El diario online de Marcos García 2

Continúan las aventuras del joven Marcos García. Ahora Marcos se tiene que enfrentar a un día exasperarte que le dejará muy mal sabor de boca. No se lo pierdan.

Muy buenas y bienvenidos una vez más a la intrigante vida de Marcos García. Pretendía que esta saga fuera más corta de la anterior, pero no sé cómo se desarrollarán las cosas. Espero que os guste.

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Diario de una adolescencia gay

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Un relato del Enterrador

El diario online de Marcos García 2: Promiscuidad online

Nunca he sido fiel, ¿para qué os voy a engañar? Siempre que tengo conversaciones sexuales con algún tipejo de Internet las tengo también con otros 20, así que supongo que soy un promiscuo de las relaciones por Internet. De todas formas tampoco intimaba mucho con ellos, a la semana solía alejarme de ellos sin el más mínimo remordimiento. Había quien insistía, pero ya me encargaba yo de desaparecer por completo borrando mi cuenta o incluso cambiando de número de teléfono.

Seguro que ahora están ustedes pensando que soy patético, que tener relaciones por Internet en lugar de en la vida real sólo magnifica lo triste que es mi vida. Pues bien, les tengo que dar la razón. Jamás he salido con nadie, ni hombre ni mujer, y por tanto, lo más cerca que he estado de estar con una persona es alguna paja conjunta vía mensajes de texto. Soy consciente de lo penoso que resulta, sin embargo, aunque no lo parezca soy muy tímido con la gente que no conozco y con la gente que conozco soy un idiota, tengo una personalidad horrible.

Necesitaba algún tipo de afecto y mi timidez no me lo iba a permitir, de modo que probaba suerte por Internet. Mis padres eran muy cariñosos y atentos, pero no podían pasarse mucho por casa porque estaban ambos trabajando. Me sentía solo y únicamente me hacían compañía esos salidos de las profundidades de la red.

MaestroDelTeto

Buelves a por polla?

¿Por qué la gente escribía tan mal? ¡Buelves con “b”, por Dios!

Culo_Albergue

Y-yo no he dicho e-eso

MaestroDelTeto

Pero la deseas, verdad? Estas ambriento de rabo

Culo_Albergue

N-no digas cosas tan su-sucias

A veces me pregunto si luego con una pareja me comportaría así. Creo que sería más patético aún que el hecho de que sólo tenga contacto cariñoso con gente de Internet.

MaestroDelTeto

le tapa la boca y introduce su mano por dentro de sus calzones Entonces por k esta duro?

Culo_Albergue

tiembla nervioso y se pone colorado

MaestroDelTeto

le arranca los pantalones y se la mete sin piedad

Culo_Albergue

sus gemidos son ahogados por la mano

Mientras estaba concentrado calentando a ese capullo, miré el reloj y me di cuenta de que era la hora de ir al instituto. No me juzguen, es que me gusta hablar con la gente temprano. Bueno, vale, no es por eso. Resulta que le tengo miedo a la oscuridad y me cuesta mucho dormir por las noches, así que me pongo a hablar con estos tipos. Si mis padres estuvieran en casa igual no lo pasaría tan mal.

Culo_Albergue

(Me tengo que ir, que tengo clase)

MaestroDelTeto

(Aun bas al instituto?)

Culo_Albergue

Si, ¿tú no?

MaestroDelTeto

(K ba, si yo tengo 53 años)

Inmediatamente dejé la conversación, en parte por el “ba” con “b” que hasta me había hecho llorar un poco y en parte porque me preguntaba cómo era posible que un viejo de 53 años estuviera interesado en esa clase de chats. ¡Además, ¿cómo es que a su edad no sabía escribir bien?!

Suspiré cansado y cerré la cuenta de “Culo_Albergue” porque no pensaba volver a hablar con ese viejo. Me preparé la mochila y salí de camino al instituto. Llegaba ya no tarde, sino tardísimo, así que tenía que correr a toda velocidad. Por el camino me adelantó con su moto el idiota de Jared Davis, conocido en todo el pueblo por ser un rebelde sin causa y un capullo excepcional. Tenía mi edad, pero había repetido, así que no había coincidido nunca con él, sólo sé lo que los chismosos del pueblo van contando. Cuando entré por la puerta vi por el rabillo del ojo a Rick Jones y eso me alegró un poco, al menos alguien llegaba más tarde que yo.

Como iba rápido y distraído no vi a la persona que tenía delante y volví a chocarme. ¡Joder! ¡Qué distraído estaba últimamente! Casi me da un infarto al ver con quien me había chocado, ¡Axel McArthur!

-L-l-l-l-l-l-l-lo siento-titubeé muy nervioso.

Sin decir un apalabra, me agarró de la solapa de la chaqueta y me estampó contra una de las taquillas. Durante lo que a mí me parecieron 9 años pero debieron ser unos minutos, él no dijo nada, sólo me miró con una expresión furiosa.

-E-esto… vamos a llegar tarde a clase…

-Silencio-musitó severamente.

Me temblaba todo el cuerpo porque no sabía qué iba a hacer conmigo. Miré en todas direcciones para ver si había alguien que pudiera ayudarme, pero el pasillo estaba vacío. Entonces apareció Rick silbando tranquilamente y se nos quedó mirando. Axel no apartó la mirada de mí y yo alcé la mano hacia Rick pidiéndole ayuda. Sin embargo, el muy idiota lo único que hizo fue alzar la mano también como señal de saludo y sonreírme. Cómo odiaba a ese tío… Sin pararse siquiera, se metió en nuestra clase.

Volví a dirigir mi mirada a Axel y una sonrisa siniestra se dibujó en su cara.

-Eres bastante guapo, García.

-¡¿Que qué?!

-Lástima que a mí no me vayan los tíos-se pasó la lengua por el labio.

Por favor, pene, no te levantes. Por favor, no te levantes.

-A-a mí tampoco me van-sonreí de medio lado nervioso.

-¿Ah, no?-amplió su sonrisa.

-N-no. L-lo siento, ¿podrías bajarme ya? Es que me haces daño.

-No te hagas el inocente conmigo, García-puso expresión de molestia.

¡¿Quién se estaba haciendo el inocente?! ¡Yo sólo quería ir a clase!

Resopló con cara de aburrimiento y me soltó.

-Si pregunta Brent, me he ido a fumar a la parte trasera del instituto.

-Qué cliché…-solté entre dientes.

Me asesinó con la mirada y después se fue.

-¡Ahí va! ¡Que llego tarde!-grité nervioso.

Me metí en la clase y el profesor me dio la bienvenida. Menos mal que era Brent, si llega a ser otro me la cargo. Me inventé una excusa como que mi pony había muerto y me fui a mi asiento. Todos me miraron extrañados y Rick me saludó de nuevo. Definitivamente ese tipo era de lo peor. ¡Todos aquí lo son! ¡Cómo echo de menos mi España, mi patria! ¡Quiero volver!

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Al sentarme en mi asiento Alice me regaló una rápida mirada y luego me saludó efusivamente como si nada hubiese pasado entre nosotros, a lo que yo le respondí con una sonrisa y otro saludo, pues no me apetecía echar más leña al fuego. No le entendía, no entendía a las mujeres hasta el punto de que a veces me consideraba a mí mismo misógino.

Ella solía decirme que odiaba la falsedad, pero en ocasiones ella era mucho peor que yo en cuanto a eso. Sólo veía mis defectos, sin ver los suyos propios. Hay mucha gente así, gente egoísta. Creo que si no hubiese sido la única persona a la que podía acercarme, jamás hubiera sido mi amiga, es decir, que sólo estaba con ella por interés.

-Hoy mi perro me ha traído el periódico. ¡Qué mono es!-sonrió.

Fingí interés por el tema mientras Brent nos contaba no sé qué de que Baudelaire frecuentaba muchos prostíbulos.

-Mi madre siempre me amenaza con llevarlo a una granja de Wyoming como no lo cuide bien-se rió.

-A pleno corazón del campo, ¿eh?-sonreí.

-Así es. A ti te gustaría ese sitio, ¿no? Los españoles sois muy de campo.

Otro topicazo. Cómo los odiaba…

-¡¿Qué mierda dices?!-salté cabreado-. En España hay más cultura que en este país de racistas.

-¡¿Racistas?! ¡Si éste es el país más multicultural del mundo!

-¡Por eso hay más racismo!

-¡Retíralo inmediatamente!

-¡No me da la gana!-la asesiné con la mirada-. Además, tú eres de Nueva York, ¿no? Entonces eres una delincuente.

-¡¿Que qué?!

-¡Eres una barriobajera ladrona de chatarra!

Alguno que otro de la clase se puso a prestar atención a nuestra conversación, pero Brent siguió hablando ignorándonos. Creo que el único que no nos prestaba atención era Peter Wright.

-¡Vamos!-sonrió malévolamente-. ¡Demuéstranos tus dotes bailando flamenco!

-¡Sucia perra endemoniada amante de la Gran Manzana, ¿cómo te atreves?!

-Venga, Marquitos-odiaba que me llamara así y ella lo sabía-, arráncate.

No le clavé un boli en el ojo porque estábamos en un recinto público. Tengo muy mala leche, lo admito. Intento que no se me note tratando de ser amable con todo el mundo, no obstante, quien me busca, fácilmente me encuentra.

Estuvimos así hasta la hora del almuerzo. Ella no se encontraba bien (o al menos eso decía) y su madre vino a recogerla para llevársela a casa. La muy zorra me abandonó, de modo que ahora tendría que comer solo y aburrido. Mientras hacía cola vi cómo hacía su entrada triunfal en la cafetería David. David Ripley era el capitán del equipo de fútbol, así que no es muy difícil de imaginar el revuelo que se montaba a su alrededor cuando entraba.

Todas las chicas del instituto iban como locas a recibirlo, hasta que veían a Rick a su lado, entonces se alejaban. Ese tío era insufrible, se creía gracioso y sólo era un payaso, por eso todo el mundo se apartaba de él. En el fondo me daba pena y también me intrigaba por qué David siempre estaba con él. Alguien tan popular no necesitaría andar por ahí con semejante lerdo.

-¿Vas a traerla hoy entonces?-preguntó Rick bostezando.

-Sí. Estará ya al llegar-respondió David-. ¿Seguro que no te importa?

-Siempre que me pueda alegrar la vista no me importa-sonrió de forma burlesca.

En ese momento Rick miró hacia mí y me saludó con la mano. Aparté la cara inmediatamente para que creyera que se había confundido o algo, pero obviamente, no fue así. Ambos se acercaron a mí y Rick me pasó el brazo por encima del hombro.

-¿Qué pasa, Marcos? Esta mañana te he visto en apuros-dijo con su cara muy cerca de la mía.

-Cierto. Por cierto, gracias por ayudarme-fruncí el ceño.

-¡Jajajaja! De nada. Un buen saludo siempre le hace a uno sentir más positivo.

-¡Era ironía!

Ignoró lo que había dicho y me dio un golpecito en el pecho.

-Menos mal que hoy no está a tu lado la dominatrix ésa. ¿Quieres venirte a comer con nosotros?

-¿Eh?

-Verás, hoy éste tipejo trae una amiga muuuuy especial a comer y como seguramente se pondrán a darse el filete y a folletear me sentiré solo. ¡Así me haces compañía!-soltó haciéndose la víctima.

David se rió y yo suspiré.

-Lo siento, Jones, pero prefiero que mil serpientes me muerdan las piernas a comer contigo.

-¿Serpientes? ¿En España hay serpientes?

-¡Por supuesto que las hay!-grité cabreado.

-Mmmm… Entonces te vienes, ¿no?-sonrió Rick.

-No te dejará en paz hasta que digas que sí-se rió David.

En serio, en momentos como ése me hubiera encantado tener un arma a mano, por lo que el país en el que estábamos me venía muy bien. Al final tuve que acceder a comer con esos dos cretinos.

Nada más llegar a la mesa Rick demostró su inteligencia metiéndose dos pajitas por la nariz. David se rió y yo miré el reloj deseando que el tiempo pasase más rápido.

-¿Y bien? ¿Dónde está esa tarta de chocolate tan apetitosa?-sonrió Rick de forma pervertida.

-¿Tarta?-empecé-. Pero si hoy no hay…

De repente apareció una de las animadores de curso superior con las que me había cruzado el otro día, la que era afroamericana. No puedo negar que era guapa, pero en el país del que yo venía no era muy habitual ver una relación interracial, así que me impactó un poco.

-Hola, Alisa-sonrió David.

-¿Qué pasa, hermana?-saludó Rick haciendo un gesto rapero.

Hasta yo, que era extranjero, sabía que ese gesto era del todo inapropiado. Sin embargo, David se rió de nuevo con sus chorradas.

-Ignoraré eso, blanquito-suspiró ella.

Yo ni siquiera la saludé, estaba demasiado concentrado en terminar la ensalada que más que ensalada era un montón de hierbajos arrancados del patio del colegio.

-¡Hostias! ¡Tú eres el latino de ayer!

-¡Yo no soy latino!-grité cabreado.

-Es un latino europeo-Aclaró Rick haciéndose el listo.

-Que no soy latino-gruñí.

-Cariño, defiéndeme-se hizo la inocente la animadora.

Davis se me quedó mirando un rato. No pude descifrar lo que quería decir su expresión, porque antes de que pudiera decir algo el idiota de Rick tuvo que meter baza.

-¡No! ¡Amorcito!-dijo con voz femenina-¡Tú tienes que defenderme a mí!

-¿Eres tonto?-espetó Alisa.

-Veo que aquí sobro, así que mejor me voy-me levanté con mi bandeja.

Justo cuando iba a dar un paso, Rick me agarró del brazo y me dijo con una sonrisa arrogante:

-¿A dónde te crees que vas?

No sé por qué, pero en aquel momento me puse un poco nervioso. Me tiró del brazo e hizo que me sentara para después decirle a David:

-No podéis echar a Marcos porque si él se va, ella también tiene que irse.

-¿Y eso por qué?-frunció el ceño la tía.

-¿Que por qué? ¿Por qué puede David traer a su novia y yo no?-se echó para atrás en el asiento colocando sus manos en la nuca.

Me puse todo rojo de repente y un remolino de ira recorrió mi cuerpo.

-¡¿Desde cuándo soy tu novia?!

-Eso es irrelevante, nena.

-¡TE VOY A MATAR!

Rick se puso a reírse como loco y la novia de David le dijo a éste que no quería comer con nosotros, que quería que fueran a otro lado.

-Lo siento, Rick-dijo David apenado-. Tienes a Marcos, así que no estarás solo.

-Sí, tú no te preocupes, camarada, no me siento dolido-le respondió Rick haciendo como si se clavara un puñal.

David se volvió a reír y se despidió.

-Adiós, Rick-sonrió-. Y adiós a ti también, Marcos. Cuídamelo bien.

Fruncí el ceño y le miré.

-¿Quién iba a querer cuidar de…?

-Estoy triste, Marcos. Si no me das un beso, me moriré.

-¡Pues muérete!

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Volví a casa agotado por haber tenido que aguantar a semejante panda de energúmenos. Cuando me conecté al chat vi que tenía un mensaje de “conejito amoroso”.

Conejito amoroso

Te echo de menos >//<

Curiosamente eso me hizo sentir raro, como si me hubieran dado una pequeña punzada en el corazón. Por supuesto, no era la primera vez que sentía algo así en estos chats, y sabía que no era amor, claro está.

Azucarillo de las praderas

Nos conocemos de un día y ya me echas de menos?

Conejito amoroso

Siiii

Otra vez el dichoso “si” alargado…

Azucarillo de las praderas

Pues entonces hazme el amor

Conejito amoroso

Sabes que no soy de hard ¬¬

Azucarillo de las praderas

Vale xD Entonces dame mimitos (?)

Conejito amoroso

le acaricia el pelo Sabes? Eres muy especial

Nunca lo admitiría delante de nadie, pero yo también prefería estas conversaciones antes del hard, porque me hacían sentir arropado y me daban la sensación de que había alguien para mí, aunque fuera mentira.

Azucarillo de las praderas

G-gracias…

Conejito amoroso

Eres tan adorable en la vida real?

Azucarillo de las praderas

Para nada xD

Conejito amoroso

Seguro que sí que lo eres, sólo que no lo quieres admitir e.e

Azucarillo de las praderas

Igual sí, igual no. A lo mejor descubres la verdad si me besas e.e

Conejito amoroso

le agarra dulcemente de la barbilla y le besa

Azucarillo de las praderas

Me agarras de la barbilla? Besas como un príncipe

Conejito amoroso

Igual es que lo soy owo

Azucarillo de las praderas

Entonces cásate conmigo para darme tu fortuna :P

Conejito amoroso

Lo siento, no me van los tíos

Azucarillo de las praderas

¬¬

Conejito amoroso

Ahora dime la verdad ewe

Azucarillo de las praderas

Tengo muy mala leche xD

Conejito amoroso

Bueno, los tsunderes también me gustan

Para quien no lo sepa, el término “tsundere” se refiere a un tipo de personalidad en la cultura japonesa en la que una persona se comporta de forma ruda y es fácilmente irritable, pero luego en el fondo se muestra cariñosa.

Azucarillo de las praderas

Y si fuera yandere? -

Y yandere es el término referido a las personas que parecen gentiles y amables, pero que su personalidad cambia por determinadas circunstancias para volverse violenta y psicótica.

Conejito amoroso

En tal caso dejaría que me mataras xD

Azucarillo de las praderas

Eres muy pelota me parece a mí :P

Conejito amoroso

le besa y le susurra en la oreja Sólo contigo

Azucarillo de las praderas

Sabes seducir e.e

Conejito amoroso

Pues claro, soy un príncipe owo

Me quedé un buen rato hablando con él. No sé cómo, pero ese idiota me hizo olvidarme rápidamente de los otros dos aún más idiotas y de la terrible tensión de esa mañana con Axel. Muchas de sus cosas me irritaban, pero empezaba a caerme bien. Lástima que lo nuestro sólo fuera a durar como máximo una semana porque Marcos García no deja que las personas se le acerquen demasiado.

CONTINUARÁ…

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No estoy quedando muy satisfecho con este resultado, así que me gustaría conocer vuestras opiniones con esta historia, por favor. No sé si atravieso un bajón creativo o es que me exijo demasiado o algo. Por favor, hacédmelo saber.

OS SALUDA

EL ENTERRADOR