El diario de una mujer (3)

Seguimos con la tercera entrega del diario sexual de una mujer, en la que cuenta como se buscó la vida para conseguir los favores de un amigo de su padre, tras verle hacer sexo con una de sus amantes.

Bueno aquí os pongo la tercera entrega de la aventuras sexuales de esta mujer, que desde luego ha disfrutado lo suyo en esta vida........

-El relato es un poco mas largo de lo normal, no por ello menos interesante, espero lo disfruten.


-Cuando llegue a casa por las Navidades y pude salir un poco lo primero que hice fue llamar a mi mejor amante hasta el momento de encontrar a Anselmo, era un hombre de 38 años, no era muy guapo ni sobresalía en casi nada excepto que era físicamente muy fuerte, se le marcaban todos los músculos, entre ellos la polla y los cojones, que era muy larga y bastante gorda y la tenía toda llena de venas cuando estaba erecta, aunque la verdad e de decir que me puse que fui yo la que le busco........., el caso es que le echaba cara al asunto y follaba todo lo que podía y mas, y yo, como dije antes, le provoque , y desde hacía unos 4 años, éramos amantes, y lo pasábamos de maravilla, ni que decir tiene que le eche de menos, hasta que encontré a Anselmo, pero después de todo ese tiempo en que solo me había acostado, mejor dicho follaba con hombres negros y algunos otros como mi amigo el indio de los Andes o mejor aun realizaba el acto sexual porque aquello no se le puede llamar de otra manera, y a la mínima oportunidad le llame para quedar en una casita que tenía en el campo y era nuestro nido sexual, nuestro picadero, hablando claro, donde podíamos hacer, decir y gritar a gusto que no se enteraba nadie.

Llegue antes que él, entre y puse una estufa, pues era invierno y hacía frío y cuando estuvo la habitación caliente me desnude y me aseé un poco, cuando llegó me tire a sus brazos como una loca, casi no le dejaba ni hablar, tras comerle la boca como una loca, le baje los pantalones y comencé a mamarle la polla como una posesa, le tire en el sofá y me puse a horcajadas sobre el pobrecito, que estaba abrumado, y me corrí varias veces hasta que no pude mas y sin sacármela me cogió en brazos, me llevó a la cama y me folló sin piedad, casi como le había echo yo a él, hasta que se corrió como un animal dejándome toda enchida de lujuria y leche, mientras descansaba, pensaba en las ganas que tenía de comerme una buena polla blanca, y follar a gusto con uno de mis amantes, y este tenía todos los números para ello, era el mejor de todos, y mas experto pues con el morro que tenía y sigue teniendo a pesar de su edad, se que se tiraba a toda la que se le ponía a tiro, y llevaba a varias amantes a la vez, encima estaba casado, aunque su esposa que es muy buena mujer, era como él decía "alérgica al polvo", y no follaba mucho con ella, siempre según Ricardo que es como se llama, el caso que después del primer polvo, y que también el pobrecito recuperara el aliento, pues le deje algo maltrecho, me dijo sin mas.

-Hola, como estas, cuanto tiempo sin verte.

Yo me reía pues llevábamos casi media hora juntos, pero no nos habíamos dicho nada, no le deje.

-Perdona pero llevo tanto tiempo sin un buen rato contigo, que te tenía muchas ganas.

Diciéndole media verdad, pues era cierto lo que le dije, pero no se lo dije todo ya que, por supuesto no mentí para nada, lo que hacía en Madrid los fines de semana, y me volvió a preguntar.

-¿Es que no hay hombres en Madrid?

-Si pero ninguno es como tú

Volví a mentirle a medias, no iba a decirle que me estaba tirando a todos los hombres negros de la capital del país, y así quedemos, por supuesto que echamos un par de polvos mas, recordando como nos hicimos amantes, que es curioso y recuerda a una película porno pero es lo que ocurrió y fue poco mas o menos así.

-Yo tenía unos 16 años y estaba en el instituto, a esa edad pues la verdad es que todas las chicas éramos físicamente mujeres y estábamos muchas bastante bien y siempre había profesores que estaban salidos, en esa época mas, y por poner un ejemplo, a mi hacía dos años me habían dado una camiseta para jugar al balón-bolea, y claro se me había quedado pequeña y se me notaba los pechos bastante y si bien soy, y ya era entonces, un autentico pendón, no me gustaba, ni me gusta, ir enseñando mas de lo socialmente correcto o ir marcando nada que provocara a los tíos, estaba buscando una camiseta algo mas grande de la que me habían dado, los pechos me seguían creciendo, y alguien me dejo una llave de los vestuarios para ir a cambiarla, ya que algunos profesores no querían cambiármela, no quisiera imaginarme el porque........pero me lo figuro, estábamos varias chicas con ese problema y todas con las tetas mas o menos grandes, el caso es que alguien se hizo con un copia de la llave de los vestuarios y cuando queríamos íbamos a por una camiseta con un número más, en eso estaba, buscando una camiseta en el vestuario, cuando escuche como se abría la puerta, yo la deje cerrada con la llave, y no me quedo mas remedio que esconderme detrás de unas cajas al fondo del almacén del vestuario donde había menos luz, y escuche a un hombre y una mujer que se acercaban, cuando estaban mas cerca me quede con la boca abierta al ver que eran Doña Lola, una joven profesora del Instituto y el amigo de mi padre, Ricardo, mi famoso y posterior amante, ella era joven pero no más de 27 ó 28 años, guapa y con muy buena figura, a la que gustaba vestir bien, a Ricardo solo le había visto vestido, con mi padre o con su esposa, que también era amiga de mi madre, se fueron a una parte del almacén en la que había un par de tragaluces y comenzaron a besarse apasionadamente, ella iba con faldas y el le metía mano por debajo de las mismas por las nalgas, subiendo la mano para bajarle las bragas, yo cuando vi aquello me dio un enorme cosquilleo en la entrepierna, que me hizo quitarme las mías a toda prisa para que no se me ensuciaran, entonces, como digo tenía 16 años y ya era casi una experta, pero nunca había visto a nadie follar así en directo, tan claro y además a escondidas, con el morbo que eso da, ellos estaban a no mas de tres metros de mí, ellos bajo el tragaluz y yo tras la puerta de cristal y a oscuras, los cristales no estaban muy limpios pero se veía perfectamente lo que estaban haciendo, y me ayudaban a que no me vieran, yo estaba verdaderamente asombrada, pero no tardé en recomponerme y prepararme para ver el espectáculo sexual que sin querer me había encontrado de cara. Como decía él le estaba metiendo mano bajo la falda ella le abrazaba y le besaba con pasión, pero también paso pronto a la acción se fue a los pantalones de Ricardo y le desabrocho el cinturón y se bajo todo, incluido los calzoncillos, que nunca creí fuera tan moderno, en fin el siguió a lo suyo, le bajo las bragas del todo, ella se las terminó de quitar con facilidad con las piernas y los pies, sin quitarse los zapatos, se quito la blusa que llevaba muy rápido, Ricardo le quitó el sujetador sin mirar el enganche lo que me decía que había quitado muchos, se quitó la camisa y quedaron ambos prácticamente desnudos, solo a Ricardo le quedaban los pantalones bajados sin sacarlos de las piernas, mientras seguían besándose con fuerza.

Él estaba de espaldas y no le veía desnudo por delante a ella si la vi desnuda, tenía el coño muy espeso de pelos, a pesar de todo ya le vi que llevaba las ingles brillantes, iba toda mojada, como yo, solo que ella saldría sequita y satisfecha y yo medio enferma de ganas....... pero en fin, sigamos, Doña Lola se fue agachando poco a poco mientras le besaba el pecho a Ricardo y se para justo frente a su polla, claro, e imagine como se la estaría chupando pero, desde mi situación no podía verlo, el seguía de espaldas, el alzaba la cabeza mirando hacía el techo y ella levanto un poco la suya, lo que me dijo que Ricardo ya la tenía tiesa, pero no se la podía ver, yo me estaba haciendo el clítoris polvo, estaba excitadísima ante semejante espectáculo, a ella si que le pude ver su bien peludo chocho ahora todo abierto pues estaba agachada mientras chupaba y toda abierta, y efectivamente tenía todo lleno de flujo incluso le bajaba algo por las ingles y también estaba muy excitada, cuando se produjo lo que yo quería, que era verle a Ricardo su polla, al momento de eso, que yo creí no se la iba a ver ya que, pensé, de allí se levanta se la clava y ya esta, no el le dijo que esperase un momento, se termino que quitar los pantalones y se a apoyo sobre un montón de ropa que había allí al lado, ella mientras se tocaba el chocho mojado y con la otra mano le pajeaba suavemente y de pronto, ZAS, se la vi, casi doy un grito en mi vida imagine que un tío la tuviera tan grande y gorda, menos mal que me puse la mano en la boca sino seguro me oyen, madre mía que pedazo de polla tiene Ricardo, ya había visto bastantes pollas pero aquello era diferente, que barbaridad, después mi último asombro fue el de Anselmo, nunca abría imaginado al amigo de mi padre de esa manera, pues también vi lo musculoso que era y aunque sabía era fuerte aquello me dejo impresionada, en fin.....Doña Lola siguió chupando y pude ver claramente ahora como lo hacía, bien básicamente era igual que yo, siempre aprende una algo de eso y esa misma tarde me tuve que ir a buscar a uno de mis novietes para quitarme esa calentura que llevaba y practicar lo aprendido, al rato ella le dijo, venga métemela, le puso en pie pero le dio la espalda, puso la pierna izquierda sobre el montón de ropa y Ricardo se agarró el pichoron y se la metió por el pedazo que coño de ella, que ahora si que se le caía el flujo por las piernas abajo, eso si lo vi claramente, yo nunca lo había echo así ya que creía iban a metérmela por el culo, cosa que nunca me gusto si bien años mas tarde mi esposo me abrió bien el agujero de atrás, pero de eso ya hablaremos en otra ocasión.......Ricardo una vez se la metió la agarró con las dos manos por la cintura y comenzó a entrar y salir cada vez mas rápido y ella estaba comenzando a gritar algo, de puro placer, al poco ya decía.

-Me corroooooooooo.................

-Si bien no gritaba muy fuerte, podrían oírlos, poco después nuevamente y así varias veces, él ya iba sudando y ella estaba casi desfallecida, llego un momento que Doña Lola le puso la mano en el pecho y le dijo, para, Ricardo se paro ella casi no podía ni hablar pero se que dijo algo, y se dio la media vuelta echándose más atrás todavía, se abrió totalmente de piernas, también me asombró porque si bien había visto a otras mujeres desnudas nunca así de abiertas y cuando estaba agachada tampoco era igual, ella lo miraba con cara de lujuria y le decía.

-Venga métemela y termina que me vas a matar.

-Él se fue acercando se puso en medio y se echo sobre ella, le beso los pechos un poco y se dispuso a endiñársela toda, eso si lo vi clarísimamente, como también vi como comenzó a entrar y salir primero poco a poco y cada vez mas deprisa hasta hacerlo realmente rápido, ella gritaba cada vez mas, los clásicos jadeos sexuales, también unos sonoros besos, Ricardo que apenas había dicho nada ahora si que le escuchaba aunque mas que nada balbuceos, hasta que se corrió que soltó un largo ------------------OHHHHHHH........

-yo seguía haciéndome polvo el chocho, también me corrí varias veces, pero obviamente no era igual que tener aquella verga en mis manos y en mi coño y me dije, serás lo mayor que seas y todo lo amigo de mi padre que quieras pero esa a de ser mía, tarde o temprano será mía, y aun tardó algo en serlo pero lo fue y por siempre jamás ya que nunca dejamos de ser amantes, si bien hubo diferentes épocas, pero en fin, me toca contar como fue aquella primera vez con Ricardo y pero lo haré mas adelante.

-Estuvieron un ratito tumbados, recuperándose, hablaban algo pero no les entendía, por fin terminaron de levantarse, en esa parte de almacén había un grifo, y los vi que ella se dirigía hacía donde estaba que no era otro sitio que detrás de la puerta donde yo estaba, traía la leche de Ricardo chorreándole por las piernas abajo desde su peludo conejo, se abrió de piernas delante del grifo y una pequeña pica de lavar que había debajo, sin tocarla, lo tenía justo delante de mí, bien negro y espeso pero no me fije mucho después le toco el turno a Ricardo, él lo hizo igual pero era impresionante ver como se lavaba ese pedazo de verga toda llena de flujos vaginales y de su propio semen, además el agua estaba fría porque se quejaba, cosa que ella no hizo, pero vale, el espectáculo era bestial, para mí por lo menos y en aquel tiempo, hoy por supuesto que no, cuando terminó, ella seguía desnuda y se estaba poniendo el sujetador, Ricardo llegó y le echó mano nuevamente al chocho de ella, y se besaron suavemente, ella se dejaba meter mano, yo veía como le metía el dedo corazón dentro, ella le dijo;

Va venga que dentro de 20 minutos tengo una clase y necesitas media hora lo menos para echar otro-.

Vale tienes razón.

-Se terminaron de vestir y se dispusieron a irse, mientras iban charlando de los preparativos de la próxima boda de ella, será puta, me dije yo, sin pensar lo que he sido, soy y seré en el futuro, pero en ese momento me vino así a la cabeza, como también me vino que a esa clase que decía Doña Lola tenía que asistir yo, y cuando salieron me dispuse a asearme como habían echo ellos pero podía llegar tarde porque estuvieron un rato hablando de ello, además le dijo que su novio no terminaba de llenarla cuando se la tiraba y que menos mal que le tenía a él, así que ni siquiera pude asearme y tuve que ir a su clase rápidamente porque encima ella era bastante rígida con los horarios, aunque no pude concentrarme mucho en la clase, daba historia, solo la veía chupando el pedazo polla de Ricardo, y en pensar como se la chuparía yo también.

-Con el tiempo me fije que Doña Lola, solía ir con pantalón casi siempre excepto algún día que era como me había imaginado cuando quedaba con Ricardo y un mes después, un día que vino con faldas, coincidió que yo tenía la hora anterior a una clase con ella también libre y me fui otra vez al almacén y me escondí y no me equivoque a los pocos minutos allí estaban los dos, donde volvieron a pasárselo en grande, esta vez Ricardo le comió bien el conejo, yo no sabía que en sexo se hacía eso, no pude ver bien lo que lamía , mi noviete de turno me dijo que la pepitilla, el clítoris, mientras eso si lo vi, dos de los dedos se los metía en el coño, después se levanto y como estaba empalmado como un burro, se la metió sin mas, acto que observe claramente ya que se puso la pierna de ella sobre su hombro y estaban vueltos hacía mí, hasta que ella se corrió, esta vez si la vi como lo hacía, después terminaron como siempre. Lo volvieron a repetir una semana mas adelante, solo me faltaba saber como lo hacían para quedar, lo que me costo mas trabajo aunque por casualidad él mismo me lo dijo, unas semanas después en la que Doña Lola iba con faldas pero no pude ir a verlos, tenía otra clase. Por la tarde, Ricardo fue a ver a mi padre en la tienda, le salude y le pregunte, cosa que casi nunca hacía, que si es que tenía trabajo por las cercanías del Instituto, juro que no lo hice con ninguna intención en especial, y él me contesto que alguna vez le avisaban para recoger o llevar algún encargo a algún profesor y que va a querer un profesor si no les falta nada, pregunte nuevamente a su vez, no lo se yo lo entrego o lo recojo y me marcho, vale hasta luego, mas tarde caí que tipo de paquete era el que tenía que entregar o recoger y lo tuve a punto, y entonces si que me dije, - por fin será mía-, normalmente Doña Lola traía faldas una vez por semana, alguna vez dos, otras ninguna, pero nunca dos días seguidos, así que un día que las traía, yo no pude ir a ver el espectáculo sexual pero al día siguiente si que yo tenía dos horas libres antes de una clase, por casualidad también de ella y me dije ahora o a saber cuando y llame a su empresa y le deje el recado a su compañero, -otra vez allí-, me contesto. –vale se lo diré pero ya esta bien de tanto morro- claro el otro solo sabía que de allí no se cobraba nada y a pesar de todo no sospechaba que podría ser aquello pero no volvió a decirlo ya que después comenzar lo mío con Ricardo no volvieron a quedar en el almacén, pero eso a mi ya me daba igual, una vez conseguido lo que quería, le dije a partir de que hora y le corté.

-Serían sobre las 10, tenía libre hasta las 12, que empezaba la clase de Doña Lola, y me escaqueé de mis compañeras con una excusa tonta y me fui para el almacén, ese día yo también me puse falda, pero al llegar me quite las bragas para no perder mucho el tiempo, costumbre mía de siempre, me senté en un montón de ropa a esperarle, tardo un poco en llegar pero, le escuche como habría y cerraba la puerta y empezó a llamar a Doña Lola,

-Lola creí que habíamos quedado para el miércoles que viene.

dijo Ricardo, cuando llego a donde yo estaba, bajo el tragaluz donde se la tiraba siempre, cuando me vio se asusto y pregunto que pasaba y que hacía yo allí,

-Pues que hoy me toca a mí.

Conteste,

-¿Como dices?.

Pregunto él extrañado, mientras se acercaba a mí,

-Que he visto como te tirabas a Doña Lola aquí un montón de veces y hoy me toca mi-,

-Pero que dices si solo eres una niña-,

-No para follar o es que te crees que soy virgen.

Le conteste descaradamente.

-¿Que pensaría tu padre o tu madre?

Me pregunto, le conteste con otra pregunta,

¿Qué pensaría tu mujer?.

Claro el se quedo cortado. y le dije.

-Yo no se lo voy a decir, ni a mis padres ni tu mujer, ¿tu lo harás?.

-Por supuesto que no.

Contesto Ricardo algo airado, yo entonces me acerque y le puse las manos sobre el pecho él me las agarró,

-No sigas por favor.

Me dijo en forma de suplica, por supuesto seguí,

-No tengo nada que envidiar a Doña Lola ni a ninguna otra.

-Eres muy joven y soy amigo de tus padres, te he visto crecer, ya eres una mujer pero, ¿qué tienes? 16, 17 años, no podría......

Me acerqué y le de di un suave beso en la mejilla.

-Prueba primero y habla después.

Le dije y le agarré las manos y se las puse sobre mi cintura,

-Hazme lo mismo que a ella de abajo arriba.

Y le mire con cara de deseo, el ya fue cambiando la cara, era demasiada provocación aquella, y bajo las manos por encima de mi falda, ya nos besábamos, y me metió la mano bajo ella y fue subiéndolas poco a poco, yo me moría de ganas de que fuese a mas, pero no tenía ninguna prisa, cuando comprobó que no llevaba bragas me dijo.

-Uy, parece vienes preparada.

-Claro llevo rato esperándote.

Y nos besamos con mas pasión, y me fui a lo que mas deseaba, le puse las manos en el paquete, la verdad que de momento no estaba excitado, pero seguí, le desabroche los pantalones, el me sobaba el culo como si fuera pan, también me paso la mano por el coño, pero ligeramente, y me dijo

-Uf tienes buena pelambrera.

-Si ya te he dicho que soy una mujer.

Le conteste, en ese momento le empuje un poco, el pantalón le había caído y le quedaban los slips.

-Que moderno.

-Hay que ir cómodo para según que cosas.

Refiriéndose a los calzoncillos, se sentiría bien con ellos, el caso que yo estaba algo nerviosa, con lo que había deseado ese momento, cuando le baje de un tirón los calzoncillos y se le cayo todo el pollón abajo, aún la tenía fláccida, se la agarre con las dos manos y dije.

-Por fin la tengo en mis manos.

Era impresionante, como las demás que había visto pero bastante mas grande.

-Te gusta.

Me pregunto Ricardo.

-Claro como no me va a gustar.

Dejo de meterme mano y se quedo como esperando a ver que hacía yo con aquello, la agarre con una sola mano y con la otra empecé a tocarle los huevos, muy suavemente, entonces si que note, que aquel pedazo de carne estaba empezando a reaccionar, le pajeaba suavemente, como había visto hacer a Doña Lola ya unas cuantas veces y me fui bajando poco a poco hasta ponerme como ella, frente al paquete con la piernas abiertas, mientras me notaba húmeda del todo, incluso me bajaba flujo por las ingles, creo que se me torcían hasta los ojos, la verdad no sabía por donde empezar, había tanto para elegir, empecé como mi primera vez, besando suavemente el glande, el capullo hablando claro, poco a poco fui haciéndolo mas fuerte y pude meterme todo el capullo en la boca, después baje por toda ella lamiendo y chupando hasta los mismísimos cojones, que también chupé con ganas, para seguir nuevamente para arriba, mientras se iba poniendo poco a poco dura y tiesa, mire para arriba, Ricardo me miraba, pero no decía nada, tenía los brazos caídos a los lados, y se reía un poco, al cabo de un ratito me pregunto.

-¿Te gusta?.

-Por supuesto le dije yo.

-Madre mía quien lo iba a decir que la hija de mi mejor amigo es una autentica fiera en esto del sexo.

-Pero si aún no hemos empezado.

Me cogió suavemente la cabeza y me puso en pie, yo seguía mirando para abajo y pude ver toda la polla erecta, daba impresión, de verdad, y mas para una chica como yo, que solo había estado con chicos y algún hombre normal, no con portentos de la naturaleza como aquel, me quitó la blusa que llevaba y me desabrocho el sujetador mientras me besaba, como hacía con Doña Lola, cuando solo me quedaban las faldas, que sin ser mini si estaban por encima de la rodilla, me acarició suavemente los pechos.

-Desde luego estas mejor que muchas mujeres mayores que tú con las que he estado.

Yo me desabroche la cremallera de la falda y cayo al suelo, solo era un poquito mas baja de él, llevaba zapatos con medio tacón, y me quede así, solo con los zapatos, Ricardo me empezó a magrear bien, hasta que llegó al coño.

-Uf como estas chica.

Me comentó, esta vez era yo la que me dejaba hacer.

-Ese día había menos ropa sucia, agarró un puñado que estaba tirada en el suelo y la puso sobre una mesa grande que había allí y me dijo que me echara en ella, cuando estaba se puso a mi lado, y empezó a acariciarme el chocho, yo me abrí de piernas pero como tenía su polla a mi alcance le empecé a pajear, después me incorpore un poco y le volvía chupar todo lo que pude, ahí si que empezó a mirar al techo, como hacía con la otra, y le vi con ganas de ir a mas, se subió él también sobre la mesa, y tuve por primera vez su polla entre mis piernas, se me subió encima puso un brazo junto a mí, para no estar encima del todo, quería ver como entraba en mi esa primera vez, me dijo que me abriera mas aún, lo hice, me la puso suavemente en mi mojado chocho y lo metió suave pero rápido.

-Ya veo que no es la primera que anda por ahí adentro.

-Ni será la última.

Conteste yo, note como me abría paso, yo me asusté un poco pero cuando vi que si bien llenaba no había ningún problema por el tamaño y mas aún cuando estaba tan mojada, comenzó a entrar y salir cada vez más rápido y mas fuerte aunque se mantenía tranquilo, yo como estaba tan excitada comencé pronto a sentir un gran placer y no tarde en correrme por primera vez con Ricardo.

-Uf, parece que aguantas poco.

Me dijo.

-Calla y sigue follando.

Le espete yo, y siguió, claro, pero esta vez si que empezó a besarme y a echarse sobre mí, dando fuertes embestidas como nunca antes me había dado nadie, yo no podía estar mas abierta y Ricardo bombeo y bombeo, hasta casi volverme loca, de pronto comencé a sentir que el se movía mas aprisa, y comenzó a jadear, como hacía a Doña Lola, y le imagine lo mismo que cuando estaba ella toda abierta y él culeando sobre ella, hasta que soltó un fuerte.

-Ohhhhhhhhhh.

Y note el tremendo chorro de leche dentro de mí y como hacía que aún estuviera mas lubricada para entrar y salir incluso note algo que me caía, sería su semen, me volví a imaginar como salía la leche del coño de Doña Lola. Yo ya solo tenía un solo orgasmo.

-"Que locura".

Me decía para mis adentros.

-"Esto es estupendo y esta polla es para mi coño por el resto de los días".

Me seguí diciendo, aunque también se lo dije a Ricardo. Siguió sobre mí un ratito, mientras recuperaba el aliento, cuando se levantó me preguntó como hice para citarle y se lo explique.

-Increíble.

Me dijo.

-Has acabado con mi chollo ahora como me las apañare para tirarme a Lola.

-Queda en otro sitio tu socio sospecha y acabarías teniendo problemas con él mas tarde o temprano.

-Y contigo, que hago contigo.

-Sigamos como hasta ahora tu vas a ver a mi padre y como si tal cosa, así lo disimularemos bien, si tu no fallas yo no lo haré.

-Lo intentare, pero la próxima vez será en mi casa de campo, allí te aseguro no hay problemas de gritos ni nada por el estilo, y a mi mujer no le gusta ir, mira para el lunes quedamos otra vez.

Y me dijo donde debía esperarle para recogerme e ir a su picadero particular que también sería el mío a partir de ese momento.

-Y así lo hicimos quedamos para el lunes siguiente y también hay que decir que me dejo tan llena que no tuve ganas de ir con ningún otro hasta entonces. Acto seguido terminamos de asearnos y vestirnos el salió primero yo después, y así fue mi primera vez con Ricardo, inolvidable lo puedo asegurar.

Bueno, espero no haberme hecho muy pesado, pero es tan interesante que creí mejor ponerlo todo junto.

Saludos.