El diario de Eva (6)
Estrenando el baño.
EL DIARIO DE EVA (capitulo 6º)
Hola de nuevo, como siempre gracias por los comentarios que mandáis. Sé que me e demorado un poco con este capitulo pero he estado un poco liada. ¿ Vemos sí a merecido la pena la tardanza?.
A mediados de Enero del 2000 empezamos a buscar pisos, vimos bastantes pisos, unos demasiados pequeños para el precio que pedían y otros estaban bien pero sobrepasaban lo que estabamos dispuestas a pagar. Paso el tiempo y llego Mayo, seguíamos sin encontrar un piso que nos gustara, entonces el padre de Ana nos propuso comprarnos uno... como lo oyen, comprarnos un piso, bueno me han comprado muchas cosas y algunas bastantes caras, pero un piso era una cosa que me dejo perpleja. La verdad es que no me sentía demasiado cómoda aceptando algo así, pero pensándolo bien nos quitaría muchos problemas, no tener que pedir un préstamo o una hipoteca, a sí que aceptamos, incluso se presto a amueblarlo pero eso ya era demasiado generoso. ¿ Os dije que el padre de Ana no pasaba hambre no?.
El piso daba la casualidad que estaba en Coslada y ¡ joo que piso!, no quiero presumir pero............... bueno...... si me permiten, si que quiero presumir...... ¡ Qué pedazo de piso!... era un dúplex enorme (o por lo menos a mí me lo parecía), estaba situado en un séptimo, con piscina, una gran cespe, dos niveles de aparcamientos, suficientes para cada uno de las viviendas, además barios aparcamientos con puerta que se podían comprar a parte, trasteros, cámaras de seguridad en los aparcamientos y todas las entradas sin olvidar un guarda las 24h.
Dispusimos todo para la mudanza, mis tíos nos cedieron la alcoba que tenían antes que se compraran la nueva, que por cierto es preciosa. Compramos unas mesas, un par de estanterías, sillas, un sofá, y mis tíos nos regalaron un frigorífico y una lavadora.
A sí que un miércoles de primeros junio empezamos el traslado, era un poco agobiante estar subiendo y bajando, llevando cajas, cambiando las cosas de sitio cincuenta veces...
¿ Dónde dejamos esta?, ¿joder como pesa!.
Espera que te ayudo... buff si que pesa, ¿ qué tiene?.
Espera.- dije mientras miraba la caja.- Me parecen que son los libros.
Vamos a dejarlo en el despacho, me parece que ya terminaron de montar la estantería.
¿ Cuantas de estas quedan?.- dijo mientras la poníamos en el suelo
Me parece que otras tres.
Cuando hubimos terminado de colocar las tres yo me quede colocando los libros. Cuando casi tenia todos colocados en la estantería me di cuenta que me faltaba uno.
Ana, ¿ sabes donde guardamos el libro de La Historia Interminable?.
¿ Cual?.- me dijo desde la alcoba.
Ese que tenia las letras de dos colores.
Dos colores de letras..... ¡ ahhh, ya!... no, no lo e visto. Estará con los demás, ¿ no?.
Se suponía que si... no sé... voy a mirar, puede que lo haya pasado por alto.
No lo volví a ver, lo busque por todas partes, por cada una de las cajas que trajimos, por mi casa, incluso pregunte a la agencia de mudanzas por si casualidad se quedara en el camión, pero nada. Antes de venir a Madrid yo no leía, fueron mis tíos los que me aficionaron a la lectura y ese libro fue el primero que leí, la verdad es que lo habría leído cuatro o cinco veces, me encantaba ese libro... en fin.
Tardamos un día y medio en traer todas las cosas al piso. Mientras Ana se traía los últimos bultos de su casa yo me quede en el piso preparando mus de limón, con yogures naturales, zumo de limón, leche condensada y nata montada, y cuando lo tuve batido todo una jarra de plástico llego Ana.
Bueno, creo que con esto ya esta todo.- dijo mientras dejaba las bolsas en la mesa de la cocina.- ¿ Qué haces?.
Mus de limón, solo falta meterlo en el frigo un rato. Con el calor que hace hoy sentara bien.
Déjame probarlo.
Bueno pero sabe mejor frío.- dije mientras le daba un poco con el dedo, ella lo lamió con esa maravillosa lengua.
¡Humm!, té a salido perfecto, ¿ me das un poco más?.- dijo posando las manos en la encimera dejándome acorralada a pocos centímetros de mí. Metí denuedo el dedo en la jarra pero al acercárselo se me callo un poco en mi barbilla y resbalo por mi garganta.- Espera ya te lo limpio yo.
Me dio un pequeño beso y empezó a bajar su lengua por mi garganta limpiando todo rastro del mus.
Ya estas limpia, pero creo que aquí tienes más.- metió su dedo en la jarra y dejo caer unas gotas por dentro de mi camisa, la cual tenia con los tres primeros botones desabrochados, con lo cual las gotas se posaron en mis pechos.
Pensaran que después de lo que les contado nos lo montamos en la cocina, yo totalmente embadurnada de mus, mientras Ana me limpia con su lengua... lo siento.
En realidad lo que paso es que al tener la jarra tan cerca le di con el codo, cayendo y ensuciando la encimera, cajones, suelo y a una servidora.
¡ Joooo!, allá va mi primera comida en el piso,... esto debe ser una señal.
No es nada, se limpia y listo
Cuando terminamos de limpiarlo todo, mis brazos estaban pegajosos la ropa echa una mierda,... a sí que decidí ducharme mientras Ana se entretenía colocando las cosas que trajo de su casa. Me cogí una muda limpia y entre en el baño, abrí el agua y cuando tubo la temperatura que deseaba me metí. Cuando me estaba aclarando el pelo note un golpe en la bañera, era Ana al poner un pie dentro, no la escuche entrar.
He pensado que ahorraríamos agua si nos duchamos juntas, ¿ té importa?.
En absoluto.
Se lavo el pelo, se enjabono los brazos, el cuello, los pechos, él estomago... buff... con el pelo mojado y el agua resbalándose por sus grandes pechos, era una imagen que pondría caliente a cualquiera.
¿ Te doy por la espalda?.
Si no te importa.
Me dio la vuelta y empezó a pasar la esponja por mis hombros, bajando por la espalda, de repente cambio, rodeando mis caderas y se dirigió hacia mi vagina, flotándola con la esponja, que a los pocos segundos fue sustituida por los hábiles dedos de Ana. Yo empece a mover las caderas, sentía sus grandes pechos presionado mi espalda, eche la cabeza hacia atrás y Ana me beso mientras el agua de la ducha caía sobre mis pechos. Estuvimos a sí unos minutos hasta que Ana alargo la mano y cerro el agua me dio la vuelta y me sentó en el pollete de la bañera, que era lo suficientemente grande para estar sentada, Ana se puso a cuatro patas en la bañera y me bario las piernas, con su lengua empezó a lamerme el critoris mientras sus dedos se abrían paso entre mis labios introduciéndose dentro de mi.
Yo no paraba de gemir cada vez más fuerte, cuando estuve apunto de correrme Ana paro, se levanto y se sentó en el pollete, como casi no cogíamos las dos yo saque una pierna fuera de la bañera apoyándola en la taza que estaba al lado, con lo cual tenia la pierna levantada y una sola nalga apoyada en le pollete. Ana cruzo su pierna izquierda con la que todavía me quedaba dentro, acerco su boca introduciendo su lengua en la mía, mientras con su mano derecha me empezó a masturbar y yo la imite. Estuvimos así... no se puede que casi diez minutos, cuando consiguió que me corriera, casi siempre terminaba yo antes J , Ana tardo un poco más. Cuando terminamos seguimos sentadas, aún besándonos, antes de salir tuvimos que volver a ducharnos.
A sí que, después de " estrenar" el baño seguimos desembalando cosas, la casa a pesar de todo lo que ya habíamos triado estaba, medio vacía, incluso había algunas habitaciones que estaban completamente vacías, pero ya iríamos amueblando poco a poco.
Para cualquier comentario nixi886@hotmail.com