El director

Un director de escuela descubre una nueva pasión y lo hace casualmente...

Extraño es el mundo ancho y ajeno como las caderas de una mujer, en esos pensamientos me encontraba meditando pausadamente cuando escucho una voz infantil, su pequeña cara despedía un halo brillante y hermoso ella transpiraba un aroma cándido de pétalos y jazmines que me transportaban al confín del universo, mi hija era un regalo mi regalo su sonido llamándome me hacían estremecer, papi que piensas tanto, me preguntaba, yo acercándome a ella le abrazo y le doy un dulce beso, eres mi cielo y mi ensoñación, ella sonreía y me abrazaba sus 10 años eran adorables ha sido mi nena consentida.

-Vas a ir a la escuela papi-

O si amor tengo que estar allí temprano, me voy ahora mismo chao

– ella se despega de mi y se despide con un te quiero mucho papi-

yo también mi nena eres todo para mí.

En la escuela de San Jerónimo soy director allí he laborado por varios años, mi esposa Karen es una mujer conservadora y bastante recatada, en materia sexual ni se diga, su poca fogosidad en el lecho matrimonial era evidente pocas veces podía disfrutar de sus cálidas carnes, esto me llenada de melancolía y evitaba también de mi parte el estar junto a Karen, en la escuela me consideraban muy atractivo las maestras a mi encargo, eran la mayoría de ellas jóvenes pero comprometidas, más de una vez desfogue con ahínco y pasión mis jugos que pedían a gritos explotar en esas cavernas húmedas y peludas, sin embargo evitaba este tipo de aventuras, no por que no me gustasen sino por el hecho de evitar en el mismo sitio de trabajo situaciones de enfrentamiento con maridos celosos y violentos.

Pero las cosas cambiaron para mi un día, una estudiante Milena de quinto año y de la misma edad de mi hija Sandra, fue enviada por su indisciplina y travesuras constantes con una profesora vieja solterona y amargada que no la soportaba, Milena me miraba fijamente de una manera desafiante pero a la vez muy sensual,

-¿Qué ocurre contigo Milena? Pregunte – Nada Director es que esa profesora me tiene entre ojos y no me deja en Paz, hable con ella un largo rato sobre su familia, sus amigos etc, pero observe que su pequeña falda se subió notando para mi sorpresa que no llevaba braguitas, su pequeño conejo lo pude ver en toda su extensión era suave y hermoso, no se si lo hizo de adrede lo cierto es que me excite demasiado tanto que mi verga se puso tiesa de inmediato.

-¿que le ocurre señor director? Turbado le dije pero que te ocurre a ti niña estas sin calzonetas, -Ella muy picaramente sonrió ha es eso y es que no te gusto verme mi conejito.

¿Como se te ocurre niña malcriada no seas insolente?, su mirada bajo y mirando mi paquete dirigió su dedito y me dijo pero eso tan grande me dice que si te gusto, sonrosado le dije que se saliera de la oficina y que regresara al terminar las clases para hablar seriamente con ella. Lo anterior me hizo pensar sobre mi reacción, no me había ocurrido en todos mis años de experiencia esto y la verdad no estaba preparado para lo que viví en ese momento.

Las horas pasaron y cuando me di cuenta en la puerta de mi oficina y sin que yo me diese cuenta ya que en ese momento estaba firmando unos papeles, Milena estaba allí observándome detenidamente, alce mis ojos al sentir que alguien me miraba, al verla pude ver mejor la delicia de niña que era, su pelo largo llegaba casi hasta el filo de su colita era impecable en sus facciones y una sonrisa picarona con sus expresivos ojos hicieron latir muy fuertemente mi corazón, la hice seguir, ella se sentó, sin darme tiempo la nena se sentó en mis piernas.

¿Que haces Milena?, no te dije que te sentaras allí; ella con una malicia a flor de piel me dio un beso cerca de la comisura de mis labios.

-Es que me pareces muy lindo señor director, - La baje de mis piernas y la hice sentarse en la silla enfrente mío, cual es tu juego Milena, no me gusta jugar con niñas, ella en una posición que me permitía verla detenidamente abrió sus piernitas y dejo ver su bello conejito, mi verga creció nuevamente.

-eres una pilluela por que haces eso- me miro como una sonrisa socarrona – no te gustaría verme desnuda

  • pero que te ocurre nena dime francamente cual es tu juego ¿qué quieres de mi? Ella de nuevo se acerca a mi y me dice –tranquilo será un secreto entre nos nadie tiene por que saberlo, además todos en la escuela ya se fueron, - ¿Lo has hecho antes Milena? le interrogue – claro director y es muy rico – Con quien? Bueno te lo diré si me prometes que me acaricias como me gusta – En ese instante mis pensamientos se nublaron mi grado de nerviosismo por la situación tan excitante me hizo ceder a mis más hondos prejuicios- esta bien lo que tu digas- ji ji ji ruégamelo director – si por favor dímelo y déjame mirarte y acariciarte – bueno el primero que lo hizo hace un par de años fue mi papi y luego mi hermano mayor me gusta que ellos me hagan el amor ya que así me convierto en su niña consentida y me complacen en todo- Quede boqui abierto –vaya vaya con ese par de granujas quien lo creyera

esto en parte me alentó para jalar a la pequeña mas cerca de mi y sin más le di un beso en sus labios ella los acepto y su lengua jugueteaba ágilmente con la mía, mis manos empezaron mientras tanto a acariciar su lindo culito.

Le fui quitándole su faldita escolar, al caer sobre el piso la aleje de mi levemente para ver el espectáculo que se me daba, era bello muy bello su lampiño conejito la hice girar y vi su respingado culito, con mis dos manos abrí sus dos mejillas para ver en todo su esplendor su ojete, sin mediar palabra acerque mi boca y lamí como un bebe su culo, me sabia a gloria ella sonreía –ji ji ji como me gusta que me hagan esto se siente cosquillitas ricas- o nena que bella sos – le voltee y ahora me di un festín con su ya pequeño y ya húmedo conejito a medida que entraba mi lengua sentía la calidez de su pequeña gruta ya mancillada por su progenitor y hermano, mmmm que rico director lo hace como todo un maestro, sigue así consiénteme como me gusta, tarde allí unos minutos arrodillado entre los bellos pliegues de su chochito bebiendo sus flujos que sorbía con delicia, con las manos le fui desnudando completamente besando su tetillas que me parecieron bellas y exuberantes, ella comenzó a jadear y a respirar entrecortadamente, saque mi verga y la agache hacia ella, la niña trataba en vano de tragársela toda, lo que cabía de mi verga en su boca la chupaba con pasión desbordante y con sus dos manitas me hacia una paja en la parte de tronco restante, mi excitación era máxima y un chorro de mi néctar fue a parar a su boca, golosamente trago todo.

Mi verga seguía pidiendo guerra, la subí sobre mi y la ensarte apretadamente sin más sobre mi verga allí de manera frenética fui hundiéndole la misma, Milena de manera experta cabalgaba y jadeaba sobre mi besándome apasionadamente, unos minutos mas y explotamos en un orgasmo simultaneo argggggg que rico me coges dijo la muy golfa, nos quedamos unos minutos abrazados de frente y luego nos vestimos rápidamente le lleve a su casa en mi coche para luego partir a la mía, antes de despedirse Milena me dijo -de ahora en adelante me dejaras hacer lo que yo desee en la escuela y me castigaras de la misma forma en que lo hiciste hoy me dio un largo beso y se marcho.

Los acontecimientos que me arrastraron a esta increíble experiencia cambiarian el rumbo de mi vida eso será otra historia.

Continuara.