamos un fifty-fifty, estaba seguro que no me defraudarían y resto me sobraba, según mis cuentas me quedarían más de tres millones de dólares e invertir quinientos o seiscientos mil no me afectaba, algo totalmente impensado cuando me embarqué en esta corta pero fructífera aventura.  Esperar hasta el día de mañana al mediodía se me iba a hacer eterno y, sin darme cuenta, me comencé a acelerar, nervios, presión alta y falta de aire no me era nada aconsejable.

“Yo me ocupo” , -dijo Noelia cuando me vio revolear los ojos-, me ayudó a trasladarme a la habitación y se movió con celeridad, al poco tiempo estuve mejor, esa inyección junto con la pastilla hacía milagros y sólo cuando me sentí mejor comenzó con las preguntas…

  • Ahora que estás más tranquilo comenzá a contar porque a mí no me la “vendés”, ¿qué te dijo el Jeque?, ¿no le gustó?, ¿hay que hacer escenas nuevas?, ¿cobraremos la “guita” que nos deben?, ¿qué mierda quiere?, contame, no me dejés con la intriga, mucho te debe estar dando vueltas en la cabeza para que te suba la presión.
  • Hoy estás más “preguntona” que de costumbre, ¿querés saber?, bueno, sentate porque va para largo y con vos me puedo confiar, te voy a pasar mis inquietudes y espero que no te suba la presión ni abras la boca.
  • Dale, recibí tantos sopapos que unos más no me afectan.
  • La película fue por una disputa con un primo que también es Jeque, “que si la hacés”, “que si no la hacés”, “que va a ser un bodrio”, “que patatín y patatán”, el hecho es que generó una apuesta millonaria, me dijo que la había visto con el primo, que le encantó la película y ya había cobrado la apuesta, estos apuestan dólares como si fuera figuritas.  Cincuenta “palos verdes” le salieron las jodas y cargadas al primo, el pago por lo nuestro fue un “vuelto”…
  • ¡No jodás esos tipos dan asco!...
  • Están a años luz de nuestra vida diaria, el caso es que va a cumplir con todo lo prometido, mañana manda a los representantes con el dinero que nos falta cobrar, firmaremos los compromisos y podemos estar aquí hasta el domingo al mediodía o irnos mañana mismo a la noche.
  • ¡Guille eso es genial!, ¿por qué no querés decir nada?, apenas si estuvimos unos cuarenta y pico de días y ya se estaba haciendo insoportable, se van a poner todos contentos, lo único que me jode y mucho es pensar en Amina y Lina , me estaban contando que la pasaron como nunca y vaya a saber lo que les toca ahora.  ¡Qué jodida es esa vida!
  • Prefiero decirles mañana cuando tenga toda la moneda conmigo, no quiero crear expectativas y que algo salga mal, respecto a Amina y Lina, que se jodan no es problema nuestro o si, vaya uno a saber.
  • ¡No seas hijo de puta!, me extraña de vos, son dos mujeres fantásticas.
  • Vos porque pensás en la lengua sin frenillo, decile al Jeque que te regale alguna pero no creo que te de pelota.
  • Me pone mal eso que me decís, como puede ser que haya culturas donde se permite la esclavitud o que se acepte y contemple que tipos mayores se casen con nenas de siete u ocho años, ¡me enferma todo eso!...
  • Pará un poco enloquecida, bajate de la moto, digo que no te va a dar pelota porque quise comprarlas para sacarlas de esto y me las terminó cediendo, mañana o el domingo se van conmigo.
  • ¡Guileeee!, sos, sos, sos, dame un beso, ves por esas cosas me siento tuya, se van a querer morir…

Después llovieron otras preguntas, “que mi mujer” , “que cómo iba a hacer” , “si iba a decirle” y etcéteras varios, en definitiva, sin decir cuánto me llevaba yo, terminé contándole mis planes de invertir en un departamento para que vivieran, con poner la casa de comida árabe y todas les parecieron ideas fantásticas… “Tenías razón con la presión, yo ya estoy a mil y muero por hablar”

A medida que se calmaba me contó que con el dinero que le tocaba arreglaría la casa, cambiaría el auto y viviría un poco mejor sin dejar de trabajar… “Sí, con los noventa mil que te tocan porque le cagaste quince mil a tu amiga”“Guille, yo tenía el contacto y la posibilidad, si no le hubiera ofrecido esto, jamás hubiese juntado sesenta mil en menos de dos meses, algo tenía que aportar, jajaja”…

Los llamados a la puerta evitaron que Noelia se pusiera mimosa, era Adil que quería hablar conmigo, Noe nos dejó solos y lo de él era porque quería agradecerme la bien que había hablado con el Jeque de sus servicios, “alabó lo que trabajé y me puso en los créditos como Director adjunto, para mí eso es muy importante y sin usted no lo hubiese logrado porque me dijo que era a su pedido”“Yo tengo claro quien hizo el 90% de la película, no hubiera sido leal conmigo mismo si no se lo decía, vos te merecés eso y mucho más” …  Me dio un fuerte apretón de manos y me contó que no había abierto la boca sobre lo hablado con el Jeque porque eso me correspondía a mí.  Luego bajamos los dos juntos para cenar.

La noche fue tranquila, mi tema de presión arterial calmó a Alicia .  En la mañana, a las nueve, nos juntamos todos a desayunar y Noelia se mordía porque veía la cara de tristeza de las dos cocineras, yo me hacía el desentendido porque la ansiedad me estaba matando, fue Adil el que rompió el momento tenso cuando al terminar les entregó a cada una de las chicas y los chicos un C.D. con la copia de la película y a las chicas solas otro C.D. con lo filmado fuera de la película, con los casting incluidos. Marisol que era la que las “mataba callando” fue la primera que dijo de poner la película en la pantalla gigante y dijo algo más que generó la risa de todos, “prohibido masturbarse, que cada cual vigile al que tiene al lado” ...

Adil había trabajado casi toda la noche para dejarla totalmente terminada y estaba que no cabía en sí por eso, por tal motivo, sin preguntar nada más, se dirigió raudo a poner la película a rodar.  Duraba una hora y media y ya desde el principio fueron comentarios tras comentarios aunque en algunas escenas hacían silencio y se metían prácticamente en el personaje. “En un cine no se puede pasar, los espectadores dejarían el piso inundado de leche, yo estoy toda mojada y hace poco que empezó” , -dijo Selva en voz alta-, eso se convirtió en un desparramo de risas y chacotas.

La cuestión fue que cuando terminó y la camioneta se volvía un tanto difusa al alejarse con el “FÍN” sobreimpreso, estallaron todos en un aplauso unánime, Grace silbaba apretándose los labios inferiores, Marisol se había subido a una silla y gritaba “SÍ, SÍ, SÍ, SÍÍÍÍ” , las chicas se abrazaron luego con Adil , con Amad y entre ellas.  Me salvé justo de las efusividades porque cuando giraron para venirse encima en “patota” , sonó fuerte el intercomunicador de la cocina, le avisaban a Adil desde el portón que venían visitantes, “paren chicas, paren deben ser los que traen los compromisos para firmar” , -dije y me salvé-.

Entraron a la casa dos Abogados de unos cuarenta y cinco años, los dos de trajes oscuros y atildados, llevaban con ellos una gran valija “Sansonite” azul con rueditas y le preguntaron a Adil por mí, me presenté con ellos y me pidieron un lugar para hablar en privado.  El árabe nos llevó a un estudio que nunca habíamos usado y me dejó con los dos letrados.

  • Tal como se nos ha ordenado, traemos en esta valija el total del importe en dólares que el Jeque tenía que pagarle, la suma asciende a cuatro millones trescientos cincuenta mil dólares y están separados en cuarenta y tres paquetes de cien mil y uno de cincuenta mil.  Nos dijeron que usted se encargaría de los pagos individuales.

Uno de ellos abrió la valija y me encontré con un panorama que sólo había visto en películas, no iba a ponerme a contarlos allí, elegí a algunos al azar y corrí los fajos de cien dólares con los dedos, tanto como para saber que adentro no hubiera papeles en blanco y el Abogado se dio cuenta de esto.

  • Pierda cuidado, no hay dinero falso ni papel de relleno, ninguno se arriesgaría a hacerle una trastada al Jeque.
  • No es por eso, lo doy por descontado, sucede que nunca vi tantos “verdes” todos juntos, ¿Qué más me mandó?
  • Están los compromisos que deberán firmar las nueve personas que no pertenecían al personal del Jeque, las facturas con la leyenda de “Honorarios por servicios prestados” que deberá rellenar usted con los importes que corresponda con los adelantos incluidos.  Además hay dos actas a su nombre con una cesión de persona y los documentos de ellas, las mismas pasarán a ser de “su pertenencia”, le recuerdo que en nuestro país esto no tiene visos de legalidad pero nadie de nacionalidad árabe podrá reclamar nada alegando ningún tipo de pertenencia sobre ellas, el Jeque responde por ello.

Me leyeron todo lo que me daban y tuve que firmar un acta que leí concienzudamente y en la que se hacía referencia a lo entregado, por último me recordó que debía abandonar el lugar el domingo al mediodía a más tardar o antes.  Les avisé que posiblemente lo haríamos antes, que sólo quedaba retirar del garaje del edificio el coche de una de las enfermeras y lo haría ella personalmente.

Me contestaron que estaba contemplado, que cuando llegara al lugar con las llaves del vehículo, lo sacarían a la calle y se lo entregarían, índice evidente de que ya no podríamos entrar al edificio.  Terminado esto, se levantaron los dos, me estrecharon la mano, me dejaron una tarjeta cada uno para que me comunicara con ellos ante cualquier inconveniente y se retiraron, fue así, preciso y concreto.

No bien se retiraron, se me vinieron todas encima aturdiéndome con preguntas y les contesté sin darle más vueltas al tema.

  • Chicas, muchachos, se terminó la aventura, al Jeque le encantó la película y nos vamos a casa apenas podamos, ahora me voy a encerrar con Noelia para separar el dinero que les corresponde y los voy a ir llamando de a uno, traigan un bolso y los documentos porque hay que constatar los nombres y los números de documentos con lo que está impreso, firman, cobran y preparan los petates, si hacemos tiempo yo pienso irme hoy mismo.

Se desató el maremágnum y Amina y Lina se metieron en la cocina con las lágrimas rodando por sus mejillas, las vi y también las vio Noelia que me miró para saber que había pasado con ellas, no le contesté, me metí en el estudio y me siguió un tanto alterada…

  • Sentate ahí y no jodas, mientras te separo los fajos y pongo el importe en la factura de lo que te llevás andá firmando el compromiso con tu nombre.  Una vez que firmes, lee estas dos actas que tengo que guardar yo.

Firmó con una especie de rabia y bronca y se puso a leer una de las actas de cesión de personas que me habían hecho llegar, cada una de las cuales tenía el documento de extranjero adosado con un clip en la parte superior.  No pudo aguantar las lágrimas y se levantó para besarme mientras repetía, “hijo de mil, hijo de mil, lo lograste, yo las llamo y les cuento” …  Le alcancé la factura que le faltaba firmar y le pedí un momento para guardar todo, luego le dije que las llamara.

Entraron las dos cabizbajas y con una congoja que no podían disimular, Noelia se moría de ganas de decir algo y le pedí que me dejara a mí, hice que se sentaran en las sillas que estaban delante del escritorio y comencé…

  • No las quiero ver llorar ni hacer manifestación de sumisión, ya saben que no me gusta, cambien esa cara de “muertas” que tienen, siempre hay esperanzas dando vueltas…
  • Deciles Guille, deciles, -pedía Noelia un tanto sacada-.
  • No les voy a decir nada, quiero que lean estos papeles que les voy a dar y después vemos.

Les alcancé los papeles, no dijeron nada cuando vieron los documentos de identidad de cada una de ellas que, según expresaron después, nunca los habían visto y leyeron las actas.  Todavía se me nubla la vista al contarlo, gritaron, lloraron, se abrazaron y saltaron agarrándose de los hombros, las tres porque Noelia no se quedó atrás.

Amina y Lina amagaron a venirse encima de mí, las detuve con un gesto de la mano y luego me acerqué a besarlas y abrazarlas, “después hablamos de cómo vamos a hacer con ustedes dos, ahora vayan a preparar sus cosas hoy se van conmigo de acá, Noelia andá a guardar ese dinero, escondé lo que no debés mostrar y mandala a Alicia” .  No hubo más por decir, ninguna podía contestar.

La factura que firmó Alicia fue de sesenta mil y en ese momento recibió cinco fajos de diez mil, le expliqué que estaba incluido el adelanto y no hizo ninguna historia, “gracias por todo Guille y de verdad te digo, por todo esto que fue maravilloso” , recibió su beso y su abrazo y le pedí que llamara a Selva , entró con Cynthia porque harían más rápido y me querían agradecer, a una le di diecisiete paquetes y a la otra dieciocho pidiendo que separaran uno por la mitad, firmaron todo y Cynthia me comprometió a visitarlas, “esa me la debés y me voy a vengar” , -dijo besándome y abrazándome-.  La verborrágica Selva estaba muda y lagrimeaba cuando me besó y me abrazó.

Con todas hice lo mismo y por último los muchachos que también entraron juntos me agradecieron con efusividad diciendo que podía contar con ellos para lo que fuere.  Quedé para lo último y según mis cuentas tenía casi tres millones cuatrocientos mil dólares y me daba impresión abrir la valija para verlos, ni hablar de contarlos, opté por firmar y llamar a Adil y a Amad , me agradecieron por todo y nos dimos un abrazo enorme con los dos.

Adil me dijo que ya sabía lo de las cocineras y les deseó suerte en la nueva vida, además que dijo riendo que eran las cuatro de la tarde, que ninguno había almorzado pero ya estaban los vehículos preparados para partir.  Mientras yo contaba y entregaba el dinero las chicas armaron todo, Noelia había hecho cargar mis cosas y todo lo que habíamos comprado.  Le dejé toda la papelería debidamente firmada, metí las actas de Amina y Lina en la valija y me llevé todo.

Hubo abrazos y besos en la despedida y en la puerta de la enorme casa quedaron saludando Adil y Amad junto al sonidista, los camarógrafos restantes y las “nuevas” .  Un custodio manejaba cada una de las camionetas y adentro de la más grande era un mar de lágrimas, la completó Marisol , “la aventura terminó igual que en la película” , -dijo llorisqueando y pareció que había abierto un grifo-.  Como a la hora nos atacó feo el hambre y pedimos parar en un paradero de camiones dejando los vehículos a la vista, custodios incluidos, nos comimos hasta las sobras de la parrilla y como había sido el de la idea, me tocó pagar a mí.

La hora y pico de viaje se hizo más corta y aproveché a contarle a Amina y a Lina que las alojaría en un hotel y en la mañana debían aprovechar para ir a comprar ropa nueva puesto que las ropas, digamos “occidentales” que estaban usando se las habían prestado las chicas, me dijeron con un sesgo de temor que no sabían cómo hacer y decidí que me alojaría con ellas, en casa no me esperaban, había mucho de qué hablar y seguramente no sabrían ni que ni como pedir para cenar.  Pasamos primero por el edificio y le entregaron el auto a Noelia mientras esperábamos en las camionetas y luego dejamos a cada chico y a cada chica en sus respectivas casas, allí recibieron su correspondiente celular.

Cada uno que bajaba era una ceremonia de saludos y abrazos y me sentí bien por, de alguna manera, haber logrado esa sintonía y camaradería.  Elegí un buen hotel en pleno centro y despedimos a los muchachos que nos habían trasladado, pagué una semana adelantada, era un gusto, tenía la cartera llena de billetes flamantes de cien dólares y nos atendieron con una deferencia que se notó.

Vi que el hotel tenía varios negocios de ropa que estaban abiertos y antes de subir a la habitación me mandé con las dos chicas a comprarles remeras, camisas, un par de sueter, ropa interior moderna, jeans y zapatillas de marca, en la mañana se verían otras cosas porque además de más ropa había que comprar zapatos, las quería llevar al spa y a un salón de belleza para cambiarles el look, luego subimos a la habitación doble.

Noelia me había inyectado antes de salir y llevaba en los bolsillos las pastillas y el nebulizador manual pero no quise arriesgar y se lo dije a las chicas, por eso el baño no fue mixto, me sucedía que con Noelia cerca me sentía muy seguro pero estando solo tenía mis temores y “más vale prevenir que curar” .  Mañana sería otro día, nuevo, distinto, con otras perspectivas pero otro.

Continuará…

Por favor, valoren y comenten,

GUILLEOS1 se los agradece.