El director de cine (2)

Noelia y su amiga, colega enfermera, estuvieron dispuestas para el trabajo. Rapidísimo tuve a las tres primeras actrices.

PREPARATIVOS, PAUTAS Y DECISIONES.

A la morocha fue a la primera que hice pasar para la entrevista, se llamaba Selva y además de un físico que cubría con creces las especificaciones del árabe tenía unas pestañas tupidas y unos ojos verdes que cegaban.  Veintitrés años y no estudiaba, vivía con una amiga que se dedicaba a lo mismo que ella.  Las dos trabajaban de vez en cuando como modelos de fotografías aunque ninguna sin descollar y como promotoras de eventos, principalmente en carreras de autos.  Viva, nada tonta, despierta y con una voz que, aunque había que hacerles pruebas con la filmación, sonaba atrapante y subyugante.

La atendí en el escritorio pidiéndole que se sentara en la cómoda silla que tenía al efecto, creí que usar el sofá era chocante pues al sentarse se le verían hasta las amígdalas, no por ella, estaba seguro que no tendría problemas, era por mí, ya al verla entrar al cuarto sentí un “tironcito” del cual estaba un tanto desentendido. “¿Es para una porno, no?” , fue lo primero que preguntó no bien se sentó…

  • Sí, es para una realización porno pero… tenés que saber algunas cosas antes, hay especificaciones que cumplir, la película tiene guión, diálogos y actuaciones, no es sólo sexo pero… éste es primordial y será sólo entre seis personas, cuatro mujeres y dos hombres con todas las vertientes, digamos “lógicas”, sexo oral a garganta profunda, sin demasiados “chiches” y esto porque a mí no me gusta practicarlo ni verlo a “medias tintas”, lesbianismo con o sin “juguetes”, doble penetración, tríos y no habrá prácticas de sumisión o Sado, sólo algo de Bondage.
  • Imagino que también algo así como un todo contra todos, ¿no?...  ¿Es verdad lo del dinero que ofrecen?
  • Es verdad, esa posibilidad puede estar y si las expectativas se cumplen, la que sea elegida y cumpla las normas de salud y se someta a una convivencia estipulada, a la firma del contrato cobrará un 30% del total.
  • ¿Cómo es eso de la convivencia estipulada?
  • Las elegidas, una morocha, una rubia, una pelirroja y una castaña, naturales en todo concepto, aparte de dar el tipo y voz ante una corta filmación de prueba y de pasar los exámenes físicos, deberán convivir tres meses en este edificio, cada una tendrá un semipiso a disposición, comidas gratis y el vestuario para las distintas tomas.  No podrán abandonar el lugar ni comunicarse con el exterior hasta que la película esté terminada, que, por otro lado sólo será exhibida en un círculo cerrado de personas, sin Internet de por medio.
  • ¿Aparte de la película hay que hacer “algo” más?
  • No, el personal tiene prohibido molestarlas y ese “algo” más lo pueden hacer entre ustedes pero… yo preferiría que volcaran todas las energías en el set, más que nada por los muchachos, éstos tendrán que estar siempre prestos, odio que, ante mujeres espectaculares que se desnudan ante ellos y los besan, haya que excitarlos con mamada para que funcionen.En una porno común puede parecer normal, en mi película no debe ser así.

Los gestos, la mirada, la seguridad de las preguntas y el tipo con que se movía me gustaba, además yo tenía un problema grande en ciernes, era el del tiempo, no podía pasarme una semana buscando mujeres que me conformaran a pleno, eso sin contar que cada una que pasara me gustaría más. Selva me agradaba mucho, sólo faltaba hacerle las pruebas con la cámara…

  • Creo que no me queda nada por explicarte, me gustás para trabajar en esa película pero… lo que resta depende de vos…
  • ¿Ahora tengo que tener sexo con vos?... -La idea no pareció desagradarle, ya lo tenía decidido y se paró para sacarse la ropa-.
  • No, no te saques la ropa ni te equivoques, esto no es una “chapuza”, ningún sexo conmigo ni con ningún ayudante que son ciegos, sordos y mudos para cualquiera de ustedes, el tema es pasar la prueba de cámara, luego el exámen médico y la firma del contrato para cobrar tu adelanto, la primer prueba que es mi aceptación ya la pasaste.
  • Gracias, gracias y disculpá la tontería pero ésta no es una ocasión que se da todos los días y en estos ámbitos lo del “sexo previo” suena como “normal”.  ¿Qué hago, dónde voy?, ¿vos sos el Director?, ¿cómo te tengo que llamar?, ¿adónde hago el exámen?, ¿puedo contarle a mi amiga?, es pelirroja y tiene un físico parecido al mío, ya debe haber vuelto a casa ¿puedo avisarle para el casting?
  • Jajajaja, sos una “máquina” de preguntar, trataré de contestarte, en la habitación contigua te van a hacer la prueba de cámara, actuá con comodidad y sin vergüenzas, te digo además que mi Ayudante es eunuco, los demás hombres también, por ende, creo que te imaginarás quien pone el dinero para esto…
  • Un árabe, seguro.
  • Sí, muy importante entre ellos, no lo conocerán pero, es un tipo al que no se lo puede joder con incumplimientos, el cumple con el dinero y con no meterse en esto ni con los que hacen la película pero todos los demás tenemos que hacer lo mismo y cumplir a rajatablas.
  • Ni dudarlo, por ese dinero me animo a lo que sea, no sé a qué pero a lo que sea.
  • No tientes al Diablo…  Yo soy el Director y me llamo Guillermo, a secas, el exámen lo vas a hacer después de la prueba, te van a llevar a una Clínica privada y hablás directamente con el Director.  Respecto a tu amiga, si es pelirroja natural y no tiene “plásticas” podés decirle que venga pero, te aclaro, si pasas el exámen y firmás el contrato no podés volver a tu casa hasta dentro de tres meses, llamala y cuando venga que te traiga algunas cosas que necesites, yo ya vivo acá, que se venga ahora sí puede, la Clínica, los ayudantes y el adelanto están a disposición.

Aceptó todo y fue más que contenta a hacer las pruebas en la otra habitación, yo también lo estaba, si era como me decía, ya tenía a dos de las actrices.  Regresé a mirar a las dos rubias por el espejo y lo llamé al joven que anotaba para decirle que a una de ellas le dijera que no la necesitábamos.  Era una belleza pero… los dos montes que se hacían notar en su escote y la forma, como de moldeadas en bol, de sus dos tetas, denunciaban una cirugía, ergo: no eran naturales y lo de físicos “naturales” me lo habían aclarado específicamente, por otro lado, a mí no me gustaban.

La que quedó, de tez pálida y de cabello casi blanco, me dijo que su nombre era Grace , la hice pasar al escritorio y la entrevista fue muy similar.  Lo del nombre no era por Graciela , era el mismo que el de la madre, los padres eran suecos aunque ella era argentina (ambos habían fallecidos en un accidente de tránsito hacía un par de años y ella vivía sola en una casa grande que le costaba mantener) , no trabajaba, estudiaba, estaba en tercer año de Medicina y la Universidad Privada, el mantenimiento de la casa y el de ella misma le estaban “comiendo” el dinero más que importante que tenía del seguro y me comentó al final…

  • Me imaginaba que era por algo así y encima que me paguen por hacer lo que me gusta es fantástico.  Si paso las pruebas y me tengo que quedar tampoco es problema, le aviso a una vecina que debo ausentarme y ella se ocupa de mi casa.

Era al pedo perder tiempo y le dije que pasara a la habitación de al lado para hacer las pruebas de cámaras.  Al ingresar me quedé impactado, el hermoso culo de Selva ocupaba un primer plano en el visor de la cámara y ella, tirada boca abajo en la cama, lo levantaba y torciendo la cabeza miraba a la cámara con una cara en que el placer se reflejaba y que el brillo de sus ojos verdes acrecentaba.

  • Quedate así, -le dije-, Grace ella es Selva, Selva ella es Grace, Grace viene de la calle a contarle algo a la amiga y se la encuentra en la cama, improvisen un par de saludos y algún diálogo y que Grace se caliente por lo que se encontró, luego hagan lo que les “brote” sin mirar a la cámara .

¡Mierda que les “brotó”! , creo que hasta el eunuco se calentó, “te vengo a contar algo que me pasó en el trabajo y mirá con lo que me encuentro, ¿hace mucho que estás así?, ¿por qué no me avisaste?, ¿qué clase de amiga sos?, ahora te ayudo haceme lugar” , -dijo Grace muy suelta de cuerpo-, la respuesta no tardó en llegar, “para nada, recién empecé, te estaba esperando pero me dieron ganas, apurate con la ropa” .

La rubia se sacó la ropa sensualmente, fue como para calentar a un muerto y  mientras tanto Selva la miraba con cara de deseo, las dos totalmente desnudas y sin que la morocha cambiara la posición, con un salto la rubia se colocó arrodillada por detrás y hundió la lengua en el agujerito expectante de ese culo “de película” , a la vez, jugaba con el pulgar y el índice de una de sus manos en el clítoris de una Selva que comenzó a gemir sin controlarse.

El camarógrafo, sabiendo perfectamente lo que hacía, enfocaba todo el desarrollo y empleaba el zoom para que no se dudara de quienes eran y lo que hacía.  Los actores debían dedicarse a coger, fornicar, follar, ligar, como se dijera, el de la cámara era el que tenía que trabajar en los ángulos y en las expresiones buscando entre los actores la mejor toma e imágenes.  No era lo que se hacía normalmente pero yo quería ser y hacer algo distinto.  Es lo que había hablado con él, de hecho, en el set habría dos o tres cámaras fijas más pero él filmaría primeros planos y expresiones después se compaginaría todo.

Me quedé en el centro de la habitación, no quise acercarme a las paredes porque me treparía por ellas, el aire no me faltaba pero tenía una excitación tremenda y una erección que ya ni siquiera extrañaba, éstas habían pasado a una especie de olvido. “Me estás volviendo loca con esa lengua, cuando me toque a mí te voy a dar vuelta” , -gritaba Selva - y comenzó a temblar para desembocar en un orgasmo y un grito que hizo temblar al improvisado estudio.

Se dejó caer de bruces y gimiendo y temblando arañaba y apretaba los puños en la almohada, no duró mucho así y se levantó rápido, la cara era la de una pantera en celo pronto a saltar sobre su presa y así fue como lo tomó Grace porque, cuando la morocha se corrió de lugar, se puso de espaldas, abrió las piernas y con las rodillas flexionadas, apoyando la planta de los pies en las sábanas, esperó el “ataque” , fue feroz, con dos dedos Selva abrió los labios íntimos de la “amiga” y pareció querer devorarse la roja vagina que se ofrecía.

Tal como a mí me gustaba, sin preliminares de lengüitas y sin ascos de ninguna naturaleza, Grace miró la cámara y mi grito fue inmediato, “están cogiendo, no se distraigan con la cámara dedíquense a lo que hacen” .  Santo remedio, aferró la cabeza de Selva y se dedicó a gozar de las lamidas y chupones hasta que el orgasmo la hizo volverse un poco loquita porque aparte de moverse y obligar a la morocha a aferrar sus muslos, sollozaba y reía, después vinieron las lamiditas y los besitos más sutiles de una Selva con la cara empapada pero feliz.

Estuve a un tris de manotearme en el momento en que se besaron, me contuve y no lo hice por temor a que me diera un ataque de falta de aire, aunque me reí solo, evidentemente, los pulmones joderían pero la que manejaba ciertas cosas era la mente y esto era como andar en bicicleta, los años pasaban pero uno no se olvidaba de lo que aprendió. Adil apagó la cámara y me hizo una seña con el pulgar levantado, el gesto me agradó aunque yo ya lo tenía más que firme en mi cabeza, si pasaban la parte médica eran números puestos.

Les pedí que fueran a lavarse o bañarse para que después la camioneta, casi limusina, las llevara hasta la clínica.  Cuando estuvieron listas las llevó uno de los custodios y les dije que aprovecharan para leer el contrato y para hacer los llamados que tenían que hacer.  Me olvidaba de algo y antes de salir le dije a Adil que les fuera a mostrar los lugares en que ellas vivirían, sabía que iban a sorprenderse y a entusiasmarse más.

Apenas se fueron tomé conciencia de la hora y de que en cualquier momento llegaban las dos enfermeras, ya vería como era la amiga que traería Noelia aunque no dudaba que sería una linda mujer.  Subí al pent-house, la mesa estaba preparada, la cocinera, una mujer de cerca de cuarenta y pocos años esperaba para darle el toque final a la cena y una más joven que rondaría los treinta era la que se iba a encargar de servir y fue la que preguntó si el vino que estaba para servir me gustaría.

Le dije que si, jajaja, me gustó la etiqueta escrita no sé en qué idioma y la forma de la botella, yo no entendía nada de vino pero me iba a dar unos lindos gustos, tras cartón me avisaron que habían llegado las enfermeras y uno de los custodios las acompañó al pent-house. Noelia entró y luego de darme un lindo abrazo y un beso rozando ex profeso la comisura de la boca, habló:

  • Ella es Alicia Guille, es compañera mía desde años pero se especializó más en la parte respiratoria,

-parecían hermanas, sólo algunas pequeñas cosas las diferenciaban y se los dije-, lo sé, lo sabemos, en la Clínica todos nos dicen lo mismo.  Me podés explicar que es todo esto, el lujo, el edificio con custodios, este pent-house, ¿te hiciste millonario de la noche a la mañana?

  • No nada que ver, tomé un trabajo por contrato y tengo que estar aquí por tres meses, por eso las necesito a ustedes, para que me atiendan por cualquier eventualidad y a cualquier hora del día.
  • Sí, algo me explicaste y lo mismo le dije a Alicia , ¿qué trabajo es ese en que nos vas a pagar veinte mil dólares al mes por tres meses?, -¡Qué pilla!, me lo aclaró de entrada para que supiera que se quedaría con una parte de lo de la amiga-.
  • El de ustedes es el de estar atenta y atenderme, se pueden turnar o ver como lo hacen pero deberán estar a mi lado como si fueran perritos falderos pues me voy a agitar bastante.  Mi trabajo es de hacer de Director de una realización para un jeque árabe, todo esto, incluso los sirvientes, le pertenece a él.
  • Anda, no jodás, ¿qué tenés que filmar?
  • Lisa y llanamente, una película porno , -le contesté con seriedad-.
  • Jajajaja, no me cuentes boludeces, ¿adónde vas a filmar una película porno?...  Esperá, esperá, ¿GUILLEEEE, ME LO ESTÁS DICIENDO EN SERIO? , la puta madre, no podés, ¿no vas a querer que filmemos algo nosotras, no?
  • Jajajaja, no sería mala idea, ninguna de las dos podría trabajar en la morgue, resucitarían a los muertos, jajaja.

Nos habíamos apartado del comedor y estábamos tomando una copa para eso le había dicho a la cocinera que nos aguantara una media hora. Alicia se había puesto tensa con la conversación y me dirigí a ella diciéndole que se lo iba a aclarar para que no surgieran dudas.

  • Alicia, me queda claro que ninguna de ustedes se va a poner colorada por ver un culo, una teta o un pene en erección, tampoco por ver un acto en sí, ¿me equivoco?
  • No, para nada, lo que sucede es que me sorprende, nunca estuve cerca de algo así, ni sé cómo debo actuar o moverme.
  • No sé qué pensaste, las actrices van a ser cuatro chicas que tienen sus semipisos para estar cuando no trabajen, lo lamento por ustedes pero pidieron mujeres de hasta veinticinco años, ustedes dos pueden parar a una manifestación de camioneros pero en este caso no cuentan.  Su presencia es para estar a mi lado aunque si les jode se quedan afuera del set y vienen sólo si las llamo.
  • ¿Tenemos que estar cerca de otros tipos?
  • A ver, los actores son los únicos que “funcionan” pero están sólo para trabajar, yo ya ni me acuerdo como era el tema y todos los demás están castrados.
  • Nooo, no podés, ¿estás seguro de eso?, pobres tipos, -dijo Noelia agarrándose la cabeza- .
  • Segurísimo, ellos tienen otra cultura y son sirvientes incondicionales del jeque, la orden que tienen es estar y ayudar pero sólo hablarán con nosotros si les hablamos, si no cumplen les va la vida en ello, ¿soy claro?
  • Más que claro y la verdad que parece un cuento, -siguió-, ¿en qué lugar estaríamos nosotras si nos quedamos?
  • Detrás de esa puerta tengo mi dormitorio, en la puerta de al lado está el “cuartito” de ustedes.
  • No te puedo creer, me extraña de vos Guille, a las que no conoces les diste un semipiso y a nosotras un “cuartito”.

Me reí con su salida y Alicia se paró para ir a fisgonear al “cuartito” , desde allí le gritó a la amiga, “Noe, la puta madre, esto es maravilloso” , ésta no tardó nada en estar al lado de la amiga mirando las camas, el cuarto de baño, el vestidor, las cortinas y la decoración del famoso “cuartito” .  No salían y entré a buscarlas, las dos estaban estiradas sobre cada una de las camas, sonriendo y diciendo, “trato hecho Guille, ya lo hablamos, ¿Cuándo empezamos?” .

Luego de esto y entre risas fue la cena, nos comimos hasta los platos y bebimos un vino espectacular, además nos pusimos de acuerdo para que vinieran a la mañana siguiente o por la tarde, ya que en ese interín debían arreglar algunas cosas personales y comprar el respirador, la mochila del oxígeno, cargar el tanque con un repuesto, los medicamentos que yo tenía estipulados y Alicia opinó de comprar un botiquín de primeros auxilios completo por si en la estadía alguno lo pudiera necesitar, les di el dinero suficiente para esto y el adelanto prometido para cada una.

La única recomendación fue que trataran de olvidarse de conocidos, en cualquiera de sus vertientes, hasta que terminara el trabajo.  Estuvieron conformes con esto y para cuando habíamos terminado el café en la parte del comedor, ante el asombro de la cocinera y la chica que nos atendió, que no lo esperaban, les agradecí la atención y se retiraron pidiendo permiso para hacerlo, la parte de la cocina y sus enseres había quedado impoluta.

Cuando Noelia y Alicia se apretaban a retirarse, me avisaron que ya habían llegado Selva y Grace de realizar los exámenes, les pedí que subieran porque quería ver los resultados y aproveché a presentarlas a las cuatro.  Congeniaron enseguida, ellas charlaban y me desentendí de las risas y jaranas para leer el informe del Director de la Clínica que me entregaron, en él me hacía saber que ambas tenían un perfecto estado de salud.

Les comuniqué que estaba todo Ok y que a la firma del contrato finiquitábamos lo del dinero, se abrazaron todas como si fueran amigas de toda la vida y apartándose de las otras tres, Noelia me preguntó:

  • Guille, ¿estás seguro que no “funcionás” tal como te conocí?
  • Por desgracia sí, el mínimo esfuerza físico me ahoga feo, lo dramático es que no impide que me caliente con esos físicos, con mis propias “películas” o con lo que seguro voy a ver al filmar.
  • Las chicas son espectaculares, hasta a mí me “encienden los motores” y con las ganas que yo te tengo, te conecto al respirador y te hago todos los “chiches” sin que hagas esfuerzos, jajaja.  Tengo muchas ganas de dormir alguna noche con vos.
  • Sos terrible, ¿la pensás dejar sola a tu amiga?...
  • Ni ahí, se hace la tímida pero seguro que se prende, ya lo vas a ver, cuando veníamos para acá le conté como eras conmigo y no sé si no va a querer ganarme de mano.

Se fueron más que contentas y me senté en el comedor junto a las dos aspirantes, no hubo mucho que hablar, me firmaron el contrato y les entregué el dinero prometido.  Era un dineral, aquí y en cualquier parte del Mundo y al cambio de 80x1 en nuestro país implicaba un año y medio de sueldo, solamente de adelanto.  La duda era lo que haría ahora con ese dinero y yo opiné que era mejor que lo tuvieran guardado, allí estaría seguro porque la Economía del país estaba casi destruida por el tema de la pandemia y depositarlo en algún Banco era un riesgo enorme.

Ya había pasado antes sin pandemia de por medio y sin tantos avatares económicos, siempre estaba latente el hecho de que el Gobierno de turno utilizara los fondos de los depósitos, además te los convertían a Pesos y la devaluación por la inflación “galopante” te iba comiendo los totales originales, la mejor posibilidad era depositarlos en el exterior y hacerse girar una suma mensual.  Me aceptaron el consejo pero también les dije que fueran pensando en que lo invertirían porque tenerlo “debajo del colchón” no les daba ninguna garantía y luego les pregunté si habían solucionado los inconvenientes de las comunicaciones telefónicas, contestaron que sí, pero con algunos inconvenientes.

De Selva no los hubo, la amiga, de nombre Cynthia , debería estar por venir con algunas cosas que necesitaba y dispuesta a la entrevista, el problema lo tenía Grace porque quería hacerle llegar una cantidad determinada a la vecina para que se ocupara del tema de la casa y debía pagar algunas cuentas pendientes que eran de servicios y de impuestos atrasados.  Al respecto le dije que le podría mandar mil dólares como una contraprestación para que se hiciera cargo de la casa y mandaríamos a la misma persona de ese recado para que abonara todas sus cuentas atrasadas.

Le pareció buena idea y dijo que le haría una nota para que supiera cómo actuar.  Me dijeron que estaban con hambre y me di cuenta que no habían cenado, lo llamé a Adil y me contestó que les podía mandar a cocinar algo o que, en esta ocasión se podría pedir un delivery, optaron por esta modalidad y pidieron comida para cuatro, se habían puesto de acuerdo para esperar a Cynthia y comerían las tres juntas, sólo tenían que darle un golpe de microondas a la comida.

Se fueron las dos a ver en que pisos se ubicaban (fueron el once y el doce para las cuatro, aunque Selva y Cynthia ocuparon uno sólo de los enormes departamentos) .  Los muchachos ocuparían el décimo piso y quedaban el trece y el catorce para las filmaciones y las ediciones, sobraba el noveno y ya se vería si se usaba o no.  Me fui a servir un whisky importado, prohibitivo para mi bolsillo hasta la noche anterior y me senté en el sofá de cuatro cuerpos a pensar como debería empezar a filmar.

Me exigían una película que oscilara en los cien minutos de filmación y en una planilla al efecto tenía el tiempo de diálogos y de duración de los actos, además, cada una de las escenas.  Decidí que cuando estuviéramos todos listos comenzaríamos con la casa de campo, el tiempo estaba espectacular y con dos, tres o cuatro días allí tendría todas las escenas terminadas en el parque y junto a la pileta, lo otro que faltara de la casa de campo podría disimularse en el edificio.

Era sencillo, se filmaba en el edificio con el fondo original de los ventanales y los paisajes de otros edificios cercanos o usando de telón a los cortinados gruesos que había, luego por medio de un programa computarizado se trasladaba el fondo del parque anteriormente filmado.  No creía que hubiese problema pero, si surgían, lo solucionaba quedándonos un par de días más en el campo, eso lo tendría que consultar con Adil .  Estaba enfrascado en eso y la voz en el intercomunicador me sorprendió, había llegado la pelirroja Cynthia y avisé que la acompañaran para luego decirle a Selva que había llegado su amiga.

Al abrir la puerta, si Selva y Grace estaban espectaculares, la imagen de Cynthia me anonadó, me quedé extasiado mirando sus cabellos rojos, su nariz pequeña y respingada que parecía estar haciendo un mohín simpático y sus no menos hermosos y grandes ojos verdes.  Su rostro parecía el de una nena aunque su físico de nena no tenía nada, vi que tenía minifaldas y no me fijé en más, la mujer que estaba parada delante de mí tenía más curvas que un autódromo pero en una proporción casi milimétrica y se notaba que sobraba gym.

  • Hola, buenas noches, usted debe ser Guillermo , me dijo Selva que lo tenía que ver por un trabajo,

-la voz me encantó y me hizo reaccionar para contestarle el saludo y hacerla pasar-.

  • Disculpá la estupidez pero me encantó mirarte, aunque supongo que debés estar acostumbrada.
  • No se crea, nunca lo noté tanto, voy a entrar el bolso que ya me resulta pesado y bueno, usted dirá.

Hice que dejara el bolso al lado de la puerta y que me acompañara al escritorio, allí desgrané todo el repertorio sobre la película y el trabajo, noté que me resultaba más fácil explicarlo, las otras dos entrevistas me habían servido para explayarme mejor.

  • Le entiendo y no me toma tan de sorpresa porque algo me explicó Selva , aunque no fue tan explícita, tonta no soy y algunas experiencias tengo en el sexo pero no sé si me encontraría cómoda frente a una cámara y haciéndolo ante otras personas.  De todas maneras, el dinero ofrecido me tienta a intentarlo.
  • De todos modos hay algunos pasos que deberás cumplir, el primero es mi aceptación.
  • Ya me imagino lo que sigue ahora…
  • Creo que te estás imaginando mal, mi aceptación por tu físico y modos ya la tenés, falta ver como das y te desenvuelves delante de una cámara y como se escucha tu voz, ese sería el segundo paso.  El otro tiene que ver con una revisación médica exhaustiva y luego la firma del contrato.  Por ser vos y si te es más cómodo la puedo llamar a Selva y a Grace, otra de las compañeras, para que estén en el momento de la prueba de cámara.

Me dijo que así se sentiría más segura y las llamé a las otras dos chicas. Selva la presentó con Grace y tomándola del brazo la acompañaron, escuché que la morocha le decía: “no seas boluda, una oportunidad como esta no vas a tener nunca, mostrate desenvuelta, el camarógrafo ni te mira, después te explico pero con las mujeres ni fu ni fa” .  Las dejé solas con Adil y esperé a terminar mi whisky para ir a ver como se desenvolvía.

Parece que al principio estuvo tensa pero las otras dos le sacaron la tensión enseguida, cuando yo entré Selva le bajaba la minifalda y Grace , desde atrás, le daba besos en el cuello que la hacían suspirar ablandando toda su tensión, a la par que acariciaba sus dos hermosas tetas por sobre el sostén.  La morocha se había arrodillado y corriendo la tanga se había amorrado a la vagina que mostraba un pequeño monte de cabellos rojos sobre el pubis, Cynthia que ya gemía y estaba desinhibiéndose por completo, ladeó la cara para comerse la boca mutuamente con Grace.

“Diálogos, por favor, necesito diálogos” , -dije levantando la voz-, no tuve necesidad de repetirlo, Grace fue la que rompió el silencio del trío: “tus tetas me enloquecen “colo”, todavía no las probé porque no quiero apartarme de tus labios y de esta boca que me da vuelta”“chupalas, no me hagas esperar que la negra me está llevando al Cielo” , -le contestó Cynthia , olvidada completamente de Adil y su cámara-.

Grace dio la vuelta y sacándolas de la copa del sostén descubrió unas tetas duras y altivas, de areolas chicas pero de pezones parados y grandes a los que se prendió cual mamífero hambriento mientras la “colo” le apretaba la cabeza sobre sus pechos.  La mano de Selva , seguramente conocedora de las debilidades de su amiga rodeó las nalgas tersas y perdió uno de sus dedos en el agujerito trasero, esto provocó un grito de placer de Cynthia que vociferó: “El culo nooo, Selva , hija de mil, el culo no” y de seguido pareció explotar gimiendo y moviéndose como electrizada.

Grace no perdió tiempo, se dejó caer en la cama, la “colorada” se colocó invertida y no tardó en hacer un 69 perfecto, pronto la cabeza de un rubio casi blanco quedó entre las piernas de Cynthia que se retorcía, un mechón rojo parecía asomar de la testa de la rubia y Adil lo registraba moviendo la cámara en una y otra dirección.

Selva no se quedó quieta y se adueñó nuevamente del culo de Cynthia , apretaba las nalgas con sus dos manos y le aplicó un tratamiento intensivo de lengua al ya no tan fruncido agujerito. “Me vas a hacer acabar chupándome el culo, por lo que más quieras no salgas de ahí” , -gritó la “emparedada” dejando por un momento la vagina de Grace , torció la cara mostrándola feliz y empapada.

El orgasmo de las tres fue casi al unísono pero ese “casi” le permitió a Adil aprovechar los segundos que hubo entre uno y otro para que los gestos, los gritos y las contracciones quedaran registrados en la filmación.  Fue espectacular y yo tuve que sentarme y aspirar tres veces del medicamento del vaporizador para evitar el ahogo.  Sin pedirlo me estaban dando sesiones de sexo lésbico a pleno, sin poses, con ganas verdaderas y sin orgasmos disimulados, decididamente esas dos sesiones que había visto en el día tenían que editarse en alguna parte de la película.

Selva , completamente desnuda, se acercó a preguntarme si estaba bien, le dije que sí y le pedí que fueran a bañarse para ir a la clínica, luego le pedí a Adil que buscara de editar las dos sesiones para empalmarlas a posteriori acorde a lo que pedía el guión con lo que aconteciera más adelante en la filmación.  Lo de Selva con Grace y lo que sucedió cuando se sumó Cynthia no podía dejarse de lado.  El Ayudante lo entendió y me dijo que buscaría los mejores enfoques y luego me lo mostraría terminado.

Luego de bañarse, se cambiaron y se fueron las tres a la Clínica, yo me quedé solo pensando si podría aguantar este ritmo, era enloquecedor, ahora lo puedo contar con las palabras que se me ocurran, vivirlo en ese momento fue casi demoníaco, parecía que mis huevos latían por si solos y explotarían como cuando era un adolescente.  Solo, sin pensarlo demasiado me comencé a tocar y al poco rato, sin hesitar ni acelerarme inundé la palma de mi mano para que no se derramara en la alfombra.

Al no acelerarme ni moverme mucho no me afectó con mis ahogos, es más, me resultó una hermosa paja que ayudó a disminuir la presión testicular.  Fui al baño a lavarme las manos, luego el miembro y mirándome en el espejo del botiquín me comencé a reír, ¡paja a los cincuenta y pico! , ¿quién diría? , no podía parar fue como un ataque de risa, se me caían las lágrimas cuando volví al living a sentarme en el sofá, era un poco más de las doce de la noche y me quedé dormido pensando que las chicas, con ese ritmo, agotarían a los actores, yo estaba sereno, tranquilo y más que complacido.

A la una y tantas de la madrugada me despertó el timbre de la puerta, venían las tres contentas porque había salido todo bien, los resultados estaban a la vista, el informe era más que beneficioso y Cynthia me firmó el contrato mientras yo preparaba los montoncitos de dinero.  Me dijeron que irían a sus habitaciones, que aprovecharían a comer algo y se acostarían, “una en cada cama porque fueron muchas “emociones” , -dijo Selva y las demás le hicieron coro con las risas-.  Allí me enteré que la morocha y la pelirroja dormirían en un sólo departamento, les dije que durmieran hasta cuando quisieran, luego se despidieron y se fueron llevando el bolso.

Ya tenía tres espectaculares mujeres, vería que me deparaba el nuevo día con la chica que faltaba y los muchachos que podrían venir.  Por ese día había estado sensacional y “escuchaba” a la cama que me llamaba, no la hice esperar porque estimaba que me esperaba un nuevo día en que las “sorpresas” placenteras no tardarían en llegar.  Cerrando los ojos recordé que no la había llamado a mi esposa.

Continuará…

Por favor, si gustó, valoren y comenten…

GUILLEOS1 se los agradece.