El dilema (03: Desflorado)

Despues de llevar a cabo un juego sexual del gato y el raton entre el y el musculoso clavadista. Franco, toma lo que le pertenece, el culo de Daniel.

From: capricornio viernes (mindmaster)

Material: "EL DILEMA" MM/t True Rape NC Humil B/D Anal, Oral. HYPNO MC

Date: 23 de ENERO 2004

Capitulo III "DESFLORADO"

Esta historia contiene situaciones que podrían resultar ofensivas para menores de edad o personas que les disgusta leer acerca de violaciones, sadomasoquismo, bondagge, sexo no consentido. Si eres menor de 18 años o te incomodan las situaciones antes descritas. NO sigas leyendo esta historia

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Capitulo III "DESFLORADO"

Daniel suplica al entrenador Franco que lo acepte, que acepte, ser dueño de su cuerpo con tal de que le permita permanecer en el equipo de natación y pueda asistir a las olimpiadas.

Franco para hacerlos sentir mas presionado, lo hace que suplique, para que Daniel entienda que desde ese momento el no decidirá ni el cómo, ni el cuando en ningún aspecto.

Antes de responder, Franco fija su penetrante mirada en los ojos angustiados de Daniel, sabe que lo esta torturando que lo esta llevando a un estado de tensión nerviosa

-esta bien, lo acepto. Desde este momento, usted me pertenece, su culo es mío, su boca, su cuerpo.

Daniel, no sabe si alegrarse o entristecerse, el hecho de que Franco lo haya aceptado significa, por una parte motivo de alegría, porque podrá seguir en el equipo e ir a las olimpiadas. Dando a sus padres esa satisfacción y realizándose como deportista exitoso. Pero por otra parte debe de sentirse triste, porque eso significa también que su cuerpo le pertenece, ahora al entrenador Franco. Y eso no es motivo para estar alegre.

-si, señor. Así será. De hoy en adelante- responde rápidamente, no quiere hacer enojar al entrenador y que se arrepienta del acuerdo sexual al que han llegado.

  • debe entender que su vida ya no será como antes, para USTED.

-lo entiendo, perfectamente señor.

  • No podrás salir con mujeres. NO podrás coger con mujeres, de hecho con nadie más que conmigo. NO saldrás a ninguna parte SIN mi permiso. USARAS la ropa que te ordene.

-pero señor, eso es impo

-ME pertenece. Saldívar, ¿comprende eso?

-si, señor. Pero yo pensé, que solo tendríamos "encuentros". No que seria de tiempo completo.

-¿quiere deshacer el acuerdo? Decídalo, ahora mismo

-nnnnno señor, esta bien. Pero yo no puedo vivir fuera de casa, mis padres, yo

-entiendo eso, Saldívar, puede seguir viviendo con sus padres, los días que no este en entrenamiento, pero OLVIDESE de citas con mujeres ¿entendido?- le pregunta casi pasando su bigote por el rostro de Daniel.

-si, señor-responde resignado.

-por ahora es todo, y recuerde, yo decido CUANDO, COMO y DONDE, tomare su culo

Daniel pasa saliva antes de responder-si, señor, usted dispone de mi. ¿Desea que haga algo más, señor?

Para Franco es muy placentero ver al musculoso nadador ahí, desarmado para oponerse a los deseos sexuales de él. Es suyo, de su propiedad, le pertenece y puede disponer de su culo cuando lo desee, sin embargo, para Franco es placentero mantenerlo bajo tensión. Por eso le dice que el decidirá cuando lo desflora.

-por ahora, nada, Saldívar, retírese y espero que por su bien no comente nada con sus compañeros. He dispuesto que cambie de dormitorio, pasara al ala 3 y estará solo. Por ningún motivo, quiero que la puerta de su dormitorio este cerrada por la noche.

-esta bien señor, no sucederá.

-póngase el traje de baño color azul y vaya a la alberca, quiero que entrene 4 hrs. seguidas, sin parar.

Daniel sabe que 4 hrs. seguidas es extenuante, jamás lo ha hecho, pero sabe que no debe oponerse a los deseos de el entrenador Franco, su señor. El dueño de su cuerpo desde ese día.

-si, señor. Como usted ordene- sale de la oficina, y da un golpe al escritorio de la secretaria al salir, después se dirige primero a su nuevo dormitorio, deja su ropa, su ira es tanta que golpea varias veces sus puños contra la pared. Para desquitar su furia, su coraje por lo que esta pasando, su estupidez le ha costado estar en manos de ese pervertido, cayo como un idiota en el juego de Nora, claudio y Rubén. Ellos lo pusieron en bandeja de plata, para que el entrenador aprovechara la oportunidad y el no la dejo pasar, esta jugando muy bien su plan, ahora se divierte con el jugando al gato y al ratón, ya tiene a su presa pero antes de "comérselo" juguetea con el.

Furioso saca de su maleta el traje de baño azul que le ordeno usar y en unos cuantos minutos ya esta en la alberca, cuando, casi todos sus compañeros están ya por terminar su entrenamiento, el apenas va a empezar y serán 4 largas horas.

Franco observa a Daniel desde su oficina, ve que el joven le obedeció, poniéndose el traje de baño que le ordeno, esta solo el musculoso nadador y así estará durante 4 hrs. Como le divierte a Franco torturar al rebelde y autosuficiente joven. Ese día por la mañana, Franco también había recibido una llamada de Nora, la exnovia de Daniel, para avisarle que salía de viaje, pero le dio su dirección para que le envié pruebas de lo que ha hecho con Daniel, de que ha tomado venganza, -será un placer, señorita- le respondió.

Daniel tiene mucho en que pensar, así que las 4 hrs. que tiene que estar nadando se le hacen cortas sino es por el cansancio que siente en la ultima hora, no se daría cuenta de que se ejercito tanto tiempo, sabe perfectamente que el entrenador no le ha quitado la vista de encima desde que llego a la alberca. Sabe que no puede darse el lujo de desobedecerlo pues tendría que pagar las consecuencias. Desde su oficina el entrenador toca el timbre, para indicarle a Daniel que ya se ha cumplido el tiempo de entrenamiento para el- vaya a las regaderas Saldívar- le ordena por el altavoz, ya todos los nadadores terminaron y Franco les dio la tarde libre.

Las regaderas están solas. Daniel se quita el traje de baño, queda desnudo, su perfecto y atlético cuerpo, objeto de deseo por parte de muchas chicas y algunos hombres, como el entrenador Franco. La soledad de las regaderas, el agua que cae incesante sobre su tensa piel, que cubre la perfecta anatomía del ahora propiedad del entrenador Franco. El agua cae sobre la cara del joven lo que lo obliga a mantener los ojos cerrados, el ruido del agua l caer sobre su cuerpo le impide escuchar lo que ocurre alrededor y el mantener cerrados los ojos, lo aleja del mundo al menos por unos minutos. Daniel siente como su cuerpo empieza a relajarse poco a poco por el leve masaje que el agua al caer le da a sus músculos su pecho, sus nalgas, el agua recorre rápidamente cada rincón de su atlético cuerpo, con sus manos empieza a enjabonar su cuerpo, pasando lentamente por su cuerpo, limpiándolo, el cuerpo de Daniel es lampiño, solo sus testículos y la base de su miembro están cubiertos de vello, el agua va quitando los residuos de jabón del cuerpo de Daniel, es placentero ver como recorre cada una de las curvaturas de los músculos de Daniel, dejando a la vista el masculino espectáculo de un hombre como él. Cuando Daniel tiene el rostro cubierto de jabón, voltea nuevamente su cara para que el agua enjuague al mismo tiempo que masajea su cara con sus manos para quitar los residuos de jabón alrededor de sus ojos. Esta dando la espalda a la entrada de las regaderas, y esta de frente a la pared. Después de quitarse el jabón de la cara, siente como si alguien estuviera detrás de el observándolo, una sombra se refleja en la pared, así que voltea rápidamente, Daniel pensó que había cerrado la puerta de las regaderas y no escucho el ruido de alguien que entrara. Así que se sobresalta voltea y ve una sombra, la luz le impide de momento ver claramente quien es.

-ahh- un grito de sorpresa, aunque es solo por unos segundos mientras su vista enfoca la alta y corpulenta figura del entrenador Franco. El rostro lascivo y pervertido, una leve sonrisa debajo del espeso y largo bigote, en esa cara redonda de facciones gruesas, Daniel se da la vuelta de repente y por primera vez siente vergüenza de que el entrenador Franco, lo vea desnudo. Quizá sea por la forma de la mirada que ahora tiene ese pervertido. Franco entra a las regaderas y vestidores muchas veces al día y ha visto desnudo a Daniel y a todos los integrantes del equipo, solo que ahora las circunstancias son distintas, Daniel sabe perfectamente la intención de Franco y mas aun, sabe que no podrá resistirse a los deseos, no puede hacerlo, porque de ser así, Franco cumpliría su amenaza de acabar con las esperanzas de Daniel en lo que a su carrera se refiere.

-NO debe asustarse, SaldÍvar, esto sucederá muchas veces a partir de hoy.

-si, señor, dice Daniel mientras con ambas manos mantiene su miembro cubierto de la mirada de Franco y esta casi recargado en la pared, tratando de proteger sus grandes nalgas de la vista del pervertido, como si así pudiera evitar lo inminente.

-DESE vuelta, SaldÍvar y QUITESE las manos de ahí-le ordena.

Daniel obedece sin decir palabra alguna, quita sus manos y su grueso y largo miembro cuelga paralelo a sus piernas, sus bolas están cubiertas de vello así que se aprecia solamente su gran tamaño, después de permanecer unos segundo sin cubrir su gran paquete, para permitirle al entrenador Franco que lo inspeccione detenidamente, mientras el mantiene la mirada hacia el piso, con los ojos entrecerrados, avergonzado de lo que se ha convertido su vida deportiva. Después empieza a girar lentamente, tratando de permanecer debajo de la caída de agua, como si el agua fuera una cortina que le impidiera al entrenador darse cuanta detallada del perfecto culo del clavadista. Daniel trata de tardarse el mayor tiempo posible para darse la vuelta y dejar a la vista de Franco su musculosa espalda en forma de "v" y sus grandes nalgas que protegen su culo virgen, apretado aun hermético. Después de retardar lo más posible ese momento por fin ante el entrenador esta la vista de ese par de grandes nalgas torneadas, duras, apretadas una con la otra para defender el ingreso a la parte mas privada de Daniel.

-Cierra la regadera, SEPARA las piernas-

La mano de Daniel cierra la llave de la regadera, la cortina de agua que lo protegía de las miradas de Franco se esfuma no hay nada que evite que esa mirada lo recorra palmo a palmo detalladamente. Después coloca las palmas de sus manos en la pared, recargando su cuerpo inclinando su espalda levemente, sus bíceps forman una curvatura mayor cuando Daniel flexiona sus brazos, es una posición perfecta para ser desflorado, penetrado, Daniel cierra los ojos, sabe que Franco esta ansioso por entrar en su cuerpo, por poseerlo sexualmente, escucha como Franco cierra la puerta con llave, y camina lentamente hacia donde él se encuentra. Daniel mantiene los ojos cerrados ahora aprieta mas los parpados para así tratar de negarse a la realidad que va a vivir, al nuevo mundo sexual que va a experimentar de manera forzada. En sus oídos retumban los lentos pasos del pesado cuerpo del entrenador, cada paso se escucha mas y mas fuerte, por la cercanía, su culo esta a escasos segundos de perder una virginidad que ha permanecido por 22 años, sus nalgas sentirán entre ellas un trozo de carne de rigidez metálica, enorme. Los delgados y cortos vellos de su piel lampiña, se erizan por el estado de tensión nerviosa en la que esta.- ¡dios mío!- piensa, implorando ayuda, sabe que es inevitable el ser desflorado, solo le pide que le de la suficiente resignación para contener el asco que le provoca ser tocado por otro hombre, con fines sexuales.

Franco, seguro de conocer las emociones humanas, sabe que la tortura para el heterosexual deportista, lo están llevando a un estado de ansiedad, que le esta destrozando los nervios, antes de destrozarle el culo, con la penetración, sabe que para un hombre como Daniel es una tortura soportar el control, la posesión y mas aun la penetración, es el objetivo de Franco conducir al joven a situaciones extremas en las que pretende llevar a Daniel al terror, de ser desflorado, al miedo, a que para el sea de los trances mas amargos e impresionantes, solo así empezara a quebrantar ese espíritu de macho arrogante e indomable que se estaba ya gestando en el deportista estrella. No en balde sabe como conducir a su equipo al campeonato, también sabe como conducir a un campeón al fracaso, al dominio, a borrar de su mente todos los rastros de independencia, de heterosexualidad, de arrogancia, volverlo un sumiso cordero, sexualmente resignado al matadero, Franco conoce perfectamente a Daniel, desde su llegada lo ha tratado y ha estado pendiente de su conducta hasta que se presento la oportunidad de someterlo y ahora así lo tiene, de espaldas a la pared, con las manos apoyadas en ella, las piernas separadas, desnudo, el agua aun resbala por la curvatura de su musculosa espalda, gotas de agua están en sus nalgas y piernas, gotas que se niegan a desprenderse de ese cuerpo de Hércules. La mirada de Franco esta clavada en ese par de espectaculares nalgas grandes redondas tonificadas, invitando a ser tocadas, saboreadas, esas perfectas nalgas debajo de la estrecha cintura exenta de grasa, la piel unida íntimamente a los músculos, todo eso le pertenece, puede poseerlo cuando, como y donde lo desee, el cuerpo de ese hasta entonces inalcanzable macho es ahora suyo, y debe desde un principio hacerle entender a Daniel, quien manda, y como serán las cosas para él de ahora en adelante. De cómo su vida deportiva y sexual será controlada hasta en los detalles mínimos.

Daniel siente como los pasos de Francos están ya tras de él, como se detiene, sabe que esta mirándolo, aunque esta de espaldas y con los ojos bien cerrados, sabe que la mirada libidinosa de Franco esta sobre sus nalgas, casi puede sentirla. ¿Qué espera Franco, para empezar a cogérselo? ¿Por qué hace todo tan estresante, tan humillante?

Transcurren algunos minutos en lo que el silencio reina en las regaderas ni siquiera se escuchan ruidos en el exterior. Daniel a pesar de su ansiedad mantiene los ojos cerrados, pero sabe que a unos centímetros de su desnudo cuerpo esta el excitado cuerpo de Franco, disfrutando de su presa, del cuelo que se va a coger, el que va a desflorar, para Daniel esto es mas que humillante, vergonzoso, su hombría, su orgullo de hombre, de macho, esta siendo destruida, hecha añicos por ese pervertido, jamás se perdonara a el mismo el haber sido tan estúpido para dejarse envolver en una trampa tan usada y que lo puso en esa situación. Ahora ya nada puede hacer, solo resignarse, y rogar por que el tiempo que falta para las olimpiadas, pase lo mas rápido posible, después de las olimpiadas todo cambiara, ya no habrá chantaje por parte de Franco, al menos es lo que Daniel cree, sabe que serán unos duros meses el estar aguantando a ese toro encima de el, destrozándole el culo, pero espera que al final el sacrificio sexual y masculino que esta haciendo haya valido la pena por sus padres y por su carrera deportiva.

Franco sabiendo del estado de tensión al que ha llevado al clavadista, se va acercando mas al desnudo cuerpo del joven, pero sin tocarlo, solo que Daniel sienta que su cazador se esta acercando, esta rodeándolo, cerrándole todas las posibilidades de escape, Franco acerca su rostro a la nuca de Daniel para que l joven pueda sentir como escapa el aire de la nariz de Franco, como ese aire caliente choca con su cabello y cu cuello, Daniel y Franco tienen un altura similar así que a solo unos centímetros de la nuca del joven esta la nariz y la boca de Franco y a unos centímetros del culo de Daniel esta aun dentro del pantalón, el duro miembro de Franco.

La piel de Daniel se encina por el vaho, proveniente de la agitada respiración del entrenador, cada vez siente ese aire caliente mas cerca de él, acostumbrando a su piel a recibir ese aire caliente a una distancia minina, no por eso deja de ser desagradable para Daniel, pero nada puede hacer para evitarlo, Daniel percibe a pesar de tener los ojos cerrados, algunos movimientos que el entrenador hace aunque no siempre puede precisar que el lo que planea con cada uno de ellos, así que eso lo estresa mas, lo tensa mas, lo conduce a un estado que el jamás había conocido. Estado nervioso que se acelera cuando escucha como el del pantalón del entrenador desciende, lentamente, Franco procura que se escuche el sonido para que Daniel sepa que el momento se aproxima, aunque Franco no lo ha tocado aun, no lo necesita para mantener a ese hombre bajo tensión nerviosa elevada al máximo para el virgen anal atleta. Las mandíbulas de Daniel se tensan así como sus manos presionan mas fuerte la pared de la regaderas, sus nalgas se contraen, tratando de proteger por ultima vez su virginidad anal, el sonido de un miembro erecto liberado hace que Daniel apriete aun mas sus parpados, pase saliva sabe que de un momento a otro sus nalgas serán separadas por las grandes manos de Franco para meterle la verga, para desflorarlo y llenarle el culo de caliente leche, proveniente de las grandes bolas de Franco.

Un leve temblor se apodera del cuerpo de Daniel, debido a la gran tensión que esta sintiendo, Franco sabe perfectamente que el joven esta en los limites de la tortura, de la tensión, el leve temblor en su cuerpo y lo erizado de los poros de la piel del varonil clavadista, son indicadores, de que lo tiene en el lugar emocional que deseo desde que llego a entrenar a ese equipo. Para Franco ese culo es un objetivo largamente acariciado, y ahora una realidad inminente.

Daniel piensa en sus padres, en que debe sacrificarse por ellos, que Franco podrá violar y romperle el culo, pero que jamás podrá quebrantarlo emocionalmente como hombre, eso es lo que Daniel cree pero desconoce que eso es unos de los principales objetivos para Franco. El hecho de retardar la penetración es uno de los pasos, que esta destrozando los nervios de Daniel, ya esta resignado a ser penetrado a pertenecerle a Franco, pero la espera, el no saber en que momento lo tiene así.

Daniel escucha como Franco empieza a friccionar su miembro, lo deduce por el sonido y los movimientos que percibe cerca de sus nalgas, las que aprieta mas y mas. Trata de pensar en sus padres en su carrera en otras cosas que alejen su mente de ahí, que lo transporten emocional y mentalmente al exterior, mientras su cuerpo es ultrajado. Los jadeos de Franco se hacen más fuertes. Daniel espera que de un momento a otro sus nalgas sean obligadas a separarse para dar paso a su primer trozo de carne, lo presiente, la mano de Franco toca el brazo, de Daniel, el temblor del chico es cada vez mayor, la mano de Franco es el primer contacto real del oven con su dueño, un paso mas antes de ser violado, penetrado por primera vez. La mano de Franco recorre todo el brazo de Daniel, recorriendo los músculos del joven, mientras su cuerpo se acerca mas y mas al del aterrado clavadista, Daniel recarga mas fuerte su frente en la pared, esperando para su culo lo peor, la boca de Franco se acerca al oído de Daniel mientras la mano de Franco detiene su recorrido en la mano de Daniel que permanece apoyada en la pared de la regadera y le da una llave, mientras le dice en el oído llenándoselo de su aliento.

-lárgate, puede ir a su dormitorio, SaldÍvar

Daniel abre los ojos. ¿Que es lo que sucede? ¿Irse a su dormitorio? Así, virgen aun, no se explica de momento el juego mental que Franco esta jugando con el. Así que sin moverse, solo con los ojos abiertos, incrédulo ante lo que escucha pregunta para ver si lo que oyó es lo correcto.

-¿perdón, señor? – sin poder voltear aun por la sorpresa de la orden.

-LARGUESE, a su dormitorio, SaldÍvar- le grita Franco, mientras se vuelve a acomodar el miembro en su ropa interior y se abrocha los pantalones, retirándose unos pasos del desnudo cuerpo del deportista.

Daniel baja las manos, se da la vuelta, su rostro esta enrojecido de vergüenza, pero hay cierto alivio en el, al saber que al menos en ese momento no le va a pasar nada, con la llave camina hasta la puerta la abre, para después regresar a dársela al entrenador. Se pone una toalla alrededor de la cintura y se dirige nuevamente a la salida de las regaderas, apresuradamente, antes de que el entrenador pueda arrepentirse de dejarlo ir, momentáneamente, su culo esta a salvo, las piernas le tiemblan mientras va camino hacia la salida antes de que logre alcanzar la puerta de las regaderas escucha la fuerte voz de Franco llamándolo.

-SALDIVAR- la voz del entrenador paraliza a Daniel, cuando esta a unos centímetros de la salida, ¿se habrá arrepentido de no cogérselo?- piensa el aterrado joven. Solo espera las nuevas ordenes de Franco ahí de pie son moverse.- no quiero que cierre la puerta de su dormitorio, nunca. Esta noche iré a verlo.

-si, señor. ¿Puedo irme, señor?- pregunta

-váyase, SaldÍvar lo veré en la noche en su dormitorio. Quiero que me espere usando solo boxers.

  • si señor- le contesta y sale apresuradamente antes de que suceda otra cosa, Daniel siente como las piernas le tiemblan mientras avanza a pasos agigantados para llegar hasta su dormitorio, el nuevo, el que desde ese día le asigno el entrenador Franco y en el que la puerta jamás debe estar cerrada para recibir a su dueño.

Cuando el entrenador Franco ve salir a Daniel apresuradamente, casi corriendo, huyendo, no puede ocultar una sonrisa de satisfacción, sabe que lo que acaba de suceder le ira dando a Daniel una idea de cómo será su vida de ahora en adelante y de que todo lo referente a su cuerpo será decidido por su dueño. Para Franco, como buen cazador sabe disfrutar la persecución y el triunfo sobre la presa, así que Daniel, quien no esperaba una tortura mental, solo sexual. Ahora sabe que todos los aspectos dependen de lo que Franco decida. Franco se marcha a su oficina satisfecho por lo que ha hecho con Daniel, como ha empezado a entrenarlo.

El camino que hay entre las regaderas y su dormitorio se le hace eterno a Daniel, solo con una toalla enredada en la cintura y una mas sobre sus hombros, recorre esa distancia apresuradamente, afortunadamente los pasillos están solos, por fin llega hasta su dormitorio, entra y cierra la puerta, al menos por unas horas, desde ahorita hasta la noche sabe que estará tranquilo. Esa tranquilidad será al menos aparente, ya que no por faltar algunas horas dejara de pensar en lo que le espera a su culo, quizá esa noche, después de lo sucedido en las regaderas sabe que Franco se divertirá con el torturándolo mental y sexualmente, antes de desflorarlo, antes de hacerlo suyo sexualmente hablando.

Daniel sabe que no debe salir de su dormitorio, apenas han pasado algunos minutos de que llego cuando se oyen toquidos en la puerta de su dormitorio- ¿quién podrá ser?-piensa el joven deportista.- ¿Franco? No, no puede ser,- inmediatamente deshecha la idea.

-adelante- responde Daniel a los toquidos. Se pone frente a la puerta esperando lo peor. Pero para su sorpresa es uno de los asistentes de Franco que le lleva la comida hasta su dormitorio.

  • es la charola de la comida, Daniel. El entrenador la ordeno para ti, dijo que no irías al comedor. Aquí te la dejo y mas tarde pasan por ella.

-si gracias. Es que estoy algo cansado, por eso preferí quedarme aquí.

-esta bien. Que descanses, Daniel nos vemos, mañana.

-hasta mañana.- le dice mientras ve como la puerta se cierra, se sienta en la cama, Franco esta decidiendo, en todo, a cada momento le hace saber que el es el dueño. Que el manda y domina la situación. Y mas aun que el tomara hasta la decisión del mas mínimo detalle.

Daniel permanece sentado en el borde de su cama por algunas horas, hasta que la oscuridad de la noche lo saca de sus pensamientos, se pone un bóxer, como se lo ordeno, Franco y trata de comer algo, para no disminuir su rendimiento, en eso Franco ha sido esplendido, la dieta que le mando es bastante adecuada para su mejor rendimiento. Por so no tiene queja. Daniel ve el reloj, son ya las 9:00 PM eso mas bien es una cena, ya no comida. Solo toma algunos bocados, realmente el nerviosismo de que Franco este por llegar no lo ha permitido sentir hambre.

Para Daniel, la zozobra de no saber que le espera, que podría hacerle Franco, lo mantiene en tensión nerviosa, y aunque trata de calmarse y relajarse no lo consigue del todo, sabe que su cuerpo puede en cualquier momento ser desflorado. ¿Será esa noche? ¿O continuara jugando con él, el pervertido entrenador? Son preguntas sin respuestas que Daniel no puede responder al menos por ahora, debe esperar, esperar, solo esa maldita cosa puede hacer.-piensa.

Por mas que trata de pensar en otras cosas, le es casi imposible poder olvidarse de que en cualquier momento el entrenador llegara a su habitación, Daniel ya esta vistiendo los boxers que le ordeno el entrenador usar, su cuerpo esta desnudo del abdomen hacia arriba, los minutos se le hacen eternos, sabe que no puede cerrar la puerta con llave, esa puerta debe estar abierta, para que el entrenador Franco pueda entrar cuando lo deseen y esa noche, la primera noche, que Daniel debe estar a la disposición del sádico sujeto, es una noche de clima agradable, pero los pezones del joven deportista permanecen erectos por la sensación de frió que su cuerpo tiene, debido a sus preocupaciones, mas que a la temperatura.

Cerca de ahí, en su oficina, Franco termina sus asuntos, no tiene prisa por terminar, sabe que la puerta y el culo de Daniel, esta a su disposición, cuando el lo desee. Franco esta seguro que Daniel esta nervioso esperando su suerte, por eso retarda mas su llegada a la habitación, le ha parecido mas placentero de lo que imagino, provocar en Daniel esa tensión, quizá si maneja bien sus cartas podría llegar a ser una crisis, pero por lo pronto, sabe que aunque le divierte jugar con Daniel, con su dominio, sobre él; también sabe que lo desea, desea tanto el culo de Daniel, que no podrá aguantarse mucho tiempo sin aflojarle el esfínter anal al deportista.

Mientras tanto en su dormitorio Daniel ha caminado de un lado a otro, en sus musculosas piernas sus músculos se marcan a cada paso, esta solo usando el bóxer, esta así desde hace casi 2 hrs., son las 11 PM ahora y Franco no da señales de aparecer, Daniel decide apagar la luz, y recostarse. Solo la lámpara de noche ilumina levemente su atractivo rostro y su perfecto cuerpo. Todavía pasa bastante tiempo el cansancio vence al fatigado deportista que tiene algunas noches sin dormir bien y por lo extenuante del entrenamiento ese día, además de los nervios que siente por su nueva vida sexual que empezó.

Daniel esta recostado sobre la cama, solo la luz de la lámpara de mesa iluminan su musculoso cuerpo, acostado boca arriba, sus musculosos pectorales se agrandan marcando cada uno de los paquetes musculares del abdomen, la bronceada piel y los pezones, perfectos, erectos invitando a ser succionados, chupados, saboreados.

El sueño de Daniel es profundo, pero no lo es tanto, como para no despertarse cuando escucha que la perilla de la puerta empieza a girar, lentamente, haciendo el mayor ruido posible. Sin levantarse de la cama, ni encender la luz, la mirada de Daniel se fija en la perilla de la puerta, viéndola girar despacio, después lentamente la puerta se abre, Daniel pasa saliva sabe que es Franco, que viene dispuesto a humillarlo nuevamente, haciéndolo sentir sexualmente esclavizado. La perta se abre lo suficiente para permitir, el acceso a una persona robusta y alta, la figura inconfundible del entrenador Franco, que esta ansioso de entrar no solo en el dormitorio de Daniel, sino en su culo también.

Después de entrar, Franco cierra la puerta, le pone seguro, para tener más privacidad. El cuerpo de Daniel nuevamente empieza a tener un leve temblor, sabe que será difícil que Franco decida no cogérselo, se pone de pie, entiende que no debe hacer nada que pueda causar la ira o el enojo del demente sujeto.

-señor- le dice mientras se levanta de inmediato, adoptando la posición de descanso, sus brazos los deja a un lado, paralelos a su cuerpo, su musculoso pecho sobresale, la luz marca sombras sobre su rostro y su muscular cuerpo, el bóxer de algodón de color oscuro hace resaltar mas el bronceado de la piel y los músculos del obediente clavadista.

-encienda la luz, Saldívar – le ordena

Daniel despacio enciende la luz, había pensado que le permitiría estar en penumbra para poder ocultar su vergüenza, Franco cierra la ventana, evitando que se pueda ver lo que sucede en el interior y como es uno de los dormitorios mas alejados, el sonido que pueda generarse no se oirá hasta los demás dormitorios. Una vez que hubo encendido la luz, Daniel adopta otra vez la misma posición, bajando la mirada esta vez, no desea que el entrenador vea en sus ojos lo agobiado que esta.

-levante los brazos, Saldívar.- el entrenador Franco es el único que le llama por su apellido.

Daniel sin levantar la mirada, levanta los brazos. Dejando su abdomen desprotegido. Franco avanza hasta donde esta Daniel, queda frente a el, Daniel evita verlo, continua con la vista fija en el suelo, aunque en esta ocasión, mantiene los ojos abiertos. La mano de Franco se dirige hacia el mentón y obliga a Daniel a que levante la mirada y lo vea fijamente. La mirada penetrante de Franco, dominante, inquisitiva, como queriendo averiguar todo lo que esta pasando por la mente de Daniel. Mientras la mirada de Daniel es de vergüenza, tratando de esquivar verlo directamente a los ojos.

Franco obliga a Daniel a mantener la vista fija en sus ojos, su manos deja libre el rostro de Daniel que permanece con los brazos en alto, así que las manos de Franco se fijan a los costados de Daniel, recorriendo suavemente los costados del atleta en dirección a su cintura, disfrutando el contacto de sus manos con los recios músculos de Daniel, hasta llegar al elástico de los bóxer del deportista, con sus dedos separa el elástico de la dura y suave piel de Daniel y empieza a deslizar el bóxer hacia abajo, para ir revelando las perfectas nalgas, la parte superior de muslos anterior y posterior y el miembro colgante, por lo flácido, del heterosexual joven.

Los ojos de Daniel permanecen fijos en los de Franco y se empañan con lagrimas que amenazan salir de sus claros ojos en cualquier momento, dándole placer el pervertido Franco. A medida que desliza el bóxer por la cadera de Daniel, los ojos del nadador están más y más húmedos, su rostro se enrojece y daniel siente como si su rostro le ardiera por el sentimiento de vergüenza, humillación e impotencia que siente.

Franco termina de deslizar el bóxer hasta los muslos de Daniel, después de so retira sus manos del musculoso atleta, sin dejar de mirarlo a los ojos se retira un poco y le ordene.

-termine de quitarse el bóxer-

La vista de Daniel vuelve al suelo para deslizar el ajustado bóxer por las dos columnas de músculos que son sus piernas, flexiona su abdomen sin mirar de frente a Franco, termina de deslizar el bóxer para dejar su atlético cuerpo desnudo frente al Coach Franco. La mirada de Franco sigue cada uno de los movimientos de su mascota humana, sabe que lo tiene bajo el control emocional que desea. Una vez que Daniel termina de quitarse el bóxer se pone de pie desnudo totalmente frente a Franco, esperando nuevas ordenes, el corazón de Daniel empieza a latir fuertemente por el nerviosismo, la tensión aumenta, Daniel esta ahora resignado nuevamente a dejar que Franco juegue con él.

Franco se acerca al desnudo cuerpo de Daniel, sus manos se posan sobre el musculoso pecho de Daniel, las manos de Franco sienten la dureza de los músculos pectorales de Daniel, sus dedos pasan por los pezones del deportista, Franco puede darse cuanta de lo apresurado que esta latiendo el corazón de su presa, sabe que la frecuencia cardiaca de Daniel esta algo por encima de lo normal, debido a su estado emocional.

Daniel siente la presión de las firmes manos de Franco sobre su tórax, sobre los músculos pectorales del clavadista, el calor de las manos, de Franco contrastan con lo frió de la piel de Daniel, las manos de Franco permanecen sobre las montañas de músculos de cada parte del musculoso pecho del nadador.

La mirada del atleta, su vuelve a fijar al piso, vuelve a entrecerrar los ojos, para evitar reflejar en su mirada la vergüenza que siente de permitir a otro hombre manosearle los pezones. Se siente sucio, menos hombre por dejarse hacer eso, pero el pensar en su situación lo hace permanecer, quieto, dejarse hacer, es quizá mas el amor y agradecimiento que siente hacia sus padres, el darles una satisfacción en la vida, que su propia hombría, mas que su propia virginidad anal.

-ACUESTESE, en la cama Saldívar, -le ordena

-si, señor- con el temblor en las piernas Daniel acata las ordenes de Franco se dirige a la cama y se recuesta, subliminalmente se acuesta boca abajo, para evitar dejar su culo expuesto, tratando de protegerlo, pero se escucha la voz de Franco nuevamente.

-BOCA ABAJO, Saldívar – molesto le ordena cambiar de posición.

Sin palabras Daniel gira su cuerpo, su miembro flácido se mueve de un lado a otro a medida que Daniel va girando su cuerpo para quedar boca abajo, dejando las manos con las palmas extendidas a la altura de su pecho con los brazos flexionados, la cara de lado sobre la cama, su mejilla derecha sobre la cama.

-SEPARE, LAS PIERNAS, lo más que pueda, Saldívar.

-si, señor- Daniel separa sus tobillos hasta casi tocar loa ángulos de la cama para mantener separadas sus musculosas piernas, las duras nalgas apenas si se distancian unos milímetros, permanecen cerradas herméticamente para proteger si virginidad anal. La curvatura de la espalda de Daniel se marca perfectamente por la posición que tiene en este momento, las nalgas están desprotegidas, desprovistas de barreras que eviten que algo penetre entre ellas.

Daniel espera lo peor para su culo, tiene que estar preparado para lo que pueda suceder. Daniel oye que Franco se acerca lentamente hasta llegar al borde de la cama,

Daniel siente como cada latido de su corazón retumba en sus sienes, su cabeza esta hecha un caos emocional, sabe que esa noche puede ser la última que su culo permanezca virgen. El ver el temblor en el musculoso cuerpo que esta ahí frente a Franco, boca abajo con las piernas abiertas, listo para recibir su miembro, Daniel escucha cuando Franco se desabrocha el pantalón, y se oye el ruido de que baja su pantalón para dejar su miembro libre. Después de acerca a donde esta el cuerpo de Daniel, las manos de Franco toman los tobillos del clavadista, haciendo que el nerviosismo de Daniel aumente. Los dedos de Franco se enredan alrededor de los tobillos de Daniel y abren un poco mas las fuertes piernas de Daniel separándolas mas, dejando a la vista en la parte posterior los testículos del joven, y el miembro de Daniel que esta sobre la cama, su entrepierna casi forma un ángulo de mas de 90°, de lo abiertas que están sus piernas. Al separar fuertemente más las piernas de Daniel lo obliga a permanecer así, después suelto los tobillos. Y poniendo sus manos sobre la cama, en el espacio que queda entre las separadas piernas de Daniel. Acercando su rostro a las nalgas de Daniel, acercándose peligrosamente al virginal culo de Daniel.

El cuerpo del deportista permanece inmóvil, esperando.

Las manos de Franco se posan sobre las duras nalgas de Daniel, para sentir como el temblor en cada uno de los músculos del joven continúan, masajean esas redondas nalgas para después empezar a ejercer una leve presión para separarlas y dejar a la vista el sonrosado culo de Daniel, herméticamente cerrado hasta ese día, el esfínter anal de Daniel se contrae, temeroso de lo que le espera, los pliegues anales se contraen tratando de evitar cualquier ingreso. Franco usando más presión en sus dedos separa más las nalgas, y dirige su cara hacia la división de esas dos posteriores montañas de músculos.

Daniel aprieta las mandíbulas, esta ante lo inminente, Franco parece decidido, a no darle, un día mas de descanso. Franco acerca su rostro al ano de Daniel que esta contraído, Daniel siente como la respiración de Franco esta entre sus nalgas, el aire que expulsa por su nariz choca con las paredes internas de las dos nalgas, y con el esfínter anal del atleta. Nuevamente el aire caliente que sale del cuerpo de Franco choca contra la bronceada piel y el rosado culo de Daniel, los bordes anales se contraen, para evitar que ese aire caliente, pueda atravesar su culo, hasta eso quiere evitar de momento, pero no por eso deja de sentirlo. No por eso deja de estar casi a punto de estallar en lágrimas; lagrimas de impotencia por no poder evitar lo que va sucederle.

El aire caliente humedece el esfínter anal de Daniel, después estar por varios minutos cerca del culo del joven, sin tocarlo, solo haciéndole sentir que esta cerca, las manos de Franco sueltan las nalgas de Daniel, permitiendo que estas vuelvan a cerrarse, mientras su mano se ponen ahora al lado de los costados del joven, Daniel siente como el pecho de Franco queda sobre su espalda, sin tocarlo, la agitada respiración de Franco esta a la altura de la nuca de Daniel, ya recorrió toda la espalda así que sabe que el miembro del sádico sujeto debe estar directo a su culo. Daniel siente como algunas gotas de líquido viscoso escurren del miembro de Franco, y caen sobre sus nalgas, resbalando por la curvatura de ese potente trasero, el viscoso líquido cae incesantemente y resbala hacia la cara lateral e interna de las nalgas de Daniel.

El asustado joven espera de un momento a otro, la estocada final, que esa dura carne entre en su virginal culo y lo desflore de golpe, el líquido seminal continúa escurriendo, la respiración de Franco casi quema la bronceada piel de Daniel. Las manos de deportista se crispan.

Súbitamente Franco, disfrutando la tortura del joven, se levanta rápidamente, se sube la ropa interior y los pantalones. Y le ordena al joven.

-NO SE MUEVA, Saldívar, dormirá en esa posición. Mañana vendré para comprobar que permaneció así, boca abajo con las piernas abiertas, desnudo.

Si, señor- Daniel pasa saliva-¿qué juego es ese?- piensa. Sus nervios estallan y el llanto aflora, como un medio de escape de la tortura mental a la que lo ha sometido, Franco. El cuerpo de Daniel se contrae con cada uno de los sollozos del joven- sob... Sob… sob…- Daniel hunde más su rostro en su almohada, para ocultar su humillación su derrota ante ese demente.

Franco no puede ocultar una sonrisa cada vez mayor de satisfacción por los logros que ha tenido con el arrogante Daniel, alguien que difícilmente puede compararse con el derrotado Daniel de esa noche.

Franco sale del dormitorio dejando a Daniel llorando aun, sin moverse, sabe que Franco es de disciplina dura. Así que no debe contrariarlo. Pero el entrenador cada vez lo hace mas difícil, Daniel hubiera preferido que lo penetrara de una vez, y no que lo estuviera torturando a cada momento.

El llanto vence al joven deportista horas después, se queda dormido, así sin cambiar de posición, con las piernas abiertas, con las nalgas humedad aun por el liquido seminal que Franco dejo sobre ellas, a Daniel no le ha sucedido nada, y parece como si ya todo le hubiera pasado.

Por la mañana, Daniel escucha la fuerte voz de Franco- DE PIE, Saldívar, LO QUIERO EN LA ALBERCA EN 15 MINUTOS. Traje de baño, rojo.- solo le ordena eso y sale.

Daniel se levanta sorprendido, se da una ducha de solo cinco minutos para poder quitarse los restos de líquido seminal de sus nalgas. Después de eso se pone el traje de baño que Franco le ordeno usar y se va a la alberca, el estado emocional de Daniel no le resta calidad como deportista, es el mejor del equipo, lo sabe y Franco también.

Franco le hace sentir a Daniel aun dentro del entrenamiento, que le pertenece pero no de una forma tan obvia para que los demás se den cuenta. El resto de la semana el tratamiento de Franco hacia Daniel, sigue siendo en el mismo tenor, torturando al joven, jugando con el al gato y al ratón, así que cuando llega el viernes, los nervios de Daniel están casi destrozados. Franco le ordena que vaya a su casa, la ropa que usara el fin de semana y le prohíbe salir a divertirse, no contestar las llamadas de sus amigos o compañeros, le advierte que tiene medio de saber todo así que le advierte que no se confié.

Para sus padres el animo de Daniel esta peor ese fin de semana, la excusa de Daniel es que esta cansado, y que prefiere quedarse a descansar, pero todo obedece a las ordenes de Franco, no sabe de que manera pueda el entrenador darse cuanta de que ha desobedecido, pero por precaución no quiere arriesgarse a enfurecer a su dueño y poner en riesgo su carrera deportiva, al menos por el fin de semana estará descansado libre de tensiones, lejos de Franco al menos esos días podrá dormir tranquilo.

Luis y Martha tienen ese viernes un compromiso de una cena, suponen que Daniel saldrá a divertirse con sus amigos o con su novia, casi la mayor parte del tiempo Daniel tiene alguna chica para salir a divertirse los fines de semana. Pero ese fin de semana es la excepción, se quedara en casa, su mamá insiste con Daniel en que los acompañe, pero Daniel se excusa, ya que dice que se siente fatigado, porque el entrenamiento ha estado más pesado que antes.

Daniel se queda solo en su casa, aburrido, preocupado por saber que pasara la próxima semana, en el entrenamiento, si por fin Franco tomara lo que le pertenece o no. Por más que trata de no pensar en eso no puede hacerlo. Su mente vuelve una y otra vez a la misma idea, de lo que le espera.

Ese día esta vistiendo la camiseta de color azul que Franco le ordeno, y el jeans mas ajustado, que tiene; que fué el que Franco le ordeno vestir. Su cinto y tenis. Cuando ya casi esta para dormir, se escucha el timbre de la puerta, Daniel piensa que quizá sus padres olvidaron la llave de la casa. Pero su sorpresa es enorme cuando al abrir la puerta frente a la esta el entrenador. ¿Franco, en su casa? Daniel queda atónito, jamás espero que el entrenador, se atreviera a ir a su casa. Se queda mudo. El temblor regresa nuevamente a su cuerpo ¿qué es lo que pretende hacer el entrenador en su casa?

Antes de que Daniel pueda reaccionar por la sorpresa, Franco lo empuja suavemente por el pecho, para que le deje libre el camino y poder entrar a la casa.

-tenia ganas de verlo Saldívar- le dice mientras se dirige hacia uno de los sillones, la mirada de Daniel sigue los movimientos de Franco, pero aun no sale de su asombro- me doy cuanta que esta usando la ropa que le ordene, Saldívar-.

El terror se refleja en la mirada el rostro y el cuerpo del deportista. Sus pares volverán mas tarde, es cierto que no les extrañara ver al Coach en la casa, pero Daniel se siente avergonzado de que este ahí.

  • venga, aquí Saldívar,- Daniel camina, llega al lado del entrenador, Franco.

-creí que no nos veríamos el fin de semana, señor- le dice tímidamente.

-USTED NO decide, Saldívar. ¿Quién manda?

-usted, señor

-Yo no tengo por que avisar, cuando voy a venir a su casa, Saldívar

-no, señor usted no tiene que avisar, lo que usted decida.- le responde apenado por la frase.

  • VAMOS a su recamara-le ordena.

Daniel permanece inmóvil como si no hubiera escuchado la orden del Coach.

  • ¿qué sucede Saldívar?- Le reprocha después de ver que no reacciona-.

-señor. Mis padres, pueden regresar en cualquier momento.

-¿y?-pegunta desafiante- ¿quiere que terminemos nuestro acuerdo, Saldívar?

-nnnno, señor. Pero

-entonces, CALLESE Y VAMOS A SU RECAMARA, EN ESTE MOMENTO- le grita para atemorizarlo.

Daniel duda, pero no tiene mas opción,- quizá tarden mas tiempo sus padres- piensa. Así que resignado empieza a caminar hacia su recamara, invitando al entrenador a seguirlo- por aquí, señor-

Franco camina detrás de Daniel es un espectáculo ver como el magnifico culo del atleta se marca y queda a la altura de los ojos de Franco cuando van subiendo las escaleras para dirigirse a la recamara de Daniel.

Daniel conduce a Franco hasta su recamara, entran los dos y cierran la puerta, aunque no con llave. Una vez dentro e la habitación. Daniel continua mirando hacia el piso, nuevamente esta en tensión sabe que Franco es capaz de todo. Franco se dirige para quedar frente a Daniel lo toma por la cintura sintiendo la dureza de sus músculos abdominales, y desliza sus manos hacia la parte baja de la espalda de Daniel, después acerca su rostro al de Daniel; quien continua viendo hacia el piso.

  • MIREME A LOS OJOS- le ordena-

Daniel levanta la mirada, su angustiante mirada nuevamente esta en el juego del gato y el ratón, ¿hasta donde llegara en esta ocasión?

Los ojos de Franco y Daniel se encuentran el dominio y la angustia en las miradas de cada uno. El rostro de Franco se acerca lentamente al rostro de Daniel, mientras las manos de Franco suben a la espalda de Daniel, la boca de Franco se acerca a los delgados pero bien formados labios de Daniel, debajo de ese espeso bigote los gruesos labios de Franco, se pegan a los labios de Daniel en un húmedo beso, son los primero labios masculinos que están en contacto con los labios de Daniel, nunca jamás ha besado a otro hombre, ni estaba entre sus planes, pero las circunstancias se han dado de esa forma. Los labios hambrientos de Franco juegan con los tímidos labios de Daniel, quien permanece inmóvil mientras los labios de Franco están explorando los labios de Daniel, sus manos están recorriendo la atlética espalda, el pecho de Franco se pega al musculoso pecho de Daniel, presionándolo para sentir los pezones del joven. Daniel mantiene los ojos cerrados, los labios unidos solo deja que la lengua de Franco los humedezca, pero sin entreabrirlos, hasta que Franco se separa unos centímetros y le ordena.- abre la boca- Daniel cierra los ojos y entreabre sus labios para permitir que la ansiosa lengua del entrenador Franco explore su boca, para Daniel siempre ha sido el, quien lleva el control en las relaciones y ahora es el que recibe las acciones. Franco es experto, sabe como conducir a Daniel. La lengua de Franco separa mas los labios para ingresar a esa cavidad, la lengua de Daniel permanece inmóvil dejando que Franco explore libremente su boca, encías, dientes, es un beso prolongado, profundo, intenso, por parte de Franco, Daniel solo permanece sin oponerse, pero no responde al beso de Franco, esa gran lengua dentro de su boca no deja de causarle asco, al saber que pertenece a un hombre, pero haciendo un esfuerzo supremo se controla, de su dominio depende que no eche todo a perder.

Franco gira su cabeza para lograr una exploración profunda de la boca de Daniel, sabe que lo tiene a su merced y no dejara escapar la oportunidad, para Daniel el beso le parece eterno, la presencia de esa grosera lengua, explorando grotescamente su boca, es casi un siglo, pero no para Franco, que se toma todo el tiempo del mundo para impregnar a Daniel se su aliento, recorrer con su lengua cada uno de los rincones de la cavidad del humillado atleta. Después de saciar su hambre de explorar la boca de Daniel, después de que los labios gruesos y voraces se sacian de los calidos delgados varoniles y bien formados labios de clavadista, mientras el espeso bigote de Franco raspa la cara del atleta, son suficientes unos minutos para explorar detalladamente al joven.

Por primera vez, el contacto entre el entrenador Franco y Daniel ha ido más allá de un leve contacto o roce de la piel, o de las manos del entrenador, con la piel de Daniel. Antes solo experimentaba su cercanía con sentir la respiración pero esa noche, en su propia recamara, violándole por principio de cuentas la boca, con su asquerosa lengua.

Daniel esta nervioso por lo visto Franco desea desflorarlo en su misma cama, ahí en su recamara a unos pasos de la habitación de sus padres. O al menos es lo que parece hasta ahora.

Franco se separa de Daniel, se le queda viendo y en voz grave le dice- levante las manos, Saldívar-

-si. Señor.- al mismo tiempo que ejecuta la orden levantando las manos, alrededor de su boca hay una buena cantidad de saliva que le dejo Franco por el apasionado y prolongado beso. Los músculos de Daniel se marcan mas al elevar sus brazos y sus pezones suben un poco, como invitando a ser examinados.

La mano de Franco recorre el pecho de Daniel bajando su manos hasta meterla por entre su pantalón, sin que el joven haga ni un solo movimiento, la fuerte mano de Franco toma el borde de la camiseta, de Daniel y empieza a alzarla para desnudar al joven de la cintura para arriba, lentamente presionando su manos contra cada uno de los músculos del joven, Franco sube la ajustada camiseta, para sacarla por encima de la cabeza del atleta, lentamente va dejando el erótico espectáculo de un tórax, bien formado, lampiño de buena definición muscular y pezones deliciosos a la vista de Franco. Franco su be la camisa, la pasa sobre la cabeza de Daniel y continúa elevándola por los brazos de Daniel que permanecen alzados en alto, paralelos a su cabeza, al mismo tiempo las grandes manos de Franco van recorriendo cada uno de los músculos de Daniel, sin dejar un solo centímetro de ser tocado por sus manos.

Una vez que la camiseta esta fuera de los brazos de Daniel, Franco la arroja al suelo, para tomar los brazos de Daniel y presionándolos levemente los hace descender, para mantener al nervioso, joven frente a el , ahora desnudo de la cintura, para arriba, la espalda y el pecho de Daniel quedan sin ninguna barrera para la lasciva mirada de Franco, las grandes manos de Franco, que esta de pie frente al avergonzado deportista, se dirigen hacia el pecho de Daniel, cada una de ellas selecciona el pezón que tiene enfrente para posarse sobre, el. El corazón de Daniel late fuertemente otra vez, son emociones que no puede controlar, esta tan tenso, como cualquier chica en su primera vez, cuando va a perder la virginidad, mas aun cuando no es por su propio gusto, sino forzado por las circunstancias como es el caso del altivo clavadista.

Las manos de Franco después de posarse sobre el pecho de Daniel empiezan masajear suave pero decididamente cada unos de los pezones, tomándolos entre los dedos y manipularlos, en movimientos leves pero diestros para aumentar la dureza de los redondos y cafés, pezones de Daniel que están sobre esas montañas de músculos en su tórax. Franco sabe que esta llevando a Daniel al estado de control y dominio, emocional físico y sexual que desea. Por su parte Daniel intenta ahuyentar su mente de su recamara, dejar solo su cuerpo, que sea solo su cuerpo, su culo, su boca, los que sean abusados y no su mente, no sus emociones, no darle el placer a Franco de verlo quebrantado, aunque eso ya es algo bastante difícil. Los brazos de Daniel permanecen colgando, paralelos a su cuerpo, Franco presiona mas fuerte el pecho de Daniel para hacerlo retroceder hasta que Daniel queda de espaldas a la pared, presionando su espalda y su gran trasero contra la pared, no puede retroceder mas así que Franco, le esta cortando todas las salidas posibles, sus expertas manos han logrado hacer endurecer como piedras los pezones del joven; y aun así sus manos continúan trabajando en ellos. Daniel cierra los ojos, tratando de concentrarse de evitar que ese sádico sujeto lo controle más de lo que lo hace. Además la humillación y la vergüenza que siente desde que acepto someterse a los deseos de Franco, lo hacen evitar mirar al entrenador de frente. Sabe que desde el momento en que acepto complacer sexualmente al entrenador, ya no puede ser el mismo hombre orgulloso de su sexualidad, de su físico, de su habilidad. Sino una persona avergonzada por el alto precio que su cuerpo tiene que pagar para poder permanecer en el equipo.

Después de dejar endurecidos los pezones de Daniel Franco le empieza a desabrochar el ajustado jeans que le ordeno usar, para deslizarlo por esas musculosas piernas, aprovechando cuando lo hace descender para sentir con su tacto las firmes nalgas y muslos de Daniel, hasta hacer caer al suelo el pantalón, quedando solo en los tobillos de Daniel, quien esta ahora solo en ropa interior.

-QUITESE LOS TENIS Y LOS CALCETONES- le ordena.

Daniel se agacha se quita los tenis, se termina de quitar los jeans y después se quita los calcetones de color blanco que esta usando, quedando solo en el bóxer y descalzo. Se pone frente a Franco, esperando nuevas órdenes.

-venga aquí, Daniel- por primera vez lo llama por su nombre, esa noche todas las cosas han ido a mas. ¿El miembro de Franco también lo hará?

Daniel camina hasta donde se encuentra, Franco que mientras el se terminaba de quitar la ropa, se coloco al lado de la cama de Daniel.

-DESE vuelta, Saldívar- nuevamente lo llama por su apellido recordándole con esto quien manda ahí. Daniel gira para quedar de espaldas al entrenador, sus manos se crispan su cuerpo aun esta con el leve temblor y la dureza en sus pezones no lo abandonan. Las manos de Franco toman el elástico del bóxer de Daniel, ala altura de la espalda baja, justo al centro, donde inician las nalgas, justo arriba de la división central de las redondas nalgas de Daniel, presiona con ambas manos para romper, para desgarrarle el bóxer a Daniel, rompiéndolo en varias partes, algunas de ellas permaneciendo aun sobre el cuerpo de deportista, pero dejando desnudas la mayor parte de las nalgas y el grueso y flácido miembro de Daniel cuelga entre sus piernas, sin demostrar la mas mímica excitación permanece dormido, atrás de el grueso miembro las grandes bolas, cubiertas de vello, el área genital es donde Daniel tiene vello, el resto de su cuerpo es lampiño.

El rostro de Daniel enrojece, aunque la ventana de su habitación esta cerrada, la luz esta encendida y siente vergüenza de estar desnudo junto a Franco, desnudo y dispuesto a dejarse coger, por el entrenador.

Franco camina para quedar frente a Daniel, para mirarlo frente a frente, humillado, vencido derrotado, controlado ante sus deseos, la mirada de Daniel es casi de terror ante la penetrante y dura mirada de Franco. La mirada de Franco recorre a Daniel de la cara hasta los pezones en donde se detiene, para después bajar la mirada hasta el miembro de Daniel, para fijar su vista en el miembro que permanece colgante, el miembro de Daniel disminuye en su longitud, al sentir vergüenza por la mirada de Franco sobre su miembro; Daniel que siempre se había sentido orgulloso del tamaño de su miembro, sin apenarse ante nadie y ahora, la simple mirada de Franco logran lo que nunca antes nadie paso.

Después de lograr su cometido, Franco sube nuevamente la mirada, hasta detenerse a la altura de los pezones, acerca su boca al objetivo, pone mas manos alrededor de los músculos pectorales, para resaltar mas el pezón derecho, los labios de Franco se acercan, ya no es solo el aliento de Franco el que esta en contacto con el pezón, eso es solo el inicio, los labios de Franco se pegan como ventosa al pezón, para pasar sobre el la lengua en movimientos de abajo hacia arriba, y poniendo los labios alrededor del pezón para chuparlo sin dejar de pasar la lengua por el botón del pezón de Daniel, Franco hace lo mismo con el pezón izquierdo, primero presiona los músculos para resaltarlo y después la lengua lo recorre, mojándolo, para chuparlo, succionarlo con los gruesos labios, el bigote de Franco raspa la bronceada piel, del atlético tórax de Daniel, el cuerpo del joven esta inmóvil, la sensación de humillación es cada vez mayor, la hombría de Daniel esta siendo destrozada, el varonil bigote de Franco raspa una y otra vez la piel alrededor de los pezones de Daniel.

Cada vez que Daniel siente deseos de terminar con esto, empujar al entrenador, recuerda que debe someterse, por amor a sus padres, por que no se sientan defraudados, y ese solo pensamiento lo hace contenerse, mantenerse inmóvil, dejando que su cuerpo de Hércules sea usado por el pervertido Coach.

La boca de Franco se apodera alternadamente de cada uno de los pezones de Daniel enrojeciendo la piel que esta alrededor del pezón, debido a la fuerte succión de la boca. Daniel siente como su piel y sus pezones son jalados al exterior, cada vez que Franco ejerce la fuerte succión. El juguetear con los pezones es solo por un corto tiempo, después la lengua de Franco va ascendiendo hasta llegar al cuello, para recorrer el área de la yugular, presionando la superficie de la lengua contra la piel del cuelo, la sensitiva piel del cuello, de Daniel, mojándolo, recorriéndolo como vampiro de un lado a otro, obliga con acciones a que Daniel eleve el mentón y alargue el cuello, dejándolo expuesto, las manos de Franco recorren de arriba abajo la musculosa espalda del deportista, masajeándola repetidamente, tratando de estimular las terminaciones nerviosas de la piel de Daniel.

Franco empuja a Daniel, para obligarlo a recostarse sobre la cama, mientras el queda sobre el cuerpo de Daniel, el pecho del entrenador Franco esta en contacto con el tórax de Daniel, Franco aun esta vestido, no se ha quitado nada de ropa. El pesado cuerpo de Franco queda descansado todo su peso sobre el musculoso de Daniel, mientras la boca de Franco, recorre la distancia de los pezones al cuello, Daniel esta sobre la cama su espalda esta sobre la suave cama, sus brazos están a su lado, mientras Franco los recorre, detenidamente. La sensación que le causa el bigote a Daniel sobre su piel, cada vez que Franco lo recorre es desagradable. Sentir como el bigote raspa su piel. Daniel solo espera que Franco termine con eso lo más pronto posible, pero para el entrenador, se toma demasiado tiempo para ir conduciendo a Daniel hasta el punto donde desea.

Franco se levanta dejando a Daniel recostado sobre la cama- dese vuelta- le ordena. Daniel sin mirarlo a los ojos, gira su cuerpo sobre la cama, para dejar su culo y espalda desprotegidos.

-con sus manos sepárese las nalgas, Saldívar- una nueva orden de Franco.

Daniel titubea unos segundos, quizá porque sabe que lo que le espera a su cuerpo no será agradable, pero aun así no tiene mas opción que desliza sus manos, para tomar con sus dedos los bordes de sus grandes nalgas, y con sus dedos separa las montañas de músculos que protegen ese terreno virgen de las penetraciones.

Franco acerca su cara al rosado y apretado ano de Daniel, virgen de toda penetración, y empieza por deslizar su lengua por los bordes internos de las nalgas, lentamente, mientras su bigote vuelve a raspar la piel de Daniel, ahora de su culo, Daniel siente el bigote de Franco rasparle los bordes del ano, la lengua del entrenador se acerca peligrosamente a su esfínter, primero rodeándolo para ir cercando el circulo cada vez mas cerca, del objetivo, cada vez mas cerca del ano, de esa rosada abertura que se contrae mas por la tensión. La cara de Daniel cierra los ojos, aprieta las mandíbulas al sentir como el bigote y la lengua del entrenador le avisan de la inminente penetración, una y otra vez esa lengua recorre el ano por su superficie, poniendo mas tenso al clavadista.

La lengua de Franco no deja descansar las nalgas y el culo de Daniel, lo repasan una y otra vez, tratando de dilatar el esfínter de Daniel, de vencer esa resistencia del virgen culo del heterosexual Daniel. La mente de Daniel es un caos. No se esperaba que le fuera a costar tanto el hecho de dejarse coger por otro hombre, solo el pensar lo que sus padres sentirían si fuera expulsado del equipo y no ir alas olimpiadas., sus padres. -¡sus padres!-¡dios mío!, piensa Daniel cuando escucha el ruido del motor del auto de su papá que regresa, con su madre.

Sin moverse ni dejar de separar sus nalgas, el temor se apodera de Daniel, sus padres, están en casa.

-¡señor!, ¡mis padres!- le dice ansioso por terminar con esa situación.

-NO se mueva, Saldívar- le ordena firmemente Franco.

-pero, señor. Mis papas

-OBEDEZCA, Saldívar- le grita- el cuerpo de Daniel empieza a temblar mas por el temor de ser descubierto, de que sus padres sepan lo que esta haciendo por permanecer en el equipo.

Franco se levanta, va hacia la puerta dejando a Daniel, en la cama con las nalgas separadas. Mientras se dirige a la puerta y le pone el seguro. Para que no pueda entrar. Después de eso apaga la luz, dejando solo la lámpara de mesa encendida y regresa a seguir frotando su lengua en el culo de Daniel. Daniel no sabe que hacer, el temor de que sus padres puedan darse cuenta de lo que esta pasando en la recamara lo tensa, su culo se relaja un poco, y la lengua de Franco regresa a seguir su trabajo en el culo de Daniel.

Para Daniel esta atento a los ruidos dentro de su casa, más que en lo que pueda sentir su culo, su atención esta ahora dividida en esos dos hechos, ya no solo en mantener hermético su culo. Daniel escucha como abren la puerta, sin poder dejar de separar sus nalgas, los pasos de su madre, por el sonido de los tacones, los identifica, así que sabe que esta subiendo a la recamara, al menos Franco cerro la puerta.

Martha esta preocupada por Daniel, pues le extraño que Daniel se quedara en casa, así que piensa que pudiera haberse sentido mal, más aun cuando vio la luz de la recamara de Daniel apagada, así que decide echarle un vistazo a su hijo para ver si se encuentra bien.

Daniel se aterra cuando los pasos de su mamá se escuchan mas cerca de la puerta de su recamara, el saber que Franco puso seguro a la puerta lo tranquiliza, de que pueda entrar pero, el que con cualquier ruido pueda darse cuenta que alguien esta en su recamara, no sabría como explicar.

Franco siente como el temblor en el musculoso cuerpo de Daniel, que esta aun boca abajo, desnudo, con las piernas abiertas y las nalgas separadas con las propias manos de deportista, eso le da placer el saber que Daniel estará atento a lo que suceda fuera de su recamara y no fuera de su cuerpo.

Martha, la mamá de Daniel, se detiene en la puerta de la recamara, trata de abrir, pero, la puerta esta con llave, al oír el ruido Daniel levanta su cabeza, fijando su mirada en la puerta, sobre todo en la perilla, estando atento a ver si no gira. Al ver que la puerta esta cerrada y debido ala preocupación, empieza a tocar la puerta de la recamara de Daniel.

-Daniel, hijo. ¿Puedo entrar?- le pregunta sin dejar de tocar la puerta.

Daniel no sabe si responder o no, pero sabe que de no hacerlo, su madre podría alarmarse mas y abrir con el duplicado de la llave, en su mente pasan miles de ideas en ese momento. Sin poder moverse ni soltar sus nalgas, sin estar consciente de que la lengua de Franco sigue una y otra vez recorriendo los bordes de su culo. Por fin Daniel contesta.

-estoy bien, mamá- le responde Daniel para tranquilizar a su mamá

-¿cómo seguiste hijo? ¿Estas mejor?- le pregunta

-estoy bien, mamá. Solo algo cansadghhhhh- un gemido interrumpe la frase de Daniel, por que en ese momento, Franco ha empujado la punta de su lengua y ha penetrado el virginal culo de Daniel. La sorpresa en el cuerpo del nadador, al sentir como el apéndice de Franco ingresa. Lo hacen que sus brazos tiemblen mas por la penetración, Franco aprovecha que Daniel estaba distraído, tratando de calmara su mamá, y le metió súbitamente la lengua en el culo por primera vez. Pero la sorpresa inicial de ser penetrado por la lengua cuando estaba algo distraído, pero una vez que la lengua ingresa, sigue su camino separando los bordes del culo de Daniel, sin importarle las sensaciones que le causa al joven, Daniel aprieta las mandíbulas para no emitir un grito de derrota por la penetración

-¡Daniel! ¿Sucede algo, hijo?- le pregunta alarmada, Aunque Daniel ahogo el grito, algo alcanzo a escuchar Martha.

-NNNo, mamá, es... toy biennn.- interrumpe cada palabra para poder apretar las mandíbulas y evitar gritar de rabia vergüenza, impotencia ante la penetración, siente como los bigotes de Franco le raspan el culo y como la gruesa lengua se mete mas y mas adentro. Sin importarle que Daniel no pueda hablar por lo que esta sintiendo-

-¿estas seguro, hijo? ¿Puedes abrir la puerta?- le dice extrañada, aun por lo que escucha, por la forma en como Daniel contesta.

-ahhhhhhhh- Daniel ahoga el gemido que escapa de sus sabios cuando Franco empieza a meter y sacar la lengua del derrotado culo del clavadista.- mamá- hace pausas largas. Para que no se le vaya a escapar algún gemido.- estoy bien- nuevamente aprieta las mandíbulas, siente que no va a poder contenerse de gritar, de contenerse, de que su hombría lo hará echar todo a perder.-ya casi estaba dormido, mghhhhhhhhh- el sudor empieza a bañar su cuerpo, su mente tiene que estar consciente de lo que sucede con su madre y su culo no puede concentrarse en ambas cosas, el subconsciente lo traiciona. Su mente y su cuerpo están en dos situaciones totalmente distintas, haciendo que el cuerpo musculoso, este bañado en sudor, en solo unos segundos.-podemos hablar, mañana- le pide de una forma casi suplicante a su madre. –mgggghhhhh. Daniel muerde la almohada que le queda frente a su cara para evitar que el sonido de sus gemidos pueda ser escuchado.

-´ ¿estas seguro que, te sientes bien, hijo?- le pregunta una vez mas

Franco goza, torturando al altivo clavadista, sabe que lo tiene en sus manos y no desaprovechara cada oportunidad para humillarlo, para hacerlo sentir, un puto, el peor de los putos, dominado, controlado. Cada vez que Daniel debe responder a Martha, Franco arrecia el ataque lingual en el culo del deportista, para meterlo en aprietos para poder articular palabras.

-sii; mghhhhmmmmm, mamá. Mmmghhhhhhhhh entre una palabra y otro Daniel hunde su rostro en la almohada, sus brazos empiezan a temblar más fuerte y Daniel siente que en cualquier momento soltaran sus nalgas para permitirles que se cierren, no podrá aguantar mucho tiempo.

-esta, bien Daniel, hasta mañana, hijo- le dice Martha resignada

-hhaaassssta mañana, mggghhhhhhhhhh. Mamá- al terminar hunde su cara en la almohada, mientras escucha como los pasos de su madre se alejan hacia su recamara.

La voraz lengua de Franco continua dejando el apretado y rosado culo de Daniel bañado en saliva, después saca su lengua. Y empieza a recorrer el contorno del culo de Daniel. Los pasos de los padres de Daniel se escuchan aun fuera del pasillo, cerca de la puerta de la recamara. Daniel muerde la almohada, para evitar gritar y que sus padres puedan oír algún ruido. Franco sabiendo que tiene a Daniel amordazado por el mismo, por el temor de que sus padres se enteren. Solo unas vueltas alrededor del culo de Daniel, antes de que Franco introduzca su dedo firmemente, separando de golpe los bordes anales del apretado culo.

-ghhhhhhhhhhgggggggg.- la penetración del grueso y firme dedo de Franco causa dolor en Daniel, siente como su culo es separado y eso que solo es un dedo. Muerde fuertemente la almohada, sabe que sus padres están a unos pasos de su habitación.-ghhhhhhhhhhhhhhhhhh- el dedo de Franco se mueve fuertemente en el culo de Daniel, sin dejarlo descansar, el temblor en el cuerpo del joven es cada vez mayor.- por favgggggggg- Daniel trata de suplicar a Franco que suspenda el ataque a su culo al menos mientras sus padres se duermen, pero el constante estimulo del dedo en el cuelo no le permite articular palabra.-gghhhhhhhhh. Mmmmgghhhhhhh, señgggggghhhh, Franco arremete contra el culo de Daniel, sabe que lo esta humillando, el dolor del deportista no es tanto como la fuerte humillación que siente de estar siendo dedeado en el culo, a solo unos metros de sus padres.

La invasión del segundo dedo de Franco en el recién abierto culo de Daniel le causa mas molestia al joven deportista, que precio tan ato esta pagando, por dar una satisfacción a sus padres. Los dientes de Daniel muerden cada vez mas fuerte la almohada, mientras los dos dedos de Franco están trabajando el culo de Daniel, separando los bordes anales, una y otra vez los largos y gordos dedos, entran y salen del culo; dentro-mggggggh- fuera- dentro-mgggghhhhhhhhhhhhmmmmm- fuera, así un ritmo constante que mantiene a Daniel en un constante temor de no poder evitar el grito por lo que esta viviendo, Franco feliz, todo esta saliendo ala perfección.

-por favor, ghhhhhhhh, señor, despacioohhhhhhhhhhhhhgggggg- en un murmuro le suplica Daniel a Franco, para evitar ser oído por sus padres que aun andan por ahí.

Franco para torturarlo mas, sin dejar de desearlo doblemente, haciendo caso omiso a la petición de Daniel. Le muerde una de las nalgas, para así forzarlo a no hablar a morder la almohada.

-ghhhhhhhhhhhhhh. Mghhhhhhhhhhhhhhh aghhhhhhhhh,- Daniel siente como los dientes de Franco se apoderan de una de sus nalgas. Solo para hacerlo callar, al momento en que el rostro de Daniel se hunde otra vez en la almohada, la mordida cesa. Por algunos minutos los dos dedos de Franco están entrando y saliendo del culo de Daniel, mientras con su otra mano, se empieza a desabrochar el pantalón, bajándoselo hasta las rodillas, después de baja la truza, para que salte de un golpe el duro miembro, babeante. Daniel esta concentrado en no hacer ruido, mantiene su cabeza hundida en la almohada, su mente esta atenta a no hacer ningún ruido, mientras que el dedeo anal, hace un caos en la torturada mente del nadador. No escucha nada de lo que hace Franco, toda su atención esta concentrada en el ruido fuera de su recamara y en no emitir sonido alguno. Ni siquiera se da cuenta que Franco le empieza a meter lubricante ene le culo embarrando los bordes y las paredes del conducto anal y rectal, Daniel solo siente que los dedos entran y salen, pero no siente el viscoso liquido que esta siendo adherido a su culo y recto, de manera abundante, Daniel espera que quizá Franco aumente otro dedo mas, pero no otra cosa, Franco lubrica la mucosa de su miembro, con abundante lubricante, sin dejar de desearle el culo Daniel mantiene las mandíbulas fuertemente apretadas, sus brazo temblando, el cuerpo de Franco esta casi sobre su cuerpo, sus padres están afuera aun, Franco trabaja su culo, Daniel siente que Franco retira sus dedos, de golpe, siente algo de alivio, el descanso es solo momentáneo, porque la dureza del grueso largo y duro miembro de Franco, le separa mas las nalgas en su unión con el culo y con la lubricación del cuelo y de la verga de Franco, la gruesa cabeza separa, desflora los bordes anales de Daniel el esfínter anal del clavadista es forzado al máximo. Lo toma de sorpresa, el dolor inicial es intenso, un dolor que siente que le destroza las entrañas. Le separa el recto a todo lo ancho y le destroza el culo, le afloja el esfínter.

-ahhhhhhhhhhhhhggg- la sorpresa hace que el grito que Daniel lanza sea escuchado por sus padres, quienes estaban cerca de la puerta de su recamara. Se preocupan, algo sucedió en la habitación de Daniel van hasta la recamara tratan de abrir, esta cerrado con seguro, así que tocan ambos, Luis y Martha.

-Daniel ¿qué paso?- le pregunta Luis, su padre. Mientras Martha continúa tocando la puerta.

  • hijo, abre, por favor- suplica Martha.

El temor de Daniel es extremo, soportando el dolor de la penetración por primera vez, del desfloramiento. Daniel contesta para calmar a sus padres y evitar que quieran entrar.

-estoy, bien mamá, papá, creo que tenia una pesadilla- les responde controlando el dolor, Franco sigue metiendo su miembro, mas y mas, para irle separando las paredes rectales al deportista. Los brazos de Daniel continúan temblando cada vez más. Sus manos no pueden mantener mas sus nalgas separadas, las sueltan, ante el temor de que Franco se moleste, pero como el miembro de Franco esta dentro del culo de Daniel evita que las musculosas nalgas vuelvan a juntarse, están ya casi 10 cm. dentro del dilatado culo de Daniel y el dolor que siente en su desfloramiento aumentado por la tensión, la vergüenza y la humillación es mas fuerte de lo que Daniel hubiera podido imaginar ¿cómo es posible que los gays lo disfruten? Para el es un dolor insoportable.

-hijo, déjanos entrar, le pide Martha- momento que Franco aprovecha para meterle otros 5 cm. al recto, de golpe.

-ghhhhhhhmmmmmmmhgmmmmmm.- Daniel trata de controlarse de no darles a sus padres motivos de preocupación- solo es una pesadilla, mamá; por favor. ¿Podríamos hablar mañana?- les dice en un tono suplicante.

-esta bien, hijo-le responde Luis- dejémoslo descansar, mañana hablaremos con el- le dice Martha-

-esta bien, hijo, si nos necesitas, estaremos al pendiente.

Cada vez que es momento de que Daniel deba responder, Franco mete más y más el miembro, separando desde las musculosas nalgas, hacia los extremos, el culo y el recto de Daniel, que cada vez siente que no podrá resistir, evitar gritar. Daniel apoya sus manos en la cama y aprieta las sabanas, para poder contenerse.

-gracias, mamá, hasta mañana- apenas alcanza a pronunciar la frase cuando una nueva estocada entra en sus entrañas, para meterle otros 10 cm. en su hasta entonces hermético culo, 25 cm. de largo y 6 cm. de ancho de dura carne, que forman el miembro de Franco están dentro, aun hay casi 5 cm. fuera apretados por las musculosas nalgas de Daniel.

Los padres de Daniel deciden irse a dormir, para dejar descansar a su hijo, al día siguiente, hablaran con el, aunque Daniel sabe que en cualquier momento Martha se levantara para darle otra vuelta. Los pasos se alejan ahora si, Daniel oye cuando entran y cierran la puerta de su recamara. Solo en ese momento deja de morder la almohada y ruega a dios que la penetración termine cuanto antes, que la tortura de su culo cese.

Franco empieza el mete y saca de su duro miembro en el apretado culo de Daniel, Franco siente como las paredes del recto de Daniel aprietan fuertemente su miembro, es como un ajustado condón, que le da un masaje placentero, Franco retrocede y vuelve dar la estocada, Daniel siente que va a perder el sentido por el dolor, la vergüenza de ser violado, en su propia recamara, mientras hablaba con sus padres. Cada arremetida de la verga en el cuelo siente que su cabeza estalla, que su ano se revienta. El tiempo que Franco tarda en eyacular le parece eterno a Daniel, jamás imagino que le costaría tanto poder soportar, poder aguantar, y pensar que todavía faltan varios meses para las olimpiadas, que mas se le ocurrirá al sádico entrenador hacerle.

-aagggghhhhhhhhhh. Por favor, coach, me esta destrozando, por favor, señor.

Franco ignora la petición de Daniel, sigue dando y dando, sin darle un minuto de descanso al atormentado culo, la mente de Daniel también esta en tensión teme que sus padres puedan darse cuenta de no poder ocultarlo.

Daniel siente como el grueso miembro de Franco empieza a disparar chorros de leche caliente en su culo, leche caliente que golpea las paredes de su recto y se mezcla en las entrañas del nadador.

-ahgggghh, nooooooghhhhhh- sus manos se crispan en la sabana y su rostro se hunde nuevamente, la humillación y el dolor es intenso, un hombre como el, orgulloso de su sexualidad. Ahora con el culo lleno de leche caliente, del entrenador Franco que aun y que ya eyaculo sigue moviéndose, las lágrimas escapan de los ojos del musculoso clavadista, ha perdido su virginidad, algo que jamás podrá superar como heterosexual. Su mente casi se pierde en la inconsciencia, pero siente como su cuerpo es sacudido aun por las embestidas de Franco que se resiste a abandonar el recién desflorado culo de Daniel.

-aghhhhhhh-

-así, Saldívar, así, MIO, MIO, MIO- le murmura al oído, mientras su aun durísimo miembro sigue sin perder la dureza, preparándose para eyacular nuevamente.-MIO,

CONTINUARA

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